TEXTO 1 EL `CINECIDIO` Últimamente se ha desarrollado en Madrid

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TEXTO 1
EL ‘CINECIDIO’
Últimamente se ha desarrollado en Madrid una campaña para evitar que cierren los últimos
cines de la ciudad. Todo ha venido porque la semana pasada cerraron los Renoir de Cuatro
Caminos, algo que, según aseguran algunos, debería entristecernos e invitarnos a la acción. Por
acción hay que entender pedir al Gobierno que meta la mano en los bolsillos de la mayoría para
que una ridícula minoría –la de los propietarios de los cines– pueda seguir explotando salas vacías con sus taquilleros, proyeccionistas y acomodadores de acompañamiento cobrando cada
mes puntualmente.
La sala de cine apareció en un momento de la historia y es casi seguro que desaparezca a lo
largo de este siglo. Le va a pasar lo mismo que a los discos, que a los libros y los periódicos de
papel o que a la diligencia. La gente sigue viendo películas, pero no quiere hacerlo en el cine,
del mismo modo que sigue escuchando música y leyendo libros, pero no utiliza ya los soportes
antiguos. Se podrían mantener a costa del contribuyente todas esas industrias durante todo el
tiempo que los políticos quieran, pero lo que tendríamos sería muertos vivientes.
En 1980 había en Madrid más de cien salas de cine, hoy sólo quedan treinta. ¿Quién cree que
es el responsable de semejante cinecidio? Nadie más que usted y yo, que no nos dejamos caer
por un cine ni equivocándonos. Nos gusta más ver las películas en la comodidad de nuestro
hogar, todas las veces que queramos y por una cantidad de dinero muy asequible, algunas veces incluso gratis. Sí, gratis, la maldita palabra con la que tendremos que aprender a convivir o
dedicarnos a otra cosa. El mundo es como es y, además, en el largo plazo siempre es como nos
gustaría que fuese. Por eso los cines cierran. Y no hay mucho más que añadir.
ANÁLISIS MORFOLÓGICO
* * últimamente
* * cada
* * todas
* * treinta
ADV. TIEMPO
DET. INDEFINIDO
DET. INDEFINIDO
PRON. NUMERAL CARDINAL
* * nadie
* * más
PRON. INDEFINIDO
ADV. CANTIDAD
* * nuestro
* * que
DET. POSESIVO. 1ª PERS PL.
* * eso
PRON. RELATIVO
PRON. DEMOSTRATIVO
* * mayoría
* * le
SUSTANTIVO
PRON. PERSONAL 3ª PERS. SING
* * políticos
* * quién
SUSTANTIVO
PRON. INTERROGATIVO
* * un
* * comodidad
* * muy asequible
* * otra
DET. INDEFINIDO
SUSTANTIVO
ADJETIVO SUPERLATIVO
* * mucho
DET. INDEFINIDO
PRON. INDEFINIDO
LISTA DE IDEAS DEL TEXTO
-El negocio de las salas de cine está en crisis, y muchos cines están cerrando.
-Ha habido una campaña pidiendo ayudas al Gobierno.
-Están cambiando los hábitos de los espectadores, que prefieren ver el cine en casa.
-La desaparición de las salas de cine es por lo tanto un proceso natural.
-El Gobierno no debe mantener artificialmente este negocio mediante subvenciones.
A la hora de redactar el resumen, hay que incluirlas todas, no necesariamente en orden cronológico. Las ideas se expresan sin apasionamiento, tratando de impersonalizarlas y sin usar el
nosotros como rasgo de estilo. Evitando en lo posible lo anecdótico y el uso de lenguaje figurado (metáforas, hipérboles, palabras inventadas por el autor como ‘cinecidio’). Por ejemplo, así:
IDEA CENTRAL
La idea central puede plantearse de más de un modo:
-LAS SALAS DE CINE DESAPARACEN NATURALMENTE POR EL CAMBIO DE HÁBITOS DE LOS ESPECTADORES.
