Arbonne EOAs | Success Stories

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E Y E O N AR B ON N E
VICEPRESIDENTA EJECUTIVA NACIONAL
¡Qué diferencia hace un
año!
Dana Collins
Consultora Independiente, Vicepresidenta Ejecutiva Nacional
Profesión: Corporate Professional
D
ana Collins, de Savannah, Georgia, sabía en que el algún momento iba a tener
que elegir entre sus hijos o su carrera. Deseaba tener la libertad de quedarse en casa con
sus hijos, con lo cual decidió tomar el camino menos transitado con Arbonne, y eso marcó
toda la diferencia en su vida.
Hay un dilema que enfrenta toda madre que trabaja: cuando estás en el trabajo, sientes que deberías estar con tus hijos, y cuando estás con
tus hijos, te sientes culpable porque no estás trabajando.
Es lo que me sucedió hace unos años cuando una amiga me llamó en la mitad de la noche llorando. Lloraba tanto que no podía respirar.
Cuando finalmente se calmó, me dijo algo que me afectó mucho: “Hoy mi hijo cumple seis semanas de vida, y mi licencia por maternidad se
terminó. Hoy es su primer día de guardería. Es tan pequeñito. ¿Cómo voy a dejarlo con gente que no conozco?” Podía sentir su corazón roto
en mil pedazos. El dolor que ella estaba sintiendo es, desafortunadamente, muy común. Supuse que, para evitar este dilema, tendría que
elegir entre mi familia o mi carrera. No parecía haber una manera de tener las dos cosas.
Aproximadamente un año después, fui a una entrevista de trabajo en donde ofrecían un buen salario. Luego de meses de ir de entrevista en
entrevista, estando sin trabajo y endeudada, me dijeron que recibiría una oferta formal de trabajo el siguiente lunes. Era viernes. Yo estaba
súper entusiasmada. Una amiga y yo íbamos a salir a celebrar, pero el estrés del proceso había afectado el aspecto de mi piel. Mi amiga (que
seguramente no deseaba ser vista en público conmigo) sugirió que fuéramos al centro de convenciones en donde había una conferencia
sobre el cuidado de la piel. Pensó que alguien allí podría ayudarme.
Jack, Grace y Ava Collins.
Dana con CEO Kay Napier frente al Gran Palacio en Rusia.
En el puesto de Arbonne me llamó la atención el diseño puro y simple de los
envoltorios. Las Vicepresidentas Ejecutivas Nacionales Phoebe Fournier y Merrie
Hudson estaban en el puesto, e inmediatamente percibí que acababa de conocer
a mi clase de gente. Hicieron todo lo posible por ayudarme con el problema de mi
piel, y funcionó. Durante ese tiempo, me contaron acerca de la compañía y la
Oportunidad Arbonne. Yo continuaba negándome. ¿Por qué iba dejar mi trabajo
increíble para vender cremas y lápices labiales?
Phoebe me contó que ella se quedaba en su casa con sus cinco hijos y que ahora
estaban todos en la Universidad. Por supuesto que quise saber a qué se
dedicaba su esposo para poder pagar cinco cuotas de universidad. Cuando me
ESTRATEGIA DE ÉXITO
“Una vez que decides qué es
lo que quieres, te
comprometes con esa
decisión.”
dijo que su esposo se había jubilado como director de una escuela, me di cuenta
de que detrás del negocio Arbonne había dinero. Aun así, no estaba interesada.
¿Por qué iba a arriesgarlo todo empezando un negocio cuando ya tenía un sueldo
garantizado?
La noche siguiente cené con mi madre y le conté de mi increíble oferta de trabajo.
Ella no se mostró muy entusiasmada, lo que me molestó y le pregunté por qué.
Ella me contestó con una pregunta que me cambió la vida: “¿Adónde quieres
estar en cinco años?” Mi mamá sabía lo que tenía en mi corazón, pero era lo
suficientemente inteligente para no decírmelo. Le dije que en cinco años
renunciaría a mi trabajo para cuidar a mis hijos. Mamá sonrió y me dijo: “Una vez
que te acostumbres al dinero, no querrás vivir sin él”. Yo sabía que tenía razón.
Más que una carrera, yo quería una familia, pero era necesario que ganara dinero.
No tenía hijos, pero ya me sentía atrapada en esas opciones limitadas.
Vicepresidenta Nacional Lynne Flynn, Vicepresidenta
Regional Stacey Molli y Dana, en la presentación
Mercedes-Benz de Stacey Molli.
Sin embargo, la historia de Phoebe venía a mi mente una y otra vez, y me di
cuenta de que no era coincidencia que nos hubiéramos conocido. Seguía
pensando que si Arbonne tenía una oportunidad que le haba permitido a ella estar
presente en su casa y ganar un buen sueldo, quizá también hubiera algo para mí.
Los productos me atrajeron desde el principio. Eran mucho mejores que
cualquier cosa que hubiera probado antes. Siempre fui una fanática del cuidado
de la piel, y había usado diferentes regímenes. Aun así, no estaba segura de
poder hacer dinero real en un negocio desde mi casa, por muy buenos que fueran
los productos. Cuando me encontré con Merrie y Phoebe nuevamente, me
explicaron en detalle el plan de compensación y me asombró muchísimo. Todo
tuvo sentido cuando descubrí que la Oportunidad se basa en la posibilidad de
aprovechar el tiempo al máximo. Al presentarles la compañía y los productos a
otras personas, podría establecer una red de contactos desarrollando un negocio,
vendiendo productos, y simplemente usando los productos. Mi éxito estaría
determinado por la cantidad de personas que ayudara a triunfar. La idea de que el
éxito era un esfuerzo de equipo me entusiasmó. Luego de haber
experimentado una ligera cuota de éxito en un ambiente corporativo como
contacto deportivo, estaba lista para un entorno de cooperación en lugar de uno
perjudicialmente competitivo.
