PATOGENOS HOSPITALARIOS Y SU CONTROL

Anuncio
Patógenos hospitalarios y su control
PATOGENOS HOSPITALARIOS Y SU CONTROL
Luis E. Jáuregui
Elizabeth Dejman
Resumen
Entre las múltiples especies de bacterias, hongos y protozoos existentes solo un
número limitado infectan al ser humano y producen enfermedad. El presente
estudio resume los patógenos que son frecuentemente observados en centros de
salud. Se los describe desde el punto de vista del control de la infecciones asociadas
a servicios de salud (IASS) enfatizando las precauciones que son necesarias cuando
se manejan pacientes portadores de dichas infecciones.
La importancia de los organismos hospitalarios bacterianos ha crecido
en forma exponencial a causa del desarrollo de la resistencia antimicrobiana.
Se destacan en particular los Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina,
los enterococos resistentes a la vancomicina y los bacilos Gram negativos
multiresistentes como organismos problemáticos. El número limitado, y en muchos
casos la falta absoluta, de opciones de tratamiento antimicrobiano causados por
la multiresistencia antimicrobiana magnifican la importancia de las medidas
preventivas. Esto enfatiza la importancia del conocimiento de los patógenos
hospitalarios y de sus medidas específicas de prevención.
Palabras claves: Patógenos intrahospitalarios. Prevención de transmisión de
patógenos causantes de infecciones asociadas a servicios de salud. Bacterias,
hongos y protozoos hospitalarios.
Correspondencia:
[email protected]
379
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
INTRODUCCION
Existen muchas especies de bacterias, hongos y protozoos. Sin embargo,
solo un número limitado de dichos microorganismos infectan al ser humano
y producen enfermedad. Se resumen los patógenos que son frecuentemente
observados en centros de salud. Se los describe desde el punto de vista del
control de la infecciones asociadas a servicios de salud (IASS) enfatizando las
precauciones que son necesarias cuando se manejan pacientes portadores de
dichas infecciones.
PATOGENOS BACTERIANOS
Las bacterias se dividen tradicionalmente en cuatro grupos principales de acuerdo
a su morfología y coloración por la tinción de Gram: cocos y bacilos Gram
positivos y cocos y bacilos Gram negativos. Una división adicional los separa
de acuerdo a sus requerimientos de oxigeno para su crecimiento en organismos
aerobios y anaerobios
Cocos Gram positivos
Son organismos esféricos que se tiñen de color azul con la tinción de Gram.
Existen tres grupos principales dentro de este grupo: los estafilococos,
estreptococos y enterococos.
Estafilococos (1-16)
Los estafilococos se diferencian primariamente por su capacidad o no de
producir la enzima coagulasa que coagula el plasma de la sangre de conejos. Se
subdividen en dos especies: estafilococos coagulasa positiva (ECP) y coagulasa
negativa (ECN).
Staphylococcus aureus
Son ECP que pueden actuar como comensales o como patógenos humanos. Se
estima que 75% de las infecciones causadas por este organismo son infecciones
de la piel y tejidos blandos (impétigo, foliculitis, forúnculos, carbúnculos,
celulitis, abscesos e infecciones de heridas). También producen infecciones más
severas como osteomielitis, bacteriemia, endocarditis, meningitis y neumonía.
En el ámbito hospitalario S. aureus causa 40% a 50% de las infecciones de
heridas quirúrgicas y es la segunda causa más frecuente global de IASS, de
380
Patógenos hospitalarios y su control
neumonías asociadas al ventilador y de bacteriemia asociada a catéteres.
S.
aureus puede colonizar la piel normal, sobre todo de las axilas, ingle y perineo.
Con mayor frecuencia coloniza las fosas nasales. Se estima que entre 20-35%
de la población normal son portadores crónicos y entre 30-70% son portadores
intermitentes de dicho organismo. Desde las fosas nasales el organismo puede ser
transmitido a otras regiones del cuerpo. Los portadores nasales tienen un mayor
riesgo de contraer infecciones estafilocóccicas sobre todo de heridas quirúrgicas
o relacionadas a la hemodiálisis.
Las cepas de S. aureus producen varias toxinas. Algunas de ellas atacan
a las células de la piel y producen descamación; tal el caso del síndrome de la
piel escaldada en recién nacidos o el síndrome del choque tóxico. Este último
síndrome puede causar enfermedad muy severa con hipotensión, fallo de
múltiples órganos, fiebre, diarrea y descamación de la piel. Otras cepas producen
toxinas que disturban la transferencia de electrolitos en el intestino y causan
gastroenteritis asociada a contaminación de la comida. La toxina Panton Valentin
(PVL) es una leucocidina que destruye a las células blancas, lo cual facilita el
desarrollo de infecciones muy severas de la piel, tejidos blandos, pulmones y
otros órganos. La toxina PVL puede manifestarse en todo tipo de S. aureus
pero es sobretodo muy común entre las cepas de S. aureus meticilina resistentes
adquiridas en la comunidad, lo que contribuye a su alta virulencia (infecciones
necrosantes de la piel, fasciitis necrosante, síndrome pélvico, neumonía
necrosante, piomiositis, etc.).
S. aureus es muy adepto a desarrollar resistencia antimicrobiana. En el
momento actual la mayoría de las cepas son resistentes a la penicilina. Dichas
cepas requieren tratamiento con meticilina (u otras isoxazil penicilinas). Sin
embargo las cepas de S. aureus meticilina resistente (SAMR) han aumentado en
forma alarmante en la mayor parte de los países del mundo; inicialmente dentro de
los hospitales y más recientemente en la comunidad. Las cepas SAMR requieren
tratamiento con vancomicina u otros glucopéptidos. Desafortunadamente, ya se
han descrito cepas con resistencia intermedia (SAVI) o resistencia de alta carga
(SAVR) a la vancomicina; fenómeno muy inquietante desde el punto de vista del
tratamiento por la falta de fármacos contra estas cepas.
Estafilococos Coagulasa Negativa
Los estafilococos coagulasa-negativa (ECN) incluyen 32 especies que forman
parte de la flora normal de la piel y mucosas humanas. La más frecuente es S.
381
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
epidermidis. En el pasado no se consideró a estos organismos como patógenos.
Sin embargo, ha ocurrido una verdadera explosión en el número de infecciones
causadas por los ECN a tal punto que actualmente se los considera como la
primera causa de bacteriemias intra-hospitalarias y de infecciones asociadas a
cuerpos extraños. El incremento en la incidencia de infecciones causadas por
ECN es resultado directo del aumento en el uso de catéteres y dispositivos
intravasculares, asimismo que de la inserción de prótesis y de otros cuerpos
extraños. Ocasionalmente se ha informado del desarrollo de colonización
intestinal de neonatos con ECN con desarrollo de enterocolitis necrosante.
Los ECN de origen hospitalario muestran perfiles de multiresistencia
antimicrobiana, destacándose sobre todo la resistencia a la meticilina que en
algunos países ha llegado a tasas mayores al 80%. Esto dificulta el tratamiento
antimicrobiano hospitalario que depende principalmente del uso de la
vancomicina. Los ECN tienen la propiedad de formar un biofilm sobre la superficie
de cuerpos extraños. Esto explica porque la mayoría de infecciones clínicas con
ECN ocurren en asociación con cuerpos extraños (catéteres intravasculares,
derivaciones ventriculo-peritoneales, prótesis óseas e intravasculares). Se
presume que se inocula un pequeño número de ECN (originarios de la flora del
paciente, personal operatorio o del medio ambiente) al momento de implantación
del cuerpo extraño. La adherencia de los ECN al cuerpo extraño impide que sean
eliminados por las células blancas y antimicrobianos; razón por lo cual se requiere
retirar los cuerpos extraños infectados para poder controlar dichas infecciones.
Muchas veces el retiro de los cuerpos extraños infectados conlleva morbilidad e
inclusive mortalidad; tal el caso de infecciones de injertos vasculares de la aorta
o de válvulas cardiacas protésicas. Por esto es necesario seguir cuidadosamente
las normas de prevención de IACS para poder evitar el desarrollo de dichas
infecciones.
Los ECN (particularmente S. epidermidis) son la causa más frecuente
de bacteriemia nosocomial. En los últimos 20 años se ha observado un
incremento significativo en las bacteriemias nosocomiales por ECN en
unidades de terapia intensiva (UTI) neonatales y de adultos asociadas al uso
de catéteres intravasculares en pacientes críticos. También se reconoce que un
solo hemocultivo con crecimiento de ECN puede representar una verdadera
bacteriemia, sobre todo en pacientes en UTI. Esto ha hecho que los cocos Gram
positivos sobrepasen a los bacilos Gram negativos como la causa principal de
382
Patógenos hospitalarios y su control
bacteriemia intrahospitalaria. En la UTI neonatal el factor de riesgo principal para
el desarrollo de bacteriemia por ECN es la presencia de catéteres intravasculares,
particularmente catéteres venosos centrales. Otros factores de riesgo incluyen
peso bajo al nacer y la duración de uso de catéteres intravasculares o umbilicales.
Por lo general, las cepas aisladas son multiresistentes. A pesar de su relativa alta
frecuencia, las bacteriemias por ECN neonatales tienen una baja mortalidad.
Se debate cómo interpretar el crecimiento de ECN en hemocultivos. Algunos
autores consideran que 25% a 74% de los aislamientos de ECN en hemocultivos
representan contaminación y no infección. Por lo general, el crecimiento de ECN
en un solo hemocultivo casi siempre representa contaminación. La interpretación
se complica si el paciente desarrolla fiebre, tiene un catéter intravascular cuyo
sitio de inserción no muestra inflamación y sólo se obtuvo un único hemocultivo
que crece ECN. En tales circunstancias es difícil atribuir o desechar significancia
a dicho cultivo. Para diferenciar bacteriemias verdaderas de pseudo-bacteriemias
se sugiere obtener dos o tres hemocultivos de sitios separados (por punción
venosa o de puertos de acceso de catéteres centrales) a intervalos de tiempo
diferentes. La presencia del mismo organismo en dos o más hemocultivos, el
aislamiento en ambos frascos del mismo par de hemocultivos (botella aeróbica y
anaeróbica) y el crecimiento en las primeras 24 a 48 horas sugieren una verdadera
bacteriemia.
En los recién nacidos es difícil obtener dos o tres hemocultivos cuando
se sospecha bacteriemia, puesto que el volumen de sangre y el acceso a sitios
de venopunción son limitados. La mayoría de casos de bacteriemia ocurre en
bebés prematuros de bajo peso, lo cual dificulta aun más dichos estudios. Por
lo tanto es muy importante que los flebotomistas o enfermeras sigan normas
estrictas para desinfectar el área de punción venosa y mantengan estricta técnica
aséptica para disminuir la posibilidad de contaminación y que el laboratorio
mantenga registros sobre quien obtuvo los hemocultivos y sus resultados. Dicha
información permite detectar aumentos en los porcentajes de hemocultivos con
ECN, números elevados donde un solo frasco es positivo, o sí un flebotomista se
halla asociado a tales situaciones. En tales casos se requiere reinstruir a dichas
personas sobre la técnica apropiada de obtener hemocultivos.
383
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Tabla 1. Bacteriemia nosocomial: interpretación del significado
de hemocultivos con ECN
Crecimiento
bacteriano
Cuerpo Extraño Interpretación Acción
(cateter, prótesis)
En un solo
· Ausente
· Contaminación
·
hemocultivo
· Presente · Podría ser bacteriemia
·
verdadera (baja
probabilidad)
En varios
· Ausente
· Podría ser contaminación ·
hemocultivos
· Presente · Alta probalididad de ser ·
bacteriemia verdadera
Bacteriemia
· Presente · Verdadera infección
·
persistente
(varios días)
·
·
·
Ninguna
Repetir
hemocultivo
Bacteriemia
· Ausente
· Verdadera infección
·
persistente
·
(varios días)
·
Excluir endocarditis
Ecocardiografía
trans- esofágica
Asegurarse técnica
de técnica de
hemocultivos
es correcta
Comparar
antibiogramas;
Repetir hemocultivos
Antibióticos
Repetir hemocultivos
Retirar cuerpo
extraño
Antibióticos
Repetir hemocultivos
Comparar
antibiogramas
Las estrategias más eficaces para disminuir infecciones asociadas a catéteres
centrales incluyen: estricta adherencia a normas de higiene de manos, técnica
aséptica durante la inserción del catéter central y cualquier manipulación
subsiguiente, cambios apropiados de vendas en el sitio de inserción y el uso
apropiado de antisépticos tópicos durante la inserción y subsiguiente cuidado del
sitio. La clorexidina es superior a la povidona yodada para ambos propósitos. La
terapia de infecciones asociadas a catéteres venosos centrales con ECN requiere
el retiro del catéter, si posible; cambiando el catéter central por intermedio de
un alambre de guía o preferiblemente retirándolo completamente e insertando un
nuevo catéter en un sitio diferente.
384
Patógenos hospitalarios y su control
Prevención de infecciones por estafilococos
Tabla 2. Medidas preventivas y de control de infecciones por
estafilococos
Problema
Paso Preventivo
Inserción de
Técnica estrictamente aséptica, similar a preparación de sitio
catéteres
quirúrgico en quirófano (Bata y guantes estériles, barbijo,
intravasculares
preparación del campo de inserción con povidona yodada,
centrales
alcohol o clorexidina).
Inserción de catéteres Lavado de manos. Uso de guantes desechables. Técnica
intravasculares
estrictamente aséptica de inserción. Preparación de la piel periféricos
con povidona yodada, alcohol o clorexidina.
Inserción de prótesis
Técnica aséptica quirúrgica.
y de objetos extraños
Heridas abiertas
Lavado de manos, uso de guantes desechables y batas para con S.
aureus
el cambio de los apósitos.
