Conferencia del Episcopado Dominicano «Próximas elecciones y

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Conferencia del Episcopado Dominicano
MENSAJE
27 febrero 2016
«Próximas
elecciones y otras urgencias»
Introducción
1. Nos dirigimos a todo el pueblo dominicano, hombres y mujeres de buena
voluntad, en ocasión de la Fiesta Patria de la Independencia, del 27 de
Febrero 2016. Esta vez queremos dirigir un mensaje breve de cara a la
contienda electoral del 15 de mayo.
2. En primer lugar valoramos el avance hacia la madurez que como Nación
hemos tenido en nuestra democracia. Nuestro pueblo ha ido tomando
conciencia de que hay que participar activamente en los procesos
electorales. También, valoramos que nuestros líderes políticos sepan
comportarse con la debida cordura, atendiendo las orientaciones de la
Junta Central Electoral, y acogiendo posteriormente, después de la
contienda, los resultados del sufragio.
1. Próximas elecciones
A. Consideraciones
3. Se ha dado inicio al proceso de la campaña y nuestra gente espera de los
líderes políticos un comportamiento a la altura de un profesional de la
política. Es decir, se anhela que las actividades proselitistas se desarrollen
en base a los programas que ofrezcan los partidos, su posibilidad de
ejecución y atendiendo a las prioridades de los problemas que afectan en su
conjunto a nuestra sociedad dominicana.
4. No es deseable una contienda política de bajo nivel, centrada en los
aspectos negativos de los opositores como si quienes la realizan no tuvieran
nada positivo que ofrecer de sí mismos como candidatos o como Partido;
tampoco es deseable una campaña fundamentada en falsas promesas o en
promesas irrealizables. Ni se espera de los candidatos ni de los partidos una
promoción partidaria apoyada en las dádivas que fomentan el clientelismo.
Y menos aún que desde el poder se usen los fondos públicos y los servicios
que ofrece el Estado, para tal propósito.
5. Se desea una promoción publicitaria con sentido ecológico, que no
ensucie el ambiente, saturando las calles y avenidas de afiches y letreros. Lo
mismo hay que decir del ruido y del entaponamiento innecesario del
tránsito que muchas veces se produce por las concentraciones en las
salidas de las ciudades o en cualquier calle o avenida.
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6. Una campaña electoral apoyada en principios, en valores y en
programas, llevada con respeto y en sana coordinación con los opositores,
habla mejor de la madurez política de los partidos y candidatos.
B. Exhortaciones
7. Exhortamos, pues, a realizar un proceso electoral en paz, con respeto del
espacio y de las ofertas de los demás candidatos, abierta al diálogo y con un
verdadero sentido de madurez humana y política.
8. Es lamentable que con frecuencia la política es vista como un medio para
el enriquecimiento grupal o personal y no como lo que verdaderamente debe
ser, un servicio al bien común. Peor aún, cuando el soporte económico de
los partidos, en los períodos electorales, es sustentado con dinero sucio, ya
sea procedente del narcotráfico, de los juegos de azar, de empresas evasoras
de impuestos, o de fondos dilapidados del Estado. Todos necesitamos una
política sana, limpia de corrupción, de lavado o de robo. Tenemos un pueblo
trabajador y esperanzado en un mejor porvenir. Tenemos derecho a esperar
lo mejor de nuestras instituciones y liderazgo político.
9. Los invitamos por su propio bien y el de la Patria a no invertir en
candidatos políticos pensando obtener beneficios futuros. Inviertan en sus
trabajadores y en obras sociales: eso sí que pone la base de una democracia
sólida, que ninguna aventura política la puede derribar.
10. Les exhortamos a no ser indiferentes frente al manejo de las
instituciones políticas. Actuemos con la debida conciencia, digámosle no al
clientelismo. Participemos conscientemente en la política, depositemos el
voto por el candidato que nos parezca mejor en principios, en valores y en
actitudes para ser un buen gobernante o un buen funcionario público.
Valoremos su honestidad, sus raíces familiares, su testimonio de vida, su
espíritu de servicio a la comunidad, su capacidad de administrar bien lo
ajeno sin creerse dueño de lo que no le pertenece, y sus propuestas
políticas.
11. Vayamos a las urnas con verdadera conciencia ciudadana y no nos
dejemos arrastrar por la masificación o por simples prebendas. Rechacemos
y denunciemos las prácticas corruptas de la compra de cédulas y cualquier
otra acción fraudulenta. No vendamos nuestra conciencia a la hora de votar.
Nadie se sienta obligado a votar por aquel que le ofrece dádivas. Es la
conciencia la que debe determinar el voto no la retribución por una
prebenda recibida o el amiguismo.
