LA ASCENSIÓN DEL NACIONALSOCIALISMO Y SU POLÍTICA EXTERIOR I.INTRODUCCIÓN “Nazismo”, palabra que suele ir unida a sentimientos de odio, temor y violencia. A pesar de la certidumbre de haber sido un movimiento político que despierta curiosidad para su estudio histórico, sería un error quedarse en la mera apariencia y no entrar en el fondo de la cuestión, ¿cómo fue posible que un movimiento como el nazismo surgiera con tanta fuerza en Alemania y porqué?. ¿Puede llegar un pueblo a admitir y abrazar una ideología, tan íntimamente ligada a la violencia?. II. EL FINAL DE LA REPÚBLICA DE WEIMAR Y EL ASCENSO DEL NACIONALSOCIALISMO Tras la Iª Guerra Mundial, y la disolución del II Reich, comienza uno de los periodos más trágicos de la Historia de Europa y, naturalmente, de Alemania. Se instaura la República de Weimar, régimen político que no tendrá el beneplácito de nadie en ningunas de las formas que tomó entre 1919 y 1933. Siempre será cuestionada, sometida y criticada tanto por los políticos y por la sociedad alemana. Las causas de este cuestionamiento pueden ser: - Quizás Alemania y especialmente algunos sectores tanto políticos como por parte del pueblo alemán, que la Iª Guerra Mundial sería corta y victoriosa, por lo cual el desastre, la derrota y la humillación que Alemania sufrió tuvo un efecto de frustración, que alcanzará a todos los ámbitos de la sociedad. - Alemania, durante la guerra había vivido bajo un régimen militarizado, donde “uno” decidía por todos. Esto hizo que los herederos de la República no aceptasen, con demasiada facilidad, las nuevas reglas del juego. - El Tratado de Versalles y las disposiciones que este tratado contempla para Alemania, se consideraron una traición. Ante esta situación de derrota y hundimiento psicológico, el pueblo alemán, que por otra parte tendía a sentirse aislado, diferente, constituirá la base donde hacer revivir la herencia cultural, surgida en el siglo XIX, por el auge de los nacionalismos, donde la” esencia” germánica y todo lo que se refiera a ella se sobrevalorara hasta unos límites desconocidos y que posteriormente se sobrepasarán hasta llegar a la deshumanización de los dirigentes políticos y del pueblo alemán. Durante la República de Weimar, también encontramos un intento de revolución, siguiendo el modelo ruso, que intentarán llevar a cabo los denominados “espartaquistas”. Este movimiento encabezado por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, cuyo objetivo prioritario era tomar el poder, tuvo como consecuencia una terrible represión hacia ellos y el aumento del miedo, por parte de toda la sociedad alemana hacia el bolchevismo, sentimiento muy extendido ,en este momento, en el resto de Europa y que en Alemania tendrá unas consecuencias nefastas. Por otro lado, también surgirán grupos de ideología nacionalsocialista, solamente en Munich se constata la existencia de unos 50. Estos grupos, por sí solos, serían inofensivos, pero con la presencia de alguien, suficientemente fuerte, cuya misión fuese guiarlos, podrían convertirse en un peligro potencial. En la ideología de estos grupos se pone de manifiesto el antisemitismo, sentimiento que existía con anterioridad, pero que se irá trasformando en verdadero odio hacia los judíos, quienes se convertirán en el chivo espiratorio de todas las frustraciones y humillaciones a las que los alemanes habían sido sometidos tras la Iª Guerra Mundial. La gran crisis, política, económica y social que devastará Alemania tras la 1ª Guerra Mundial, cuya culpabilidad recaía en el Tratado de Versalles, creará el marco propicio para la aparición de Hitler y el Partido Nacionalsocialista, quien dará esperanza, ideales renovados y un sentimiento de orden total a una población frustrada y descontenta. El 14 de Julio de 1933, se implanta la dictadura y el totalitarismo del nacionalsocialismo .Hitler es elegido Canciller de Alemania. A