Reforma de la PAC

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Fact Sheet
Comisión Europea
Dirección General de Agricultura
Primera del mundo en superficie, producción y consumo, la
viticultura europea constituye un sector muy diversificado,
un recurso agrícola esencial para numerosas regiones y una
parte importante de la producción final agraria de varios
Estados miembros. Frecuentemente está localizada en zonas
donde resultaría difícil o imposible otro tipo de actividad
agrícola. Aunque los esfuerzos desplegados para sostener el
mercado, controlando la producción y orientándola al mismo
tiempo hacia la calidad, han dado frutos, el sector sigue
sujeto a fluctuaciones específicas y actualmente se enfrenta
a la evolución de la competencia. En 1992 el sector vitícola
no fue reformado y la propuesta formulada en 1994 no
llegó a materializarse. En estas páginas se resumen los
aspectos esenciales de la reforma iniciada al socaire de la
Agenda 2000 para el período comprendido entre el 1 de
agosto de 2000 y 2006.
Si bien en el pasado la viticultura atravesó períodos muy críticos, la actuación de la Comunidad en el sector (véase la
página 2) ha propiciado desde hace algunos años un mejor
equilibrio entre oferta y demanda, de manera que el nivel de
los precios responde globalmente a las expectativas de los
distintos ramos del sector, al margen de situaciones circunscritas a regiones y productos específicos.
No obstante, persisten algunas dificultades esenciales.
Ciertamente se han reducido los excedentes estructurales,
pero el riesgo de producción de éstos a lo largo de varios
años no ha desaparecido, fundamentalmente porque, en
mayor medida que otros cultivos, la viticultura depende
mucho de las variaciones climáticas, que repercuten en el
volumen y calidad de la producción. El aumento del consumo de vinos de calidad no basta para compensar el descenso
del de los vinos de mesa.
Un problema importante para muchos de los que trabajan en
la viticultura es la necesidad de adaptarse a mercados cada
vez más abiertos; algunos productos vitícolas no encuentran
salidas rentables y aquéllos cuyos mercados están en plena
expansión no han podido disfrutar de la flexibilidad necesaria para ampliar sus perspectivas de desarrollo. Esta necesidad choca con la propia naturaleza del cultivo: la duración de
un viñedo es como mínimo de treinta años; por ende, el período de amortización de la inversión es muy largo.
De ahí la necesidad de un nuevo conjunto de medidas para
consolidar la gestión del potencial vitícola y redefinir la
Reforma de la PAC:
Sector vitivinícola
intervención en el mercado. Como en el caso de otros sectores agrícolas, el objetivo de la reforma ha de ser garantizar al
conjunto de la viticultura más eficacia, un mayor control de
los gastos y una competitividad creciente. Se trata al mismo
tiempo de tener aún más en cuenta las exigencias de calidad
de los consumidores, la defensa de los modos de producción
tradicionales, la salvaguardia de los espacios rurales donde
los viñedos son importantes pues mantienen la actividad
humana y protegen los suelos contra la erosión, así como las
necesidades diversas del desarrollo rural en el territorio europeo, especialmente en sus zonas desfavorecidas: otros tantos
objetivos que contribuyen a la plurifuncionalidad de la agricultura, elemento clave del modelo agrícola europeo.
Una ojeada a los aspectos esenciales de
la reforma
• Proseguir la orientación de la producción hacia la calidad y la
adecuación a la demanda, mediante medidas de reestructuración y reconversión de los viñedos.
• Intentar mantener el equilibrio entre demanda y producción
prolongando la prohibición de plantar vides, pero combinándola con la necesaria flexibilidad para facilitar el desarrollo de
producciones cuya demanda va en aumento.
• Mantener las medidas de arranque limitándolas, sin embargo, a
las regiones con excedentes estructurales graves y persistentes.
• Dejar de utilizar la intervención como salida artificial para productos excedentarios, pero mantenerla como mecanismo de crisis frente a perturbaciones excepcionales del mercado.
• Garantizar la salvaguardia de las salidas tradicionales, especialmente el mercado de los alcoholes de boca.
• Permitir el reconocimiento de las agrupaciones de productores
por los Estados miembros.
• Estimular la competitividad de la viticultura europea y ayudarla a
enfrentarse a la apertura creciente de los mercados internacionales.
