Los ruidos fuertes afectan la memoria

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“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO”
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Los ruidos fuertes afectan la memoria
De acuerdo a un trabajo realizado por investigadores argentinos, la exposición a altas
intensidades de sonidos puede afectar los mecanismos de aprendizaje y memoria.
Buenos Aires, 10 de julio de 2012 – Los animales expuestos a ruidos con
intensidades entre 95 y 97 decibeles (dB) mostraron fallas en la memoria y la
capacidad de adaptarse a un ambiente conocido, así como cambios morfológicos en
las células del hipocampo, una región del cerebro asociada a los procesos de
aprendizaje y memoria. Científicos argentinos describieron este fenómeno en
animales de experimentación y los resultados fueron publicados en la revista
especializada Brain Research.
Durante la investigación trabajaron con dos grupos de ratas de entre 15 y 30 días
de edad, equivalente a los 6-7 años y adolescencia de un humano,
respectivamente. Un grupo de ratas de 15 días fue expuesto una sola vez a dos
horas de ruido, mientras que el segundo grupo, también de 15 días de edad, fue
expuesto durante dos semanas, todos los días, a dos horas de ruido. “Pudimos
determinar que una única exposición al ruido durante dos horas es suficiente para
generar un daño celular y una alteración en la conducta”, explica Laura Guelman,
investigadora adjunta del CONICET en el Centro de Estudios Farmacológicos y
Botánicos (CEFYBO, UBA-CONICET) y coordinadora del estudio.
Quince días después de la exposición, los animales mostraron fallas en la memoria,
la capacidad de habituarse a ambientes conocidos y una disminución en los niveles
de ansiedad, que según Guelman no es positivo. “Los animales presentan un menor
nivel de alerta ante el peligro, lo que les impediría escapar de un posible predador”,
explica. Además de las modificaciones en la conducta, las células del hipocampo
presentaron alteraciones en el núcleo, la zona donde está al ADN. “El núcleo se
desorganiza, lo cual indica que hay un daño en el tejido”, indica Soledad Uran,
becaria doctoral del CONICET y primera autora de la investigación.
Estos daños, sin embargo, son más evidentes en las ratas que sufrieron una sola
exposición que en aquellas que durante 15 días estuvieron expuestas
constantemente al ruido. Para Guelman, esto podría deberse a que los animales a
esa edad todavía están desarrollando su sistema nervioso, y gracias a esa
plasticidad las lesiones podrían ir reparándose. De acuerdo con María Zorrilla
Zubilete, docente e investigadora de la primera cátedra de Farmacología de la
Facultad de Medicina en la UBA, esta plasticidad neuronal es necesaria para poder
adaptarse a un cambio en el medio externo. Por lo tanto, los cambios en los
núcleos de las células “podrían ser compatibles con alguna degeneración o muerte
neuronal en el hipocampo, y relacionarse con la posibilidad de tener menos
plasticidad en los procesos de memoria”, comenta.
“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO”
Ruido blanco y ruido de ciudad
Durante el trabajo los investigadores usaron ruido blanco, que es la señal que
contiene todas las frecuencias del sonido y se percibe como si fuera el ruido de un
televisor mal sintonizado. La intensidad osciló entre 95 y 97 dB, equivalente a una
habitación muy ruidosa o “como si fuera la esquina de Av. Callao y Av. Corrientes”,
explica Guelman. Investigaciones previas mostraron que los sonidos por encima de
determinada intensidad afectan la audición y pueden producir alteraciones en el
comportamiento como estrés emocional, conflictos sociales y hasta desórdenes
psiquiátricos.
Los resultados de esta investigación muestran que intensidades de ruido menores a
las necesarias para producir trauma auditivo ocasionarían un daño probablemente
irreversible en el hipocampo. “Se podría hipotetizar que los niveles de ruido a los
cuales se exponen los chicos en las discotecas o escuchando música fuerte por
auriculares podría llevar a déficits en la memoria y atención a largo plazo”, analiza
Zorrilla Zubilete. Para Guelman la investigación abre las puertas para encontrar una
droga que ayude a prevenir estas lesiones celulares en el hipocampo. “Desentrañar
los mecanismos que median entre el ruido y el daño celular podría ayudar a
encontrar algún agente que interfiera con ellos”, dice.
Acerca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Con más de 50 años de existencia, el CONICET trabaja junto al Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en la transferencia de conocimientos y de
tecnología a los diferentes actores que componen la sociedad y que se expresan en ella.
Su presencia nacional se materializa en:
Presupuesto: con un crecimiento de 9 veces para el período 2003 - 2012, pasó de $
236.000.000 a $ 2.085.000.000.
Obras: el plan de infraestructura contempla la construcción de 88 mil m2 con una inversión
de $ 315.000.000. De las 54 obras proyectadas, 30 ya están finalizadas. Los aportes
provienen de fondos CONICET y del Plan Federal de Infraestructura I y II del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Crecimiento: en poco más de 5 años se duplicó el número de investigadores y cuadruplicó
el de becarios, con una marcada mejoría de los estipendios de las becas y los niveles
salariales del personal científico y técnico, en sus diferentes categorías.
Carrera de Investigador: actualmente cuenta con 6.939 investigadores, donde el 49% son
mujeres y el 51% hombres. Este crecimiento favoreció el retorno de científicos argentinos
radicados en el exterior.
Becas: se pasó de 4.713 becarios, en 2006, a 8.801 en 2011. El 80% del Programa de
Formación se destina a financiar becas de postgrado para la obtención de doctorados en
todas las disciplinas. El 20% restante a fortalecer la capacidad de investigación de jóvenes
doctores con becas post-doctorales, que experimentó un crecimiento del 500% en la última
década.
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(+ 54 11) 5983-1214/16
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