pesar de que la Constitución de Weimar nunca fue abolida, formalmente, si fue quebrantada en demasiadas ocasiones. Se impone el principio totalitario de una dirección unitaria y omnipresente, donde la mejor arma política será el terror. Bajo la trama de los discursos, la educación de la población, la propaganda, el orden…se escondía un verdadero terrorismo de Estado contra los enemigos del pueblo alemán y del Reich: las minorías, los diferentes, entre los que destacarán los judíos. Las Leyes de Nuremberg daban a los judíos un “status” de raza inferior, lo que hacía que perdieran todos sus derechos, Se prohíben los matrimonios mixtos y las relaciones extramatrimoniales. En 1938, la política antisemita da un giro radical, pues hasta entonces el Reich les había permitido emigrar, pero en este momento la represión va a ser mucho más dura y violenta. El 9 de Noviembre de 1938 se produce la denominada “Noche de Cristal”, cuya acción estaba orientada a la destrucción masiva de tiendas en manos de judíos. La dominación interior de Alemania había culminado. El nacionalsocialismo también tenía un programa de conquista y ocupación de territorios, comenzando por los más próximos a Alemania, con el fin de solucionar el problema de la falta de “espacio vital” y volver a la situación territorial anterior a la guerra, aunque esto supusiera el aniquilamiento del resto de las naciones. III.POLÍTICA EXTERIOR No hay que pensar que Hitler se dedicó a plantear su política exterior desde el mismo momento de su llegada al poder. Tardará cinco años en poner en marcha todos los puntos fijados con anterioridad en su obra Mein Kamp. Primero prefirió consolidar su posición de poder en el interior y una vez hecho esto, vió que había llegado la hora de poner un mayor énfasis en la política exterior. Hitler sigue tres directrices principales: - La revisión del Tratado de Versalles en favor de Alemania. La creación de un gran Reich. La búsqueda del Lebensraum o espacio vital. Estas tres directrices estarán complementadas con otras dos, a pesar de tener menor importancia, deben ser reseñadas: - Establecer una alianza con Italia. El entendimiento con Gran Bretaña. Todos estos factores unidos darán como resultado el viraje de la política europea. Nos encontramos con el comienzo de una nueva etapa. 3.1 El Tratado de Versalles: Ante las restricciones que se les imponía, Alemania tenía su orgullo, un orgullo que estaba dañado. No debemos tener la falsa idea, de que por haber sido una potencia perdedora en la Iª Guerra Mundial, Alemania iba a cumplir todo lo que el Tratado de Versalles decía. Como se ha podido saber con posterioridad, Alemania comenzó su rearme mucho antes de lo que las potencias ganadoras creían, lo único que supo llevarlo en secreto y esperar el momento adecuado para dar la gran sorpresa al resto de Europa. Cuando Europa se quiso dar cuenta, Hitler tenía un ejército, el Reichswehr o ejercito del Imperio que tuvo vigencia hasta 1935, ya que posteriormente será rebautizado como Werhmacht, que es como se denomina al ejército desde 1935 hasta 1945. Además, en este momento, en 1933, se estaba forjando, la que posteriormente llegaría a ser la fuerza aérea más potente del mundo, la Luftwaffe con un total de 260.000 hombres y todo ello acompañado por el gran desarrollo de la fuerza naval, empresa en la que Alemania recibió la ayuda de Gran Bretaña, mediante el pacto anglo-alemán firmando en 1935, por el cual Alemania podía construir una flota naval que no superara en un tercio a la marina de guerra de su Majestad. En este momento, Hitler instauró el servicio militar obligatorio dotando así al ejército de treinta divisiones con un total de 550.000 hombres. Este será el ejército que apoyará a Hitler posteriormente. Después de todo esto se promulgó la Ley Secreta de Defensa del Reich y la remilitarización del área de Renania. Esta zona había