DICTAMEN N.º 242/2013, de 10 de julio.* Expediente relativo a

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DICTAMEN N.º 242/2013, de 10 de julio.*
Expediente relativo a resolución de los contratos administrativos de construcción de Centro de Día, Fase I y II,
tramitado por el Ayuntamiento de Nambroca (Toledo).
ANTECEDENTES
Primero. Contratos administrativos.- Con fecha de 17 de julio de 2006, se formalizó entre el Alcalde del
Ayuntamiento de Nambroca y D.ª Z, en nombre y representación de la empresa X un contrato administrativo que tenía por
objeto la “construcción del Centro de Día Fase I de Nambroca”. El precio del contrato fue de 599.403,83 euros y el plazo
de ejecución quedó fijado en 6 meses.
Posteriormente, el día 23 de abril de 2007 se formalizó otro contrato administrativo entre el Alcalde y D. W, en
nombre y representación de X, cuyo objeto era la “construcción del Centro de Día Fase II de Nambroca”. El precio de este
contrato se estipuló en 576.448,88 euros y el plazo de ejecución quedó fijado en 5 meses.
Segundo. Suspensión de las obras.- Con fecha 26 de junio de 2007, la Secretaria municipal emite un informe
referente a las obras de construcción del Centro de Día en el que manifiesta que aunque no se ha efectuado ninguna
modificación del contrato de obras, en su ejecución se han producido diversas incidencias y alteraciones que afectan al
presupuesto de la obra, lo que a su juicio aconseja su paralización y tramitación del correspondiente expediente tendente a
la resolución de las incidencias surgidas.
A la vista de dicho informe, el día 27 del mismo mes y año el Alcalde acordó iniciar un procedimiento que tenía por
objeto resolver las incidencias surgidas en la ejecución de las obras; solicitar informe al director de la obra y a los servicios
técnicos y suspender de forma temporal su ejecución.
En relación con este procedimiento, el arquitecto autor del proyecto y director de la obra señala que las alteraciones de
la obra se refieren fundamentalmente a modificaciones y mejoras introducidas por el Ayuntamiento y aceptadas por él, las
cuales alteraban el presupuesto de ejecución. A continuación expone que en un principio el proyecto era único para toda la
obra, pero que a petición del Ayuntamiento aceptó su división en dos, dado que desde el punto de vista técnico no existía
ninguna objeción. Tras reseñar alguna de las modificaciones o alteraciones llevadas a cabo, reseña las certificaciones
verificadas por él, las cuales, a 30 de junio de 2007, ascienden a la cantidad de 381.047, 71 euros correspondientes a la fase
1 y a 31.253,31 las de la fase 2.
Tercero. Modificación del proyecto de la obra “construcción Centro de día.- En el expediente figura un informe
emitido por el Arquitecto municipal referente a esta obra en el que se contienen las siguientes conclusiones: “1. Existe un
porcentaje altísimo de certificaciones justificadas como excesos de medición o como precio contradictorio. En todo caso se
ha comprobado que dichos excesos de medición o partidas ejecutadas sin precio definido se han ejecutado efectivamente
en la obra, por lo que es correcta la certificación [ ] 2. Se ha comprobado que en los casos en los que se ha sustituido
alguna partida por otra con precio contradictorio, la partida originalmente presupuestada no se ha certificado. [ ] 3. Se
destaca, a juicio del arquitecto redactor del informe, como llamativo el alto precio certificado por las demoliciones y
trabajos de vaciado y cimentación, pero en todo caso existen partes de trabajo y personal y maquinaria aportado por la
empresa y refrendados por la Dirección Facultativa. [ ] Finalmente, se ha detectado un error en las certificaciones de las
partidas justificadas como exceso de medición, ya que se han certificado con el precio del proyecto sin aplicar el
porcentaje de baja en la adjudicación. Esto supone un importe a favor del Ayuntamiento en cuanto a exceso de
certificación erróneamente certificado en la FASE 1 de 31.537,07 €”.
A continuación figura un cuadro resumen de las liquidación en certificaciones ordinarias a 30 de junio de 2007, donde
consta que el importe de la obra certificada correspondiente a la fase I de la obra asciende a 788.800,88 euros y el de la
obra correspondiente a la fase II a 65.019,35 euros.
