denunciando los falsos maestros i

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DENUNCIANDO LOS FALSOS MAESTROS I
Pastor Oscar
18 de Marzo, 2007
Iglesia Bautista de la Gracia
Santiago, Republica Dominicana
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al
Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos
seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre
los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme
(2 Pedro 2:1-3)
Cuando se lee esta carta del apóstol Pedro se puede notar que fue una de sus
metas ganar el agrado de su Salvador, y con ese fin escribió, que también otros
anduviesen en el buen camino de la verdad: “Por esto, yo no dejaré de recordaros
siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad
presente.” (1:12). Nuestro verso es un particular: “Pero hubo también falsos profetas
entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros.” Entonces podemos decir:
Que es el agrado de Cristo que los Cristianos detecten la falsedad doctrinal y la
denuncien públicamente. Hay elogio del Señor para quienes eso hagan. El registro de
esta Escritura lo declara.
Los falsos maestros no sólo son peligrosos, sino también perjudiciales. Engañan las
personas en el asunto más importante, la salvación del alma. Nadie desearía ser
engañado, y mucho menos en lo espiritual, ya que es un asunto no pequeño, de
enormes consecuencias. Pervierten la santa fe y socavan el mismo fundamento de la
verdadera religión. A esas falsas doctrinas la Biblia les pone este título “fábulas”, porque
a los ojos del Señor toda doctrina que no sea conforme a la sana enseñanza de las
Santas Escrituras es una fábula. En nuestra cultura se diría que esos falsos maestros son
especialistas en dar “caramelitos”; o que entretienen las almas con lo que no aprovecha.
Maestros del Entretenimiento, no de la verdad. Leámoslo: “Por avaricia harán
mercadería de vosotros con palabras fingidas.” (v3).
El estudio será así: Uno, La explicación del pasaje. Dos, Señales de los Falsos:
Generales y particulares. Tres, Direcciones para combatir la falsedad doctrinal.
I. UNA BREVE EXPLICACIÓN DEL PASAJE
En el pasaje se puede ver varios asuntos: Una precaución: “Pero hubo también
falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros.” Descripción
de la carcoma: “Introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al
Señor que los rescató.” Un contagio popular: “Y muchos seguirán sus disoluciones, por
causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado.” Un maléfico distintivo:
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“Por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. ” Y un castigo:
“Atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina… Sobre los tales ya de largo tiempo la
condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” Veamos estos detalles.
LA PRECAUCIÓN APOSTÓLICA
Esta parte inicia con una partícula de contraste “pero”; el capítulo anterior finalizó
con la dulzura de la verdad, y este con una denuncia del error: “Nunca la profecía fue
traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo. Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como habrá entre vosotros falsos maestros. “ (v1:21, 2:1). Note el orden, la
confirmación de la revelación divina, y luego la debida precaución. Una profecía
verdadera denunciando la falsedad. Como si Pedro hubiese dicho: Les digo la verdad,
vendrán falsos consejeros. La iglesia de Cristo no puede evitar el surgimiento de tales
peligros. Hasta que el mundo y los incrédulos no sean quemados en el hormo del Señor,
los falsos estarán sobre la tierra, y morirán por edad, más otros tomarían su lugar. Así
seguirá hasta el último día del Evangelio sobre la tierra. Dios nos ayude a estar
preparados y no sea debilitada nuestra esperanza en el Señor Jesucristo.
Leamos de nuevo: “Hubo también falsos” (v1). O que además de los verdaderos
también falsos. La implicación es obvia, el Señor nunca dejó Su Pueblo sin maestros, es
cierto que Moisés, Samuel, Pablo, Juan y Pedro murieron, no obstante y después de
ellos siempre han habido siervos fieles que mantienen encendido el candelabro del
Evangelio. Mientras haya un sol en el firmamento habrán predicadores fieles de la
Palabra de Dios. La promesa es firme: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.” (Efe.4:13). Esta luz no será quitada hasta que Sus elegidos entren
en la gloria. El camino al Cielo estará continuamente iluminado.
Definiendo términos. Leo: “Hubo también falsos profetas.” La falsedad es una
aberración de la verdad, o que falsos profetas enseñaron falsas doctrinas. Mientras haya
pecado en este mundo, el pueblo Creyente no podrá evitar las incursiones del Enemigo
tratando de meter falsedad dentro del pueblo santo. La Iglesia ha de cuidar muchas
cosas, y esta es una de las principales, cuidarse de los lobos vestidos de ovejas, ellos
corrompen la fuente de nuestra santa fe. Estos falsos pueden serlo en tres sentidos, a
saber: Propio, Místico, y Modernos.
Son profetas falsos Propios, los astrólogos, quienes se ocupan de anunciar el
horóscopo, los números de la Lotería, leer las barajas, la taza, etc. Todos esos fueron
entrenados en la academia del Diablo. Enriquecen los oídos de muchas personas, y al
mismo tiempo le quitan dinero. Los Místicos son ángeles caídos o demonios, que de
continuo están prometiendo felicidad a los hombres y nunca se las dan, y no pueden
darla porque no la tienen; un caso: “Otra vez le llevó el diablo (a Jesús) a un monte muy
alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te
daré, si postrado me adorares. (Mt.4:8-9). Satanás no tiene gloria alguna, su gloria es
mera sombra, pura vanidad, sin embargo de continuo la ofrece. La profecía al respecto
es perturbadora: “El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.”
