Reflexión Neuro Teológica de Edgardo Figueroa

REFLEXION DE NEURO TEOLOGIA
Conversión del Apóstol Pablo
Hechos:9 1-9
Dr. Edgardo Figueroa Pauneto
4/9/2013
Conversión de Pablo
Pasaje Bíblico :
Hechos 9:1-20
Tema
Cómo el Espíritu Santo de Dios actúa sobre la persona de Pablo y el
:
poder de la resurrección de Jesucristo lo transforma.
La conversión de Pablo es un llamado de Dios que ocurre en un momento histórico,
social, económico y cultural; en un lugar y tiempo específico dentro de la eternidad de Dios. Es
un plan para transformar el cerebro de Pablo por medio de la convicción de pecado con el
propósito de llevar el mensaje del Señor Jesucristo a los gentiles.
Conversión, del griego “epistrophe”, es un giro en derredor, implica un volverse de y un
volverse hacia. Correspondiente a ambos conceptos se habla del arrepentimiento y la fe.
Hechos 15:3, es la Gracia Divina la causa suficiente, la agencia humana es el efecto en respuesta
a.
A través de este breve estudio, exploraremos los procesos neuro-cerebrales de acuerdo
con los procesos que ocurren dentro del ser de Saulo de Tarso, sus pensamientos, sus
sensaciones, sus emociones, la capacidad de definir los hechos, el proceso de toma de
decisiones, la activación de memorias, su personalidad, el comportamiento, las percepciones,
asuntos divinos y motivaciones para obedecer. La manera en que se entienda este proceso, sea
con propósito de primero, glorificar a Dios; y segundo, sea para la transformación de nuestros
corazones (cerebro espiritual) para lograr tener la mente de Jesucristo, quien es Dios encarnado
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en hombre (Juan 1:14), quien vivió entre nosotros, murió, venció la muerte, cuando resucitó
nos dejo un consolador, el Espíritu Santo con la esperanza de reinar para siempre; y vuelve otra
vez.
El origen de Saulo en el hebreo, “Shaul”, significa “pedido” a Dios. Su nombre romano,
“Paulus”, significa “poco”. Saulo había nacido en Tarso, (Hechos 22:3), ciudad de Cicilia y
gozaba de la ciudadanía romana heredada por su padre. Tanto su padre como su madre
pertenecían al pueblo hebreo, por lo que él se llama a si mismo hebreo de hebreos de la tribu
de Benjamín (Filipenses 3:5) como Saúl, primer rey de Israel. Tarso era una ciudad importante
y es allí donde probablemente Saulo aprendió las primeras letras, pero su educación rabínica
fue obtenida en Jerusalén a los pies de Gamaliel, un judío de amplia cultura tanto hebrea como
griega. Además, Saulo había aprendido el oficio de fabricar lonas para tiendas de campaña,
cosa acostumbrada entre judíos letrados. Antes de su conversión, Saulo era enemigo del
cristianismo. En cuanto a la justicia que es en la Ley, era irreprensible (Filipenses 3:6). Hombre
de buenas costumbres pero perseguidor de Cristianos y pensaba que prestaba de ese modo su
servicio a Dios.
