Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Mayo y Junio de 2014 Capítulo 23: w91 15/10 pág. 20 párr. 18 ¡Vístase de apacibilidad! 18. Al atender asuntos judiciales, ¿cuáles son los factores decisivos que aseguran decisiones apropiadas? 18 La Misná judía dice que la cantidad de los que componían los tribunales en los pueblos de Israel variaba según la gravedad del caso. Hay verdadero valor en la multitud de consejeros, aunque el número en sí no garantiza la rectitud, pues una mayoría puede equivocarse. (Éxodo 23:2.) Los factores decisivos que aseguran que se tomarán decisiones apropiadas son las Escrituras y el espíritu de Dios. La sabiduría y la apacibilidad impulsarán a los cristianos a someterse a estos. w94 15/5 pág. 19 párr. 16 Jóvenes: ¿la enseñanza de quién siguen? 16. ¿Cómo pueden los jóvenes resistir las presiones que se ejercen sobre ellos para que participen en conducta inmoral? 16 Aunque te sientas tentado a “seguir tras la muchedumbre para fines malos”, Dios puede ayudarte a resistir la presión de tus compañeros para que sigas su proceder impropio. (Éxodo 23:2; 1 Corintios 10:13.) Pero tienes que escuchar las instrucciones de Dios y guardar como un tesoro sus dichos en el corazón. (Salmo 119:9, 11.) Tienes que reconocer que cuando los jóvenes se aíslan, el deseo sexual puede intensificarse y conducirlos a desobedecer la ley de Dios. “Cuando estoy sola con mi novio, mi cuerpo quiere hacer una cosa y la mente me dice que haga otra”, admitió una joven. Por eso, reconoce tus limitaciones y toma en cuenta que el corazón es traicionero. (Jeremías 17:9.) No te aísles. (Proverbios 18:1.) Fija límites a tus muestras de afecto. Y es de especial importancia que solo tengas una relación estrecha con los que aman a Jehová y respetan profundamente sus leyes. (Salmo 119:63; Proverbios 13:20; 1 Corintios 15:33.) w05 15/2 pág. 20 párr. 12 Protejamos nuestra identidad cristiana 12. ¿Qué pauta y qué ejemplo nos ayudarán a tener una confianza inquebrantable en Dios? 12 Cuando la presión exterior amenaza con arruinar nuestro sentido de la identidad cristiana, conviene recordar que nuestra lealtad a Jehová es mucho más importante que la opinión pública o las tendencias populares. Las palabras de Éxodo 23:2 nos sirven de pauta: “No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos”. En la ocasión en que la mayoría de los israelitas dudaron de la capacidad de Jehová para cumplir sus promesas, Caleb se negó rotundamente a apoyarlos. Estaba convencido de que las promesas de Dios eran fidedignas, postura que le reportó abundantes bendiciones (Números 13:30; Josué 14:6-11). ¿Estamos también dispuestos a resistir la presión de la mayoría y proteger nuestra relación con Dios? w11 15/7 pág. 10 párr. 3 ¿Seguiremos la amorosa guía de Jehová? 3. a) ¿Por qué es arriesgado seguir a otros viajeros cuando no sabemos qué dirección tomar? b) ¿Qué importante principio encontramos en Éxodo 23:2? 3 Supongamos que ya hemos iniciado el viaje. ¿Qué haremos si no estamos seguros de por dónde debemos continuar? Quizás veamos a muchos conductores tomando cierta salida y nos sintamos tentados a ir detrás de ellos. Pero es peligroso tomar un rumbo tan solo porque lo haga la mayoría. No todos los conductores van a ir al mismo lugar que nosotros, ni tampoco tienen por qué conocer bien la zona. Este ejemplo nos enseña una lección. Se trata de un principio que extraemos de una de las leyes que Jehová dio a Israel. A cada persona que fuera a servir de testigo o juez en un tribunal, Dios le dijo: “No debes seguir tras la muchedumbre” (léase Éxodo 23:2). ¿Por qué hizo esta advertencia? Porque sabía que, debido a la imperfección, es fácil ceder a las presiones de la gente y cometer una injusticia. Claro, la norma de no seguir ciegamente a los demás no solo es aplicable a los procesos judiciales, sino a cualquier situación de la vida. w11 15/4 págs. 13-14 párr. 3 Tomemos decisiones que honren a Dios 3. ¿Qué factores no deberían influir en nuestras decisiones? 3 No podemos ser indecisos cuando están en juego los principios de la Biblia. De lo contrario, nuestros compañeros de estudios o trabajo concluirán que no estamos convencidos de nuestras creencias y que somos fáciles de manipular. Tal vez mientan, hagan trampa o roben y luego insistan en que nos unamos a ellos, o que por lo menos los encubramos. Pero eso es “seguir tras la muchedumbre”, es decir, ir ciegamente tras la mayoría (Éxo. 23:2). El cristiano que sabe tomar decisiones que honran a Dios no permite que el temor o el deseo de ser aceptado lo lleven a pasar por alto su conciencia educada por la Biblia (Rom. 13:5). w12 1/10 pág. 5 ¿Por qué sigue habiendo corrupción? La influencia del mundo malvado en que vivimos. Nuestro mundo se caracteriza por la codicia y el egoísmo. En ese ambiente, a algunas personas les cuesta mucho ser diferentes. Así que llevadas por la ambición egoísta, se vuelven ávidas de poder y cultivan un intenso deseo de tener más dinero y más bienes de lo que realmente necesitan. Lamentablemente, no les importa recurrir a medios poco honrados para conseguir lo que quieren. En vez de oponerse a las influencias negativas, optan por “seguir tras la muchedumbre para fines malos” (Éxodo 23:2). w92 1/7 pág. 13 párr. 18 Jehová, el imparcial “Juez de toda la tierra” 18. a) ¿Cuáles eran algunos de los principios que tenían que aplicar los jueces de Israel? b) ¿Qué tenían que recordar los jueces, y qué textos bíblicos muestran las consecuencias de que olvidaran eso? 18 Entre los principios que los jueces de Israel tenían que aplicar estaban estos: igual justicia para los ricos que para los pobres (Éxodo 23:3, 6; Levítico 19:15); absoluta imparcialidad (Deuteronomio 1:17); no aceptar sobornos. (Deuteronomio 16:18-20.) Los jueces tenían que recordar de continuo que las personas a quienes juzgaban eran ovejas de Jehová. (Salmo 100:3.) De hecho, una de las razones por las que Jehová rechazó al Israel carnal fue que sus sacerdotes y pastores no juzgaban con justicia y trataban a la gente con dureza. (Jeremías 22:3, 5, 25; 23:1, 2; Ezequiel 34:1-4; Malaquías 2:8, 9.) w09 15/5 págs. 29-30 párr. 6 ¿Por qué debemos seguir a Cristo? 