• Simplificar la legislación sustituyendo los 23 reglamentos anteriores por uno nuevo y único, el Reglamento (CE) 1493/1999
de 17 de mayo de 1999. Este Reglamento, relativo a la nueva
organización común del mercado vitivinícola, constituye la referencia legal de las medidas resumidas en la presente publicación.
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 1
Antes de la reforma
actual: esfuerzos
permanentes de gestión
La diversidad de productos y subproductos de la viticultura,
el impacto de esta actividad en las economías locales - generalmente carentes de otras alternativas-, las fluctuaciones de
la producción, las dificultades para encontrar mercados y la
larga duración de las inversiones vitícolas exigen un esfuerzo constante de disciplina general para garantizar un futuro
duradero. La actuación durante los últimos años de la organización común del mercado vitivinícola (OCM) ha consistido principalmente en dos tipos de medidas:
• la intervención en el mercado para garantizar su equilibrio
mediante ayudas al almacenamiento privado, diferentes
tipos de ayuda a la destilación y ayudas a la utilización de
los mostos de vino para fines distintos de la vinificación, y
• el control del potencial vinícola a fin de orientar la oferta, por una parte, mediante la prohibición de nuevas plantaciones y las medidas de arranque combinadas con una
prima por abandono y, por otra, a través de la autorización
de plantaciones destinadas a favorecer la reorientación de
la producción (es decir, la búsqueda de productos que
correspondan más a la evolución cualitativa de los gustos
de los consumidores) y limitadas a objetivos precisos de
producción de determinados tipos de vino.
Las medidas de arranque hicieron que la superficie vitícola
pasara de casi 4 millones de hectáreas en 1987 a 3,4 millones
en 1997. A su vez, la producción media pasó de 200 a 160
millones de hectolitros, debido sobre todo a la utilización de
variedades de uva de menor rendimiento y más calidad.
Los esfuerzos emprendidos para controlar el potencial productivo han contribuido a la reducción de los excedentes
estructurales, cuya acumulación había caracterizado los períodos anteriores. Dichos esfuerzos han permitido, mediante la
concesión de primas por hectárea variables en función del
rendimiento, el tipo de cultivos y las variedades, reducir significativamente la oferta de los vinos de mesa menos adaptados a los mercados.
Por otra parte, la naturaleza de la producción vinícola hacía
indispensable el establecimiento de disposiciones técnicas
detalladas que contribuyeran a garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior y a mejorar las perspectivas de
comercialización, defendiendo simultáneamente los legítimos intereses de consumidores y productores. Al respecto,
debe destacarse la importancia para el sector vitivinícola de
las consecuencias económicas de la valorización de los productos, posible por la existencia de una normativa compleja
pero rigurosa que asegura a los consumidores la veracidad de
las especificaciones. Este valor añadido de los vinos de calidad en relación con los vinos ordinarios se refleja en un
incremento de los ingresos sin parangón posible con el
observado en otros sectores agrícolas; hecho éste que ha contribuido extraordinariamente a mantener el dinamismo de la
viticultura europea.
Concretamente estas disposiciones se plasman en:
• la regulación de las prácticas enológicas, destinada a controlar y garantizar la salubridad y calidad de la producción,
• disposiciones que garantizan la rastreabilidad del producto
(declaraciones de producción, registros, documentos de
acompañamiento, etc.),
• normas para la designación, denominación, presentación y
protección de determinados productos, en particular los
vinos de calidad producidos en regiones determinadas
(v.c.p.r.d.).
Parte (%) de los vinos y mostos y de otros productos en la producción final agraria
(UE y principales Estados miembros productores, 1997)
Vinos y mostos
Aceite de oliva
Trigo
Total de cereales
UE
5,98
2,20
4,94
9,35
D
3,90
5,63
10,88
GR
1,71
12,51
3,44
6,01
* El año anterior el porcentaje había sido del 16,8.
