Producción económica

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SOCIEDAD Y MODOS DE PRODUCCIÓN ECONÓMICA
INDICE
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INDICE i
INTRODUCCIÓN 1
ANTECEDENTES 2
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 2
SOCIEDAD 3
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL 4
FUNCIONES DE LA FAMILIA DENTRO DE LA SOCIEDAD 5
¿QUÉ SON LAS INSTITUCIONES SOCIALES? 5
TIPOS DE INSTITUCIONES SOCIALES 5
INSTITUCIONES QUE FORMAN LA SUPERESTRUCTURA SOCIAL 6
PRODUCCIÓN 6
¿QUÉ SON LOS MODOS DE PRODUCCIÓN? 7
¿CUÁLES SON LOS MODOS DE PRODUCCIÓN? 9
PRODUCTIVIDAD 15
RECURSOS 16
FACTORES DE PRODUCCIÓN 16
POBLACIÓN DESEMPLEADA 17
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA 17
POBLACIÓN OCUPADA 17
SOBERANÍA DEL CONSUMIDOR 17
SOBERANÍA ECONÓMICA 18
1
¿CÓMO ESTÁ COMPUESTA LA ESTRUCTURA SOCIAL? 18
CONCLUSIÓN 21
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de esta investigación pretende enseñarnos el cómo se producen, distribuyen y consumen las
riquezas de una sociedad.
La significación de la palabra riqueza puede extenderse a todos los bienes que el hombre puede gozar; y en
esta acepción hasta la salud y la alegría serían riquezas. Una casa, una alhaja, un mueble, los vestidos, las
monedas, los libros, etcétera, son porciones de riquezas. Cada persona o cada familia posee una cantidad
mayor o menor de cada una de estas cosas; y sus valores reunidos son los que constituyen su riqueza o
fortuna. La suma de las fortunas particulares compone la fortuna de la nación o la riqueza nacional.
Hablando comúnmente y en el uso ordinario llamamos ricos a los sujetos que poseen muchos bienes; pero
cuando se trata de estudiar el modo como se forman, distribuyen y consumen las riquezas, se denominan
igualmente así las cosas que merecen este nombre, lo mismo que tengamos muchos o pocos; pues un grano de
trigo es trigo del mismo modo que lo es una espiga llena de granos. Para crear riquezas basta con crear valores
o aumentar el que ya tienen las cosas que poseemos. Por tanto, se da valor a un objeto dándole una utilidad
que no tenía, y para aumentar el valor que ya tienen las cosas se ha de aumentar el grado de utilidad que
tenían cuando las adquirimos.
Para conocer un poco más acerca de este tema, los invitamos a continuar disfrutando del desarrollo de esta
investigación.
ANTECEDENTES
Cuando se inició la colonización española en el territorio que ocupa Venezuela en la actualidad, la población
indígena incluía más de cien grupos tribales distintos. Entre ellos: Achaguas, Betoyes, Caquetíos,
Guaiqueríes, Jirajaras, Otomanos, Palenques y Timotes, entre otros. Todas estas sociedades y aún aquellas que
por lo general son mencionadas de manera fugaz en las fuentes históricas guardan entre sí un vínculo común:
todas poseían una especificidad social y cultural en equilibrio armónico con el medio ambiente ecológico. En
otras palabras, estos grupos humanos desarrollaron técnicas y relaciones de intercambio económico en la
búsqueda de la subsistencia, crearon formas de organización social y política, acumularon explicaciones
míticas a través de las generaciones e idearon sistemas de creencias mágico−religiosas buscando las
respuestas más coherentes que ellos pudieron imaginar para satisfacer sus necesidades básicas al adaptarse a
su ambiente natural.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Amplio proceso de cambios económicos, políticos y sociales que llevó a los países de Europa Occidental a
convertirse en sociedades industriales. Iniciada por Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo XVIII se
extendió luego a otros países −Bélgica, Holanda, Francia, los Estados Unidos, Alemania, etc.− durante el
curso de la siguiente centuria. La Revolución Industrial no fue un proceso violento, como el de casi todas las
revoluciones políticas, sino un conjunto de cambios graduales y acumulativos, que sin embargo significó una
verdadera aceleración con respecto al ritmo de las transformaciones de los siglos precedentes.
Desde el punto de vista tecnológico la Revolución Industrial se caracterizó, en esta primera fase, por el uso
intensivo de la máquina de vapor, lo que permitió multiplicar enormemente la cantidad de energía disponible
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para la producción. Se inventaron y desarrollaron un sinnúmero de máquinas, entre las cuales cabe citar
especialmente la máquina de hilar, generalizándose la producción y el empleo del hierro y, luego, del acero.
Estos cambios tecnológicos tuvieron dos efectos de gran trascendencia: por una parte, se modificó
completamente la organización industrial, pasándose de un sistema de manufacturas basado en el trabajo
artesanal a la fábrica moderna, donde se concentraban un gran número de obreros y se hacía uso intensivo de
la división del trabajo; por otra parte, la producción industrial se incrementó considerablemente, creando una
oferta de bienes manufacturados que no tenía precedentes y abaratando estos productos de modo significativo.
