Forbes en Argentina - Consumo Colaborativo

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Economía
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Los consumidores construyen mercados multimillonarios para compartir
autos, casas, bicicletas y herramientas. ¿Ahorran o cambian su forma de
vida? Como sea, están generando una nueva forma de hacer negocios.
U
n trabajador part-time alquila su casa
doce días por mes en el sitio web Airbnb (US$ 100 la noche, de los cuales
gana 97). Cuatro noches por semana,
transforma su auto en un taxi de facto a
través del servicio para compartir viajes
Lyft, para ganar otros US$ 100 por noche. No es glamoroso. Es la crisis global, un cambio de mentalidad, una
nueva tendencia. O todo eso junto. Es la share economy,
o economía de la colaboración, en la cual los dueños de
activos usan Internet para aprovechar la capacidad ociosa
de sus bienes, y los consumidores alquilan o compran esos
productos en lugar de tratar con una empresa. Airbnb es el
exponente global más conocido de este fenómeno, pero en
los últimos cuatro años surgieron al menos 100 compañías,
varias argentinas o con alcance en el país, que ofrecen aumentar los ingresos de personas sin necesidad de comprar
nada. “La economía del compartir es una tendencia real.
No creo que se trate de una moda pasajera”, afirma Joe
Kraus, uno de los socios de Google Ventures que ha brin-
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dado su apoyo a dos sitios para compartir viajes, RelayRides y SideCar. “La gente busca este tipo de actividades por
razones económicas, ambientales y de estilo de vida. La
onda share creó mercados a partir de bienes que antes no
eran considerados rentables: estacionamientos, habitaciones y herramientas alquiladas temporariamente. Casas que
se convierten en alojamiento para mascotas. Una bicicleta
en desuso que sirve de transporte a un turista. Y así.
Para ingresar a la economía share, Avis Budget Group
pagó US$ 500 millones por Zipcar, a pesar de que este
emprendimiento pionero en el alquiler por hora generó ganancias de US$ 4,7 millones durante el año pasado.
Pero de alguna manera, Zipcar no comprendió la esencia
de esta tendencia: la propiedad de su flota, al igual que la
de Avis, está centralizada. El modelo puede resultar más
rentable al ofrecer servicios para compartir autos entre
pares (como RelayRides y Getaround, en EE. UU., o los
servicios locales de pool de viajes Encamello o Poolami),
que imitan a empresas como Hertz o Avis, con la excepción de que no son propietarias de nada.
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archivo
Nathan Blecharczyk, Brian Chesky y Joe Gebbia, los fundadores de Airbnb.
Emulando el impacto que tuvo YouTube en la televisión
y la blogósfera en los medios tradicionales, esta tendencia
subvierte el modelo industrial en el cual las compañías son
propietarias y las personas, consumidoras, a la vez que permite que todos puedan comportarse al mismo tiempo como
consumidores y productores, aprovechando el potencial
que genera esta última actividad. FORBES estima que los ingresos que se trasladan directamente desde la economía del
compartir al bolsillo de sus protagonistas superarán los
US$ 3.500 millones a nivel global este año, con un crecimiento superior a un 25%. Con semejante tasa de crecimiento, compartir entre pares está dejando de ser una
forma de aumentar los ingresos en un mercado salarial
estancado, para convertirse en una fuerza económica
disruptiva. La tecnología de los clasificados de los diarios
que canalizó el aprovechamiento de los activos durante un
siglo mejoró mucho. El sistema de calificación imitado de
eBay da a los vendedores credibilidad comercial. Facebook
permite ir un paso más allá y consultar el perfil de una persona antes de concretar un alquiler. Las aplicaciones para
teléfonos inteligentes nos dejan realizar transacciones en
cualquier lugar, buscar productos y servicios compartidos
en cada zona y hasta pagar en el momento. “Estamos dejando atrás un mundo organizado en torno a la propiedad y
avanzando hacia otro que se organiza alrededor del acceso
a los bienes”, afirma Lisa Gansky, quien fundó el sitio web
para compartir fotografías Ofoto para luego vendérselo a
Kodak en 2001. Muchos emprendimientos que intenten seguir esta tendencia fracasarán, porque está comprobado que
en mercados como éstos el ganador se lleva todo. Como era
de esperar, los líderes están recibiendo los embates de los
ansiosos reguladores y las empresas tradicionales establecidas. Airbnb lucha por demostrar su legalidad en Nueva York
y San Francisco. Lyft y SideCar fueron citadas recientemente por los inspectores de servicios públicos de California por
operar sin autorización. Además, todavía restan por resolver
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dos importantes cuestiones: qué cargas impositivas deberán
abonar estos servicios y si protegen adecuadamente a los
consumidores en materia de responsabilidad civil y fraude.