6. ¿Qué revelan acerca de Jehová las enseñanzas de Jesús? 6 Con sus enseñanzas, Jesús mostró lo que Dios espera de sus siervos y lo que siente por ellos (Mat. 22:3640; Luc. 12:6, 7; 15:4-7). Por ejemplo, después de citar uno de los Diez Mandamientos —el que dice: “No debes cometer adulterio”—, explicó lo que ocurre en el corazón de un hombre antes de incurrir en ese pecado, y lo que Dios piensa de ello. Él dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Éxo. 20:14; Mat. 5:27, 28). Además, aclaró un mandamiento de la Ley que habían malinterpretado los fariseos. Ellos decían que había que amar al prójimo y odiar al enemigo. No obstante, Jesús explicó lo que su Padre pensaba del asunto con estas palabras: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen” (Mat. 5:43, 44; Éxo. 23:4; Lev. 19:18). Cuanto mejor entendamos la manera de pensar y sentir de Dios y lo que él espera de nosotros, más fácil nos será imitarlo w03 15/3 pág. 20 párrs. 1-2 Los primeros cristianos y la Ley mosaica 1, 2. ¿Cuáles fueron algunos beneficios que obtuvieron los israelitas que obedecieron cuidadosamente la Ley mosaica? EN 1513 antes de la era común, Jehová dio a los israelitas un código de leyes y les dijo que si obedecían Su voz, los bendeciría y disfrutarían de una vida feliz y gratificante (Éxodo 19:5, 6). 2 Aquel código, llamado la Ley mosaica o simplemente “la Ley”, era “santo y justo y bueno” (Romanos 7:12). Promovía la buena vecindad y valores como la bondad, la honradez y la moralidad (Éxodo 23:4, 5; Levítico 19:14; Deuteronomio 15:13-15; 22:10, 22). También estimulaba a los judíos a amarse unos a otros (Levítico 19:18). Además, no debían mezclarse con gentiles que no estaban sujetos a la Ley ni tomar esposas de entre esas personas (Deuteronomio 7:3, 4). Como un “muro” que separara a judíos de gentiles, la Ley mosaica protegió al pueblo de Dios de contaminarse con la forma de pensar y las prácticas del paganismo (Efesios 2:14, 15; Juan 18:28). w97 15/7 pág. 13 párr. 21 Virtuosos en un mundo dominado por el vicio 21. ¿Qué comportamiento es común entre los hombres que ostentan el poder en el mundo, pero cómo deben conducirse los que tienen puestos de responsabilidad en la congregación cristiana? 21 Los hombres poderosos e influyentes del mundo suelen carecer de virtud, y en ellos se evidencia la verdad de la máxima que dice que “el poder corrompe”. (Eclesiastés 8:9.) En algunos países, el soborno y otras formas de corrupción son el pan nuestro de cada día entre los jueces, los policías y los políticos. Sin embargo, los que llevan la delantera en la congregación cristiana deben ser virtuosos y no enseñorearse de los demás. (Lucas 22:25, 26.) Los ancianos y los siervos ministeriales no sirven por “amor a ganancia falta de honradez”. Deben ser inmunes a cualquier intento de pervertir su juicio o influir en él aunque les suponga ganancia personal. (1 Pedro 5:2; Éxodo 23:8; Proverbios 17:23; 1 Timoteo 5:21.) w10 15/6 pág. 25 párr. 1 Las actividades espirituales nos reaniman 1. ¿Qué mandato dio Jehová en el monte Sinaí, y con qué objetivo? CUANDO Jehová instituyó el pacto de la Ley en el monte Sinaí, incluyó el mandato de celebrar el sábado. Mediante Moisés dio esta orden a la nación de Israel: “Seis días has de hacer tu trabajo; pero el séptimo día has de desistir, para que descansen tu toro y tu asno y para que se refresquen el hijo de tu esclava y el residente forastero” (Éxo. 23:12). En una muestra de amor y consideración por sus siervos israelitas, Dios estableció un día de descanso semanal “para que se refres[caran]” o renovaran las fuerzas. w12 15/9 págs. 30-31 párr. 11 Jehová congrega a un pueblo feliz 11. ¿Qué fiestas anuales instituyó Dios en el antiguo Israel? 11 Jehová ordenó a los israelitas que acudieran a Jerusalén año tras año para celebrar tres fiestas: la de las Tortas no Fermentadas, la de las Semanas (después llamada Pentecostés) y la de las Cabañas. La Ley establecía lo siguiente: “En tres ocasiones del año se presentará todo varón tuyo delante del rostro del Señor verdadero, Jehová” (Éx. 23:14-17). Muchos cabezas de familia comprendían los beneficios espirituales de estas ocasiones, así que asistían a ellas con toda su familia (1 Sam. 1:1-7; Luc. 2:41, 42). w99 1/3 pág. 14 párr. 6 “El templo” y “el principal” hoy 6. ¿Cuál era el propósito de los comedores del patio exterior, y qué privilegio puede esto recordarles a las otras ovejas? 6 Mientras recorremos el patio exterior, vemos los treinta comedores donde el pueblo come parte de sus ofrendas voluntarias (Ezequiel 40:17). Hoy día, los que componen las otras ovejas no ofrecen sacrificios de animales, pero tampoco acuden al templo espiritual con las manos vacías (compárese con Éxodo 23:15). El apóstol Pablo escribió: “Mediante [Jesús] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre. Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios” (Hebreos 13:15, 16; Oseas 14:2). Es un magnífico privilegio ofrecer a Jehová esos sacrificios (Proverbios 3:9, 27). w00 15/2 pág. 12 párr. 10 Conozcamos “la mente de Cristo” 10. ¿Qué muestra que José y María eran personas temerosas de Dios? 10 Jesús tuvo unos padres temerosos de Dios que lo criaron y cuidaron. Su madre, María, fue una mujer sobresaliente. Recordemos que cuando el ángel Gabriel la saludó, le dijo: “Buenos días, altamente favorecida, Jehová está contigo” (Lucas 1:28). José también era un hombre devoto. Todos los años viajaba fielmente 150 kilómetros para asistir a la Pascua en Jerusalén. María lo acompañaba, aunque esta fiesta solo era obligatoria para los varones (Éxodo 23:17; Lucas 2:41). En una de esas ocasiones, tras una búsqueda cuidadosa, José y María encontraron a Jesús en el templo entre los maestros. Este, que entonces contaba 12 años de edad, dijo a sus preocupados padres: “¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (Lucas 2:49). La palabra “Padre” debía tener una connotación afectuosa y positiva para el joven Jesús, pues seguramente se le había informado de que Jehová era su verdadero Padre. Además, José fue, sin duda, un buen padre adoptivo para él, pues Jehová no habría seleccionado a un hombre duro y cruel para criar a Su querido Hijo. w04 15/3 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Éxodo Respuestas a preguntas bíblicas: Éxodo 23:19. ¿Qué significaba el mandato de no hervir un cabrito en la leche de su madre? Parece que hervir un cabrito en la leche de su madre era un rito pagano que se observaba para que lloviera. Además, puesto que la leche de la madre era para que alimentara a su cría, hervir a esta en esa leche sería cruel. Dicha ley enseñó al pueblo de Dios que debían ser compasivos. w06 15/4 pág. 30 ¿Recuerda usted? ¿Qué aprendemos de la prohibición de la Ley de cocer un cabrito en la leche de su madre? (Éxodo 23:19.) Tal acto pudo haber constituido un rito pagano para invocar la lluvia (Levítico 20:23). Dios dio la leche a la cabra para alimentar a sus crías y ayudarlas a crecer. Cocer el cabrito en ella equivalía a despreciar la relación divinamente establecida entre progenitor y cría. Este precepto evidencia la tierna compasión de Dios.—1/4, página 31. w06 1/4 pág. 31 Preguntas de los lectores - Preguntas de los lectores ¿Qué podemos aprender de la prohibición que aparece en Éxodo 23:19, que dice: “No debes cocer el cabrito en la leche de su madre”? Esta directriz de la Ley mosaica —que aparece tres veces en la Biblia— nos ayuda a comprender el sentido que Jehová tiene de lo que es recto, así como su compasión y su ternura. Al mismo tiempo destaca el odio que siente hacia la adoración falsa (Éxodo 34:26; Deuteronomio 14:21). Cocer un cabrito, o cualquier otro animal, en la leche de su madre sería contrario al orden natural establecido por Jehová. El Creador dispuso que la leche materna sirviera para alimentar a la cría y ayudarla a crecer. Por tanto, cocer al animalito en la leche de su propia madre constituiría, en palabras de cierto erudito, una muestra de “desprecio a la relación que Dios ha implantado y santificado entre progenitor y cría”. También, hay quienes dicen que la costumbre formaba parte de un rito pagano para hacer llover. Si tal fuese el caso, la disposición serviría para proteger a los israelitas de las tradiciones religiosas inútiles y crueles que practicaban las naciones de su alrededor. La Ley mosaica les prohibía claramente andar en los estatutos de dichas naciones (Levítico 20:23). Por último, este mandato en particular deja ver la tierna compasión de Jehová. De hecho, la Ley contenía varios preceptos similares que condenaban la crueldad hacia los animales y que impedían atentar contra el orden natural. Por ejemplo, prohibía sacrificar un animalito que no hubiera estado por lo menos siete días con la madre; degollar a un animal y su cría el mismo día, y llevarse de un nido los huevos o los polluelos junto con la madre (Levítico 22:27, 28; Deuteronomio 22:6, 7). Queda claro, pues, que la Ley no era solo un complicado sistema de mandatos y prohibiciones. Entre otras cosas, sus principios nos inculcan una elevada sensibilidad moral que refleja a todas luces las maravillosas virtudes de Jehová (Salmo 19:7-11). w91 1/2 pág. 17 párr. 10 Honre al Hijo, el Agente Principal de Jehová 10. a) ¿Cómo lleva Miguel la delantera como combatiente a favor del Reino de Dios? b) ¿Qué papel desempeñó Miguel respecto a la nación de Israel? 10 El arcángel Miguel pelea a favor del Reino de Dios, pues lleva la delantera en limpiar de Satanás y sus huestes demoníacas los cielos. (Revelación 12:7-10.) Y el profeta Daniel dice que ‘está plantado a favor del pueblo de Dios’. (Daniel 12:1.) Por lo tanto, parece que Miguel es “el ángel del Dios verdadero que iba delante del campamento de Israel” y que es aquel a quien Dios utilizó para llevar a su pueblo a la Tierra Prometida. “Cuídate a causa de él y obedece su voz —mandó Dios—. No te portes rebeldemente contra él, [...] porque mi nombre está dentro de él.” (Éxodo 14:19; 23:20, 21.) No hay duda de que el arcángel de Jehová tiene que haberse interesado mucho en el típico pueblo del nombre de Dios. Muy apropiadamente, el arcángel acudió en ayuda de otro ángel que fue enviado a fortalecer al profeta Daniel y a quien había presentado oposición un poderoso demonio. (Daniel 10:13.) Por lo tanto, puede ser razonable llegar a la conclusión de que el ángel que destruyó a los 185.000 guerreros de Senaquerib fue el mismo Miguel el arcángel. (Isaías 37:36.) w10 15/12 pág. 6 ¿Recuerda usted? ¿A qué ángel envió Dios delante de los israelitas cuando los liberó de Egipto? (Éxo. 23:20, 21.) En vista de que Jehová dijo sobre este ángel: “Mi nombre está dentro de él”, es lógico pensar que fuera su Hijo primogénito, quien siglos más tarde llegaría a ser Jesús (15/9, página 21). w10 15/9 págs. 21-22 párrs. 