Añade que “La gran desviación presupuestaria obliga a redactar un PROYECTO DE EJECUCIÓN MODIFICADO,
que incluya todos los cambios ejecutados hasta la fecha, así como la actualización de todos los trabajos restantes para
terminar correctamente la obra”.
A continuación en el expediente obra parte de un acta de una sesión celebrada por el Pleno de la Corporación en la
que se acuerda: “Aprobar el proyecto modificado referente a la obra “Construcción Centro de día”, presentado por el
arquitecto D. F en fecha noviembre de 2007, con un importe total de 811.725,86 €”. En dicho documento se ha anotado de
forma manual como fecha “21-11-2007”.
Cuarto. Informe de Secretaría-Intervención sobre resolución del contrato.- Con fecha 28 de enero de 2008 y a
petición del Alcalde, la Secretaria del Ayuntamiento de Nambroca emitió un informe referente a la resolución de los
contratos de la obra de construcción del Centro de Día en el que exponía la legislación que resulta de aplicación, las causas
*
Ponente: Fernando José Torres Villamor
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de resolución contractual previstas en los artículos 111 y 142 del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las
Administraciones Públicas (TRLCAP), aprobado por el Real Decreto 2/2000, de 16 de abril y el procedimiento que debe
seguirse para dictar la correspondiente resolución.
Quinto.- Propuesta de resolución contractual.- El día 6 de febrero de 2008 el Alcalde dicta una propuesta de
resolución de los contratos referenciados en el primer antecedente, en la que se dice que “De los datos que obran en el
expediente, se desprende que, si bien formalmente se produce la existencia de dos contratos reguladores de la Fase I y
Fase II, desde el punto de vista técnico y fáctico sólo es apreciable la existencia de uno sólo”. Asimismo señala que en
diversas facturas se mezclan contradictorios de ambas fases y que se toman como continuidad los presupuestos de
Seguridad y Salud de la primera para la segunda fase por no estar incluidos en ésta última, añadiendo que por parte de la
dirección de la obra se informa que la primera y segunda fase se realizarán sin solución de continuidad. Posteriormente
refiere el procedimiento seguido para resolver las incidencias surgidas en la ejecución de la obra y los informes
incorporados al expediente. Tras ello, efectúa la siguiente propuesta: “PRIMERO. Resolver el contrato para la ejecución
de las obras de Construcción Centro de Día Fase I y Fase II, suscritos por la empresa X con CIF K y por este
Ayuntamiento, a causa de los errores materiales del Proyecto que afectan al presupuesto de la obra, al menos, en un 20
por 100 y modificaciones en el proyecto que impliquen alteraciones en el precio, en cuantía superior, en más o en menos al
20 por 100 del precio primitivo del contrato, subsumible en el artículo 149 d) y e) del Real Decreto 2/2000, de 16 de junio,
por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. [ ] SEGUNDO.
Notificar y dar audiencia al contratista, por el plazo de diez días naturales de conformidad con lo dispuesto en el artículo
109 del Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento General de la Ley de Contratos de
las Administraciones Públicas”.
Sexto. Trámite de audiencia.- Dado traslado del anterior acuerdo a la empresa contratista, su representante presentó
el día 19 de febrero de 2008 un escrito de alegaciones en el que expresaba su oposición a la referida resolución unilateral de
los contratos suscritos con su representada, al estimar que no concurría ninguna de las causas de resolución previstas en la
normativa de aplicación.
En el referido escrito de alegaciones también manifestaba que no se estaba ante un único contrato, sino que existen
dos contratos administrativos distintos, los cuales fueron consecuencia de dos diferentes licitaciones y adjudicaciones y que
la ejecución de las obras se ha ajustado a los respectivos proyectos redactados por la Administración y a las órdenes e
instrucciones recibidas del Ayuntamiento y de su dirección facultativa, añadiendo que las obras han sido efectivamente
realizadas y entregadas a la Administración, lo que comporta la obligación del Ayuntamiento no sólo de abonar el coste de
las obras, sino también las indemnizaciones que procedan en caso de resolver el contrato de forma unilateral.