C. Apoyemos a la Junta Central Electoral y acojamos el resultado de
los votos
12. Por último, hacemos el llamado que siempre hemos hecho a los
candidatos a puestos electivos. Demos un voto de confianza a la Junta
Central Electoral para la organización de la contienda. Apoyemos sus
medidas administrativas del proceso. Seamos celosos y vigilantes de nuestra
democracia.
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13. Pasadas las elecciones, hay que respetar la decisión de la mayoría y
acoger con beneplácito la decisión del pueblo expresada en las urnas.
Sumémonos todos a las autoridades que resulten electas para que tengamos
un gobierno que fortalezca la democracia, que sirva al bien común y que
oriente el país por los mejores senderos, desarrollando la economía,
fortaleciendo el sistema de salud y la educación, creando fuente de trabajo,
invirtiendo en la seguridad ciudadana, mejorando nuestro sistema
energético, ofreciendo mejores oportunidades a la juventud; que haga valer
el imperio de la ley, y en fin, un gobierno que no incluya en su cultura
política ni la corrupción, ni la impunidad, ni el soborno, ni sustente sus
ingresos presupuestarios fomentando vicios que empeoran la salud social,
como las bancas y juegos de azar, el exceso de bebidas alcohólicas; que
actúe con transparencia y que gobierne en función del bienestar de todos.
2. No olvidemos la ley de Partidos Políticos
14. Por otra parte, pedimos encarecidamente y sugerimos que pasadas las
elecciones del presente año, el Congreso se esfuerce con seriedad y
responsabilidad a elaborar y aprobar la Ley de Partidos Políticos para una
mayor transparencia y ordenamiento en el quehacer político y para el
fortalecimiento de nuestra democracia.
3. Valoremos la vida
15. Ya sabemos, y es preocupación de todos, el crecimiento del clima de
violencia que va arropando poco a poco todos los ámbitos de nuestra
sociedad. En febrero del año 2009, tuvimos que dedicar nuestro
acostumbrado Mensaje al análisis y reflexión de esta problemática, bajo el
título “¡Construyamos la Paz! Erradiquemos la violencia y la inseguridad”.
Ahora sólo queremos hacer un breve llamado de atención.
16. La vida que hemos recibido de Dios es un don de un valor único e
incalculable. Hemos de apreciarla, cuidarla y preservarla. Sólo Dios tiene
potestad sobre ella. De ahí que no podemos continuar dando muerte a
nuestros semejantes o siendo indiferentes ante tanta sangre derramada por
cualquier motivo y sin ninguna razón.
17. Llamamos la atención de manera particular al Gobierno y a los sectores
de mayor poder o influencia social a hacer todo tipo de esfuerzo, y la
inversión que sea necesaria, a fin de que se detenga ya esta atmósfera de
violencia e inseguridad que se va tornando un tanto asfixiante. Hagamos
una campaña educativa y de concienciación a todos los niveles sobre la paz,
la hermandad, la tolerancia, el valor de la vida y el respeto al hermano y a
su entorno y pertenencias. Invirtamos en un proceso educativo que nos
ayude a todos a sentir la importancia del vivir en la paz y armonía con
nuestros semejantes y con los demás seres de la creación. Todos pongamos
nuestro granito de arena, especialmente en el campo de la formación de la
conciencia, y comenzando por nosotros mismos, con nuestros jóvenes y
niños, miremos a nuestros semejantes como un don de Dios en sí mismo
que merece ser tenido en cuenta, valorado y protegido.
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18. Reiteramos al Gobierno que debe hacer un mayor esfuerzo de inversión
en los cuerpos de seguridad del Estado. Es tiempo de que se mejoren los
salarios de los agentes del orden, se les ofrezca mayor capacitación y
mejores equipamientos para sus labores.
4. Atención a la salud de los más necesitados
19. En la Carta Pastoral sobre la Misericordia del 21 de enero de este año
hacíamos alusión a varios problemas que afectan a nuestra clase más
empobrecida. Entre estos veíamos el problema de tantos enfermos
desamparados y desprotegidos que no cuentan con ningún recurso
económico para hacer frente a su situación de saludad. Llamamos nueva
vez la atención a seguir mejorando nuestro sistema de salud, que se agilice
la inclusión de todos los dominicanos en la seguridad social, que se tenga
más cobertura en lo referente a las enfermedades catastróficas, que se
mejoren los servicios hospitalarios y que se haga todo lo posible para que
los sectores más pobres tengan acceso a medicamentos más baratos y
eficientes. Que los hospitales públicos cuenten con mayor presupuesto, que
sus recursos sean manejados con mayor pulcritud y transparencia para un
mejor servicio a los enfermos de menos recursos, y que se mejoren los
salarios de los servidores de la salud. En el mismo orden también, hemos de
prestar mayor atención a nuestros envejecientes, a los niños desamparados
y las madres solteras.
