SITUACIÓN Y ABORDAJE DEL EMBARAZO ADOLESCENTE EN ARGENTINA Agosto de 2016 La complejidad de situaciones por las que atraviesan los y las adolescentes requiere de un abordaje integral e intersectorial. Es por eso que en la adolescencia se evidencia que la atención a la salud requiere, no sólo un abordaje biológico, sino fundamentalmente una perspectiva centrada en derechos. Algunos datos: En Argentina nacen anualmente unos 117.000 hijos de madres menores de 20 años. El 15% del total de nacimientos anuales. En algunas jurisdicciones los embarazos en adolescencia alcanzan al 25% de los embarazos. 3.000 de esos 117000 son hijos de madres menores de 15. En este último grupo, la proporción de relaciones con asimetría de poder, coerción y abuso es mayor que en las mayores de 15 años. La fecundidad adolescente en la argentina se mantiene relativamente estable con una pequeña tendencia al alza en los últimos 10 años. Mientras que la fecundidad en mujeres mayores de 20 años ha tendido a bajar en la última década. Casi el 70% de los embarazos en la adolescencia son no planificados/oportunos. Es decir el 70 % de las adolescentes dicen que no buscaron esos embarazos. Esto plantea una falla en términos de accesibilidad al derecho a la salud. Centralmente, en términos de efectiva y oportuna utilización de los métodos anticonceptivos. El abordaje de esta problemática requiere no sólo la información y distribución de métodos anticonceptivos, sino una revisión acerca de las relaciones de género desiguales que pudieran estar operando para la no utilización de métodos Principales desafíos para las políticas públicas en torno al embarazo en la adolescencia: El problema del embarazo y la maternidad adolescente radica principalmente en las condiciones de vida en las que se desarrollan esos embarazos o esas maternidades. Es decir, son las condiciones de pobreza y vulnerabilidad social las que hacen que los embarazos y las maternidades afecten el desarrollo futuro de esas madres y sus hijos. La relación entre escolaridad y embarazo adolescente en una relación compleja: por un lado existen evidencias que demuestran que muchas adolescentes dejan sus estudios y luego se embarazan. Al mismo tiempo, una vez que los embarazos ocurren, en los casos en los que las adolescentes madres y los adolescentes padres se encuentran en la escuela, existe un riesgo de abandono escolar que las instituciones escolares deben afrontar generando estrategias específicas para ello. La repitencia de los embarazos en la adolescencia es un tema que las políticas públicas deben afrontar. El 17% de las adolescentes que tuvieron un hijo en 2014, ya tenían otro previo y a su vez el 2.5% tenían dos hijos previos. Esto requiere esfuerzos para mejorar el acceso a servicios de salud y prácticas anticonceptivas El abordaje de las situaciones de embarazo en la adolescencia requiere de trabajo articulado intersectorial. El aglutinante de esas tareas tiene que ser el real reconocimiento de los y las adolescentes como sujetos de derecho y borrar las barreras que los adultos instalan cuando deben ofrecerles servicios y cuidados. No hay que perder de vista que siguen siendo adolescentes que circunstancialmente transcurren embarazos, no se transforman automáticamente en adultas. La salud es un derecho fundamental y personalísimo, la salud sexual por lo tanto también lo es. El derecho a la información, a los recursos en salud sexual, al adecuado acompañamiento son componentes necesarios para hacer efectivos los derechos. Los más de 3000 RN de madres adolescentes menores de 15 años hacen un señalamiento sobre la cantidad de adultos que miran hacia al costado naturalizando esos embarazos y sus circunstancias cuando son evidentes vulneraciones de derecho. En estos casos el real acceso al ejercicio de derechos, salva vidas de madres e hijxs, y mejora la calidad de vida de las y los jóvenes.