destino judicial de los procedimientos del derecho corporativo

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DESTINO JUDICIAL DE LOS PROCEDIMIENTOS DEL DERECHO
CORPORATIVO
Luis Rubio del Castillo
Sumario.- 1.- Idea General 2.- Conceptualización. 3.- ¿Por qué existe la jurisdiccióncontencioso administrativa? 4.- ¿Cuando, en concreto se puede acudir a la Jurisdicción
Contencioso- Administrativa? 5.- Agotamiento de la vía administrativa. 6.- El plazo para
interponer la Acción Contencioso-Administrativa 7.- Lo que ocurre en la práctica.
1.- Idea General
El destino final de los procedimientos del Derecho Corporativo (INDECOPI, Minero,
Tributario, Valores, Aduanero) Coactivo, Adquisiciones y contrataciones del Estado y otros
más) es la vía judicial y esto por varias razones a parte de las estratégicas para dilatar la
solución de los conflictos radica en la poca confianza que los usuarios de la administración
pública tiene en su capacidad de resolver precisamente tales conflictos de modo que
prefieren la mediación del Poder Judicial. Es por ello que desarrollamos en las línes
posteriores algunas cuestiones relativas al proceso contencioso administrativo, que así se
llama.
2.- Conceptualización
En el Perú el procedimiento contencioso administrativo se interpone ante el Poder Judicial
cuando no se ha logrado obtener un resultado satisfactorio ante la administración. El
fundamento jurídico de la acción contencioso-administrativa se encuentra inicialmente en
la Constitución Política, en concreto en el artículo 148º en cuya virtud “Las resoluciones
administrativas que causan estado son susceptibles de impugnación mediante la acción
contenciosos administrativa”. Dice al respecto MARCIAL RUBIO que la acción contenciosos
administrativa es el derecho que tiene las personas de recurrir ante el Poder Judicial para
que anule con fuerza obligatoria cualquier acto o resolución del Poder Ejecutivo o de otros
órganos administrativos del Estado que, pronunciándose sobre derechos individuales,
perjudica a una o más personas. Añade que tiene por finalidad evitar el abuso de poder de
[Escriba texto]
los funcionarios públicos y permitir que los jueces revisen sus decisiones (de la
Administración Pública) como máximos administradores de la justicia del país 1
3.-¿Por qué existe la jurisdicción contencioso- administrativa?
No en todos los países, por cierto, existe la posibilidad de que la Administración Pública
ejerza funciones jurisdiccionales. La doctrina se muestra celosa de la atribución judicial del
poder administrador. MANUEL J. SARMIENTO ACOSTA citando a E. García de Enterría dice
que La situación actual de los recursos administrativos es insuficiente para el autocontrol
de las Administraciones y para la garantía de los derechos de los particulares. Pero ya no
se trata solamente de un dato jurídico y formal, que se concreta en una regulación poco
operativa, sino de un dato empírico, patentizado en una generalizada falta de confianza de
los ciudadanos en los recursos. (SE REFIERE A LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS) A ello debe
añadirse que la propia Administración, presa de la burocracia y el formalismo, muestra
poca voluntad en arreglar esta catastrófica situación” 2. De otro lado también surgen ideas
contrarias a las tesis en cuya virtud es menester revisar todas las resoluciones
administrativas por el “catastrófico panorama” que plantea la sola admisión de una
jurisdicción administrativa. Entonces nos encontramos con el “Mito de la Judicialización”
que preconiza que todos los errores y –eventualmente- los horrores de la Administración,
impartiendo justicia van a ser subsanados por los jueces y tribunales de la Judicatura. En
efecto Malraux en cita de R. MARTÍN MATEO declara que el mito llama más a la adhesión
que al razonamiento y el mito de la judicialización en concreto no deja, en ocasiones, ver
lo que se esconde detrás del mismo o de su invocación permanente y por de pronto hay
que dejar sentado lo obvio: no es posible controlarlo todo judicialmente. Esta
imposibilidad es a veces por razones de la materia, por las precarias condiciones en que se
encuentra la administración de justicia o por el pragmatismo y la economía; pues carece
por completo de sentido abrir un proceso judicial en el cual se obtiene una resolución que,
en caso de ser positiva para las pretensiones del interesado, no lo compensa en la
práctica3 .
