La Medición del Color de la Piel en los Censos de Población y

Anuncio
OFICINA NACIONAL DE ESTADÍSTICAS
República de Cuba
13
COLOR DE LA PIEL
CUADERNO DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN Y DESARROLLO
Número 2
Centro de Estudios de Población y Desarrollo
LA MEDICION DEL COLOR DE LA PIEL
EN LOS CENSOS DE POBLACIÓN Y VIVIENDAS
Oficina Nacional de Estadísticas
CEPDE
Edición 2009
AÑO DEL 50 ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN
LA MEDICION DEL COLOR DE LA PIEL EN LOS CENSOS DE POBLACIÓN Y VIVIENDAS
Ing. Alina C. Alfonso León
Investigador Auxiliar
Centro de Estudios de Población y Desarrollo
En la actualidad, en cualquier esfera de la vida, la información constituye un insumo crucial. La
misma puede estar relacionada con las más disímiles materias y objetos y puede además tener
diversos orígenes. En este sentido, se afirma que la misma puede ser de carácter, primario o
secundario.
Cuando la información está relacionada con poblaciones humanas, generalmente los datos
primarios, se recopilan mediante observación directa, u otros métodos como son las entrevistas
personales, la auto enumeración, etc. Los secundarios se extraen de diversas fuentes entre las
que se pueden citar archivos, bibliotecas y otros bancos de almacenamiento. Una fuente de
datos de amplio uso en el país son los Censos de Población. En el marco de América Latina,
Cuba, es considerada pionera en materia censal1 . Desde 1774, ha realizado 18 levantamientos,
de ellos 7 en el siglo XX y 1 en el XXI.
Proveniente del latín “censere”, un Censo es “…. el proceso total de recolectar, compilar y
publicar datos demográficos, económicos y sociales pertinentes, en un tiempo específico, a
todas las personas en un país o un territorio delimitado….”2. Su aplicación no se circunscribe solo
a las poblaciones humanas, e incluye otras temáticas como la flora y fauna, el uso y tenencia de
la tierra, los inmuebles y otros. El caso particular de los Censos de Población y Viviendas,
comprende “...el conjunto de operaciones consistentes en recopilar, procesar, evaluar, analizar y
publicar datos demográficos, económicos y sociales, referidos a todos los habitantes y a todas
las viviendas de un país, en un momento dado…” 3 .
En materia de metodología censal, a lo largo del tiempo han existido y existen numerosas
publicaciones y normativas, que de cierta manera orientan, organizan y tipifican el desarrollo de
una operación de tan grande envergadura como es un Censo de Población. Uno de los pasos
más importantes a la hora de diseñar un censo es el referido a la determinación de las llamadas
temáticas censales referidas a un sinnúmero de características entre las que se cuentan el lugar
Centro Latinoamericano de Demografía, “Demografía Histórica en América Latina; Fuentes y Métodos” p26, San José de Costa Rica, 1983.
United Nations, Principles and Recommendations for National Population Censuses, Statistical Papers, Series M, No 27, 1958, p3,
3 Oficina Nacional de Estadísticas, Censo de Población y Viviendas, CUBA 2002, Bases Metodológicas
1
2
1
de residencia y las características de los individuos donde se encuentran la edad, el sexo, el
nivel educacional, las características laborales y el color de la piel.
Uno de los más importantes documentos sobre el tema es el titulado “Principios y
Recomendaciones para los Censos de Población y de Habitación. Serie M No. 67/Rev.1,
Naciones Unidas, publicado en Nueva York, en 1998. Allí se recomienda que la fuente básica
para obtener información por color de la piel (en el caso de Cuba), raza o etnias, con desglose
por sexo y edades, la constituyen los censos de población Este atributo de la población no varía
de manera significativa en el tiempo y por ello resulta suficiente con disponer de la misma solo a
través de los censos, para los cuales se recomienda, además, una periodicidad decenal4.
Cuba no ha estado ajena a estos preceptos, y por su importancia práctica y metodológica, a
continuación se exponen unas breves consideraciones acerca de la metódica empleada para la
recopilación de información por color de la piel, en los Censos de Población realizados en el
país.