Según las enseñanzas del curso de Neuro-Teología, Hechos 9:1 nos narra todo el
proceso de la conversión de Pablo a nivel espiritual. En el versículo: 1, “Saulo, respirando aun
amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al Sumo Sacerdote”. El odio de Saulo
hacia el cristianismo constituía una amenaza de muerte. Su pensamiento estaba atado a lo que
creía la cultura, la Ley Mosaica, y rechaza el nuevo paradigma del cristianismo. Con esa actitud,
Saulo comienza un proceso cerebral con el pensamiento atado a la Ley Mosaica, que es externa
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y cultural. Esta conducta de amenaza a los cristianos, activa en él procesos cerebrales internos
que son neurológicos, materiales, concretos y tangibles, producto de transmisiones
electroquímicas que involucra neuronas, que a su vez generan un intenso proceso fisiológico a
nivel de corteza cerebral. La intercomunicación con otras estructuras y núcleos funcionales del
cerebro, producen la percepción. Estas estructuras que activan núcleos de memoria son el
hipocampo y los núcleos límbicos que son moduladas por las experiencias traducidas y
transformadas a través de la corteza dorsal lateral. La memoria de Saulo lo que percibe es la
Ley y busca en su sistema de creencias almacenado en las memorias. El percibe el nuevo
paradigma cristiano como amenaza porque choca en sus memorias (Ley) y activa la amígdala
cerebral. La activación de las memorias activa a su vez las emociones, que son procesos
neurobiológicos cerebrales producto de transmisiones sinápticas mayormente químicas en el
área límbica (neurotransmisores). Es la Epinephrina, Norepinephrina, Cortisol, ACTH las que
guían, impulsan o inhiben nuestras emociones y conductas.
La actividad química que se descarga en el circuito sináptico es la activación de una
emoción o estado emocional. Su ciclo básico de sensaciones químicas cerebrales es lo que nos
permite reconocer como nos sentimos frente a las circunstancias externas e internas; y cómo
nos sentimos nosotros mismos con relación a los demás. La actividad sináptica química de
sensaciones, las podemos manejar, traducir, transformar, convertir a través de la corteza del
lóbulo frontal, en percepciones y pensamientos que se traducen y definen en emociones (la Ira
o coraje, temor o tristeza, ansiedad o depresión, vergüenza o rechazo) y sentimientos. Saulo
no iba a estar tranquilo mientras hubiera un cristiano en paz en Damasco. Así fue que se
presentó al Sumo Sacerdote y le pidió carta para las sinagogas de Damasco. Es posible que el
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Sumo Sacerdote no necesitara incitar a nadie a perseguir cristianos, pero parece que el joven
fariseo ardía con celo y odio sabiendo el impacto y repercusiones que iba a tener el movimiento
cristiano. Ya Saulo había tenido un poco de eso durante la muerte de Esteba, que el mismo
había presenciado (Hechos 7:58).
El versículo 2 de Hechos 9 establece que la comisión de Saulo era que si hallaba algunos
hombres o mujeres del Camino (como se les llamaba a los primeros cristianos), que es la
conducta propia de los seguidores de Cristo, los trajese presos a Jerusalén. Notemos la
actividad neurobiológica cerebral producto de transmisiones sinápticas mayormente químicas
del área límbica de nuestro cerebro que activa sensaciones que se traducen en emociones o
estados emocionales. Contrario a una tensión o estrés normal que puede producir crecimiento
y satisfacción al enfrentar una situación sin crear ansiedad ni miedo, Saulo presenta una tensión
neurótica que drena energía, crea ansiedad y miedo, produce irritación, nerviosismo que a su
vez no permite pensar ni actuar correctamente; por lo tanto Saulo actúa en contra de su
crecimiento y es incapaz de realizar sus funciones normales. Su misión era matar y meter
presos a todos los cristianos del Camino en Damasco con sus propias fuerzas, ya que se sentía
capaz. Por otra parte, la tensión neurótica produce deseo de escapar. Saulo deseaba escapar
de ser cristiano, escapaba de Jesucristo, deseaba mantener su ego elevado. Otra tensión
anormal, sufrida por Saulo es el miedo a la muerte, el tiene miedo a la vida, cada vez que
enfrentaba a un cristiano, cree que la vida no es importante, no reconoce que el que nos da la
vida eterna es el Señor Jesucristo. Se suma la tensión anormal causada por un miedo anormal
a la gente y a lo que la gente piensa y dice de nosotros, esto es manifestado en el temor a ser
rechazado por no ser aceptado en un determinado grupo. Saulo buscaba en su interior ser
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aceptado por una causa o por alguien, pero era rechazado y marginado por el grupo a quien el
perseguía.
