RECORDANDO A BERTOLT BRECHT Cristino Barroso Ribal Cuando los nazis vinieron a por los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar. Martin Niemoeller, 1939. Este poema, atribuido erróneamente a Bertolt Brecht, está hoy, más que nunca en vigencia. Más o menos diría ahora algo así: Cuando los neocons y sus aliados vinieron a por los extranjeros, guardé silencio, porque yo no era extranjero. Cuando encerraron a los sin papeles, guardé silencio, porque yo tenía documentación. Cuando vinieron a buscar a los activistas, no protesté, porque yo no era activista. Cuando vinieron a buscar a los gitanos, a los negros, a los moros y los latinos, no protesté, porque yo no era gitano, ni negro, ni moro, ni latino. Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar. El Parlamento Europeo dio luz verde con una mayoría más holgada de lo esperado a la polémica directiva de retorno, que permitirá confinar en centros de retención a los inmigrantes ilegales que sean detenidos en territorio comunitario hasta un máximo de 18 meses mientras se tramita su expulsión. Asimismo, los inmigrantes menores de 18 años no acompañados también podrán ser repatriados. Con el aval del pleno de Estrasburgo la nueva ley (la misma que aprobaron los ministros de interior el 5 de junio) supera el último obstáculo, por lo que podrá entrar en vigor en 2010. Las nuevas reglas no se aplicarán a los inmigrantes que llegan en pateras a Canarias ni a aquellos que están a la espera de una solicitud de residencia o asilo pero sí a cualquier otro inmigrante sin papeles que viva en el archipiélago. La directiva recibió 367 votos a favor, 206 en contra y 109 abstenciones. Entre los grupos que la apoyaron estuvieron el Partido Popular Europeo, los Liberales, el grupo de Europa de las Naciones (UEN) y la extrema derecha, así como varias delegaciones socialistas, entre ellas la española, que se desmarcaron de la consigna de su grupo de votar contra el texto. Asimismo, ninguna de las enmiendas presentadas por el PSE, los Verdes y la Izquierda Unitaria, los tres grupos que se opusieron en bloque, para suavizar el texto y ofrecer más garantías a los inmigrantes, fue aceptada. La aprobación de la nueva ley no sólo arrancó las críticas de estos grupos, sino también de numerosas organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, que considera no garantiza la seguridad y dignidad de los inmigrantes y recorta los estándares existentes en los estados miembros. Este poema sí es de Bertolt Brecht, y explica muy claramente lo que está pasando: Río abajo hay arroz, río arriba la gente necesita el arroz. Si lo guardamos en los silos, más caro les saldrá luego el arroz. Los que arrastran las barcas recibirán aún menos y tanto más barato será para mí. Pero ¿qué es el arroz realmente? ¡Yo qué sé lo que es el arroz! ¡Yo qué sé quién lo sabrá! Yo no sé lo que es el arroz. No sé más que su precio. Se acerca el invierno, la gente necesita ropa. Es preciso, pues, comprar algodón y no darle salida. Cuando el frío llegue, encarecerán los vestidos. Las hilanderías pagan jornales excesivos. En fin, que hay demasiado algodón. Pero ¿qué es realmente el algodón? ¡Yo qué sé lo que es el algodón! ¡Yo qué sé quien lo sabrá! Yo no sé lo que es el algodón. No sé más que su precio. El hombre necesita abundante comida y ello hace que el hombre salga más caro. Para hacer alimentos se necesitan hombres. Los cocineros abaratan la comida, pero la ponen cara los mismos que la comen. En fin, son demasiado escasos los hombres. Pero ¿qué es realmente el hombre? ¡Yo qué sé lo que es el hombre! ¡Yo qué sé quien lo sabrá! Yo no sé lo que es el hombre. No sé más que su precio.