LOS ADULTOS MAYORES QUIEREN PASARLA BIEN

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LOS ADULTOS MAYORES QUIEREN PASARLA
BIEN
Lunes, 09 de Abril de 2007
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Metropolitana
Los adultos mayores de Piedecuesta se encuentra distribuidos en diferentes asociaciones
que los han acogido a lo largo de los años. Líderes comunitarios de algunos barrios también
se encargan del cuidado de esta población que presenta dificultades de seguridad social,
bienestar familia, educación y goce de actividades lúdicas.
Los adultos mayores discapacitados "se las han visto" para sobrevivir ante el abandono
de familiares o de las dificultades económicas que padecen.
Por esto, Luz Marina Fonseca Díaz, presidenta de la Asociación Luz de Paz, creó un
espacio donde 114 "abuelos" de los barrios Villa de San Juan, Villa Lizet y Granadillo de
Piedecuesta se reúnen todos los días en la cancha del barrio. Los "abuelos" llegan
uniformados a pasar un día rodeados del cariño de sus compañeros y de la educación que
reciben.
Fonseca Díaz les ha enseñado a leer, a escribir a pasarla bien. "Los abuelos que cuido
están aprendiendo a vivir de nuevo, a jugar, a practicar algún deporte a leer historias que ellos
escriben a sentirse jóvenes", comenta Fonseca Díaz.
Una vocera del asilo San Francisco Javier de Piedecuesta, que durante 42 años ha
acogido a los "abuelos" indigentes del municipio, asegura que los adultos mayores tienen
derecho a vivir dignamente.
"Los adultos que recogemos viven con nosotras, les ofrecemos alimentación y vestuario.
Ellos aprenden manualidades que algunos estudiantes de colegios y universidades les
enseñan", comenta la Hermana Maura Chaparro del Asilo San Francisco Javier.
María Auxiliadora es otro de los albergues de adultos mayores que lleva 14 años
asistiendo a 13 abuelos, entre los 60 y 100 años.
Enfermeras y estudiantes los acompañan continuamente para controlar la salud de la
población y los guían en las actividades que desarrollan a diario para sentir que ha pesar de
los años siguen siendo útiles.
"Con muchas dificultades hemos sacada adelante el albergue, porque no podemos ver
ancianos en las calles desprotegidos y abandonados. A pesar de sus limitantes por la edad, lo
que hacemos todas las entidades es ayudarles a sobrepasar las dificultades y a darles las
herramientas para que todas sus necesidades estén satisfechas",Benedicta Prada, Directora del
albergue María Auxiliadora.
Mal Trato
Con la voz entrecortada, Carlos Bonilla Jiménez, un adulto mayor de Luz de Paz relata
los maltratos recibidos por las personas quienes lo ven como "bicho raro". "Las personas en
lugar de ayudarnos por nuestra condición se aprovecha de nuestro cansancio para
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maltratarnos. Cuando fui al Sisben de Piedecuesta me trataron mal, me decían hay señor no
moleste, vuelva después, y todavía no tengo protección social", dice Bonilla Jiménez.
Fonseca Díaz asegura que para los adultos mayores bajar de su barrios a solicitar
cualquier ayuda es grato pero sacrificante. "Los abuelos tienen que conseguir el dinero para
pagar el pasaje del bus y cuando llegan a solicitar ayuda los rechazan. Eso me indigna y es
doloroso", explica Fonseca Díaz.
Las dificultades
Pero no todo es color de rosa. El apoyo de las entidades ha subsanado las necesidades
de adultos entre los 60 y 100 años que presentan algún tipo de enfermedad o de limitante.
A finales de marzo, la Secretaría de Protección Social en coordinación de Laura Cristina
Ocampo entregó 129 gafas a los adultos mayores que estaban prácticamente ciegos. Además
realizó 10 operaciones de cataratas. Sin embargo, para las gestoras de los refugios de abuelos,
la ayuda es poca.
"De los 114 abuelos que cuido sólo 30 tiene Sisbén, los demás no han accedido a este
servicio de seguridad social que es fundamental, pues la medicina que ellos necesitan es
costosa y no tienen como pagarla, dice Luz Marina Fonseca Díaz de la asociación Luz de Paz,
quien sabe que la responsabilidad de tener 114 adultos mayores, de los cuales la mitad son
ciegos o mudos haciéndolos aún más vulnerable.
Buenas obras
A finales de 2006, setenta abuelos de las calles recibieron una cena, Luís Eduardo Silva
y el líder comunal Alex Sandoval, coordinaron la actividad que realizan hace varios años en el
barrio la feria como un acto de generosidad para los adultos mayores que están abandonados.
Más ayuda
"Los que más necesitan los adultos mayores es alimentación, vestuario, sábanas y
cobijas. La estapilla que nos da el municipio no da abasto, son muchos abuelos", con estas
palabras de la Madre María Cortes Cortes del Hogar San Francisco Javier quien le da gracias
a Dios por las donaciones que reciben todos los abuelos del municipio de diferentes personas.
"Si no fuera por la ayuda externa, sería difícil mantener a tantos adultos mayores, recalca
Cortes Cortes.