2-3 “Solamente tienen un Líder, [...] el Cristo” 2, 3. ¿De qué maneras intervino el Hijo de Dios a favor de la nación de Israel? 2 Siglos antes de que se fundara la congregación cristiana, Jehová nombró a un ángel para dirigir a su pueblo. Tras liberar de Egipto a la nación de Israel, Dios le anunció: “Voy a enviar un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado. Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él” (Éxo. 23:20, 21). ¿Quién era este ángel? En vista de que Jehová dijo: “Mi nombre está dentro de él”, tenemos razones para pensar que se trataba de su Hijo primogénito. 3 Todo indica que, antes de venir a la Tierra, el Hijo de Dios era conocido por el nombre Miguel. En el libro de Daniel se le llama “el príncipe de [Israel]” (Dan. 10:21). Por otro lado, el discípulo Judas menciona un suceso que muestra que mucho antes de los días de Daniel, Miguel ya actuaba a favor del pueblo de Dios. Cuando Moisés murió, parece que Satanás intentó usar su cadáver con malos fines, posiblemente para fomentar la idolatría entre los israelitas. Sin embargo, Miguel intervino para impedírselo. Judas señala en su carta que “cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: ‘Que Jehová te reprenda’” (Jud. 9). Poco después de aquel suceso y justo antes del asedio a Jericó, el “príncipe del ejército de Jehová” —sin duda Miguel— se le apareció a Josué para confirmarle que contaba con el respaldo divino (léase Josué 5:13-15). Y siglos más tarde, en tiempos de Daniel, el arcángel Miguel acudió en auxilio de un ángel que llevaba un importante mensaje para el profeta, pero que había sido interceptado por un poderoso demonio (Dan. 10:5-7, 12-14). w04 15/3 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Éxodo Respuestas a preguntas bíblicas: Éxodo 23:20-23. ¿Quién era el ángel que se menciona aquí, y en qué sentido estaba el nombre de Jehová “dentro de él”? Es probable que este ángel fuera Jesús en su forma prehumana. Se le utilizó para dirigir a los israelitas hacia la Tierra Prometida (1 Corintios 10:1-4). El nombre de Jehová está “dentro de” Jesús en el sentido de que él sobresale en sostener y santificar el nombre de su Padre. w08 15/2 pág. 13 párr. 7 Jesucristo, el más grande de los misioneros 7. ¿Cómo respondieron los judíos a la Ley? 7 Antes de convertirse en humano, es probable que Jesús, “la Palabra”, fuera el Vocero de Dios que guió a los israelitas a través del desierto (Juan 1:1; Éxo. 23:20-23). Pero ellos, aunque “recibieron la Ley según fue transmitida por ángeles”, “no la [guardaron]” (Hech. 7:53; Heb. 2:2, 3). Y en el siglo primero, los líderes religiosos judíos malinterpretaron el propósito de dicha Ley. La norma con respecto al sábado es un buen ejemplo (léase Marcos 3:4-6). Los escribas y los fariseos “[desatendieron] los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad” (Mat. 23:23). A pesar de todo, Jesús no se dio por vencido; continuó proclamando la verdad. w12 15/10 pág. 25 párr. 11 Obedezca a Dios y verá cumplidas sus promesas 11. ¿Qué hicieron los israelitas cuando Dios los invitó a entrar en un pacto con él como su nación escogida? 11 Jehová no obligó a los israelitas a jurar que le obedecerían, ni tampoco a entrar en esa privilegiada relación con él. Fue por su libre voluntad que dijeron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo” (Éx. 19:8). Tres días después, Jehová les dijo lo que tenían que hacer como nación escogida. Primero oyeron los Diez Mandamientos, y luego Moisés les transmitió otros mandatos (Éx. 20:22–23:33). ¿Qué hicieron? “Todo el pueblo respondió con una sola voz y dijo: ‘Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos dispuestos a ponerlas por obra’.” (Éx. 24:3.) Más tarde, Moisés escribió las leyes en “el libro del pacto” y las leyó en voz alta para que toda la nación pudiera oírlas de nuevo. Al instante, el pueblo prometió por tercera vez: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo, y a ser obedientes” (Éx. 24:4, 7, 8). w10 15/6 págs. 8-9 párrs. 13-15 El pueblo de Jehová nos ofrece protección 13-15. a) ¿Qué le sucedió a Dina, y qué nos enseña su experiencia? b) ¿Por qué es una protección relacionarnos con otros cristianos? 13 El ejemplo de Dina, la hija de Jacob, ilustra los peligros de las malas compañías. El relato de Génesis señala que solía frecuentar a las muchachas cananeas que vivían cerca de su familia. Sin embargo, los habitantes de Canaán no compartían las altas normas morales de los siervos de Jehová. Todo lo contrario. Según testimonios arqueológicos, terminaron llenando su país de idolatría, inmoralidad, violencia y depravados ritos sexuales (Éxo. 23:23; Lev. 18:2-25; Deu. 18:9-12). ¿En qué acabó la amistad de Dina con aquellas jóvenes? 14 Siquem, un cananeo que, según el relato, era “el más honorable de toda la casa de su padre”, la tomó, “se acostó con ella y la violó” (Gén. 34:1, 2, 19). ¡Qué tragedia! ¿Cree usted que Dina se imaginaba que podría ocurrirle algo así? Lo más probable es que solo le interesara la amistad de los jóvenes de la región y que los considerara inofensivos. Sin embargo, no podía estar más equivocada. 