quedado como desmilitarizada por los acuerdos de Locarno de 1925 y las fronteras belgaalemana y franco-alemana eran garantizadas por Italia, Gran Bretaña y Francia. La militarización de la Renania atentaba directamente a lo acordado en Locarno. Además de esto, hay que destacar que Alemania dejó de pertenecer a la Sociedad de Naciones pues el gobierno alemán pide la igualdad de Alemania con el resto de las potencias, condición que no será aceptada y que producirá su salida. A partir de este momento los movimientos realizados por Alemania no podían ser controlados. Pero ¿qué papel jugaron Francia e Inglaterra en esta cuestión?, ya que se había puesto de manifiesto que las medidas tomadas por Versalles habían tenido poco éxito. El papel de Inglaterra fue decisivo, ya que la política de Francia iba a remolque de la inglesa. Inglaterra siguió con su política tradicional de equilibrio y buscó, en todo momento, soluciones a los problemas que Alemania iba planteando, para poderlos resolver de la forma más adecuada y justa. Pero Hitler supo sacar provecho a esta situación y pensando que podría establecer una alianza con Inglaterra en el futuro, representando así la unión de las dos grandes potencias de Europa, en realidad lo que más ansiaba, en política exterior, era la división del mundo. Además, estas ilusiones de unión con Inglaterra estaban basadas en la repercusión que sus hechos tenían al otro lado del canal de la Mancha. Pero esta incógnita pronto iba a ser despejada, ya que el abandono de la Sociedad de Naciones, por parte de Alemania y la creación de la Liga de Rearme no iba a favorecer, en absoluto a Alemania, y mucho menos tras el asesinato del canciller austriaco, Engelbert Dollfuss, acaecido en 1934 a manos de los nacionalsocialistas austriacos, ayudados por partidarios alemanes. Inglaterra reacciona ante esta situación y envía mensajes de advertencia a Alemania, en este momento el Führer comienza a tomarse las cuestiones austriacas con más calma, quizás las cosas podían no salir como el pensaba y deseaba. La salida de Alemania de la Sociedad de Naciones supuso el fin de la política de toma de contacto, de la diplomacia y poco a poco se va cediendo terreno, de una forma gradual, a la política expansionista e imperiosa de Hitler, política que representaba una liberación para el alma de toda Alemania. Francia era más consciente del peligro que corría, ya que compartía con Alemania una amplia zona fronteriza, mientras que Inglaterra se encontraba más aislada del resto de Europa. Ante la inminente salida de Alemania de la Sociedad de Naciones y para salvaguardad su seguridad, Francia, firmará un tratado con la Unión Soviética hecho que fue interpretado por Hitler como un signo de debilidad y será el pretexto, que tanto ansiaba, para justificar su invasión de la Renania. Por las mismas fechas, Hitler había mandado un ultimátum a Inglaterra por el cual debía aceptar, en el mar, una relación de fuerzas marítimas mayores, pasando del 35% al 100%, violando así el tratado firmado entre las dos naciones en 1935. Este hecho era intolerable para Inglaterra. A pesar de ello y siguiendo fiel a su política, llegó a un acuerdo con Alemania. Siendo calificando este día, por el Führer, como el más feliz de su vida. El acuerdo germano- inglés sobre la flota tendrá otra consecuencia a largo plazo, el comienzo de relaciones políticas entre Alemania e Italia, a pesar de que Italia había estado en el bando de las potencias ganadoras de la 1ª Guerra Mundial. El nacionalsocialismo y el fascismo comenzaban a ser una auténtica amenaza para el resto. A todos estos hechos hay que añadir otro elemento importante, el inicio de la Guerra Civil española, donde tanto Alemania como Italia decidieron ayudar al bando nacionalista, comenzando el acercamiento entre las dos potencias, mediante la firma de un concordato, que no constituía una alianza