-NO DEBE RESOLVERSE MEDIANTE SUBVENCIONES PÚBLICAS LA CRISIS DE LAS
SALAS DE CINE
RESUMEN (89 palabras)
El negocio de las salas de cine está en crisis, y los cierres se suceden imparables. La causa de
la crisis está en un natural cambio de hábitos en los espectadores, que ya no ven películas en los
cines sino en la comodidad de sus casas y por un precio más asequible. Lo mismo ha sucedido
con otros medios como son la música y los libros. Por lo tanto, no debe remediarse este problema, como sostienen algunos, con ayudas públicas que solo benefician a los propietarios de los
cines.
TEXTO 2
XVIII
Pues el otro, su heredero
don Enrique, ¡qué poderes
alcanzaba!
¡Cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus placeres
se le daba!
Mas verás cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duró con él
lo que le dio!
XIX
Las dádivas desmedidas,
los edificios reales
llenos d’oro,
las vajillas tan fabridas
los enriques e reales
del tesoro,
los jaeces, los caballos
de sus gentes e atavíos
tan sobrados,
¿dónde iremos a buscallos?
¿Qué fueron sino rocíos
de los prados?
VOCABULARIO: halaguero: halagador, adulador. mostró, dio: su sujeto es “el mundo”. enriques: monedas de
la época. fabrido: bien trabajado. jaeces: adornos que se ponen a los caballos. rocío: condensación de la humedad del aire en forma de gotas menudas, que aparece sobre la hierba.
Señala y comenta los rasgos del estilo de Manrique que se dan en las estrofas XVIII y XIX de las “Coplas”. No olvides justificar tus afirmaciones con referencias al texto.
La estrofas XVIII y XIX de las “Coplas” de Manrique poseen unos rasgos de estilo que son propios de esta obra. En general, la característica principal de su estilo es la NATURALIDAD y
sencillez. Esto se debe a que las “Coplas”, aparte de una obra LÍRICA que expresa sentimientos,
es una obra DIDÁCTICA que trata de transmitir una enseñanza a los lectores y debe dirigirse a
ellos de un modo claro y eficaz.
Aquí, el autor nos describe el esplendor de la corte del rey Enrique IV de Castilla para hacernos
entender que todo aquel lujo que el mundo había dado al Rey ha desaparecido sin remedio: este ha sido de alguna manera engañado por el mundo. A fin de grabar estas ideas en las mentes
de sus lectores, emplea una serie de rasgos de estilo.
-Por ejemplo, el VOCABULARIO es bastante COMÚN, y en ningún momento parece rebuscado
(“amigo”, “enemigo”, “contrario”, “cruel”, “edificios”, etc.), lo que facilita su comprensión.
-El uso de la primera persona del plural (“¿dónde iremos a buscallos?”) sirve para que el
lector se sienta incluido en las palabras del poeta. Algo parecido se busca con la segunda
persona del singular dirigida al lector (“mas verás cuán enemigo…”).
-En general, las FIGURAS RETÓRICAS se emplean para transmitir las ideas de un modo
más claro y eficaz. En esta línea se emplea el paralelismo: “las dádivas desmedidas, los edificios reales, las vajillas tan fabridas”). En otra ocasión el paralelismo va reforzado por la
anáfora del exclamativo “cuán”: “cuán enemigo, cuán contrario, cuán cruel se le mostró”.
Esta forma de insistencia es muy expresiva.
-También es expresivo el uso de la antítesis (amigo/enemigo), que sirve para realzar el carácter engañoso del mundo.
-La larga enumeración de la estrofa XIX (edificios llenos de oro, enriques, reales, caballos
enjaezados, los atavíos de sus gentes) quiere estimular la imaginación del lector a través de
los detalles, dando una idea viva del lujo en que vivió el rey.
