Revaloración de la hoja de coca Eduardo Quirós Sánchez Como algo inusitado, imprevisto, fuera de lo normal, podría considerarse lo que sucedió el viernes pasado, cuando señoras, señoritas, jóvenes y padres de familia, entre las diez de la mañana y las siete de la noche, consumieron chacchando dos arrobas de coca que fueron proporcionadas por la Empresa Nacional de Coca (ENACO). Sabemos que ahora sólo se chaccha en algunos velorios. En el fondo se trató del desarrollo de un interesante programa organizado por alumnos den diferentes carreras profesionales de la Universidad Privada Antenor Orrego y de la Universidad Nacional de Trujillo, con el apoyo de algunas empresas o instituciones de nuestro medio como Pilsen Trujillo y ENACO, así como también de la Comunidad campesina de Sartibamba, en donde se produce la mayor cantidad de coca y de los Institutos y Asociaciones Culturales que proporcionaron sus grupos de danzas para deleite del numeroso público que se congregó en la romántica plazuela de El Recreo. La actividad ofreció una exposición de fotografía, charlas referidas a propiedades especificas de la hoja de coca, danzas folclóricas con vestimentas típicas, presentación del vino de la felicidad, elaborado con ingredientes de coca y la invitación a chacchar la hoja. El objetivo principal de la actividad fue hincar en Trujillo una campaña de revaloración de la coca, conocida desde muy antiguo como la hoja sagrada de los incas, pero que ahora, con la producción de cocaína, se ha convertido en una planta maldita. En el libro “Nutrición, nutrientes y la hoja de coca”, de la Universidad de Harvard, en los EE.UU, la Dra. Katleen M. Kantak, reconoce que la hoja de coca, en 100 gramos aporta los nutrientes que un ser humano necesita por día. Entre tales ingredientes menciona a los siguientes: nitrógeno, grasa, carbohidratos, alfa y beta caroteno, vitaminas B1 y B2, C y E, niacina, calcio, fosfato, potasio, magnesio, sodio, aluminio, bario, hierro, estroncio, boro, cobre, zinc, manganeso, alcaloides totales y cromo. Los alcaloides, que son variados, ayudan a la metabolización de las grasas, regulan presión arterial, evitan la caries dental, previenen las úlceras y la gastritis, regulan funcionamiento del hígado y la secreción de la vesícula, con aumento de hemoglobina. En el incanato y hasta la actualidad se chaccha para disminuir cansancio y el sueño, mitigar estados depresivos, corregir trastornos estomacales digestivos, etc. la el la el o En Italia, en el año de 1,863, el químico llamado Angelo Mariani, produjo un vino que lleva su nombre y se vendía como tónico. En la etiqueta del botellón dice que tiene hoja de coca de Perú. Debido a su gran acogida, porque también era estimulante, en 1,891 publicó elegantes álbumes con fotografías y testimonios de personas importantes. Entre los escritores figuran Emilio Zolá, Alejandro Dumas, Julio Verne, Ulises Grande, el zar de Rusia y el científico Thomás Alva Edison. Modernamente, la coca es ingrediente de una gaseosa producida por la transnacional más poderosa del mundo, Coca – Cola. Con tales antecedentes, Perú ha empezado a producir el vino de la felicidad, con buena aceptación del público. Se trata de un vino de Ica, de reconocida calidad y pureza, al cual se añaden ingredientes de la hoja de coca. Por su sabor agradable y por sus propiedades cardiotónicas y como estimulante laboral ya está disfrutando de la preferencia de los consumidores. El otro uso que es tradicional en los Andes del centro y del sur, es el mate de coca, agradable y estomacal que debería sustituir a las diferentes variedades de té que incluso importamos de los países asiáticos. La revaloración de la coca es una posición nacionalista, frente a las grandes campañas realizadas desde el extranjero para erradicar totalmente los sembríos de coca. De los diez ingredientes que tiene la hoja, sólo una se utiliza para producir la droga. Pero se necesitan varias toneladas de hoja para producir la droga. Debido a la presencia de los traficantes y al uso de los dólares, Perú se ha convertido en el paraíso y de aquí, burlando todos los controles, va al resto del mundo. Más culpables de este sucio negocio son los países en donde se consume la droga, que los campesinos encargados de producirla. Por eso en esta actividad, los jóvenes utilizaron como instrumento de campaña el lema: LA HOJA DE COCA NO ES COCAINA.