Mis ingresos se basarían en el porcentaje de las ventas generadas por mi red de
Clientes y Consultores. Esta oportunidad no era de “talle único”. Podía ser
modificada. Alguien que solo necesita pagar su tarjeta de crédito o su préstamo
estudiantil, puede hacer dinero extra, mientras que otro puede construir un
equipo de personas que trabajen colaborativamente para construir un negocio
exitoso. Con un plan de compensación tan generoso, la posibilidad de trabajar
desde casa, y productos de insuperable calidad, supe que Arbonne era mi
respuesta.
Luego de 17 años en esta empresa maravillosa, puedo decir sin dudas que amo a
Arbonne. Amo que me haya dado la oportunidad de crear un ingreso que para la
mayoría no es realista. Amo que he podido tener tres hijos sin tener que pensar
en licencia por maternidad o guarderías. Amo que cuando llegan de la escuela,
yo estoy ahí para ellos. Amo que si uno de ellos se enferma, no tengo que
justificarme ante mi jefe. Amo que no tengo que hacer recados después del
trabajo o los fines de semana. Amo que tengo tiempo de ir al gimnasio. Amo que
mis perros no están solos todo el día. Amo que mi vida gira alrededor de mis
prioridades.
Thomas Tidland, Donna Johnson, Dana y Erik Kinzie, en el
crucero Báltico.
Vicepresidenta Regional Stacey Woodford,
Vicepresidenta Ejecutiva Nacional Susan Evans y Dana,
en GTC Las Vegas.
No puedo decir que siempre ha sido fácil, pero hay pocas cosas en la vida que
valen la pena y son fáciles. Yo me enfrenté a elementos contra los que todos
luchan al construir un negocio: cancelaciones con y sin aviso, rechazos, trabajar
hasta tarde por las noches, o temprano en las mañanas, tiempo fuera de casa,
cuestionamientos sobre mí misma, y las dudas de otros sobre el éxito de mi
negocio…
Laura Fortner, Deana Wilkinson, Susan Evans, Phoebe
James, Laura Harry y Dana en el Retiro de Líderes
Vicepresidentes Nacionales en Maui.
Cuando alguien me pregunta sobre el secreto del éxito en Arbonne, digo que es
algo muy simple: rechaza la opción de renunciar. Ten muy en claro y presente por
qué has tomado esta decisión. Mucha gente renuncia ni bien las cosas se ponen
incómodas. Piensa en todas las personas que compran membresías de
gimnasios y no van porque es difícil. Si persistieran, se volvería más fácil. Dejan
de ir porque realmente no desean los resultados con la suficiente vehemencia
como para soportar una incomodidad a corto plazo. Empezar un negocio es
como unirse a un gimnasio. Saber qué quieres, saber que ésta es la mejor manera
de conseguirlo, y ser claro en cómo sería no tener lo que quieres, te dará el
empuje para continuar más allá de la incomodidad, la decepción y el desánimo.
Todos estos factores son inherentes a cualquier negocio, especialmente uno que
requiere aprender cosas nuevas. Pero por otro lado están las recompensas, tal
como la confianza de estar aprendiendo algo nuevo, la autoestima que viene
cuando sigues luchando, y la alegría de ver a quien has ayudado a triunfar. Las
recompensas son mucho más gratificantes porque las experimentas con la gente
que quieres.
Dana en el fin de semana de liderazgo en Green Bay, con
Joy Cortina, Kama Montermini, Mindy Ziffren-Hall, Kathy
Lutz, Helen Taylor y Caroline Weisser.
A través de Arbonne he conocido a gente espectacular. Sin ellos no estaría aquí.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles a algunos de ellos:
A las Vicepresidentas Ejecutivas Nacionales Deana Wilkinson y Donna Johnson,
por su apoyo y ánimo; a la Vicepresidenta Ejecutiva Nacional Kathy Lutz, tu
intelecto y visión fuera de lo común han cambiado mi vida; a la Vicepresidenta
Ejecutiva Nacional Susan Evans, por llegar a nuevos límites y por tus ideas
originales; a la Vicepresidenta Nacional Judy Pressman, por tu valentía y
profesionalismo; a la Vicepresidenta Nacional Gaye Ouellette, por tu actitud
positiva; a la Vicepresidenta Nacional Laura Harry, por tu pasión, energía y
compromiso; a la Vicepresidenta Nacional Laura Fortner, por tu determinación,
ejemplo y valentía extrema; a la Vicepresidenta Nacional Lynne Flynn, eres la
gracia en acción; a las Vicepresidentas Regionales Sandra Hicks, Stacy Woodford
y Mindy Ziffren-Hall, son líderes incomparables.
Dana con las integrantes del equipo.
Y para todos los líderes de nuestros equipos: ¡gracias desde lo profundo de mi
corazón por ser parte de mi negocio!
Esta historia no estaría completa sin agradecerle a nuestro fundador, Petter
Mørck, por tener la visión de darles más a las familias, y a Stian Mørck, por llevar
la antorcha.
Susan, Joanne y Phoebe.
Gracias, CEO Kay Napier, por tu valentía y auténtico liderazgo.
Y por último, pero no menos importante, gracias a Jack, Grace y Ava. Son
maravillosos. Gracias por creer en mí. Los amo. Ustedes son mi Razón.
Miembros del equipo en GTC 2012 Las Vegas.
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