15 Este pasaje nos enseña una lección importante: es poco realista esperar que no pase nada malo si hacemos vida social con no creyentes. Como advierten las Escrituras, “las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Cor. 15:33). En cambio, es una protección relacionarse con quienes aman a Jehová y comparten nuestras creencias y normas morales. Ellos siempre nos animarán a actuar con sabiduría (Pro. 13:20). w98 15/9 págs. 11-12 párrs. 7-8 Los tiempos y sazones pertenecen a Jehová 7, 8. a) ¿Cómo llegaron a existir las naciones y las potencias mundiales? b) ¿En qué sentido ‘decretó Jehová los tiempos señalados y los límites fijos de la morada de los hombres’? 7 Después del Diluvio, la mayoría de los descendientes de Noé abandonaron la adoración verdadera de Jehová. Con el objetivo de concentrarse en un solo lugar, empezaron a edificar una ciudad y una torre para la adoración falsa. Jehová determinó que era tiempo de intervenir. Confundió su lenguaje y ‘los esparció desde Babel sobre toda la superficie de la tierra’ (Génesis 11:4, 8, 9). Posteriormente, de los diferentes grupos lingüísticos surgieron las naciones, algunas de las cuales absorbieron a otros pueblos y se convirtieron en potencias regionales, e incluso mundiales (Génesis 10:32). 8 Con motivo del cumplimiento de su propósito, Dios definió en ocasiones las fronteras nacionales y el tiempo en el que cierta nación predominaría en una región o se alzaría como potencia mundial (Génesis 15:13, 14, 1821; Éxodo 23:31; Deuteronomio 2:17-22; Daniel 8:5-7, 20, 21). El apóstol Pablo se refirió a este aspecto de los tiempos y sazones de Jehová cuando dijo a los intelectuales de Atenas: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él [...] hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites fijos de la morada de los hombres” (Hechos 17:24, 26). w10 1/1 pág. 13 ¿Por qué mandó Dios exterminar a los cananeos? ¿Por qué no permitió Dios que ambas naciones compartieran la tierra? Con respecto a los cananeos, Dios le advirtió a Israel: “No deben morar en tu tierra, para que no te hagan pecar contra mí. En caso de que sirvieras a sus dioses, eso llegaría a ser un lazo para ti” (Éxodo 23:33). Y tiempo después, Moisés le recordó al pueblo: “Es por la iniquidad de estas naciones por lo que Jehová tu Dios las va a expulsar de delante de ti” (Deuteronomio 9:5). Pero ¿de veras eran tan malvados? Capítulo 24: w02 1/5 pág. 14 párr. 2 Jehová odia la traición 2. ¿Cómo trataron traidoramente a Jehová muchos israelitas? 2 Sin embargo, no todo el mundo desea hacer la voluntad de Jehová. Oseas revela que incluso muchos israelitas no querían hacerla. Como nación, habían aceptado establecer un pacto, o un acuerdo, con Dios para obedecer sus leyes (Éxodo 24:1-8). No obstante, al poco tiempo habían “traspasado el pacto” al quebrantar dichas leyes. Por ello, Jehová dijo que los israelitas ‘trataron traidoramente’ con él (Oseas 6:7). Así ha hecho mucha gente desde entonces. Pero Jehová odia la traición, sea que se le traicione a él o a sus siervos que lo aman. w92 1/11 pág. 11 párrs. 4-5 La educación en tiempos bíblicos 4, 5. a) ¿Qué distinguía al sistema educativo de Israel del de otras naciones? b) ¿Qué otra diferencia importante se menciona en la Encyclopaedia Judaica, y qué probablemente contribuyó a esa diferencia? 4 La Encyclopaedia Judaica dice: “La Biblia es la principal fuente de información sobre el sistema educativo del Israel antiguo”. Jehová utilizó a Moisés como el primer maestro humano de Israel. (Deuteronomio 1:3, 5; 4:5.) Moisés transmitía las palabras de Jehová. (Éxodo 24:3.) De modo que Dios era en realidad el Educador principal de Israel. Este hecho distinguía al sistema educativo de Israel del de otras naciones. 5 La misma fuente de consulta dice: “La educación superior en Mesopotamia y en Egipto era formal y se limitaba a la clase de los escribas, pero parece ser que no era así en el caso de Israel. La diferencia se debía de seguro al sistema de escritura alfabético más sencillo que utilizaban los hebreos. [...] No podemos pasar por alto el papel importante que desempeñó la escritura alfabética en la historia de la educación. Dio comienzo a una desviación de las culturas tradicionales de los escribas de Egipto, Mesopotamia y Canaán del segundo milenio. Ser letrado ya no caracterizaba exclusivamente a una clase de escribas y sacerdotes profesionales versados en las complejas escrituras cuneiforme y jeroglífica”. w96 15/6 pág. 13 párr. 8 Bendiciones o maldiciones: la elección es nuestra 8. ¿Qué se comprometió a hacer el pueblo de Israel, y con qué perspectivas? 8 Años antes, los israelitas habían mostrado igual falta de respeto a las disposiciones de Dios. He aquí lo que sucedió: En el año 1513 a.E.C., Jehová mostró favor al pueblo de Israel librándolo de la servidumbre egipcia y llevándolo como “sobre alas de águilas”. Poco después, el pueblo prometió obedecer a Dios. Nótese cómo la obediencia iba inseparablemente unida al recibimiento de la aprobación divina. Dijo Jehová mediante Moisés: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí”. Luego, el pueblo respondió afirmativamente: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. (Éxodo 19:4, 5, 8; 24:3.) Los israelitas aseguraban amar a Jehová, estaban dedicados a él y juraron obedecer su voz. Hacerlo les reportaría grandes bendiciones w13 15/8 pág. 3 párr. 2 Ustedes han sido santificados 2. ¿Cómo se había convertido Israel en una nación santa? 