ISSN 0719-6016 Literatura para infancia, adolescencia y juventud COLECCIÓN DE PROPUESTAS CRÍTICAS N° 5 – AÑO 2 – MAYO 2016 umbral COLECCIÓN DE PROPUESTAS CRÍTICAS CIEL CHILE Centro de Investigación y Estudios Literarios: discursos para infancia, adolescencia y juventud ISSN 0719-6016 Derechos Reservados © 2015, CIEL CHILE CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] OTROS CONTACTOS: http://cielchile.org/ www.facebook.com/CIELChile EDITORES: Claudia Andrade Ecchio Hugo Hinojosa Lobos Isabel Ibaceta Gallardo Anahí Troncoso Araya Camila Valenzuela León ÍNDICE LUCÍA ACUÑA AVILÉS La identidad como relato liberador en El espejo africano de Liliana Bodoc…………………………………………………………... 4 WIELKA ASPEDILLA GUTIÉRREZ Reivindicación de los negros en Cocorí de Joaquín Gutiérrez…………………………………………………………………………. 12 PERFILES COLABORADORES-AS UMBRAL………………………………………………………………………………………………. 23 N° 5 – Año 2 – Mayo 2016 LA IDENTIDAD COMO RELATO LIBERADOR EN EL ESPEJO AFRICANO DE LILIANA BODOC LUCÍA ACUÑA AVILÉS LICENCIADA EN EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN SOCIAL [email protected] Bodoc, Liliana. El espejo africano. Santiago, Chile: SM, 2011. 125 páginas. 4 LA IDENTIDAD COMO RELATO LIBERADOR EN EL ¿H ESPEJO AFRICANO DE LILIANA BODOC ay negros en Argentina? Esta pregunta, formulada en el título de un artículo publicado en el periódico digital BBC Mundo (2007), da cuenta de historias que aun hoy se escapan del discurso que forma la identidad oficial de las RESUMEN naciones latinoamericanas modernas. Son relatos que, pese La novela El espejo africano de Liliana Bodoc se hace a haber sido silenciados e invisibilizados por el poder, se cargo de mostrar cómo la presencia africana forma parte cuelan por los intersticios, mezclándose con otras historias, constitutiva de la identidad cultural del extremo sur de hasta formar parte constitutiva del imaginario, e incluso de América Latina. Y lo hace con el símbolo de un espejo las prácticas sociales vigentes. Así, el candombe y hasta el enmarcado en ébano, que lleva a los personajes a mirarse a propio tango, junto a otras musicalidades, son huella de la sí mismos en el revés de las cosas, para así encontrarse con africanidad en territorio argentino (Benavente y Pizarro 18). su verdadera identidad. El presente comentario crítico Efectivamente, la presencia africana en Argentina es propone analizar cómo el espejo se convierte en soporte de un elemento vivo, y así lo recrea Liliana Bodoc en su novela relatos de identidad en constante cambio y siempre en El espejo africano (2008, Premio Barco de Vapor). En la conexión con otros relatos. Así descubriremos que las ficción, una niña de tres años es atrapada por traficantes de identidades son narraciones de un devenir y, en el caso de personas en África, quienes la llevan a Argentina para esta novela, permiten sacar a la luz aquellos paradigmas venderla como esclava. Lo único que puede llevar Atima obliterados por la modernidad. Imaoma de su hogar es un pequeño espejo enmarcado en PALABRAS CLAVES: ESPEJO, ébano. Este objeto pasa por distintas manos, uniendo IDENTIDAD, historias, y llevando a sus portadores a encontrar su AFRODESCENDIENTES. verdadera identidad, en lo más profundo de su ser, para así liberarse de las ataduras que lo encierran. Y es que, según la narradora, los espejos pertenecen a una categoría de objetos 5 «fantasmales, rebeldes, incontrolables» en los que «cabe el poder y dominación establecidas por la modernidad, usando mundo entero» (Bodoc 10). los rasgos fenotípicos para clasificar a la población y así Observar el recorrido de este espejo es el motivo del jerarquizar y distinguir lo europeo de lo no europeo presente comentario crítico, en el que se propone analizar (Quijano 203). El carácter de afrodescendiente, en cambio, las formas en que este objeto —mediante sus marcas físicas implica una memoria cultural e histórica legada por los y de sus “ires y venires” a través del tiempo y del espacio— ancestros, independiente del color de piel, ya que este puede simboliza la conformación de las identidades, entendidas cambiar según los genotipos de los padres. Esta herencia ha como la narratividad del yo en conexión con otros, de sido silenciada por el ideal mestizo bajo el cual se formaron acuerdo al planteamiento del teórico jamaiquino —y los Estados Nacionales, especialmente en Argentina y afrodescendiente— Stuart Hall. El espejo, como soporte de Chile, en los que se impuso una narrativa hegemónica por la identidad, permitirá la aparición de lo que el