i^ i Núm. 4-78 HD ^ii^^ LABOREO DE LAS PLANTACIONES INTENSIVAS DE OLIVAR JAIME REVILLA NARVAEZ Del Servicio de Extensión Agraria MINISTERIO DE AGRICULTURA LABOREO DE LAS PLANTACIONES INTENSIVAS DE OLIVAR En España existen, en los momentos actuales, un cierto número de plantaciones de olivar con alta densidad de árboles por hectárea. A este tipo de plantaciones, que constituyen la avanzadilla de la olivicultura del futuro, se ha dado en llamar «Plantaciones intensivas de olivar». Estas plantaciones representan, según las últimas estadísticas, una superficie superior a las 30.000 ha., casi todas ellas localizadas en Andalucía, fundamentalmente en Córdoba, Sevilla y Jaén. Si se quiere tener éxito con este tipo de olivar es preciso intensificar y esmerarse en las técnicas de cultivo, pues, de lo contrario no se conseguirán los objetivos perseguidos con tales plantaciones intensivas, que son: - Rápida entrada en producción. - Elevada producción por hectárea. - Beneficios altos. En esta publicación tratamos de orientar y ayudar al agricultor en la consecución de estos logros y de llevar a su convencimiento que, al igual que ha intensificado el aprovechamiento de la tierra aumentando la densidad de plantación, tiene que intensificar todos los factores que intervienen en la producción. No se trata sólo de poner más plantas por hectárea, sino también de una aplicación más intensa y racional de los medios culturales, disponiendo para ello del capital y de la técnica adecuada. Si no se hace así, difícilmente se tendrá una verdadera plantación intensiva y por tanto no se podrán conseguir las altas cosechas previstas. Fig. l.-Las altas producciones de las plantaciones intensivas son fruto, en primer lugar, de un buen laboreo. No hay que olvidar que a cada planta se le da una menor cantidad de suelo y espacio que en una plantación tradicional. Por otro lado, se le exige más producción. Esto ha de compensarse suministrando más alimento (abono), proporcionando una mayor capacidad de retención de agua (labores y riegos), con una formación de los árboles mejor dirigida (poda) y evitando las pérdidas que producen las plagas (tratamientos). LABOREO DE LA PLANTACION Para labrar bien es preciso saber por qué se labra, cosa que parece olvidarse de vez en cuando. Las labores se dan, fundamentalmente, para facilitar la penetración y el almacenamiento del agua caida en la época de lluvias. Igualmente para evitar, en lo posible, su pérdida por evaporación y por el consumo que de ella hace la vegetación espontánea, en las épocas secas. -4- En las plantaciones a marco estrecho es de gran interés facilitar, en lo posible, el buen desarrollo del sistema radicular, dado que cada planta dispone de menos tierra. Por tanto debemos cuidar y esmerar al máximo el laboreo, intentando conseguir con éste un rápido desarrollo de las raíces, lo cual permitirá una entrada en producción más precoz. Para que un olivar esté bien labrado basta conseguir los objetivos apuntados; cuanto mejor sistema radicular se consiga y más agua se ponga a su disposición, tanto mejor será el laboreo. Por todo ello, las labores a dar a una plantación intensiva dependen, en gran parte, del clima tenido en el año y de la clase de terreno. En función de estos dos factores se debe: - Dar el número preciso de labores. - Darlas en el momento adecuado. - Darlas a la profundidad conveniente. - Darlas con el apero más idóneo. Es imposible dictar normas respecto a estos cuatro puntos fundamentales puesto que, como ya se ha dicho, cada año y cada suelo exigirán unas labores diferentes. No obstante, se dan unas orientaciones prácticas que sirvan para labrar, lo mejor posible, una plantación intensiva. LABORES DE INVIERNO-PRIMAVERA La primera labor se dará a finales del invierno, procurando, si ello es posible, realizarla al tempero de una lluvia y antes de que comience la brotación del olivo. Su profundidad depende de la clase de terreno, recomendándose siempre mucho cuidado, pues la primera capa de suelo es la más rica en raíces finas, fundamentales para la alimentación del árbol. Una profundidad media puede ser 15 cm. Cuanto más tarde se realice tal labor y, sobre todo si se hace ya en plena primavera (cosa frecuente), debe darse más superficial. El apero óptimo para la mayoría de los terrenos es el cultivador. Puede darse también con vertedera si bien cada dia es menos usada por rómper mayor número de raices finas y porque Fig. 2.