Aislamiento de contacto en pacientes con SAMR
Transmisión de
Lavado de manos antes y después de entrar en contacto con
S. aureus de paciente
cada paciente. Uso de guantes desechables.
a paciente
Prevención de Lavado de manos, uso de guantes estériles desechables y de
neumonía asociada
sondas estériles para la succión de esputo. Se prefiere sistemas
a ventilador
de ventilación que no requieren ser desconectados para la succión de secreciones.
Estreptococos
Los estreptococos son un extenso género de cocos Gram positivos que se hallan
entre los patógenos humanos más comunes. Se clasifican de acuerdo a su
capacidad de provocar la hemólisis. Son alfa-hemolíticos si la lisis es incompleta,
beta-hemolíticos si la lisis es total o gama-hemolíticos si no producen hemólisis.
También se clasifican de acuerdo a las características de los carbohidratos
presentes en sus membranas en más de 20 tipos diferentes (Clasificación de
Lancefield). Los patógenos humanos más importantes son:
1. Estreptococos beta-hemolíticos: Grupo A (Streptococcus pyogenes), Grupo
B (Streptococcus agalactiae, que puede ser beta o gama-hemolítico).
385
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
2. Estreptococos alfa-hemolíticos: Streptococcus pneumoniae o neumococo, Streptococcus viridans.
Los estreptococos son parte de la flora normal de la boca, piel, tracto
gastrointestinal y tracto respiratorio superior. Pueden ser transmitidos de persona
a persona por contacto con la piel o con objetos. Son fácilmente destruidos por
jabón o detergentes pero resisten a la deshidratación, pudiendo sobrevivir durante
periodos prolongados lo que facilita su transmisión por contacto con objetos
contaminados. También se transmiten por la tos y secreciones respiratorias. Las
diferentes cepas patogénicas de estreptococos tienden a producir tipos específicos
de infecciones. (17-22) Por ejemplo:
1. Los estreptococos del grupo A son las especies más virulentas para el ser
humano. Pueden causar faringitis, tonsilitis, infecciones de heridas y de
la piel, escarlatina, septicemia, neumonía. La faringitis estreptocócica
puede producir secuelas como la fiebre reumática y la glomerulonefritis.
Las infecciones de la piel pueden causar secundariamente la
glomerulonefritis.
2. Los estreptococos del grupo B causan infecciones severas en los recién
nacidos (sepsis, insuficiencia respiratoria aguda, meningitis). También
pueden producir artritis séptica, endocarditis y la fiebre puerperal que solía
ser una causa importante de muerte durante el periodo del parto.
3. Los estreptococos de los grupos C y G pueden ser transmitidos por animales,
pero también habitan la garganta, intestino, vagina y piel humanos. Estos
estreptococos pueden causar faringitis, neumonía, infecciones de la piel y
de heridas, sepsis post-parto y neonatal, endocarditis y artritis séptica.
4. Los estreptococos del grupo D, no-enterococos, son flora normal del
tracto intestinal, vagina y piel del perineo. Pueden causar infecciones de
heridas, intra-abdominales, urinarias, bacteriemias y endocarditis. Entre
estas infecciones se destaca la bacteriemia por Streptococcus bovis muy
frecuentemente asociada con una lesión ulcerosa o un cáncer del tracto
gastrointestinal; razón por la cual dichos pacientes requieren endoscopias
del tracto gastrointestinal.
5. Streptococcus pneumoniae o neumococo cuyas cepas pueden ser
encapsuladas o no-encapsuladas. Por lo general las cepas no encapsuladas
son saprofitos normales del tracto respiratorio, mientras que las cepas
encapsuladas pueden causar neumonía, bronquitis, otitis media, sinusitis y
meningitis, endocarditis y artritis séptica. Los neumococos son susceptibles
386
Patógenos hospitalarios y su control
a la penicilina. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado
cepas con resistencia intermedia o de alto nivel a la penicilina, causadas
por alteraciones de la estructura de las proteínas fijadoras de penicilina
(PBP). Las cepas resistentes requieren tratamiento con cefalosporinas de
tercera o cuarta generación, vancomicina o quinolonas de tercera o cuarta
generación.
6. Streptococcus viridans. No son una sola especie sino un grupo de
características muy similares. Su habitat incluye los dientes y el tracto
gastrointestinal. Pueden causar abscesos dentales; la especie Streptococcus
mutans causa caries al producir ácidos que dañan el esmalte dental. Son la
causa más importante de endocarditis bacteriana subaguda.
Prevención de infecciones intrahospitalarias por estreptococos
Se han descrito brotes epidémicos de IASS causados por estreptococos betahemolíticos A, B, C y G donde los organismos fueron transmitidos por manos del
personal de salud contaminadas por manejo de heridas. Por esto algunos expertos
sugieren aislamiento de contacto de dichos pacientes durante las primeras 48 h
de tratamiento antimicrobiano. También se han descrito brotes de IASS causados
por limpieza deficiente de tinas de baño y de sábanas.
En el caso de heridas quirúrgicas por Streptococcus pyogenes se debe
cultivar a los médicos, enfermeras y personal de quirófano que participaron
en la intervención quirúrgica puesto que por lo general dichas infecciones son
causadas por un portador del organismo. Si no se identifica a tal persona y no
se elimina el estado portador se arriesga un brote epidémico de infecciones post
operatorias. Las medidas preventivas para estreptococos son muy similares a las
de otros patógenos. Enfatizan sobre todo la higiene de manos.
Tabla 3. Medidas preventivas y de control de infecciones por
estreptococos
Problema
Paso Preventivo
Heridas abiertas con estreptococos
Aislamiento de contacto durante las primeras 48 horas
beta hemolíticos grupos A, B, C y G.
de tratamiento antimicrobiano. Lavado de manos.
Infección de herida post-operatoria
Cultivos de todo el personal del equipo quirúrgico
por S. pyogenes (Grupo A) S. pneumoniae, S. viridans
para excluir la presencia de un portador de S. pyogenes. No requieren medidas especiales de prevención
387
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Enterococos
Los enterococos constituyen parte de la flora normal del intestino. También
pueden recobrarse de la piel de lugares como la ingle, perineo y las axilas. Pueden
colonizar la cavidad oral, tracto biliar, vagina y vías respiratorias superiores.
Dentro del género enterococos las dos especies que causan infecciones humanas
con mayor frecuencia son Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium. (24-28)
Los enterococos son intrínsecamente resistentes a muchos antibióticos
incluyendo las cefalosporinas. Por encima, la resistencia adquirida se ha
convertido en un problema clínico significativo. Los enterococos se han convertido
en la segunda o tercera causa más común de infecciones intrahospitalarias. Dicho
rol es consecuencia de su resistencia antimicrobiana que les permite sobrevivir
y proliferar en ambientes donde la administración de antibióticos ha producido
un vacío al eliminar las cepas susceptibles. También les es favorable su habilidad
de sobrevivir en medios secos, a altas temperaturas e inclusive en contacto con
algunos antisépticos. El tratamiento convencional de las infecciones causadas
por enterococos ha sido con la administración de penicilina o ampicilina con
o sin un aminoglucósido. Se ha utilizado la vancomicina como una alternativa
en pacientes alérgicos a la penicilina. Sin embargo, se ha descrito resistencia a
todos estos fármacos y muchas cepas muestran resistencia múltiple. Las cepas
más preocupantes son las denominadas enterococos resistentes a la vancomicina
(ERV).
Medidas de prevención y de control
Por lo general, la colonización con ERV precede el desarrollo de infección
clínica. La transmisión horizontal ocurre principalmente a través de las manos
contaminadas del personal hospitalario. Por cada infección que es reconocida,
por lo menos existen 10 pacientes colonizados con ERV. Los factores que
predisponen a la colonización o infección con ERV se resumen en la Tabla 4.
Tabla 4. Factores de riesgo que favorecen la colonización o infección con ERV.
Uso de Antimicrobianos
Otros Factores de Riesgo
• Aminoglucósidos
• Diálisis
• Aztreonam
• Duración prolongada de la hospitalización
• Ceftazidima y cefalosporinas de
• Estado portador en el tracto intestinal
• Estadía en sala de cuidados intensivos
388
espectro amplio
Patógenos hospitalarios y su control
• Ciprofloxacino
• Estadía en cama contigua a un caso • Fármacos antianaerobios
• Infección nosocomial previa
• Neutropenia
(clindamicina, metronidazol)
portador
• Imipenem (E. faecium)
• Persona que se ocupó de un caso portador
• Uso de múltiples antibióticos (riesgo
• Severidad de la enfermedad
proporcional al número de
• Transplante de hígado o de médula
antibióticos utilizados)
• Tumores hematológicos
• Vancomicina
El Comité Consultor Sobre Prácticas de Control y Prevención de Infecciones
Hospitalarias de los CDC (CDC-HICPAC) recomienda el uso de guantes, batas,
y la higiene de manos para prevenir la transmisión de persona-a-persona de ERV.
También recomienda el juicioso y apropiado uso de vancomicina y un sistema
eficiente de vigilancia para reportar y manejar los casos de ERV.
Los pacientes con ERV requieren las medidas más estrictas de aislamiento
estándar y de contacto. Una vez diagnosticados como portadores de ERV
dichos pacientes deben continuar a ser aislados hasta que nuevos cultivos de
vigilancia muestren que los ERV han sido eliminados. Se debe esperar 12 meses
después del último cultivo positivo y hospitalización y 48 horas después del
último antibiótico antes de repetir los cultivos de vigilancia. Se puede cesar el
aislamiento si el cultivo del sitio inicial que fue positivo y tres cultivos de heces,
obtenidos una semana aparte, son negativos.
Bacilos Gram positivos
Se incluyen en este grupo a las especies de Bacillus, Clostridia, Listeria,
Corynebacteria y micobacterias.
Bacilos
Son organismos alargados Gram positivos aerobios que forman esporas. Tienen
distribución extensa en agua, polvo y tierra. El patógeno principal es Bacillus
anthracis que es la causa del ántrax; una infección que afecta a los ovinos y
bovinos y ocasionalmente afecta a la gente que trabaja con dichos animales. Las
esporas son responsables de la transmisión de la infección y pueden sobrevivir
389
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
durante periodos prolongados de tiempo en los suelos. La descontaminación de
las pieles de ovejas, cabras y vacunos ha disminuido la incidencia de infección.
En la actualidad se teme la transmisión de ántrax por contacto cutáneo
o por inhalación a causa del bioterrorismo. El contacto cutáneo ocurre con las
esporas, los contactos respiratorio y gastrointestinal ocurren por inhalación de
esporas. El periodo de incubación cutáneo es de 1-12 días, respiratorio 1-7 días
y gastrointestinal 15-72 horas. Las manifestaciones clínicas cutáneas incluyen
el desarrollo de una pápula rojiza indolora que progresa a vesiculación central
en 1-2 días y luego a una úlcera pustular, necrótica con una cicatriz negra y
extenso edema en 3-7 días. En el tracto respiratorio se presenta una enfermedad
gripal con cefalea, malestar general y tos en los primeros 1-3 días. Para el
cuarto día se desarrolla disnea severa con choque. La mortalidad es de 85-90%
sin tratamiento; en 50% de los casos respiratorios se observa meningitis. En el
tracto gastrointestinal produce úlceras necróticas, edematosas, fiebre, nausea y
vómitos. Progresa hacia hematemesis y diarrea con sangre; la mortalidad es de
25-60%.
La infectividad del ántrax varía según el modo de transmisión. La transmisión
de persona a persona por contacto con una úlcera cutánea es posible pero muy rara. No
ocurre transmisión de persona a persona por contacto respiratorio o gastrointestinal.
En contraste, el riesgo de transmisión es muy elevado si ocurre contacto con aerosoles
que contienen esporas sea en polvo o en medios ambientes contaminados; razón por
la que se teme el uso de este organismo como arma biológica. (29-31)
Las recomendaciones de prevención son las siguientes: Forma cutánea:
precauciones estándar o de contacto (si existe excesivo drenaje). Forma
respiratoria y gastrointestinal: precauciones estándar. Forma aerosolizada en polvo
o contaminación ambiental: uso de respiradores (máscaras N95 o respiradores
personales), ropa de aislamiento especial, descontaminación de personas que han
entrado en contacto con polvo contaminado (http://www.cdc.gov/mmwr/preview/
mmwrhtml/mm5135a3.htm), higiene de manos durante 30-60 segundos con agua
y jabón o con gluconato de clorhexidina al 2% (las soluciones de alcohol no son
eficaces contra las esporas), tratamiento antimicrobiano durante dos meses con
doxiciclina, ciprofloxacino o levofloxacino.
Bacillus cereus puede causar gastroenteritis de presentación rápida (1 a
6 horas después del contacto) por contaminación de la comida, sobre todo del
arroz frito que es guardado y vuelto a recalentar. Dentro del hospital es causa
de endoftalmitis severas después de trauma al ojo o de inserción de lentes
390
Patógenos hospitalarios y su control
intraoculares. Se han descrito brotes epidémicos causados por contaminación
de los lentes intraoculares y por contaminación de los equipos de irrigación.
También se ha descrito un brote de infecciones del tracto respiratorio inferior
en una unidad neonatal por contaminación de los circuitos del ventilador. Este
organismo no requiere precauciones especiales.
Clostridia
Son bacilos Gram positivos anaerobios que forman esporas. Habitan
principalmente en los suelos donde juegan un papel importante en la
descomposición de los residuos orgánicos. Muchas especies forman parte de
la flora normal del intestino. Las especies patógenas causan su efecto por la
elaboración de potentes toxinas.
Clostridium difficile (32-37)
Es la causa más frecuente de diarrea asociada a los antimicrobianos. Las
manifestaciones clínicas de Clostridium difficile progresan del estado portador
asintomático, a la diarrea acuosa, a la colitis pseudomembranosa, al colon
megatóxico y culminan en la enfermedad fulminante con muerte del paciente.