2 Israel era una nación dedicada a Dios. En el año 1513 antes de nuestra era, los israelitas se habían comprometido de buena gana a hacer la voluntad de Jehová. Habían dicho: “Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos dispuestos a ponerlas por obra” (Éx. 24:3). Como resultado, él los había santificado, es decir, los había separado para que fueran su pueblo. ¡Qué gran privilegio! Cuarenta años después, Moisés le recordó a la nación: “Tú eres un pueblo santo a Jehová tu Dios. Es a ti a quien Jehová tu Dios ha escogido para que llegues a ser su pueblo, una propiedad especial, de entre todos los pueblos que están sobre la superficie del suelo” (Deut. 7:6). w12 15/10 pág. 25 párr. 11 Obedezca a Dios y verá cumplidas sus promesas 11. ¿Qué hicieron los israelitas cuando Dios los invitó a entrar en un pacto con él como su nación escogida? 11 Jehová no obligó a los israelitas a jurar que le obedecerían, ni tampoco a entrar en esa privilegiada relación con él. Fue por su libre voluntad que dijeron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo” (Éx. 19:8). Tres días después, Jehová les dijo lo que tenían que hacer como nación escogida. Primero oyeron los Diez Mandamientos, y luego Moisés les transmitió otros mandatos (Éx. 20:22–23:33). ¿Qué hicieron? “Todo el pueblo respondió con una sola voz y dijo: ‘Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos dispuestos a ponerlas por obra’.” (Éx. 24:3.) Más tarde, Moisés escribió las leyes en “el libro del pacto” y las leyó en voz alta para que toda la nación pudiera oírlas de nuevo. Al instante, el pueblo prometió por tercera vez: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo, y a ser obedientes” (Éx. 24:4, 7, 8). w06 1/4 págs. 21-22 párr. 3 ‘Vayan y hagan discípulos, bautizándolos’ 3. ¿Qué pasos tenemos que dar para disfrutar de una relación personal con Dios? 3 Para figurar entre los que disfrutan de esa preciada relación con Jehová Dios, tenemos que dedicarnos a él y simbolizarlo públicamente mediante el bautismo en agua. Esto lo hacemos en conformidad con el mandato directo que dio Jesús a sus discípulos: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Los israelitas escucharon la lectura del “libro del pacto” (Éxodo 24:3, 7, 8). Gracias a ello, entendieron bien las obligaciones que contrajeron con Jehová. Del mismo modo, antes de dar el paso del bautismo hoy día, hay que tener conocimiento exacto de la voluntad de Dios según se expone en su Palabra, la Biblia. w90 15/2 pág. 18 párr. 12 ‘Discernamos lo que somos’ al tiempo de la Conmemoración 12. Jesús explicó que el vino tiene ¿qué significado representativo? 12 El que Jesús haya hablado de su sangre la noche de la Pascua puede haber traído a la memoria la sangre del cordero allá en Egipto. Pero note que Jesús en realidad hizo una comparación diferente cuando dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes”. (Lucas 22:20.) Anteriormente Dios había hecho un pacto con la nación del Israel carnal, y este fue inaugurado con la sangre de animales sacrificados. Había una correspondencia entre la sangre de aquellos sacrificios y la sangre de Jesús. En ambos casos hubo sangre implicada cuando Dios inauguró un pacto con la nación de su pueblo. (Éxodo 24:3-8; Hebreos 9:17-20.) Un rasgo distintivo del pacto de la Ley fue que el Israel carnal tenía la perspectiva de componer una nación de reyes y sacerdotes. (Éxodo 19:5, 6.) Pero después que Israel no guardó su pacto con Jehová, Dios dijo que reemplazaría “el pacto anterior” con “un nuevo pacto”. (Hebreos 9:1, 15; Jeremías 31:31-34.) La copa de vino que Jesús pasó entonces entre los apóstoles fieles representó aquel nuevo pacto. w92 15/10 págs. 8-9 párr. 4 La familia: una provisión amorosa de Jehová 4. ¿En qué sentido cambió la vida de familia bajo la Ley de Moisés, pero qué papel siguieron desempeñando los padres? 4 Cuando Israel se convirtió en nación en 1513 a.E.C., la ley familiar se subordinó a la Ley nacional dada mediante Moisés. (Éxodo 24:3-8.) Los jueces nombrados recibieron entonces la autoridad de decidir, incluso sobre asuntos de vida o muerte. (Éxodo 18:13-26.) El sacerdocio levítico empezó a encargarse de los aspectos de la adoración relacionados con los sacrificios. (Levítico 1:2-5.) Sin embargo, el padre siguió desempeñando un papel importante. Moisés amonestó a los cabezas de familia: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes”. (Deuteronomio 6:6, 7.) La influencia de la madre era muy importante. Proverbios 1:8 manda a los jóvenes: “Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre”. Sí, dentro del ámbito de la autoridad de su esposo, la esposa hebrea podía fijar —e imponer— leyes en la familia. Sus hijos tenían que honrarla incluso cuando ya hubiera envejecido. (Proverbios 23:22.) w99 1/3 pág. 19 párr. 6 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra” 6. ¿Qué debió haber recordado a los judíos el que se salpicara sangre sobre el altar de la visión? 