Jóvenes excelentes para una profesión de prestigio

Jóvenes excelentes
para una profesión de prestigio
TUOMO KOHVAKKA
Alejandro Campo / Educación en
Finlandia / Sistema educativo en
Finlandia / Formación inicial / Formación
permanente
Aparte de buenos expedientes, se intenta seleccionar jóvenes con capacidad de empatía, flexibilidad y dinamismo.
Cuadernos de Pedagogía visita el Departamento de Educación de la Universidad de Jyväskylä para conocer el proceso
formativo de unos jóvenes, altamente cualificados y motivados, que han debido superar un exigente proceso de
selección para dedicarse a la docencia. Entender al alumnado, facilitar su aprendizaje y su desarrollo personal y
combinar exigencias prácticas con bases teóricas son algunos de los principios que preconiza esta sólida formación
universitaria.
ALEJANDRO CAMPO
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El profesorado en Finlandia juega un papel decisivo en el
funcionamiento de las escuelas. “El cuestionario de PISA 2006
revela que el profesorado finlandés es responsable, en mayor
medida que sus colegas de la OCDE, de la selección de los
contenidos y de los libros de textos; de la elección de las estrategias de enseñanza; de las políticas de evaluación y de disciplina; y de la distribución del presupuesto y de los recursos
disponibles”, escribe el profesor Jouni Välijärvi del Instituto de
Investigación Educativa de la Universidad de Jyväskylä, la más
antigua y una de las más prestigiosas del país. Esta capacidad
de influencia se sustenta en la elevada consideración social y en
la sólida formación universitaria que reciben.
“El aprecio del profesorado y su influjo social es muy alto en
Finlandia en comparación con lo que sucede en otros países.
Los resultados de aprendizaje son también excelentes”, apunta Välijärvi, en un reciente libro en el que se discuten los
nuevos perfiles y retos profesionales de la docencia. Y en el
que añade “En otros países de la Unión Europea la profesión
de enseñante se equipara a las profesiones técnicas, mientras
que en Finlandia tiene un prestigio similar al de los médicos y
abogados”.
Hoy, nos dirigimos a lo alto de la colina donde está situada
la universidad, para confirmar estas apreciaciones. Me acompaña Tuija Rasinen, profesora e investigadora que trabaja para la
municipalidad. No se observa mucho movimiento de alumnado
ni en los aparcamientos ni en los distintos edificios, semiescondidos entre los árboles. Contemplamos abajo el lago Jyväsjärvi
alrededor del cual se sitúan los centros de interés de la ciudad.
“El curso acaba pronto, las clases ya han terminado y los alumnos están de exámenes. Por lo que el campus está muy tranquilo” explica Tuija.
En el campus conviven edificios de distintas épocas, algunos
datan de 1863, cuando se fundó la primera Escuela de Formación
de Maestros, y otros son modernos y funcionales como los diseñados en los años sesenta y setenta por Alvar Aalto, famoso
arquitecto muy vinculado a la ciudad, en la que cuenta con un
museo dedicado a su vida y obra. En el edificio de Artes Plásticas
todavía podemos ver las salas de pintura y escultura, magníficamente resueltas y con una inigualable luz cenital. “También
utilizamos el mobiliario (mesas y sillas) que diseñó Alvar Aalto.
Es extremadamente práctico y resistente. Está inventariado de
modo especial y tenemos que vigilarlo bien, porque se cotiza
como obra de arte,” comenta Marjo Antoniora, profesora de
Artes Plásticas.
Sólo el 10% de los aspirantes consigue plaza
“El proceso selectivo es tan exigente que muchos jóvenes
posponen su ingreso en la Universidad para ganar puntos adicionales con otras actividades que les den más oportunidades
de acceso,” indica Elisa Neimovaara, profesora y responsable de
Asuntos Internacionales de la Universidad de Jyväskylä, que se
convierte en nuestra anfitriona durante la visita. Nos sentamos
en una mesa en un espacio amplio y abierto, mitad sala de estudio y mitad cafetería. Hay un mostrador donde sirven café y
bocadillos. En una de las esquinas hay un grupo de alumnas que
miran atentamente la pantalla de un ordenador. Otros alumnos
y alumnas leen o consultan sus apuntes para preparar alguno de
sus exámenes. El ambiente es distendido e informal.