En la indagación bibliográfica llevada a efecto, se constató que en casi todos los Censos
cubanos, se distinguieron grupos poblacionales según color de la piel. La información que se
conserva de los levantamientos efectuados entre 1774 y 1877, refleja la distribución de la
población en dos estratos, Blancos y No blancos o De color, como se les denominaba en aquella
época. Los sujetos no blancos, se subdividían en Libres y Esclavos y dentro de ellos Mulatos y
Negros o Pardos y Negros. En 1887 se agrupó a las habitantes del país en Blancos y De color y
en los censos comprendidos entre 1899 y 1981 se registraron cuatro grupos, Blancos, Negros,
Asiáticos y Mestizos. En 1899 la categoría de Blancos estuvo asociada al hecho de ser nativos o
no, mientras que entre las personas De color, se distinguió entre Negros, Mestizos y Chinos;
esta última subclasificación resulta relevante si se tiene en cuenta que en los censos de 1861,
1877 y 1887, los Asiáticos fueron incluidos dentro de la población blanca.5
A partir de 1899 se midieron los cuatro grupos antes mencionados. Cabe resaltar que en 1970 se
captó la información pero por causas de diversa índole no se procesó, por lo que no existen
datos al respecto. El levantamiento censal correspondiente a 1981, retomó el procesamiento de
4 Principios y Recomendaciones para los Censos de Población y de Habitación. Serie M No. 67 Rev.1 Naciones Unidas. Nueva York, 1998,
citado en González Galbán, D (2007) Algunos comentarios acerca de la viabilidad de disponer de Estadísticas continuas de oblación según color
de la piel s.l.
5 La población de Cuba según color de la piel, CEE, 1985, Cuba
2
la población por color de la piel, diferenciando incluso los habitantes clasificados como asiáticos,
que solo constituyeron el 0,1% del total. Por esta razón el Censo del 2002 no hizo diferenciación
para el color de la piel amarillo, aunque si mantuvo los grupos blancos, negros y mestizos,
incluyendo en este último a las personas de origen asiático,
En un acercamiento más detallado a los levantamientos efectuados durante los siglos XX y XXI,
se aprecia que el contenido y formato de la pregunta sobre el color de la piel, han variado
sustancialmente. En 1907, fecha del primer Censo del siglo XX, se refería al color de la piel
aunque en el Informe General del Censo, se utiliza indistintamente el término raza o color, e
incluso se hizo una distinción entre el color de la piel y el hecho de ser o no nativo. En 1919 se
anotó la raza del individuo, y en 1931 la interrogante en cuestión estuvo referida al color de la
piel o raza, enlazándose este último concepto con la nacionalidad de las personas. En el Censo
de 1943 se inquirió acerca del color de la piel, mientras que en 1953 se indagaba acerca del
color de la piel o raza6.
Resulta oportuno enfatizar, que en ningún caso la captación de información estuvo asociada a la
toma de mediciones antropométricas, elemento que hasta el pasado reciente sirvió de base a los
cuestionamientos de raza, además se incurrió en el error de confundir y mezclar el color de la
piel, la raza y la nacionalidad para en definitiva, ubicar al individuo en una clasificación u otra, a
partir únicamente de su apariencia. En 1970, se corrigió el enunciado de la pregunta aludiendo
directamente al color de la piel. Este formato se ha mantenido inalterable hasta la fecha.
Con respecto a la formulación de las preguntas, tradicionalmente se ha orientado a los
enumeradores del Censo, completar los cuestionarios mediante “entrevista cara a cara”. En el
caso específico de la pregunta del color de la piel, existe evidencia de que al menos a partir de la
segunda mitad del siglo XX , la metodología empleada para recoger el dato primario, se ha
diferenciado un tanto de la seguida para las restantes preguntas. A los enumeradores se les
instruyó no formular la pregunta, y marcar con una cruz al lado de la letra correspondiente al
color de la piel, según su propia apreciación. En los levantamientos de 1907, 1919, 1931 y 1943,
aunque no se orienta explícitamente la no formulación de la interrogante, las instrucciones
impartidas a los enumeradores hacen presumir que tampoco se preguntaba directamente.
