U2 Documento 2 - Salesianos Mérida

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Colegio Salesiano "María Auxiliadora" - Departamento de Lengua y Literatura
2. La lengua literaria.
APUNTES
1. La lengua literaria.
La lengua literaria posee dos rasgos fundamentales que la diferencian de la lengua común:
2. La lengua literaria
a. El predominio de la función poética que, como sabemos, aparece en el lenguaje
cuando se intenta llamar la atención, no sólo sobre qué cosas se dicen, sino, sobre
cómo se dicen esas cosas. Vamos a ver enseguida que esta función poética se
consigue sobre todo mediante el uso de figuras retóricas.
b. El segundo rasgo es el de la polisignificación, lo que quiere decir que en un texto
literario, en general, hay un mayor número de significados que en un texto ordinario. La
abundancia de contextos es una de las causas de esta multiplicidad de significados. La
especial presencia de la connotación es otra; el receptor no es un mero sujeto pasivo,
sino que la comunicación, en realidad, depende de lo que él pueda o quiera entender,
más allá de lo que las palabras denotan. Y, por último, el significante de una obra
literaria está también, en sí mismo, cargado de significados. En cualquier acto normal
de comunicación lo importante es que el mensaje se entienda, y lo de menos es el
modo de hacerse entender. Si queremos que alguien abra la puerta, podemos decir:
“Abre”, o “Abre la puerta”, o “¡Eh!, por favor, abre la puerta”. Una vez percibido el
sentido de la comunicación, las palabras concretas que se han utilizado se olvidan, se
pierden, porque no eran más que un instrumento para conseguir un objetivo. En
Literatura, en cambio, el autor elige como expresar lo que quiere decir, y cuando ordena
definitivamente sus palabras, el significante se convierte en algo invariable. Si no hemos
entendido, sólo podemos releer una y otra vez las mismas palabras. Esta invariabilidad
nos permite, como lectores, además de fijarnos en el significado global del texto,
reflexionar también sobre el propio significante. En un texto literario podemos
preguntarnos, por ejemplo, qué significa que se haya utilizado una palabra y no otra; por
qué el autor repite varias veces el mismo verbo; a qué se debe que apenas haya
sustantivos; qué efecto provocan los puntos suspensivos, etc. En algunos textos
. contemporáneos, incluso, el significante posee tanta o más importancia que el
literarios
significado; ocurre así, por ejemplo, con los llamados caligramas.
La literatura y los textos literarios
UNIDAD
1.1. Las figuras retóricas o literarias.
Como acabamos de estudiar, la función poética consiste en llamar la atención sobre el
mensaje mismo, sobre como está escrito o dicho algo. La función poética debe extrañar al
lector, esto es, hacerle percibir que el lenguaje que tiene ante sí no es un lenguaje común o
espontáneo.
El extrañamiento es clave en la literatura. Por lo general, el lenguaje ordinario es un código
automatizado, es decir, si aparece el artículo femenino la, el hablante sabe que tras él habrá un
sustantivo singular y femenino. El lenguaje literario, sin embargo, no es automatizado. Cuando
leemos “Ruedas de tren con sueño”, se produce en el lector un extrañamiento, ya que se ha
roto la secuencia lógica. Este extrañamiento se produce de muy diversas maneras, pero, sobre
todo, viene dado por el uso de lo que se denominan figuras retóricas o literarias, que en
general se basan en la voluntad de desviarse del lenguaje normal. Si para referirnos a las hojas
de los árboles decimos que son los juguetes del viento, estamos creando una manera de hablar
diferente de la que usaríamos en cualquier ocasión; estamos creando una figura literaria.
Ahora, vamos a estudiar algunas de las figuras más importantes organizadas por niveles
lingüísticos.
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A. NIVEL FÓNICO:
- Aliteración: consiste en la repetición de uno o varios fonemas, para crear una musicalidad
especial: Con el ala leve, del leve abanico (Rubén Darío). Cuando la aliteración trata de imitar
sonidos o ruidos se denomina onomatopeya: El silbo de los aires amorosos: un no se qué que
queda balbuciendo (San Juan de la Cruz). En especial son frecuentes las aliteraciones de
sonidos sibilantes (/s/), de sonidos que expresen una fricción o roce (/f/, /x/, /ө/), o de sonidos
fuertes, enérgicos (/r/, /p/, /t/, /k/).
- Paranomasia: resulta de colocar próximos en la frase dos términos que tienen cierta
semejanza fonética. Con esta figura, además de contribuir al ritmo y la musicalidad, se
consigue resaltar las dos palabras semejantes. Ej.: Vendado que me has vendido (Góngora).
B. NIVEL MORFOSINTÁCTICO:
2. La lengua literaria
- Repetición: el efecto que producen las repeticiones es del de recalcar o llamar la atención
sobre algo, sobre aquello que se repite. Retardan o demoran, puesto que se insiste sobre un
mismo punto. Contribuyen, además, a la musicalidad. Algunas figuras basadas en la repetición
reciben un nombre especial:
• Anáfora: repetición de una o más palabras al comienzo de varios versos o unidades
sintácticas: Érase un hombre a una nariz pegado/ érase una nariz superlativa
(Quevedo).