“El profesorado es atraído a la profesión por la consideración
de que goza y por la misión implícita que se le asigna socialmente de contribuir a la prosperidad económica, a la creatividad
cultural y a la justicia social. El valor añadido del profesorado está
relacionado con la implicación en un proyecto de nación ampliamente compartido”, señala Elisa, para justificar el hecho de que
una de las diferencias importantes con otros sistemas educativos
es que el sistema finlandés cuenta de entrada con jóvenes altamente cualificados y motivados al inicio de su formación.
Los aspirantes a un puesto en la Facultad de Educación necesitan haber aprobado el examen de Secundaria Superior o de
Formación Profesional. Además, cada universidad establece la
selección de estudiantes a través de distintos procedimientos.
La selección para la formación de profesores de aula (que imparten todas las materias de la Educación Básica de primero a
sexto) y de Preescolar tiene dos fases, la primera se realiza a
nivel nacional y la segunda en cada universidad.
La primera fase de la selección consiste en una prueba escrita, en la que participan todos los aspirantes a la formación docente. Los aspirantes que superan esta prueba pueden solicitar
una plaza en cualquiera de las universidades que ofrecen formación docente; deben elegir tres en orden de preferencia.
Según los puntos obtenidos en la prueba, las universidades
deciden a quién van a llamar para la segunda fase de la selección.
Ésta se desarrolla en cada universidad y normalmente incluye
entrevistas individuales y grupales; pruebas escritas (basadas en
la bibliografía indicada o en el material suministrado en el momento de la prueba); tests psicológicos; trabajos en grupo, y
prácticas de enseñanza, entre otras cosas.
“Se trata de seleccionar a aquellos candidatos que demuestran
una mejor capacidad potencial para el desempeño de la profesión de maestro. Aparte de los buenos expedientes, que en el
caso de nuestra universidad están próximos al sobresaliente, el
proceso de selección intenta detectar cualidades y aptitudes
básicas para trabajar con niños y adolescentes, como la capacidad de comunicación y empatía, la flexibilidad y la capacidad
de trabajo en equipo”, reflexiona Marjo Antionora, que se incorpora al grupo, mientras visitamos el edificio de Artes plásticas.
“Sería absurdo no seleccionar a los mejores, teniendo la oportunidad de hacerlo”, concluye.
A través de unas largas escaleras accedemos a las aulas y
talleres de pintura y escultura, de diseño gráfico y de montajes
audiovisuales. En el hall están los restos de lo que ha sido una
exposición del alumnado. Algunas maquetas con propuestas
arquitectónicas, trabajos en barro cocido y lienzos resueltos con
técnicas distintas, acuarelas, óleos, acrílicos… La mayoría de los
trabajos han sido retirados ya por sus dueños.
Los futuros profesores especialistas de área pasan además un
examen de la disciplina en cuestión, para ser seleccionados
como alumnos para la carrera. Aparte de cursar los estudios en
su disciplina principal, los estudiantes de distintas áreas pueden
elegir cursar estudios pedagógicos en algún momento de su
carrera o después de la graduación. Los estudios pedagógicos
les dan la aptitud para trabajar como docentes. “En algunas
disciplinas (por ejemplo, Matemáticas y Lengua) se está haciendo cada vez más frecuente que los estudiantes elijan una orientación que combine la formación en la disciplina con la formación
pedagógica”, comenta Elisa.
“No tenemos escasez de candidatos, al contrario, en la mayoría de las especialidades como la de profesor de aula, la de
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profesor de necesidades educativas especiales y la de orientador
el número de candidatos es siempre superior al de plazas disponibles. Pero, la situación está cambiando. Quizá las condiciones no sean ya tan competitivas. Hay profesores que buscan
salidas profesionales fuera de la educación. Y cada vez hay más
problemas para cubrir las vacantes de profesorado de Matemáticas
y Ciencias”, matiza Tuija, investigadora de la municipalidad, al
comentar la ventaja de poder seleccionar al inicio a los candidatos y candidatas más capaces.