La severidad depende en gran parte de la presencia o ausencia de anticuerpos
contra dicho organismo. En las personas con anticuerpos el organismo produce
el estado portador asintomático mientras que en aquellas carentes de anticuerpos
se manifiestan las diferentes formas de la enfermedad.
La incidencia de esta enfermedad ha aumentado significativamente en
la última década sobre todo en los pacientes mayores de 65 años. Los factores
de riesgo incluyen el uso previo de antimicrobianos (sobre todo clindamicina,
ampicilina, amoxicilina, ceftriaxona y quinolonas) o el tratamiento con
quimioterapia contra el cáncer. El organismo es transmitido dentro del ámbito
hospitalario por medio del contacto con las manos de los trabajadores de
salud o con áreas contaminadas del medio ambiente. Las personas portadoras
asintomáticas sirven como reservorio de contaminación para el medio ambiente
o para los trabajadores de salud. Una vez que el organismo es adquirido por la vía
fecal-oral, penetra al intestino grueso donde se multiplica y produce las toxinas
A y B que destruyen las células de superficie de la mucosa del colon y producen
una diarrea osmótica con formación de pseudomembranas en el lumen del colon.
Es necesario cesar el uso de antimicrobianos en los pacientes afectados, si su
condición lo permite, e iniciar tratamiento con metronidazol o vancomicina
por vía oral o metronidazol por vía i.v. La vancomicina por vía i.v no es útil en
391
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
esta enfermedad puesto que no obtiene concentraciones suficientes en el lumen
intestinal. Entre 15% a 25% de los pacientes muestran recaída después del
primer tratamiento y requieren tratamiento más prolongado o tratamiento con
combinaciones de antimicrobianos.
Recientemente se ha informado de brotes epidémicos intrahospitalarios
(Canadá, EE.UU., Reino Unido) causados por una nueva especie de C. difficile
hiperproductora de toxina A. Dichas infecciones afectan particularmente a los
ancianos y llevan un pronóstico mucho más reservado con mayor incidencia de
colectomías y de muertes.
Clostridium difficile: Mecanismos de Control y Prevención
El aislamiento de contacto es necesario en pacientes con C. difficile. Las personas
que se ocupan de dichos pacientes requieren utilizar batas protectoras, guantes
desechables y seguir estrictamente las normas de lavado de manos con agua y
jabón antes y después de cada contacto con el paciente o con sus excreciones.
Las soluciones de alcohol y glicerina no son eficaces para destruir a las esporas
de este organismo. Es necesario incrementar las medidas de limpieza de la sala o
pabellón afectados y de restringir admisiones a dicho pabellón si existe un brote
epidémico de casos de C. difficile. Las esporas del organismo pueden perdurar en
los suelos o superficies contaminadas durante periodos prolongados de tiempo.
El control del uso de antimicrobianos forma parte esencial del control
de brotes epidémicos por C. difficile. Se busca elegir antimicrobianos de
espectro limitado y utilizarlos durante periodos cortos de tiempo. Se evitan los
antimicrobianos de amplio espectro, sobre todo aquellos fármacos que se eliminan
por vía hepática, biliar, intestinal y aquellos que tienen acción antianaerobia puesto
que la disrupción de la flora normal del intestino (en su mayor parte anaerobia)
favorece la manifestación del C. difficile.
Clostridium perfringens (38)
Es parte de la flora normal del intestino pero puede producir intoxicación
alimenticia y gangrena de los tejidos blandos. La intoxicación alimenticia ocurre
cuando las esporas sobreviven el proceso de cocimiento de la carne contaminada.
Al ser ingeridas las esporas se activan y secretan una toxina que produce dolores
abdominales y una diarrea acuosa.
Raramente causa el síndrome de la gangrena gaseosa (que también puede
ser causado por otras especies de Clostridia) caracterizada por contaminación de
heridas, seguida por destrucción de músculo y tejidos blandos, presencia de gas en
392
Patógenos hospitalarios y su control
los tejidos toxemia y rápido deterioro. Por lo general las heridas que desarrollan
gangrena gaseosa se hallan contaminadas por tierra o heces fecales. Factores de
riesgo incluyen extenso daño traumático a los tejidos e insuficiencia vascular que
crean el ambiente anaerobio que les permite multiplicar. La gangrena gaseosa
no es transmisible de paciente a paciente por lo que no requiere precauciones
especiales; sin embargo se instituyen precauciones estándar si la herida drena en
forma excesiva.
Clostridium tetani
Reside en el tracto intestinal de los herbívoros y en los suelos. Produce tétano
cuando contamina una herida donde el medio ambiente anaerobio permite la
germinación de las esporas que producen una neurotoxina. La toxina estimula
a las células nerviosas motoras produciendo espasmos convulsivos musculares
comenzando cerca de la herida y luego progresando al resto del cuerpo. El tétano
ocurre sobre todo en heridas profundas contaminadas con tierra o cuando el
trauma es causado por objeto extraño contaminado (como un clavo dejado en
la tierra). Causa alta mortalidad en las regiones donde la gente no ha recibido
la vacuna contra el tétano. La prevención incluye la vacunación inicial que
debe ser seguida por reinoculación cada 10 años para mantener la protección
inmunitaria. Es recomendable administrar el toxoide contra el tétano a todas las
personas que sufren heridas cortopunzantes en quienes se desconoce el grado de
inmunización.
Listeria
El principal representante de este grupo es Listeria monocytogenes que se
encuentra comúnmente en los suelos y en las excreciones de diversos animales.
Se puede adquirir el organismo por contacto con animales o carne cruda pero
por lo general ocurre por comida contaminada como quesillos, quesos suaves,
helados, coles, frutas y legumbres. El organismo puede sobrevivir en una variedad
de comidas refrigeradas. Por lo general causa una infección ligera similar a una
gripe. Sin embargo, cuando afecta a las mujeres durante el embarazo puede
precipitar el nacimiento prematuro, bacteriemia y meningitis.
En el medio hospitalario se ha descrito contaminación extensa del medio
ambiente por el nacimiento de un bebé infectado, con transmisión cruzada de
infección a otros niños. Igualmente, ocurren casos de infección severa entre
pacientes inmunocomprometidos. Los pacientes con mayor riesgo de contraer
este organismo son las mujeres embarazadas y los inmunocomprometidos. La
prevención requiere comer comidas frescas, bien lavadas o bien cocidas; y evitar
393
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
los tipos de comida asociados con este organismo. El aislamiento de contacto es
solo necesario dentro de unidades neonatales.
Corynebacteria
Existen varias especies que son comensales del tracto respiratorio superior, de
las mucosas o de la piel y que se agrupan bajo la denominación de difteroides
o de corynebacterias. Raramente son causa de infecciones intrahospitalarias
en pacientes inmunocomprometidos o en pacientes con infección de válvulas
prostéticas.
El principal patógeno dentro de este grupo es Corynebacterium diphteriae
la causa de la difteria. Muchas personas son portadoras asintomáticas de este
organismo, que es transmitido por gotitas respiratorias. En personas no inmunes
afecta la laringe y la faringe causando una laringitis con formación de membranas
que pueden obstruir la respiración. No todas las cepas son productoras de toxina,
pero aquellas que lo son producen una neurotoxina que paraliza el paladar, los
ojos y las extremidades. También afecta los músculos del corazón. El tratamiento
revierte dichos efectos pero los pacientes siguen siendo infecciosos durante varias
semanas después de resolver los síntomas.
La mejor medida preventiva es la vacunación rutinaria contra la difteria.
En casos donde se sospecha la presencia de un caso de difteria es necesario el
aislamiento de contacto y respiratorio.
Micobacterias
Las micobacterias son organismos que, si bien son Gram positivos, se destacan
por su habilidad de ser Bacilos Alcohol-Acido Resistentes (BAAR) por la tinción
Ziehl-Neelsen. Existen diferentes especies que se encuentran en suelos, agua,
aves y animales. Las dos principales especies patogénicas son Mycobacterium
tuberculosis y Mycobacterium leprae que causan la tuberculosis y la lepra,
respectivamente. Las micobacterias atípicas también son causa de infección.
Mycobacterium tuberculosis
(39-44)
Los pulmones son el sitio usual de infección con este organismo aunque puede
afectar otros órganos y producir linfadenitis cervical, osteomielitis, nefritis,
meningitis, infecciones del tracto gastrointestinal e infecciones diseminadas. La
tuberculosis presenta dos cuadros epidemiológicos distintos según el área del
mundo donde se la observe. En los países desarrollados su incidencia es muy
baja. Se la observa sobre todo en inmigrantes provenientes de países con tasas
394
Patógenos hospitalarios y su control
más elevadas de infección y en pacientes con SIDA. En contraste, en los países
en vías de desarrollo la tuberculosis presenta una epidemiología más tradicional
con altas tasas de infección en niños, la mayoría de los cuales resuelven la
infección sin desarrollar signos de enfermedad activa. Los casos de enfermedad
activa ocurren por reactivación de los focos de infección primarios con el paso
de los años y la disminución de la inmunidad celular. En estos países también se
observan altas tasas de enfermedad activa en pacientes con SIDA.
Cerca del 10% de las infecciones primarias no son controladas por el
sistema inmune y pueden desarrollar áreas de enfermedad activa en el pulmón y
eventual cavitación. Esto también puede ocurrir en los pacientes con reactivación
de infección pulmonar. En ambos casos los organismos presentes en dichas
lesiones pueden ser excretados por medio de la tos y son transmitidos a otras
personas por medio de partículas aéreas que pueden permanecer suspendidas
en el aire durante periodos prolongados de tiempo. En todo el mundo, pero
sobretodo en países en vías de desarrollo el problema se complica aún más con
el desarrollo de resistencia antimicrobiana, que puede llegar seleccionar cepas
multiresistentes o totalmente resistentes a los antifímicos.
La vacuna contra la tuberculosis se denomina Bacille Calmette-Guérin
(BCG). Consiste de una forma atenuada de Mycobacterium bovis que produce
infección primaria localizada, no progresiva que induce inmunidad celular. Se la
considera 70% a 80% protectora contra la tuberculosis, aunque pueden ocurrir
casos de TB en pacientes previamente vacunados. El riesgo de transmisión de TB
a personas cercanas a un caso índice es de 12%; tal riesgo se disminuye a 1,5%
en personas vacunadas con BCG.
Prueba de la tuberculina por la técnica de Mantoux
El diagnóstico de tuberculosis se apoya en el resultado de la prueba de la
tuberculina. La infección primaria con micobacterias induce una reacción de
hipersensibilidad retardada, que se manifiesta entre la 2ª y 12ª semana tras la
infección. En dichas personas la inyección intradérmica de las proteínas del
bacilo tuberculoso (derivado proteico purificado [PPD]) produce una reacción
de induración visible. La prueba de la tuberculina debe realizarse a la población
que presente mayor probabilidad de infección y que podría beneficiarse de un
tratamiento, o también a aquellos sujetos en los que se sospeche enfermedad
tuberculosa:
1. Personas en contacto con pacientes con enfermedad TB pulmonar o
laríngea.
395
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
2. Pacientes con infección VIH.
3. Personas con lesiones radiológicas sugestivas de TB antigua curada, pero
que no fueron tratados con pautas de reconocida eficacia.
4. Personas con factores de riesgo para TB como diabetes mellitus, silicosis,
corticoterapia prolongada o tratamiento inmunosupresor, insuficiencia
renal crónica grave, neoplasias hematológicas, cáncer de cabeza y cuello,
gastrectomía, síndrome de malabsorción crónica o bajo peso.
5. Empleados o residentes en instituciones como hospitales, prisiones, asilos
de ancianos, centros de deshabituación de toxicómanos.
6. Embarazadas: La PT no se recomienda como una prueba de rutina en el
embarazo, dado que el embarazo en sí mismo no aumenta el riesgo de
infección TB. Sin embargo, la prueba de la tuberculina es segura y fiable
en la mujer gestante y está indicada en las siguientes situaciones:
•
Síntomas sugestivos de TB.
•
Infección VIH.
•
Otras enfermedades que elevan el riesgo de TB.
•
Contacto con personas con TB pulmonar o laríngea.
La prueba de la tuberculina (PT) no es necesaria en personas con una
prueba positiva previa bien documentada. La técnica de la prueba de tuberculina
fue normalizada por la OMS en 1964. Se recomienda seguir dicha guía.
Transmisión y brotes epidémicos intrahospitalarios de tuberculosis
Se han descrito varios brotes epidémicos de tuberculosis intrahospitalaria,
especialmente entre personas inmunodeprimidas. Los grupos de mayor riesgo
incluyen los niños pequeños, los ancianos y las personas con VIH. Varios brotes
epidémicos con cepas multiresistentes han ocurrido en pacientes con VIH con
tasas elevadas de mortalidad.
El tratamiento de la tuberculosis es complejo y prolongado. Requiere ser
administrado por personas versadas en el tema y ser monitorizado de cerca para
evitar fallas de tratamiento y el desarrollo de cepas multiresistentes.
Medidas preventivas contra la tuberculosis
La prevención de la transmisión de TB depende del diagnóstico rápido, tratamiento
quimioterapeútico apropiado e institución de medidas de control de infección
intrahospitalaria. Cuando un paciente se presenta con sospecha de tuberculosis
pulmonar se sugiere instituir los siguientes pasos preventivos.
396
Patógenos hospitalarios y su control
Tabla 5. Recomendaciones preventivas en tuberculosis pulmonar
Condición del
Paciente
Paciente en sala sin pacientesPaciente en sala con pacientes
inmunocomprometidos
inmunocomprometidos
Sospecha de TB
Aislamiento en habitación privada.
