Página 1 de 12 ORGANISMOS MULTIRESISTENTES (OMR) Actualizado 2010 Lic. Stella Maimone PUESTA EN TEMA Los OMR, son predominantemente bacterias, resistentes a una o más clase de agentes antimicrobianos. Si bien los nombres de ciertos OMR describen la resistencia a un solo agente antimicrobiano, como por ejemplo, Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SAMR) o Enterococo resistente a la Vancomicina (ERV), estos patógenos son resistentes además, a la mayoría de los agentes antimicrobianos disponibles. En adición al SAMR y ERV se encuentran también otros OMR de importancia epidemiológica como ciertos bacilos gram negativos (BGN) incluyendo aquellos productores de beta - lactamasa de espectro extendido (BLEE)y otros que son resistentes a múltiples agentes antimicorbianos como Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae. También encontramos otros OMR como Acinetobacter baumannii resistente a todos los antimicrobianos excepto al Imipenem, y organismos como Stenotrophomonas maltophilia, Burkholderia cepacia y Ralstonia pickettii que son intrínsicamente resistentes a agentes antimicrobianos de amplio espectro. En algunos centros de atención a pacientes crónicos es importante el control del Streptococo pneumoniae resistente a la penicilina y en centros de hemodiálisis el control de S. aureus de sensibilidad intermedia a la Vacomicina, (VISA) Todos estos OMR tienen una importante implicancia en el control de las infecciones. La experiencia en el control de los OMR fue de utilidad para comprender la transmisión y medidas preventivas de estos microorganismos. Si bien los OMR han sido detectados en las unidades de cuidados intensivos y de pacientes agudos hay varias poblaciones afectadas con este problema, como los centros de pacientes crónicos, unidades de pacientes quemados y unidades neonatales. La prevención de éstos patógenos necesita indicaciones específicas para cada población de pacientes e instituciones individuales. No hay “una receta de cocina para la prevención”, por ello es tan importante que cada institución conozca su epidemiología a los efectos de seleccionar las medidas de control más adecuadas. El control de los OMR es de prioridad nacional en los EEUU, en nuestro país no es parte de ningún programa específico de control de infecciones. Sin embargo sería deseable que las instituciones de salud asuman su responsabilidad al respecto. El control de OMR requiere tener en cuenta medidas administrativas, recursos financieros y humanos. Se debe contar con profesionales expertos en los laboratorios de microbiología y también en control de infecciones quienes deberán estar capacitados en epidemiología para el análisis de los datos. Si no se cuenta con este personal, se deberá tener la posibilidad de consultar a otros profesionales con mayor experiencia. Página 2 de 12 El éxito en la prevención y control de los OMR, requiere una política institucional que apoye el programa de control de infecciones, estrategias implementadas en forma total, evaluadas regularmente para su efectividad y ajustadas de acuerdo a los resultados de la incidencia de OMR. IMPORTANCIA CLINICA DE LOS OMR En la mayoría de los casos, las infecciones por OMR tienen manifestaciones clínicas similares a las infecciones causadas por patógenos sensibles. Sin embargo las opciones de tratamiento en pacientes con estas infecciones son extremadamente limitadas. Por ejemplo hasta no hace mucho tiempo la única opción para el tratamiento de los pacientes con SAMR era la Vancomicina y durante la década del 90 no hubo antimicrobiano disponible para el tratamiento del ERV. Si bien en estos momentos ya hay nuevos agentes antimicrobianos para el tratamiento de SAMR y ERV la resistencia a ambos agentes se ha publicado (1; 2) Del mismo modo hay opciones limitadas para el tratamiento de los bacilos gram negativos productores de BLEE , cepas de Acinetobacter baumanii resistente a todos los antibióticos menos al Imipenem y Stenotrophomonas sp. intrínsecamente resistentes. Estas limitaciones pueden influenciar el uso de algunos antibióticos, suprimir la flora normal y crear un medioambiente favorable para el desarrollo y colonización de OMR ante la exposición de los mismos, (lo que se ha dado en llamar ventaja selectiva) incrementar el promedio de estadía, costos y mortalidad. Dos estudios han documentado un incremento de la mortalidad y promedio de estadía asociado a bacilos gram negativos multi resistentes, incluyendo una epidemia por Klebsiella pneumoniae productora de BLEE en una neonatología (3) y la emergencia de la resistencia a cefalosporina de tercera generación para el Enterobacter spp. en pacientes adultos hospializados.