La demanda de trabajo de las industrias nacientes impulsó la migración de la población rural hacia las
ciudades; una nueva clase de obreros asalariados comenzó a crecer, hasta el punto de constituirse en muchos
países en la mayoría de la población. El campo, aunque despoblándose, no redujo la oferta de productos
agrícolas: ello fue debido en parte a los nuevos instrumentos que la industria estaba en condiciones de proveer
y, en general, a una mejoría notable en las técnicas de producción que ya venían modificándose desde tiempo
atrás.
Las economías surgidas de la Revolución Industrial se caracterizaron, en consecuencia, por un uso mucho más
intensivo del capital que el que era típico de las economías agrarias precedentes. La incorporación de capital y
la creación constante de nuevas tecnologías aumentó la productividad, elevando el nivel de consumo de la
población y desarrollando un amplio mercado de bienes y servicios así como, más lentamente, un vigoroso
mercado de capitales.
Todos estos cambios se realizaron en el curso de unas pocas décadas, transformando radicalmente la
fisonomía de los países de Europa Occidental y de los Estados Unidos. Pero el proceso no se detuvo: a
mediados del siglo XIX comenzó lo que algunos llaman una "Segunda Revolución Industrial", o una segunda
fase de la misma, caracterizada por el auge de la producción de acero, el tendido de líneas férreas, los
adelantos de la industria química y, algo después, el uso extendido de la electricidad. En realidad no tiene
mayor sentido hablar de diversas fases o revoluciones industriales, puesto que el proceso de desarrollo −una
vez logrado el impulso inicial− se ha desplegado de un modo ininterrumpido hasta nuestros días. Tampoco
parece adecuado extender el término de revolución industrial a los procesos de cambio que se producen en
nuestros días en una multitud de países, pues las condiciones de partida son muy diferentes a las de Inglaterra
en 1750 y porque la industria ha cambiado radicalmente desde aquellos años. Los procesos sociales, por otra
parte, guardan sólo una muy ligera semejanza con los que prevalecieron durante el período que hemos
reseñado. Por eso conviene emplear, para los casos del presente, el término más abstracto y menos restringido
de industrialización.
FUNCIONES DE LA FAMILIA DENTRO DE LA SOCIEDAD:
• Biológica: procura la satisfacción sexual de los adultos y la perpetuación de la especie.
• Económica: procura la satisfacción de las necesidades del ser humano.
• Educativa: procura la transmisión de la cultura, hábitos, costumbres, etc.
• Religiosa: inculca la formación de valores y practicas devotas.
• Recreativa: procura el descanso y el recreo de los miembros de la familia.
PRODUCCIÓN
Es cualquier actividad que sirve para crear, fabricar o elaborar bienes y servicios. En un sentido algo más
estricto puede decirse que producción económica es cualquier actividad que sirve para satisfacer necesidades
humanas creando mercancías o servicios que se destinan al intercambio. El concepto económico de
producción es, por lo tanto, suficientemente amplio como para incluir casi todas las actividades humanas: es
producción del trabajo del artista y del artesano, la provisión de servicios personales y educacionales, la
actividad agrícola y la de la industria manufacturera.
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El nivel de vida de una comunidad, y el grado de desarrollo económico de la misma, dependen esencialmente
de la cantidad de bienes y servicios que estén a su disposición para el consumo y ésta, a su vez, depende de la
cantidad de mercancías que sean producidas en un período dado. Cualquiera sea la forma en que se
distribuyen los ingresos de una población, ésta tendrá bajos niveles de consumo si el volumen de los bienes
disponibles es insuficiente; por ello la riqueza de las sociedades modernas se basa en una expansión enorme
de la producción con respecto a la existente en épocas anteriores, y no en las políticas redistributivas que se
hayan llevado a cabo. El volumen de la producción depende de la división del trabajo y ésta de la existencia
del mercado. La producción moderna se basa en un acervo tecnológico que se ha ido expandiendo a lo largo
del tiempo e implica el uso intensivo de capital y de mano de obra cada vez más calificada. La amplitud de los
mercados modernos ha hecho que pueda producirse una variedad inmensa de bienes y servicios.
La teoría económica ha prestado particular atención a dos problemas fundamentales que enfrenta el productor:
qué combinación de factores utilizar para lograr la eficiencia y qué cantidad producir para maximizar las
ganancias.
En la práctica las empresas enfrentan otros problemas, más difíciles de encarar teóricamente: deben afrontar
inversiones de riesgo cuando lanzan al mercado productos cuya aceptación no es completamente conocida;
deben adaptarse a las complejas regulaciones que imponen casi todos los Estados, y tienen que lograr,
además, un adecuado clima en las relaciones laborales.
¿QUÉ SON LOS MODOS DE PRODUCCIÓN?