Paciente debe cubrirse la boca y
nariz al toser Aislamiento en habitación privada con presión de aire negativa. Paciente
Paciente debe cubrirse la boca y nariz al toser
Diagnóstico TB
confirmado,
baciloscopía
positiva
Aislamiento en habitación privada con presión de aire negativa. Paciente
debe cubrirse la boca y nariz al toser
Personal de salud debe utilizar
máscara protectora. Se retira de
aislamiento después de 2 semanas
de tratamiento si hay respuesta clínica
satisfactoria, el paciente cumple con
el tratamiento y la cepa no es
multiresistente.
Aislamiento en habitación privada.
Paciente debe cubrirse la boca y
nariz al toser. Personal de salud
debe utilizar máscara protectora. Se retira de aislamiento después de
2 semanas de tratamiento si hay
respuesta clínica satisfactoria,
el paciente cumple con el
tratamiento y la cepa no es
multiresistente. Sospecha de TB o No requiere aislamiento diagnóstico TB
confirmado, pero
baciloscopía
negativa
Aislamiento en habitación privada
Sospecha o
diagnóstico
confirmado de TB
multiresistente Aislamiento en habitación privada presión de aire negativa. Paciente
debe cubrirse la boca y nariz al
toser. Paciente debe utilizar máscara
protectora al ser transportado fuera
de su habitación. Personal de salud debe utilizar máscara protectora
de alta eficiencia. Se continúa
aislamiento indefinidamente
mientras hospitalizado si se
confirma que la cepa es
multiresistente.
Aislamiento en habitación privada
con con presión de aire negativa.
Paciente debe cubrirse la boca y
nariz al toser. Paciente debe utilizar
máscara protectora al ser
transportado fuera de su habitación.
Personal de salud debe utilizar
máscara protectora de alta eficiencia.
Se continúa aislamiento indefinida-
mente mientras hospitalizado si se
confirma que la cepa
es multiresistente. La prueba de la tuberculina (PT) no es necesaria en personas con una
prueba positiva previa bien documentada. La técnica de la prueba de tuberculina
fue normalizada por la OMS en 1964. Se recomienda seguir dicha guía.
Transmisión y brotes epidémicos intrahospitalarios de tuberculosis
Se han descrito varios brotes epidémicos de tuberculosis intrahospitalaria,
especialmente entre personas inmunodeprimidas. Los grupos de mayor riesgo
incluyen los niños pequeños, los ancianos y las personas con VIH. Varios brotes
397
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
epidémicos con cepas multiresistentes han ocurrido en pacientes con VIH con
tasas elevadas de mortalidad.
Infecciones por Mycobacterium bovis.
M. bovis causa tuberculosis pulmonar en los bovinos. Puede ser trasmitida a los
seres humanos que ingieren leche no pasteurizada de animales infectados. En
los seres humanos produce infecciones de las amígdalas, tracto gastrointestinal
o nódulos linfáticos. Raramente produce infección pulmonar en granjeros con
contacto prolongado con vacas infectadas.
Infecciones por micobacterias atípicas (micobacterias no tuberculosas
o MNT)
Puede observarse infección pulmonar causada por micobacterias atípicas o MNT,
sobre todo en pacientes inmunodeprimidos. Se denominan atípicas por el hecho
de no ser transmisibles de un ser humano a otro. El complejo Mycobacterium
avium-intracellulare (MAC) está formado por dos micobacterias atípicas
Mycobacterium avium y Mycobacterium intracellulare que se introducen por
el sistema gastrointestinal o respiratorio en pacientes inmunodeprimidos, sobre
todo aquellos con SIDA. Produce infecciones severas de los tractos respiratorio
y gastrointestinal así como infección diseminada. Estos organismos por lo
general son resistentes al tratamiento convencional contra la tuberculosis por lo
que requieren tratamiento con combinaciones de claritromicina o azitromicina,
rifabutina, etambutol, levofloxacino y amikacina.
Otras especies de MNT incluyen M. kansasii, M. fortuitum, M cheloneae,
M. marinum que causan diversos tipos de infecciones humanas. Ninguna de las
MNT requiere medidas de aislamiento.
Cocos Gram negativos
Son organismos esféricos que se tiñen de color rojo con la Tinción de Gram. Los
principales miembros son las especies de Neisseria que por lo general son parte
de la flora normal de las mucosas. Se destacan por formar pares (diplococos).
Dos organismos se destacan por su capacidad de ser patógenos: N. gonorrhoeae
y N. meningitidis.
Neisseria gonorrhoeae
Causa enfermedad de transmisión sexual que afecta principalmente al tracto
genitourinario pero que también puede afectar al recto, garganta y ojos.
También puede producir infección diseminada con bacteriemia que afecta a las
articulaciones, tendones y meninges cerebrales. El organismo es muy delicado.
398
Patógenos hospitalarios y su control
No tolera ni el frío ni la falta de humedad por lo que no sobrevive durante mucho
tiempo fuera del cuerpo humano. Los recién nacidos pueden contraer infección al
pasar por el canal vaginal, lo que ocasiona conjuntivitis que puede dañar la visión
si no es tratada rápidamente. El gonococo requiere precauciones estándar.
Neisseria meningitidis.
Este organismo coloniza la nasofaringe de cerca de 10% de las personas sanas.
Puede ser trasmitido a otras personas por medio de gotitas respiratorias. En
personas carentes de inmunidad el organismo puede invadir la sangre produciendo
septicemia y también puede causar meningitis. Ambas enfermedades pueden ser
rápidamente letales si no son tratadas con antimicrobianos. La septicemia tiene
una tasa de mortalidad de cerca de 20%. Este organismo es el único capaz de
producir epidemias de meningitis bacteriana; por esta razón y por su elevada tasa
de mortalidad constituye una emergencia médica cada vez que se sospecha su
presencia.
N. meningitidis afecta preferentemente a los niños y adultos jóvenes.
Existen 13 serogrupos de este organismo; cinco de ellos (A, B, C, Y, W135)
causan casi 100% de las infecciones:
• Grupo A: Con mayor prevalencia en la sección sub-Sahara del Africa.
Causa epidemias de meningitis.
• Grupo B: Es el grupo de mayor mortalidad. Causa un 40% de los casos en
el Reino Unido Cambios frecuentes en su estructura capsular polisacarídica
no han permitido crear una vacuna general contra este grupo, aunque existe
la vacuna MeNZB contra una cepa específica causante de epidemias de
meningitis en Nueva Zelandia.
• Grupo C: Causa un 60% de los casos en el Reino Unido.
• Grupo W135: Particularmente frecuente en Arabia Saudita donde ha
producido epidemias entre los peregrinos que van a la Meca.
• Grupo X: Causó una extensa epidemia en Nigeria en 2006. No existe
vacuna contra este grupo.
• Grupo Y: Se ha vuelto importante en Norte América en la última década.
• Otros grupos incluyen: 29-E, H, I, K, L y Z.
Existen dos tipos de vacunas contra el meningococo. Ambas son
quadrivalentes (contra serogrupos A, C, Y, W-135). La primera es una vacuna
no conjugada que actúa contra el polisacárido de superficie del meningococo
(Menomune™). Es una vacuna de corta duración (menos de 3 años de protección
en menores de 5 años), que no genera linfocitos T de memoria, no genera
inmunidad de rebaño, ni produce inmunidad al nivel de las mucosas; razón por la
cual personas vacunadas pueden verse colonizadas con cepas de meningococo.
399
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Es útil para viajeros que se dirigen a zonas endémicas que requieren protección
de corta duración.
La segunda vacuna también es quadrivalente pero es una vacuna conjugada
con el toxoide de la difteria (Menactra™) lo que permite elucidar respuesta
inmune durante un periodo más prolongado. Se halla licenciada para personas
de 11-55 años de edad. Ninguna de las dos vacunas ofrece protección por más de
tres años.
Medidas preventivas y de control de infección
Los pacientes con N. meningitidis, admitidos al hospital, requieren aislamiento
respiratorio durante las primeras 24 horas de tratamiento. Para evitar casos
secundarios se administra quimiopropfilaxis a conviventes en el domicilio del
enfermo o a personas que hayan dormido en la habitación del enfermo en los
10 días previos. Entre el personal de salud se administra quimiopropfilaxis a
personas que hayan tenido contacto frecuente y continuado con el enfermo o
que se hayan vistas expuestas a las secreciones respiratorias. La quimioprofilaxis
incluye:
• Primera elección:
- Rifampicina oral. Niños: 10 mg/kg/12 horas durante 2 días. Menores
de 1 mes, 5 mg/kg/12 horas durante 2 días. Adultos: 600 mg cada 12
horas durante 2 días.
• Alternativa:
- Ceftriaxona i.m. Adultos 250 mg dosis única, niños 125 mg dosis
única.
- Ciprofloxacino. Adultos dosis única de 500 mg por vía oral.
El caso índice debe recibir también quimioprofilaxis, salvo aquellos niños
tratados con ceftriaxona o cefotaxima.
Bacilos Gram Negativos
Entre las bacterias aeróbicas Gram negativas se reconocen como patógenos
nosocomiales principalmente a los bacilos Gram negativos no-fermentadores y a
las enterobacteriaceae.
Bacilos Gram negativos no-fermentadores de la glucosa
(45-59)
Estos organismos son causas importantes de infecciones nosocomiales. El
grupo incluye a Pseudomonas spp. (particularmente Pseudomonas aeruginosa),
Acinetobacter spp, Alcaligenes spp, Stenotrophomonas maltophilia, Chryseobacterium
(Flavobacterium) spp, Eikenella spp, Weeksella, Oligella, y otros.
400
Patógenos hospitalarios y su control
La clasificación taxonómica actual de Acinetobacter spp. cuenta con 27
especies genómicas entre las que se incluyen A. baumannii, A. calcoaceticus,
A. haemolyticus, A. johnsonii, A. junii, A. lwoffi, A. radioresistans y otras. El
organismo de mayor importancia clínica se denomina “complejo Acinetobacter
calcoaceticus-baumannii” o complejo A. baumannii”. Se halla compuesto por
una mezcla de A. calcoaceticus y A. baumannii y se destaca por su propensidad a
ser multiresistente; siendo algunas cepas resistentes a todos los antimicrobianos
existentes en la actualidad (TRACA o Totalmente Resistente Acinetobacter
Calcoaceticus).
El tratamiento de las infecciones causadas por estos organismos requiere
la guía de pruebas de susceptibilidad antimicrobiana puesto que muchos de
ellos muestran una tendencia intrínseca a la multiresistencia antimicrobiana.
Particularmente Acinetobacter spp., S. maltophilia y B. cepacia tienden a ser
resistentes tanto a los aminoglucósidos como a las cefalosporinas. Se ha informado
de cepas resistentes a todos los antibióticos. La S. maltophilia es por lo general
susceptible al trimetoprim-sulfametoxazol y resistente al imipenem.
Relevancia de los bacilos Gram negativos no-fermentadores como
patógenos
Por lo general, no son organismos de alta virulencia. Sin embargo pueden causar
infecciones endémicas y epidémicas dentro del ambiente hospitalario; tanto en
pacientes normales como inmunocomprometidos. Las más frecuentes son las
infecciones de vías urinarias y respiratorias, sobre todo en pacientes en cuidados
intensivos; bacteriemias primarias y secundarias e infecciones de heridas.
Infecciones endémicas
Históricamente, entre 1960-1980 los bacilos Gram negativos
(particularmente P. aeruginosa) predominaron como las más importantes causas
de bacteriemia nosocomial, siendo luego progresivamente suplantados por los
cocos Gram positivos. En el momento actual la P. aeruginosa continúa a ser una
causa importante de bacteriemia nosocomial, aunque su prevalencia varía mucho
entre diferentes hospitales. Algunos hospitales informan que las bacteriemias
causadas por especies de Pseudomonas no-aeruginosa y por Acinetobacter spp.
alcanzan el 13% del número total, en muchos casos como causa de infecciones
polimicrobianas. Otros hospitales informan que la P. aeruginosa causa 3%-6% y
Acinetobacter spp. 1%-2% de las infecciones de la sangre asociadas a catéteres
intravasculares.
La P. aeruginosa es la tercera causa más común de infecciones nosocomiales
de vías urinarias y la segunda causa más común de infecciones en quemados
(después de S. aureus). Sólo causa 10% de las infecciones de heridas quirúrgicas.
La P. aeruginosa, Acinetobacter spp. y las enterobacterias causan alrededor del
60% de las neumonías nosocomiales.
401
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Infecciones epidémicas
Anualmente se describen nuevos brotes epidémicos de infecciones causadas
por Pseudomonas spp. o Acinetobacter spp. multiresistentes, o totalmente
resistentes, particularmente en unidades de cuidados intensivos o en unidades de
neonatología.
Mecanismos de adquisición y de transmisión intrahospitalaria de
Pseudomonas spp., Acinetobacter spp. y otros bacilos no fermentadores
de la glucosa.
Reservorios
Existen fuentes endógenas y exógenas de adquisición de dichos organismos.
Ambos tipos de fuentes pueden producir infección con P. aeruginosa. Estudios
epidemiológicos indican que entre 2,6%-24% de los pacientes admitidos al
hospital portan dichos organismos en las heces de donde se origina la subsiguiente
infección por un proceso de ‘’colonización endógena secundaria’’.