(4) La resistencia a la vancomicina se reportó como un predictor independiente de muerte en los pacientes con bacteriemia por enterococo. (5-6-7) Mas aún, el ERV estuvo asociado con un incremento de la mortalidad, promedio de estadía en el hospital, admisión en la unidad de cuidados intensivos, procedimientos quirúgicos y costos, cuando los pacientes con ERV eran comparados con el resto de la población hospitalaria. (8) Con relación al SAMR, muchas veces puede comportarse diferente a otros OMR. Cuando los pacientes con SAMR fueron comparados con pacientes con Staphylococcus aureus sensible (SAMS), los pacientes colonizados con SAMR desarrollaron con mayor frecuencia síntomas de infección. Por otro lado una mayor cantidad de casos fatales se observaron por infecciones como bacteriemias, mediastinitis pos cirugía cardiovascular, e infecciones de sitio quirúrgico cuando estaba involucrado el SAMR. (4-9) EPIDEMIOLOGÍA DE LOS OMR La prevalencia de OMR varía temporalmente, geográficamente, y por sectores de internación. (10-11) Por ejemplo, el ERV emerge en el este de los EEUU en la década del 90 pero no aparece en el oeste hasta varios años más tardes. Los OMR se detectan más en las unidades de cuidados intensivos que en sectores generales de internación, en hospitales de mayor cantidad de camas, mayor complejidad y centros de tercer nivel. La frecuencia de infecciones causadas por estos patógenos es muy baja en los centros de atención de ancianos. Sin embargo en esta población pueden causar serias infecciones con alta mortalidad. Otra población a tener en cuenta es la pediátrica. Un Página 3 de 12 estudio de prevalencia realizado por PN (Prevention Network en E.U) en 8 unidades pediátricas y 7 neonatales en el año 2000, encontró que < 4% de los pacientes estaban colonizados con SAMR o ERV; 10-24% colonizado con bacilos gram negativos resistente a los aminoglucósidos, < 3% estaban colonizados con bacilos gram negativos productores de BLLE (12) Por lo expuesto, estas poblaciones de pacientes requieren los mismos esfuerzos en el control que los de pacientes adultos. Durante las últimas décadas la prevalencia de los OMR en los centros de salud de los EEUU, se ha incrementado sin cesar. A modo de ejemlo, el SAMR fue aislado por primera vez en los EEUU, en el año 1968. En la década del 90, el SAMR era responsable del 20%25% de los aislamientos de Staphylococcus aureus. En 1999, el SAMR era responsable de >50% de los aislamientos de S. aureus. En el año 2003, los reportes de las UCIs en el sistema NNIS (National Nosocomial Infection Surveillance system) fue responsable del 59.5% de los S. aureus aislados. Un crecimiento similar tuvo el ERV, desde el año 1990 hasta 1997, la prevalencia de Enterococo aislado en los hospitales se incrementó desde el <1% hasta el 15%. En la UCIs alcanzó al 25% de aislamientos en el año 1999 y en el 2003 ya se registraba un 28.5% (13) Los bacilos gram negativos productores de BLLE, fluorquinolonas, carbapenems y aminoglucósidos, también han incrementado su prevalencia. Por ejemplo, en 1997 el estudio SENTRY, de vigilancia antimicrobiana en los EEUU, encontró que entre los aislamientos de K. pneumoniae, las tasas de resistencia a la ceftazidima y a otras cefalosporinas de tercera generación, fue de 6.6%, 9.7%, 5.4% y 3.6% en aisamientos de bacteriemias, neumonía, herida e infecciones del tracto urinario, respectivamente. En el año 2003, 20.6% de todos los aislamientos de K. pneumoniae en las UCIs que reportaban al NNIS, eran resistentes a estas drogas. Similares datos se