Es el modo de obtener los bienes materiales necesarios al hombre para el consumo productivo y personal. El
modo de producción constituye la unidad de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. El
cambio del modo de producción origina cambios del régimen social, sirve de base al desarrollo de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción, de toda la producción social. Gracias a los conocimientos
adquiridos, a la experiencia y a los hábitos de trabajo, los hombres producen los bienes materiales, desarrollan
las fuerzas productivas, que muestran el grado en que el hombre domina a la naturaleza. El nivel de desarrollo
alcanzado por las fuerzas productivas determina el carácter de las relaciones de producción. Las relaciones de
producción o relaciones económicas, es decir, las que se establecen entre los hombres en el proceso de
producción de los bienes materiales, influyen a su vez activamente sobre las fuerzas productivas, facilitando u
obstaculizando su desarrollo. Si las relaciones de producción corresponden al nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas, como ocurre, por ejemplo, bajo el socialismo éstas se desarrollan sin obstáculos. En
cambio, cuando las relaciones de producción dejan de corresponder al nivel de las fuerzas productivas, como
es el caso en el capitalismo contemporáneo frenan el progreso de dichas fuerzas, se convierten en una traba, y
se hace necesario sustituir el modo de producción caduco por otro nuevo, que corresponda al nivel más
elevado de las fuerzas productivas. Este cambio de un modo de producción por otro se efectúa por vía
revolucionaria. El fundamento económico de las revoluciones sociales se pone al descubierto gracias a una ley
económica general: la ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas
productivas, descubierta por Marx. El papel decisivo en el sistema de las condiciones materiales de vida de la
sociedad corresponde al modo de producción de los bienes materiales. Según sea el modo de producción, tal
será en lo fundamental la sociedad misma −sus ideas, sus teorías, las concepciones y las instituciones
políticas. La historia conoce cinco modos de producción que se han sucedido desde el nacimiento de la
sociedad humana: el de la comunidad primitiva, el esclavista, el feudal, el capitalista y el socialista. Éste
es el más progresivo de la historia. El que se sustituya un viejo modo de producción por otro nuevo es
resultado inevitable de la agudización de las contradicciones entre las fuerzas productivas en desarrollo y las
relaciones de producción rezagadas. Tales contradicciones, cuando impera la propiedad privada sobre los
medios de producción, poseen carácter antagónico y se manifiestan en la lucha de clases. En esta lucha
alcanza la victoria la parte de la sociedad que se halla vinculada al modo de producción más avanzado y
progresivo. Bajo el socialismo, las contradicciones en el desarrollo del modo de producción no presentan
carácter antagónico y la sociedad las supera mediante el perfeccionamiento consciente de las relaciones de
producción, a las que adecua el nivel de las fuerzas productivas. Del modo de producción hay que distinguir la
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base económica de la sociedad, que es el conjunto de las relaciones de producción dominantes en tal o cual
sociedad humana. La unidad del modo de producción y de la superestructura ideológica y política que
corresponde a la base de una sociedad dada constituye una formación económico−social.
¿CUALÉS SON LOS MODOS DE PRODUCCIÓN?
COMUNIDAD PRIMITIVA:
En la que la mayor parte de los medios de producción y especialmente la tierra son de propiedad común. En él
los hombres semisalvajes luchaban indefensos ante las fuerzas naturales, sus alimentos consistían en frutos,
vegetales y raíces. Hace 9 o 10 mil años aparece la división del trabajo, debida fundamentalmente al
descubrimiento de la agricultura la cual convierte al hombre en un ser sedentario. La agricultura constituye un
paso muy importante en el desarrollo de las fuerzas productivas.
LA ESCLAVITUD:
Los medios de producción como los hombres que se sirven de ellos en su trabajo, son propiedad de otros
hombres. Los esclavos pueden ser de propiedad privada o del estado; esto se considera la primera forma de
explotación del hombre por el hombre en la historia de la humanidad. En este período nace el Estado, debido a
la necesidad de un ente que mantuviera bajo control las insurgencias y a las personas que se querían librar del
yugo. Además se originan 3 clases: la explotadora (dueños de tierras y de los esclavos), la explotada (esclavos
y campesinos muy pobres) y los mercaderes o comerciantes (constituida por los intermediarios entre los
compradores y los vendedores).