teórico parte de las elites criollas (Segato 15). El relato del argentino Walter Mignolo (2003) ha llamado paradigma- mestizaje permitió configurar una identidad única, en una otro: aquel que surge de las historias a las que el sistema sociedad que buscaba amoldarse al modelo de modernidad colonial niega su potencial epistémico, y cuyo hallazgo europea y en la que el relato africano no tuvo cabida. permite a sus protagonistas pasar de ser pensados a pensar Memoria y relato son los elementos que configuran por sí mismos, liberándose con ello de las jaulas impuestas identidades. En el presente comentario crítico, por la esclavitud. entenderemos que estas «[...] nunca son singulares, sino construidas de múltiples maneras a través de discursos, prácticas y posiciones diferentes, a menudo cruzados y 1. CONSIDERACIONES PREVIAS antagónicos. Están sujetas a una historización radical, y en Para abordar esta novela, se debe tomar en cuenta que no es un constante proceso de cambio y transformación» (Hall lo mismo hablar de negros-as que de afrodescendientes. Lo 17). En efecto, las identidades no determinan quiénes primero hace referencia a la idea de raza, que no es más que somos, sino más bien orientan un devenir, es decir, «[…] en un constructo ideológico destinado a legitimar relaciones de qué podríamos convertirnos, cómo nos han representado y 6 cómo atañe ello al modo como podríamos representarnos» pensamiento más cerca de la cabeza que de los pies» (13), (Hall 17). es objeto de la codicia de los traficantes de esclavos, quienes la atrapan para venderla como sierva doméstica a una familia adinerada. 2. UN ESPEJO DE ÉBANO, NEGRO Y LUSTROSO El espejo es lo único que la pequeña niña de tres La historia que cuenta Liliana Bodoc en esta novela años puede llevarse desde su tierra natal en su largo viaje comienza en África, en «[…] un atardecer rojo y por el océano. En sus manos, este objeto es instrumento de polvoriento, atravesado por una manada de cebras» (10). la búsqueda de los sonidos que constituyen su nombre Imaoma, el cazador, fabrica pacientemente un pequeño africano. Un nombre que es borrado por el desarraigo y la espejo enmarcado en ébano para regalárselo a Atima, la reimplantación en una cultura distinta, donde los africanos artesana, el día de su matrimonio. El material escogido deben asimilar un idioma ajeno. contiene una fuerte carga simbólica: una madera nativa de Silencio. Así deciden llamar a esta niña las personas África Occidental, muy apreciada en el resto del mundo por que la consideran de su propiedad. Una palabra que lleva en su calidad, lustre, y sobre todo por su color oscuro sí misma la obliteración de su relato de vida y también de su característico. En Europa, se utiliza para elaborar las teclas propia humanidad. En efecto, su nuevo nombre es escogido negras de los pianos. En manos de Imaoma, el ébano remite para registrar una nota de propiedad, tal como se hacía en a su tierra natal y simboliza la familia que espera formar esos años, en que los-as esclavos-as eran inscritos-as en las con Atima. listas de pertrechos, no de personas. Siendo esclava, la Sin embargo, para los europeos, el ébano es una pequeña «obtenía algunos juguetes en desuso» (21), se mercancía exótica de alto valor, ya que simboliza el lujo. Es acostaba a los pies de la cama «para mantener el calor de su el revés de este espejo, el ‘bolsillo secreto’ que se advierte amita enferma» (21) e incluso debía estar agradecida de sus en las primeras páginas de la novela (9). Un revés que se amos por no recibir azotes (22). Y como toda esclava o encarna en la hija de tres años de Imaoma y Atima: ella, al esclavo, se prohíbe su acceso a la educación formal (24). igual que el ébano tallado en un pueblo sabio, «[…] con el 7 Pese a todo, Silencio establece una relación de como una puerta a la posibilidad de introducir su voz en el afecto con Raquel, quien la considera «un poquito blanca» discurso oficial. El espejo da vuelta su situación de (24). Junto a ella, busca el nombre perdido en los rincones esclavitud, representada por la frase «Amo a mi amita», y la de la memoria. Sin embargo, lo hace recorriendo el santoral convierte en Atima Imaoma. El hallazgo de su nombre católico, significa una liberación interior; por eso, no llora en el donde los nombres africanos no están contemplados: momento en que debe partir a la casa de otros amos a ejercer las duras labores del campo (30). —¿Estás triste, Silencio? ¿Pensás en tu El nombre africano conecta a la niña con su relato nombre? Si