reportaban con otros patógenos. Últimamente, el análisis de las tendencias temporales sobre resistencia de antimicrobianos en los sectores que no son de cuidados intensivos, en 23 hospitales de los EEUU, durante 1996-1997 y 1998-1999, encontró un incremento significativo en la prevalencia de aislamiento de patógenos resistentes, incluyendo el SAMR, P. aeruginosa resistente a la ciprofloxacina, y E. coli resistente a la ciprofloxacina y ofloxacina. Varios factores pueden haber contribuido a este incremento, incluyendo: presión selectiva por exposición a agentes antimicrobianos, incremento de infecciones asociadas a la comunidad por SAMR e inadecuada adherencia a las prácticas de control de infecciones. Importancia de los principales conceptos de transmisión Una vez que los OMR se han introducido en una institución de slaud, la transmisión y persistencia de las cepas resistentes está determinada por la disponibilidad de pacientes vulnerables, la presión selectiva por el uso de antimicrobianos, el incremento potencial de transmisión, por un gran número de pacientes colonizados o infectados y el impacto en la implementación y cumplimiento de las medidas de control (14) Los pacientes vulnerables a la colonización e infección, son predominantemente los que tienen severas enfermedades de base, especialmente aquellos con defensas comprometidas y los que tienen condiciones médicas recientes, como cirugía, procedimientos invasivos (catéter urinario, catéter venoso central, asistencia respiratoria mecánica, tubo endotraqueal) Los pacientes hospitalizados, especialmente los que se encuentran en las UCIs, tienen un riesgo incrementado de adquirir un OMR. A modo de ejemplo, un paciente en una UCI incrementa el riesgo de adquirir un ERV Página 4 de 12 cuando la proporción en la UCI de pacientes colonizados por ERV supera el 50%, o la estadía del paciente en la UCI es más de 15 días.(15) Similar efecto de presión de colonización ocurre con el SAMR. Hay una simple evidencia epidemiológica que sugiere que los OMR son transportados por el personal vía las manos. Las manos se contaminan fácilmente durante la atención directa al paciente y en le contacto con el medio ambiente. Los pacientes con diarrea y asistencia respiratoria mecánica, se consideran grandes reservorios de OMR. Sin enfermeros y médicos en cantidad y calidad suficiente, y sin la adherencia a las medidas de control básicas, los OMR se transmiten. Lavarse las manos siempre y colocarse guantes siempre, son las medidas básicas para el control, de lo contrario ocurrirá la transmisión de los OMR y el vertiginoso aumento de ellos en la institución Rol de la colonización del personal de salud en la transmisión de OMR No se ha documentado que el personal de slaud (PS) pueda introducir un OMR en una unidad de cuidados de paciente (16). Ocasionalmente el PS puede colonizarse, pero aún así su rol en la transmisión en muy limitado, a menos que otros factores estén presentes, como la sinusitis crónica, dermatitis, infecciones del tracto respiratorio alto. Este es uno de los motivos para respetar las indicaciones de restricciones de tareas en el personal enfermo. Duración del aislamiento de contacto La duración necesaria del aislamiento de contacto para pacientes con un OMR permanece siendo un tema no resulto (14) Los pacientes pueden permanecer colonizados con e OMR por tiempos prolongados, la dispersión de éste microorganismo puede ser intermitente y los cultivos de vigilancia pueden fallar en detectar la portación. En 1995, el CDC (centro de control de enfermedades de Atlanta EEUU) ha sugerido en la guías para el control de ERV, que después de tres coprocultivos negativos, con intervalos semanales, se discontinúe el aislamiento de contacto. Sin embargo varios estudios han demostrado que las personas que fueron portadoras de ERV y subsecuentemente reciben tratamiento antibiótico persisten o se les detectó portación intermitente por más de un año. (17-18-19-20) otros estudios mostraron datos similares para el SAMR. (21) Con relación a los bacilos gram negativos, no hay evidencia en la bibliografía. PREVENCIÓN