MODO ESCLAVISTA DE PRODUCCIÓN:
Primer modo de producción basado en la explotación que aparece en la historia; surge por descomposición del
régimen de la comunidad primitiva. El modo esclavista de producción alcanzo su máximo desarrollo en la
Grecia antigua y, sobre todo, en la Roma clásica. No todos los pueblos, sin embargo, han pasado por ese modo
de producción en su desenvolvimiento histórico. En el régimen esclavista, las relaciones de producción se
basaban en la propiedad de los dueños de esclavos sobre los medios de producción y sobre los esclavos
considerados como instrumentos parlantes sin derecho alguno y sujetos a explotación cruel. El trabajo del
esclavo, que tenía un carácter abiertamente coercitivo, se aplicaba en gran escala en los latifundios y la
producción artesanal. El dueño disponía no sólo del trabajo, sino también de la vida del esclavo. En la época
en que se forma el régimen esclavista, la sociedad se divide en dos clases fundamentales: los señores
esclavistas y los esclavos. Para mantener el dominio de los primeros se estructura un aparato de violencia y
coerción, el Estado esclavista. En dicha sociedad, al lado de las clases fundamentales, existían campesinos
libres, artesanos y mercaderes. Los contingentes de esclavos se nutrían sobre todo mediante las guerras y,
parcialmente, con los campesinos y artesanos que se arruinaban. En lo fundamental, la economía presentaba
un carácter cerrado, natural, pero aumentó la división del trabajo y el cambio, y ello dio origen a la producción
mercantil. La explotación de una importante masa de esclavos creaba el plusproducto, lo cual permitió a la
capa alta esclavista liberarse del trabajo físico en la producción material trabajo que empezó a ser considerado
como ocupación indigna de un hombre libre− y a dedicarse al gobierno, a la política, a la ciencia y al arte.
Surge de este modo la oposición entre el trabajo físico y el trabajo intelectual y nace asimismo la oposición
entre la ciudad y el campo. El modo esclavista de producción era progresivo en comparación con el régimen
de la comunidad primitiva, dado que la esclavitud hacía posible un mayor desarrollo de la producción. Sin
embargo, con el tiempo el régimen esclavista se convirtió en un freno para el desarrollo de la sociedad. Los
esclavos no estaban interesados por el resultado de su labor. Bajo la esclavitud se empleaban sólo
instrumentos primitivos y la productividad del trabajo seguía siendo baja. Se explotaba a los esclavos de
manera tan cruel que su vida era corta, y las fuentes que permitían completar los efectivos necesarios se
agotaron. El régimen esclavista entró en el período de crisis. Lo cuarteaban las sublevaciones de los esclavos
y la lucha de los campesinos libres contra los dueños de esclavos. El hundimiento del modo esclavista de
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producción se aceleró debido a los ataques desde el exterior y su puesto fue ocupado por el modo feudal de
producción.
EL FEUDALISMO:
Sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza de Europa occidental
durante la alta edad media. El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de
tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje
y fidelidad. Pero tanto el señor como el vasallo eran hombres libres, por lo que no debe ser confundido con el
régimen señorial, sistema contemporáneo de aquél, que regulaba las relaciones entre los señores y sus
campesinos. El feudalismo unía la prestación política y militar a la posesión de tierras con el propósito de
preservar a la Europa medieval de su desintegración en innumerables señoríos independientes tras el
hundimiento del Imperio Carolingio.
MODO FEUDAL DE PRODUCCIÓN:
Modo de producción de los bienes materiales basada en la propiedad feudal sobre la tierra y la propiedad
parcial sobre los trabajadores −campesinos siervos−, así como en la explotación de estos últimos por parte de
los señores feudales. El feudalismo surgió como resultado de la descomposición del régimen esclavista y, en
algunos países, del régimen de la comunidad primitiva. Lenin, al caracterizar el modo feudal de producción,
destaca los siguientes rasgos fundamentales: 1) dominio de la economía natural, 2) concesión de medios de
producción y de tierra al productor directo, y en particular fijación del campesino a la tierra, 3) dependencia
personal del campesino respecto al terrateniente (coerción extraeconómica), 4) estado extraordinariamente
bajo y rutinario de la técnica. En las condiciones del modo feudal de producción, la clase dominante es la de
los terratenientes en la persona de la nobleza y del clero. La propiedad sobre la tierra era la base para obtener
trabajo o productos no remunerados. El trabajo adicional no remunerado del productor directo (campesino
siervo) o el producto obtenido mediante dicho trabajo y del que se apropian los dueños de la tierra por medio
de la coerción extraeconómica se llama renta feudal del suelo. La producción artesanal y el comercio se
concentraban en las ciudades y se organizaban bajo la forma de gremios de artesanos y corporaciones de
mercaderes. En el régimen feudal existían dos clases principales: los señores feudales y los campesinos.
Correspondía un gran papel a la Iglesia, que era un gran terrateniente feudal y ejercía una sensible influencia
sobre todo el régimen social del feudalismo. A lo largo de toda la época feudal existió una lucha de clases
entre explotadores y explotados. Esta lucha se reflejó, en particular, en las sublevaciones campesinas: la de
Wat Tyler en Inglaterra (1381), la Jacquerie en Francia (1358), la guerra campesina en Alemania
(1524−1525), las guerras acaudilladas por I. Bolotnikov (1606−1607), S. Razin (1670−1671) y E. Pugachov
(1773−1775) en Rusia, y otras. El desarrollo de las fuerzas productivas en las entrañas del feudalismo
constituyó la base material de la formación de las relaciones capitalistas y su consolidación. El proceso de la
acumulación originaria del capital aceleró la preparación de las condiciones materiales para que vencieran las
relaciones capitalistas de producción. El modo feudal de producción se suprimió como resultado de las
revoluciones burguesas, que le asestaron un golpe demoledor. En Rusia, la reforma de 1861 abolió la
servidumbre, pero no elimino importantes restos del feudalismo. La existencia de supervivencias feudales
bajo el aspecto de la gran propiedad terrateniente, el sistema de prestación personal, etc., en la actualidad son
singularmente característicos de varios países de África, Asia y América Latina.