Ingredientes de la formación
“Antes se pensaba que los alumnos tenían que entender al
profesor. Aquí y ahora creemos que el profesor tiene que entender a sus alumnos”, afirma Jorma Ojala, Jefe del Departamento
de Educación del Profesorado. Ésta es la declaración de intenciones que aparece en el folleto informativo sobre la Facultad
de Educación, que preconiza que los que aprenden pasen a
convertirse en verdaderos protagonistas del aprendizaje.
Elisa Neimovaara, profesora de la Universidad, explica que la
Universidad de Jyväskylä ofrece distintas titulaciones que corresponden a los distintos tipos de docente del sistema educativo. Profesorado de aula, encargados de todas las materias de
primero a sexto: este título también permite enseñar en el nivel
Preescolar. Profesorado de Preescolar, que tienen la aptitud para
trabajar en la Educación Preescolar y en las guarderías. Profesorado de área, encargados de una o más materias de la Educación Básica de séptimo a noveno. También tienen aptitud
para enseñar en la Secundaria superior, en la Formación profesional y en la Formación de adultos. Profesorado de Educación
especial que trabaja como profesor de aula, de área o de preescolar, y se encarga de los alumnos que necesitan enseñanza
especial. Y, por último, orientadores que brindan consejo escolar y profesional en la Educación Básica y en las escuelas de
Enseñanza Secundaria superior.
La Universidad de Jyväskylä también ofrece formación docente en lenguaje de signos. Los profesores de la Formación profesional realizan sus estudios en los institutos de formación
asociados a las universidades politécnicas. Los profesores de
aula cursan 300 créditos (ECTS), 180 correspondientes a la licenciatura y 120 al título de Master. Cada crédito universitario
corresponde a unas 27 horas de estudio-formación, por lo que
a lo largo de su carrera acumulan unas 7.100 horas. “Aunque
las universidades tienen autonomía para fijar sus planes de estudio, suelen incluir los mismos elementos básicos respetando
ciertos énfasis, como puede ser el enfoque multicultural o las
tecnologías de la información y comunicación”, comenta Elisa
Neimovaara.
“El objetivo más importante de la formación es que se conviertan en verdaderos facilitadores de los aprendizajes y del
desarrollo de su alumnado. Para ello necesitan conocimientos
tanto teóricos como prácticos”, añade Marjo, profesora de la
facultad. Los programas combinan las exigencias prácticas del
trabajo con una base teórica sólida, que les permite anclar sus
propias teorías de la acción y reelaborar sus esquemas de intervención, a través de una investigación rigurosa sobre su propia
práctica. Como dice el plan de estudios de la Universidad de
Jyväskylä: “Un docente competente sabe enseñar, educar y
justificar sus acciones en un entendimiento teórico y práctico”.
La investigación educativa tiene un peso notable y se materializa a través de la tesina de Licenciatura y de la tesis de
Master. Un 10% del tiempo de formación se dedica a las prácticas tuteladas que se realizan en la “Escuela de prácticas”,
propiedad de la universidad y que se encuentra en el mismo
recinto universitario.
La escuela de prácticas
En el mismo hall de la escuela se hacen cargo de nosotros
Sofie Leppiniemi y Vivi Salovainen, dos niñas de 5º grado, de
doce años de edad, que se convierten en nuestras guías para
enseñarnos la escuela porque forman parte de un servicio rotatorio de guías con esta función, que es a la vez un servicio y un
aprendizaje.