DE LA TRANSMISIÓN DE OMR(14) Niveles de evidencia Las recomendaciones están categorizadas sobre la base de la evidencia científica, racional y teórica existente. Se utiliza en este texto la escala de evidencia del CDC/HICPAC (Centro de Control de Enfermedades de Atlanta EEUU), a saber: Categoría IA fuertemente recomendada para su implementación y fuertemente respaldada por estudios experimentales, clínicos o epidemiológios. Categoría IB fuertemente recomendada para su implementación y respaldada por algunos estudios experimentales, clínicos o epidemiológios o fuerte evidencia teórica racional. Categoría IC de acuerdo a las leyes vigentes. Página 5 de 12 Category II sugerida paara su implementación y respaldada por sugestivos estudios clínicos o epidemiológicos o fuerte evidencia teórica racional No recommendation; es un problema no resuelto. Práctica para ala cual no hay suficiente evidencia o consenso 1. Recomendaciones generales para la institución de salud Medidas administrativas a. La institución debe asegurar todas as medidas necesarias para establecer el control de los OMR ) Categoría IB b. Proveer personal asistencial en número y cantidad, de control de infecciones con formación acorde y apoyo administrativo para poder controlar los OMR en la Institución Categoría IB c. Las instituciones sin experiencia en el análisis epidemiológico de los datos y falta de reconocimiento de problemas ocasionados por los OMR deberán identificar un experto en el tema para su asesoramiento. Categoría II d. Implementar procesos multidisciplinarios para monitorear y mejorar la adherencia a las precauciones estándares, de contacto y lavado de manos. Categoría IB e. Implementar sistemas para el reconocimiento de los pacientes colonizados en el reingreso a la institución. Categoría IB f. Comunicar el estado de portación de OMR cuando los pacientes son transferidos a otra institución. Categoría IB g. Elaborar y entregar una puesta al día, por lo menos anualmente, a los involucrados en la atención del paciente y administradores, sobre las tendencias en las infecciones por OMR, incluyendo información acerca de los cambios en la incidencia o prevalencia de infección, evaluación de las medidas exitosas y aquellas que fallaron, y planes de acción para el mejoramiento de la eficacia y eficiencia del programa de control de OMR Categoría IB Educación y entrenamiento para el personal de salud a. b. Implementar programas de educación y entrenamiento sobre los riesgos de transmisión de OMR, al ingreso del personal y en los programas de educación periódica. Categoría IB Actualizar al personal con información de la misma Institución y las estrategias definidas para su control. Categoría IB Juicioso uso de agentes antimicrobianos Las siguientes recomendaciones tienen el objetivo de asegurar que los sistemas de salud, promuevan un óptimo tratamiento de las infecciones y un apropiado uso de antimicrobianos. a. Los hospitales y centros de tercer nivel (en este documento se trata de pacientes crónicos en recuperación) deben asegurar un proceso multidisciplinario en el lugar, a los efectos de revisar la utilización de b. c. d. Página 6 de 12 os antimicrobianos, susceptibilidad local y patrones de resistencia Categoría IB Implementar sistemas para procurar que en los pases de sala se utilice un apropiado agente antimicrobiano para cada situación clínica. (ej: orden medica computarizada, comentario de microbiología, reportes de susceptibilidad, notificación desde la farmacia clínica) Categoría IB Entregar a los médicos tratantes la susceptibilidad antimicrobiana, las tendencias actuales y las del último año, y las guías de tratamiento antimicrobiano actualizadas. Categoría IB en sectores de salud como por ejemplo centros de tercer nivel, atención domiciliaria, que no cuentan con un sistema administrativo para conocer el estado de sensibilidad del lugar, implementar un proceso adecuado para ajustar las indicaciones médicas. Categoría II e. Vigilancia a. b. c. d. e. f. Utilizar métodos estándares de laboratorio y seguir las guías publicadas de sensibilidad antimicrobiana para