-Olivo en Flor. a muchas tierras no les conviene el volteo. Si en la época en que se va realizar hay mucha hierba, será preciso usar primero la grada de discos y posteriormente dar un pase con el cultivador. Hay que advertir que las gradas son poco recomendables en muchos terrenos, ya que si bien desmenuzan muy bien la superficie realizan un verdadero apisonado de la capa inferior y por tanto el abusar de su empleo es muy peligroso. Pasados veinte o treinta días de la primera labor, cuando los efectos de ésta empiezan a perderse, conviene dar un segundo pase para aprovechar las aguas de fines de invierno y principios de primavera, y, a la vez, eliminar la hierba. Debe darse con el mismo apero y a la misma profundidad o algo más superficial. A finales de abril o primeros de mayo, poco antes de la época en que florece el olivo, puede ser conveniente dar un tercer pase para eliminar la nueva hierba aparecida, romper la costra superficial que pueda empezar a formarse y dejar la plantación bien labrada hasta que se comiencen las labores de verano. Esta labor debe darse con cultivador y a unos 10 centímetros. -6- Hoy dia es norma dar, en cada labor, dos pases cruzados. Esto no es perjudicial, en principio, pero tampoco útil ni necesario en la mayoría de los casos, sobre todo si no hay peligro de erosión. Una forma correcta de labrar puede ser, dar la primera labor en un sentido, a unos 15 cm. de profundidad, o a la necesaria según las características del terreno, y a los veinte días, más o menos, dar el segundo pase cruzado con el anterior y algo más superficial. Con esto, el olivar quedará perfectamente labrado y las aguas bien aprovechadas. LABORES DE VERANO Dado que su misión principal es evitar la pérdida de agua por evaporación, es necesario darlas cada vez que el terreno esté endurecido o agrietado. Es muy importante el momento de dar la primera labor o gradeo, sobre todo en terrenos donde sea frecuente o de temer que se agoste la aceituna o el árbol. Este momento dependerá de la clase de tierra y de como hayan venido las Iluvias de primavera. Como norma, en las comarcas andaluzas en las que las temperaturas elevadas empiezan en el mes de junio, será preciso dar el primer gradeo en cuanto se vea la aceituna perfectamente cuajada y limpia, a no ser que haya llovido en este mes y como consecuencia no se hayan alcanzado las altas temperaturas normales; en este caso, se debe dar el primer gradeo cuando comience a endurecer el terreno como consecuencia de estas lluvias, antes de que se agriete o pierda su estructura. A1 referirnos al momento del cuaje de la aceituna estamos indicando una época o período vegetativo en general independiente de un árbol o plantación determinada. Así, en olivares de poca edad, en sus primeros años, habrá que dar las mismas labores, aunque aún no tengan aceitunas. Ya en pleno verano, de julio a septiembre, será necesario dar un pase cada vez que el suelo se endurezca o agriete. El número total de estos estará comprendido entre dos y cuatro Fig. 3.-Grada de púas adecuada para el laboreo de verano. pases, pero pueden llegar hasta seis o siete, sobre todo en terrenos difíciles y en veranos largos. Estas labores se darán preferentemente con cultivador o con grada de púas, a una profundidad comprendida entre 5 y 10 cm. Se usan, también, las gradas de discos, volviendo a insistir en el peligro ya citado. Por otra parte, las gradas de discos suelen pulverizar en exceso el terreno seco, cosa que no es conveniente. Para evitar el alomado que deja el cultivador, es conveniente enganchar detrás, ramas, palos, etc., que dejan el terreno llano. Debe procurarse que todo tipo de terreno, en particular aquellos que estén muy pulverizados, queden bien labrados cuando empiecen las Iluvias de otoño. SUBSOLADO La práctica del subsolado se ha extendido mucho últimamente y se realiza con mucha frecuencia al establecer las plantaciones intensivas. - 8 - Las razones