orden del dia nº 1577

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O.D. Nº 1.577
CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION
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SESIONES ORDINARIAS
2002
ORDEN DEL DIA Nº 1577
COMISION DE RELACIONES EXTERIORES
Y CULTO
Impreso el día 20 de noviembre de 2002
Término del artículo 113: 29 de noviembre de 2002
SUMARIO: República de Venezuela. Expresión de
preocupación por los sucesos que ocurren en la
misma poniendo en peligro su democracia y otras
cuestiones conexas. Vázquez y Stolbizer (6.822D.-2002.)
Dictamen de comisión
Honorable Cámara:
La Comisión de Relaciones Exteriores y Culto ha
considerado el proyecto de declaración de los señores diputados Vázquez y Stolbizer por el que se
expresa preocupación por los múltiples sucesos que
están ocurriendo en la República de Venezuela; y,
por las razones expuestas en el informe que se
acompaña y las que dará el miembro informante,
aconseja la aprobación del siguiente
Proyecto de declaración
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
1. Su profunda preocupación por los múltiples
sucesos que están ocurriendo en la hermana República de Venezuela y que ponen en peligro la institucionalidad democrática de ese país.
2. Asimismo, exhorta a todos los actores políticos, sociales, económicos, culturales y comunicacionales a promover el diálogo democratico para garantizar la permanencia de las instituciones.
Sala de la comisión, 7 de noviembre de 2002.
Jorge A. Escobar. – Marcelo J. M. Stubrin.
– Alberto A. Coto. – Mario H.
Bonacina. – José L. Fernández Valoni.
– Juan C. Lynch. – Darío P. Alessandro.
– Alfredo E. Allende. – Manuel J.
Baladrón. – Angel E. Baltuzzi. –
Marcela A. Bianchi. – Omar D.
Canevarolo. – Luis F. Cigogna. –
Fernanda Ferrero. – Teresa B. Foglia.
– Rubén H. Giustiniani. – Rafael A.
González. – Julio C. Gutiérrez. – Gracia
M. Jaroslavsky. – Marta Palou. –
Gabriel L. Romero. – Cristina Zuccardi.
INFORME
Honorable Cámara:
La Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, al
considerar el proyecto de declaración de los señores diputados Vázquez y Stolbizer, creen innecesario
abundar en más detalles que los expuestos en los
fundamentos que lo acompañan, por lo que los hace
suyos y así lo expresa.
Jorge A. Escobar.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Durante los días 11 y 12 de abril hubo un golpe
de Estado. Dos días después, fracasada la asonada
por una movilización popular que arrancó al presidente constitucional, Hugo Chávez, nadie se hizo
responsable del golpe. El único civil golpista que
marchó preso, el representante de la federación de
empresarios, Pedro Carmona, presidente por un día,
se fugó a un exilio dorado en Miami. El vicealmirante Carlos Molina Tamayo, ex jefe del Consejo de Defensa de las Fuerzas Armadas en Miraflores, buscó
refugio con sus amigos salvadoreños. Pérez Recao,
ideólogo de la asonada, huyó en uno de sus aviones privados a Estados Unidos. Pero nadie se hizo
responsable del golpe; todos se lavaron las manos.
El 11-4, todo empezó con una “marcha pacífica”
de la oposición. Pero según el general Raúl Baduel,
las tomas aéreas demuestran lo contrario. La manifestación era una suerte de “columna en marcha”.
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Lo que los soldados denominan “un movimiento hacia el contacto”. Ese tipo de movimiento se hace
para “buscar contacto con el enemigo y conquistar
una posición”.
El repudio del golpe se expresó desde todas partes del mundo, y los países latinoamericanos, unánimemente repudiaron el golpe.
Hugo Chávez volvió a Miraflores, algunos oficiales golpistas fueron pasados a retiro y a otros se
les siguen sumarios administrativos, pero ninguno
está preso.
Al cumplirse algunos meses del fallido golpe contra el presidente Hugo Chávez, los sectores de la
oposición realizaron un acto en la plaza Bolívar, al
que concurrieron muchas menos personas de las
esperadas por los organizadores.