determinar sensibilidad y resistencia (SAMR; ERV; BLEE) Categoría IB En todos los centros de salud, asegurar que el laboratorio de microbiología realice la pronta comunicación a control de infecciones, sobre los nuevos patrones de resistencia Categoría IB En todos los centros de salud, desarrollar e implementar un protocolo para determinar cuales OMR serán seleccionados y almacenados para realizar biología molecular. Categoría IB En todos los centros de salud, fundamentalmente los que albergan pacientes muy invadidos o con tratamientos severos, implementar un sistema de vigilancia que permita evaluar la situación local sobre los OMR y establecer la periodicidad de realización y entrega de reportes. Categoría IB Especificar los sitios de infección de los OMR y reportarlos por sitio y área geográfica en el hospital. Categoría II Establecer las tendencias en el tiempo de los OMR, a los efectso de evaluar las medidas de control. Categoría IA Medidas de control de infecciones para prevenir la transmisión de los OMR a. b. c. Seguir las precauciones estándares durante toda la internación del paciente, en cualquier lugar de internación que se encuentre Categoría IB Utilizar un barbijo y protección ocular, de acuerdo a las precauciones estándares, en todas las ocasiones que se generen salpicadura aerosoles (aspiración, intubación, cuidado de la traqueostomía, curación de herida de pacientes quemados,) Utilizar las precauciones de contacto rutinariamente en todos los pacientes con OMR previamente identificados como colonizados o infectados. Si el paciente es transferido a otra unidad o centro de d. e. f. g. h. i. j. k. l. m. n. Página 7 de 12 salud, identificar claramente la situación de portación de OMR. Categoría IB En centros de tercer nivel, e internación de pacientes ancianos, delimitar el uso de áreas comunes en aquellos pacientes con diarrea, traqueostomías, herida o úlceras no cicatrizadas, y todo situación que genere fluidos al medio ambiente. La transmisión de OMR por medio del ambiente ha sido bien establecida. Categoría II En cuidados de pacientes ambulatorios, como consultorios, centros de día, utilizar siempre las precauciones estándares, aunque no se conozca la historia de OMR de los pacientes. Categoría II En la atención domiciliaria se deben seguir las mismas indicaciones de precauciones estándares en los pacientes, aunque la historia de OMR del paciente se desconozca. El personal de salud que atiende a estos pacientes, deberá tener muy en cuenta el lavado de manos, y las medidas de barrera. Pues frecuentemente este personal, atiende a mas de un pacientes por día y OMR podrían ser transportados por las manos o la ropa, de una casa a otra. Categoría II Limitar los elementos reusables, entre los pacientes de atención domiciliaria. Cuando es posible, dejar los elementos reusables en la casa de los pacientes hasta que finalice la atención. Luego deben recibir un proceso de desinfección o esterilización como en el centro de salud. Categoría II Los elementos como estetoscopio, deben ser limpiados con alcohol al 70% antes de partir del domicilio y antes de colocarlos en maletines de transporte. Categoría II No hay recomendación ara el uso de rutina de guantes y camisolines en la atención de los pacientes en atención domiciliaria. Problema no resuelto No hay recomendaciones establecidas sobre cuando discontinuar las medidas de aislamiento de contacto. Problema no resuelto Colocar a los pacientes con OMR en habitaciones individuales o junto con otro paciente con el mismo OMR. En centros de atención de pacientes ancianos o de tercer nivel, dar prioridad a la atención y elementos de barrera en estos pacientes, tratando de ubicarlos en habitaciones i sectores diferenciados. Categoría IB Si no hay disponibilidad de lo anteriormente dicho, colocar al paciente junto con otros de bajo riesgo de adquisición de OMR. (pacientes que s evalen por si solos) Categoría IB Priorizar en todos los centros de salud, la limpieza de las habitaciones o boxes o salas. Recordar la diseminación por el medio ambiente. Categoría IB 2. Intervenciones intensificadas para