Aventura y la Muchacha de Grandes Alas

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AVENTURA Y LA MUCHACHA DE GRANDES ALAS
No sé si es venta
o es castillo
por dónde andamos
bajo las nubes del otoño
por dónde vamos
bajo un cielo tan alto.
No se si es venta
o es castillo
o si es otra orilla de la vida
este aposento donde aguardo
que venga alguien
alguien que no ha venido nunca
y que veo llegar ahora
alguien que también anda
a tientas en lo oscuro
que no sabe si estamos
en venta o en castillo
alguien muy encantado
como la chica
con la que inventé el mundo
la casa entre nogales
que llenamos de flores y de libros
un sitio donde crecía
la música
ese lugar donde Dios
entre nogales-
era solamente bueno.
A.F
LA MUCHACHA DE GRANDES ALAS
De pronto me despierto
donde los mansos ríos
de la juventud
que aún la gente vadea
con agua a las rodillas
y veo al otro lado
a mi pequeña hermana
de grandes alas negras
que ha abierto misteriosa
debajo está su cuerpo
desnuda como Venus.
De pronto me despierto
donde los mansos ríos
de la juventud.
A.F.
LA GRAN VENDIMIA
Estoy cantando a un amor
que una vez tuve
en una vida parecida a ésta
en un tiempo de viñas encendidas
igual que este septiembre
aún con los secos ríos.
Se parece al caminar
cogido de tu mano
cuando quiero subir
hasta donde somos
sólo novios
devueltos a las terrazas
de las uvas
comer tantas uvas maduras
como los perros perdidos
de los pueblos
que sueñan que son hombres
emborracharnos con el amor
que hay
y ser siempre gente como dioses
saber que de vez en cuando
cantamos a una vida parecida a ésta
en un tiempo de viñas encendidas.
A.F.
a mis amigos,en este verano del 2014 adelanto un poco.
CUANDO JULIÁN MARCOS CENABA CON ORSON
No era tan distinto
el color del cielo
cuando caía la tarde.
A veces veía
a Julián Marcos
que iba deprisa
por la calle Ancha
y me gritaba:
-“Hoy ceno con Orson”
y Franco estaba cada día
más viejo
y sólo fusilaban gente
algunas noches
en las tapias.
Pedíamos a la vida
que todo fuera
como una gran película.
No era tan distinto
el color del cielo
cuando caía la tarde.
Ahora viene otro cine
las golondrinas anidan
cada vez más alto
en las murallas
llego a mi casa
donde mi gato negro
aguarda
y hay un cielo de estrellas
y la película está a este lado
del mudo todavía
como cuando Julián Marcos
cruzaba la calle Ancha.
A.F. verano 2014
EL ESTERTOR GRANDE DEL MAR
esperándote
en medio de la arena
para correr contigo
en la desolación
en el estertor grande del mar.
Estoy aguardándote
para que corramos juntos
hasta el bungalow lejano
donde vivimos en la noche
mirando las estrellas.
Porque –a vecessoy sólo tu sombra
o somos dos caballos libres
que corremos juntos
hasta las ciudades
donde nos transformamos
en gente que hace versos
y escribe largas parodias
del mundo
parodias como las aventuras
de don Quijote de la Mancha
donde tú te vuelves
poco a pocoloca como yo estoy
y yo me vuelvo cuerdo como tú
y llegamos a ventas
como inmensos castillos
y recorremos caminos
por donde marchan cuerdas
de encadenados presos
que hay que liberar
y llegamos a ríos
-como el Ebro-
con barcos que pueden navegar
los océanos
y llegar a alguna parte.
Estoy aguardándote
en medio de la arena
para correr contigo
en la desolación
en el estertor grande del mar.
A.F. verano 2014
LUNA
A la entrada del sueño
están estos árboles
tan viejos
donde me apoyo al salir
del portal de la casa
detrás vienes tú tan leve
y entramos por calles numeradas
como en una ciudad
del otro lado de la Tierra.
La luz vale para pintar
estas palabras
que son parte viva del tiempo
de la vida.
Y encima está la Luna
plateada
que nos atrae
como atrae el mar
y agita las mareas.
Ah
es el final del cuaternario
con las estaciones
y la maravilla de vivir ahora
por eso seguimos
por calles numeradas
hasta pasar delante de jardines
con rosas rojas encendidas.
“Ojalá se parase el tiempo”
pensamospero es imposible
sólo queda esta pintura
de árboles esmeralda
y rosas prendidas por la luna
y una historia pequeña de mi vida.
A.F. otoño 2014
Los árboles tan verdes de un verano
Cuando regreso veo
que son aquellas calles
-autobuses azules y gente pobre
en las aceras-
pero en un instante
en el que nunca estuve.
La muchacha que va a cruzar
me mira
y es extraño no saber
quién es
si venimos los dos
como de un sueño igual.
En la calle que da un solar
abierto
un letrero dice que está prohibido
el paso
y se ríe la chica
y yo también me río.
Es cuando estalla como un fuego
al fin del horizonte de la calle.
-Es que se pone el sol
me dice.
Parece que arde el mundo
-digo.
Y sé que estamos regresando
a alguna parte
un lugar que va a borrarse pronto
detrás de aquellos árboles
tan verdes
de un verano.
A.F. 25 de octubre del 2014.
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