6
Para mayor información consultar las memorias de los antes mencionados Censos
3
En 1907, la columna 5 “Color” del cuestionario censal orientaba escribir “B” para blancos, “N”
para negros, “A” para amarillos y “M” para mestizo de negro y blanco. En el año 1919, en el
espacio (10) de la tarjeta del Censo, se instruyó escribir7 una X junto a las denominaciones
Blanca, Negra, Mestiza y Amarilla, según correspondiera. En el censo de 1931, en la columna 14
“Color o raza”, se le pidió al enumerador escribir “B” para blancos, “N” para negros, “A” para
amarillos (chinos, japoneses y asiáticos), y “M” para lo que llamaron “Razas mezcladas”, ya sean
mulatos, hijos de chinos y mulatos, o negros y chinos; incluso se definió un quinto grupo
denominado “O” para otra raza que no correspondiera con las anteriores, como indios, egipcios,
hindúes, etc. La instrucción dictada para la columna 13 “Color de la piel, raza” del cuestionario
del levantamiento de 1943, establecía hacer constar el color de la piel mediante el uso de “B”
para catalogar a los blancos, “N” para negros, “A” para los amarillos (chinos, japoneses y
asiáticos), “M” para mestizos (mulatos hijos de blancos y negros, chinos y mulatos, negros y
chinos) y “OR” para otras razas que no se incluyeran en los grupos anteriores8
A partir de 1953 se precisó claramente la manera de formular la pregunta sobre la Raza o Color.
El capítulo “Conceptos y definiciones: Población”, de la memoria del Censo de ese año, expresa
que “… Al enumerador del censo se le dieron instrucciones para que anotara este dato del
cuestionario por su observación personal directa, y solo en el caso de no tener a la vista a la
persona que debía ser enumerada, podía formular la pregunta para anotar la raza. Por esta
razón puede afirmarse que la enumeración en este aspecto no refleja una definición biológica…”
En el cuestionario del Censo de 1970, en la pregunta 5 sobre el color de la piel, se orientó al
enumerador: “…. Si interroga a la propia persona marque la casilla sin preguntar. En otro caso
pregunte…”9
El Capítulo “Definiciones básicas”, de la memoria del Censo de 1981, en el apartado
Características Personales epígrafe 4 dedicado al Color de la piel se expresa que “… Las
categorías se referían al concepto que comúnmente entiende la población…. El enumerador
tiene instrucciones de anotar sin hacer la pregunta a las personas presentes durante la
entrevista, y preguntar en el caso de los ausentes, si hubiesen tenido motivos de duda…”
La memoria de este Censo en idioma inglés utiliza la palabra “Enter”, que en una de sus acepciones significa escribir
Idem (6)
9 En el caso del Censo de 1970, aunque se captó la información, por causas de diversa índole esta no se procesó, por lo que no existen datos,
para este período
7
8
4
En el Censo de Población y Viviendas realizado en septiembre del 2002, las “Instrucciones al
Enumerador”, aclaraban al personal participante, que lo que se deseaba era conocer el color de
la piel de las personas, clasificando el mismo en blanco, negro o mestizo. Por otra parte se
reflejó explícitamente que “… Si la persona está presente, no realice la pregunta y marque de
acuerdo a su apreciación… Si la persona no está presente indague con la que le brinda la
información…No obstante lo anterior, evite preguntar por el color de la piel del ausente cuando
ello sea evidente, por ejemplo si en la entrevista están los padres y pertenecen a un mismo
color….”
A manera de ilustración, la tabla 1 contiene la evolución de las proporciones de la población
cubana por color de la piel, los datos provienen de todos los Censos de Población y Viviendas
levantados en el país10.
Tabla 1 Cuba: Población y estructura por color de la piel
Año
Población
Total
Blancos
1774
171 620
100,0
56.2
1792
273 979
100,0
48.8
1817
553 033
100,0
43.2
1827
704 487
100,0
1841
1 007 624
100,0
41.5
1846
898 752
1861
1 366 232
100,0
56.8
1877
1 509 291
100,0
65.0
1887
1 609 075
100,0
67.6
1899
1 572 797
100,0
66.9
1907
2 048 980
100,0
69.7
1919
2 889 004
100,0
72.2
1931
3 962 344
100,0
72.1
1943
4 778 583
100,0
74.3
1953
5 829 029
100,0
72.8
1970
8 569 121
100,0
1981
9 723 605
100,0
66.0
2002
11 177 743
100,0
65.0
(1)
(2)
(3)
(4)
Negros
29.3
34.4
40.1
(1)
48.7
(1)
Mestizos o mulatos
14.5
16.8
16.7
9.8
43.2 (2)
35.0 (2)(3)
32.4 (2)
14.9
13.4
11.2
11.0
9.7
12.4
(4)
12.0
10.1
18.2
16.9
16.6
16.2
16.0
14.8
22.0
24.9
No se dispone de información por color de la piel
No se hizo distinción entre negro, mestizo y mulato
Incluye color de la piel amarillo (asiáticos), que alcanzó en ese momento una proporción de 2.9 %, cifra que fue disminuyendo en lo adelante hasta que en
1981 representó el 0.1 %.