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 2
E
5,19
7,09
2,34
8,01
F
13,95
8,05
14,38
I
8,82
4,78
3,33
6,92
L
5,43
A
5,64
2,51
5,28
2,75
5,38
P
7,98*
2,57
0,94
3,39
Parte de cada Estado miembro productor en la producción vitícola (media 1993-1997)
Superficie vitícola en '000 de hectáreas
0
200
400
600
800
1 000
1 200
1,27 (0,04%)
Luxemburgo
149 (0,09%)
155 (0,1%)
Superficie
49 (1,4%)
Austria
Volumen
2 068 (1,3%)
2 263 (1,9%)
Valor
74 (2,1%)
Grecia
3 745 (2,4%)
1 348 (1,1%)
252 (7,4%)
Portugal
6 501 (4,1%)
5 512 (4,5%)
1 142 (34%)
España
26 163 (16,5%)
10 487 (9%)
862 (25%)
Italia
56 933 (36%)
27 748 (25%)
911 (27%)
Francia
53 764 (34%)
61 843 (49%)
104 (3%)
Alemania
8 997 (6%)
12 062 (10%)
0
10 000
20 000
30 000
40 000
50 000
60 000
70 000
Producción en '000 de hectolitros y 100 000 euros
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 3
La nueva OCM
vitivinícola
La nueva OCM trata de responder a los cambios que se han
producido desde la entrada en vigor del marco reglamentario
establecido en 1987. En el plano político, la aplicación de los
Acuerdos de la Ronda Uruguay en 1995 redundó en un mercado comunitario más flexible y abierto, en el que las medidas de la OCM existente no tenían ya la misma eficacia. La
evolución de la producción, tras la reducción de las superficies, tuvo como consecuencia la disminución de los excedentes durante las últimas campañas, lo que exige un nuevo
enfoque.
En concreto, el nuevo Reglamento elimina el sistema de los
precios de orientación para los diferentes tipos de vino, antes
vigente en los mecanismos de intervención. La razón es que
tal sistema ya nada tenía que ver con las realidades económicas de un sector en el que la producción ha experimentado
una fuerte fragmentación y los tipos de transacciones han
evolucionado considerablemente durante los últimos años.
Por otra parte, el sistema de intervención en forma de ayudas
a la destilación ha sido adaptado para reorientar esta práctica evitando que se convierta en un medio de crear una salida
artificial y automática que llegue a ser un fin en sí misma
perdiendo así eficacia. Por lo tanto, se han abandonado la
“destilación preventiva voluntaria”1, la “destilación obligatoria de vino de mesa”2 y la “destilación de apoyo al mercado”3.
Siguen aplicándose las medidas de control del potencial vinícola, pero con objetivos mejor definidos que en el pasado a
fin de garantizar la orientación adecuada de la oferta. Para
ello, se ha establecido un régimen de reestructuración y
reconversión de los viñedos.
1. Potencial vinícola
Plantación de vides
La OCM reformada mantiene la prohibición general de plantar nuevos viñedos durante un período transitorio (hasta finales de 2010) al objeto de garantizar un equilibrio duradero
En caso de previsiones de cosecha que haga difícil su completa
comercialización.
2
En caso de desequilibrio grave del mercado.
3
Abierta automáticamente en cuanto se decidía la destilación obligatoria.
1
Distribución de los nuevos derechos de plantación (en hectáreas)
Alemania: 1 534
Grecia: 1 098
Reserva comunitaria: 17 000
España: 17 355
Portugal: 3 760
Austria: 737
Luxemburgo: 18
Italia: 12 933
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 4
Francia: 13 565
entre oferta y demanda. Se mantienen las primas por abandono, pudiendo los Estados miembros determinar las superficies subvencionables y las condiciones de aplicación de
esta medida.
Nuevos derechos de plantación
Paralelamente, se han establecido derechos de nuevas plantaciones, mas sólo en casos especiales y bajo un estricto control. El objetivo de esta medida es tener en cuenta la evolución de la demanda y el dinamismo de algunos productores
que se encuentran limitados por la falta de producción disponible en zonas con una demanda creciente. Estos derechos
suplementarios se asignarán desde ahora hasta el año 2003,
hasta un tope de 68.000 hectáreas en función de una serie de
criterios (disponibilidad inferior a la demanda e inventario
del potencial de producción de la región), dando prioridad a
los jóvenes recién instalados.
Replantación
Se mantiene un sistema de transferencia de los derechos de
replantación no utilizados en favor de los productores que
más lo necesiten. Estas transferencias pueden ser facilitadas
en caso necesario por la existencia de reservas de derechos
de plantación. Para evitar la interrupción de los ingresos, los
derechos de replantación podrán adquirirse antes de que se
efectúe el arranque correspondiente. Además, la regularización de ciertas plantaciones y replantaciones irregulares
existentes se somete a condiciones muy rigurosas.