querés probamos a ver si te acordás. propio y con su sentido de sí misma. En la novela, este [...] Entonces comenzaba una lista: María, sentido está representado por el sonido de los tambores: Mercedes, Pilar, Inés, Antonia... «Tam... Tam, tam. Tam... Tam, tam» (15 y 29). Los —Esos no —decía Silencio. tambores remiten a los ancestros, pero también representan —Aurora, Matilde, Jacinta... el latido del propio corazón, que es la manifestación física —Esos tampoco. de las emociones, entendiendo que la cultura africana Y el nombre africano se perdía, retrocedía a un tradicional no disocia el cuerpo del alma, sino que los sitio donde la memoria ya no encuentra caminos entiende a ambos como un continuo, que constituye el ser y de regreso (23). conecta con los otros a través del ritmo (Barrenechea 45). Para encontrar su nombre, la niña tuvo que observar 3. EL ESPEJO SE PIERDE la imagen invertida que entrega el espejo, ya que «en el revés de las cosas suele estar la verdad» (30). Y lo hace ¿Qué hace un espejo africano en la lista de donaciones para mirando el reflejo del único espacio donde había sido la causa de la independencia? Los objetos hablan por sí tratada como un ser humano, esto es, el granero donde mismos: ponchos —textiles mapuche—, mantas —textiles Raquel le enseñaba las letras, algo que se puede considerar españoles—, objetos de oro y plata —metales considerados 8 dinero por los europeos—, y en medio, un espejo son —justamente— el componente africano de la cultura de enmarcado en ébano, como señal discreta pero elocuente del su país. componente africano en la naciente república. Dorel encuentra su identidad obliterada por la Más tarde el espejo se pierde y aparece en España esclavitud al mirarse al espejo. El reflejo lo lleva a elegir convertido en antigüedad. Una pieza exótica considerada entre mantenerse bajo el dominio de María Petra o seguir el una mercancía. De la misma manera, la cultura africana, llamado de su ser. «Tam... Tam, Tam. Tam... Tam, tam», como muchas otras que el poder eurocéntrico colocó en la suena su corazón al conectarse con sus ancestros, en este periferia, ha sido considerada una pieza de museo, una mera caso su madre, y con su propio impulso vital. Dorel corre y reminiscencia de un pasado, olvidando que está viva y que corre, como en otro momento lo hace Atima Silencio, la hija forma parte de la actualidad. Sin embargo, el espejo llega de Atima e Imaoma, en busca de su libertad. En el intertanto dañado: es la marca de la colonialidad que ha quedado en su piensa que el espejo servirá como salvoconducto para cuerpo como elemento constitutivo. Una herida colonial. suavizar el enojo de María Petra por volver tarde a casa. Sin En España, el espejo llega a manos de Dorel, un embargo, sigue corriendo: las voces de su interior se joven que también está sometido a un régimen de mezclan, mostrando las contradicciones que conforman el dominación que, en muchos aspectos, se parece a la relato de su ser. Un relato que va encontrando su propia esclavitud. No conoce su origen ni su familia y, desde niño, verdad en la interacción con otros: una viejecita que le ha sido obligado a trabajar. Asimismo, accede a la demuestra que es capaz de correr aun más rápido, una educación formal solo gracias a un acto de benevolencia, vendedora de panecillos que lo ve con ojos enamorados y pero pronto es privado de este derecho en cuanto María un poeta que espera que regresen los versos perdidos, de la Petra nota que ha asimilado ideas que contradicen el misma forma en que Atima Imaoma esperó el retorno de su discurso oficial impuesto por ella en su casa, que es su propio nombre. territorio. Y tal como con los esclavos, se espera que esté En manos de Atima Silencio, el espejo pasa a ser un agradecido y feliz junto a su ama. Asimismo, se le prohíbe salvoconducto que permite moverse por el territorio en que salir del territorio de la casa, por miedo a los moros, quienes se está formando una república independiente. Es el propio 9 General San Martín quien imprime este carácter al objeto, sola a España, en busca de su propio ser. Sin embargo, se mediante un tallado hecho a punzón. Con el espejo así presenta con una capa «demasiado abrigada para la marcado, un soldado podrá presentarse como mensajero. primavera española» (99). Y es que su cuerpo no se ajusta Para Atima Imaoma, esta marca es símbolo de su carácter del todo al relato que quiere contar de sí misma. El de esclava liberta: puede permanecer entre las personas que encuentro con el espejo, en