REBELION DE LAS RATAS”AUTOR: FERNANDO SOTO APARICIO

Anuncio
REBELION DE LAS RATAS”AUTOR: FERNANDO SOTO APARICIO AUTOR SINOPSIS SEUDONIMO: ARON NORA536
RESUMEN LA REBELIÓN DE LAS RATAS
La novela inicia con describir el valle, antes de que llegaran las máquinas a cambiarlo todo. Tan solo por el “progreso
de la civilización”. La gente, la tierra, todo era diferente. Las tierras se dañaron por el paso de maquinaria que
trasportaba carbón. Ahora la economía eran las minas, todos los habitantes buscaban la vida llena de plata. Así
empieza la historia de Rudesindo Cristancho y de su familia, que por buscar una nueva forma de vida, se encontraron
con el capitalismo que devoraba todo lo que se encontraba a su camino, y destruía todo aquello que no le servía.
Rudesindo ignorante de que era el capitalismo cayó en él, y se daría cuenta que su vida de campesino se acabó y sólo
le quedaba la resignación, odio, soledad y la miseria. Para Rudesindo la vida se le estaba convirtiendo en un infierno.
Al recibir su primer sueldo, había pasado a ser una miseria. La empresa descontaba y descuadraba las cuentas de los
trabajadores. Esto fue lo que lleno la copa de los trabajadores, lo cual llevó a que el sindicato se conformara,
situación que no ayudó, al contrario hizo que sus pocas expectativas a una mejora de su trabajo se desvanecieran.
Rudesindo nunca supo que era un sindicato Él había formado su propia definición al escuchar las charlas de sus
compañeros. Era una incursión en el barrio de los extranjeros; sacarlos de sus casas; ocupar las lujosas habitaciones y
enviarlos a trabajar en las minas como jornaleros.
Rudecindo Cristancho y su familia (todos ellos analfabetas) huyen de su tierra natal en medio de las montañas para
asentarse en Timbalí. Al divisar el pueblo, distinguen una calle que separa la zona rica, habitada principalmente por
extranjeros alemanes, franceses e ingleses, de la zona de los pobres, habitada por mineros colombianos. Después de
no encontrar posada, se ven obligados a vivir en una casucha en sobre un basurero en el extremo del pueblo,
fabricada en su mayor parte con restos de brea. Rudecindo, después de varios intentos, es contratado para trabajar
como minero en el socavón de La Pintada, el más pequeño de la región. Al igual que a sus compañeros, el salario de
Rudecindo ni alcanza para sobrevivir, además, les son negados todos los intentos de crear un sindicato, motivo por el
cual el deseo de rebelión va aumentando entre todos los mineros.
Posteriormente, Rudecindo, oprimido, se siente como una rata cavando su propio túnel, y descubre por sus
compañeros que en dicho túnel había ocurrido un derrumbe meses atrás, sepultando a los mineros que trabajaban
allí. Una vez encuentran los cadáveres descompuestos entre las rocas, y salen corriendo del túnel por su olor, los
mineros comienzan a rebelarse. Entre la multitud enfurecida, que destruye el barrio de los ricos, Rudecindo muere y
su cadáver es aplastado por la multitud en el arco de la soledad.
La novela inicia con la descripción detallada de lo que era el valle antes de que llegara las grandes maquinas a
destruir todo y cambiarlo por el espeso humo de las fábricas, las calles pavimentadas, grandes casas con inmensos
ventales, todo por el llamado “progreso de la civilización”. Las personas ya no eran las mismas, sus caras habían
cambiado, su forma de expresar, sus gestos, todo era diferente. Esas nuevas personas que llegaban hablaban de
forma diferente, enredado, ninguno entendía nada, ahí empezaría el problema de comunicación. Las tierras fértiles
ya no eran fértiles, se habían secado por toda esa maquinaria pesada que trasportaba carbón, ahora lo que daba
plata para alimentarnos era las minas, aquellas minas que quedaban en lo alto y era la fuente económica de los
extranjeros, que con el cuento del progreso y la civilización estaban matando a la tierra y a las vidas de cada
campesino, vago e incluso extranjero “pobre”, que buscaba aquella vida llena de plata y alegría para su familia. Así
empieza la historia de Rudesindo Cristancho y la de su familia, que por buscar una nueva forma de vida se
encontraron con el gran mostró del capitalismo que deseaba con ansias devorar todo lo que se encontraba a su
camino,
y
a
la
vez
destruir
todo
aquello
que
no
le
sirviera.
