Senderos Cantos populares de la región de Soatá, recoPilados por el canónigo doctor Cayo Leonida s Peñuela A un patojo de Soalá lo nombraron juez letrao, y pa dar el juramento fue menester asen tao. Esto dijo el armadillo cuando iba pal'a su cueva: como no me moje el "rabo, lo demás, mas que me llueva. Esto dijo el armadillo sembrando sus arracachas: para las viejas, berrenque (1), y besos, a las muchachas. Mujeres hay en el mundo como en las tiendas hay ropa; pero una mujer de bi en por obra de Dios se topa.. De mi gallina y mis pollos con que me mantenía yo, tan sólo por ir a misa mi gall ina se perdió. Vecina de aquí a mi lado llamada Juana de Dios, ¿no me ha visto mi gallina? - No, vecina, no, no, no. y ahora que no hay consuelo para un triste corazón me contentaré diciendo que gallinita, que pió, pió, pió. En un tiempo era yo el gallo de todas estas gallinas; ahora los pollos me pegan y las pollas se me empinan. (1) Fuete o azote. Ya no hay silla ni caballo ni ropa COIl qué lucir; sólo me queda el decir que en un tiempo era yo el gallo. Mi vida, si me querés, ha de ser con acomodo, pues delante de la gente, ni sonri sas ni mal modo. Entre dos primas hermanas tengo mi amór repartido, queriendo a la más bonita, no echando la otra en olvido. ¿Qué haremos, vidita mía, qué haremos con vos agora? Que tengo otra más bonita que puede ser tu señora. Me cuentan que ya te vas; partiremos el camino: vos te vas para la Ausencia; yo me voy para el Olvido. Mi mujer y mi caballo se me murieron a un tiempo; ¡qué mujer ni qué demonio, Mi caballo es lo que sientol Todo aquél que vaya a fiestas y se quiera complacer no lleve yegua parida ni tampoco a su mujer, porque la mujer lo cela, y el potro lo hace volver. Si algún tuerto hubiere bueno, escribelo por milagro; hacele la cruz a un cojo, y Dios te libre de un calvo de vivir con un garlero y de comer con un galgo. Más vale quel'el' a un pel'ro que querer a una muj er: el perro es agradecido donde le dan de comer. Muchos hay que me amenazan; dicen que me han de matar por unos ojitos negros que me alzaron a miral·. Echame esa piedra al agua, que se vaya a lo profundo; si lo que amo tiene dueño, ¿para qué quiero yo mundo? ¡Quién fuera gaque de peña para no sentir verano; f.luién viviera entre tu pecho para ver su desengail01 Ayer pasé por tus puertas, con otro te vide hablando; no te pedí la candela porque yo pasé jumeando. A la Virgen de la Piedra (1) me en comiendo noche y día a ver si por fin te animas a ser la esposita mía. No hay hombre como mi Dios ni mujer como Maria, ni amor como el de la madre, ni luz como la del día. Ayer tarde me hice el muerto para ver quién me lloraba, y a la que más me quería a esa poco se le ciaba. Si el toro fuera de queso y los cachos de panela, lo sacaran a la plaza, ¡qué bonito lance hiciera! (1) Imagen milagrosa que se venera en Soatá. Soatá, abril de 1934. 191 ©Biblioteca Nacional de Colombia