6 ¿Cuál es la fuente de las bendiciones que recibe el pueblo restaurado de Dios? Pues bien, observemos que el agua fluye desde el templo de Dios. De igual modo, en la actualidad las bendiciones proceden de Jehová a través de su gran templo espiritual, la provisión para la adoración pura. La visión de Ezequiel añade un detalle importante. En el patio interior, la corriente fluye hasta más allá del altar, hacia el sur (Ezequiel 47:1). El altar está en el mismo centro del templo de la visión. Jehová se lo describe meticulosamente a Ezequiel y ordena que se salpique en él la sangre de un sacrificio (Ezequiel 43:13-18, 20). Aquel altar tenía un gran significado para los israelitas. Su pacto con Jehová se había validado mucho tiempo antes cuando Moisés salpicó sangre sobre un altar al pie del monte Sinaí (Éxodo 24:4-8). Así que el que se salpicara la sangre sobre el altar de la visión debió recordarles que cuando regresaran a su tierra restaurada, las bendiciones de Jehová fluirían sobre ellos siempre y cuando hicieran honor a aquel pacto (Deuteronomio 28:1-14). w06 15/2 pág. 23 párr. 11 Se reúnen las cosas en los cielos y las cosas en la Tierra 11. ¿Qué dan a entender los ungidos al beber del vino de la Conmemoración? 11 Al instituir la Conmemoración de su muerte, Jesús dio la copa de vino a sus fieles apóstoles y dijo: “Beban de ella, todos ustedes; porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados” (Mateo 26:27, 28). Tal como la sangre de toros y machos cabríos selló el pacto de la Ley entre Dios y la nación de Israel, así la sangre de Jesús validó el nuevo pacto que Jehová hizo con el Israel espiritual en el Pentecostés del año 33 (Éxodo 24:5-8; Lucas 22:20; Hebreos 9:14, 15). Al beber el vino que simboliza la “sangre del pacto”, los ungidos dan a entender que han entrado en el nuevo pacto y que se benefician de él. w95 1/5 pág. 9 párr. 5 Acepte la Biblia como lo que verdaderamente es 5. a) Si es posible, ¿qué debemos poseer todos? b) ¿Cómo se enteraban los israelitas de la antigüedad de lo que decían las Escrituras? c) ¿Cómo influye Salmo 19:7-11 en su actitud con respecto a la lectura de la Biblia? 5 Hoy día, en la mayoría de los países la Biblia se puede conseguir fácilmente, y animamos a todos los lectores de La Atalaya a que obtengan un ejemplar. Cuando la Biblia se estaba escribiendo, no había imprentas. La generalidad de las personas no tenían un ejemplar personal. Sin embargo, Jehová se encargó de que sus siervos conocieran su contenido. Por ello, Éxodo 24:7 dice que cuando Moisés escribió lo que Jehová le mandó, “tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo”. Después de haber visto las manifestaciones sobrenaturales en el monte Sinaí, el pueblo reconoció que lo que Moisés había leído provenía de Dios y que tenían que conocer esta información. (Éxodo 19:9, 16-19; 20:22.) Nosotros también tenemos que saber lo que dice la Palabra de Dios. (Salmo 19:7-11.) w04 1/8 págs. 10-11 párr. 12 Jehová revela su gloria a los humildes 12. ¿Cómo muestra el ejemplo de Moisés que Jehová favorece a los humildes? 12 Por otra parte, en la Biblia abundan los ejemplos de personas humildes a las que se favoreció con una visión de la gloria divina. Moisés, “con mucho el más manso” de todos los hombres, vio la gloria de Dios y disfrutó de una relación muy estrecha con él (Números 12:3). Este hombre humilde, que había sido un modesto pastor por cuarenta años —mucho de ese tiempo, probablemente en la península arábiga—, recibió de múltiples maneras y en abundancia el favor del Creador (Éxodo 6:12, 30). Gracias al respaldo de Jehová, Moisés fue el vocero y organizador principal de la nación de Israel. Disfrutaba de una comunicación cara a cara con Dios y llegó a contemplar en visión “la apariencia de Jehová” (Números 12:7, 8; Éxodo 24:10, 11). Los que aceptaron a este humilde siervo y representante de Dios fueron bendecidos. Del mismo modo, si reconocemos y obedecemos a Jesús —el profeta mayor que Moisés— y al “esclavo fiel y discreto” que Él nombró, también se nos bendecirá (Mateo 24:45, 46; Hechos 3:22). Capítulo 25: w98 15/10 págs. 8-9 párrs. 4-5 Jerusalén: “la ciudad del gran Rey” 4, 5. ¿Cómo contribuyó David al importante papel de Jerusalén en el cumplimiento del propósito de Dios? 4 En el siglo XI a.E.C., Jerusalén se hizo famosa mundialmente por ser capital de una nación segura y pacífica. Jehová Dios había ungido al joven David por rey de aquella nación antigua, Israel. David y sus descendientes reales, cuya sede del gobierno estaba en Jerusalén, ocuparon “el trono de la gobernación real de Jehová” o el “trono de Jehová” (1 Crónicas 28:5; 29:23). 5 David, un israelita de la tribu de Judá temeroso de Dios, tomó Jerusalén, que estaba en manos de los jebuseos idólatras. En aquel entonces, la ciudad solo ocupaba un monte llamado Sión, por lo que ese nombre llegó a ser sinónimo de Jerusalén. Con el tiempo, David llevó el arca del pacto de Dios con Israel a Jerusalén, y allí la colocó en una tienda. Años antes, Dios había hablado a su profeta Moisés desde una nube situada encima del Arca sagrada (Éxodo 25:1, 21, 22; Levítico 16:2; 1 Crónicas 15:1-3). El Arca simbolizaba la presencia de Dios, pues él era el verdadero rey de Israel. Por tanto, podía decirse en dos sentidos que Jehová Dios gobernaba desde la ciudad de Jerusalén. w96 1/7 pág. 9 párr. 6 ‘Una casa de oración para todas las naciones’ 6. ¿Qué contenía el Santísimo, y cómo estaba representada allí la presencia de Dios? 6 “El Altísimo no mora en casas hechas de mano”, sostiene la Biblia. (Hechos 7:48.) Sin embargo, la presencia de Dios en su morada terrestre estaba representada por una nube en el compartimiento más recóndito, llamado el Santísimo. (Levítico 16:2.) Al parecer, esta nube brillaba intensamente e iluminaba el recinto con su luz. Estaba ubicada encima de un cofre sagrado conocido como “el arca del testimonio”, que contenía las tablas de piedra donde se habían grabado algunos de los mandamientos dados por Dios a Israel. Sobre la cubierta del arca reposaban dos querubines de oro con las alas desplegadas, figura de las criaturas espirituales de alto rango de la organización celestial de Dios. La milagrosa nube de luz estaba situada encima de la cubierta, entre los querubines. (Éxodo 25:22.) Era esta una representación del Dios Todopoderoso sentado en su trono sobre un carro celestial sostenido por querubines vivientes. (1 Crónicas 28:18.) Ello explica por qué el rey Ezequías dijo en oración: “Oh Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, sentado sobre los querubines”. (Isaías 37:16.) w04 15/6 pág. 17 párr. 16 Valoremos debidamente el don de la vida 16. ¿Qué debería comunicarnos la traducción “la sangre de ese”? 