prevenir la transmisión de OMR Las intervenciones aquí presentadas, han sido utilizadas en varias combinaciones para reducir la transmisión de OMR en las instituciones de salud. Es destacable que ni una Página 8 de 12 sola de ellas en particular, o alguna combinación en especial fue más efectiva que otra, ya qu eno fueron estudiadas en trabajos controlados. Indicaciones a) Intensificar y/o implementar los esfuerzos para el control de los OMR teniendo en cuenta las condiciones de cada institución con relación al tema y las siguientes situaciones: Categoría IB Cuando ocurre el primer caso de un OMR de importancia epidemiológica o bien una epidemia por los mismos (Ej SAMR, ERV, BGN - BLEE). Categoría IB Cuando la incidencia o prevalencia de OMR no disminuye a pesar de la implementación de correctas medidas del control y su adherencia. Categoría IB b) Continuar vigilando la incidencia de infección o colonización de OMR de acuerdo a cada institución. Si la incidencia no baja, implementar mas intervenciones o más control para reducir la transmisión de los OMR. Categoría IB Medidas administrativas a) Consultar a los profesionales con experiencia en control de infecciones y en el estudio y control de OMR con importancia epidemiológica, en el lugar de trabajo o como interconsultores a los efectos de evaluar los problemas de OMR locales, el diseño de estudio, implementación y evaluación de las medidas de control. Categoría IB b) Contemplar la investigación, dirección y evaluación diaria de las intervenciones implementadas. Involucrar en el tema de la importancia y adherencia a las medidas de control, a las autoridades de la institución, jefes médicos, Departamento de enfermería, y todo aquel que tenga responsabilidad en el tema. Categoría IB c) Evaluar los factores de cada Institución, que estén ayudando a perpetuar la adquisición y transmisión de OMR. Nos referimos a niveles y cantidad de personal de salud, especialmente enfermeros, educación y entrenamiento del personal, posibilidad de implementar las medidas de control, intervenir con éxito en los procesos de comunicación, provisión de insumos, adherencia a las medidas de control, desarrollo, documentación y evaluación de las medidas de control. d) Durante los procesos de intervención, comunicar al personal asistencial, (medico y enfermero entre otros) los resultados y la intensificación de las medidas de control: tasas de infección de y de colonización por OMR, implementación de medidas correctivas, grado de adherencia a las prácticas recomendadas y los resultados del plan de acción. Categoría IB Intervenciones educativas a) Intensificar la frecuencia de programas educacionales especiales sobre OMR e incorporar algún tema de actualidad institucional sobre OMR en toda reunión educativa dónde se reúnan profesionales de la salud Categoría IB Uso prudente de agentes antimicrobianos Página 9 de 12 a) Revisar el uso de los antibióticos y su vinculación con la perpetuación de los OMR b) Controlar y mejorar el uso de antibióticos indicados. Estos pueden incluir Vancomicina, cefalosporinas de tercera generación, agentes antimicrobianos para el tratamiento de ERV Categoría IB Vigilancia a) Calcular y analizar las tasas de prevalencia e incidencia de colonización e infección de OMR seleccionados en cada institución. Categoría IB b) Incluir solo un aislamiento por paciente (OMR) y no más de uno cuando se calculan las tasas de OMR Categoría II c) Cuando se registra aumento de tasas de colonización o infección, o brotes por OMR, incrementar la frecuencia de la búsqueda de los OMR involucrados. Categoría II d) Desarrollar e implementar protocolos para obtener cultivos de vigilancia activa de los microorganismos seleccionados para pacientes en poblaciones de riesgo. (pacientes en unidades de cuidados intensivos, quemados, transplante de médula, unidades oncológicas, pacientes transferidos desde un lugar conocido de alto riesgo de adquisición o transmisión de OMR) Categoría IB e) Obtener los cultivos de vigilancia de áreas de piel lastimada, heridas que drenan. Y además los siguientes sitios de acuerdo al OMR seleccionado: