Sonia Fernández Mc Cusker 3º PER-CAV Narración Audiovisual - Laura Antón Vicálvaro, 2013 Fernández Mc Cusker, Sonia PER-CAV 3º Narración AV – Laura Antón Vicálvaro, 2013 ANÁLISIS DE “MATAR A UN RUISEÑOR” “Las ficciones cinematográficas surgen de la moralidad socialmente consensuada en una época y en un lugar y sirven, a su vez, para legitimarla y reforzarla.” La época es 1962, el lugar Estados Unidos y la ficción “Matar a un ruiseñor”. La película, basada en la novela homónima de Harper Lee, aunque ambientada en la época de la “Gran Depresión” durante la cual la población afroamericana fue duramente perseguida, se rodó en 1962 cuando comenzaba la llamada “Civil Rights Movement” que reivindicaba los derechos de la población afroamericana. “Matar a un ruiseñor” no hace más que reforzar lo que describe Román Gubern “En el umbral de la caverna” que los filmes son reflejos de los “ensueños colectivos” de una sociedad que responden a sus expectativas y necesidades emocionales; son ficciones disfrazadas de realidad que “disimula su capacidad para manipular y juzgar aquello que muestra”, son en última instancia transmisores de ideología. La película recoge lo ocurrido en un tiempo pasado para reivindicar una cuestión que se alzaba en la época: los derechos de la población afroamericana. De este modo, el director Robert Mulligan y a su vez Harper Lee, disfrazan esta ficción de realidad, transmitiendo su ideología “a través de la manipulación emocional, modelizando escalas de valores y pautas de conducta” que se inscriben en la película con el personaje de Atticus Finch, un padre ejemplar que acepta defender a un “negro” en una población racista. Para el análisis narrativo de la película “Matar a un ruiseñor” he escogido la secuencia del juicio a Tom Robinson como motivo de análisis y síntesis de la narración. Aplicándole a la secuencia el modelo actancial de Greimas he podido deducir los seis actantes de la secuencia. En primer lugar, el “sujeto de la acción o héroe”, sería el abogado Atticus Finch. Se le presenta sentado detrás de su mesa, esperando el comienzo del juicio como objeto central de un plano general enmarcado por la puerta del fondo y las tribunas en la parte superior. Esta primera visión del héroe sirve para diferenciarle de los demás. Frente a la irracionalidad que muestran los asistentes que están de pie y un tanto alborotados, Atticus, está sentado y sereno, dándoles la espalda. Además, destaca en el plano por su traje blanco que le imprime una luz celestial, aquella luz que brilla en la oscuridad, la que busca la bondad en el mundo y lucha contra la maldad. Atticus mira a la derecha, símbolo de la justicia y del bien, luego mira arriba a la tribuna donde se encuentra su objeto de deseo: la población negra que quiere salvar. El objeto de deseo del héroe es la justicia para los negros que debe conseguir salvando a Tom Robinson de la cárcel, acusado de violar a una mujer blanca, Mayella Ewell. Entre Atticus y él se establece una relación de semejanza que se subraya con el uso de planos medios de los dos y planos/contra planos al mismo nivel. Pero, su fin último es la justicia para la población afroamericana que se destaca con planos/contra planos entre ellos y Atticus. De este modo, entre 1 Fernández Mc Cusker, Sonia PER-CAV 3º Narración AV – Laura Antón Vicálvaro, 2013 Atticus y Tom Robinson (la población negra) se alzaría el eje del deseo en la secuencia. Atticus (sujeto) DESEA la justicia para los negros (objeto). La frase “la indigna suposición de que todos los negros mienten” que pronuncia Atticus al final de la secuencia deja patente quien es el malo y quien el bueno. El malo (antihéroe) sería Bob Ewell al que se le presenta con un plano medio junto a su hija, Mayella. Está sentado de manera inquieta con una mirada feroz fuera de campo enfatizando su condición irracional frente a la racionalidad que desprendía Atticus. Su primer contacto con el héroe se establece con un choque, indicando su enfrentamiento y se subraya con el uso de planos/contra planos en los cuales los de Atticus son contrapicados, indicando que está por encima de él. No solo se marca una diferencia con Atticus sino con Tom. Tom tan solo puede usar su mano derecha mientras que él es zurdo. La izquierda se suele asociar con el diablo, la maldad mientras que la derecha se asocia con Dios, lo bueno y lo puro. En el resto del texto, la figura del ayudante lo han ejercido los hijos de Atticus, pero en esta secuencia yo diría que es Tom Robinson y el Sheriff de Maycomb. El testimonio de ambos ayuda a defender a Tom. El Sheriff intenta ser lo más objetivo posible en su testimonio y el único, según Atticus que no se ha presentado con “la cínica confianza de que su testimonio no se pondría en duda”. Tom se ayuda a sí mismo mostrándose sereno, contestando a las preguntas lo más honestamente posible e incluso rompiendo a llorar. De este modo, el eje de las pruebas se establecería entre el Sheriff y Tom que ayudan a Atticus (sujeto) en su tarea pero entran en conflicto con Mr. Ewell (oponente). En primera instancia, la figura del destinador es ejercida por el juez quien manda a Atticus defender a Tom Robinson. Pero en la escena de “climax”, Atticus pronuncia las siguientes palabras “en el nombre de Dios, cumplan con su deber” cuando se dirige al jurado popular. Esta frase deja en total evidencia quien es el destinador: Dios. Dios, a través del juez, le ha encomendado a Atticus, poner fin al sufrimiento de la población negra. Los destinatarios en este caso serían el jurado popular y en última instancia la población americana. Esta figura se evidencia en la escena “climax” en la que dirige su discurso al jurado. Con un plano medio, Atticus se dirige al espectador implícito, su mensaje se dirige a ellos. Así, el eje de la comunicación se establecería con Dios (destinador) quien destina a Atticus (sujeto) a conseguir la justicia para la población negra (objeto) para así transmitírselo a toda la sociedad (destinatario). A través de esta interpelación al público, el texto no hace más que reforzar la teoría de Gubern que toda “imagen es portadora de su ideología”. El autor implícito le dice al espectador implícito que los afroamericanos también tienen derechos, también son personas y que “Nunca conoces realmente a una persona hasta que no has llevado sus zapatos y has caminado con ellos”. 2 Fernández Mc Cusker, Sonia PER-CAV 3º Narración AV – Laura Antón Vicálvaro, 2013 Esquema de los ejes estructurales de la secuencia del tribunal en “Matar a un ruiseñor” EJE DE LA COMUNICACIÓN DESTINADOR Dios OBJETO Justicia DESTINATARIO Población americana EJE DEL DESEO AYUDANTE Tom Robinson y Sheriff de Maycomb SUJETO Atticus EJE DE LAS PRUEBAS 3 OPONENTE Bob Ewell