Entre los reservorios exógenos se incluyen los pacientes infectados o
colonizados (tracto respiratorio, urinario o heridas) que a su vez contaminan el
medio ambiente hospitalario y las manos del personal de salud. La capacidad de
colonizar la piel se reconoce sobre todo en Acinetobacter spp. que favorece las
áreas húmedas, aunque también pueden colonizar la piel seca e intacta y hasta
puede colonizar en forma crónica las manos del personal de salud. Reservorios
en el medio ambiente pueden incluir cualquier superficie mojada, tales como:
máquinas de hielo, botellas de fármacos de múltiples dosis y flores. El agua y
la comida también pueden servir como reservorios. Los tomates y la lechuga
son fuentes reconocidas de P. aeruginosa, razón por la cual se diseñan dietas
especiales, que excluyen dichos alimentos, en pacientes neutropénicos. Las
especies de Acinetobacter pueden crecer en una variedad de comidas. Las
soluciones de alimentación enteral y otras soluciones orales pueden contaminarse
con Pseudomonas spp., Acinetobacter spp., y otros bacilos no fermentadores.
La vasta mayoría de estos organismos proliferan en agua relativamente pura,
particularmente las Pseudomonas spp., Flavobacterium spp., y Acinetobacter
spp. Se ha informado de la contaminación de desinfectantes con Pseudomonas
spp., S. maltophilia, Flavobacterium meningosepticum, Alcaligenes faecalis y
Alcaligenes xylosoxidans.
Mecanismos de transmisión:
El mecanismo más importante de transmisión es por las manos del personal de
salud. Existen más de 100 estudios que implican la colonización temporaria de
las manos del personal con bacilos Gram negativos como un factor de riesgo en
las bacteriemias nosocomiales. El método de prevención más importante es la
higiene de manos.
402
Patógenos hospitalarios y su control
Se ha mencionado la transmisión por vía aérea de bacilos Gram negativos
pero tal modo es muy difícil de confirmar. También puede ocurrir a través
de la contaminación de productos durante su manufactura, distribución, o
administración. Por ejemplo, es muy difícil desinfectar endoscopios lo que podría
producir un reservorio de transmisión.
Datos sobre organismos específicos:
Acinetobacter spp.
Las especies de Acinetobacter son un creciente problema endémico y epidémico
en pacientes hospitalizados, particularmente en UTI. Dichos organismos son uno
de los pocos organismos Gram negativos capaces de residir en la piel humana
seca y sana. Predominan en el verano y principios del otoño. La mayoría de
brotes epidémicos afectan al tracto respiratorio. La preponderancia de estos
organismos en el agua hace que muchos de los brotes se hayan originado con la
contaminación de elementos de los equipos de ventilación como transductores de
presión, humidificadoras, ventiladores, etc. También se ha informado de brotes
asociados a la contaminación de colchones.
Acinetobacter tiene la capacidad de distribuirse y persistir en el medio
ambiente alrededor de un paciente infectado, tal las paredes del cuarto, piso y
otras superficies planas. Se ha cultivado dicho organismo de las cortinas del cuarto
hasta 13 días después de haberse dado de alta al paciente infectado. También se ha
aislado dicho organismo de diferentes tipos de comidas y como un contaminante
de la leche humana.
Las infecciones causadas por Acinetobacter spp. se dividen entre aquellas
causadas por el complejo A. baumannii, que son de alta virulencia (bacteriemia:
mortalidad cerca de 50%) y las causadas por las demás especies que son de
menor virulencia; donde muchas veces el organismo actúa como colonizador.
Acinetobacter puede causar infección en cualquier órgano (neumonía, meningitis,
peritonitis, endocarditis e infecciones de tejidos blandos). El principal problema
causado por el complejo A. baumannii. es el desarrollo de cepas multiresistentes.
Algunas de las cepas actuales son susceptibles solo al imipenem, otras son
resistentes a todos los antibióticos. Por esta razón, dichos pacientes requieren
ser aislados y segregados en forma estricta para prevenir la propagación
intrahospitalaria.
Pseudomonas aeruginosa
Es el organismo más frecuente entre los bacilos Gram negativos no-fermentadores.
Las fuentes de origen de recientes brotes epidémicos incluyen: las maquinas de
hidroterapia en quemados, las manos del personal en las UTI, tubos de irrigación
contaminados en una sala de quemados y endoscopios contaminados. También
403
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
incluyen: pilas para el lavado de manos, equipos de terapia respiratorios,
desinfectantes, agua destilada y otras preparaciones o soluciones acuosas. Por
ej., un brote de meningitis ocurrió por agujas de punción lumbar contaminadas
al ser lavadas con salina. Otros brotes se han asociado a marcapasos, aparatos
de succión en quirófanos y colchones en el hospital. En resumen cualquier
superficie mojada que entra en contacto con pacientes inmunocomprometidos
potencialmente puede causar una infección con Pseudomonas spp. Inclusive un
estudio sugiere que las cucarachas pueden servir como vectores de transmisión.
La bacteriemia causada por la P. aeruginosa registra la mayor tasa
de mortalidad entre las bacteriemias Gram negativas. La terapia con un
aminoglucósido y un beta-lactámico antipseudomonal (ceftazidima, cefepima,
piperacilina) disminuye dicha mortalidad. La evolución reciente de la resistencia
ha creado cepas multi- o totalmente-resistentes.
P. aeruginosa puede causar la otitis externa maligna en diabéticos e
infecciones severas y letales en pacientes neutropénicos e inmunocomprometidos.
Es causa frecuente de neumonías nosocomiales e infecciones en quemados.
También puede causar endocarditis, meningitis, infecciones del aparato locomotor,
gastrointestinales, oculares y urinarias.
Burkholderia cepacia (anteriormente Pseudomonas cepacia)
Produce problemas sobre todo en pacientes con fibrosis quistica donde la
persistencia crónica del organismo causa deterioro en las pruebas de función
pulmonar y un aumento en la tasa de mortalidad. La neumonía por B. cepacia
puede causar cavitación en 30% de los pacientes. Se ha implicado contactos
dentro y fuera del hospital como fuentes de transmisión. Por tal razón, se han
ensayado varias formas de segregación estricta de los pacientes que portan dicho
organismo para prevenir su transmisión nosocomial.
En pacientes que no sufren de fibrosis quistica, las infecciones causadas
por B. cepacia se relacionan a contactos nosocomiales o al abuso de drogas
intravenosas. Se ha informado de brotes epidémicos relacionados al uso de bombas
con balones intra-aórticos, agua contaminada, equipo de tratamiento respiratorio
tal como medidores electrónicos reutilizables de temperatura en ventiladores y
soluciones de desinfectantes contaminadas.
Stenotrophomonas maltophilia
El problema principal es su resistencia frente a los aminoglucósidos, imipenem
y la mayoría de las cefalosporinas. Brotes epidémicos han implicado equipos
de terapia respiratoria o de monitoreo, desinfectantes contaminados y maquinas
de hielo. Causa abscesos, meningitis, endocarditis, conjuntivitis, neumonía e
infecciones de heridas y de vías urinarias.
404
Patógenos hospitalarios y su control
Achromobacter spp., Alcaligenes spp.
Estos organismos pueden causar los mismos síndromes clínicos asociados con
otros bacilos Gram negativos. Se ha informado de brotes epidémicos causados
por la contaminación de agua deionizada para hemodiálisis, de soluciones
acuosas y de equipos reutilizables de monitoreo. También se ha informado de
la contaminación de los germicidas clorhexidina y eosina acuosa con Achr.
xylosoxidans y Alc. faecalis
Chryseobacterium meningosepticum
Este organismo previamente denominado Flavobacterium meningosepticum
se ha aislado de agua y de clorhexidina contaminada. Se ha descrito brotes
asociados a transductores de presión contaminados y a una deficiente unidad de
pasteurización. La Weeksella zoohelcum y Weeksella virsosa pueden producir
todo el espectro de las infecciones nosocomiales Gram negativas. En el pasado
se incluían dichos organismos como parte del genero Flavobacterium.
Medidas preventivas para bacilos Gram negativos no-fermentadores
Las medidas preventivas para todos estos organismos son similares. De una parte
se enfatiza la higiene de manos y las precauciones estándar y de otra parte se
identifican y eliminan los resorvorios dentro de lo posible.
Para los organismos multiresistentes se utilizan, en forma muy estricta,
las precauciones estándar y se añaden precauciones de contacto en situaciones
donde hay evidencia de transmisión continua, en áreas de cuidados agudos o
intensivos donde existe mayor riesgo de transmisión y para heridas cuyo drenaje
no puede ser contenido por las vendas. Estos pacientes requieren ser aislados en
habitaciones privadas o segregados con otras personas colonizadas o infectadas
por organismos similares.
Enterobacteriaceae (60-69)
La familia Enterobacteriaceae comprende organismos Gram negativos aerobios
y facultativamente anaerobios. Dicha familia contiene los géneros Citrobacter,
Enterobacter, Escherichia, Klebsiella, Proteus, Salmonella, Serratia y Shigella.
Dentro del ámbito hospitalario todos estos organismos pueden colonizar sitios
donde las defensas normales del cuerpo han sido comprometidas y ocasionar
infecciones. Por ejemplo, colonizan catéteres intravenosos, sondas urinarias y
tubos endotraqueales y causan bacteriemias, infecciones urinarias y neumonías
405
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
asociadas al ventilador, respectivamente. También pueden causar infecciones
de heridas o peritonitis. Las infecciones causadas por estos organismos afectan
principalmente a las personas más severamente enfermas, a los niños de corta
edad y a los pacientes inmunocomprometidos.
Los mayores reservorios de dichos organismos son el agua, la tierra y
particularmente el tracto gastrointestinal humano. También se reconoce que
muchas personas tienen la orofaringe colonizada con estos organismos aun antes
de ingresar al hospital. En algunas poblaciones las tasas de colonización de la
orofaringe pueden ser muy elevadas, como por ejemplo 60% en alcohólicos. Por
lo general, la colonización es solo con un pequeño número de organismos pero
aumenta rápidamente bajo la presión selectiva de los antibióticos. La transmisión
de estos organismos en el hospital ocurre indirectamente por medio de las manos
de las enfermeras o por contaminación de los equipos médicos, sobre todo aquellos
con superficies húmedas. El riesgo de IASS aumenta dramáticamente una vez
que se establece la colonización del tracto gastrointestinal o de la orofaringe.
El desarrollo de cepas de Enterobacteriaceae multiresistentes (con
Betalactamasas de espectro extendido, cefalosporinasas, resistencia a las
quinolonas) se está convirtiendo en un serio problema de carácter mundial.
Medidas preventivas para las Enterobacteriaceae
El simple uso de agua y jabón durante 10 segundos de lavado es suficiente para
eliminar la mayoría de ellas. Para prevenir IASS causadas por estos patógenos
se recomienda:
• Establecer normas para el lavado de manos.
• Identificar y eliminar los reservorios del medio ambiente.
Para las cepas multiresistentes de Enterobacteriaceae se recomienda:
• Establecer normas para el lavado de manos.
• Identificar e eliminar los reservorios del medio ambiente.
• Aislar los pacientes colonizados o infectados.
• Uso de métodos de barrera de contacto: guantes, mandiles, equipos
médicos desechables.
• Disminuir el número de personas que entra en contacto con el paciente en
la manera posible.
406
Patógenos hospitalarios y su control
• Si hay un brote epidémico (dos o más casos en una misma sala) segregar
a los pacientes afectados y designar personal de salud solo para ellos.
Para evitar la evolución desde colonización a infección, se recomienda:
• Utilizar las sondas urinarias, nasogástricas y los tubos endotraqueales solo
cuando absolutamente necesarios y removerlos tan rápidamente como posible.
• Cambiar rutinariamente, cada dos a tres días, la posición de las cánulas
endovenosas para evitar flebitis e infección.
Patógenos bacterianos entéricos
Otro grupo importante de patógenos hospitalarios es el de las bacterias que causan
gastroenteritis. Incluye organismos Gram negativos (Salmonella, Shigella,
Vibrio, E. coli, Campylobacter, Yersinia) y algunos organismos Gram positivos
(Clostridium spp., S. aureus, B. cereus y L. monocytogenes). La mayoría de estos
organismos son transmitidos por la vía oral-fecal; sobreviven en agua, comida
y tierra. Los brotes epidémicos se originan de la ingestión de comida o agua
contaminadas. Su control requiere mejorías en los sistemas de higiene.
La prevención de dichas infecciones en el hospital requiere:
• Estricto lavado de manos
• Suministro de agua potable no contaminada y métodos sanitarios p a r a
el desecho de materiales contaminados fecalmente
• Cocimiento apropiado de la comida
• Aislamiento de las personas infectadas.
También es necesario prestar mucha atención a la salud del personal
de cocina. Se recomienda que todo individuo que trabaje en la cocina o en la
distribución de comida quien contraiga una gastroenteritis aguda cese de trabajar
hasta recuperarse. Dicha recomendación también es aplicable a todo el personal
de salud (enfermo con gastroenteritis) en contacto con pacientes.
Salmonelosis
Existen más de 2000 especies de salmonella que viven en el intestino de animales
que pueden causar gastroenteritis (salmonelosis) en los seres humanos. Dos
especies Salmonella typhi y S. paratyphi ocurren sólo en seres humanos; causando
las fiebres tifoidea y paratifoidea, respectivamente. Ambas son enfermedades
407
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
severas con síntomas predominantes de septicemia y no de gastroenteritis. En
ambas, los organismos se multiplican en el sistema retículo endotelial y pueden
ser excretados por la orina o las heces fecales durante periodos prolongados de
tiempo. También pueden colonizar la vesícula biliar. Algunas personas pueden
volverse portadores crónicos y excretar los organismos en forma intermitente
durante varios años. La fiebre tifoidea y paratifoidea son transmitidas por
contaminación de la comida o bebida o por un portador humano.
La salmonelosis (causada por las cepas no tíficas o paratíficas) es la
infección, asociada al manejo de productos animales y avícolas contaminados,
descrita más frecuentemente. Más del 90% de los casos se hallan ligados al
insumo de huevos crudos o parcialmente cocidos. También ocurre por insumo
de carne de gallina, puerco o res no adecuadamente cocida. La contaminación
puede ocurrir en los mataderos durante el procesamiento de la comida (al ocurrir
contacto con heces o productos animales contaminados) o en el momento de
preparación de la comida por un cocinero portador de Salmonella.