Otras fuentes de tensión anormal son la ira, el coraje, el resentimiento, los celos, y el
odio que es la máxima expresión del coraje reprimido. Esto surge en la persona de Saulo por el
deseo de ser aceptado. Cuando este no es aceptado, ocurre un obstáculo que produce
frustración lo que le lleva al coraje que manifiesta. Esta frustración o coraje se manifiesta en
otras emociones negativas como agresividad, hostilidad, odio, rebeldía, apatía. Utiliza como
mecanismos de escape que les ayude a manejar sus emociones, la espiritualidad, los vicios y los
deseos de venganza.
Saulo experimentó depresión como expresión de un profundo
sentimiento de pérdida o temor, soledad y tristeza. Cuando Saulo siente que pierde una
creencia o ideal (pensamiento fariseo), hay resistencia.
Saulo no quiere ser igual a los
cristianos, piensa que va a perder la nacionalidad romana y judía, se siente solo, no tiene
seguridad en lo que cree, entonces cae en una depresión neurótica y la convierte en un estilo
de vida. Desarrolla un estado crónico de modo que disfruta. Las causas para esto son el
sentimiento de culpa y una rabia interna.
También, Saulo experimenta ansiedad. La ansiedad es un ciclo que comienza con una
situación irritante causando frustración que a su vez produce ira y alimenta sentimientos de
culpa (auto acusarse), que a su vez produce depresión agravándose y estableciendo el siclo de
ansiedad. El nivel de tolerancia a la frustración de una persona puede ser alto o bajo y se
manifiesta en diferentes etapas de la vida. La frustración es producto de esperanza malograda.
Si la limitamos podemos entender que no siempre podemos lograr lo que deseamos. Dos (2)
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cosas podemos hacer, alimentarla o acostumbrarse a vivir con ellas. El rechazo esta dentro de
la persona. Los judíos rechazaron a Jesucristo pero creían en el judaísmo que es legalismo.
Ellos pensaban que era lo mejor y el todo. No aceptaban otra creencia y menos el cristianismo
que guerreaba con sus creencias en la Ley Mosaica. Tal parece que todos estos conflictos que
tenia Saulo eran obstáculos para tener una relación correcta con Dios, con el prójimo y con el
mismo. Estaba a la defensiva por lo que dijeran, a consecuencia experimenta una profunda
soledad.
Nuestras memorias son una actividad de origen bioquímico molecular a nivel del
sistema de núcleos del hipocampo y del área límbica de nuestro cerebro, modulada por las
experiencias. Saulo recuerda la experiencia de muerte de Esteban, siervo ungido por el Espíritu
Santo.
Su cerebro convierte esta actividad puramente biológica molecular hipocampal
(memoria consiente), la traduce, la transforma a través de la corteza dorsal lateral y la
convierte en percepciones que son pensamientos. Los pensamientos, al percibir las memorias
los transforman en recuerdos, aprendizaje y conocimiento. Las memorias tienen como función
el intentar predecir el futuro por lo que ya se ha vivido dándonos la capacidad de anticipar lo
que pueda suceder.
El versículo 3 “mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco,
repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo”. Jesús le sale al encuentro cuando
menos lo esperaba. La obra del Señor no tiene tiempo ni espacio, es eterna. Saulo iba por mal
camino en cuanto a su objetivo, ir contra los cristianos de Damasco para ejecutar un edicto
contra ellos; pero la Gracia de Dios obró en el. La Gracia de Dios a través del Espíritu Santo es
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regeneradora para conversión de pecados, y comenzar un proceso de cambio en su cerebro.
Cuando el Señor Jesús se le apareció en Gloria, le rodeó repentinamente una luz proveniente
del cielo, superior al brillo del sol (Hechos 26:13), pues fue visible al medio día. Esta luz le dio
en el rostro, lo cubrió por todas partes del cuerpo porque Cristo viene al alma con luz. El mismo
es la luz del mundo (Juan 8:12).
Versículo 4 “Cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, ¿Por qué me persigues?”