Séptimo. Resolución contractual.- El día 25 de febrero de 2008 el Alcalde dicta resolución mediante la que se
acuerda “Resolver el contrato para la ejecución de las obras de Construcción Centro de Día Fase I y Fase II, suscritos por
la empresa X con CIF K y por este Ayuntamiento, a causa de los errores materiales del Proyecto que afectan al
presupuesto de la obra, al menos, en un 20 por 100 y modificaciones en el proyecto que impliquen alteraciones en el
precio, en cuantía superior, en más o en menos al 20 por 100 del precio primitivo del contrato, subsumible en el artículo
149 d) y e) del Real Decreto 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las
Administraciones Públicas”.
La anterior resolución fue notificada al representante de la empresa contratista el 26 de febrero de 2008.
Octavo. Sentencia.- Contra la anterior resolución la mercantil presentó recurso contencioso-administrativo. Tras su
tramitación, el Juzgado de la Contencioso-Administrativo número 2 de Toledo dictó sentencia el día 19 de marzo de 2013
mediante la que estimando el recurso interpuesto, anula dicha resolución y ordena retrotraer las actuaciones hasta el
momento inmediatamente anterior a su dictado al objeto de que se solicite el preceptivo informe del Consejo Consultivo de
Castilla-La Mancha. En la sentencia no se contiene ningún pronunciamiento sobre el fondo de la resolución. La firmeza de
la sentencia fue notificada al Ayuntamiento el día 15 de mayo de 2013.
Noveno. Solicitud de dictamen.- El día 11 de junio de 2013, la Alcaldesa de Nambroca efectuó la solicitud de
dictamen del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha a través de la Consejería de Presidencia y Administraciones
Públicas. En la misma se pide que el informe se emita por el procedimiento de urgencia ya que es imprescindible la
finalización de la obra objeto del contrato.
En tal estado de tramitación V. E. dispuso la remisión del expediente a este Consejo Consultivo, en el que tuvo
entrada con fecha 24 de junio de 2013.
A la vista de dichos antecedentes, procede formular las siguientes
CONSIDERACIONES
I
2
Carácter del dictamen.- El artículo 57 de la Ley 11/2003, de 25 de septiembre, del Gobierno y del Consejo
Consultivo de Castilla-La Mancha, determina que las Corporaciones Locales de Castilla-La Mancha solicitarán el dictamen
del Consejo Consultivo cuando preceptivamente venga establecido en las leyes.
El artículo 112.1 del Real Decreto Legislativo 781/1986, de 18 de abril, aprobatorio del Texto Refundido de las
disposiciones legales vigentes en materia de Régimen Local, dispone que “los contratos de las Entidades Locales se rigen
por la legislación del Estado, y en su caso, por la de las Comunidades Autónomas en los términos del artículo 149.1.18ª de
la Constitución […]”. Por su parte, el TRLCAP, norma que resulta de aplicación a los contratos que el Ayuntamiento
pretende resolver, dispone en su artículo 59.3.a) que “será preceptivo el informe del Consejo de Estado u órgano
consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma respectiva en los casos de [...] resolución, cuando se formule oposición
por parte del contratista”.
Teniendo en cuenta los preceptos indicados y considerando que en el periodo de audiencia concedido al efecto la
empresa adjudicataria se ha opuesto a la resolución de los contratos suscritos por la causa esgrimida por la Administración,
procede la intervención de este órgano consultivo en el procedimiento con carácter preceptivo. Igualmente, teniendo en
cuenta la solicitud formulada por la Alcaldesa, el dictamen se emite por el procedimiento de urgencia.
II
Examen del procedimiento tramitado.- Con anterioridad al análisis de las cuestiones sustantivas que derivan del
expediente sometido a dictamen se hace preciso realizar en la presente consideración un estudio de los requisitos formales
necesarios para proceder a la resolución contractual proyectada, a fin de constatar si en el presente caso se ha dado
adecuado cumplimiento a los mismos.
El artículo 59 del TRLCAP dispone que el órgano de contratación ostenta la prerrogativa de resolver los contratos
administrativos y determinar los efectos de la resolución, estableciéndose en los apartados 1 y 3 del citado artículo que en
los procedimientos que se instruyan para la adopción de acuerdos relativos a la resolución del contrato deberá darse
audiencia al contratista y requerir el dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad
Autónoma respectiva en el caso de que se formule oposición por parte de aquél.
