LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Historia, creencias y prácticas Identidad: Organización religiosa fundada por Charles Taze Russel en 1870 en respuesta a un desacuerdo con ciertas enseñanzas adventistas. Los Testigos de Jehová, que dicen haber restaurado las enseñanzas perdidas por la apostasía del cristianismo, creen que son la única organización cristiana verdadera—a pesar que rechazan las enseñanzas centrales del cristianismo histórico (p.ej. la trinidad, la deidad de Cristo, la resurrección física de Cristo, la persona del Espíritu Santo). Fundador: Charles Taze Russell (1852‐1916) Estadísticas: En el 2003, los Testigos de Jehová declararon una membresía en los EE.UU de 1.041.030 en 12.054 congregaciones.1 Historia: La organización Testigos de Jehová creció a partir de un estudio bíblico independiente comenzado por Charles Taze Russell en Allegheny City, Pennsylvania en 1870. Russell y su pequeño grupo de seguidores estaban interesados en el estudio del regreso de Cristo y también tenían el propósito de corregir ciertas creencias adventistas. En 1879, Russell fundó un periódico titulado Zion’s Watchtower and Herald, que más tarde se convirtió en The Watchtower (La Atalaya). La organización de Russell creció rápidamente y en 1884 se convirtió en Zion’s Watch Tower Tract Society, mudándose a su ubicación actual en Brooklyn, New York, en 1909. Russell compiló las doctrinas originales del grupo en una obra de siete volúmenes titulada Estudios en las Escrituras. Luego de su muerte en 1916, se produjo una división en el grupo—la mayoría siguió a J.F. Rutherford bajo el nombre Millennial Dawnists. Estos adoptaron el nombre Testigos de Jehová en 1931 para distinguirse de otros grupos. Durante el liderazgo de Rutherford (1916‐1942) se fundó la revista Awake! (¡Despertad!) y se desarrolló el método de testimonio puerta a puerta que se utiliza todavía hoy. Nathan H. Knorr sucedió a Rutherford como presidente (1942‐1977) y durante su ejercicio se fundó la Watchtower Bible School of Gilead (que entrenaba misioneros para el exterior). De 1977 a 1992 sirvió como presidente Frederick William Franz. El presidente actual es Milton G. Henschel (1992‐‐). Textos: The New World Translation of the Holy Scriptures (completada en 1961) Revistas: ¡Despertad! y La Atalaya Creencias y prácticas: 1 Dios. El único nombre correcto para Dios es “Jehová”. (Este término para Dios fue creado artificialmente al aplicar las vocales hebreas de Adonai [traducido “Señor”] a las consonantes hebreas para Dios [YHWH=“Yahweh”]). Los Testigos de Jehová rechazan como falsa la doctrina de la trinidad. Dicen que en ninguna parte de la Biblia se la Yearbook of American & Canadian Churches 2005, editado por Eileen W. Linder (Nashville: Abingdon, 2005), 372. menciona y que hacer a Dios en tres dioses es de origen pagano, lo que básicamente proviene de Satanás.2 Jesús. Jesús existió en estados o fases separadas. Antes de ser hombre, Jesucristo era el Arcángel Miguel, “la primera creación de Dios”.3 Luego Jesús dejó de existir como Miguel, y su fuerza de vida fue transferida al hombre Jesús concebido por María, quien se convirtió en el hombre perfecto (no hay encarnación, como enseñan los cristianos). Cuando este Jesús murió, dejó de existir (su cuerpo no resucitó). En su resurrección (como una “persona espiritual”, ver más abajo), “Jesús otra vez se convirtió en el Arcángel Miguel re creado o restaurado”.4 Jesús no es Dios, sino un dios—“igual al hombre perfecto Adán”.5 Este “hombre perfecto” se convirtió en “Cristo” en su bautismo y, por su obediencia, fue “recompensado con el regalo de la inmortalidad”.6 Jesús fue resucitado como una “persona espiritual” y no en el cuerpo en que había muerto.7 Jesús regresó invisiblemente en una existencia espiritual en 1914 para comenzar a establecer su reino (revisado de una predicción anterior de 1874). Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es un ser personal, sino la “fuerza activa impersonal de Jehová por la cual él logra su propósito y ejecuta su voluntad.”8 Hombre y pecado. Los Testigos de Jehová enseñan que todas las personas nacen pecadoras. El pecado de Adán y su castigo y muerte pasaron a toda la humanidad. El hombre no tiene un alma inmortal. Cuando una persona muere, deja de existir.9 Salvación. Jesús pagó sólo por el pecado de Adán (no por todos los pecados de la humanidad), para hacer posible la salvación a través de nuestras obras.10 Para ser salvos, los Testigos de Jehová deben cumplir con los siguientes requisitos: “1) Adquirir conocimiento a través del estudio de la Biblia con la ayuda de las publicaciones Atalaya; 2) obedecer las leyes de Dios de la Sociedad de la Atalaya; 3) ser bautizados en la organización La Atalaya; y 4) publicar las buenas nuevas de la Sociedad de la Atalaya de puerta en puerta (The Watchtower, Febrero 15, 1983, p.12).”11 Sólo una clase especial “elegida de 144.000 individuos (el “pequeño rebaño” o los “ungidos”) entrará realmente 2 Watch Tower Bible & Tract Society, Things in Which It is Impossible for God to Lie (Brooklyn: WTB& TS, 1965), 259: “La doctrina de la Trinidad es una doctrina falsa promulgada por Satanás con el propósito de difamar el nombre de Jehová.” 