Cayendo en tierra, al parecer los acompañantes cayeron a tierra (Hechos 26:14), pero la luz
estaba dirigida a él, como una manifestación de la Gloria de Cristo. Primero los coloca en un
lugar más bajo, es como traer a la memoria de donde salimos; del polvo de la tierra. Vio la luz
del cielo y oyó una voz del cielo (Jesucristo). Esto es cuando Dios se manifiesta por su Palabra y
lo que se ve está destinado a abrir el camino para lo que se dice. Oyó la voz de Cristo, porque la
fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios, hasta llegar a la corteza cerebral. ¿Qué oyó?; oyó
una dulce voz, lo llamó dos veces por su nombre que indica una importancia de la declaración,
representa su identidad y lo hace para despertarle en su cerebro la maldad que habitaba ahí y
lo que pensaba llevar a cabo. La pregunta que le hace el Señor es; ¿Por qué me persigues? El
cerebro de Saulo responde y se adapta a un nuevo estimulo que proviene de una experiencia
espiritual directamente de Dios de acuerdo con los factores de la comunicación (pregunta y
respuesta). El Señor siempre nos confronta con la manera en que vivimos.
Es el comienzo de una conversión de una experiencia externa e interna. La externa es la
Gloria de Dios manifestada a través de Jesucristo, la interna es a través de nuevas conexiones
entre células, nueva actividad molecular. Estaba ocurriendo un nuevo nacimiento de naturaleza
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espiritual a nivel cerebral que sería impactado en su memoria para toda la vida. Según las
escrituras, Dios es Espíritu y los que le adoran en espíritu y verdad es necesario que le adoren.
Según el doctor Colon, bajo la condición de nuestro reconocimiento de Dios a nivel de
nuestro lóbulo frontal, el Espíritu Santo se proyecta a si mismo en nuestro cerebro a través de
la corteza cerebral y por medio de ondas electromagnéticas generadas en las sinapsis
bioeléctricas de las células nerviosas, astrocitos, provocando una única transducción que
desplaza las propias ondas electromagnéticas de nuestros pensamientos. Esas nuevas ondas
son asimiladas, recibidas, recogidas y almacenadas convirtiéndolas en procesos químicos en el
sistema límbico como experiencias trascendentales del cerebro.
Gracias a las memorias que se guardan en nuestro hipocampo, estas experiencias
decisionales a sus efectos duraderos podemos permanecer viviendo en este nuevo nacimiento.
Todo este efecto crea nuevas conexiones celulares que nos garantizan poder vivir el resto de
nuestras vidas fundamentadas en las convicciones derivadas de estas experiencias. Estas
nuevas conexiones las provoca el siguiente proceso:
Transducción de Señal
Ocurre cuando una molécula de señalización extracelular activa un receptor de
superficie de la célula y a su vez este receptor altera moléculas intracelulares creando una
respuesta. Este proceso cuenta con dos etapas:
(1) Una molécula de señalización activa un receptor específico en la membrana celular.
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(2) Un segundo mensajero transmite la señal hacia la célula provocando una respuesta
fisiológica.
En cualquiera de las etapas la señal puede ser amplificada; por lo tanto una molécula de
señalización puede causar muchas respuestas. De esta forma el Espíritu Santo crea conexiones
neuronales originales para garantizar que el propósito Divino se cumpla en la persona por el
solo acto de creer (fe, Hebreos 11:1) que es una actividad que se da a nivel de cerebro. El creer
se convierte en impulso bio-eléctricos y bio-químicos que mantienen vivas las conexiones en el
cerebro. Estos impulsos químicos-eléctricos hacen la función de Ríos de Agua Viva que el Señor
nos prometió en Juan 7:38. Cuando el cerebro es receptor de las ondas electromagnéticas que
se originan por creer Su Palabra, esta se convierte en fuente de poder e influencia en todo el
resto de nuestro organismo biológico, entonces se cumple su promesa, El habitará en nosotros.
