Madrid, 28 de abril de 2016 Mañana viernes, a partir de las 23:00 h, en ’21 días’ Meritxell Martorell se adentra en el mundo de la ayahuasca, la droga de la selva Es una sustancia natural que los chamanes del Amazonas emplean desde hace más de 5.000 años. Meritxell Martorell se adentra esta semana en el mundo de la ayahuasca, un potente alucinógeno que vive su expansión por Occidente y que incluso ha generado la aparición de un ‘turismo psicodélico’ dispuesto a tomar esta droga en medio de la selva. Su consumo y sus consecuencias centrarán la nueva entrega de ‘21 días’ que Cuatro estrena mañana viernes, a partir de las 23:00 h. El líquido que se extrae de la planta de la ayahuasca es la mayor fuente vegetal conocida de dimetiltriptamina (DMT), un neurotransmisor producido naturalmente en nuestro cerebro responsable de los sueños en la fase REM del descanso. Quienes la han consumido aseguran que el efecto que produce puede compararse con la sensación de experimentar un sueño mientras se está despierto. Meritxell viajará hasta Iquitos, la ciudad más grande del Amazonas peruano y capital del turismo ayahuasquero. Se alojará en uno de los centros creados para albergar a turistas que quieren tomar este brebaje y participará en los rituales que se celebran para tomar la planta. Ayahuasca de generación en generación El DAS Center es un complejo turístico de Iquitos en el que se consume ayahuasca. Percy García es chamán y propietario del reciento. Tiene 43 años, pertenece a la décima generación de chamanes de su familia y empezó a experimentar y a aprender los rituales de la ayahuasca a una edad muy temprana. Ya ha iniciado a sus hijos en la toma regular del brebaje y la consumen prácticamente cada fin de semana. De vuelta a España, la reportera contactará con Alberto Valera, un empresario que ha creado en Madrid toda una organización alrededor de la toma de ayahuasca. Se define como un facilitador y organiza retiros. “Vienes a una casa, te hospedas aquí, te damos comida, vienen terapeutas, vienen chamanes...”, cuenta el propio Valera. “Es una decisión muy importante adentrarse en un mundo interior inexplorado, desconocido. Tienes que meterte allí haciéndote cargo de la decisión que tomas”.