Hugo Chávez definió a la derecha venezolana
como los “escuálidos”, de allí en más este sector
tomó ese nombre como bandera, pero el acto del 15
de junio en la plaza Bolívar ratificó el apelativo presidencial. Tras dos semanas de convocatoria, con
su poder económico puesto a disposición de la organización del acto –que implicaba además traer
gente del interior del país–, con todos los medios
de comunicación actuando en esa dirección, la derecha pudo congregar más que 60 mil personas.
El acto del 15 fue la culminación de dos semanas
en las que los escuálidos crearon un clima enrarecido hablando de un próximo golpe de Estado. El origen de la campaña se remonta al momento en que
la OEA reconoció que la investigación del golpe del
11 de abril debía quedar a cargo de la Comisión de
Verdad nombrada por la Asamblea Nacional. Hay
que destacar que Estados Unidos pretendía que
fuera una comisión de la OEA, quien realizara la investigación.
Las maniobras para enrarecer el clima fueron de diversa naturaleza, entre las que se contó la aparición
en un programa televisivo de la periodista Patricia Poleo, un grupo de supuestos militares encapuchados
autodenominados Comacates (comandantes, mayores, capitanes y tenientes) llamando a desconocer al
gobierno del presidente Chávez. Días después se descubrió, que el video había sido armado por la periodista y uno sólo de los encapuchados era militar y
estaba retirado. Ahora ya hay una investigación judicial sobre Poleo. Sin embargo los medios de comunicación continuaron actuando como si todo fuera
verdad y dando espacio en sus diarios y programas
a cuanto rumor golpista aparecía.
Sin embargo, muchos rumores y acciones enrarecieron y enrarecen el clima político en Venezuela.
Permanentemente, la sociedad venezolana se ve
en la “opción obligada” de la aceptación o no de
una dualidad que cada vez distorsiona más la representación política, donde los actores buscan
posicionarse en la antípoda del otro.
Entre las fuertes distorsiones, cabe mencionar
que durante la 90ª Conferencia Internacional del Tra-
bajo, por la presión de los trabajadores presentes,
la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
anunció el 11 de junio que Carlos Ortega, presidente
de la Confederación de Trabajadores de Venezuela
(CTV), fue excluido de la lista de candidatos presentados por la Conferencia Internacional de Sindicatos Libres (CIOSL), para conformar el Consejo de
Administración de dicha organización. Por un lado,
los delegados laborales de la OIT condenaron la
participación de Ortega en el golpe de Estado, y por
el otro la representación de trabajadores del mundo
entero lo criticó duramente tanto por su nefasto desempeño en la central sindical como por su actuación durante el breve derrocamiento de Chávez.
La última manifestación popular de respaldo al
presidente Hugo Chávez, realizada el trece de octubre pasado en Caracas ¿empezará a estimular una
reflexión política en sectores de la élite adversaria
en relación con los procedimientos para ejercer la
oposición y la crítica? A juicio de observadores
poco amigos del mandatario venezolano como CNN
y “The New York Times”, ese día “se movilizaron
algo más de dos millones de personas”, en una cálida manifestación que no tiene precedentes en esa
nación y que brindó un respaldo muy fuerte a las
políticas del gobierno de Chávez. Esta circunstancia traduce que la “V República”, ha logrado captar
nuevos actores entre campesinos, obreros y clases
medias, incorporándolos activamente al nuevo proceso político.
Los empresarios de Fedecámaras y los sindicalistas desplazados de la OIT usufructuarios de grandes
privilegios estatales hasta la crisis de febrero del 89,
habían convocado a sus trabajadores y ejecutivos a
marchar el once de octubre, en desarrollo de una serie de estrategias desestabilizadoras que incluían propósitos golpistas. La mayoría de los medios de comunicación del país, no dieron la trascendencia que
tenía a la movilización en apoyo a Chávez, pero si de
esa movilización que convocaron los actores centrales del golpe con consignas confusas.