Por su parte, el artículo 109 del Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, establece los siguientes requisitos
necesarios:
a) Audiencia al contratista por plazo de diez días naturales, en el caso de propuesta de oficio.
b) Audiencia, en el mismo plazo anterior, del avalista o asegurador si se propone la incautación de la garantía.
c) Informe del Servicio Jurídico, salvo en los casos previstos en los artículos 41 y 96 de la Ley, referentes a falta de
constitución de la garantía definitiva y demora en el cumplimiento de los plazos respectivamente.
d) Dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma respectiva, cuando
se formule oposición por parte del contratista.
Examinado el expediente remitido por el Ayuntamiento, se observan las siguientes deficiencias:
a) El Ayuntamiento ha tramitado el expediente de resolución contractual como si se tratase de un único contrato,
cuando en realidad se trata de dos contratos administrativos de obra diferentes: uno el suscrito el día 17 de julio de 2006 y
otro el suscrito el 23 de abril de 2007. Con independencia de que haya podido existir un indebido fraccionamiento del
objeto del contrato por parte del Ayuntamiento -cuestión sobre la que este Consejo no cuenta con elementos suficientes
para pronunciarse sobre ello- es lo cierto que del examen del expediente remitido resulta que se han producido dos
procedimientos de aprobación de proyectos de obra y de pliegos de cláusulas administrativas particulares que rigen cada
una de las fases de ejecución de la obra de construcción del Centro de Día. Asimismo han existido dos anuncios de
licitación, en los que se reflejaban las características de cada uno de los objetos del contrato sin que en los mismos se
contemplase ninguna conexión entre ellos, dándose la circunstancia de que si bien en la primera licitación únicamente
participó la empresa adjudicataria, en la licitación correspondiente a la segunda fase participó otra empresa, que si no
resultó adjudicataria no fue porque una fase estuviese vinculada a la otra, sino porque obtuvo menos puntuación final,
según consta en el acta de la mesa de contratación.
Ello supone que el expediente de resolución contractual no puede tramitarse como si de un mismo contrato se tratase.
Además, no resulta asumible que la segunda fase sea una mera continuación de la primera, dado que del expediente
remitido se deduce que cuando se inició la segunda fase la ejecución de la primera aún no había finalizado.
Por lo tanto, de pretenderse la resolución de ambos contratos deberán tramitarse dos procedimientos de resolución en
cuyo inicio debe reseñarse la causa o causas de resolución que en cada uno concurren, no pareciendo factible -con los datos
que obran en el expediente- que las causas alegadas puedan ser aplicadas a ambos contratos, considerados de forma
independiente.
Por otra parte, no resulta suficiente con limitarse a reflejar en la propuesta de resolución las causas que pudieran dar
lugar a las resoluciones contractuales, sino que en el expediente deben acreditarse fehacientemente la concurrencia de las
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mismas, así como el interés público que justifique la utilización de la prerrogativa resolutoria en cada uno de los contratos
administrativos, máxime cuando se señalan dos causas que, en principio, no parecen compatibles entre sí, como son los
“errores materiales del proyecto o del presupuesto” y las “modificaciones del contrato o alteraciones del precio del
contrato superiores al 20 por 100 del precio primitivo del contrato”.
b) En el expediente tramitado no ha existido una iniciación formal del mismo, sino que al informe de la Secretaria del
Ayuntamiento le ha seguido la propuesta de resolución, que en realidad constituye el inicio del procedimiento resolutorio.
Ello ha supuesto que el referido informe municipal se ha limitado a relatar la legislación aplicable, las causas de resolución
previstas en el TRLCAP y el procedimiento que debe seguirse, sin que contenga ninguna consideración sobre la
concurrencia o no de las concretas causas de resolución a las que se refiere la propuesta de resolución, por lo que no
cumple la finalidad que al mismo le atribuye el artículo 109 del Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre.
III
Significado y alcance de la potestad de resolución contractual.- La potestad resolutoria conferida a la
Administración en relación a los contratos sometidos al Derecho Administrativo se enmarca dentro del ámbito de las
denominadas prerrogativas, previstas en el artículo 59 del TRLCAP y concebidas por la doctrina como privilegios o
facultades exorbitantes, cuyo ejercicio no se produce de manera automática sino cuando lo exija el interés público implícito
en cada relación contractual, fundándose así en el servicio objetivo a los intereses generales que el artículo 103 de la
Constitución proclama de la actuación administrativa.