CAPITALISMO:
Régimen económico fundado en el predominio del capital. Sistema basado en el predominio de la empresa
privada en la organización económica. La producción capitalista esta destinada al cambio. Los medios de
producción son propiedad de cierto sector de la sociedad: los capitalistas; el resto de los miembros de la
sociedad (la gran mayoría), no posee sus propios medios de producción; trabajan como asalariados y utilizan
los medios de producción de los capitalistas.
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MODO CAPITALISTA DE PRODUCCIÓN:
Modo de producción de los bienes materiales basado en la propiedad privada capitalista sobre los medios de
producción y en la explotación del trabajo asalariado. El régimen capitalista sustituyó al modo feudal de
producción. Constituye una organización social dividida en dos clases fundamentales, cuyos intereses son
diametralmente opuestos: la clase de los capitalistas, propietarios de los medios de producción, y la clase de
los proletarios, carentes de propiedad y de medios de subsistencia, por lo que, ante la amenaza del hambre, se
ven obligados a vender constantemente su fuerza de trabajo a los capitalistas. El capitalismo es la última
formación económico−social basada en la propiedad privada y en la explotación del hombre por el hombre.
Su ley económica cardinal, su hierra motriz y su principal estimulo radican en la producción y en la
apropiación de la plusvalía, que tiene como fuente el trabajo no retribuido de los obreros asalariados. En
comparación con el feudalismo, el modo capitalista de producción es más progresivo, pues ha elevado a un
nivel superior el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad, ha aumentado sensiblemente la
productividad del trabajo social, ha llevado a cabo en proporciones inmensas la socialización del trabajo y de
la producción, ha incrementado en gran medida el volumen de la producción y ha elevado su nivel técnico.
Después de desarrollar hasta dimensiones antes nunca vistas las fuerzas productivas sociales, el régimen
capitalista, en virtud de las contradicciones internas antagónicas que le son inherentes, de sus vicios y lacras,
ha condenado a una gran parte da la sociedad, a los trabajadores, a la ruina y a la miseria, pues son
fundamentalmente los capitalistas quienes se apropian de todos los beneficios que origina el incremente de la
producción social. La economía capitalista se halla regulada por leyes económicas espontáneas, se desarrolla
de manera anárquica, se ve alterada por las crisis económicas de superproducción; en su afán de ganancias los
capitalistas sostienen entre si una enconada lucha competitiva. El crecimiento de la concentración y de la
centralización del capital hace que éste se socialice, que en un polo se acumulen las riquezas, y en otro
empeore la situación del proletariado y se arruinen los pequeños productores. La contradicción fundamental
del modo capitalista de producción es la que se da entre el carácter social de la producción y la forma
capitalista privada de apropiación. Al reunir en las fábricas a millones de obreros, al socializar el proceso del
trabajo, el capitalismo confiere a la producción un carácter social, pero de los resultados del trabajo se
apropian los capitalistas. Esta contradicción principal del capitalismo −la contradicción entre el carácter social
de la producción y la forma capitalista privada de apropiación− se manifiesta en la anarquía de la producción,
hace que la demanda solvente de la sociedad quede rezagada de la ampliación de la producción y conduce
periódicamente a destructoras crisis económicas. A su vez las crisis y los períodos de estancamiento industrial
arruinan todavía más a los pequeños productores, aumentan la dependencia en que el trabajo asalariado se
encuentra del capital, conducen aun más rápidamente a la depauperación relativa, y a veces absoluta, de la
clase obrera". Durante las crisis económicas, tiene lugar una destrucción en masa de las fuerzas productivas,
se debilite la fuerza productiva fundamental de la sociedad: los trabajadores, se incrementa en grandes
proporciones la desocupación, masas enormes de personas son arrancadas del trabajo productivo, una gran
parte de las instalaciones de las empresas capitalistas quedan sin utilizar, no funcionan, y a veces son objeto
de destrucción física. A medida que el capitalismo se va desarrollando, se eleva el prado de explotación de la
clase obrera, se agudizan todas las contradicciones del modo capitalista de producción, se intensifica y se hace
cada vez más enconada la lucha de clases. Estas contradicciones se ahondan y adquieren singular agudeza al
transformarse el capitalismo en imperialismo, sobre todo en el período de la crisis general del capitalismo. El
dominio del capital monopolista en la economía y en la política de los países capitalistas agudiza hasta limites
extremos los conflictos de clase y económicos del régimen capitalista. La tendencia a la descomposición y el
parasitismo, la creciente desigualdad en el desarrollo económico y político de los países capitalistas en la
época del imperialismo y de la crisis general del sistema capitalista de economía, debilitan aun más las bases
del modo capitalista de producción. El capitalismo no está en condiciones de dominar las fuerzas productivas
creadas por él mismo, que han rebasado las relaciones capitalistas de producción, las cuales se han convertido