militar, sino un compromiso para llevar a cabo una política conjunta en España. Parecía que comenzaban a imponerse los regimenes dictatoriales y autoritarios en buena parte de Europa. El Reich se benefició de esta circunstancia desde una doble perspectiva, ya que la Guerra Civil española será como un ensayo general de la futura guerra y comenzará la estrecha cooperación entre Alemania e Italia. La base de los planes de Hitler, estaban tomando forma, y el concordato pasará de un simple pacto político a un pacto entre las potencias, culminando con la formación del “eje Roma-Berlín”. Tras firmar la política de unión entre las dos potencias, Hitler va a dar otro golpe de efecto, ya que durante el conflicto abisinio en 1936, las tropas alemanas ocuparan la zona desmilitarizada de la Renania. Esta vez la escusa proporcionada fue el tratado firmado entre Francia y la Unión Soviética. La ocupación de la Renania fue una auténtica provocación pero el resto de las potencias, que sólo pensaban en ellas mismas, no supieron llegar a un acuerdo para hacer una política conjunta y resolver este hecho indignante. De nada sirvieron las protestas, las amenazas, las conferencias y reuniones de urgencia llevadas a cabo por la Sociedad de Naciones. La Renania quedaba conquistada y el camino que Hitler quería llevar a cabo, en cuanto a su política exterior, despejado. Durante esta etapa Hitler no perdió el tiempo y llevará a cabo el acercamiento a otra potencia, Japón, con la que firmará el Pacto Antikomintern, por el cual ambas potencias se comprometían a luchar contra el peligro que representaba el “bolchevismo”. A este pacto, unos años después se unirá Italia, conformándose así la alianza, que posteriormente se verá el la IIª Guerra mundial. 3.2. La creación de un gran Reich: La idea de formar un Gran Reich no era nueva, ni tampoco se circunscribía solamente al anschluss (unión) con Austria, sino que iba mucho más allá. La pretensión era reunir a toda la población de habla alemana. Las relaciones austro-alemanas estaban bastante deterioradas. Berlín estaba cercando al país vecino y para ello utilizó diversas tácticas: - la propaganda, una propaganda encarnizada hacia el país vecino. - Alemania y el régimen nazi suscitaba temor en Austria, por lo tanto intentaron no provocarla mediante el desarrollo de una política de apaciguamiento. Además Italia no cumplía con su papel de protector de Austria, ya que el régimen político austriaco estaba más próximo a los ideales de Mussolini y el catolicismo que a los del partido nazi alemán. Mussolini con su política de acercamiento hacia Alemania, había considerado conveniente dejar el destino de Austria en manos de Hitler , por lo que Austria se encontraba aislada y su independencia estaba en peligro. - La acción de los nacionalsocialistas austriacos que habían comenzado a organizarse mejor poniendo en práctica las tácticas de sabotaje y terrorismo. El nuevo Canciller austriaco, Schuschnigg, buscó ayuda, ayuda que no llegará por parte del resto de las potencias europeas y a pesar de que se tomaron medidas internas contra los nacionalsocialistas, como fueron las prohibiciones y persecuciones, lo único que se consiguió fue un debilitamiento progresivo del régimen político austriaco. El Canciller austriaco fue requerido para una entrevista con Hitler, a la que se vio obligado a acudir. Cuando Schuchhigg salió del “Berghof” o más conocido como Nido del Águila, había firmado todas las exigencias que Hitler pedía. La próxima vez que Schuchnigg volviera a Alemania sería bajo vigilancia y con destino al campo de concentración de Dachau. En estas mismas fechas, en 1938, Hitler tomó la decisión de dirigir una operación contra Austria, la “Operación Otto”. Pero ¿cómo se iba a hacer con el poder en Austria?, pues muy sencillo mediante un ultimátum, en el cual se exigía el nombramiento de Seyss-Inquart como nuevo