Reestructuración y reconversión
La acción de orientación de la oferta, centrada en el viñedo
para reestructurar el potencial productivo con una perspectiva tanto cualitativa como cuantitativa, continuará aunque con
objetivos más precisos: en adelante, cada Estado miembro
podrá proponer las regiones y tipos de producción que pueden beneficiarse de estas ayudas. Esto afecta a las regiones
cuya producción no responde ya a la demanda del mercado y
difícilmente puede evolucionar para satisfacer las nuevas
exigencias de los consumidores.
Estas medidas serán financiadas por la Comunidad según un
porcentaje de base del 50% (el 75% en las regiones incluidas
en el objetivo nº 1 de los Fondos Estructurales) de los costes
de reestructuración y reconversión, corriendo el saldo a
cargo de los beneficiarios. Se ha previsto una compensación
de las pérdidas de renta para los productores que procedan a
la replantación después del arranque.
Inventario
Se exige un inventario previo para poder beneficiarse de los
nuevos derechos de plantación, así como de las ayudas a la
reestructuración y a la reconversión; el Estado miembro tiene
la posibilidad de autorizar la elaboración del inventario región
por región. Dicho inventario permitirá disponer de información sobre las superficies, las variedades y los derechos de
plantación, datos indispensables para cualquier medida eficaz
que afecte a las estructuras vitícolas. Se distinguirá claramente entre la renovación normal de los viñedos (sustitución de
vides viejas por plantas más jóvenes, lo que forma parte de la
gestión normal del sector) y su reconversión o reestructuración (introducción de variedades mejor adaptadas, reimplantación de viñedos en superficies aptas para una producción de
mejor calidad, o aplicación de nuevas técnicas de producción). De este modo, será posible garantizar la concentración
de la financiación comunitaria en beneficio exclusivo de la
reconversión y la reestructuración, cuya finalidad es la adaptación a la demanda y la mejora cuantitativa.
2. Intervenciones en el mercado
Dados los esfuerzos estructurales de control de la producción, y en un contexto de apertura del mercado, las intervenciones comunitarias en el mercado se centrarán a partir de
ahora en los mecanismos siguientes:
Ayuda al almacenamiento privado
La ayuda al almacenamiento privado de vino de mesa y de
determinados tipos de mostos de uva se mantiene para
garantizar la continuidad de los abastecimientos y controlar
las fluctuaciones de producción características del sector. La
aplicación de esta medida debe hacerse con flexibilidad en
función de los movimientos del mercado y, llegado el caso,
puede decidirse su supresión.
Destilación
• Se mantiene también la destilación de los subproductos
(“prestación vínica”), obligatoria para cada productor y
cuyo fin es impedir el sobreprensado de las uvas. Esta
medida única en su género, que sacrifica la parte peor de la
producción, representa una importante contribución para
promover la calidad.
• La destilación del vino obtenido a partir de variedades
de doble clasificación (uvas de vinificación y uvas para
otros usos) se mantiene para evitar la llegada al mercado
vinícola de productos obtenidos de viñedos destinados originariamente a otros usos.
• Se crea una nueva medida de destilación, la destilación de crisis, aplicable de manera facultativa por los productores para
hacer frente a casos excepcionales de perturbación del mercado debida a importantes excedentes o a problemas graves de
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calidad. Se establecerán disposiciones de aplicación apropiadas
en las que se definirán los criterios que se utilizarán para que se
ponga en marcha la aplicación de esta medida.
• Otra nueva medida, la destilación específica, permite conservar, estabilizándola, la salida comercial que representan
los alcoholes de boca. Para evitar las fluctuaciones de
abastecimiento, el nuevo sistema se aplicará con flexibilidad combinado con un sistema específico de ayuda al
almacenamiento privado del alcohol obtenido.
Ayudas en favor de los usos alternativos de la producción de
vino y medidas de promoción
Se mantienen en vigor las ayudas a la utilización de mostos
de uva para aumentar el grado alcohólico de ciertos productos vinícolas (en este último caso, compensando la diferencia
de coste entre los mostos de uva y la sacarosa), o las ayudas
a la elaboración de otros productos como los zumos de uva.
Una parte de éstas se reserva para campañas de promoción
del consumo de zumo de uva dentro de la Unión.
Por otra parte, la Comisión ha presentado una propuesta de
reglamento horizontal (DO C 32 de 6 de febrero de 1999),
cuyo objetivo es organizar a escala comunitaria medidas de
divulgación y promoción en los terceros países de los productos agrícolas de la Unión, entre ellos el vino.