en grilletes para el libre crecimiento ulterior de aquéllas. Históricamente, el capitalismo moderno ha dado ya
de si cuanto podía dar y ha de ser sustituido por un régimen más progresivo: el socialista. En las entrañas de la
sociedad burguesa, en el proceso del desarrollo de la producción capitalista se crean las premisas materiales
objetivas para pasar al socialismo. Bajo el capitalismo, crece, se cohesiona y se organiza la clase obrera que,
en alianza con los campesinos y al frente de todos los trabajadores, constituye una poderosa fuerza social
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capaz de derrocar al caduco régimen capitalista y sustituirlo por el socialismo. Por primera vez en la historia
de la humanidad, el régimen capitalista de producción fue destruido en Rusia gracias a la victoria de la Gran
Revolución Socialista de Octubre, bajo la dirección del Partido Comunista. A consecuencia de las
revoluciones socialistas de varios países −que comprenden más de un tercio de la población del globo
terráqueo y una cuarta parte de su territorio− el capitalismo ha dejado de ser un sistema económico extendido
por todo el orbe. "La liquidación del régimen capitalista en un numeroso grupo de países, el desarrollo y
reforzamiento del sistema socialista mundial, la desintegración del sistema colonial y el hundimiento de los
viejos imperios, el desplome −iniciado ya− de la estructura económica colonial de los países liberados, la
ampliación de los lazos económicos entre estos países y el mundo del socialismo, todo ello ahonda la crisis de
la economía capitalista mundial". Bajo el influjo de los enormes éxitos económicos de los países
socialistas−plena demostración de las ventajas decisivas del socialismo frente al capitalismo−, bajo los golpes
del movimiento obrero en los países capitalistas y de la lucha de liberación nacional de los pueblos oprimidos,
el capitalismo será barrido para siempre.
SOCIALISMO:
Teoría político−económica que propugna la propiedad y la administración de los medios de producción por
parte de las clases trabajadoras con el fin de lograr, mediante una nueva organización de la sociedad, la
igualdad política, social y económica de todas las personas. Los medios de producción son de propiedad social
y una parte de los medios de producción, pueden ser, igualmente propiedad común de cooperativas,
comunidades rurales, municipios, ciudades; etc.
MODO COMUNISTA DE PRODUCCIÓN:
Modo de producción de los bienes materiales basado en la propiedad comunista de todo el pueblo sobre los
medios de producción, en fuerzas productivas desarrolladas omnilateralmente, que aseguran la abundancia de
bienes de consumo y su distribución según las necesidades. El modo comunista de producción se va
estableciendo en el proceso de la edificación del socialismo y del comunismo, fases respectivamente
inferiores y superiores de la sociedad comunista. La creación de fuerzas productivas altamente desarrolladas,
indispensables para obtener la abundancia de productos y pasar a la aplicación del principio comunista de la
distribución es inconcebible sin transformaciones cualitativas de todos los factores materiales humanos de la
producción. Ello significa, ante todo, construir la base material y técnica de la sociedad, basada en el amplio
establecimiento de procesos productivos automáticos en todas las ramas de la economía nacional, con la
consiguiente eliminación del trabajo manual, poco productivo; significa alcanzar un rendimiento superior del
trabajo social. En la esfera de los objetos de trabajo, significa que se ha obtenido una producción en masa de
nuevos y excelentes tipos de materias primas y materiales sintéticos, no sólo análogos a los que la naturaleza
proporciona ya preparados, sino con propiedades previamente fijadas. En la esfera de la mano de obra,
presupone la aparición de un nuevo tipo de trabajador que combinará armónicamente la actividad intelectual y
la física. Constituye una peculiaridad esencial de todo el proceso de creación de fuerzas productivas
desarrolladas en un sentido comunista, el introducir ampliamente en la economía nacional los resultados de la
ciencia de vanguardia, convertida en una fuerza productiva directa de la sociedad. Sobre la base y bajo el
activo influjo del omnilateral desarrollo de las fuerzas productivas, tiene lugar el proceso de
perfeccionamiento de las relaciones de producción socialistas en todo su conjunto, así como su gradual
transformación en relaciones comunistas. Este proceso sigue tres direcciones fundamentales: en primer lugar
tiende a la fusión de las dos formas de propiedad social en una propiedad única, comunista; en segundo lugar,
tiende a superar las diferencias de clase entre los obreros y los campesinos, a eliminar las diferencias
esenciales entre la ciudad y el campo, así como las diferencias culturales y técnicas en la esfera del trabajo; en
tercer lugar, tiende a combinar racionalmente el principio de la remuneración según el trabajo con el de la
distribución gratuita a cuenta de los fondos sociales de consumo, hasta llegar a la total distribución según las
necesidades. El modo comunista de producción es fruto de la obra creadora de millones de trabajadores, y
cuanto más elevada sea la conciencia de estos últimos, cuanto más plena y amplia sean su actividad y su hacer
creador, tanto más rápidamente avanzan el progreso económico y social de la sociedad, con tanto mayor éxito
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se irá estableciendo la economía comunista.