En el ámbito hospitalario las cepas de Salmonella no-tifica son patógenos
importantes, sobretodo causando bacteriemias en niños. Muchas de ellas son
multiresistentes.
Shigelosis
La shigelosis ocurre por contaminación de la comida (sopas, ensaladas,
sándwiches), lavado inadecuado de las manos y falta de servicios higiénicos
apropiados. Este patógeno requiere de menos de 100 organismos para producir
disentería que se caracteriza por diarrea con heces mucopurulentas. En el ámbito
hospitalario los pacientes pueden transmitir la infección durante la fase aguda
de la enfermedad y hasta que el organismo sea eliminado de las heces. Se ha
descrito epidemias de shigelosis, asociadas a bajos niveles sanitarios, causadas
por Shigella dysenteriae con elevadas tasas de mortalidad.
La prevención de esta infección requiere el uso de guantes desechables y
batas protectoras para manejar las excretas contaminadas y el lavado de manos.
El control de epidemias en poblaciones infantiles se complica por el frecuente
contacto entre niños y su falta de atención a medidas sanitarias.
Escherichia coli y otros bacilos coliformes
La E. coli, aunque es parte de la flora normal del intestino, también puede causar
gastroenteritis. Las cepas de E. coli enterotoxigénica se transmite principalmente
408
Patógenos hospitalarios y su control
por contaminación del agua y la comida y son la causa de la diarrea del viajero.
Raramente se transmiten por contacto de persona a persona.
La E. coli enterohemorrágica, particularmente el serotipo 0157:H7, es
la causa principal de colitis hemorrágica y del síndrome hemolítico urémico.
Se transmite principalmente por el insumo de carne de res. La transmisión de
persona a persona ocurre solo en forma esporádica.
La E. coli enteropatogénica es causa infrecuente de brotes epidémicos
nosocomiales de diarrea en niños pequeños, sobre todo en países en vías de
desarrollo. Se transmite por contaminación de la comida, leche, agua o por el
contacto de las manos con heces.
Yersinia enterocolitica
La Yersinia enterocolitica es una causa común de enterocolitis en niños de países
desarrollados. Presenta característicamente con diarrea acuosa o hemorrágica
más fiebre y dolor abdominal. Las fuentes principales de transmisión son la
carne de puerco mal cocida y la leche. La transmisión nosocomial ocurre muy
raramente.
Su prevención en la comunidad requiere evitar comer carne de puerco
cruda o poco cocida, tomar solo leche pasteurizada, lavarse las manos antes y
después de preparar comida, comer, entrar en contacto con animales o manejar
carne cruda.
Bacilos Gram negativos curvos
Vibrios
Estos organismos son frecuentes en el medio ambiente. El más conocido es Vibrio
cholerae que causa el cólera. Produce una enterotoxina que induce diarrea acuosa
profusa con pérdida de líquidos y electrolitos que pueden ocasionar un estado de
deshidratación profundo con colapso circulatorio y muerte. Su presencia indica
contaminación de la comida o del agua por disrupción de los servicios sanitarios.
La transmisión de persona a persona ocurre raramente. Los trabajadores de salud
raramente contraen la enfermedad cuando se ocupan de pacientes infectados con
el cólera. Puede causar brotes epidémicos locales, epidemias más diseminadas o
pandemias al nivel mundial. El Vibrio parahemolyticus produce gastroenteritis
asociada con el insumo de productos del mar.
409
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
En el hospital los pacientes con cólera requieren aislamiento de contacto.
Su tratamiento requiere el uso de soluciones re-hidratantes (por vía oral o
intravenosa), antimicrobianos y corrección de la disrupción de los servicios
sanitarios.
Campylobacter spp.
Habitan el intestino de varias especies animales. Campylobacter jejuni es una
de las causas más frecuentes de gastroenteritis humana. Afecta principalmente
a los niños menores. Se desarrolla inmunidad por contacto repetido con el
organismo durante la niñez. Se transmite principalmente en forma indirecta a
través de contaminación de la leche, agua o comida. Sólo requiere de unos pocos
organismos para producir enfermedad puesto que una vez ingerido por vía oral
puede multiplicarse en el intestino humano.
Se han descrito epidemias causadas por consumo de carne de ave no bien
cocida y por contaminación de la leche o del agua. No es excretado en las heces
humanas durante periodos prolongados por lo que la transmisión de persona a
persona es infrecuente. Dentro del hospital el personal de salud debe utilizar
guantes desechables e higiene de manos al entrar en contacto con los pacientes
afectados. Se ha informado de algunos brotes epidémicos en unidades neonatales,
donde las fuentes putativas fueron una bañera comunitaria y un incubador que no
fueron descontaminados entre dos usos.
Helicobacter pylori
H. pylori es un organismo que sólo habita la superficie del epitelio gástrico. Es
el miembro más importante de un genero con 19 especies de las cuales solo dos
infectan a los seres humanos (Helicobacter pylori y H. heilmanii). Es la causa
más común de infección bacteriana pues afecta al 60 % de la población mundial.
Las tasas de infección son de 25-50% en países desarrollados y de 80-90% en
países en vías de desarrollo. La mayoría de las personas afectadas carecen de
síntomas. Entre las personas sintomáticas el H. pylori causa la gastritis antral
crónica y juega un papel importante en la patogénesis de las ulceras duodenal y
gástrica, cáncer gástrico y los linfomas de bajo grado asociados al tejido linfoide
de la mucosa por ser la única bacteria que puede multiplicarse en medio ácido.
Tiene una conformación helicoidal de la cual deriva su nombre. En los países en
vías de desarrollo la tasa de infección en niños alcanza el 50% a los cinco años
de edad.
410
Patógenos hospitalarios y su control
Su modo de transmisión no ha sido elucidado. Se sospecha transmisión
oral-fecal (modo principal), oral-oral (a través de vómitos severos), y también
por el agua potable.
Medidas preventivas y de reducción del riesgo: Helicobacter pylori
Su transmisión nosocomial ocurre con el uso de sondas gástricas o endoscopios
no desinfectados adecuadamente. La frecuencia de transmisión iatrogénica es de
~4/1000 endoscopias en poblaciones con una incidencia de infección del 60% en
la población. Los métodos tradicionales de lavado de los endoscopios seguidos
de un enjuague en alcohol no son suficientes para desinfectarlos apropiadamente.
En contraste, se ha erradicado el H. pylori de los endoscopios sometidos a lavado
convencional más desinfección de alto nivel. Por lo que se recomienda establecer
un protocolo por escrito en cada unidad de endoscopia. Dicho protocolo debe
incluir los siguientes puntos:
• El uso de guantes cuando se ejecuten tareas con potencial de contaminar
las manos. Por ejemplo: endoscopias, contacto con secreciones (heces,
vomito, aspirados gástricos) y el manejo de objetos potencialmente
contaminados (jeringas, electrodos para medir el pH, pinzas de biopsia).
La mayor incidencia de anticuerpos IgG entre los gastroenterólogos que
hacen endoscopías sin utilizar guantes indica transmisión de infección y
refuerza el uso de medidas protectoras.
• Adherencia estricta al protocolo de desinfección de los endoscopios entre
cada paciente:
- Lavado adecuado de los instrumentos antes de cada desinfección.
Incluye el lavado manual de cada endoscopio y accesorios
inmediatamente después de cada endoscopia para prevenir que se
sequen las secreciones. Todos los componentes del endoscopio (parte
externa, válvulas, canales internos) y accesorios deben ser lavados y
refregados a mano y enjuagados con agua y detergente.
- Uso de un desinfectante adecuado (H. Pylori es susceptible a todos
los desinfectantes de alto nivel). Se sugiere el uso de solución de
glutaraldeido al 2% o similar con inmersión de todos los componentes
del endoscopio.
- Mantener el endoscopio en la solución desinfectante durante todo
el tiempo indicado por el fabricante de la solución desinfectante. El
411
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
tiempo mínimo de inmersión es de 10 minutos. El tiempo óptimo
de inmersión es de 20 minutos (sobre todo sí también se sospecha
tuberculosis).
- Enjuagar el endoscopio (incluyendo todos los canales internos) y
accesorios con agua estéril luego de la desinfección, reconociendo
que el glutaraldeido y otros desinfectantes son tóxicos. Si se utiliza
agua de pila (en lugar de agua estéril) para el enjuague, entonces se
recomienda enjuagar una vez mas con alcohol al 70% y secar con
aire comprimido (para evitar el crecimiento de bacterias en lugares
húmedos).
- Las pinzas de biopsia y otros objetos utilizados para romper la integridad
de la mucosa gástrica deben ser considerados elementos críticos y no
solamente ser desinfectados pero deben ser esterilizados.
- Colgar los endoscopios para drenar por acción de la gravedad cualquier
líquido que pudiera quedar, sobre todo si no se pudo secar con aire
comprimido.
Aunque el riesgo de transmisión no es muy alto se puede prevenir la
transmisión intrahospitalaria de infección por H. pylori utilizando precauciones
estándar en todos los ámbitos hospitalarios donde se hacen pruebas con el jugo
gástrico.
Bacilos Gram Negativos anaerobios
Estos son organismos estrictamente anaerobios. Se destacan dos géneros
principales: Fusobacteria y Bacteroides. Ambos géneros forman parte de la
flora normal del intestino grueso. Las especies más frecuentemente asociadas
con infección son Bacteroides fragilis y Fusobacterium necrophorum. Pueden
causar apendicitis, enfermedad pélvica inflamatoria, abscesos intraabdominales
y sepsis puerperal. También son causa de infecciones postoperatorias luego
de intervenciones ginecológicas o intraabdominales. Estos organismos son
endógenos y no causan infección cruzada intrahospitalaria. No requieren
medidas especiales de prevención.
Micoplasmas
Son bacterias muy pequeñas que carecen de pared celular por lo que no
responden al tratamiento con betalactámicos y requieren tratamiento con
macrólidos, tetraciclinas o fluoroquinolonas. Algunas especies de micoplasmas
412
Patógenos hospitalarios y su control
causan uretritis no gonocóccica. El Mycoplasma pneumoniae causa infecciones
respiratorias (faringitis, bronquitis, neumonía). Se han descrito brotes epidémicos
de infección respiratoria dentro de grupos de gente o de familias en contacto
estrecho. En el hospital el riesgo es de transmisión de paciente al personal de
salud o viceversa. Como medida preventiva el personal de salud enfermo con M.
pneumoniae no debe trabajar hasta resolver su infección.
Rickettsias
Son bacterias intracelulares incapaces de sobrevivir fuera de las células del
hospedero. Son transmitidos por insectos (excepto la fiebre Q). Existen diversas
especies entre las que Rickettsia prowazeki causa el tifus epidémico, R. typhi
causa el tifus endémico.
Coxiella burnetti produce la fiebre Q que es una neumonía atípica causada
por inhalación o ingestión de partículas aerosolizadas provenientes de la leche
o los productos del alumbramiento del ganado vacuno, ovino y de cabras y
otros mamíferos domésticos. Los humanos son altamente susceptibles a la
enfermedad, pero alrededor de la mitad de los afectados son asintomáticos y se
trasmite muy raramente de persona a persona (por transfusión). Sólo requiere
precauciones estándar.
Clamidias
Son organismos obligadamente intracelulares que se dividen en tres especies
principales: Chlamydia trachomatis (causa el tracoma), C. psitacci (causa
toda una gama de infecciones respiratorias) y C. pneumoniae (causa infección
respiratoria superior e inferior de origen comunitario). Este último organismo
puede causar brotes epidémicos en escuelas y otras agrupaciones de gente y
raramente en hospitales. Los pacientes con infecciones con clamidias requieren
precauciones estándar. (70-71)
Hongos
(72-79)
Existen más de 70,000 especies de hongos de los cuales muy pocos son patógenos
humanos. Se hallan distribuidos extensamente en los suelos donde descomponen
las materias orgánicas. Los hongos patógenos que afectan a los seres humanos se
clasifican de manera práctica en tres grupos:
413
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
1- Hongos de las micosis superficiales y cutáneas. Afectan a la capa cornea
de las células de la piel y del pelo. Incluyen a los organismos causantes de:
• Las tiñas que producen lesiones maculosas con o sin descamación de
la piel, incluyendo el “pie de atleta”. Ejemplos incluyen: Malassezzia
furfur (pitiariais o tiña versicolor), Exophiala werneckii (tiña negra
palmar).
• Las “piedras” que producen nódulos duros a lo largo de los pelos.
Dichos nódulos pueden ser microscópicos o visibles a simple vista.
Ejemplos incluyen: Piedraia hortae (piedra negra), Trichosporum
cutaneum (piedra blanca).
• Hongos de las micosis subcutáneas. Se confinan a los tejidos subcutáneos
donde producen lesiones granulomatosas que se diseminan por vía
linfática. Raramente producen infecciones sistémicas. Ejemplos
incluyen: Sporotrix schenckii (produce la esporotricosis); Phialophora
verrugosa y Fonsecaea pedrosoi (cromomicosis); y Madurella
mycetomatis y Exophiala jaenselmei (producen los micetomas con
inflamación local y fístulas drenantes).
2- Hongos de las micosis sistémicas. Son organismos térmicamente
diamorfos. Es decir crecen como levaduras a 37 º C y como micelias a
temperatura ambiente. Ejemplos incluyen: Coccidiodes inmitis (produce
la coccidiodomicosis), Histoplasma capsulatum (histoplasmosis),
Blastomyces dermatitidis (blastomicosis) y Paracoccidiodes brasilensis
(paracoccidiodomicosis o blastomicosis Sudamericana).
