Se las compartimos - Hermanitas de Jesús

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“Paciencia, es lo que vale…” dice don José Hilario
Y Pablo de Tarso acota “…si esperamos cosas que no vemos, con paciencia las debemos esperar”… (ROM 8,25)
Recogiendo señales de esperanza, junto a tantas otras hermanitas… mientras vamos preparándonos al
Capítulo, estamos a la vez, disfrutando de la vida que compartimos desde hace 23 años en Ruca Choroi,
acompañando con la presencia, integradas a esta comunidad mapuche (pueblo originario de la cordillera
neuquina, en la Patagonia Argentina.)
Arraigadas en la vitalidad que nos da la convicción de seguir creyendo y apostando en la presencia de
amistad gratuita, percibimos día a día nuevas señales de esperanza.
(Berna con doña Sebastiana)
Recién llegadas, y por la necesidad de sobrevivir en este contexto…, las vecinas nos enseñaron a hilar,
a tejer… y con el tiempo, urgidas por las mismas necesidades que compartíamos con ellas, pudimos
buscar juntas mejores salidas para nuestros tejidos, expresión de cultura ancestral …
A su tallercito de venta le dieron este nombre: Newentui Domo” (mujeres de fuerza),
Otras organizaciones, ONG… Mesas de Artesanas, aportan su colaboración, y competencia…nosotras
seguimos siendo tejenderas del lugar con la alegría de ver nuestras vecinas participar con otras mujeres
artesanas en diferentes ferias, espacios de intercambio y venta… valorando su saber, identidad y
derechos.
(Carola con doña Irma en el taller de artesanas)
Somos testigas del proceso de afirmación en la organización de esta Comunidad.
Es una de las más numerosas de la provincia y que por su misma condición de aislamiento y pobreza…
reducida a vivir en los pedreros, al límite de la montaña, (frontera con Chile), pudo conservar su idioma,
sus expresiones religiosas, y cuidar y alimentarse de sus recursos naturales: piñón (fruto del pehuenaraucaria), vertientes de agua, plantas medicinales tradicionales.
(Araucaria)
Después de muchos intentos con los organismos provinciales, la Comunidad puede por fin, este año,
vender su cosecha a precio justo, valorando ese recurso único y propio.
Los intereses de quienes quieren comprar estas tierras y bienes vírgenes…ocasionó la resistencia de la
comunidad que se organizó para la recuperación no violenta de sus tierras usurpadas, apoyándose en la
ley que reconoce recién (¡ !) su “pre existencia y derecho a tierras aptas y suficientes” para su
subsistencia.
El joven lonko (jefe de la comunidad), saca fuerzas de su propia raíz… velando por el futuro de las
familias, sin medir fuerzas y riesgos… convencido de que “todos los que caminamos en este territorio
tenemos que unirnos: escuela, salud, grupos religiosos, Parque Nacional”…
Conciente de que “ya no podremos sobrevivir sólo de nuestros rebañitos”… implementó diferentes
cursos de capacitación, para hombres y mujeres.
Así hoy tenemos albañiles, choferes de ambulancia, promotores de salud, muchos jóvenes acceden a la
escuela secundaria en el pueblo (a 30 km), maestros de idioma, auxiliares de cocina y mantenimiento en
la escuela.
También es signo de esperanza ver vivir de otra manera las relaciones, el servicio de la autoridad.
Se trata de un modo de autoridad que es servicio de comunión. Busca constantemente, mantener a la
gente de la comunidad informada. Vive un modo de autoridad que delega, reparte y comparte
responsabilidades, según dones y talentos reconocidos en cada miembro de la comisión directiva.
Decididos por el NO a la competencia, NO a la agresividad en los conflictos.
Seguimos atentas a los que están al margen de la organización, porque viven en otro ritmo... y también a
las ancianitas que fueron las madres que nos recibieron...y ahora están quedando solitas, por
enfermedad...o... porque la vida es así...
Después de un proceso de acercamiento y reflexión con el personal de la escuela, (preocupado
también por la “interculturalidad”… ) fue una gran alegría… ver entrar un día la wenufoye…( bandera
mapuche “la que vuela en el cielo”) al lado de la bandera del país… un sueño de muchos… que llegó a
ver la luz… une identidad reconocida…
(Banderas)
Gracias al aporte de los agentes sanitarios del lugar, que bebieron desde niños junto a sus abuelas otro
modo de cuidar la salud y en diálogo con algunos médicos de la zona… se están poniendo las bases para
un nuevo puesto sanitario que asume la medicina tradicional, junto a la medicina blanca…
Este proyecto se fue construyendo con otros lonkos y con el pueblo mapuche de Chile. .. Otra larga
espera, madurada en paciencias…
Permanecemos atentas a los que están al margen de la organización, porque viven en otro ritmo... y
también a las ancianitas que fueron las madres que nos recibieron...y ahora están quedando solitas, por
enfermedad...o porque la vida es así.
Seguimos desafiadas a vivir esta vocación-misión, desde el lugar de quién necesita cada día “vaciarse”
(Fil 2), … una manera de ser y estar presentes, muy humilde.
Para que, “evangelizar” sea valorizar lo que ellos son, escuchando sus palabras, respetando su cultura y
su fe, su dignidad, favoreciendo su palabra propia.
Este modo de vivir, nos hace sentir en un gran espacio abierto, palpando muy concretamente, anhelos
de esperanza.
Solo una opción de vida contemplativa en total gratuidad, nos hace desear seguir morando como
“huésped”, como si recién llegáramos, siempre como aprendices, siempre como “otras”, y creyendo
apasionadamente que desde que Dios se hizo hombre, esta gratuidad de vivir con ellos, es fecunda.
Bernardita y María Carolina de Jesús…
Desde Ruca Choroi, el 14 de marzo 2011
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