Zonas dialectales del español en América I. Mas Álvarez 30.9.2014 USC Puntos de partida • Es un hecho que no existe realidad lingüística homogénea en Hispanoamérica (¿el español de América?). • Pero sí se puede aceptar una unidad, ya que las diferencias no son tan profundas como para impedir la comprensión entre hablantes de los distintos países, en especial entre las normas cultas. • La cuestión de las zonas dialectales del español en América es un tema clásico aún hoy sin resolver. ¿Por qué interesó y aún hoy interesa? • Temor ante la posible fragmentación del español en América, considerada paralela a la que sufrió el latín en la Romania. • Los usos populares tienen mayor diferenciación entre sí que los usos cultos; el factor cultural, en especial la escolarización, considerado elemento nivelador que proporciona homogeneidad lingüística. (A. Bello, puede ser buen ejemplo el de su Gramática de 1847). • Hoy el riesgo de fragmentación se encuentra en buena medida neutralizado gracias a los medios de comunicación, a Internet, a la literatura, a la labor de las instituciones y al contacto y confluencia de intereses entre hablantes de distintos países, unidos por la conciencia de pertenecer a una misma lengua. • En la actualidad no interesa tanto a especialistas lo que afecta a zonas geográficas sino las variedades y la variación lingüística en todas sus facetas (concepto de dialecto). • Los rasgos compartidos pueden ser entendidos como factores de identificación y cohesión social. • Lo culto frente a lo popular, el interés de la variación está sobre todo en lo popular (atlas, lengua hablada), mientras que lo normativo, lo uniformador se encuentra mejor en las manifestaciones que podríamos llamar “cultas” y de los medios de comunicación. • Por otra parte, la lengua viva está en evolución constante, lo que supone tener en cuenta el polimorfismo. ¿Zonas dialectales? • Numerosas propuestas a lo largo del s. XX. • Ninguna es concluyente, todas admiten críticas razonadas. • “El establecimiento de fronteras que definan con aceptable precisión las ‘zonas dialectales’ de Hispanoamérica parece, sobre todo en la actualidad, una tarea vana e imposible.” (O. Alba 1992). Distintos criterios • Factores históricos (etapas de la colonización o procedencia heterogénea de los colonizadores). – proximidad entre el español meridional peninsular y las zonas costeras de América y las Antillas (seseo, yeísmo, aspiración de <-s>, relajación de <g,j>), no así en el altiplano mexicano, interior de Colombia y Venezuela, serranía de Ecuador, Perú o Bolivia. • Influencia de las lenguas indígenas (como sustrato). • Evolución de la lengua en América (el léxico, más estudiado). • Vio el carro de bomberos y se paró en la banqueta • Pon la cajeta en la cajuela, güerito México • Vio el carro de bomberos y se paró en la banqueta ‘vio el coche de bomberos y se quedó de pie en la acera’ • Pon la cajeta en la cajuela, güerito ‘mete el dulce de leche en el maletero del coche, rubito’ • Me compré este saquito para ponerme a la noche; me costó bastante plata, pero es chévere • Aquí no hay chance de ganar bien Ecuador • Me compré este saquito para ponerme a la noche; me costó bastante plata, pero es chévere ‘me he comprado esta chaqueta para ponérmela por la noche; me costó bastante dinero, pero es estupenda’ • Aquí no hay chance de ganar bien ‘aquí no hay oportunidades’ • Si querés comprar una pollera, tomá esta vereda y a las tres cuadras entrá en un negocio que tiene las vidrieras regrandes Argentina • Si querés comprar una pollera, tomá esta vereda y a las tres cuadras entrá en un negocio que tiene las vidrieras regrandes ‘si quieres comprar una falda, ve por esta acera y a las tres manzanas entra en una tienda que tiene los escaparates muy grandes’ Algunos ejemplos clásicos • P. Henríquez Ureña (1921) propuso una división de Hispanoamérica en cinco zonas dialectales, que mantuvo hasta 1940 y que gozó de popularidad entre especialistas a lo largo del s. XX. • A. Rosenblat (1961) distinguió por el influjo del clima en el fonetismo entre Tierras altas (continentales, frías) con vocalismo átono débil y Tierras bajas (costeras, calientes) con relajación y pérdida del consonantismo. • J. P. Rona (1964) tuvo en cuenta dos rasgos fonéticos (el yeísmo general y el yeísmo tal como se realiza en la Argentina y el Uruguay) y uno morfológico (la forma del voseo) para proponer 16 zonas para el territorio del español en América y siete más para las varias mezclas del español con otros idiomas (dos con el inglés, cuatro con el portugués y una con el quechua). • D. L. Canfield (1962) distinguió tres zonas según criterios fonológicos y periodos de colonización. Provisionalmente me arriesgo a distinguir en la América cinco zonas principales: primera, la que comprende las regiones bilingües del Sur y Sudoeste de los Estados Unidos, México y las Repúblicas de la América Central; segunda, las tres Antillas españolas (Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, la antigua parte española de Santo Domingo), la costa y los Llanos de Venezuela y probablemente la porción occidental de Colombia; tercera, la región andina de Venezuela, el interior y la costa occidental de Colombia, el Ecuador, el Perú, la mayor parte de Bolivia y tal vez el norte de Chile; cuarta, la mayor parte de Chile; quinta, la Argentina, el