Como dijera Pierre Bourdieu “El periodismo es una
profesión muy poderosa, pero está compuesto por
individuos muy frágiles”.
Sin embargo, el proceso social de transformación
nacional en que está comprometido el pueblo venezolano, ha llegado a un punto de no retorno. La
propuesta del presidente Hugo Chávez, está dentro
de un marco de participación democrática, mas allá
de las críticas que pueda merecer, no hay atisbos
de disminución de los derechos políticos de los ciudadanos. La suerte de la democracia venezolana estará fuertemente ligada a la solución con respecto a
la disminución de la pobreza y la desigualdad y difícilmente puede ser llevada a cabo en un contexto
permanente de desestabilización política y de confrontación.
Las cifras económicas revelan la crisis económica y social. El producto interior bruto (PIB) cayó
un 9,9 % en el segundo trimestre del año y el sector
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manufacturero registró una merma del 7,6 % durante
el primer semestre. Los indicadores de la producción de los sectores clave en la generación de empleo, como la construcción, también evidencian una
caída impresionante. De ahí que los niveles de desocupación tienden a elevarse, como admite el oficial Instituto Nacional de Estadística al indicar que
en julio la tasa de desempleo llegó al 16,4 %. Estimaciones de la Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV), y de otros opositores colocan el
desempleo por encima de 20 %. El otro gran problema que afronta el gobierno es la inflación, un
parámetro que había logrado controlar en ejercicios
anteriores. Este año ya ha sobrepasado notoriamente el estimado para el período completo, que era de
entre un 12 % y un 14 %. En septiembre superó el
25 %. Cálculos independientes estiman que pasará
del 30 % a finales de año.
La depreciación de la moneda nacional, que se
acentuó a partir de febrero, tiene mucho que ver con
este disparo inflacionario. El dólar ha elevado su precio al doble en menos de un año. A fines de 2001 la
moneda norteamericana se cotizaba a 750 bolívares.
Ahora su cotización roza los 1.500 bolívares.
Todos estos síntomas negativos se producen a
pesar de que si en algo ha tenido éxito la estrategia
de Chávez en estos cuatro años ha sido en mantener
alto el precio del petróleo. Ha logrado flotar sobre
los 26 dólares por barril y evidencia una gran fortaleza, ante la posibilidad de un ataque bélico contra
Irak. Sin embargo, los gigantescos ingresos petroleros no han logrado revertir la crisis económica.
Esta fortaleza que le brinda el contexto internacional, no se condice con la política interna. Y en
este caso, gobierno y oposición llevan adelante una
carrera de culpas de las cuales los argentinos conocemos mucho.
Esta muestra permanente de disputa de la superestructura política sin visión de la crisis social profunda en la que está sometida la sociedad venezo-
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lana ahonda mas la exhortación sobre la consecuencia directa que acarrea tal actitud en la legitimación de la política y de las instituciones democráticas.
Por eso, la respuesta a la pobreza y la desigualdad
debe ser la consigna central del sostén y la perdurabilidad de las instituciones democráticas en todos los
países latinoamericanos y de todos aquellos, que
desde el gobierno y la oposición, tienen la responsabilidad de conducir los destinos nacionales.
Todos y en cada uno de nuestros países debemos
aunar esfuerzos para realizar las acciones políticas
que canalicen los consensos en pos de una mejora
en las condiciones de vida de los ciudadanos.
Por todo esto, señor presidente es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.
Ricardo H. Vázquez. – Margarita R.
Stolbizer.
ANTECEDENTE
Proyecto de declaración
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
1. Su profunda preocupación por los múltiples
sucesos que están ocurriendo en la hermana República de Venezuela que ponen en peligro la institucionalidad democrática.
2. Asimismo, exhorta a todos los actores políticos, sociales, económicos, culturales y comunicacionales a promover el diálogo democrático para garantizar la permanencia de las instituciones, las
cuales han sido y siguen siendo un ejemplo de perdurabilidad entre las debilitadas democracias latinoamericanas.
Ricardo H. Vázquez. – Margarita R.
Stolbizer.
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