LA GÉNESIS DE LA economía del compartir de la era
moderna se remonta a la ciudad de San Francisco en 2008,
donde los cofundadores de Airbnb, Brian Chesky y Joe
Gebbia, pensaron que podrían conseguir dinero ofreciendo
alojamiento en colchones inflables en su departamento para
los asistentes a una conferencia de diseño industrial. Crearon un sitio web llamado Airbedandbreakfast.com
para publicitar el espacio de hospedaje. Luego de que tres
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GRANDES COMERCIOS
TECNOLOGÍA - SHARE ECONOMY
Aquí también
Educación, trasporte,
descuentos y colaboración para
proyectos made in Argentina.
educación: Educabilia
espacio que ofrece talleres, workshops y clases.
transporte: Encamello y Poolami
servicio de pool para viajar a diferentes lugares.
Trabajo: Nubelo, Workana y Freelancer
red de oferta y pedido de servicios profesionales varios.
descuentos: Groupon, letsbonus y otros
cuponeras que ofrecen descuentos y otros beneficios.
crowdfunding: ideame y eventdoo
ideas y proyectos que se hacen (o no) con ayuda de otros.
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respecto a la propiedad, una transformación que podría
personas pasaron la noche en su departamento esa semana,
decidieron invertir los límites de sus tarjetas de crédito para convertirse en el legado más perdurable de la recesión.
Sabrina Hernandez, de 23 años, era empleada de Stardiseñar un sitio más grande que incluyera más servicios.
bucks, pero ya no volverá a su antiguo trabajo, porque este
“Nunca se nos ocurrió que estábamos participando en una
otoño boreal alcanzó un promedio de US$ 1.200 mennueva economía”, cuenta Chesky. “Simplemente intentásuales ofreciendo alojamiento para perros en su departabamos resolver nuestros problemas. Luego de hacerlo, nos
mento a través del sitio web DogVacay. Pero fuera de las
dimos cuenta de que muchas otras personas necesitaban lo
viviendas y los automóviles, crear mercados de pares para
mismo”. Para reforzar su capacidad tecnológica, los diseñaartículos de menor valor resulta más dificultoso, porque
dores convocaron a Nathan Blecharczyk, un ex compañero
las transacciones deben ser lo suficientemente sencillas
de Gebbia. Desde el inicio, el trío orientó su sitio web –recomo para justificar el esfuerzo del propietario. Algunos
bautizado como Airbnb– a grandes eventos para los cuales
emprendimientos han tenido éxito en nichos de alto valor,
se agotara la capacidad hotelera. En 2009, fueron incorpocomo los artículos deportivos de alta gama, los alimentos,
rados al acelerador de Silicon Valley, Y Combinator, a pesar
y los equipos e instrumentos musicales.
de las dudas de su cofundador, Paul Graham. “Teníamos
Aparte de la compra de Zipcar por Avis, Daimler –prociertos reparos con respecto a la idea, pero nos enamoramos
pietaria de Mercedes– está expandiendo su servicio de vehíde los fundadores”, recuerda Graham. Más tarde, Chesky
culos compartidos car2go, que alquila sus Smart Fortwo por
y su equipo convencieron a Sequoia Capital de invertir un
minuto. Pero nuevamente, se trata de un ejemplo corporaticapital inicial de US$ 600.000. Airbnb se puso en marcha
vo que intenta imitar la dinámica share.