Pero lo que debe quedar claro, en suma, es según S. de SAS que eludir la judicialización de
todo no puede llevarnos a la solución contraria que sería la administrativización de áreas
o sectores que encuentra en los Tribunales de Justicia su lugar adecuado de resolución,
como sucede sin duda con los derechos fundamentales y las libertades públicas 4
1
Rubio Correa, Marcial Para conocer la Constitución de 1993, p.. 162-2 . DESCO 1994.
2
Sarmiento Acosta Manuel J “Los Recursos Administrativos en el marco de la Justicia Administrativa” pag. 33
S de Saz “Desarrollo y crisis del Derecho Administrativo. Su reserva Constitucional” en Nuevas perspectivas
del Derecho Administrativo, pp 190 y 191 Madrid 1º Ed 1992
4
S de Saz ibidem
3
[Escriba texto]
De otro lado MORON URBINA le da un carácter pre-judicial a la jurisdicción administrativa
por lo que recalca la necesidad de agotar esta vía para acudir a la judicatura. Añade que la
doctrina ha sostenido alternativa y/o concurrentemente que el agotamiento de esta vía
previa persigue como finalidades, producir una etapa conciliatoria previa a la controversia
judicial y dar a la Administración Pública la posibilidad de revisar decisiones, subsanar
errores y promover el autocontrol jerárquico de lo actuado por sus instancias inferiores y
reforzar la presunción de legalidad de los actos administrativos5
La doctrina revisada por nosotros no se encamina precisamente en la misma dirección
porque declara –como lo hemos glosado anteriormente- que el Poder Judicial desconfía
de la justicia administrativa y tiende a afirmar su carácter de árbitro final y definitivo de
las controversias, tratando duramente cualquier atisbo de la Administración que pretenda
escamotear y/o desconocer sus resoluciones y dictámenes judiciales a tal punto que los
censura drásticamente6
4.-Cuando, en concreto, se puede acudir a la Jurisdicción Contencioso- Administrativa.
a. El art. 218º de la Ley del Procedimiento Administrativo General establece que los
actos administrativos que agotan la vía administrativa podrán ser impugnados
ante el Poder Judicial mediante el proceso contencioso administrativo. Acto
seguido el art. 219º del mismo texto legal establece que agotan la jurisdicción
administrativa los actos respecto de los cuales no procede legalmente impugnación
ante una autoridad u órgano jerárquicamente superior en la vía administrativa
b. Los actos administrativos que se han resuelto por aplicación del silencio
administrativo positivo y aquellos en los que el silencio administrativo negativo ha
dado lugar a impugnaciones resueltas también por el mismo tipo de silencio
administrativo o por interposición de recurso de revisión.
c. El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos; y por
último
d. Los actos administrativos de los Tribunales o Consejos Administrativos regidos por
leyes especiales.
5.-Agotamiento de la vía administrativa
Varias ideas casi complementarias responden a este interrogante. Se dice por ejemplo que
la vía administrativa se agotó cuando la resolución “causa estado” lo que significa que en
5
MORON URBINA Juan Carlos Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General Gaceta
Jurídica, 6º Edición revisada pag 591. Lima 2007
6
El art. 49º del TUO de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo, aprobado mediante Decreto Supremo
Nº 013-2008-JUS. declara que “son nulos de pleno derecho los actos y disposiciones contrarios a los
pronunciamientos de las sentencias que se dicten con la finalidad de eludir el cumplimientos de éstas.
[Escriba texto]
sede administrativa nadie puede alterarla o modificarla. Contrariamente, un sector de la
doctrina rechaza tan siquiera la posibilidad de que una resolución administrativa al más
alto nivel pueda causar estado ya que únicamente las resoluciones judiciales producen esa
situación. Sin embargo es evidente que una resolución administrativa dictada en un
proceso de tal naturaleza, que no es recurrida –apelada o revisada- adquiere
características firmes y no podría llevarse a sede judicial con éxito. De ahí se deriva
precisamente otra de las respuestas: Se agota la vía administrativa cuando la resolución
en sede administrativa adquiere la característica de “cosa decidida”7, es decir, cuando no
es susceptible de ser recurrida en modo alguno.
En el mismo sentido OSCAR ZEGARRA señala que se puede apreciar que una resolución
administrativa “causa estado” cuando ya no puede ser impugnada ante ninguna autoridad
administrativa superior a la última que denegó el derecho y que éste concepto debe
considerarse como el agotamiento de la vía administrativa.8
En nuestra opinión imposibilita la reclamación ante el Poder Judicial la cosa decidida si ella
se ha producido como resultado de no haber interpuesto los recursos que la ley franquea.