Rudesindo ignorante de que era el nuevo progreso y sus consecuencias callo en la red del capitalismo “progreso de la
civilización”. Se daría cuenta que su vida de campesino ya no volvería, y sólo le quedaba la resignación, el odio, la
soledad
y
la
miseria
que
lo
hundió
y
hundió
a
su
familia,
como
el
titanic.
Para Rudesindo la vida se le está convirtiendo en un infierno, las pocas esperanzas que conservaba se le habían
agotado al recibir su primer sueldo, sueldo que había pasado a ser una miseria. La empresa descontaba a los nuevos
una cantidad, cantidad que de alguna forma descuadraba las cuentas de aquellos trabajadores. Esto fue lo que lleno
la copa de los trabajadores, a lo cual llevo a que el sindicato se llevara a ser realidad, situación que no le s ayudo
mucho, al contrario hizo que sus pocas expectativas a una mejora de su trabajo se desvaneciera por completo.
Rudesindo nunca supo en realidad que era un sindicato y menos que era la palabra revolución. Él había formado su
propia definición a lo largo de escuchar las charlas de sus compañeros, especialmente las de Espinel con Grimaldos.
Revolución: se reducía a verificar una incursión en el barrio de los extranjeros; sacar de sus casas a los Misteres y
Musius (como él los llamaba); ocupar las lujosas habitaciones y enviarlos a trabajar en las minas como jornaleros.
Esto
era
la
revolución
para
Rudesindo.
3.3 PERSONAJES PRINCIPALES: Rudesindo Cristancho, es el eje vital de la novela, a partir de su experiencia de vida se
desencadena la historia que va acompañada por la de su familia (Pastora su esposa, Mariena su hija de 14 años, y
Pacho su hijo de 12 años). Esto permite, que por medio de la familia de Rudesindo se logre identificar la historia de
muchas
familias
pobres
que
son
golpeadas
por
el
capitalismo.
PERSONAJES
SECUNDARIOS:
Paco Espinel: Compañero de Rudesindo en la mina de la Pintada. Un hombre de treinta años, moreno, de cabello liso
y de color negro, cejas pobladas, unos ojos francos y altivos, un mentón firme que denotaba decisión y valentía, con
un bigote bien cuidado y una cortada en la mitad de la cara; así lo describe Rudesindo, Espinel en compañía de otro
compañeros
darían
inicio
al
sindicato
y
huelga
que
se
viviría
en
Timbalí.
Pancho: hijo menor de Rudesindo. Tan sólo tenía doce años cuando él llego a Timbalí con sus padres. Pancho era un
joven rebelde y no le gustaba las injusticias, pero a la vez era noble y sobre protector con su hermano mayor
Mariena. Este joven nunca imagino que ese pueblo le cambiaria la vida, más cuando él empezaría a darse cuenta que
ahí sobreviviría el más fuerte y el mas poderoso. Pancho a su corta edad ya había robado la alcancía de la iglesia y
había estado en la cárcel por defender a su hermana del Diablo. La necesidad, el sufrimiento, la angustia de ver a su
familia en desamparo, hizo que Pancho emprendiera la supervivencia que le exigía el entorno donde se encontraba.
Este niño o adolescente es un claro ejemplo de muchos jóvenes colombianos, que por la situación que se encuentran
reaccionan a las circunstancias. Muchos de los elementos que llevan a que jóvenes se conviertan en ladrones,
asesinos, sicarios ect, son el hambre, el rencor, la situación familiar, el maltrato, la falta de amor y hasta la misma
sociedad consumista ayuda a construir que los niños se conviertan a temprana edad en delincuentes.
Pastora: Esposa de Rudesindo. Cuando llegó a Timbalí ella se encontraba en embarazo y tenía siete meses, ya le
faltaba poco para tener a su tercer hijo. Sin importar las dificultades siempre estuvo a lado de su esposo. Buscaba la
forma de llevar aquella vida de pobreza por la que pasaba y sin importar su estado era toda una guerrera, y mientras
su esposo empezaba a trabajar, ella no se quedo atrás y busco la manera de trabajar y llevar algo de comida a su
hogar.