Nuestra actividad molecular cerebral añade, regula y sintetiza múltiples enzimas y proteínas
replicadoras de procesos biológicos. Por lo tanto el cerebro recrea y se adapta a estos nuevos
procesos biológicos que se originan desde una perspectiva espiritual, pero que se hacen
tangibles y materiales en el resto de la vida de las personas, esto es el ADN espiritual que
sobrepasa al ADN natural.
Saulo pudo percibir que lo que él le hacía a los discípulos de Cristo, se lo hacía a sí
mismo. ¿Por qué persigues a la Iglesia de Cristo?, tu escribirás las Palabras que voy a darte en
escritos claros y profundos (Efesios 1:22,23; Colosense 1:24).
La pregunta de Cristo de
confrontación fue hecha con mansedumbre, afecto y compasión; ¿Por qué me persigues?, tú
que conoces las escrituras que hablan de mí (Isaías 53) y fui crucificado por ti. ¿Qué motivos
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tienes para portarte de ese modo, que mal te he hecho? Es posible que Saulo persiguiera
personas pobres, débiles, sin percatarse de que era a alguien del cielo a quien estaba
persiguiendo. Esto lo hizo por un miedo al fracaso, creo un culto al éxito y a la idea de ganar y
de creer y de tener éxito con sus propias fuerzas y su propio conocimiento. Este culto a la razón
y el conocimiento no puede reconocer que Jesucristo, el enviado de Dios, había resucitado ya
que la cruz, ante la sociedad, era una derrota completa. Como podemos ver y entender, la
derrota de la sociedad es nuestra victoria como creyentes. Saulo buscaba ser aceptado por una
causa o por alguien y era rechazado por los que perseguía. Hasta que el Señor salió a su
encuentro y lo hizo hijo suyo, ya fue aceptado por Dios, ya no es un problema para que los
otros cristianos lo acepten.
Versículo 5; “El dijo; ¿Quién eres Señor?, y le dijo; Yo Soy Jesús a quien tu
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón”. Saulo responde con una pregunta, no
responde a lo que se le imputa, está atrapado en sus propios pensamientos a nivel del lóbulo
frontal. Cuando Dios nos confronta con nuestros pecados lo hace con una verdad absoluta. A
la Palabra de Dios no podemos responderle con excusas y justificaciones. Por eso Dios juzga
nuestros cerebros espirituales porque El conoce nuestros pensamientos; “mis pensamientos no
son vuestros pensamientos” (Jeremías 31:3). El que hacía poco le perseguía, lo llama Señor,
aunque con su contestación nos dice que no le conoce. La respuesta del Señor; “Yo Soy Jesús a
quien tu persigues”, por la forma de sus palabras implica que le conocía, solo que no lo
reconocía, que lo había olvidado pero ahora con la respuesta el Señor le despierta y le humilla
el alma a nivel del sistema límbico para hacerle ver que esta pecando contra El. Es el Espíritu
Santo activando el lado biológico para producir sensaciones, emociones de temor.
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Versículo 6; “El temblando y temeroso, Señor, ¿Qué quieres que yo haga?; el Señor le
dijo: levántate y entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer”. El Señor le da unas
instrucciones sobre lo que debe hacer de inmediato; “ahora levántate y entra a la ciudad y allí
se te dirá lo que vas hacer”. Espera allí hasta que pases por una transformación porque lo que
hacías, ya no lo vas hacer más; te voy a enseñar lo que vas a pasar para ser un siervo mío. El
Señor toma control absoluto de todo el ser de Saulo, sometiéndolo a la obediencia a Dios y él se
sujeta a su voluntad. En ese momento se activan se activan mecanismos sensoriales de
percepción fisiológica como por ejemplo; pensamiento, visión, olfato, audición, tacto,
telereceptores, propioceptores, termo receptores, quimioreceptores entre otros.
Todos estos procesos fisiológicos del Sistema Nervioso Central y Sistema Nervioso
Periferal se desarrollan y se activan mediante la recepción o estimulo, luego una transmisión,
transducción, modulación del impulso nervioso, generando la percepción a nivel de la corteza
cerebral que convierte esta fisiología en sensaciones y pensamientos manejables.