3- Hongos oportunistas e infecciones oportunistas. Los pacientes inmunocomprometidos están expuestos a contraer enfermedades por hongos
ambientales como Aspergillus spp., o pertenecientes a la flora normal del
organismo como las candidas u otras levaduras, que no afectan a las personas
con un sistema inmunitario normal. Ejemplos de los principales hongos
oportunistas incluyen: Candida albicans y Candida spp. (candidiasis
locales y sistémicas), Cryptococcus neoformans (criptococosis) y los
hongos del orden mucorales (géneros Mucor, Absidia, Rhizopus, etc.,
causantes de micosis locales y sistémicas).
Dentro del ámbito hospitalario los hongos más frecuentes incluyen:
Candida spp., Aspergillus spp., Cryptococcus spp. y Pneumocystis spp. Los
hongos requieren precauciones tipo estándar.
414
Patógenos hospitalarios y su control
Candida spp.
La mayoría de las infecciones son causadas por Candida albicans que es
parte de la flora normal de la boca, tracto gastrointestinal y vaginal. Puede
producir infecciones superficiales de las membranas mucosas y de la piel sobre
todo en recién nacidos y en adultos debilitados, con diabetes o que recibieron
antimicrobianos. También puede producir infecciones sistémicas, sobre todo en
pacientes inmunocomprometidos, donde causa infecciones del torrente sanguíneo,
endocarditis, abscesos e infecciones urinarias. En el ámbito hospitalario muchas
de estas infecciones se hallan relacionadas al uso de sondas urinarias o catéteres
endovenosos que requieren ser retirados para su control.
Cryptococcus neoformans
Este organismo causa meningitis y abscesos cerebrales sobre todo en pacientes
severamente inmunocomprometidos o con SIDA. Ocurre en forma muy
infrecuente.
Pneumocystis jiroveci (previamente P. carinii)
Este organismo, anteriormente clasificado como protozoario, se considera
actualmente como un hongo unicelular. Coloniza los pulmones de personas
sanas y de mamíferos. En pacientes desnutridos o inmunocomprometidos (con
fallas de inmunidad humoral y celular) puede producir una neumonía severa.
Se observa con mayor frecuencia entre pacientes con SIDA donde es la causa
más frecuente de neumonía oportunista. Se recomienda evitar colocar a un
paciente con Pneumocystis jiroveci en la misma habitación con un paciente
inmunocomprometido.
Protozoarios
Son muy comunes en países en vías de desarrollo donde por lo general producen
infecciones gastrointestinales. Las principales infecciones incluyen amebiasis
y giardiasis que son adquiridas por ingestión de agua contaminada por heces
fecales. Trichomonas vaginalis es un parásito vaginal que produce infección de
transmisión sexual. Los protozoos que han adquirido prominencia a causa del
SIDA incluyen Toxoplasma gondii y Cryptosporidium parvum.
Toxoplasma gondii
Es un parásito cuyo huésped definitivo son los felinos. En el intestino de los gatos
415
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
forma quistes que son excretados con las heces fecales. Los quistes permanecen
viables en los suelos durante periodos prolongados de tiempo y pueden ser
ingeridos por los seres humanos o por otros animales. Una vez ingeridos circulan
por el cuerpo humano y forman quistes en órganos como el cerebro, músculo,
pulmones y ojos. En la mayoría de los casos la infección es leve y rápidamente
conduce al desarrollo de inmunidad.
Sin embargo, la toxoplasmosis puede causar problemas graves si ocurre
durante los primeros meses del embarazo. Su efecto varía según en qué trimestre
se adquiera el parásito:
• 1er trimestre: muy probablemente la muerte
• 2do trimestre : el producto nace con malformaciones congenitales
• 3er trimestre: afecciones graves del sistema nervioso central,
hidrocefalia, calcificaciones cerebrales, aspecto de niño prematuro,
hepatoesplenomegalia, ictericia, neumonitis, miocarditis, retinocoroiditis.
La triada característica incluye: hidrocefalia, calcificaciones cerebrales y
retinocoroiditis.
En pacientes con SIDA puede producir encefalitis que se diagnostica por
síntomas clínicos y la presencia de anticuerpos contra T. gondii. Raramente ocurre
entre las personas VIH positivas con recuentos de células T CD4 superiores
a 200, pero es muy común entre las personas VIH positivas con recuentos de
células T CD4 inferiores a 50. Afortunadamente, el tratamiento con TMP-SMX
para prevenir la neumonía por P. jiroveci (PCP) es eficaz para evitar que la
toxoplasmosis cause enfermedad.
La infección humana se adquiere generalmente al limpiar los excrementos
de los gatos o de los pájaros, o la arena de las cajas donde los gatos defecan,
o al entrar en contacto con suelos contaminados por heces de gatos o perros.
Raramente al comer huevos crudos o carne no bien cocida (carne de cerdo,
cordero o de venado). T. gondii no se transmite entre seres humanos por lo que
no requiere medidas especiales de aislamiento o prevención dentro del hospital.
Cryptosporidum parvum
Es un parásito que produce diarrea profusa que puede durar una a dos semanas.
Los oocistos son excretados en las heces durante varios meses luego de contraer
infección lo que puede conducir a la transmisión entre seres humanos. Los
416
Patógenos hospitalarios y su control
oocistos del ganado o de las aguas contaminadas humanas pueden contaminar el
agua potable y producir brotes epidémicos de diarrea. Los oocistos son resistentes
al tratamiento con productos químicos utilizados para desinfectar el agua potable
lo que también contribuye a su transmisión. Se han descrito brotes epidémicos
causados por contaminación de las fuentes de agua potable o del agua de piscinas.
En los pacientes inmunocomprometidos o con SIDA estos organismos son muy
difíciles de erradicar del intestino lo que produce enfermedad severa. Requiere
precauciones estándar.
Plasmodios (80-83)
Existen tres especies (Plasmodium malariae, P. vivax y P. falciparum) de estos
protozoos que son trasmitidos por las picaduras de mosquitos y que producen el
paludismo en áreas endémicas. El mayor problema es el desarrollo de resistencia
a los antimicrobianos lo que dificulta cada vez más su prevención y tratamiento.
No se transmiten de persona a persona salvo raramente a travéz de
transfusions y al no seguir las precauciones estándar en el manejo de los
pacientes afectados. En áreas endémicas se requiere instalar mallas protectoras
en las puertas y ventanas.
Tripanosomas
Ver : Infecciones por transmisión transfucional en otra sección de este libro.
CONCLUSIONES
La prevención y de control de IASS requieren un conocimiento básico de los
microorganismos que más frecuentemente las causan y de los tipos de infección.
Los diferentes modos de transmisión de tales organismos permiten instituir
medidas de prevención específicas.
La importancia de los organismos hospitalarios bacterianos ha crecido en
forma exponencial sobre todo por el desarrollo de la resistencia antimicrobiana.
Se destacan en particular los Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina,
los enterococos resistentes a la vancomicina y los bacilos Gram negativos
como organismos problemáticos. El número limitado, y en muchos casos la
falta absoluta, de opciones de tratamiento antimicrobiano causados por la
multiresistencia antimicrobiana magnifican la importancia de las medidas
preventivas. Esto enfatiza la importancia del conocimiento de los patógenos
hospitalarios y de sus medidas de prevención.
417
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Conflictos de Interés: LJ, AEJ. Ningún conflicto de interés.
Reconocimientos: El presente estudio recibió cooperación técnica del
Departamento de Prevención y Control de Infecciones y fue financiado por el
fondo de Investigaciones Clínicas en Infectología, Unidad de Investigaciones
Clínicas en Infectología, Saint Vincent Mercy Medical Center, Toledo, Ohio.
BIBLIOGRAFIA
1. Boyce JM, Opal SM, Potter-Bynoe G, Medeiros AA. Spread of methicillin-resistant Staphylococcus
aureus in a hospital after exposure to a health care worker with chronic sinusitis. Clin Infect Dis
1993;17(3):496-504.
2. Jáuregui L, Teran C, Jáuregui E: Infecciones causadas por Staphylococcus aureus: nuevos conceptos en
la era de resistencia antimicrobiana. Rev Med [Cochabamba] 14: 34-45, 2003
3. Perl TM, Cullen JJ, Wenzel RP, et al. Intranasal mupirocin to prevent postoperative Staphylococcus
aureus infections. NEJM 2002;346(24):1871-7.
4. Boyce JM, Potter-Bynoe G, Chenevert C, King T. Environmental contamination due to methicillinresistant Staphylococcus aureus: possible infection control implications. Infect Control Hosp Epidemiol
1997;18(9):622-7.
5. Sheretz RJ, Reagan DR, Hampton KD, et al. A cloud adult: the Staphylococcus aureus-virus interaction
revisited. Ann Intern Med 1996;124(6):539-47.
6. Staphylococcus aureus with reduced susceptibility to vancomycin-United States. MMWR Morb Mortal
Wkly Rep 1997;46 (33):765-6.
7. CDC. Staphylococcus aureus resistant to vancomycin--United States, 2002. MMWR Morb Mortal
Wkly Rep 2002;51 (26):565-7.
8. CDC. Public Health Dispatch: Vancomycin-Resistant Staphylococcus aureus --- Pennsylvania, 2002.
MMWR - Morbidity & Mortality Weekly Report 2002;51(40):902.
9. CDC. Vancomycin-resistant Staphylococcus aureus--New York, 2004. MMWR Morb Mortal Wkly Rep
2004;53(15):322-3.
10.Chang S, Sievert DM, Hageman JC, et al. Infection with vancomycin resistant Staphylococcus aureus
containing the vanA resistance gene. N Engl J Med 2003;348(14):1342-7.
11. Fridkin SK, Hageman J, McDougal LK, et al. Epidemiological and microbiological characterization of
infections caused by Staphylococcus aureus with reduced susceptibility to vancomycin, United States,
19972001. Clin Infect Dis 2003;36(4):429-39.
12.Blok HE, Troelstra A, Kamp-Hopmans TE, et al. Role of healthcare workers in outbreaks of methicillinresistant Staphylococcus aureus: a 10year evaluation from a Dutch university hospital. Infect Control
Hosp Epidemiol 2003;24(9):679-85.
13.Muto CA, Jernigan JA, Ostrowsky BE, et al. SHEA guideline for preventing nosocomial transmission of
multidrug-resistant strains of Staphylococcus aureus and enterococcus. Infect Control Hosp Epidemiol
2003;24(5):362-86.
418
Patógenos hospitalarios y su control
14.Shah M, Jauregui L. Infecciones por Estafilococos Coagulasa negativa. En Infecciones por Enterococos
y Estafilococos: Metodos de Identificacion en Laboratorio, Presentaciones Clinicas y Principios de
Terapia. Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en Microbiología- Instituto Nacional
de Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 141-157, 2007.
15.Saiman L, O’keefe M, Graham PL, et al. Hospital transmission of community-acquired methicillinresistant Staphylococcus aureus among postpartum women. Clin Infect Dis 2003;37(10):1313-9.
16.Walker M, Flores A, Jáuregui L. Staphylococcus aureus: Infecciones, Resistencia, Tratamiento y
Prevencion. En Infecciones por Enterococos y Estafilococos: Metodos de Identificacion en Laboratorio,
Presentaciones Clinicas y Principios de Terapia. Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia
en Microbiología- Instituto Nacional de Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia,
109-124, 2007.
17.Schneeberger PM, Janssen M, Voss A. Alpha-hemolytic streptococci: a major pathogen of iatrogenic
meningitis following lumbar puncture. Casereports and a review of the literature. Infection 1996;24(1):29-33.
18.Veringa E, van Belkum A, Schellekens H. Iatrogenic meningitis by Streptococcus salivarius following
lumbar puncture. J Hosp Infect 1995;29(4):316-8.
19.Couzigou C, Vuong TK, Botherel AH, Aggoune M, Astagneau P.Iatrogenic Streptococcus salivarius
meningitis after spinal anaesthesia:need for strict application of standard precautions. J Hosp Infect
2003;53(4):313-4.
20.Torres E, Alba D, Frank A, Diez-Tejedor E. Iatrogenic meningitis due to Streptococcus salivarius
following a spinal tap. Clin Infect Dis 1993;17(3):525-6.
21.Carter RJ, Sorenson G, Heffernan R, et al. Failure to control an outbreak of multidrug-resistant
Streptococcus pneumoniae in a long-term-care facility: emergence and ongoing transmission of a
fluoroquinolone resistant strain. Infect Control Hosp Epidemiol 2005;26(3):248-55.
22.Terán C, Jáuregui L: Streptococcus pneumoniae: Un patógeno en evolución-Problemas con resistencia
antimicrobiana. Rev Med [Cochabamba]14: 27-33, 2003.
23.Hamburger M, Robertson OH. Expulsion of group A haemolytic streptococci in droplets and droplet
nuclei by sneezing, coughing and talking. Am J Med 1948;4:690.
24.Bonten MJ, Slaughter S, Ambergen AW, et al. The role of “colonization pressure” in the spread
of vancomycin-resistant enterococci: an important infection control variable. Arch Intern Med
1998;158(10):1127-32.
25.Bonten MJ, Slaughter S, Hayden MK, Nathan C, van Voorhis J, Weinstein RA. External sources of
vancomycin-resistant enterococci for intensive care units. Crit Care Med 1998;26(12):2001-4.
26.Duckro AN, Blom DW, Lyle EA, Weinstein RA, Hayden MK. Transfer of vancomycin-resistant enterococci via
health care worker hands. Arch Intern Med 2005;165(3):302-7.
27.Zachary KC, Bayne PS, Morrison VJ, Ford DS, Silver LC, Hooper DC. Contamination of gowns,
gloves, and stethoscopes with vancomycin resistant enterococci. Infect Control Hosp Epidemiol
2001;22(9):560-4.