María Helena de Nuestra Señora de las Mercedes, conocida como Mariena: Hija mayor de Rudesindo. Mariena tenía
14 años cuando empezaba a experimentar los cambios de su cuerpo, esta niña sin saber que pasaba con ella trataba
de ocultar su desarrollo físico, sin embargo esto no era suficiente ante los ojos de los hombres de pueblo de Timbalí,
y tarde o temprano Mariena se daría cuenta que sus nuevas curvas y sus esbeltos senos, provocarían a más de un
hombre.
El Diablo: Uno de los trabajadores de la mina en el área de conductor de camionetas. Un hombre corpulento, con
ojos claros y encantadores, un bigote esbelto y grueso. A este hombre no se le escapaba ninguna mujer y Mariena no
iba ser la decepción, como fuera esa joven haría parte de su ramillete, como lo era y fue Cándida.
Cándida: Una prostituta que había llegado hace tiempo a Timbalí. Ella tenía un hijo llamado Neco, que tan solo tenía
4 0 5 años y era hijo del Diablo. Cándida para sobrevivir debía vender su cuerpo para conseguir el pan de cada día
para ella y su hijo. Además fue la primera persona que ayudo a la familia de Rudesindo.
Mister Brown: era el encargado de contratar a los mineros y quien explotaba a sus empleados. Aquel gringo un gordo
de cachetes rojos, que sólo vivía sentado en su silla comiendo como u asqueroso cerdo. Así lo describe la mayoría de
los mineros de Timbalí.
PSICOLOGICO EXTERIOR: Rudesindo al principio guardaba sus sentimientos, no era una persona que expresara lo que
sentía, al contrario se guardaba aquellas emociones y hablaba sólo para él, sin embargo ya cuando se daba cuenta
que todo estaba ya acabado y su vida ya no era de un pobre sino la de un pordiosero se echo al abismo, dejando que
la corriente lo llevara, y esa corriente lo llevo a la cantina de Cabrera, donde probaría por primera vez el sabor de la
cerveza que lo llevaría a la borrachera y a expresar todo lo que esta viviendo él y su familia.
PSICOLOGICO INTERIOR: Todos los personajes ocultaban de alguna manera sus sentimientos, ya sean malos o
buenos. Se sentía que los personajes preferían llevar su propia cruz que manifestar lo que llevaban por dentro, y esos
sentimientos carcomían el alma de cada uno.
.BIBLIOGRAFÍA
http://www.colombiaya.com/escritores/fernandosotoaparicio.pdf
http://www.derechoshumanos.gov.co/observatorio/tematico/sindicalistas.pdf
El siguiente fragmento es tomado exactamente del la novela “La rebelión de las ratas”
1. Lee el siguiente fragmento tomado de la novela e “La rebelión de las ratas”. Analiza en ella las características
de la novela realista que aparecen en ella, justifica en cada tu respuesta.
2. Que sitios, personajes u objetos son descritos en el texto, saca aparte los fragmentos donde se hacen
descripciones y al frente escribe que es lo que describe
3. Qué tipo de narrador presenta la historia y por qué
4. en este fragmento se encuentran un recurso literario empleado mucho por los escritores, llamado
personificación subraya y luego escríbalos aparte las expresiones donde se manifieste la personificación
5. ¿Averigua qué es el capitalismo?
6. Explica la frase “Así empieza la historia de Rudesindo Cristancho y de su familia, que por buscar una nueva
forma de vida, se encontraron con el capitalismo que devoraba todo lo que se encontraba a su camino, y
destruía todo aquello que no le servía.
7. ¿Qué situaciones o conflictos de la vida real se reflejan en este texto?
8. ¿Con qué intención se quería conforman un sindicato?
9. ¿En Colombia hay sindicatos, cuáles y qué función cumplen?