Podemos colocar en tres clases todos los modos de producir:
El primer modo de producir se consigue recogiendo u ocupando las cosas que la naturaleza crea por si
misma, bien sea, no añadiendo nada a los productos de la misma naturaleza, como cuando se sacan los peces
del mar o cuando extraen los minerales de la tierra; bien sea dirigiendo y favoreciendo a la naturaleza con el
cultivo de las tierras y con las semillas. Todos estos trabajos se parecen por su objeto y se les da el nombre de
industria rural o de agricultura.
El segundo modo de producir se verifica dando a los productos de cualquier industria un valor mayor por las
nuevas formas que se les añaden o por las transformaciones que se les hace experimentar. El minero
proporciona el metal que se necesita para hacer una máquina; pero esta máquina vale más que el metal que se
empleó en ella, y de aquí se sigue que el valor de la máquina que excede al del metal es un valor producido y
que la máquina es un producto de dos industrias: la del minero y la del fabricante. Esta industria se llama de
transformación.
El tercer modo de producir se verifica comprando un producto en el lugar en que tiene menos valor y
transportándolo a otro en que lo tiene mayor. Esto es lo que hace el comercio, o sea la industria comercial. El
comercio produce utilidad, no alterando en nada ni el fondo ni la forma de un producto, y volviéndolo a
vender del mismo modo que lo compró. El comerciante compra el producto en un lugar en que no tiene
consumo, o al menos en donde su consumo es menos extenso y menos apreciado, para transportarlo a los
lugares donde lo tiene mayor, o su producción es menos fácil, menos abundante y más cara.
PRODUCTIVIDAD
La productividad es una medida relativa que mide la capacidad de un factor productivo para crear
determinados bienes en una unidad de tiempo. La productividad del trabajo, por ejemplo, se mide por la
producción anual −o diaria, u horaria− por hombre ocupado: ello indica qué cantidad de bienes es capaz de
producir un trabajador, como promedio, en un cierto período. Si se modifica la cantidad de trabajadores,
obviamente, no se estará aumentando la productividad; ello sólo ocurrirá si se logra que los mismos
trabajadores −al desarrollar sus habilidades, por ejemplo− produzcan más en el mismo período de tiempo. Lo
mismo se aplica a los otros factores productivos. Si bien no es fácil medir con exactitud la productividad de
cada factor aisladamente, pues en la práctica ellos se combinan de un modo que hace dificultosa tal
separación, es posible tener, en cambio, una idea aproximada de la contribución de cada uno al producto final.
Resulta indiscutible que la productividad total ha crecido enormemente desde la época de la Revolución
Industrial: gracias a los adelantos tecnológicos y a la creciente incorporación de capital a los procesos
productivos, y gracias también a la superior calificación de la mano de obra, las empresas modernas son
muchísimo más productivas que sus similares de hace algunas décadas. Este hecho es el que explica, en
definitiva, el gigantesco incremento en el consumo que se ha dado desde aquella época, pues el aumento de la
productividad se expresa en una mayor producción por hombre ocupado.
RECURSOS
Es al conjunto de capacidades humanas, elementos naturales y bienes de capital, escasos en relación a su
demanda, que se utilizan casi siempre conjuntamente para producir bienes y servicios. Los recursos naturales
son aquéllos que provienen directamente de la tierra y de sus características específicas en un lugar o una zona
determinada: puertos naturales, saltos de agua, minerales, flora y fauna, etc. Los recursos humanos son al
conjunto de aptitudes y conocimientos que poseen las personas que trabajan en una actividad o región
determinada.
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FACTORES DE PRODUCCIÓN
Son los diferentes recursos escasos que contribuyen a la creación de un producto. Algunos bienes libres que
contribuyen también a la producción, como el aire o la fuerza de gravedad, no son considerados factores de la
misma puesto que no entran en transacciones económicas y su precio es nulo.
La economía política clásica consideró tres factores de producción: tierra, trabajo y capital, a cada uno de los
cuales correspondía una clase específica de ingresos: las rentas, los salarios y las ganancias o beneficios,
respectivamente. La moderna teoría económica ya no exige una explicación separada para la comprensión de
cada uno de estos factores y los trata de un modo similar. La distinción entre los mismos, por lo tanto, ha
devenido más formal que práctica, y se utiliza especialmente como herramienta clasificatoria para la
presentación de ciertas estadísticas o para el estudio de algunos problemas concretos.
En las economías modernas, a diferencia de lo que ocurría en tiempos de los clásicos, el trabajo es un factor
altamente diferenciado que engloba una cantidad de oficios y profesiones de muy diversa naturaleza; del
mismo modo hay factores intangibles, como la capacidad empresarial, el entorno tecnológico o diversos
servicios que, contribuyendo decisivamente a la producción, no son tomados en cuenta en la clasificación
clásica. De allí que para la economía interese ahora, primordialmente, la forma en que es necesario combinar
los variados factores productivos disponibles, de modo de lograr la eficiencia productiva, es decir, la
maximización de los ingresos de la empresa.