de subsolar un olivar pueden ser varias. Romper una capa impermeable, una costra o tosca caliza muy superficial, facilitar la meteorización de suelos poco desarrollados, etc. En definitiva, se trata de poner a disposición de la planta una mayor masa de suelo agrícola removido y apto para el almacenamiento de agua y para el desarrollo de las raíces. Veamos algunas consideraciones acerca de este punto. Normalmente, el olivar desarrolla un sistema radicular en la capa inmediata a la superficie, o sea en los primeros 20 cm. Tiene, lógicamente, raíces mucho más profundas, hasta de varios metros en algunos suelos, pero la mayoría de las raíces finas están muy superficiales. Con el subsolado no se pretende que estas raíces bajen, sino que se desarrollen más y más rápidamente, o sea, poner 30, 40 ó 45 cm. de tierra buena y suelta al alcance de las raíces para que esos pelos absorbentes sean más numerosos y existan en mayor volumen. No obstante, hay que tener siempre presente que los primeros 15 ó 20 cm. serán los mejor aprovechados por el sistema radicular. Hecha esta observación, se aconseja que la práctica del subsolado sea realizada sólo tras detenido estudio del suelo, habiéndose asegurado de que realmente será útil. Es una gran labor, de resultados positivos en unos suelos, pero innecesaria en otros. Dado que cuesta dinero el realizarla, deberá estar justificada, s'in ninguna duda, su ejecución. Creemos que algunos subsolados se han hecho demasiado a la ligera. Los subsolados se pueden hacer, en caso de ser necesarios, antes de establecer la plantación o después. En los casos de necesidad, lo más conveniente es hacer ambos subsolados: uno antes de la plantación, y otro después. Por otro lado, y si hay que elegir entre uno y otro, desde un punto de vista técnico, lo mejor, en la mayoría de los casos, es un subsolado posterior a la plantación. De todas formas, las circunstancias de la explotación y de la parcela serán decisivas para tomar la decisión. Un subsolado puede alcanzar los 70, 80 e incluso 90 cm. o bien quedar más superficial, de 40 a 50 cm.; cada suelo, en virtud de sus características, requerirá una profundidad, pero salvo razones muy claras, son preferibles los subsolados medios de Fig. 4.-Un buen laboreo que permita la óptima utilización del agua disponible, es fundamental en las plantaciones de olivar. unos 50 cm. para la mayor parte de los suelos donde se implanta el olivar. Una forma de subsolar aconsejable, salvo contraindicaciones especificas, muy raras por otra parte, es la de hacerlo a partir del tercer o cuarto año de la plantación, por las cuatro caras del hoyo y, en principio, a una profundidad media de 35 ó 40 cm. A1 quinto o sexto año, o sea a los dos años del anterior, se dará un segundo pase a las cuatro caras de forma que se subsole la zona inmediata a la del primer pase, profundizando algo más. A1 séptimo u octavo año, de nuevo a los dos años, conviene volver a dar un tercer pase profundizando, en esta ocasión, hasta los 50 ó 55 cm. De esta forma se habrá hecho, sucesivamente, la labor que está necesitando el desarrollo de las raíces (ver esquema en la página siguiente). Con respecto a la época, dado que con el subsolado se pretende quebrantar al máximo la tierra, debe darse con el terreno ' -•^ I ' •- - ^•^- •- I I j- - ^ •- - i•I I ^ I^ ^ I I ^ I I _.L. ._ I ^ . .^.^ . .- -- .L. . --- -±•a--^: ^ ^ ._ . .L. ^- - •^-^ I ^ Í i N ^.^. .^ ^ ^ ^ ^._ .^_1. - _ ^. M ^N ^ `^ . ^.^ ^ -•I ^. -- I I F^ I .^.^ •^- ^ ^ I ^ I .^ ^- - -T- .^.. .- 1_. ^ I I ^ ^';: -^ _ ^ I I .i .^ ^ _. ^ I _ _^.^. .- - -r - ^ ^ ^^^ _^^ ^ _^^ - 11 - lo más seco posible, por lo que debe realizarse a finales de verano o principio de otoño, época que coincide con la del comienzo de la disminución de las necesidades de agua del olivo. En algunos casos, esta labor de subsolado se sustituye por un desfonde con vertedera. Es una labor más intensa, por lo que es necesario un estudio más detallado del terreno para ver su conveniencia. ARREGLO DEL HOYO A lo largo de los dos o tres primeros años de la plantación durante los cuales los árboles están desarrollando sus raices f^ig. 6.