lentamente y debió enfrentar la cuestión de la masa
Los economistas no salen de su perplejidad
crítica que afecta a todos los mercados: los
en su intento por encontrar la forma de mecompradores quieren más vendedores, y
dir toda esta actividad. “Vamos a tener que
viceversa. También existía un estigma
LoS QUE
inventar nuevos parámetros económicos
social con respecto a compartir. Mucha
para medir el impacto de la economía
gente le dijo a Chesky que alquilarles
OFRECEN ESTOS
su casa a desconocidos era “algo muy
SERVICIOS TIENEN del compartir”, reflexiona Arun Sundararajan, un profesor de la Escuela de
raro, una idea alocada”. Para atraer a
MAYOR CONTROL
Negocios Stern de la Universidad de
más propietarios, los fundadores de
SOBRE SU
Nueva York que se dedica a estudiar este
Airbnb viajaron en 2009 a Nueva York,
fenómeno. La pregunta más difícil que
donde residían muchos de sus usuarios,
ECONOMÍA.
deberán responder los académicos es si
para conocerlos –una actitud diametoda esta actividad genera más valor o sentralmente opuesta a lo que suelen hacer
cillamente reemplaza a las empresas existenlas compañías de Internet– y aprender cómo
tes. Sin duda, ambas opciones son correctas. Es un
mejorar el servicio. El sitio cerró ese año con
típico caso de destrucción creativa. Es posible que haya un
100.000 reservas. Para 2010, se había internacionalizado,
impacto negativo a corto plazo en la economía cuando una
y las reservas de hospedaje nocturno habían ascendido
persona deja de comprar un automóvil. Pero la eficiencia
a 750.000. En 2011, superaron los 2 millones de reservas.
Airbnb cobra una comisión de 3% al locatario y de entre 6 económica da buenos resultados a largo plazo, y eso finalmente redunda en beneficios para todos. Airbnb encargó
y 12% al locador, según el valor de la propiedad.
un estudio del impacto económico de la compañía en San
El año pasado, la cantidad de reservas fue de entre
Francisco el año pasado, que reveló un “efecto derrame”.
12 y 15 millones. Se estima que Airbnb alcanzará los 100 miDebido a que un alquiler de Airbnb tiende a ser más ecollones de noches de alojamiento por año, una cifra que probablemente genere ingresos por más de US$ 1.000 millones, nómico que un hotel, los huéspedes se alojan durante más
en comparación con los US$ 150 millones de 2012. Teniendo tiempo y gastan US$ 1.100 en la ciudad, en comparación
como meta la expansión, es probable que el sitio haya perdi- con los US$ 840 que gastan los huéspedes de los hoteles;
do dinero el año pasado, pero eso no es un problema cuando un 14 % de sus clientes afirmó que no habrían visitado la
ciudad de no haber sido por Airbnb.
los fondos provienen de Silicon Valley. A la fecha, Chesky
Los humanos ya se dedicaban al intercambio de bienes
y su equipo recaudaron US$ 120 millones de Sequoia, Grey servicios incluso antes de la existencia del dinero. Lo
ylock Partners, Andreessen Horowitz y Y Combinator.
único que hace la tecnología es dar rienda suelta a estos
ancestrales instintos transaccionales. Aunque se estabiAIRBNB SE VIO BENEFICIADA por el sentido de la
oportunidad y la sagacidad de sus fundadores, pero también lizara el crecimiento, no cambiaría el hecho de que los
intercambios entre pares son otra modalidad usada por los
por el cambio radical que se suscitó durante los últimos
emprendedores para llegar a sus clientes. F
cinco años en el comportamiento de los consumidores con
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