3. Agrupaciones de productores
La agrupaciones de productores pueden ser reconocidas por
los Estados miembros. Participarán entre otras acciones en
aquellas destinadas a ajustar mejor la oferta a la demanda,
reducir los costes de producción y fomentar las prácticas
compatibles con el respeto del medio ambiente. Las organizaciones profesionales colaborarán en la ejecución de las
medidas dirigidas a mejorar los rendimientos económicos
del sector. No se prevé ninguna financiación comunitaria.
de que en la etiqueta figuren, junto a las indicaciones obligatorias o facultativas explícitamente definidas en el
Reglamento de la nueva OCM, otras indicaciones a elección
del embotellador, siempre que estén documentadas y no
induzcan a error al consumidor. El sistema específico de protección de las denominaciones de origen, que regula una producción creciente para una demanda también en aumento, no
sufre ningún cambio fundamental.
5. Comercio con los terceros países
Además de la adaptación de las nuevas medidas a la situación del mercado interior, las nuevas expectativas de los consumidores y las exigencias de eficacia de los gastos, la nueva
OCM debe tener en cuenta los imperativos derivados de los
acuerdos comerciales internacionales y la posición de la
Unión como exportadora neta. La neta preferencia del mercado por los productos de origen determinado impone la prosecución de la política de protección de las denominaciones
geográficas y el mantenimiento de la prohibición de las mezclas de vinos importados y vinos europeos, o la vinificación
de mostos importados que pueden dar al traste con los
esfuerzos en materia de calidad realizados por los profesioParte de la Unión Europea en las
exportaciones mundiales, por sector (1996)
Leche en polvo: 35,7%
Azúcar: 13,3%
Carne de vacuno: 20,5%
Semillas forrajeras (excepto arroz)1: 20,5%
Huevos: 30,3%
Vino: 50,1%
Aves de corral: 16,4%
4. Prácticas enológicas y especificación
de los productos
En lo que respecta a las prácticas y tratamientos enológicos los
cambios son escasos, especialmente en lo referente a la acidificación y enriquecimiento de los productos vinícolas, si bien
se han introducido algunas pequeñas modificaciones técnicas.
En cuanto a la especificación de los productos (designación,
denominación, presentación y protección), su gran importancia para la viticultura en términos de valorización económica (véase la página 3) justifica el mantenimiento de un sistema que garantiza una rastreabilidad satisfactoria desde el
viñedo hasta la mesa. La principal novedad es la posibilidad
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 6
Cereales (excepto arroz)1: 10,1%
Mantequilla: 26,4%
Carne de porcino: 27,3%
Queso: 54,9%
1 Cereales en grano; excluídos los productos transformados
nales. Estos temas han sido convenientemente tenidos en
cuenta en los acuerdos bilaterales celebrados por la Unión o
en curso de negociación.
Para la Unión, la apertura creciente de los mercados no debe
entenderse como una amenaza, sino como un reto. Si bien es
indudable la curiosidad que muestran los consumidores por
los vinos de fuera, globalmente la demanda ha dejado de
retroceder e incluso aumenta ligeramente en algunos Estados
miembros. También la reducción de los aranceles aduaneros,
como consecuencia de los Acuerdos de la Ronda Uruguay en
1994, ha servido de estímulo para el comercio. Por otra
parte, no es menos cierto que el saldo positivo del comercio
exterior vitícola de la Unión, en un año de producción normal, se ha mantenido en torno a los 6 a 7 millones de hectolitros anuales y el excedente de ingresos ha pasado incluso de
1,7 millardos de euros en 1990 a 2,2 millardos en 1997.
Ciertamente la situación de la viticultura mundial ha cambiado y los “nuevos” países productores ocupan ya un lugar
más importante. En este contexto, las orientaciones de la
Agenda 2000 en favor de una garantía de calidad cada vez
mayor y del mantenimiento de un firme control de la producción ofrecen a la Unión los medios necesarios para mantener su posición dominante en los futuros mercados, que
serán necesariamente más abiertos y competitivos. La protección de la reputación de los vinos europeos, mediante una
constante vigilancia de las indicaciones geográficas, las
prácticas enológicas y las orientaciones varietales, en una
palabra, merced a una política de calidad elevada, es indiscutiblemente la condición esencial de ese dinamismo.