28.Jáuregui L, Shah M, Ruilova VH, Trigoso C. Enterococos: Recomendaciones Actuales de Tratamiento.
En Infecciones por Enterococos y Estafilococos: Metodos de Identificacion en Laboratorio,
Presentaciones Clinicas y Principios de Terapia. Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de
Referencia en Microbiología- Instituto Nacional de Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz,
419
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
Bolivia, 59-78, 2007.
29.Dull PM, Wilson KE, Kournikakis B, et al. Bacillus anthracis aerosolization associated with a
contaminated mail sorting machine. Emerg Infect Dis 2002;8(10):1044-7.
30.Weis CP, Intrepido AJ, Miller AK, et al. Secondary aerosolization of viable Bacillus anthracis spores in
a contaminated US Senate Office. JAMA 2002;288(22):2853-8.
31.Inglesby TV, O’Toole T, Henderson DA, et al. Anthrax as a biological weapon, 2002: updated
recommendations for management. JAMA 2002;287(17):2236-52.
32.McFarland LV, Mulligan ME, Kwok RY, Stamm WE. Nosocomial acquisition of Clostridium difficile
infection. N Engl J Med 1989;320(4):204-10.
33.Pepin J, Valiquette L, Alary ME, et al. Clostridium difficile-associated diarrhea in a region of Quebec
from 1991 to 2003: a changing pattern of disease severity. Cmaj 2004;171(5):466-72.
34.Agency HP. Outbreak of Clostridium difficile infection in a hospital in south east England.
Communicable Disease Report Weekly 2005;31(24).
35.Warny M, Pepin J, Fang A, et al. Toxin production by an emerging strain of Clostridium difficile
associated with outbreaks of severe disease in North America and Europe. Lancet 2005;366(9491):1079-84.
36.Layton BA ML, Gerding DN, Liedtke LA, Strausbaugh LJ. Perceived increases in the incidence and
severity of Clostridium difficile disease: an emerging threat that continues to unfold. In: 15th Annual
Scientific Meeting of the Society for Healthcare Epidemiology of America;. LosAngeles, CA.; 2005.
37.Brooks SE, Veal RO, Kramer M, Dore L, Schupf N, Adachi M. Reduction in the incidence of
Clostridium difficile-associated diarrhea in an acute care hospital and a skilled nursing facility following
replacement of electronic thermometers with single-use disposables. Infect Control Hosp Epidemiol
1992;13(2):98-103.
38.Eickhoff TC. An outbreak of surgical wound infections due to Clostridium perfringens. Surg Gynecol
Obstet 1962;114:102-8.
39.Malone JL, Ijaz K, Lambert L, et al. Investigation of healthcare-associated transmission of
Mycobacterium tuberculosis among patients with malignancies at three hospitals and at a residential
facility. Cancer 2004;101(12):2713-21.
40.Coronado VG, Beck-Sague CM, Hutton MD, et al. Transmission of multidrug-resistant Mycobacterium
tuberculosis among persons with human immunodeficiency virus infection in an urban hospital:
epidemiologic and restriction fragment length polymorphism analysis. J Infect Dis 1993;168(4):1052-5.
41.Beck-Sague C, Dooley SW, Hutton MD, et al. Hospital outbreak of multidrug-resistant Mycobacterium
tuberculosis infections. Factors in transmission to staff and HIV-infected patients. JAMA 1992;268(10):
1280-6.
42.CDC. Guidelines for preventing the transmission of Mycobacterium tuberculosis in health-care
facilities, 1994. Centers for Disease Control and Prevention. MMWR Recomm Rep 1994;43(RR-13):
1-132.
43.Haley CE, McDonald RC, Rossi L, Jones WD, Jr., Haley RW, Luby JP. Tuberculosis epidemic among
hospital personnel. Infect Control Hosp Epidemiol 1989;10(5):204-10.
44.Agerton T, Valway S, Gore B, et al. Transmission of a highly drugresistant strain (strain W1) of
Mycobacterium tuberculosis. Community outbreak and nosocomial transmission via a contaminated
420
Patógenos hospitalarios y su control
bronchoscope. JAMA 1997;278(13):1073-7.
45.Zawacki A, O’Rourke E, Potter-Bynoe G, Macone A, Harbarth S, Goldmann D. An outbreak of
Pseudomonas aeruginosa pneumonia and bloodstream infection associated with intermittent otitis
externa in a healthcare worker. Infect Control Hosp Epidemiol 2004;25(12):1083-9.
46.Foca M, Jakob K, Whittier S, et al. Endemic Pseudomonas aeruginosa infection in a neonatal intensive
care unit. N Engl J Med 2000;343(10):695-700.
47.Olson B, Weinstein RA, Nathan C, Chamberlin W, Kabins SA. Epidemiology of endemic Pseudomonas
aeruginosa: why infection control efforts have failed. J Infect Dis 1984;150(6):808-16.
48.Buttery JP, Alabaster SJ, Heine RG, et al. Multiresistant Pseudomonas aeruginosa outbreak in a pediatric
oncology ward related to bath toys. Pediatr Infect Dis J 1998;17(6):509-13.
49.Kirschke DL, Jones TF, Craig AS, et al. Pseudomonas aeruginosa and Serratia marcescens contamination
associated with a manufacturing defect in bronchoscopes. N Engl J Med 2003;348(3):214-20.
50.Srinivasan A, Wolfenden LL, Song X, et al. An outbreak of Pseudomonas aeruginosa infections
associated with flexible bronchoscopes. N Engl J Med 2003;348(3):221-7.
51.Wisplinghoff H, Perbix W, Seifert H. Risk factors for nosocomial bloodstream infections due to
Acinetobacter baumannii: a case-controlstudy of adult burn patients. Clin Infect Dis 1999;28(1):59-66.
52.Hamill RJ, Houston ED, Georghiou PR, et al. An outbreak of Burkholderia (formerly Pseudomonas)
cepacia respiratory tract colonization and infection associated with nebulized albuterol therapy. Ann
Intern Med 1995;122(10):762-6.
53.Hutchinson GR, Parker S, Pryor JA, et al. Home-use nebulizers: a potential primary source of
Burkholderia cepacia and other colistin resistant, gram-negative bacteria in patients with cystic fibrosis.
J Clin Microbiol 1996;34(3):584-7.
54. Jakobsson BM, Onnered AB, Hjelte L, Nystrom B. Low bacterial contamination of nebulizers in home treatment
of cystic fibrosis patients. J Hosp Infect 1997;36(3):201-7.
55.Tablan OC, Chorba TL, Schidlow DV, et al. Pseudomonas cepacia colonization in patients with cystic
fibrosis: risk factors and clinical outcome. J Pediatr 1985;107(3):382-7.
56.Hudson VL, Wielinski CL, Regelmann WE. Prognostic implications of initial oropharyngeal bacterial
flora in patients with cystic fibrosis diagnosed before the age of two years. J Pediatr 1993;122(6):85460.
57.Farrell PM, Li Z, Kosorok MR, et al. Bronchopulmonary disease in children with cystic fibrosis after
early or delayed diagnosis. Am J Respir Crit Care Med 2003;168(9):1100-8.
58.Smith DL, Gumery LB, Smith EG, Stableforth DE, Kaufmann ME, Pitt TL. Epidemic of Pseudomonas
cepacia in an adult cystic fibrosis unit: evidence of person-to-person transmission. J Clin Microbiol
1993;31(11):3017-22.
59.Pegues DA, Schidlow DV, Tablan OC, Carson LA, Clark NC, Jarvis WR. Possible nosocomial
transmission of Pseudomonas cepacia in patients with cystic fibrosis. Arch Pediatr Adolesc Med
1994;148(8):805-12.
60.Campbell JR, Zaccaria E, Mason EO, Jr., Baker CJ. Epidemiological analysis defining concurrent outbreaks
of Serratia marcescens and methicillin-resistant Staphylococcus aureus in a neonatal intensive-care unit. Infect
Control Hosp Epidemiol 1998;19(12):924-8.
421
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
61.Pena C, Pujol M, Ardanuy C, et al. Epidemiology and successful control of a large outbreak due to
Klebsiella pneumoniae producing extended spectrum beta-lactamases. Antimicrob Agents Chemother
1998;42(1):538.
62.Gupta A, Della-Latta P, Todd B, et al. Outbreak of extended-spectrum beta-lactamase-producing
Klebsiella pneumoniae in a neonatal intensive care unit linked to artificial nails. Infect Control Hosp
Epidemiol 2004;25(3):210-5.
63.Flynn DM, Weinstein RA, Nathan C, Gaston MA, Kabins SA. Patients’ endogenous flora as the source
of “nosocomial” Enterobacter in cardiac surgery. J Infect Dis 1987;156(2):363-8.
64.Toltzis P, Hoyen C, et al. Factors that predict preexisting colonization with antibiotic-resistant gramnegative bacilli in patients admitted to a pediatric intensive care unit. Pediatrics 1999;103 (4 Pt1):71923.
65.Jáuregui L, Hageage G, Panozo Meneces A, Trigoso C: Beta-lactamasas de Amplio Espectro, En
Infecciones Nosocomiales Gram Negativas: el Impacto de la Resistencia Antimicrobiana en Bolivia.
Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en Microbiología- Instituto Nacional de
Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 31-44, 2005.
66.Jáuregui M, Hageage G, Trigoso C, Jáuregui L: Klebsiella spp.: Desarrollo de Resistencia e Impacto
en la Therapia en Bolivia, En Infecciones Nosocomiales Gram Negativas: el Impacto de la Resistencia
Antimicrobiana en Bolivia. Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en MicrobiologíaInstituto Nacional de Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 67-102, 2005.
67.Jáuregui M, Hageage G, Trigoso C, Jáuregui L: Infecciones por Enterobacter spp.: Conceptos Actuales
En Infecciones Nosocomiales Gram Negativas: el Impacto de la Resistencia Antimicrobiana en Bolivia.
Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en Microbiología- Instituto Nacional de
Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 45-66, 2005.
68.Jáuregui L, Jáuregui M, Hageage G, Trigoso C: Serratia Marscescens: Un Patógeno en Evolución. En
Infecciones Nosocomiales Gram Negativas: el Impacto de la Resistencia Antimicrobiana en Bolivia.
Manuales Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en Microbiología- Instituto Nacional de
Laboratorios de Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 103-116, 2005.
69.Jáuregui E, Jáuregui L, Trigoso C: Infecciones Nosocomiales: la Triple Amenaza de Patógenos,
Resitencia Antimicrobiana y el uso Inapropiado de Antimicrobianos en Centros de Salud. En Infecciones
Nosocomiales Gram Negativas: el Impacto de la Resistencia Antimicrobiana en Bolivia. Manuales
Técnicos, Laboratorio Nacional de Referencia en Microbiología- Instituto Nacional de Laboratorios de
Salud, Ministerio de Salud, La Paz, Bolivia, 103-116, 2005.
70.Troy CJ, Peeling RW, Ellis AG, et al. Chlamydia pneumoniae as a new source of infectious outbreaks in
nursing homes. JAMA 1997;277(15):1214-8.
71.Ekman MR, Grayston JT, Visakorpi R, Kleemola M, Kuo CC, Saikku P. An epidemic of infections due
to Chlamydia pneumoniae in military conscripts. Clin Infect Dis 1993;17(3):420-5.
72.Kohn GJ, Linne SR, Smith CM, Hoeprich PD. Acquisition of coccidioidomycosis at necropsy by
inhalation of coccidioidal endospores. Diagn Microbiol Infect Dis 1992;15(6):527-30.
73.Wright PW, Pappagianis D, Wilson M, et al. Donor-related coccidioidomycosis in organ transplant
recipients. Clin Infect Dis 2003;37(9):1265-9.
74.CDC. Nosocomial meningococcemia. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 1978;27:358.
422
Patógenos hospitalarios y su control
75.Patterson JE, Zidouh A, Miniter P, Andriole VT, Patterson TF. Hospital epidemiologic surveillance for
invasive aspergillosis: patient demographics and the utility of antigen detection. Infect Control Hosp
Epidemiol 1997;18(2):104-8.
76.Arnow PM, Andersen RL, Mainous PD, Smith EJ. Pumonary aspergillosis during hospital renovation.
Am Rev Respir Dis 1978;118(1):49-53.
77.Pegues DA, Lasker BA, McNeil MM, Hamm PM, Lundal JL, Kubak BM. Cluster of cases of invasive
aspergillosis in a transplant intensive care unit: evidence of person-to-person airborne transmission. Clin
Infect Dis 2002;34(3):412-6.
78.Wenzel RP, Gennings C. Bloodstream infections due to Candida species in the intensive care unit:
identifying especially high-risk patients to determine prevention strategies. Clin Infect Dis 2005;41
Suppl 6:S389-93.
79.San Miguel LG, Cobo J, Otheo E, Sanchez-Sousa A, Abraira V, Moreno S. Secular trends of candidemia
in a large tertiary-care hospital from 1988 to 2000: emergence of Candida parapsilosis. Infect Control
Hosp Epidemiol 2005;26(6):548-52.
80.Jain SK, Persaud D, Perl TM, et al. Nosocomial malaria and saline flush. Emerg Infect Dis 2005;11(7):
1097-9.
81.Abulrahi HA, Bohlega EA, Fontaine RE, al-Seghayer SM, al-Ruwais AA. Plasmodium falciparum
malaria transmitted in hospital through heparin locks. Lancet 1997;349(9044):23-5.
82. Al-Saigul AM, Fontaine RE, Haddad Q. Nosocomial malaria from contamination of a multidose heparin
container with blood. Infect Control Hosp Epidemiol 2000;21(5):329-30.
83.Piro S, Sammud M, Badi S, Al Ssabi L. Hospital-acquired malaria transmitted by contaminated gloves.
J Hosp Infect 2001;47(2):156-8.
423
Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud
424
Descargar