Tienen un guión y nos van explicando en Inglés lo que vamos
viendo: las aulas ordinarias, el aula de ciencias, la biblioteca, el
aula de lenguas modernas donde la profesora de Inglés nos
cuenta que han estado celebrando el Día de la Unión Europea,
con una serie de actividades. Nos paramos en uno de los juegos
preparado por cuatro alumnos con el mapa de Europa y unos
itinerarios. De acuerdo a unas reglas, contestar en inglés a preguntas sobre temas culturales de Europa, te permite ir progresando en los itinerarios y ser el ganador del juego. En una esquina, una alumna de prácticas ayuda a uno de los grupos en
el manejo del juego, repitiendo en inglés las expresiones que
necesitan. Después seguimos el itinerario, la sala de profesores,
la sala de música…
Nuestras guías van pertrechadas de llaves maestras con las
que abren todas las puertas, que se encuentran siempre cerradas. Vuelven a cerrarlas cuando salimos. Se turnan en el ajetreo
de abrir y cerrar y en el de las explicaciones. Parecen asumir su
trabajo con paciencia y utilizan estrategias de complementación
para dar satisfacción a nuestras preguntas y salir airosas.
Es un edificio singular, de construcción reciente, de tres plantas, edificado con el asesoramiento del profesorado, para cumplir
su función de ser un centro de prácticas para los alumnos de la
Facultad. Por ejemplo, los alumnos en prácticas tienen sitios
especiales para preparar sus comidas y para trabajar con ordenadores y preparar las lecciones. Muchas de las aulas cuentan
con un despacho anexo que funciona como despacho del profesor y como sitio de observación del alumnado en prácticas,
porque dispone de una vitrina que comunica ambos espacios y
que se puede hacer transparente a voluntad. “También lo utilizamos cuando los alumnos hacen trabajos de modo autónomo,
tanto individualmente como en grupo. Así nosotras podemos
trabajar en el despacho. Hay un sistema de conexión acústica
por lo que también oímos lo que sucede en el aula y no hay
ángulos muertos”, nos comenta una profesora satisfecha con
esta singularidad arquitectónica.
Los profesores preparan a los alumnos de prácticas con un
seguimiento atento y riguroso. Todos los alumnos de prácticas
cuentan con un tutor experimentado que los guía en su proceso de aprendizaje. Hay varios alumnos de prácticas impartiendo
sus lecciones. Al fondo del pasillo, una alumna dirige los ejercicios de expresión corporal con un grupo de niños y niñas. Por
parejas, se impulsan y se balancean. Están metidos en el ejercicio. Mientras unos cuantos compañeros de la alumna de
prácticas observan, la tutora supervisa con atención y con dis-
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creción. En la clase de música, otra alumna de prácticas logra
que suenen de modo armónico un conjunto de instrumentos.
Ha trabajado por separado con cada uno de los grupos y ahora el resultado es satisfactorio. La tutora sonríe, como muestra
de aprobación, tanto al alumnado como a la profesora. Los
resultados de sus actuaciones quedan registrados y servirán para
que los tutores valoren su actuación profesional.
El edificio es moderno, luminoso y amueblado con esmero.
Grandes cristaleras dejan entrar la luz. Hay estancias realmente
espléndidas y bien dotadas como la biblioteca y los talleres de
actividades manuales, que habitualmente son uno de madera y
otro de fabricación textil.
Los alumnos se mueven de un lado a otro, en calcetines, libremente, sin excesivo control de los profesores. Las alumnas
acaban el recorrido y se despiden de nosotros. Han resuelto
todas las dudas con aplomo, en un inglés básico, pero eficaz.
Primeros pasos
“Generalmente la entrada en el mercado laboral es relativamente sencilla para todos los que acaban. La mayoría de los
docentes son contratados por los municipios y en menor medida por el Estado o por instituciones privadas”, comenta Laila
Landén, directora de Educación, Cultura y Deportes, de la ciudad
de Jyväskylä.
Los criterios básicos para ser nombrado profesor en un puesto público son la aptitud para el cargo, avalada por un título, las
características y actitudes personales hacia el trabajo y la adecuación personal a las vacantes concretas a las que el candidato o candidata aspira. Las vacantes se anuncian en los periódicos
y revistas profesionales. Los candidatos y candidatas presentan
su solicitud, el municipio criba la lista dejando normalmente una
terna para que la dirección del centro, con entrevistas personales u otros medios de selección, decida quién es la persona más
idónea, y se la nombra, ya sea como profesor o profesora temporal, si hace una sustitución, o como permanente.