canciller de Austria. Esto fue posible gracias al papel desempeñado por Göring, ya que imponiendo a este hombre como Canciller, la invasión de las tropas alemanas sería una realidad. La entrada de Hitler en Viena fue festejada por las multitudes, aunque pasaron inadvertidos los actos de terror que acompañaron a los festejos. Con la anexión de Austria, el próximo objetivo era Checoslovaquia, aprovechando la debilidad política existente en este país y, sobre todo los deseos independentistas de los Sudetes de tradición alemana. Desde un primer momento, el principal objetivo de los nacionalsocialistas fue la ruptura con el Estado. El programa nacionalsocialista prometía una política de unión entre el Reich y los Sudetes ya que en este territorio vivían casi tres millones de habitantes que hablaban alemán. También pidió la independencia de Eslovaquia y el reparto de territorios entre los países vecinos, como Hungría y Polonia. Todas estas peticiones resultaban intolerables para Checoslovaquia, ya que su territorio quedaba considerablemente reducido. Ante esta situación, Inglaterra, representada por Chamberlain, siguiendo fiel a su política de equilibrio pidió al gobierno checo que aceptara las demandas del gobierno alemán, pensando que con esta acción, el sacrificio de Checoslovaquia, lograría calmar a Hitler o por lo menos salvar la paz, pero nada más lejos de la realidad, ya que todo ello era interpretado por Hitler y su gobierno, como signos de debilidad política que deberían ser aprovechados a favor de su política de expansión. El gobierno checo, se niega a acceder a estas peticiones y como la decisión de Hitler es inalterable, decide poner en marcha la operación “verde” nombre que designa la operación de conquista de Checoslovaquia. En Septiembre de 1938 se produce la Conferencia de Munich, donde Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia decidirían sobre el futuro de Checoslovaquia. Tras interminables horas de negociaciones, a las que el gobierno checo no fue invitado, las pretensiones de Hitler, que eran inamovibles, por la fuerza o de una manera pacífica los Sudetes pasarían a formar parte del territorio del Reich y posteriormente lo haría toda Checoslovaquia. Lo mejor para todos es que se hiciera de una forma pacífica y el presidente checo, Benes, tuvo que ceder ante las peticiones de Hitler. Aquella misma noche el ejército alemán penetró en Praga y al igual que sucediera en Viena, la población lo recibió en un ambiente de festividad. Esta será la última vez que Alemania conquiste un país sin tener que recurrir a las armas, ya que si hasta este momento, las potencias occidentales, sobre todo Inglaterra, había visto en Hitler el adalid de la lucha contra el “bolchevismo” y había tratado de hacer una política negociadora pero es en este momento cuando se producirá un cambio, pasando a tener una postura más radical y fuerte. El programa de Praga había disipado las dudas existentes entorno a Hitler y sus pretensiones. El Führer se había convertido en el enemigo de todos. Casi no había terminado con la conquista de Checoslovaquia que ya estaba pensando en su próximo objetivo: Polonia. Alemania quería recuperar los territorios perdidos tras la 1ª Guerra Mundial y Polonia era el único país en el que todavía podía aplicarse el pretexto de la revisión político-nacional. En este momento Hitler, no sólo reclamará Danzig sino también las líneas de comunicación, a través de un pasillo por el que tener acceso al mar por Polonia, además de esta forma, Alemania, se protegía de un posible ataque por el Este. En un primer momento los polacos quisieron hacer prevalecer el tratado de no agresión firmado por los dos países, pero como ha quedado expuesto anteriormente, Hitler no tenía en cuenta ningún tratado que limitase sus ideales de expansión, ya que en realidad no consistía en reclamar poblaciones o ciudades, sino en ampliar el espacio vital alemán. 