10. En qué condiciones sociales y económicas vivía la familia de Rudesindo?
Antes todo era sencillez, rusticidad y paz. Y de pronto el valle se vio invadido por las máquinas; el medio día fue roto
por el ruido estridente de las sirenas; los caminos se perdieron bajo toneladas de polvo y anchas vías cruzaron el
verdor de los sembrados; los árboles cercados por el humo, envejecieron y terminaron por perder sus hojas y sus
nidos; y el silencio huyó para siempre hacia las montañas. Así como el paisaje los rostros cambiaron también. Ya no
era la cara ancha y sonrosada del sembrador. Eran rostros sembrados de cicatrices, con hirsutos pelos que les daban
apariencia bestial o ridícula. A eso lo llamaban algunos pomposamente civilización, progreso. La esperanza de la
patria estaba allí; con el sacrificio de unos pocos se aseguraban la tranquilidad de muchos, era necesario que el valle
perdiera su aspecto bucólico, para que la nación recobrara su estabilidad económica. Al menos tales cosas decían los
oradores que acudieron a convencer a los campesinos y obreros de la conveniencia de abandonar las cosechas, de
trocar la azada por la piqueta, de cambiar el maíz por las piedras negras de carbón y de acabar con los mansos
burritos de carga por los camiones de color rojo oscuro, como teñidos de sangre. Los agricultores al principio
ofrecieron resistencia. Pero pronto fueron cediendo: el miedo, la ambición, el dinero y el analfabetismo… Después de
que descubrieron las minas de carbón en aquel vasto territorio, llegaron de los diversos puntos de la república
gentes de toda condición social, pero generalmente desheredados, fugitivos y vagabundos. Rondaron por entre los
cultivos, acudieron hasta las casas hospitalarias, siempre abiertas al forastero. Luego de conquistada la tierra, vino la
invasión mecánica: camiones, palas, grúas… crujieron las montañas centenarias al sentir en su base la puñalada del
acero; se descuajaban con quejidos casi humanos los árboles enormes de los boscajes; y las casas humildes,
fabricadas, cayeron con sus ensueños ancestrales ante el empuje de la codicia. Lo que vendría y todos temían, llegó
pronto. Luego de la irrupción del progreso, fueron decenas de familias agrupadas en barrios miserables, apiñadas
como tallos de trigo. Las construcciones apresuradas crecieron como cizaña. Casas de latón, de madera y de piedra,
dieron nombre al pueblo que surgió: Timbalí. Llegaron extranjeros: ingleses, franceses y alemanes… desterrados
unos y otros atraídos por la sed de fortuna, penetraron al valle las palabras duras, metálicas, los rostros y cabellos
colorados. Mujeres altas y rubias reemplazaron a las hembras morenas y ardientes de antaño. Construyeron casas de
aspecto raro, con los tejados terminados en punta, con puertas de vidrio y de metal. Y fundaron a un lado del pueblo
de los trabajadores, una especie de barrio, con calles pavimentadas. Allí vivían esas pocas familias cuyos hombres
vinieron pronto a mandar en los otros, en los dueños de la tierra. Todo visto a través de los ojos de una familia
famélica que sigue y sufre tales cambios. Principió la explotación de carbón a gran escala. Las montañas que
rodeaban maternalmente el valle, contenían una incalculable riqueza. Bajo la tenue capa de verdura, se ocultaban
millones de capa de mineral. Tanto, que en apenas cincuenta años apenas si se haría pequeña mella en su
inmensidad.
Por los campos ya secos y abandonados, se tendieron los caminos metálicos. Los hombres, inclinados sobre la tierra,
clavaban largas púas de acero para sostener las líneas por las que, meses después, corrían veloces locomotoras
lanzando al aire eructos negros, y arrastrando tras de sí largas filas de carros que transportaban carbón hacia la
capital. Todas las escalas sociales vinieron a formar el pueblo de Timbalí. Desde los extranjeros que pisaban la tierra
aquella -buena y acogedora- como dominándola, como amenazándola, hasta el pordiosero, hasta la prostituta.
Entre los hombres atraídos por el vértigo llegó una mañana de tibio verano Rudecindo Cristancho. Era alto, delgado,
de apariencia débil; la espalda inclinada siempre; los ojos bajos; la boca cerrada herméticamente; con las palabras
justa para medio hacerse entender; las manos grandes, nervuda, descarnadas; largas y magras las piernas. Esto en lo
físico. Y en lo intelectual, resignado hasta el sacrificio; pero no por heroísmo, sino por la ignorancia. No supo quienes
eran sus padres, ni le interesó averiguarlo. Sus recuerdos arrancaban de una época muy remota: trabajaba en una
finca como mandadero, y soportaba los latigazos del dueño cada vez que no cumplía cabalmente con sus deberes.
Quizá desde entonces, le nació esa resignación fatal, completa, terrible, ya que su alma había sido cruelmente
deformada por la vida misma.
Fuente: http://es.shvoong.com/books/469615-la-rebelion-las-ratas/#ixzz1Kad5utqQ
Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/La_Rebeli%C3%B3n_de_las_ratas»
Categoría: Novelas de Colombia
Resumen de la obra
Descargar