3 Jehovah’s Witnesses in the 20th Century, 1979 [edición 1989], 13. Citado en H. Wayne House, Charts of Cults, Sects, & Religious Movements (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 2000), 154. 4 Let Your Name be Sanctified (1961), 272; Man’s Salvation Out of World Distress, 42‐43; The Watchtower, Enero 15, 1980, 31. Citado en John Ankerberg & John Weldon, Encyclopedia of Cults and New Religions (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1999), 143, 204. 5 You Can Live Forever in Paradise on Earth, 1982, 63; Citado en W. House, Charts, 156. 6 Insight on the Scriptures, vol. 1, 1988, 1189; Citado en W. House, Charts, 156. 7 You Can Live Forever in Paradise on Earth, 172, 143; Citado en W. House, Charts, 156. 8 Aid to Bible Understanding, Brooklyn: Watchtower Bible and Tract Society, 1542‐43. 9 Ver Walter Martin, The Kingdom of the Cults (Minneapolis: Bethany House Publishers, 1997 Edición Revisada, Actualizada y Expandida), 105‐106, para las citas. Ver también W. House, 158. 10 Watchtower, Julio 1, 1947, 204": “Tener el nombre de uno escrito en ese libro de la vida va a depender de si las obras que uno hace son en cumplimiento de la voluntad de Dios y aprobadas por su Juez y Rey.” Citado en W. House, 159. 11 Herbert Kern, How to Respond: Jehovah’s Witnesses (St. Louis: Concordia Publishing House, 1995 Edición Revisada), 36‐37. en el cielo para estar con Jehová. Gracias a sus obras, compartirán la naturaleza divina de Jesús y, de hecho, se volverán dioses en una existencia espiritual (no física). Una segunda “clase terrenal” de personas, llamada “la gran multitud” (otros Testigos de Jehová), heredará un “Paraíso” en la tierra durante un milenio, luego que los incrédulos sean destruidos en la Gran Tribulación o la Batalla de Armagedón. Los incrédulos del resto de la humanidad serán aniquilados. No habrá castigo eterno o infierno, los cuales son “conceptos diabólicos” originados por “el mayor calumniador de Dios” [el diablo].”12 Otras creencias. Las transfusiones de sangre son prohibidas por Jehová. Los cumpleaños y las fiestas como Navidad y Pascua (que son vistas como paganas en su origen), el Día de la Madre, del Padre, etc., no son bíblicos y no deben ser celebrados. La participación en las fuerzas armadas, el votar y saludar a la bandera, está mal, pues demuestra lealtad a los hombres y no a Jehová. La cruz es un símbolo pagano; Cristo fue crucificado en una estaca, no en una cruz.13 Estructura y prácticas. La organización de los Testigos de Jehová está dirigida por un “cuerpo gobernante” que consiste de 18 hombres (elegidos de los miembros vivientes de los 144.000 electos), quienes tienen autoridad suprema y final, especialmente en la interpretación de la Biblia. Las congregaciones locales se reúnen en el “Hall del Reino”, usualmente tres veces a la semana (se requieren 5 horas) y más que nada para aprender de los materiales de La Atalaya enseñado por los ancianos (no hay pastores) en preparación para ir a dar testimonio puerta a puerta. Una respuesta luterana Las Escrituras enseñan que hay un Dios (Dt. 6.4) que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta enseñanza se encuentra en muchas partes del Nuevo Testamento y es resumida por el Cristo resucitado en el mandamiento de bautizar a todas las naciones “en el nombre [griego: el singular onoma] del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28.19). En oposición a las afirmaciones falsas de los Testigos de Jehová de que los cristianos creen en tres dioses (y por lo tanto son politeístas), los luteranos confiesan con la cristiandad histórica la creencia en un Dios en tres personas—que se manifestó a sí mismo claramente en el bautismo de Jesús (Mateo 3.13‐17). Si bien son distintas, las tres personas de Dios son una en esencia o ser. Por lo tanto, como confiesan los credos antiguos cristianos, el Padre es Dios (1 Pedro 1.2), el Hijo es Dios (Juan 1.1; 20.28) y el Espíritu Santo es Dios (Hechos 5.3‐4). Los cristianos sabemos que el término “Trinidad” [“tri‐unidad”=”tres en uno”] como tal no aparece en la Biblia (como tampoco aparecen muchas palabras que utilizan los Testigos de Jehová (p.ej. des‐comunión), ¡pero describe fielmente al Dios que, sin lugar a dudas, revela su verdadera identidad en la Biblia! En gran contraste con la creencia de los Testigos de Jehová de que el hombre Jesús es un ser creado que dejó de existir cuando murió, los luteranos enseñan, sobre la base de claros pasajes de la Escritura, que el Hijo (segunda persona de la Trinidad) eterno de Dios (Juan 17.5) tomó sobre sí carne humana (fue encarnado). El Evangelio de Juan comienza con este tema central: “En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra. La Palabra estaba en el principio con Dios… Y la 12 13 Reasoning from the Scriptures, 1985, 175; Citado en W. House, Charts, 161. Este párrafo resume la discusión en Herbert Kern, How to Respond, 53‐58. Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad” (Juan 1.1‐2, 14).14 El Evangelio termina con la valiente confesión de Tomás acerca de Jesús: “mi Señor y mi Dios”, seguida otra vez por un resumen de su propósito: “… pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer, tengan vida en su nombre” (20.31). El inspirado apóstol Pablo enseñó en sus escritos que “en él [Jesucristo] habita corporalmente toda la plenitud de la deidad” (Colosenses 2.9), que él es igual que Dios (Filipenses 2.6; Juan 5.18), y que él está por encima de toda la creación. A través de él todas las cosas fueron creadas (Colosenses 1.15‐16). Jesús lleva los nombres de Dios (1 Juan 5.20), tiene características divinas (p.ej. Hebreos 13.8; Mateo 28.18; Juan 21.17), hace obras divinas (Mateo 9.6; Juan 1.3; Hebreos 1.3), y recibe honor y gloria divinos (Juan 5.22‐23; Hebreos 1.6). El Hombre‐Dios Jesucristo murió, pero volvió a ser resucitado en cuerpo (Juan 20.24‐26) para la salvación de la humanidad. Dios “levantó de los muertos a Jesús, nuestro Señor, el cual fue entregado por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación” (Romanos 4.25; Hechos 2.33; ver también Juan 10.18 y Romanos 8.1115). El sacrificio perfecto de Jesús fue ofrecido “por los pecados de todo el mundo”, no sólo por los de Adán (Romanos 5.12‐21). Por lo tanto, todo aquél que crea en él tendrá vida en su nombre (Juan 20.31) y liberación de la separación (muerte espiritual) de Dios en un infierno real (Mateo 5.22; 8.12; 13.42, 50; 22.13; 24.51; 25.30, etc.) para la vida eterna en un cielo real (Apocalipsis 21.11‐27). Esto es, lo creyentes en Cristo no van a morir sino que tendrán vida eterna (Juan 3.16). Todo esto es un regalo del Dios de toda gracia recibido por fe, aparte de toda obra humana (Efesios 2.8‐9). Cuando Jesús comenzó su ministerio público, anunció: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse, y crean en el evangelio!” (Marcos 1.14). Los luteranos enseñan que “el reino de Dios viene cuando nuestro Padre celestial nos da su Santo Espíritu, de tal manera que por su gracia creemos en su santa Palabra y llevamos vidas santas aquí y por la eternidad.”16 El reino de Dios está presente entre todos los que creen en Cristo (Lucas 17.20‐21), ya sea en la santa iglesia cristiana en la tierra (el cuerpo de Cristo, 1 Corintios 12), o en la iglesia triunfante en el cielo. San Pablo escribe: “Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud” (Gálatas 5.1). Los luteranos creen que imponer enseñanzas creadas por los hombres (p.ej. reglas con respecto a las fiestas) coloca un “yugo de esclavitud” sobre las personas, comprometiendo tal libertad cristiana. ¿Y qué ordena Dios que los cristianos no deben olvidar? Por ejemplo, Dios claramente requiere obediencia al gobierno civil (excepto cuando nos ordena pecar; Hechos 5.29) y que tal obediencia lo glorifique a él (Romanos 13). 14 En su larga discusión de la gramática griega en Juan 1.1, Daniel B. Wallace concluye: “[Cristo] compartió la esencia del Padre, a pesar que difirieron en persona. La construcción que el evangelista eligió para expresar esta idea fue la forma más concisa en que pudo haber dicho que la Palabra era Dios y sin embargo era diferente del Padre.” Greek Grammar Beyond the Basics (Grand Rapids: Zondervan , 1996), 269. 15 Note que las tres personas de la Trinidad estuvieron involucradas en la resurrección de Cristo. 16 Catecismo Menor de Lutero con Explicaciones (St. Louis: Concordia Publishing House, 1986), 18. Lecturas adicionales Cetnar, Joan. Questions for Jehovah’s Witnesses. Kunkletown, PA, 1993. Kern, Herbert. Jehovah’s Witnesses. St. Louis: Concordia Publishing House, 1995 Revised Edition. Martin, Walter. The Kingdom of the Cults. Minneapolis, MN: Bethany House Publishers, 1997 Revised, Expanded, and Updated edition. Melton, J. Gordon. Encyclopedia of American Religions. Detroit: Gale Research, 1999 (549‐551). Meyer, Kay. Mission Field on Our Doorstep: Jehovah’s Witnesses. St. Louis: Family Shield Ministries, 1994. Reed, David A. Jehovah’s Witness Literature: A Critical Guide to Watchtower Publications. Grand Rapids: Baker Book House Company, 1993. Enlaces y sitios web https://www.jw.org/es/ www.irr.org/jwfacten.html www.equip.org www.freeminds.org