3.3 El espacio Vital: Alemania iba a basar su expansión en la búsqueda del espacio vital que tanto necesitaban y ansiaban. Ante la inminente invasión de Polonia, Inglaterra tuvo que reaccionar. Su política de apaciguamiento había dado lugar a una política de firmeza, ante los hechos que se estaban produciendo. Este cambio se ve en el ofrecimiento por parte de Inglaterra, a través de Chamberlain, ayuda en caso de que Polonia fuese invadida por Alemania. Parecer ser que el Führer no se esperaba este viraje en la política inglesa, ya que nunca vio a Inglaterra como un país enemigo, al contrario de lo que ocurría con Francia, ya que los dos países eran enemigos históricos. La ayuda ofrecida por Inglaterra a Polonia constituía una clara advertencia a Hitler. Otros países se sumaron a esta iniciativa como fueron Rumania, Grecia y Turquía, con lo cual, no sólo se posicionaban los países accidentales, sino también lo hacían los orientales. Ante esta situación y bajo lo establecido en el Tratado de Acero de 1939, entre Alemania e Italia, por el cual Italia quedaba unida a la política de Hitler. La suerte estaba echada para Italia, que tan recelosa se había mostrado al principio. El papel de la Unión Soviética va a ser crucial, pues todos los acontecimientos que posteriormente sucederán dependieran, de una manera o de otra de la decisión soviética. Esto se debe a varios factores: - Hitler busca la alianza con la unión Soviética para llevar a cabo su plan de aislar a Polonia. - A la unión Soviética esta unión le interesaba pues el resto de las potencias europeas no querían negociar con ella, ya que su régimen político era una seria amenaza para el resto de los países. - Para la unión Soviética la pérdida de sus provincias occidentales y del Bático tras la Iª Guerra Mundial, era considerada como una pérdida provisional y con la alianza con Alemania podía representar la ocasión de recuperarlas. Se firma un tratado germano-ruso entre Ribbentrop y Molotov el 23 de Agosto de 1939, con ello se consiguen dos objetivos que la Unión Soviética ganase tiempo para poder rearmarse y, por otra parte, se aseguraba que el III Reich no interviniera o atacase su territorio. Cumplido este requisito todo estaba dispuesto para que se efectuase la invasión de Polonia y a pesar de que Inglaterra volvió a ejercer su papel de mediador, las exigencias de Hitler eran excesivas y no podían ser, de ninguna manera, aceptadas, ni por Polonia ni por el resto de los países que se habían comprometido a ayudarla. Hitler pone en marcha el “Caso Blanco” ideado por el Alto Mando de la Wechmacht (OKW) y cuyo objetivo será el comienzo de hostilidades hacia Polonia con acciones localizadas. La incursión en territorio polaco se iba a realizar por derecho propio, para lo cual se preparó un verdadero escenario de ficción donde la entrada de las tropas alemanas en Polonia estuviera justificada y este fue el ataque de la estación de radio de Gleiwitz, Polonia había violado territorio alemán. El día 1 de Septiembre, Alemania atacaba a Polonia y el 3 de Septiembre, Inglaterra y Francia declaraban la guerra a Alemania. La IIª Guerra Mundial había comenzado. IV. BIBLIOGRAFÍA. -BRACHER, K (1995): La Dictadura alemana. Madrid: Alianza -BETTELHEIM, C (2.Vol.)(1977): La economía alemana bajo el nazismo. Ed: Fundamentos. - COLLOTTI, E. (1972). La Alemania nazi. Madrid: Alianza. -DAVID, C. (1987).Hitler et le nazisme. Barcelona: Oikos-Tau. -FERRER BENIMELI, (1982). El contubernio judeo-masónico. Ediciones: Istmo. -FEST, J. (2005) Hitler. Barcelona: Planeta .-HITLER, A. (2004) Mi Lucha. Santiago de Chile: Alba Editores -KLEIN, C. (1970). De los espartaquistas al nazismo: La República de Weimar. Barcelona -NOLTE, E. (1971) La crisis del sistema liberal y los movimientos fascistas. Ediciones 62. -THORTON, M. (1987). El nazismo: 1918-1945. Ed: Orbis