La existencia de estas prerrogativas no es incompatible con la noción de contrato configurada en el ámbito civil, al
contemplar el propio Código Civil en su artículo 1.258 que la buena fe, el uso o la Ley pueden imponer a las partes
contratantes obligaciones que, aun no estando expresamente pactadas, deriven de la naturaleza de su contenido.
El sentido y funcionalidad de la resolución contractual encuentra cobertura legal en el Derecho común de obligaciones
y contratos, en tanto que, como ha señalado el Tribunal Supremo en su sentencia de 17 de marzo de 1989 (RJ 2234), “los
contratos administrativos no son sino una figura especial, con modulaciones características impuestas por su vinculación
al cumplimiento de los intereses públicos de la institución contractual, siéndoles de aplicación en definitiva, salvando esas
peculiaridades y características, las normas y principios de la dogmática del negocio jurídico, entre los que se encuentra
la figura de la resolución contractual para el caso de su incumplimiento en las obligaciones recíprocas (artículo 1.124 del
Código Civil y preceptos concordantes) y la institución del resarcimiento de daños y perjuicios a favor del acreedor, que
no es sino una manifestación del principio del Derecho de obligaciones de que el deudor debe reparar las consecuencias
nocivas producidas por causa de su incumplimiento culpable (artículo 1.101 del Código Civil)...”.
El ejercicio de esta potestad se encuentra reglado desde el punto de vista formal y material, de tal forma que sólo
puede ser ejercida “mediante procedimiento en la forma que reglamentariamente se determine” (artículo 112 del
TRLCAP) y cuando concurran las causas definidas en la Ley.
El TRLCAP contempla, en sus artículos 111 a 113, una regulación general de las causas por las que puede operar la
prerrogativa resolutoria, estableciendo otras específicas para cada tipo de contratos, recogiéndose en concreto las aplicables
a los contratos de obra en el artículo 149.
Dentro de las citadas causas distingue la Ley aquéllas cuyo régimen de aplicación es potestativo para la
Administración atendiendo a las circunstancias que concurren en cada caso concreto, de aquellas otras que determinan
siempre y de manera obligatoria la resolución del contrato, en tanto que su mera concurrencia implica una vulneración del
interés público inherente a la contratación administrativa.
De las causas de resolución, como prerrogativa de la Administración, recogidas en el TRLCAP, debe fijarse la
atención en las previstas en los aparatados d) y e) del artículo 149, que se refieren respectivamente a “Los errores
materiales que pueda contener el proyecto o presupuesto elaborado por la Administración que afecten al presupuesto de la
obra, al menos, en un 20 por 100” y a “Las modificaciones en el contrato, aunque fueran sucesivas, que impliquen,
aislada o conjuntamente, alteraciones del precio del contrato, en cuantía superior, en más o en menos, al 20 por 100 del
precio primitivo del contrato, con exclusión del Impuesto del Valor Añadido, o representen una alteración sustancial del
proyecto inicial”, pues a dichas causas se acoge la propuesta de resolución suscrita por el Alcalde de Nambroca.
Las causas de resolución transcritas se refieren a dos supuestos totalmente diferentes e incompatibles entre sí.
En la primera, se trata de errores del proyecto o presupuesto de las obras iniciales, esto es, anteriores a la misma
adjudicación del contrato de obras y puramente materiales. Al tratarse de errores materiales, por analogía con la
interpretación que de este concepto ha ofrecido la jurisprudencia sobre el artículo 105 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, dicho
concepto “se caracteriza por versar sobre un hecho, una cosa, o suceso, esto es, acerca de una realidad independiente de
toda opinión, criterio particular o calificación, estando excluido de su ámbito, según pone de relieve la jurisprudencia,
todo aquello que se refiera a cuestiones de Derecho, apreciación de trascendencia o alcance de hechos indubitados,
valoración legal de pruebas, interpretación de disposiciones legales y calificaciones jurídicas que puedan establecerse”
(Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de enero de 2004 -RJ 1984,488).
