Caso relativo a la controversia sobre fronteras terrestres, insulares y

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INTERVINIENTES
El
Salvador
Honduras
ANTECEDENTES
Existía una emigración permanente de salvadoreños
hacia Honduras.
En 1969, Honduras decidió realizar una reforma
agraria, para lo cual expropiaron y expulsaron a los
salvadoreños.
El 14 de julio de 1969, el ejército salvadoreño lanzó
un ataque contra Honduras.
Las dos naciones firmaron el Tratado General de
Paz en Lima, Perú el 30 de octubre de 1980 por el
cual la disputa fronteriza se resolvería en la Corte
Internacional de Justicia.
MATERIA DE LA DEMANDA
Delimitación territorial
Soberanía sobre las Islas del Golfo
Las Partes solicitan a la Sala:
Que delimite la línea fronteriza en las
zonas o secciones no descritas en el art.
16 del Tratado General de Paz de 30 de
octubre de 1980.
Que determine la situación jurídica insular
y de los espacios marítimos.
CASO ANTE LA CORTE
Intervención de Nicaragua
Nicaragua solicita
entrar en la
controversia puesto
que alegaba que su
interés se vería
afectado por la
sentencia.
La corte decide que
Nicaragua no tiene
interés sobre la
situación territorial de
las islas en el Golfo
de Fonseca pues
ninguna le
pertenecería.
Por lo que no se le
permite el ingreso al
conflicto con respecto
a este punto, pero si
con respecto a la
delimitación de los
espacios marítimos
que son de dominio
común.
Fondo
Controversia
sobre frontera
terrestre
Controversia
sobre
situación
jurídica de
las islas
Controversia sobre la
situación jurídica de
los espacios
marítimos
La Corte consideró que el criterio a usarse debía
ser el de uti possidetis juris.
Sobre la
controversia
de la
frontera
terrestre
La sala señala que la esencia del principio
convenido es su objetivo primario de garantizar
el respeto a los límites territoriales existentes en
el momento de la independencia, y que su
aplicación ha dado como resultado que los
límites
administrativos
coloniales
se
transformaran en fronteras internacionales.
Sobre la
controversia
de la
situación
jurídica de
las islas
En relación con las islas, los documentos expedidos por la
Corona de España o por cualquier otra autoridad no parecen
suficientes para señalar jurisdicciones o límites de territorios
o poblaciones en los términos de. Art. 26 del Tratado General
de Paz, de modo que no se puede llegar a ninguna
conclusión firme. No obstante la Sala está facultada para
tomar en cuenta tanto la interpretación efectiva del principio
de uti possidetis juris por las partes en los años siguientes a
la independencia, a fin de aclarar la aplicación del principio,
como las pruebas de posesión y control efectivos de una isla
por una de las partes, sin protesta por parte de la otra, como
indicación de aquiescencia.
Sobre la
controversia
de la
situación
jurídica de
los espacios
marítimos
La Sala resuelve que existe un mar territorial propiamente
dicho fuera de la línea de cierre del Golfo y que, como hay un
condominio sobre las aguas del Golfo, existe una presencia
tripartita en la línea de cierre, y Honduras no está privada de
derechos respecto a las aguas oceánicas situadas fuera de
la bahía.Es sólo en la parte exterior de la línea de cierre
donde puede existir un mar territorial en el sentido moderno,
ya que, en otro caso, las aguas del Golfo no podrían ser
aguas de una bahía histórica, y las partes y el Estado
interviniente coinciden en que ésa es su condición jurídica.
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