SAMR: las narinas anteriores, son generalmente suficientes. Se pueden además adherir cultivos para incrementar la búsqueda, como la garganta, aspirado de tubo endotraqueal, sitios de gastrostomía percutánea, cultivos perineales y peri rectales. Los hisopados de varios sitios de cultivo, pueden ser colocados en el mismo tubo con el mismo caldo en el momento de la extracción. Categoría IB Para bacilos gram negativos productores de BLEE, se pude extraer cultivos rectales y de aspirado del tubo endotraqueal o esputo si se sospecha un aumento de OMR en un reservorio respiratorio. (ej: Acinetobacter spp., Burkholderia spp.). Categoría IB Obtener cultivos de vigilancia para OMR en la admisión del paciente en áreas de alto riesgo, como UCIs, en los intervalos y frecuencia que decida cada profesional de acuerdo a lo observado en su institución. (ej: evaluar transmisión, conocer la tasa, etc.) Categoría IB f) Realizar los cultivos de vigilancia para evaluar la eficacia de las intervenciones, que pueden ser: g) Conducta serial: semanalmente, hasta que la transmisión haya cesado y luego disminuir la frecuencia Categoría IB Estudio de prevalencia de un OMR determinado para ver si la transmisión ha cesado. O sea: ese día realizo cultivos de vigilancia para la detección del OMR que quiero evaluar, en una sala, en toda ala Institución, etc. Si no hay ese OMR, la transmisión se detuvo. Si hay, continuar con los cultivos de incidencia. Categoría IB Repetir los estudios de prevalencia, con intervalos de rutina establecida por ejemplo a los pacientes de alta, los que se trasfieren a otra institución u otro sector. Esta metodología es útil para conocer si el OMR ha vuelto, cuando ya estaba controlado. También para saber si existe el OMR. No es útil cuando se conoce la presencia y transmisión del OMR. En este caso la utilidad la ofrecen los cultivos frecuentes. Categoría IB Página 10 de 12 En situaciones especiales, realizar cultivos de vigilancia en pacientes que compartieron la habitación con otro colonizado o infectado con un OMR específico. (a un paciente se le detecta portación con ERV. NO estuvo en aislamiento de contacto. Queremos conocer si el paciente que compartió con él su habitación, y no tiene historia de colonización, ahora es portador de un ERV) Categoría IB solamente cultivar al personal de salud, cuando hay evidencia clara, que el personal intervino en la transmisión del OMR (una dermatitis de las manos de una instrumentadota o cirujano y transmisión de SAMR en la herida quirúrgica del paciente) Categoría IB Implementar medidas de control Precauciones de contacto a) Implementar las precauciones de contacto en forma rutinaria, para todo paciente colonizado o infectado con un OMR. Categoría IA b) Superficies del medio ambiente: Ante un pacientes con OMR, las superficies cercanas del paciente y equipos dentro de la habitación, se encuentran altamente contaminados con el mismo OMR. Colocarse guantes y exhaustivo lavado de manos antes de tocar cualquier superficie y equipo del medio ambiente del paciente con OMR. Retirar los guantes y volver a lavar las manos al salir del entorno del paciente con OMR. Categoría IB c) Los equipos de la habitación de un paciente colonizado o infectado con un OMR, no deben compartirse con otro paciente, si no han recibido previamente un proceso de desinfección. Aunque el equipo no se haya utilizado con el paciente, el solo hecho de permanecer en la habitación o box, permite su contaminación (22-23) Categoría IB d) En centros de atención de ancianos y tercer nivel, modificar las precauciones de contacto para permitir que los pacientes colonizados e infectados, ingresen a sitios comunes de reunión, con sus heridas, excreciones y drenajes, contenidos, observando las buenas prácticas de higiene. Categoría IB e) No hay recomendaciones realizadas para el uso universal de guantes, camisolín o ambos en unidades de alto riesgo para OMR. Problema no resuelto f) Implementar políticas para la admisión y traslado del paciente con OMR conocido, a los efectos de prevenir la transmisión. Categoría IB g) Colocar al paciente con OMR