POBLACIÓN DESEMPLEADA
Es el total de personas que, perteneciendo a la población económicamente activa, no se encuentran trabajando
pero está buscando empleo. Dentro de la población desempleada se encuentran quienes han perdido su empleo
y aquellas personas que buscan trabajo por primera vez, es decir, quienes desean incorporarse al mercado de
trabajo
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA
Es el nombre con que se designa a la parte de la población total que participa en la producción económica. En
la práctica, para fines estadísticos, se contabiliza a todas las personas mayores de una cierta edad (15 años, por
ejemplo) que tienen empleo o que, no teniéndolo, están buscándolo o a la espera de alguno. Ello excluye a los
pensionados y jubilados, a las amas de casa, estudiantes y rentistas así como, por supuesto, a los menores de
edad.
Cuando un país tiene altas tasas de crecimiento demográfico la tasa de actividad suele ser baja, pues existe un
alto número de menores de edad y estudiantes en relación al total. Ello ocurre frecuentemente en los países
menos desarrollados, como producto de la llamada transición demográfica, constituyéndose en una traba para
alcanzar un mayor crecimiento económico, pues las personas que laboran tienen que producir −directa o
indirectamente− para un gran número de personas que no generan bienes.
POBLACIÓN OCUPADA
Es la parte de la población económicamente activa que tiene un empleo, remunerado o no. Si a la población
ocupada se le suma la desocupada o desempleada, se obtiene el total de la población económicamente activa o
fuerza de trabajo.
SOBERANÍA DEL CONSUMIDOR
Característica de un sistema de libre mercado donde los consumidores, a través de la demanda que generan,
orientan la producción y las inversiones de las empresas. El consumidor es soberano en el sentido de que su
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decisión de comprar o no un cierto bien queda exclusivamente en sus manos, sin que exista ningún organismo
que le impida escoger la forma en que gastará su renta.
No es fácil percibir en toda su extensión, de un modo inmediato, el grado en que los consumidores
condicionan el mercado. Estos parecen fuertemente condicionados por la publicidad y otros estímulos que
influyen sobre sus decisiones. Pero si se analiza un período relativamente extenso se puede comprobar, sin
dificultad, que han sido las preferencias de los consumidores las que han orientado los cambios generales de la
oferta. Es a través de este mecanismo que se producen hoy una cantidad de bienes que facilitan las tareas
domésticas, que se ha creado una amplia industria cultural y que se han mejorado una serie de artículos de
consumo de alta demanda. La comparación con lo que ocurre en economías centralmente planificadas es por
demás ilustrativa: en ellas hay una frecuente carencia de bienes de consumo, estos son de baja calidad y
escasa diversificación, y se recurre normalmente a mecanismos como el racionamiento que impiden de hecho
toda escogencia.
La soberanía de los consumidores puede frustrarse, sin embargo, cuando ellos no están suficientemente
informados o cuando el mercado de un bien o servicio asume características monopólicas, pues son las
imperfecciones del mercado, de hecho, las que impiden un proceso de elección informado y racional. Para
evitar los efectos dañinos de tales imperfecciones es conveniente, por lo tanto, que exista una legislación
adecuada, capaz de evitar las informaciones falaces o distorsionadas y de impedir en lo posible las prácticas
discriminatorias.
SOBERANÍA ECONÓMICA.
Es la capacidad que tiene un ente político −normalmente un Estado− para determinar por sí mismo la política
económica. La soberanía económica implica la existencia de aduanas y la emisión de moneda, así como
también la potestad −normalmente limitada por la ley− para imponer diversas regulaciones a las actividades
económicas.
CONCLUSIÓN
La sociedad se compone de productores y consumidores. Todos somos consumidores y muy pocos los que no
somos productores. La razón es muy sencilla. Para no ser productores, tendríamos indispensablemente que
carecer de toda industria y talento, no poseer ni la más pequeña porción de tierra y no tener empleado el más
miserable capital.
Entendemos por población civilizada, la que tiene los gustos y necesidades de un pueblo culto, la que respeta
a las personas y propiedades, la que habita en casas decentes y bien amuebladas, la que se mantiene con
alimentos sanos y variados, la que se cubre con buenos vestidos, y la que cultiva la inteligencia y las artes.
Para que florezca la producción en un pueblo, es menester que tenga los gastos y las necesidades que hemos
indicado, porque, los productos destinados a su satisfacción, carecerían de utilidad y valor donde no existieran
esas necesidades y esos gastos.
Los hombres no pueden comprar los productos que necesitan, sino con los objetos que ellos mismos
producen.
Es por ello que se hace necesario el desarrollo de nuevos modos de producción y un poco de cambio en la
conciencia de todos los venezolanos para entre todos construir un mejor país.
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