Se captó el indicador, pero no se procesó
Fuente: Censos de Población y Viviendas de la República de Cuba
A partir de las anteriores consideraciones, ha sido posible afirmar que la práctica de no formular
la pregunta sobre el color de la piel directamente al entrevistado, se ha generalizado a lo largo
10
De acuerdo a Ramos et al (1988) los resultados del Censo de 1846 son dudosos y rebatibles, no obstante se incluyen por su valor histórico
5
del tiempo no solo en los censos sino también en otras investigaciones de población. Incluso se
encuentra debidamente documentada en las diversas publicaciones metodológicas que
históricamente han acompañado los levantamientos censales cubanos.
A pesar de la generalización de la costumbre de no formular la pregunta sobre el color de la piel,
esta cuestión no ha dejado de ser objeto de debate, sobre todo por el hecho de que el color de la
piel trae consigo una carga cultural, económica e incluso de ética social, que no puede ser
fácilmente superada y en ocasiones lo convierte en una cuestión de alta sensibilidad, sobre todo
cuando de agrupar sujetos en uno u otro segmento se trata. En la actualidad cuenta con
especialistas a favor y en contra. Los que optan por este modo de hacer, aducen que de esta
manera, se reduce la cantidad de personas encargadas de clasificar a los individuos y se gana
así en la calidad del dato; por otro lado los especialistas en contra, preferirían que fuesen los
propios entrevistados quienes se clasificaran a si mismos, en aras de eliminar los sesgos de
apreciación, indudablemente influenciados por mitos y prejuicios de índole cultural, que pueden
aportar terceros a la pregunta. De todas maneras, y aun con las ambigüedades que la forma de
obtener el dato primario puede traer consigo, la información obtenida al respecto, ha mantenido
su consistencia estructural a través del tiempo.
6
Bibliografía
1. Alfonso León, A Población según color de la piel, CEPDE-ONE s.l. 2008
2. Alfonso León, A et al Algunos comentarios acerca de la presencia de la variable Color de la
piel en las investigaciones de población en Cuba, CEPDE-ONE s.l. 2008
3. Alfonso León, A Cuba, Colección Estadísticas, Cuba, Colección Estadísticas, ejemplar Color
de la piel. En http://www.oneweb La Habana, Cuba 2009
4. CEE, La población de Cuba según color de la piel , Cuba 1985
5. Centro de Estudios de Población y Desarrollo Anuario Demográfico de Cuba, ONE Cuba
2000-2008
6. Centro Latinoamericano de Demografía, Demografía Histórica en América Latina; Fuentes y
Métodos, San José de Costa Rica. 1983
7. Cuba Oficina Nacional de Estadísticas, Censo de Población y Viviendas 2002, Bases
Metodológicas, La Habana, 2002
8. _____ Censo de Población y Viviendas 2002, Instrucciones al Enumerador, La Habana,
2002
9. _____ Censo de Población y Viviendas 2002, ISBN 959-09-0331-2, La Habana, 2006
10. Glosario de Términos Demográficos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977
11. González Galbán, D. 2007, Algunos comentarios acerca de la viabilidad de disponer de
Estadísticas continuas de población según color de la piel s.l.
12. INSIE, Censo de Población y Viviendas, 1981. La población de Cuba según color de la piel.
CEE 1985
13. Oficino del Censo de los Estados Unidos, Censo de la República de Cuba, bajo la
administración provisional de los Estados Unidos 1907, Capital City Press, Nueva York, 1908
14. Ramos Piñol, O et al, Los Censos de Población y Viviendas en Cuba. Censos del Período
1907-1953, ONE Cuba 1996
15. Ramos Piñol, O et al, Los Censos de Población y Viviendas en Cuba. Estimaciones,
empadronamientos y Censos de Población de la época colonial y la I Intervención
norteamericana, CEE, INSIE Cuba 1988
16. República de Cuba, Tribunal Superior Electoral, Oficina Nacional de los Censos Demográfico
y Electoral, Memoria del Censo de 1931
7
17. República de Cuba, Tribunal Superior Electoral, Oficina Nacional de los Censos Demográfico
y Electoral, Memoria del Censo de 1943
18. República de Cuba, Tribunal Superior Electoral, Oficina Nacional de los Censos Demográfico
y Electoral, “Censos de Población, Viviendas y Electoral, Informe General, 1953”
19. United Nations Principles and Recommendations for National Population Censuses,
Statistical Papers, Series M, No 27. 1958
8
Descargar