En otras palabras, si el administrado omitió la interposición del recurso de apelación o el
de revisión y en tal virtud la resolución quedó firme, le quedará vedada la vía judicial.
6.- El plazo para interponer la Acción Contencioso-Administrativa
El Artículo 19º de la Ley El plazo general para interponer la acción contencioso
administrativa es de tres meses de agotada la vía administrativa según lo declara el inciso
1 del artículo 24 del TUO de la Ley 275849 . A este respecto es menester relievar la
preocupación expresada por JOSÉ BARTRA CAVERO cuando alude a la sentencia emitida por la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema en el Expediente Nº 969-95 que confirma que el
silencio administrativo negativo y jamás a favor de la Administración y que por lo tanto “el
vencimiento de los plazos que la ley otorga a la Administración Pública para pronunciarse en los
casos en que opera el silencio administrativo negativo jamás puede determinar el inicio del
cómputo para interponer la correspondiente demanda ante el Poder Judicial, porque la elección
corresponde al administrado quien puede escoger esperar indefinidamente que la Administración
resuelva o plantear las impugnaciones administrativas o demandas judiciales que correspondan”10
7
Para diferenciarla de la “cosa juzgada” del Poder Judicial
Zegarra Guzmán, Oscar Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General.- Análisis de la Ley
24777 p. 258
9
Ver la cita 6
10
Bartra Cavero José, Silencio Administrativo p. 227-8 Editorial Rodhas Lima 2006
8
[Escriba texto]
7.- Lo que ocurre en la práctica.
Lo que ocurre en la práctica es que cada vez más administrados acuden al Poder Judicial
para que revisen las resoluciones obtenidas en la Administración Pública. El Poder Judicial
está tratando de contener la avalancha de expedientes estudiando la forma de restringir
este camino pero resulta poco viable que se logre. Algo parecido ocurre en España por
ejemplo en donde se ha reformado la ley sobre el particular, teniendo en consideración,
entre otros aspectos el creciente aumento de la carga procesal. Así lo declara la exposición
de motivos del texto modificatorio de la Ley Reguladora de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa “Dado que, como se ha expuesto, la Jurisdicción Contencioso-Administrativa se
enfrenta a un gravísimo problema por la avalancha creciente de recursos, es obvio que la
reforma de sus aspectos organizativos debía considerarse prioritaria”11
CONCLUSIONES
1. En el Perú, la jurisdicción contencioso-administrativa emana de la Constitución Política
y faculta al Poder Judicial para que bajo determinadas normas (Ley del Procedimiento
Administrativo General y Ley del Procedimiento Contencioso Administrativo)
situaciones y en determinadas circunstancias, pueda revisar, contradecir o afirmar las
resoluciones expedidas en sede administrativa adquiriendo en este caso las
resoluciones judiciales la calidad de cosa juzgada.
2. No se estima que los asuntos a los que se refiere el acápite anterior sean tomados o
adquieran la condición de procedimientos pre-judiciales.
3. Se acude a la vía judicial cuando se ha agotado la vía administrativa, no estando
doctrinariamente claro en qué momento y en qué circunstancias ocurre esto.
4. La doctrina no es definitivamente clara en apoyo de la jurisdicción administrativa
inclinándose, por lo menos la europea, a cuestionar severamente la validez y eficacia
de ella.
BIBLIOGRAFIA
1.- Bartra Cavero, José Silencio Administrativo Editorial Rohodas Lima 2008
2.- Morón Urbina, Juan Carlos Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo
General Gaceta Jurídica 6º Edición, Lima 2007
3.- Rubio Correa, Marcial Para conocer la Constitución de 1993 Editorial DESCO Lima 1994
4.- Sarmiento Acosta, Manuel Los Recursos Administrativos en el marco de la Justicia
Administrativa (En cita de Morón Urbina)
11
Ley 29/1998 Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Boletín Oficial del Estado pag. 8
[Escriba texto]
5.- S de Saz Desarrollo y crisis del Derecho Administrativo. Su Reserva Constitucional (En
cita de Morón Urbina)
6.- Zegarra Guzmán, Oscar Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo
General.- Análisis de la Ley 24777 (Versión fotocopiada)
7.- TUO de la Ley del Proceso Contenciosos Administrativo (DS 013-2008-JUS)
8.- Ley del Procedimiento Administrativo General Ley 24777.
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