• Paralelismo: repetición de una misma construcción sintáctica: Los suspiros son aire y
van al aire,/ las lagrimas son agua y van al mar (Bécquer)
• Retruécano: se produce cuando los términos que se repiten invierten su posición y
crean un contraste: Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.
- Asíndeton y polisíndeton: la primera figura consiste en omitir las conjunciones con el fin de
dar viveza, rapidez a la frase. El polisíndeton, la acumulación de conjunciones, ofrece, en
cambio, la sensación de lentitud, de solemnidad, de pesadez.
La literatura y los textos literarios
1. La comunicación literaria (CONTINUACIÓN)
- Hipérbaton: consiste en alterar el orden lógico de los elementos que componen la frase. A
veces oscurece lo que quiere decirse y otras veces enfatiza el elemento o elementos que se
dislocan. Del salón en el ángulo oscuro (Bécquer).
- Encabalgamiento: cuando una unidad sintáctica o una frase queda interrumpida en la pausa
de final del verso, y debe continuarse en la siguiente, se produce un encabalgamiento, que
puede ser suave (si tras la pausa la frase se prolonga hasta el final del nuevo verso) o abrupto
(si el sentido se continúa, pero se quiebra súbitamente en el segundo verso: Una ninfa del agua
do moraba/ la cabeza sacó; y el prado ameno…). El encabalgamiento expresa un corte, una
ruptura, y suspende la compresión del lector, destacando algún término.
C. NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO:
- Símil o comparación: consiste en relacionar mediante una comparación dos términos
semejantes, uno real (que podemos llamar R) y otro imaginario o imagen (que podemos
llamar I): Sus ojos [R] eran como el fuego [I].
- Metáfora: consiste también en relacionar dos términos (R e I), pero no comparándolos sino
identificándolos: Sus ojos [R] eran fuego [I]. Esta identificación es posible porque R e I poseen
alguna semejanza, algún rasgo que los acerca (lo mimo que ocurre en la comparación). Existen
distintos tipos de metáfora:
• R es I: es la más sencilla. Tu cabello es un mar de espigas.
• I de R: ¿En dónde canta el ave de la esperanza mía? (Valle-Inclán).
• Metáfora pura: se omite el término real que es reemplazado por la imagen. Su luna de
pergamino/ Preciosa tocando viene (García Lorca)
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- Alegoría: la alegoría es un conjunto de varias metáforas o comparaciones unidas entre sí, en
correspondencia. Así, por ejemplo, Gonzalo de Berceo identifica, en Los Milagros de Nuestra
Señora, al Paraíso con un prado en el que hay fuentes (los evangelios), aves (los santos),
flores (las virtudes de la Virgen)… También se entiende por alegoría la intervención de
personajes que encarnan conceptos abstractos como la Envidia, la Muerte, la Virtud, etc.
- Hipérbole: consiste en exagerar algo hasta lo increíble. No hay extensión más grande que mi
herida (Miguel Hernández).
- Antítesis: existe antítesis cuando se establece una relación entre dos términos opuestos o
contradictorios: Yo velo cuando tú duermes; yo lloro cuando tú cantas (Cervantes). Si los dos
términos son irreconciliables, sólo aparentemente, se habla de paradoja: El avaro es pobre en
sus riquezas.
2. La lengua literaria
- Metonimia: consiste, al igual que las figuras anteriores, en relacionar dos términos; R e I.
Pero, en este caso, no porque sean semejantes entre sí, sino porque existe entre ellos una
relación de contigüidad, que puede ser de varios tipos. Los más importantes son:
• La parte por el todo: Un rebaño de cien cabezas.
• El todo por la parte: La ciudad le recibió calurosamente.
• El continente por el contenido: Tomaron unas copas.
• Lugar de procedencia por la cosa que de allí procede: Es un buen jerez.
• El instrumento por el que lo maneja: Es el batería del grupo.
• El autor por su obra: Me gusta Mozart.
La literatura y los textos literarios
1. La comunicación literaria (CONTINUACIÓN)
- Ironía: consiste en decir lo contrario de lo que realmente se piensa, aunque dejándolo bien
claro. Normalmente es una figura burlesca y divertida.
- Personificación: atribuir a cosas, animales o conceptos abstractos cualidades humanas. En
el aire conmovido/ mueve la luna sus brazos (García Lorca).
- Perífrasis o circunloquio: consiste en evitar la palabra directa, aludiendo al término en
cuestión de manera indirecta, dando un rodeo. En vez de Cervantes podemos decir: El manco
de Lepanto.
- Lítote: presenta lo que se dice en forma de negación, para atenuar. No es muy listo; eso no
está bien.
- Sinestesia: se produce cuando se atribuyen cualidades sensoriales a términos abstractos, o
a objetos a los que correspondería otro sentido distinto. Alameda del río, verde sueño (Antonio
Machado).
- Pleonasmo: consiste en ofrecer más datos de los que son estrictamente necesarios, con el
fin de exagerar o dejar bien claro algo. Temprano madrugó la madrugada (Miguel Hernández).
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