-La interrogación retórica es un rasgo importante, ya que es el modo natural de expresar el
tópico “ubi sunt?”. El “¿dónde iremos a buscallos?” sirve para presentar la idea de la fugacidad del esplendor como algo evidente: es obvio que el esplendor de aquella corte ha quedado en nada por el paso del tiempo y la acción de la muerte.
-La metáfora final (“¿qué fueron sino rocíos de los prados?”) es característica de Manrique:
está tomada de la vida cotidiana, con lo que se asegura ser comprendido por sus lectores.
-Por último, se puede citar como rasgo de estilo el empleo de la estrofa llamada copla de
pie quebrado, que consiste en doce versos octosílabos y tetrasílabos con rima consonante,
agrupados en dos sextillas del tipo 8a 8b 4c 8a 8b 4c.
Sitúa las estrofas XVIII y XIX dentro de la estructura de partes de las “Coplas”, y determina claramente el tema o idea central que ambas transmiten en conjunto. Explica el concepto de tópico, y señala y define los que se dan en ellas. Si alguno de ellos tuviera en estas estrofas un tratamiento peculiar, explica además esa peculiaridad. No olvides justificar tus afirmaciones con referencias al texto.
Estas estrofas pertenecen a la segunda parte de las “Coplas a la muerte de su padre”, de
Jorge Manrique. En ella, tras las reflexiones y consideraciones generales sobre la vida y la
muerte de la primera parte, el autor presenta casos particulares de esas consideraciones,
haciendo desfilar a personajes esplendorosos que han sufrido la acción del tiempo y la
muerte. En concreto, estas coplas expresan el tema de la fugacidad e inconsistencia del lujo
y el poder del rey Enrique IV de Castilla.
Al desarrollar este tema, Manrique sigue ciertos tópicos ya existentes. Los tópicos son temas que han sido tratados en numerosas obras hasta convertirse en fórmulas fijas. En la
primera de las dos estrofas trata el tópico del “contemptus mundi” (desprecio del mundo),
según el cual el mundo es un valle de lágrimas y un lugar perecedero, y la muerte una liberación y un paso hacia la vida eterna. Al hablar del rey Enrique, se dice primero que el
mundo fue con él “amigo”, “blando” y “halaguero”, para ser luego “enemigo”, “contrario”,
“cruel”. El mundo ha sido engañoso con el Rey, pues le ha arrebatado lo que antes le había
dado.
La segunda estrofa trata el tópico “ubi sunt?”, que es un modo de ejemplificar el “vanidad
de vanidades”. En el “ubi sunt?” los autores se preguntan (con interrogación retórica) por
el paradero de personas y cosas que tuvieron una existencia esplendorosa, pero que han sido destruidas por el tiempo y la muerte. En este caso, Manrique destaca mediante una
enumeración (edificios llenos de oro, enriques, reales, caballos enjaezados, los atavíos de
sus gentes) el lujo que se vivió en su corte, para dar a entender más tarde con la pregunta
“¿dónde iremos a buscallos?” que no hay donde encontrarlo, porque ha desaparecido por
el tiempo y la muerte. Lo usual en la época era citar como ejemplos las civilizaciones antiguas (romanos, troyanos), pero Manrique centra el tópico en personajes del pasado reciente, a quienes él mismo y sus primeros lectores habían conocido. El rey Enrique había muerto solo unos años antes.
Define connotación y explica detalladamente el significado de los versos “¿Qué fueron sino rocíos de
los prados?” por las connotaciones presentes en ellos.
La connotación es la parte subjetiva y personal del significado de las palabras, aquello que
estas significan por asociación de ideas. El rocío es la condensación de la humedad del aire
en forma de gotas menudas, que aparece sobre la hierba, pero en la pregunta “¿qué fueron
sino rocíos de los prados?” este sentido literal no vale. Al identificar el lujo de la corte del
rey con el rocío, Manrique quiere transmitir la idea de su fugacidad: este ha desaparecido
del mundo con la misma rapidez y fugacidad con que el rocío de la mañana se evapora al
recibir los primeros rayos del Sol.
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