TEMPUS FUGIT

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TEMPUS FUGIT
XLIII
Era una mañana y abril sonreía.
Frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca; tras ella,
cual tenue ligera quimera, corría
la nube que apenas enturbia una estrella.
Como sonreía la rosa mañana
al sol del oriente abrí mi ventana;
y en mi triste alcoba penetró el oriente
en canto de alondras, en risa de fuente
y en suave perfume de rosa temprana.
Fue una clara tarde de melancolía.
Abril sonreía. Yo abrí las ventanas
de mi casa al viento....El viento traía
perfume de rosas, doblar de campanas...
Doblar de campanas, lejanas, llorosas,
suave de rosas aromado aliento...
...¿Dónde están los huertos floridos de rosas?
¿Qué dicen las dulces campanas al viento?
Pregunté a la tarde de abril que moría:
¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?
La tarde de abril sonrió: La alegría
pasó por tu puerta -y luego sombría:
Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.
Antonio Machado
En este poema Machado quiere expresar con un paisaje alegre cómo
el tiempo va pasando y con él también se van los momentos felices
que sólo pasan una vez en la vida, y quiere hacernos ver que no hay
que dejar pasar esas ocasiones únicas pues sólo vivimos una vida.
Hace referencia al tópico “Ubi sunt” cuando pregunta en el poema
por esa alegría que ha pasado, pero también hace referencia al
tópico “Carpe diem” porque nos hace ver que si no vivimos esas
ocasiones únicas cuando se nos presentan, luego no podremos
recuperar el momento ya perdido.
Irene Moreno, Stephanie Ortiz, Isabel Romero, M. Carmen Rodrigo
XXI
Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra...
...¡Mi hora! -grité-...El silencio
me respondió: -No temas;
tú no verás caer la ultima gota
que en la clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja,
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.
Antonio Machado
El poeta refleja el miedo que siente al acercarse su
muerte, para ello emplea la metáfora del reloj para
explicar así el paso del tiempo en la vida.
En la última parte del poema explica que aún no le toca
morir, que todavía permanecerá en la orilla de los vivos
(mito con el que se explica los dos mundos “vivos” y
“muertos”) y que no se impaciente porque un día
inesperado morirá y aparecerá sin sentirlo en la otra
orilla.
Patricia Gisbert, Nela Montoya, J.Vicente Morales, Carlos Ortiz, Beatriz
Ferrer.
XXXV
Al borde del sendero un día nos sentamos.
Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar....Mas Ella no faltará a la cita.
Antonio Machado
En este poema explica la aceptación de la muerte que
irremediablemente nos llega a todos y que ante ella
sólo nos queda esperar; con el verso “mas ella no
faltará a la cita” nos indica que la muerte forma parte
de la vida.
Patricia Gisbert, Nela Montoya, J.Vicente Morales, Carlos Ortiz,
Beatriz Ferrer.
CLXV. Soneto IV
Esta luz de Sevilla...Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente,
Mi padre, en su despacho. -La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio-.
Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea.
A veces habla solo, a veces canta.
Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.
Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡ padre mío!
piadosamente mi cabeza cana.
Antonio Machado
En este soneto, el autor se ubica en su lugar de
nacimiento, recuerda a su padre cuando era joven y
todo lo que hacía (va describiendo acciones del pasado
cuando su padre estaba vivo).
Después se da cuenta que todo es pasado: su padre ya
no tendrá un mañana. Termina el poema con un giro
sorprendente donde se produce una superposición
temporal: el padre mirando la cabeza cana del propio
poeta.
Irene Moreno, Stephanie Ortiz, Isabel Romero, M. Carmen Rodrigo
XXXVIII
Abril florecía
frente a mi vent
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido,
vi las dos hermanas.
La menor cosía,
la mayor hilaba...
Entre los jazmines
vi las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
-su aguja en el aire-,
miró a mi ventana.
La mayor seguía,
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.
Una clara tarde
la mayor lloraba,
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.
-¿Qué tienes -le dijesilenciosa pálida?
Señaló el vestido
que empezó la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el blanco velo,
el dedal de plata.
Señaló a la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñó sus lagrimas...
Abril florecía
frente a mi ventana.
Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toga blanca...
Tan sólo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la obscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido,
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.
En este poema se ve reflejado el paso del tiempo por la
primavera, las flores. Tiene connotaciones positivas
pues significa el renacer, a pesar de que todo nace para
morir; es decir, compara la primavera con las
hermanas. Ambas son bellas pero tienen su fin; la vida
es un ciclo que se completa con la muerte. El autor
empieza diciendo que veía a dos hermanas en el balcón
de enfrente y las dos cosían y un día le llega la muerte
a la menor y hay una conversación ente el poeta y la
joven, él le pregunta que ha pasado y ella le dice que
su hermana ha muerto. En la siguiente primavera la
mayor muere también y el balcón se queda vacío y se
nota la tristeza en el ambiente. Termina con la rueca
solitaria para explicar la soledad de la muerte.
Irene Moreno, Stephanie Ortiz, Isabel Romero, M.
Carmen Rodrigo
I. El viajero
Está en la sala familiar, sombría,
y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro día
vimos partir hacia un país lejano.
Hoy tiene ya las sienes plateadas,
un gris mechón sobre la angosta frente;
y la fría inquietud de sus miradas
revela un alma casi toda ausente
Deshójanse las copas otoñales
del parque mustio y viejo.
La tarde, tras los húmedos cristales,
se pinta, y en el fondo del espejo.
El rostro del hermano se ilumina
suavemente. ¿Floridos desengaños
dorados por la tarde que declina?
¿Ansias de vida nueva en nuevos años?
¿Lamentará la juventud perdida?
Lejos quedó -la pobre loba- muerta.
¿La blanca juventud nunca vivida,
teme, que ha de cantar ante su puerta?
¿Sonríe al sol de oro
de la tierra de un sueño no encontrada;
y ve su nave hender el mar sonoro,
de viento y luz la blanca vela hinchada?
El ha visto las hojas otoñales,
amarillas, rodar, las olorosas
ramas del eucalipto, los rosales
que enseñan otra vez sus blancas rosas...
Y este dolor que añora o desconfía
el temblor de una lágrima reprime,
y un resto de viril hipocresía
en el semblante pálido se imprime.
Serio retrato en la pared clarea
todavía. Nosotros divagamos.
En la tristeza del hogar golpea
el tic-tac del reloj. Todos callamos.
El autor muestra la añoranza hacia su hermano el cual
se fue al extranjero muy joven y con el paso del tiempo
vuelve en busca de nuevas ilusiones que tal vez no
encontrará; está siendo devorado por el tiempo. Dice
que él no encontró su sueño y se pregunta si no añora
sus años perdidos. Utiliza las estaciones del año para
dar fuerza al paso del tiempo, para acabar con la
muerte del viajero y las sensaciones de los que lo ven
desde fuera y callan ante el paso de la vida.
Irene Moreno, Stephanie Ortiz, Isabel Romero, M.
Carmen Rodrigo
LXII
Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡ El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris!...
¡el agua en tus cabellos!...
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.
Antonio Machado
En este poema se refleja claramente el tema del paso
del tiempo unido al tópico del “locus amoenus”. El
tiempo visto de forma agradable, con aspectos positivos
relacionados con la naturaleza; pero al despertar
descubre que todo ha sido un sueño y que la memoria
se va disipando como las pompas de jabón.
J.L. Hervás, Estefanía León, Carmen Loliceru, Rubén Lahiguera,
Inmaculada Ordaz, Marta Zapater.
LVII
Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero, ¿cuándo ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!
Antonio Machado
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