Aspectos presupuestarios
Entre 2001 y 2005, el coste total de la nueva OCM se calcula en alrededor de 1,3 millardos de euros anuales, un tercio de los cuales aproximadamente se destinará a las medidas mantenidas y dos tercios a las nuevas medidas (nuevas medidas de reestructuración y reconversión,
mantenimiento de la salida del alcohol de boca y posible destilación de crisis). En relación con campañas anteriores, estas cifras suponen un
ligero aumento de los gastos medios, justificado por el objetivo de desarrollar una viticultura europea de calidad. La principal ventaja de la
reforma reside, empero, en la mayor eficacia de las medidas, pues respetando los límites presupuestarios, permite dinamizar el sector y orientarlo hacia el futuro vinculándolo a la evolución general de los mercados, a las expectativas de los consumidores y a los compromisos internacionales de la Unión
Simplificación
Las medidas de la nueva OCM, aplicables a partir del 1 de agosto de 2000, se agrupan en un único reglamento que sustituye a los 23 anteriores. Este Reglamento único y las disposiciones de aplicación que lo completarán constituirán una contribución muy concreta al objetivo de la
Comisión de hacer la legislación comunitaria más simple y accesible, y mejorarán sensiblemente la transparencia y la comprensión mutua dentro del sector.
Información complementaria
Para obtener más información sobre la política agrícola común y su reforma se puede consultar el sito Internet
http://europa.eu.int/comm/dg06/index.htm. El nuevo reglamento de la OCM vitivinícola - Reglamento (CE) n°
1493/1999 del Consejo de 17 de mayo de 1999, Diario Oficial L/179 de 14 de julio de 1999 - puede obtenerse consultando el sitio Internet de la Dirección General de Agricultura: http://europa.eu.int/comm/dg06/index.htm
Reforma de la PAC - Sector vitivinícola › 7
La viticultura de la Unión Europea, un sector dinámico y muy diversificado
La viticultura europea constituye un sector muy diversificado, dinámico y en plena evolución: los Quince ocupan el primer puesto mundial con
el 45% de la superficie, el 60% de la producción y casi el 60% del consumo, por delante en orden decreciente de producción de Argentina, los
Estados Unidos, los países de Europa central y oriental (Bulgaria, Hungría, Rumanía, la antigua Yugoslavia, la República Checa y Eslovaquia),
Sudáfrica, la antigua URSS y Australia. La producción mundial se sitúa en torno a los 250 millones de hectolitros y el consumo en unos 217
millones; el excedente mundial es, pues, del orden de 30 millones de hectolitros, de los que el 25% proceden de la Unión Europea. Ésta es al
mismo tiempo el mayor exportador y el principal importador mundial. Exporta, por término medio, más de 10 millones de hectolitros anuales, principalmente a los Estados Unidos (23%), Japón (15%), Suiza (13%) y Canadá (9%). Sus importaciones van aumentando: 5,8 millones
de hectolitros en 1998 frente a 2,6 en 1994, procedentes mayoritariamente de Australia, los Estados Unidos, Chile y Europa del este.
Dentro de la Unión, la viticultura representa 3,4 millones de hectáreas y 1,7 millones de productores; el sector origina el 6% de la producción
agraria neta de la Comunidad. En 1997/1998, la producción vitícola fue de unos 160 millones de hectolitros dividida entre los vinos de mesa que
representaban 91 millones de hectolitros (57%), los vinos de calidad producidos en regiones determinadas (v.c.p.r.d.) con 58 millones de hectolitros (35%) y los demás vinos con 13 millones de hectolitros (8%). La principal salida es el consumo directo de vino (127 millones de hectolitros
en 1998); los alcoholes de boca de origen vínico constituyen una salida para el equivalente de 13 millones de hectolitros. Por último, las salidas
industriales para la producción de vermut y vinagre representaban en torno a 3,8 millones de hectolitros. A comienzos de la campaña 1999, las
existencias ascendían a 103 millones de hectolitros, o sea, una cantidad relativamente satisfactoria en relación con la media de años anteriores.
Unión Europea: comercio exterior de vino en valores (en euros)
3 500 000
Exportaciones
3 000 000
Importaciones
2 500 000
2 000 000
1 500 000
1 000 000
500 000
0
1990
1991
1992
1993
1994*
1995
1996
1997
*hasta 1994: Europa de los Doce solamente
Comisión Europea
Dirección General de Agricultura
Editor responsable: Stella ZERVOUDAKI, CE Dirección General de Agricultura. Los textos de la presente publicación no comprometen a la Comisión.
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