Estos
pensamientos son actividad bio-eléctrica y bioquímica cerebral, abstracta e invisible que
fusionan en el cerebro para darnos formas y categorías a nivel del lenguaje en el cual se
comunican que a su vez adquieren sus propias destrezas, lo que valida todo tipo de aprendizaje.
Versículo 7; “y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad
la voz, mas sin ver nadie”.
Este evento produce un impacto en los compañeros de viaje,
quienes son testigos del poder de Dios en lo que pasó. Estos, al ver la luz, se quedan aturdidos
y confundidos de lo que está pasando en el exterior; mientras que en el cerebro de Saulo se
efectúa un cambio interno por el Espíritu Santo. Saulo habla y ellos escuchan pero no ven. Esto
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es un proceso espiritual, abstracto, inmaterial, invisible, convertido a una biología material
concreta.
Versículo 8, “Entonces Saulo se levantó de tierra y abriendo los ojos, no veía a nadie; así
que llevándole por la mano le metieron a Damasco”. La condición en la que terminó Saulo fue
la instrucción del Señor de que se levantara del suelo. Al quedarse ciego no le da la luz del
cielo, sino que solo ve la visión de Cristo. Le provocó la ceguera para que dejara de ver lo
terrenal. Jesucristo lo pasa por el proceso de ser cautivo y prisionero suyo, lo mete a Damasco,
lo mismo que quería hacer él con los cristianos. Lo llevó al monte, al aposento donde Dios había
de manifestarse en su vida, es el encuentro personal del Cristo glorificado.
El Señor se antojo de Saulo y le dijo que todo su sistema sensorial – motor, todas sus
memorias, que son una combinación de información y emoción, estarían sujetas a Él. Que iba a
desaprender para aprender cosas nuevas para que así se llevara a cabo una transformación
total en su ser. 1 Tesalonicenses 5:23, “El mismo Dios de paz os santifique por completo y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo”. Te voy a enseñar, Pablo, que Cristo es la Gracia y la Misericordia, para que rompas
en tu cerebro espiritual el legalismo, la creencia judaica que te ha autodestruido.
Saulo se mete con el Señor y el Señor le enseña todo lo que se hace con las emociones
negativas que afectan su relación con Él, el prójimo y con él mismo. Las memorias son
transformadas para ser utilizadas por el Señor con el propósito de escribir más tarde las
epístolas. El proceso de aprendizaje es para el cerebro espiritual. El deseo del Señor Jesucristo
es ayudarle a resolver antiguos conflictos emocionales no resueltos, sanar heridas, confrontar
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las tensiones, ansiedades, miedos, vergüenza, culpa, coraje (ira) y depresión que bloqueaban el
potencial de Pablo y así desarrollar en él las fortalezas internas para combatir las tensiones
externas. Lo que pretendía con este proceso era proveerle la buena salud mental, equilibrio
entre las exigencias de la vida y su potencial para enfrentarlas.
Saulo experimenta un giro desde y hacia (conversión); desde el judaísmo hacia el
conocimiento del Cristo resucitado y recibe el llamado de “id por el mundo y predicar el
Evangelio”. No sin antes recibir sanidad y restauración tanto en sus creencias como en sus
emociones. Las emociones experimentadas como una respuesta al judaísmo fueron guiadas
por el temor y el coraje principalmente, aunque experimento otras emociones derivadas de
estas. Veamos por un momento como estas emociones afectaron la manera en que Saulo se
condujo contra los cristianos antes de que Jesús le saliera al encuentro.
