Espero regresar a mi patria algún día, dijo Cámpora a su paso por

LOS "MONTONEROS" peronistas se quedaron con las ganas de ver al ex presidente argentino Héctor J. Cámpora y vitorearlo. Lo bajaron del avión muy lejos
de la edificación del aeropuerto y en una ambulancia lo sacaron. (Foto de Rubén
Ruiz G.).
P o r PEDRO P. CAMARGO,
corresponsal de E X C L L S I O R
BOGOTA, 27 de noviembre. - - El ex Preside n r e
argentino Héctor J. Cámpora, a! llegar de Buenos
Aires en escala hacia México, en el comienzo de su
exilio, pidió disculpas a los
reporteros y dijo con voz
entrecortada: "Por favor,
no me molesten, estoy muy
enfermo, no ouedo hablar".
Ante la Insistencia de un
reportero, que le preguntó
í u i á n d o regresarla a Argentina, el odontólogo respondió: "Argentina es mi
patria y espero regresar
algún dia".
.La estancia de Cámpora
en el aeropuerto internacional fue breve. Sin embargo, fue hasta La sala
de espera, Se le vio caminar lentamente, seguido de
su esposa, y su hijo, dos
m é d i c o s , del embaj ador
mex i c a n o Raúl Aguilar
Valdés, director de Asuntos
Espero regresar a mi patria algún día,
dijo Cámpora a su paso por Colombia.
L a t i n o a m e r i c a n o s de la
cancillería, y el embajador
mexicano en Colombia, Ri.
cardo Galán.
Cámpora tenia en su mejilla derecha una gasa con
tela adhesiva y lucía demacrado. Su esposa tampoco dijo nada, excepto que
el ex Presidente seria hospitalizado al llegar a México. En el aeropuerto se
congregaron centenares de
reporteros, fotógrafos, que
esperaban las primeras declaraciones de Cámpora.
Sin embargo, según los médicos el ex Presidente tiene dificultades para hablar
y sus declaraciones las hará posteriormente.
Interrogado asi el ex canciller Alfredo Vázquez Carrizosa, sobre la presencia
de Cámpora en Bogotá, di-
pisar todas las instituciojo: "La concesión del 28
salvo-Noviembre
nes jurídicas".
Ovaciones
1979
conducto al ex Presidente
El aeropuerto internacioCámpora es una victoria
para México, campeón del
derecho de asilo, y una derrota para los militares del
cono sur, acostumbrados a
nal Eldorado f u e sometido
a la más estricta vigilancia
militar y d« las autoridades secretas colombianas.