Productos Estructurados y AFP Rafael Alcázar Uzátegui1 Por la importante cantidad de recursos que administran y por las características de sus obligaciones (principalmente las pensiones de jubilación), las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), requieren de instrumentos financieros que coincidan con su Plan de Inversiones de mediano y largo plazo. Actualmente, las AFP destinan los recursos administrados a una limitada oferta de instrumentos financieros, la cual no logra la suficiente diversidad para satisfacer la demanda existente (principalmente por la escasez de instrumentos de largo plazo). En este contexto, por su sofisticación y las características del movimiento de sus flujos, las AFP son inversionistas idóneos para Productos Estructurados, entendiéndose por los mismos a los títulos de deuda que incorporan en su estructura instrumentos derivados o cuotas de participación de fondos mutuos que indexan el rendimiento de los títulos a la variación del precio de otros instrumentos de inversión denominados activos subyacentes. Adicionalmente, resulta importante mencionar que la Superintendencia de Banca y Seguros ha diseñado y aprobado un marco legal para ofertas privadas cuando los instrumentos se dirigen exclusivamente a las AFP. La lógica de los Productos Estructurados radica en que los mercados no proveen necesariamente instrumentos que calcen perfectamente con el tipo de riesgo o rentabilidad que un inversionista puede requerir o asumir, especialmente en el caso de las AFP debido a su sofisticación, el volumen de los fondos administrados y el plazo de sus obligaciones. Estructurar un producto significa combinar las características de un activo financiero (un bono, una acción, etc.) con las de otros activos financieros, especialmente derivados (forwards, opciones, futuros o swaps) que cubran algunos aspectos de su riesgo y/o que incrementen su potencial rentabilidad. A manera de ejemplo, una operación típica de un Producto Estructurado podría implicar la transferencia a un fideicomiso de titulización (patrimonio autónomo) determinados instrumentos de renta fija (p.ej. bonos soberanos), además de otros instrumentos de renta variable (p.ej. certificados de participación en fondos mutuos nacionales o extranjeros). Ambos instrumentos, denominados activos subyacentes, se constituyen en el respaldado de la emisión de bonos titulizados (los que serían el Producto Estructurado) que realizaría la sociedad titulizadora con cargo al patrimonio autónomo. El resultado para el inversionista del Producto Estructurado dependerá del rendimiento y performance de ambos activos, donde ciertamente existe un componente que Socio Principal de Rebaza & Alcázar Abogados Financieros. Profesor del Curso de Mercado de Valores en la Universidad de Lima. 1 corresponde a un instrumento de renta fija (bonos soberanos) y otro componente de renta variable (certificados de participación en fondos mutuos). La combinación de ambos instrumentos debería significar una mejor opción de inversión en comparación a su inversión por separado. Los Productos Estructurados son soluciones financieras específicas para resolver complejas necesidades a efectos de lograr una rentabilidad mínima y una adecuada cobertura contra determinados riesgos. Se pueden desarrollar productos estructurados para perfiles de inversión de todo tipo, desde los conservadores hasta los menos adversos al riesgo. Se puede estructurar el plazo, la rentabilidad y el riesgo. El éxito internacional de estos productos se ha basado en la necesidad de los inversionistas institucionales de contar con productos financieros que proporcionen rendimientos superiores al promedio de los instrumentos financieros disponibles en el mercado además de reducir riesgos específicos. Estructurar productos de acuerdo a las necesidades de un inversionista es ciertamente una tarea interesante para cualquier agente estructurador2 . En el caso de las AFP, se pueden estructurar productos con distintos perfiles de riesgo y rentabilidad, que vayan acorde con los tres tipos de fondos que pronto administrarán: Fondo de Preservación de Capital (crecimiento estable con baja volatilidad), Fondo Mixto (crecimiento moderado con volatilidad media) y Fondo de Apreciación de Capital (alto nivel de crecimiento con alta volatilidad). El marco legal actual establece que las AFP pueden invertir los recursos de sus carteras administradas en Productos Estructurados que se constituyan en valores mobiliarios representativos de derechos crediticios; dentro de los alcances de lo establecido en la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones, en donde se definen los criterios y límites de los instrumentos financieros en los que pueden invertir. Estos productos no han sido muy difundidos aún, por lo cual es un área del mercado de valores interesante y con buenas perspectivas de desarrollo en un mediano plazo. Con estos instrumentos en el mercado, las AFP podrían contar con mejores alternativas de inversión, que incorporen una adecuada combinación de rentabilidad y riesgo en beneficio de todos nosotros. 2 Entendido como aquel que tiene la responsabilidad del diseño financiero y legal de un determinado producto financiero.