5. El respeto a la ley y nuestro sistema de justicia
20. Cuando miramos nuestra realidad y el comportamiento ciudadano en
general, percibimos que hay muchos dominicanos que viven y se comportan
con civismo y respeto a las leyes. Los hay en todos los niveles del tejido
social. Gente que sabe convivir con los demás y que entiende que todos
somos iguales ante la ley. Pero hemos de señalar que también hay otros
dominicanos que les encanta vivir como los chivos sin ley, atropellando a
todo el mundo y pasándole por encima a todo precepto y orden. Es grave y
penoso cuando vemos estos comportamientos en los que tienen como tarea
velar por el cumplimiento de la ley.
21. Un tema delicado al que hacemos un llamado particular es al sector de
la justicia. Reconocemos que hay muchos jueces serios y honestos que se
esfuerzan en el cumplimiento de sus sagrados deberes, respetando y
aplicando la ley en el dictamen de sentencias justas. En cambio otros son
una vergüenza para la institución y el país. Hay que seguir saneando tan
alto poder del Estado. No podemos seguir con un poder judicial amañado a
intereses políticos, ni con jueces corruptos comercializadores de sentencias.
Exhortamos a los actores de este ámbito del poder del Estado a seguir
depurando a jueces y fiscales que no merecen tal dignidad. Que se castigue
con la debida sanción a quienes cometan faltas graves en el ejercicio de sus
funciones. Necesitamos una justicia apegada a la ley y que sea la misma
para todos, sin importar su condición social, económica o política.
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6. El cuidado a nuestra casa común
22. El Papa Francisco, con alta preocupación, ante el calentamiento global
que nos afecta a todos, ha publicado una Carta Encíclica titulada Laudato
Si, en la que invita a todos los ciudadanos del mundo a actuar con una
verdadera conciencia ecológica y a que hagamos todos los esfuerzos
necesarios para proteger y cuidar nuestra casa común que es la tierra.
23. Invitamos a seguir cuidando nuestros ríos, limpiando sus afluentes,
forestando sus orillas, protegiendo nuestros bosques, manteniendo limpias
nuestras casas, barrios, calles y avenidazas. Cuidemos nuestros animales y
especies, y sobretodo respetemos la integridad del ser humano.
24. Dada la trascendencia de esta temática, esta Conferencia nos
proponemos ofrecer próximamente una reflexión más ampliada, a la luz del
documento del Santo Padre, sobre la realidad de nuestro hábitat, sobre
nuestra Quisqueya, casa común de todos los que hemos tenido la dicha de
nacer o vivir sobre éste nuestro apreciado terruño.
25. Que bajo la protección de la Virgen Santísima, nuestra madre de la
Altagracia, el Padre de la Misericordia tenga compasión de nosotros, nos
ilumine con la luz de su Espíritu y con la gracia de su Hijo nos ayude a
construir un país más próspero, armonioso y en paz con todos.
Santo Domingo, República Dominicana, 27 de Febrero de 2016.
Dios les bendiga,
†Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez,
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo,
Primado de América,
†Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez,
Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
†Gregorio Nicanor Peña Rodríguez,
Obispo de la Altagracia, Higüey
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
†José Dolores Grullón Estrella,
Obispo de San Juan de la Maguana
Vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
†Francisco Ozoria Acosta,
Obispo de San Pedro de Macorís
†Diómedes Espinal De León,
Obispo de Mao-Montecristi
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†Julio César Corniel Amaro,
Obispo de Puerto Plata
†Fausto Ramón Mejía Vallejo,
Obispo de San Francisco de Macorís
†Andrés Napoleón Romero Cárdenas,
Obispo de Barahona
†Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez, M.S.C.,
Obispo de La Vega
R. P. José Ulises Botello,
Administrador Diocesano de Baní
†Amancio Escapa Aparicio, O.C.D.,
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
†Valentín Reynoso Hidalgo, M.S.C.,
Obispo Auxiliar de Santiago de los Caballeros
†Víctor Emilio Masalles Pere,
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
†Ramón Benito De La Rosa y Carpio
Arzobispo Emérito de Santiago de los Caballeros
†Fabio Mamerto Rivas Santos, S.D.B.,
Obispo Emérito de Barahona
†Jesús María De Jesús Moya,
Obispo Emérito de San Francisco de Macorís
†Antonio Camilo González,
Obispo Emérito de La Vega
†Rafael Leonidas Felipe Núñez,
Obispo Emérito de Barahona
†Pablo Cedano Cedano,
Obispo Auxiliar Emérito de Santo Domingo
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