(1Ti.4:1-2). Una gran parte del mundo será engañado por tales demonios. El corazón
natural del ser humano es un falso profeta de esta clase, nótese: “Dice el necio en su
corazón: No hay Dios.” (Sal.14:1). En general estos hablan así: A lo bueno dicen malo, y
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a lo malo bueno.
El tercer grupo de los falsos profetas son los que indica nuestro pasaje, y que
hemos denominado como Modernos, o los que conciernen a nuestra presente
peregrinación, y esto se puede deducir del verso: “Hubo también falsos profetas entre el
pueblo, como habrá entre ustedes falsos maestros”; o que es pertinente ocuparnos, no
de los desaparecidos, sino de los que ahora representan algún tipo de peligro. Al pueblo
santo el Señor envía Sus profetas para que los instruya en la verdad, pero al mismo
tiempo el Diablo envía los suyos para seducirlos al error. Son falsos, el Señor no los ha
enviado, y falsificadores de la Palabra de Dios. Hacen lo opuesto de lo que manda el
apóstol: “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado” (1Ti.6:20). Esto es, la
Palabra de Dios, sin embargo para ellos es como si no existiera. Su imaginación carnal
los dirige. Y en nuestra generación se ven por montones: “Habrá entre ustedes falsos
maestros”. Entre el pueblo profesante la falsedad religiosa será inevitable. No es que
sucederá porque el Señor lo manda, sino que el apóstol anuncia la apostasía a que
llegarán los hombres incrédulos con ropaje de Cristianos. Son contrarios al espíritu del
fiel profeta: “Lo que Jehová me hablare, eso diré.” (1Re.22:14).
DESCRIPCIÓN DE LA CARCOMA
Leemos: “Introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al
Señor que los rescató.” (v1). Se ven dos cosas: La manera: “Introducirán
encubiertamente”, y el asunto: “Herejías destructoras.”. Consideremos su manera; que
procurarían injertar la herejía de forma encubierta, secretamente, y tratándose de un
mal podemos decir, maliciosamente. Un caso ilustra: “Ni aun Tito, que estaba conmigo,
con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; y esto a pesar de los falsos
hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que
tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.” (Ga.2:3-4). Como la Biblia habla
de la circuncisión, entonces estos judaizantes, instigados por Satanás, lo emplearon para
tratar de injertarlo en el Evangelio. Un desconocido no puede meterse en tu casa
encubiertamente, pero un familiar o vecino sí. Usan términos bíblicos para introducir sus
erradas opiniones dentro de la Iglesia (2Pe.3:16). Lo hizo el diablo contra el Señor
Jesús, empleó términos bíblicos para tentarlo (Mt.4:1-9). Las palabras apóstol, pastor,
profeta son bíblicas, y con ellas el Enemigo seduce incautos y los entrampa.
Mire como Pablo lo indica: “ Llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del
error.” (Efe.4:14). El error doctrinal es obra del diablo, y en eso es muy hábil ya que
tiene más de cinco mil años estudiando y mejorando sus tácticas. A un hombre
estudioso y conocedor de la Biblia se le denomina teólogo; de manera semejante al
diablo se le denomina el engañador, el maestro de los engañadores. Y su especial
método es meterse encubiertamente dentro del Pueblo Evangélico. El león ruge, y luego
apresa; el lobo apresa, y ruge; los herejes apresan y no rugen. Comentando sobre esto
Plumer dijo: Si los falsos maestros actuasen de una manera diferente dudaríamos de la
verdad revelada. Que esto nos incline más a Cristo y menos a las criaturas. Imitemos los
de Berea; comparemos las enseñanzas de los maestros con la Biblia y precisemos si
están de acuerdo con la verdad.
El asunto dice: “Herejías destructoras.”. En su origen la palabra herejía
(Gr.
), fue usada en buen sentido, ya que significada una escogencia u opción, y
se refería en escoger una buena secta o la mala. En el texto se refiere cuando alguien
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escoge el error doctrinal en contra del Evangelio o la verdad. Diferenciemos su
significado: Relacionado con este asunto se dan varios casos: Error, divisiones y herejía.
El error es una disociación entre lo que se piensa y la verdad. Un hermano pudiera estar
errado, y aun así no se separa de sus hermanos. Las divisiones separan, pero no
apartan del Evangelio. Se van a otros lugares y aun trabajando dentro de otra iglesia. La
herejía no hace nueva iglesia, sino ninguna Iglesia.
El error mancha las paredes, la división la tumba, pero la herejía socava el
fundamento con el fin de tumbar, no la pared sino la casa. El error mancha, la división
muda, y la herejía destruye. El error es como la piel ampollada; la división es la piel con
tumor, pero la herejía es como un miembro cercenado. Las divisiones socavan la unidad
y la paz de la Iglesia, en cambio el hereje está contra la verdad y la paz. El hermano
errado y el separado no están del todo bien, pero siguen en la fe; el hereje se inventa
otra fe. Oigamos como habla David: “Mucho tiempo ha morado mi alma Con los que
aborrecen la paz.” (Sal.120:6). El salmista podía convivir con los que desprecian la paz.