16 La traducción “la sangre de ese” es muy significativa y debería comunicarnos varios matices. Hacía falta algo más que la muerte de alguien, aunque ese alguien fuese el hombre perfecto Jesús. Él llevó a cabo todo lo que prefiguraba la Ley, en particular, el Día de Expiación. Ese día especial se sacrificaban los animales estipulados y, después, el sumo sacerdote introducía parte de la sangre en el Santísimo del tabernáculo o el templo, y allí la presentaba ante Jehová, como si estuviera en su presencia (Éxodo 25:22; Levítico 16:2-19). w09 15/9 pág. 27 párr. 8 ¿Valoramos lo que Jehová ha hecho para liberarnos? 8. ¿Qué hacía el sumo sacerdote en el Día de Expiación? 8 Entre los sacrificios más importantes que exigía la Ley estaban los que se ofrecían el Día de Expiación. En esa celebración anual, el sumo sacerdote realizaba una serie de actos simbólicos. Para empezar, le presentaba ofrendas a Jehová para expiar los pecados, primero los de la clase sacerdotal, y luego los de las tribus no sacerdotales. Después entraba en el Santísimo del tabernáculo o del templo. Solo él podía entrar en ese lugar y solo podía hacerlo ese día. Allí salpicaba la sangre de los sacrificios delante del arca del pacto. En ocasiones aparecía sobre el arca una nube brillante que representaba la presencia de Jehová (Éxo. 25:22; Lev. 16:1-30). Capítulo 26: w11 15/9 págs. 27-28 párrs. 13-14 ¿Me conoce Jehová? 13, 14. ¿De qué formas demostró Moisés que era una persona humilde? 13 A diferencia de Coré, “Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Núm. 12:3). ¿Cuál fue una de las formas en que manifestó esa actitud mansa? Siguiendo humildemente las órdenes divinas (Éxo. 7:6; 40:16). En la Biblia no lo vemos cuestionando vez tras vez los mandatos del Creador o quejándose de sus decisiones. Pensemos tan solo en la orden de Jehová de que se le construyera un tabernáculo, una tienda donde sería adorado. Moisés recibió indicaciones muy precisas sobre la confección de las telas, el color de las hebras, el número de presillas y muchos otros detalles (Éxo. 26:1-6). A lo largo de la historia, Jehová ha usado en su organización superintendentes para guiar a su pueblo. Claro, quizás nos sintamos desanimados cuando dan instrucciones que nos parecen demasiado meticulosas. Pero nuestro Padre celestial es un superintendente perfecto, y sabe confiar en sus siervos y delegarles autoridad. Por eso, siempre que da muchos detalles lo hace con buenas razones. Cuando Moisés recibió tantas especificaciones para el tabernáculo, no se enojó con Jehová ni pensó que lo estuviera rebajando o que estuviera reprimiendo su creatividad y libertad. Todo lo contrario. Fue muy obediente y se aseguró de que los trabajadores realizaran sus labores exactamente como se había dispuesto (Éxo. 39:32). ¡Cuánta humildad demostró Moisés! Sin duda, reconocía que era la obra de Dios y que él no era más que un instrumento suyo. 14 Tiempo después, volvió a dar un ejemplo de humildad al enfrentarse a circunstancias que lo afectaron directamente. Fue en cierta ocasión en la que los israelitas se pusieron a quejarse. Él perdió los estribos y, lo que es peor, no dio gloria a Jehová. Como castigo, se le anunció que no introduciría a su pueblo en la Tierra Prometida (Núm. 20:2-12). Recordemos que, junto con su hermano Aarón, había soportado durante años las protestas de los israelitas. Y ahora, por haber cometido aquel único error, se le indicó que se quedaría sin presenciar el cumplimiento de algo que llevaba mucho tiempo esperando. ¿Cómo reaccionó al saberlo? Aunque lógicamente se sentiría decepcionado, aceptó con humildad la decisión de Jehová. Sabía que es un Dios recto “con quien no hay injusticia” (Deu. 3:25-27; 32:4). No hay duda de que Moisés era una de las personas a quienes Jehová conocía como fieles siervos suyos (léase Éxodo 33:12, 13). w93 15/1 pág. 20 párr. 5 ¿Por qué debemos guardarnos de la idolatría? 5. ¿Por qué se puede decir que no todas las imágenes son ídolos? 5 No todas las imágenes son ídolos. Dios mismo mandó a los israelitas hacer dos querubines de oro para el arca del pacto y bordar representaciones de esas criaturas espirituales sobre las 10 telas de la cubierta interior del tabernáculo y sobre la cortina que separaba el Santo del Santísimo. (Éxodo 25:1, 18; 26:1, 31-33.) Solo los sacerdotes que oficiaban veían estas representaciones, que eran principalmente un símbolo de los querubines celestiales. (Compárese con Hebreos 9:24, 25.) Es evidente que no se veneraba a las representaciones de los querubines del tabernáculo, pues ni siquiera los mismos ángeles justos aceptaban adoración. (Colosenses 2:18; Revelación 19:10; 22:8, 9.) Toda la información ha sido sacada de la Watchtower Watchtower Library 2013 2013 Este archivo, es simplemente una ayuda para nuestra preparación, el propósito principal de esto, es que investiguemos más nosotros. (km 99--2006)