-Las labores bien realizadas facilitan el desarrullo de las raices. dentro del hoyo inicial de plantación, las labores o binas del mismo son de gran importancia. A1 igual que se ha indicado al hablar del laboreo en general, no se pueden dar normas sobre el número de cavas o binas que tales hoyos necesitan para estar bien labrados, pues variará con la clase de suelo, con las lluvias y con el hecho de que se riegue o no. La indicación más segura es que el hoyo debe estar siempre bien cuidado y libre de hierbas y, por tanto, habrá que arreglarlo cada vez que sea necesario. No obstante, se dan unas orientaciones generales sobre lo más usual y conveniente en relación con tales cuidados. La primera cava se dará como complemento de la labor a realizar en el mes de abril, ya que el hoyo estará endurecido y con hierba. En los dos primeros pases de labor que se le han debido dar al olivar no suele ser necesario cavar el hoyo, ya que el fin primordial de esos pases es almacenar agua y en el hoyo se recoge ésta bien, normalmente. Sin embargo, en zonas cálidas y t^ig. 7.-Olivar intensivo en Baena (Jaén). - 13 - Fig. 8.-Olivar intensivo en Villafranca de los Barros (Badajoz). tempranas, puede ocurrir que el desarrollo de las malas hierbas sea excesivo y haga aconsejable arreglarlo antes de la fecha citada anteriormente. Al iniciarse el laboreo de verano, y por la misma razón, será necesario dar una cava al hoyo para evitar la evaporación por estar la capa superior agrietada o con excesiva costra endurecida. Es práctica muy frecuente, en la actualidad, regar el hoyo los dos primeros veranos, con lo cual se producen grandes grietas, se forma costra y nacen numerosas hierbas, sobre todo en terrenos arcillosos. Para evitarlo, será necesario cuidar el hoyo con esmero y cavar tras cada riego. Se ha probado, con éxito, aportar arena de rio al hoyo, con lo cual se evitan las grietas y la formación de costra, retenien- - 14 - do el hoyo mucho mejor la humedad. También se ha probado echar paja larga en el hoyo, pero ésta al pudrirse y fermentar presenta inconvenientes serios. Finalmente se advierte que en muchas zonas, sobre todo en Andalucía, suelen ser frecuentes otoños muy suaves en los que la hierba crece hasta tal punto que es preciso dar otra cava al hoyo en el mes de noviembre. CAVA DE PIES Creemos que la tradicional cava de pies es labor a desaparecer en las plantaciones intensivas, cuando estas llegan a adultas, Fig. 9.-Calle dc un olivar perfectamente labrada. - IS - Fig. 10.-Los olivos responden al buen laboreo con una abundante vegetación. ya que lo deseable es tender a formar el árbol con un solo pie, por lo que las labores normales pueden acercarse suficientemente al tronco. Por otra parte, el uso de herbicidas se está introduciendo con gran rapidez y aquella práctica puede ser sustituida por una escarda química usando herbicidas, muy conocidos ya en el olivar, como simazina, aminotriazol, diurón, diquat, paraquat, etc. Hay, sin embargo, una época en estos olivares, durante la cual aún no están formados a un pie, en que es necesario cavarlos. Son aquellos años en los que el olivo, habiendo salido del hoyo, está en poda de formación y aún tiene numerosas patas. Se aconseja realizar esta cava en primavera y túnto más temprana cuanto más temprana sea la zona. Es usual y casi inevitable realizarla a brazo. - 16 - Ultimamente se está intentando sustituir tal cava por tratamientos herbicidas, pero dada la abundante vegetación y sobre todo la hoja baja que el olivo suele tener en esta etapa de su vida, los daños que se producen en brotes, yemas y hojas son de bastante importancia, especialmente usando herbicidas de postemergencia; por ello, aconsejamos que de usar herbicidas sean granulados, que, aunque más caros, evitan esos daños a la vegetación. En todo caso, no debe usarse herbicidas en árboles de menos de tres a cuatro años. PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA Bravo Murillo, 101 - Madrid-20 Se autoriza la reproducción íntegra de esta publicación mencionando su origen: «Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura». LS.B.N. 84-341-0149-I - Depósito legal: M. 6.981-1978 (10.000 ejemplares). Neografis, S. L. - Santiago Estévez, 8- Madrid-19