Pero no con los herejes, oigamos: “¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me
enardezco contra tus enemigos?” (Sal.139:21). Así doctrina del Evangelio.
Leo: “Herejías destructoras” Destacamos el plural. Los enemigos del Evangelio son
definidos, y de esta carta se infiere que a medida que se acerca el regreso de Cristo se
unirán para atacar la iglesia como un sólo grupo: “Herejías”. Muchos frentes de lucha.
Hay un texto que parece aplicar aquí, y me voy atrever a citarlo por su gran similitud
con este plural: “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de
los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.”
(Apo.20:9). Sepamos, pues, que la Iglesia sería espiritualmente atacada por multitud de
herejías. En lo particular de este negro asunto hay un caso histórico en el AT que
pudiera darnos una idea realista de su gran peligro, que encubiertamente surgiría contra
el pueblo Creyente: “Muchos pastores han destruido mi viña, hollaron mi heredad,
convirtieron en desierto y soledad mi heredad preciosa.” (Jer.12:10). Cuando uno
considera este cuadro, tristeza embarga el corazón.!Dios nos ayude.
El Efecto. El escritor divino agrega: “Destructoras”; malignas, corruptas, dañinas,
doctrinas de perdición o condenación. El cuadro que hoy se vislumbra en este mundo es
alarmante; hay mucha corrupción social, inmoralidad, violencia domestica y callejera;
robos, engaños, mundanalidad, herejías, y todo ello tiene una actor detrás del telón, la
obra del Diablo: “El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él… Es mentiroso, y padre de mentira.” (Jn.8:44). Por
naturaleza se opone a la verdad y está contra todo bien eterno. La maldad se hace
epidémica en los estrato de la sociedad, las herejías se multiplican o que muchos son
dirigidos por el mal, y no ha de extrañar que multitud de predicadores sean guiados por
el diablo. Es alarmante. Hombres, mujeres, familias, pueblos y naciones van al
precipicio.
Citamos las plagas del pelagianismo, los arrianos o mal llamados testigos de
Jehová, el papismo, los mormones, los gnósticos, carismáticos, el Evangelio de la
prosperidad y otros tantos. Los seguidores de estas sectas se cuentan, no por miles,
sino por millones. En lo espiritual han llenado la tierra de cadáveres. La confusión
doctrinal cada día más se generaliza. Como está escrito en otro lugar: “Tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella… Estos resisten a la verdad;
hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Más no irán más
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adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos… Más los malos hombres y los
engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2Ti.3:5,8-9,13). El
diablo los engaña, y ellos engañan a otros. Ante este aterrador cuadro oramos: Quiera el
Señor nuestro Dios nos libre de toda falsa doctrina y herejía. Amén.
Hoy pudimos ver el inició sobre la explicación del pasaje. Sólo dos partes: Una
precaución: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros.” O una profecía verdadera denunciando la falsedad. Como si
Pedro hubiese dicho: Les digo la verdad, vendrán falsos consejeros. La iglesia de Cristo
no puede evitar el surgimiento de los falsos profetas. Y estamos viendo su
cumplimiento. Luego se estudió: La descripción de la carcoma: “Introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató.” Y en
eso, la manera: “Introducirán encubiertamente”, y el asunto: “Herejías destructoras.”.
En el texto se refiere cuando alguien escoge el error doctrinal en contra del Evangelio o
la verdad. Como se dijo: El error mancha la pared, la división la derrumba, pero la
herejía socava el fundamento con el fin de tumbar, no la pared sino la casa. El error
mancha, la división muda, y la herejía destruye.
APLICACIÓN
1. Hermano: Roguemos la bendita iluminación del Espíritu. Para el
conocimiento espiritual es necesario, algo más que tener una Biblia. Sólo y únicamente
Dios revela la verdad, da amor y enseña cómo y dónde aplicarla correctamente. Tener
un bate de béisbol en la mano y cómo usarlo, no es suficiente; además hay que saber
como responder a los diferentes lanzamientos del contrario. Las Escrituras nos fueron
dadas como instrumentos de Santificación, y como ser humano puedo leerlas y
entenderlas, pero sólo el Espíritu Santo santifica por medio de Ellas. Para santificarnos
es necesario descubrir el error y los engaños del pecado, antes de hacer el bien que
agrada a Cristo. El diablo nos robó el derecho al Paraíso, roguemos, pues: Señor
líbranos de herejías; que el Enemigo no nos robe el derecho a la Herencia de Gracia
eterna en Cristo.
2. Amigo: Apresúrate en recibir a Cristo en tu corazón, porque los días de
Gracia se están acortando. La lo Biblia enseña muy claro, y tu experiencia lo
confirma, el mundo va de mal en peor; la influencia de la maldad va en aumento. No te
arriesgue a ser arrastrado por el engaño; ven pronto al señor Jesús, salva tu alma.
AMÉN
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