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Sin embargo, en la segunda causa se trata de novaciones, modificaciones del objeto contractual acordadas con
posterioridad a su perfección por causas sobrevenidas o imprevisibles que tienen como consecuencia una alteración
sustancial del proyecto inicial o del precio del contrato en la cuantía que se indica legalmente. Respecto a la alteración
sustancial, el artículo 150.1 dice que “En relación con la letra e) del artículo anterior se considerará alteración sustancial,
entre otras, la modificación de los fines y características básicas del proyecto inicial, así como la sustitución de unidades
que afecten, al menos, al 30 por 100 del precio primitivo del contrato, con exclusión del Impuesto sobre el Valor
Añadido”.
En todo caso, la facultad de la Administración de optar por resolver o continuar el vínculo contractual, una vez
acordada administrativamente la pertinente modificación, requiere un justificado análisis de la concurrencia del interés
público, al igual que sucede en la aplicación del resto de causas de resolución. En este sentido lo ha declarado el Consejo de
Estado quien en su dictamen 54.400 de 21 de junio de 1990 precisó que “la opción entre mantenimiento del contrato o su
resolución debe acordarse por la Administración atendiendo al interés público en juego. Dicho interés no se refiere en
estos casos al objeto de contratación, sino al mantenimiento de la relación contractual. Para resolver dicho extremo este
Consejo entiende que si el precio del contrato inicial resultara menos oneroso para la Administración que la formalización
de nuevo contrato quedaría justificado el mantenimiento de éste”, si bien, como dijo en otro dictamen anterior, el 47.126
de 5 de diciembre de 1984, también ha de tenerse en cuenta la utilización de la potestad resolutoria para evitar actuaciones
en fraude de ley que cierran el acceso a la contratación a otros posibles contratistas cuando las modificaciones son
superiores al 20 por 100. En definitiva, en estos casos, son las razones objetivas de interés público las que deben tenerse en
cuenta para resolver el contrato o para continuar con el mismo.
IV
Examen de la concurrencia de las causas de resolución invocadas.- Con independencia de las irregularidades
esenciales a las que se ha hecho referencia en la consideración II, se ha estimado conveniente efectuar algunas
consideraciones respecto a la concurrencia de las causas de resolución invocadas, al objeto de que puedan ser tenidas en
cuenta si el Ayuntamiento promueve un nuevo procedimiento de resolución.
Según ya se ha dicho, en la propuesta de resolución el Alcalde se apoya en dos causas resolutorias: errores materiales
del proyecto que afectan al presupuesto de la obra al menos, en un 20 por 100 y modificaciones del proyecto que impliquen
alteraciones en el precio en cuantía superior, en más o en menos al 20 por 100 del precio primitivo del contrato.
1.- Respecto a la primera causa, en el expediente no existe ningún elemento del que se pueda deducir la existencia de
errores materiales en los respectivos proyectos. Ni en el informe emitido por el Arquitecto redactor del proyecto ni en el del
Arquitecto municipal se hace mención alguna a que los proyectos originarios contuviesen errores materiales. Lo admitido
en ambos informes es que durante la ejecución de la obra se produjeron modificaciones sustanciales a petición del
Ayuntamiento, pero ello nada tiene que ver con la existencia de errores materiales en el primitivo proyecto.
Señala el Arquitecto redactor del mismo que en un principio se redactó un único proyecto para toda la obra, pero que a
petición del Ayuntamiento y por motivos de financiación y presupuestarios, hubo de procederse a su alteración, la cual era
factible desde el punto de vista técnico. En consecuencia, al no haberse acreditado la existencia de errores materiales en los
proyectos no procede la resolución de los contratos por esta causa.
2.- La segunda causa alegada es la existencia de modificaciones superiores al 20 por 100. Según manifiesta el
Arquitecto municipal, las numerosas modificaciones, que suponían una importante desviación presupuestaria, obligaban a
redactar un proyecto de ejecución modificado, que incluyera todos los cambios ejecutados, así como la actualización de
todos los trabajos restantes para terminar la obra.
Consta posteriormente un acuerdo del Pleno de la Corporación, fechado manualmente el 21 de noviembre de 2007,
mediante el que se aprueba el proyecto modificado referente a la construcción del Centro de Día con un importe total de
811.725,86 euros, el cual parece estar referido al conjunto de las dos fases de las que se compone la obra, desconociéndose
el importe de la modificación que afecta a cada una de las fases, esto es, a cada uno de los contratos administrativos. En la
parte expositiva del acuerdo figura que el coste de la obra es de 811.725,86 euros, habiéndose abonado 686.491,93 euros y
estando pendiente de pago 125.233,93 euros.