El temor experimentado por Saulo venia de la creencia judía de que todo lo contrario a
lo que ellos profesaban constituía una amenaza al bienestar común, por eso es que él presencio
y aprobó la muerte de Esteban, un cristiano lleno del Espíritu Santo. Este evento en la vida de
Saulo activo las memorias de experiencias similares y comenzó a dudar de su seguridad,
produciéndole inseguridad, preocupación y temor. El temor produce mecanismos de ajuste y
necesita asegurar su preservación. De ahí es que nace el deseo de Saulo de matar cristianos,
inclusive a los Apóstoles. Para asegurar su preservación viene al Sumo Sacerdote, le pide carta
contra los cristianos y refuerza con esto una conducta escapatoria hacia el Señor. El temor es
reprimido metiendo presos a cristianos. Esto se vuelve un ciclo que termina en frustración por
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el temor no resuelto que por largo tiempo se convierte en compulsión El temor irracional de
Saulo el Señor tiene que sanarlo para poderle ser útil conforme a sus propósitos.
Otra de las emociones nocivas que experimenta Saulo y que el Señor le tiene que sanar
es el coraje. Esta es una emoción negativa, que en el caso de Saulo se convierte en hostilidad y
odio hacia aquellos que profesan o creen lo contrario a las enseñanzas del judaísmo. El coraje
lleva a Saulo hacia la rebeldía contra Dios. Justifica su conducta con espiritualidad y defensa de
su religión. Su deseo de venganza contra los cristianos nunca fue satisfecha por más que
intento matar, apresar y aprobar daño físico a cristianos devotos; ya que la misma Palabra que
él defendía en Deuteronomio 32:35 dice: “Mía es la venganza; yo pagaré”. La misma emoción
le nubla el entendimiento.
Asociado a estas emociones nocivas y destructivas experimentadas por Saulo, se añade
una tercera emoción que es el sentido de rechazo. Fue rechazado por su conducta, aun cuando
tenía el deseo de ser aceptado. Tenía el pensamiento de que si le servía a la creencia y
exterminaba a los que estaban en su contra, iba a recibir aceptación de alguna manera.
No es sino hasta que el Señor viene al encuentro de Saulo, que este pasa un tiempo
ciego sin ver otra cosa que su ser interior, que el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo hacen la
obra transformadora en él. ¿Cómo el Señor llevó a cabo esta sanidad completa y absoluta en
Saulo? Su entrega a Dios lo llevó, mediante confrontación e intervención del Espíritu Santo, a
enfrentar su propia conducta y emociones. Esta eventualidad permite que él acepte que ha
estado obrando (manifestando una conducta) contrario al Señor (pecando) y se humille delante
de Él confesando su pecado, pidiendo misericordia y perdón. Pidiendo perdón por el daño al
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prójimo y pidiendo perdón por sí mismo. Saulo recibió perdón y perdonó reconociendo así que
el Señor vino, vivió, murió, resucitó y reina para siempre. Terapéuticamente el Señor le
proveyó una salida a Saulo, como nos la provee a nosotros hoy, para librarlo de la culpa del
pecado cometido con Él, contra los hermanos cristianos y contra él mismo.
Versículo 9 “estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada”. Pablo estuvo en ayuno y
oración por espacio de tres días. Ayunar y orar es un ejercicio espiritual de adoración e
intercesión que deben ir juntas y son inseparables. Intercesión significa elevarnos hasta
adquirir la mente de Cristo respecto a la persona por la cual estamos orando (Filipenses 2:5).
Adorar a Dios, que debe ser lo primero en nuestras vidas, es dejar que su poder se manifieste
sin que nuestro pensamiento sea un obstáculo, sin dudar de cómo va a hacerlo. No endurecer
el cerebro espiritual para no perder de vista a Cristo, a Dios. Si endurecemos nuestro cerebro
espiritual para con Dios, nos volvemos duros para con los demás. Por eso es que Proverbios
dice que guardemos nuestro cerebro espiritual. Adorar a Dios es vivir en una relación con El, es
involucrarse en la obra de la intercesión que requiere toda tu energía sin obstáculos escondidos
porque la oración a Dios no tienen ninguna.
El Espíritu Santo obra en Saulo de una manera sorpresiva y completa, penetra
directamente en su espíritu para que pidiera vida y Dios se la diera. 1 Juan 5:16 “Si alguno ve a
su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida”.