“Hay una cierta competencia y los docentes pueden solicitar
vacantes en cualquier institución educativa del país,” apunta
Tuija Rasinen, investigadora del Departamento de Educación.
“En la ciudad de Jyväskylä no tenemos problemas para cubrir
las vacantes que se producen, pero en zonas rurales o en lugares alejados de los grandes núcleos urbanos suele haber problemas”, añade.
El salario base de un profesor de aula de Primaria, que acaba
de entrar con jornada completa, es de unos 2.250 euros netos
(lo que representa unos 2.600 euros brutos). Hay complementos
por antigüedad y remuneración especial por horas extras. También
existen complementos retributivos por actividades de orientación,
apoyo, por trabajar en una región alejada y por responsabilidades y competencias especiales. El servicio de estadística dice
que el salario medio de un profesor de aula, en 2005, era de
2.815 euros al mes.
Los profesores de la Enseñanza Básica tienen una dedicación
que oscila de 18 a 24 horas lectivas, más unas 3 horas semanales de preparación de clases, reuniones y colaboración con los
padres. Y tienen la obligación de dedicar un tiempo a formación
continua. Restando las 13 semanas de vacaciones y los festivos,
los profesores finlandeses suelen tener alrededor de unas 190
jornadas escolares al año.
La formación continua es sentida como una necesidad y como
una obligación moral. La mayoría de las oportunidades se articulan en torno al centro escolar o al trabajo con colegas de los
centros próximos, en la resolución de los problemas que les
presenta su práctica docente. El intercambio de materiales y
experiencias, la observación mutua y el trabajo en grupos ocupan la mayoría del tiempo disponible. También se asiste a
cursos específicos cuando se requiere nueva información y
nuevas destrezas en algún programa de innovación del centro.
“Las actividades de formación dentro de horario lectivo son
bastante restringidas y tienen que responder a alguna prioridad
del centro”, clarifica Laila Landén, directora de Educación, de
la ciudad.
Una preocupación presente es la incorporación de los profesionales a los centros y de su socialización en las culturas profesionales con las que se encuentran. Consideran vital la primera socialización profesional y aportan detalles de cómo se
facilitan las primeras experiencias prácticas a los profesores
noveles. El centro escolar los acoge con un protocolo de bienvenida, de modo que se sitúan con facilidad en las normas y en
los detalles de funcionamiento, a la vez que conocen a los
compañeros y compañeras. El director o la directora es la persona encargada de este proceso de socialización en la cultura
del centro del nuevo profesorado. “No se les encargan los cometidos más difíciles, sino que los asumen personas del centro
con más información y experiencia. Pero, poco a poco, van
aceptando la totalidad de las responsabilidades que les corresponden”, añade Tuija, investigadora del Departamento. “En
muchos casos se arbitra la fórmula de que alguien con experiencia, y con la aceptación del recién llegado, haga labores de
mentor durante el primer año. Así se evita que profesionales
competentes fracasen y que los primeros errores, muchas veces
inevitables, los marquen en su carrera profesional”, explica
Tuija.
“Las escuelas deben responder a las nuevas expectativas como
organizaciones inteligentes, expertas en pedagogía, y no como
una mera colección de individuos. La colegialidad es una exigencia de las instituciones autónomas capaces de adaptarse a
nuevas situaciones y de desarrollarse. Los profesores no serán
elegidos para un “puesto”, con un contenido de trabajo fijo e
inamovible, sino como expertos dentro de un equipo de trabajo”, concluye Laila Landén, directora de Educación, Cultura y
Deportes, de la ciudad de Jyväskylä, anticipando nuevos modos
de intervención educativa.
para saber más
X Välijärvi, J., Nummenmaa, R (2007): Opettajan työ ja
oppiminen. (A teacher’s work and learning). Jyväskylä (Finlandia): Institute for Educational Research, University of Jyväskylä.
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