Uruguay, el Paraguay y tal vez parte del Sudeste de Bolivia. Henríquez Ureña, Pedro (1921) “Observaciones sobre el español de América”, Revista de Filología Española, 8, pp. 357-90. Las zonas propuestas por Henríquez Ureña • Zona I: suroeste de los Estados Unidos, México y Centroamérica • Zona II: las costas e islas del Caribe • Zona III: altiplanicies andinas • Zona IV: Chile • Zona V: los tres países rioplatenses El carácter de cada una de las cinco zonas se debe a la proximidad geográfica de las regiones que las componen, los lazos políticos y culturales que las unieron durante la dominación española y el contacto con una lengua indígena principal (1, náhuatl; 2, lucayo; 3, quechua; 4, araucano; 5, guaraní). El elemento distintivo entre dichas zonas está, sobre todo, en el vocabulario; en el aspecto fonético, ninguna zona me parece completamente uniforme. Henríquez Ureña, Pedro (1921) “Observaciones sobre el español de América”, Revista de Filología Española, 8, pp. 357-90. La tradicional denominación de «tierras altas» y «tierras bajas», usada en la dialectología hispanoamericana, debe rechazarse como engañosa y en su lugar debe decirse tierras marítimas o «de la flota» y tierras interiores, destacando la situación favorable de las tierras que están en contacto regular con la flota de Indias que zarpaba dos veces al año. Esa flota se carenaba, se equipaba, se cargaba y se despachaba en Sevilla y en San Lúcar; su alistamiento obligaba a todo viajero indiano a permanecer en Andalucía una temporada (casos hubo, como el de 1552, en que toda la flota con sus 64 navíos estuvo detenida diez meses por avería de las naves y todo el numeroso pasaje vagando en Sevilla y en Cádiz). Pues estas numerosas naves de cada flota iban anualmente cargadas de andalucismo y lo repartían por las costas de América. Ramón Menéndez Pidal, «Sevilla frente a Madrid», Miscelánea homenaje a AndréMartinet,v. III, Tenerife: Universidad de la Laguna, 1962, p. 142-43). Viajes de Colón 1492-1504 Zonas lingüísticas americanas CORPES XXI (Corpus del Español del Siglo XXI) http://www.rae.es/publicaciones/parametros-de-seleccion-de-textos • Llevamos a cabo un análisis a gran escala de la variación diatópica utilizando conjuntos de datos georeferenciados de microblogging. Mediante la recopilación de todos los mensajes de Twitter escritos en español durante más de dos años, construimos un corpus que, a partir de una cuidadosa selección de los conceptos que contiene, nos permite caracterizar variedades españolas en una escala global. Un análisis de conglomerados prueba la existencia de macrorregiones bien definidas que comparten propiedades léxicas comunes. Nos encontramos con que la lengua española se divide en dos superdialectos, a saber, un discurso urbano utilizado en las principales ciudades americanas y españolas y una forma diversa, que abarca las áreas rurales y las pequeñas ciudades. Este último puede dividirse en variedades más pequeñas con un marcado carácter regional. http://www.bgoncalves.com/languages/spanish.html Gonçalves & Sánchez, julio de 2014 • Hoy el interés por el tema sigue vigente entre especialistas. • El escaso conocimiento de la variación en todas sus formas es un problema, una gran limitación. • Faltan descripciones rigurosas y pormenorizadas de cada país, diatópicas y diastráticas. • ¿A qué criterios atender? Esta cuestión también es problemática. • ¿Sabiduría popular?: "las tierras altas se comen las vocales y las tierras bajas se comen las consonantes" (wikiteka). • Las descripciones lingüísticas más o menos detalladas de cada país resultan menos arriesgadas y permiten una descripción más exhaustiva de la variación interna. Para concluir • Se suele aceptar la existencia de algunas áreas dialectales, como la andina, el español caribeño (Antillas y costa atlántica de México, Centroamérica, Venezuela y Colombia) o el español del Río de la Plata (Argentina, Paraguay y Uruguay), que, a excepción de la andina, se basan en rasgos casi exclusivamente fonéticos. • Hoy se habla de variedades innovadoras fonéticamente (aquellas que experimentan fuertes procesos de relajamiento consonántico, como aspiración de /s/ implosiva, pérdida de la /d/ intervocálica, aspiración de /x/, pérdida o relajación de /r/, etc.) y de variedades conservadoras (las que conservan las consonantes). Así se opondrían las variedades innovadoras de la costa peruana o ecuatoriana a las conservadoras de la sierra, el altiplano mexicano conservador a la zona innovadora de la costa atlántica, por ejemplo. • Los estudios a partir de atlas lingüísticos que están en proceso de elaboración y los trabajos sobre variacionismo de todo tipo permitirán quizá en a lo largo de esta década perfilar el panorama con más acierto. Para saber más... • Alba, Orlando (1992). Zonificación dialectal del español de América. En Historia y presente del español de América, coord. por César Hernández Alonso, pp. 63-84. • García Mouton, Pilar (2001). La división dialectal del español en América: reflexiones y propuestas de trabajo. Ponencia presentada en Valladolid en el II Congreso Internacional de la Lengua Española. • Palacios Alcaine, Azucena (2006) Variedades del español hablado en América: una aproximación educativa. En E. de Miguel (ed.), Las lenguas españolas: un enfoque filológico , Madrid, MEC, 175-196, 2006.