ARRENDAMIENTO, PRORROGA FORZOSA DEL, AUNQUE EL

Anuncio
385057. . Sala Auxiliar. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo CXXII, Pág. 901.
ARRENDAMIENTO, PRORROGA FORZOSA DEL, AUNQUE EL PROPIETARIO
QUIERA HABITAR LA CASA (DECRETO DE 31 DE DICIEMBRE DE 1947). Es
inexacto que para que la ley anterior deje de regir sea necesario que se declare así, de modo
expreso, en la posterior; basta que ésta contenga disposiciones contrarias a las de aquélla para
que se entiendan suspendidas o derogadas. Ahora bien, resulta palpable la incompatibilidad
entre el precepto del artículo 2485 del Código Civil, que autoriza al propietario para negarse
a conceder la prórroga de un año simplemente porque quiera habitar el inmueble arrendado, y
los de los diversos decretos de congelación, entre ellos el de mil novecientos cuarenta y siete,
que considera los contratos de arrendamiento forzosamente prorrogados en beneficio de los
inquilinos. Suponer que, en lo que hace a los contratos protegidos por tales decretos, continúa
vigente el artículo 2485 del Código citado, equivaldría a privar de toda eficacia a esas
diversas disposiciones que se han dictado para proteger a los arrendatarios, y a no tomar en
cuenta ni los términos literales de los decretos ni su evidente finalidad, que consiste en
imponer una prórroga forzosa. El Decreto de mil novecientos cuarenta y siete mencionado,
indica expresamente que sus disposiciones son de orden público, al paso que el artículo 2485
de que se habla no hace tal declaración. Además de que, por el contenido y el propósito de las
dos normas y por las circunstancias en que respectivamente se promulgaron, es indudable que
el Decreto tiende al interés público de modo más claro y más directo, de tal suerte que es nulo
todo lo que se haga o se ordene contra sus disposiciones (artículo 5o. del Decreto y 8o. del
Código Civil). El criterio en el sentido de que como el artículo 2485 multicitado no se
comprende expresamente entre las disposiciones derogadas o suspendidas por el Decreto de
que se trata, y por lo mismo, conserva su vigencia, se basa en el supuesto inaceptable de que
sólo existe la derogación expresa de la ley, sin advertirse que también está admitida la
derogación tácita.
Amparo civil directo 2720/48. Huerdo Benjamín. 8 de noviembre de 1954. Unanimidad de
cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.
-1-
Descargar