Filipenses 2:5, “la actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús”. Es un sentir o sensación
de gozo que el Señor nos concede para interceder por las situaciones por los demás, es
interceder en conformidad con la persona que intercedemos por medio del Señor Jesucristo.
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Desde el aposento alto en el que los apóstoles estaban en oración y ruegos, el ministerio de la
oración se convierte en uno esencial para todos los creyentes. Perseverar en oración lo
primero y Pablo exhorta a todos los creyentes que lo hagan sin cesar (1Tesalonicenses 5:17).
El ayuno como herramienta para la guerra espiritual es lo que el Señor nos ha dado para
luchar contra los ataques enemigos. Nuestros enemigos son las potestades espirituales que
influyen y gobiernan las mentes de los seres humanos que hacen el mal. El enemigo pone
alrededor de los creyentes fortalezas espirituales de las cuales son barreras de opresión con la
finalidad de impedir el fluir de la manifestación de la gracia de Dios. El ayuno es una de esas
armas que tenemos para quebrantar las fortalezas que Satanás ha puesto alrededor nuestro.
Los deseos del espíritu es buscar las cosas espirituales que vienen de Dios, pero los
deseos de la carne son buscar las cosas de este mundo (Gálatas 5:16-17). En un orden natural
la persona ingiere alimentos para mantener su cuerpo y este se encarga de enviar señales para
hacer las funciones correspondientes. El ayuno como herramienta espiritual provoca una
desintoxicación a través del cual el organismo elimina las sustancias toxicas acumuladas en los
órganos con el propósito de reparar lo dañado. A nivel espiritual, en el ayuno, sujetamos los
deseos de nuestro cuerpo (carne) para dejar fluir los deseos de nuestro espíritu y que se
conecte con Dios.
Es en el ayuno de Saulo, que el Espíritu Santo le muestra su realidad
concerniente a como él vive y actúa en relación a Dios, al prójimo y a sí mismo. Es el mismo
Espíritu Santo el que le indica en qué condiciones esta su Sistema Límbico, muestra las áreas
oprimidas por las fortalezas espirituales del mal (área toxica).
De esta manera viene a
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advertirle cuales áreas necesitan ser liberadas e identifica la estrategia para trabajarlas; de ese
modo el ayuno sirve como instrumento de sanidad y restauración física, emocional y espiritual.
En conclusión, para Saulo de Tarso convertirse en el Apóstol Pablo, un hombre llamado
por Dios para predicar el Evangelio a los gentiles, tuvo que pasar por un proceso de
transformación mediante la conversión.
Es Ananías quien por instrucciones del Señor y
mediante la imposición de manos, el Espíritu Santo le da una nueva identidad y una nueva
personalidad manifestando el fruto del Espíritu. Gálatas 5:22-23 “En cambio, el fruto del
Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio
propio. No hay ley que condene estas cosas”.
A través del proceso, sus energías vitales fueron transformadas. Cuando el Apóstol
recobro la vista física, recobró la visión espiritual para manifestar el conocimiento de la Persona
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; 1 Corintios 2:2 “Me propuse más bien, estando entre
ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo y a éste crucificado”. Pablo nunca
permitió que cosa alguna lo distrajera o desviara su atención del rostro de Cristo. Aprendió a
mantener un carácter con el del Señor.
La característica permanente del hombre espiritual es la capacidad de comprender el
significado del Señor en su vida y explicar los propósitos de Dios en la vida de otros; esa era la
pasión de Pablo. Por eso en Hechos 9:20 observamos la conducta de un hombre que ha sido
transformado, “y enseguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el
Hijo de Dios”. Esta es la verdadera transformación, un milagro que supera a muchos milagros,
el tener un cerebro espiritual lleno del fruto del Espíritu Santo.
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Nota: El proceso transformador del Espíritu Santo en nosotros es dirigido de acuerdo a como entremos en una
comunión intima con Dios.
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