Al desconocerse la modificación que puede corresponder a cada uno de los contratos de obra, no existen elementos
objetivos suficientes para poder pronunciarse sobre si en alguno de los contratos las modificaciones aprobadas son
superiores al 20 por 100 del precio originario, el cual era de 599.403,83 euros para la fase I y de 576,448,88 euros para la
fase II.
Además de lo anterior, las cifras de obra ejecutada y de obra pendiente que obran en la documentación del expediente
no concuerdan, por lo que se desconoce cuál es la obra realmente ejecutada y la pendiente de cada uno de los dos proyectos
de obra. Así tenemos que:
a) Según el informe del Arquitecto autor del proyecto, a fecha 30 de junio de 2007, las certificaciones verificadas de la
fase I ascendían a 381.047,71 euros y las de la fase II a 31.253,31 euros.
5
b) Según el Arquitecto municipal, el total certificado a 30 de junio de 2007 era de 788.800,88 euros en la fase I y de
65.019,35 euros en la fase II.
c) En el informe económico-financiero que obra en la página 137, se refleja que a fecha 16 de junio de 2007 la
situación de las obras era la siguiente:
- Fase I: Importe adjudicación 599.403,83 euros; total certificado 830.717,71 euros; pagado 534.496,09 euros;
pendiente de pago 296.221,62 euros; pendiente de ejecutar 134.686,04 euros, previsión coste total fase 1 965.403,75 euros.
- Fase II: Importe adjudicado 576.448,88 euros; pagado 0,00 euros; pendiente de ejecutar 576.488,88 euros.
Del contenido de los anteriores informes se observa que existe una gran diversidad de datos que exigen una
clarificación previa a la toma de decisión sobre la resolución del contrato.
Asimismo, las actuaciones a las que se refieren los documentos obrantes en el expediente se refieren a los años 2007 y
2008, desconociéndose si posteriormente han seguido ejecutándose las obras o si las mismas se encuentran paralizadas.
Por otra parte, como ya se ha dicho en la anterior consideración, la resolución de los contratos por modificación del
mismo en cuantía superior al 20 por 100 no es automática, sino que exige la concurrencia de un interés público que
justifique la utilización de esta prerrogativa. Esto es, debe valorarse y ponderarse que decisión resulta más compatible con
dicho interés público, teniendo en cuenta los principios de igualdad y concurrencia en la contratación, la no demora en la
finalización de las obras y los perjuicios económicos que al Ayuntamiento le pueda suponer la adopción de una y otra
medida. Pues bien, sobre esta importante consideración, nada consta en la propuesta de resolución, la cual parece pretender
fundamentarse únicamente en el hecho de que se han producido modificaciones que implican alteraciones del precio del
contrato superiores al 20 por 100 del precio primitivo, sin analizar si dicha decisión es la más acorde con el interés público.
En consecuencia, al no estar acreditado la existencia de modificaciones superiores a la cuantía legalmente exigida al
no haberse tramitado expedientes separados por cada uno de los contratos y tampoco estar justificado el interés público de
esta medida, tampoco procede resolver los contratos por esta causa, debiendo, si el Ayuntamiento mantiene su pretensión
resolutoria, tramitar nuevos procedimientos de resolución en los que queden acreditados los extremos exigidos para poder
acordar la resolución de los contratos a los que se refiere el presente dictamen.
En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen:
1º.- Que procede declarar el archivo de las actuaciones llevadas a cabo en el procedimiento instruido por el
Ayuntamiento de Nambroca (Toledo) tendente a resolver los contratos de obra para la construcción del Centro de Día, Fase
I y Fase II, por la existencia de irregularidades esenciales en su iniciación y tramitación.
2º.- Que en el supuesto de que el Ayuntamiento pretenda la resolución de los contratos administrativos formalizados
los días 17 de julio de 2006 y 23 de abril de 2007, deberá incoar un procedimiento individual por cada uno de ellos en los
que deberá tener en cuenta las observaciones efectuadas en las consideraciones II a IV del presente dictamen.
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