30 _ __ II_C.~>~1L~JO_~i1~~ La pequeña aventura espacial de la sonda rusa «Sputnik» jueves 5 de act.>ine deI 2007 ~ff’ sp’ E’ satelíte, lanzado hace 50 años, abri& las puertas a la exploración del espacio L ~A~2Si~ Marcos Pérez Siirertcr técnica de a Casa de las C~encias ___ A CORUÑA Hoy hace cincuenta años que los soviéticos consiguieron poner en órbita el Sputuík, un pequeño satélite, de tan solo sesenta centímetros dediámetro y 84 kilos de peso, cuya señal de radio cualquier aficionado podía sintonizar desde la Tierra. La máquina decía bipbip, bcpblp y, cosas del lenguaje, donde unos entendían «hemos conseguido subir» a otros les sonaba a «ya los tenemos encima». Al día siguiente del lanzamiento, el 5 deocíubre,.el diario moscovita Pravdasacaba enportada una contenida notas dos columtías. Por el contrario, el pcriódico estadounidense T!te New York Timen dedicaba al tema todo el ancho dela primera plana. destacando que aquel portentoso artefacto ya babia sobreví>lado cuatro veces Estados Unidos a una velocidad de 29.000 kilómetros por hora. Bolade nieve En pocos días el Sputuík pasé dc esfera de aluminio a bola de nieve, desatando una campaña de exaltación del comunismo, mientras los estadounidenses se sumian en una crisis de autoestitos que decidieronafrontar invirtiendo más en educación e investigación cientffica. Ese mismo afio,antes deque el Spuosík sedesintegrase enla atmósfera, los soviéticos lanzaron el Sputnik 2, un satéilte de 500 kilos abordo del cualla perrita Laika demostró que era posible sobrevivir, al menos durante un rato, en el espacio. Los estadounidenses respondieron con el Vonguord1 y elExplorerí, tan pequeños que el por aquel entoncespresidente.de la URSS, Niltita Kruschev, no geraba cuando se refirió a este dítinio como «ese pomelo de los americanos». En 1959, la ventaja de los ingenieros de la antigua Unión Soviética lespermitió poner una sonda én la Luna y, dos años más tarde, a Yuri Gagarin en órbita terrestre. Un lugar común En 1969, el pequeño paseo de Neil Armstrong sobre la superficie denuestro satélite logró in— vertír la tendencia, pero el espacío comenzaba a convertirse en un lugarcomún y pronto surgieron voces planteando si no habria, asuntos más urgentes enlos que invertir tanto dinero, Cincuenta años después, mo- ebos siguen haciéndose la misma pregunta, olvidando acaso que lo que babia comenzado como una carrera de obstáculos hoy se parece más a una prueba de relevos. Después de los vía- jes ji la Luna llegaron las misiooes conjuntas. los laboratorios espaciales, los satélites meteorológicos, los telescopios orbitales, las sondas planetarias, la telefonía móvil. el GPS yuna muí- titud deaplicaciones que hacen nuestra vida tuis segura e intercssíítc. Si acaso, aquel bipbíp que emitíael Spumiksoltí puede traducirse como «est:síííos aquí para quedarnos». El pimiento, Clave en una anestesia queevitaeldolor sin dormir los músculos El termómetro subió a 22 grados en el Artico en verano un descenso récord en el nivel de hielo perpetuo del Ártico.En concreto, el polo ha perdido cas: una cuarta parte desu superfi. ele, un 23%, desde el 2005. R. Romar StDACCION El Artico se cabenta y alcanzaniveles récord deadelgazamiento de la capa de hielo. l)os nuevos estudios han conlirmado lo que para los científicos es ya algo más que una evidencia, aunque el fuerte deshielo experimentado enlos últimos dos años, y en especial el pasado verano, sorprende por la rapidez con que se está produciendo, que supera todas las expectativas. De hecho, la posibilidad de que el Ártico sea navegable hacia el 2040, un plazo dado por los investigadores hace algo más de un año, pod.ria ser demasiado generosa. Ahora ya no se descartaque este fenómeno seproduzca hacia el 21120. De las nuevas investigacionés que han salido a la luz esta semana, la aportada por cientilicos de la Universidad canadiense de Ontario ofrece un dato demoledor: las temperaturas registradas el pasado verano en el Polo Norte llegaron a alcanzar los 22 grados de máxima en el mes de julití. «Esto es algo excepcional paraun lugar enel quela temperatura media es decinco grados. ti nivel de deshielo es mis rápido de lo previsto por los científicos OASA Este año itemosregistrado con bastante frecuencia temperaturas de entre 10 y 15 grados y algunos días subieron hasta los 22», explicó Scott Lamoureux, profesor de Geografía en la Universidad de Queens. Las medidas se tomaron durante una expedición que se realizó en verano etí la islaMelville. Lo sucedido es la enésima prueba del calentamiento global que está experixuentado el planeta. Al menos asilo cree Walter Meir,del lnsrituto Nacional del Hielo y la Nie- ve de Colorado (EEUU). «Ha sido el calentamiento —dijo—, con temperaturas sobre tres y cuatro gradospor encima de lo normal para junio, julio y agosto, particularmente en el norte deSiberia, donde lastemperaturas incluso se han situado entre cuatro y cinco grados por encima de la media». El segundo estudio, coordinado por la NASA, no es miicho más esperanzador, ya que ha constatado que en los dos últimos años se ha producido 1 E’,, Récord dedeshielo Entre 1970 y 1990, el hielo pereune ha declinado en torno 500.000 kilómetros cuadrados por decenio, una superficie equivalente a la de España, pero los cietítificos consideran que esta pérdida se está triplicando des de el año 2000. l)e hecho. la cantidad de hielo que se ha derretido este verano supera el récor¿ de hace dos años y haafectado ¡ ¡ un área como Cran Bretaña. «¿Puede ser todo arribuible al 1 cambio climático?», se pregunta Michel Jarraud, secretario general de la Organización Mundial de Meteorología. ssEso e>; muy dificil —responde—, peri> la situación es muy, muy alarmante, lo que significa que testemos que hacer mis investigación, observarlo todo con mtícho cuidsdos~. El efecto del vietíto, tal y como apunta el estudio dela NASA, también puede coíítribuir al proceso. 1 1 jONOtES Científicos estadotínidenses han dsdo con un nuevo tipo de anestesia que consigue evitar el dolor sin paralizar los músculos. Para ello han combinado el QX-314, un derivado de la Iidocaina tradicionalínente utilizado en las anestesias locales y la capsaicins,el compotiente activo de ios pimientos picantes. Lainercia de ambas sustancias consigue paralizar solo las neuronas que emiten la señal del dolor al cerebrt y ni> el músculo en el que este se ;ocaliza. El descubrimienlo, que hoy recoge la revista Noture, es fruto de una invesrigación llevada a cabo en ratones por investigadores de Harxvard (EE.UU.). Los roedores recibieron inyecciones cíe estas sustancias etí las inmediaciones de sus uervtos císticos.