en habitación individual. Categoría IB h) Utilizar la internación por cohorte (internación por canales, pacientes con el mismo OMR que comparten elementos y personal exclusivos) en pacientes con el mismo OMR. Categoría IB i) Cuando la transmisión de OMR continúa a pesar de la implementación y adherencia de las precauciones estándares y de contacto, asignar personal de enfermería y personal de servicios complementario dedicado sólo a la atención de esos pacientes con OMR. Categoría IB j) Si la transmisión de los OMR continúa a pesar de la implementación de las medidas de control descriptas arriba, cerrar la internación de pacientes en la unidad hasta controlar la situación. Categoría IB Página 11 de 12 Medidas de control reforzadas a) Implementar elementos de atención, como estetoscopios, mango del tensiómetro, individuales para ese paciente. Los insumos descartables no deben ser compartidos con otras habitaciones (llevar jeringas estériles de una habitación a otra) ni volver a los sectores de farmacia originales. Categoría IB b) Intensificar y reforzar el entrenamiento del equipo de trabajo de limpieza de superficies, en áreas dónde hay mayor cantidad de OMR. Supervisar la adherencia a las normas. Algunas instituciones pueden elegir asignar un equipo estable en esos servicios. Categoría IB c) Supervisar e inspeccionar la limpieza de superficies del medio ambiente especialmente en áreas dónde se toca frecuentemente. (barandas de camas, mesas de comer, de luz, picaportes, canillas, pie de suero, poliductos, etc) Categoría IB d) Realizar cultivos del medio ambiente, solamente cuando hay fuerte evidencia que el medio ambiente es responsable de la transmisión de un OMR específico. Categoría IB e) Si un OMR persiste en el medio ambiente, dejar libre la unidad y realizar limpieza intensiva y supervisada. Categoría II Descolonización a) Consultar con médicos infectólogos expertos y/o epidemiólogos sobre cada caso en particular. El apropiado uso de terapia de descolonización para pacientes o personal en cortos períodos de tiempo, debe ser un componente más, del programa de control de SAMR. Categoría II b) Cuando se utiliza terapia de descolonización, realizar controles de susceptibilidad al agente microbiano indicado, para el OMR implicado en la transmisión. Este monitoreo se realiza a los efectos de conocer emergencia de resistencia al agente descolonizante. Consultar con un microbiólogo para el apropiado control de la resistencia a la mupirocina, ya que no hay estándares apropiados establecidos. Categoría IB c) Es inusual erradicar con mupirocina varios sitios del cuerpo colonizados con SAMR. La resistencia a la mupirocina ya se ha establecido. Por estos motivos., No se debe usar mupirocina tópica de rutina, como componente habitual de un programa de control del SAMR. Categoría IB d) Limitar la descolonización al personal de salud, solo a aquellas personas que han demostrado ser responsables epidemiológicos del SAMR. Considerar reasignar al personal de salud, si persiste la colonización y se lo implica como responsable de la transmisión. Categoría IB e) No hay recomendaciones para descolonizar a pacientes con ERV o gram negativos multi resistentes. Problema no resuelto Bibliografía: 1. Gonzales, R. D., Schreckenberger, P. C., Graham, M. B., Kelkar, S., DenBesten, K., & Quinn, J. P. (2001) Lancet 357, 1179. 2. Sabol, K., Patterson, J. E., Lewis, J. S., 2nd, Owens, A., Cadena, J., & Jorgensen, J. H. (2005) Antimicrob Agents Chemother 49, 1664-1665. Página 12 de 12 3. Stone, P. W., Gupta, A., Loughrey, M., Della-Latta, P., Cimiotti, J., Larson, E., Rubenstein, D., & Saiman, L. (2003) Infect Control Hosp Epidemiol 24, 601-606. 4. Cosgrove, S. E., Kaye, K. S., Eliopoulous, G. M., & Carmeli, Y. (2002) Arch Intern Med 162, 185-190. 5. Song, X., Srinivasan, A., Plaut, D., & Perl, T. M. (2003) Infect Control Hosp Epidemiol 24, 251-256. 6. Linden, P. K., Pasculle, A. W., Manez, R., Kramer, D. J., Fung, J. J., Pinna, A. D., & Kusne, S. (1996) Clin Infect Dis 22, 663-670. 7. DiazGranados, C. A., Zimmer, S. 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