manos del violinista, trae de apoyan la constitución del nuevo orden político, que vuelta a su memoria una promesa hecha al inicio de su considera entre sus planes la abolición de la esclavitud, adolescencia: ir a buscar a Atima Imaoma y traerla de vuelta siempre que se mueva con sigilo, ya que para la sociedad a casa. Con esta decisión, Raquel busca reconciliarse con su seguirá siendo negra y, por lo tanto, su relación con los propia historia, devolviendo la humanidad a quien había otros continuará mediatizada por las jerarquías raciales sido su doncella. impuestas por el colonialismo. Por consiguiente, deberá El encuentro de Raquel con Atima Silencio muestra vivir en los márgenes de la sociedad, ya que su fenotipo en plenitud la configuración de lo que Walter Mignolo podría ser visto como una amenaza para la constitución de llama paradigma-otro: es decir, aquel que se gesta como una nación que pretende ser homogénea y de raíz europea una relación dialógica de asimetría del poder y que revela, (Segato 30). Su propio nombre es reflejo de esta situación: más que diferencias culturales, diferencias coloniales (27). por un lado, Atima, la africana; por otro, Silencio, la que no Raquel invita a Atima Silencio a vivir en su casa, no como tiene voz ni lugar en la oficialidad. esclava, pero tampoco como alguien de su familia. Para los soldados del ejército realista, el espejo es un Pudiendo haberla considerado una sobrina, por su relación botín de guerra. En manos de Raquel, en tanto, el espejo cercana, la toma como doncella, por un «pequeño pago, ya refleja la europeización de la sociedad argentina llevada a que sos libre» (118). Y, por supuesto, Atima Silencio cabo desde los albores de la república. Con el impulso de acepta, ya que esta oferta abre un espacio de vida que no liberarse de las ataduras que le impuso la tradición — implica volver a la esclavitud, que era lo que ella había someterse al marido, tener un piano y esclavos que la miran decidido al no lograr incorporarse a la sociedad en su con desconfianza desde las sombras (116) —, Raquel viaja calidad de esclava liberta. De esta forma, la herida colonial 10 Gabino, permea y define relaciones de alteridad, de otredad, de Rosario. «¿Hay negros en Argentina?». BBCmundo.com. Viernes 16 de marzo de 2007. Digital. diferencia, en las relaciones humanas. http://news.bbc.co.uk/hi.spanish/specials/2007/esclavitud/n Atima Silencio tiene un hijo y lo llama José ewsid_6455000/6455537.stm Imaoma. El nombre une las dos orillas de su historia y Hall, Stuart. «Introducción: ¿Quién necesita identidad?». recrea la compleja constitución de la identidad argentina, en Cuestiones de identidad cultural. Trad. Horacio Pons. particular, y latinoamericana, en general. Con este personaje Buenos Aires, Argentina: Amorrortu, 2003. 13-39. concluye la novela, dejando abierta la pregunta sobre cómo Impreso. nos representamos colectivamente en la actualidad y qué Mignolo, Walter. «Prefacio a la edición castellana. Un paradigma relatos estamos dejando en los márgenes, invitando con ello otro: colonialidad global, pensamiento fronterizo y a configurar una memoria que asuma la africanidad en el cosmopolitismo extremo sur de América Latina. globales: colonialidad, conocimientos subalternos y crítico». Historias locales, diseños pensamiento fronterizo. Trad. Juan María Madariaga y BIBLIOGRAFÍA Cristina Vega Solís. 2da ed. Madrid, España: Akal Benavente, Carolina & Pizarro, Ana. «Culturas y literaturas de Ediciones, 2003. 19-58. Impreso. Quijano, Aníbal. «Colonialidad del poder, eurocentrismo y África y América: algunos nexos». África / América: Literatura y Colonialidad. Santiago, Chile: Fondo de América Latina». Cultura Económica, 2014. 15-29. Impreso. eurocentrismos y La colonialidad ciencias sociales, del saber: perspectivas latinoamericanas. Argentina: Ediciones FACES / UCV, Barrenechea, Paulina. «Siento, luego existo. Cuerpo y emociones 2000. 201-246. Impreso. en dos personajes afrodescendientes en la literatura chilena». África / América: Literatura y Colonialidad. Segato, Rita Laura. «Introducción. Políticas de la identidad, Santiago, Chile: Fondo de Cultura Económica, 2014. 45- diferencia y formaciones nacionales de alteridad». La 54. Impreso. nación y sus otros: raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de políticas de la identidad. Buenos Aires, Bodoc, Liliana. El espejo africano. 3ra reimpresión. Santiago, Argentina: Prometeo Libros, 2007. 15-36. Impreso. Chile: SM, 2011. Impreso. 11 N° 5 – Año 2 – Mayo 2016 REIVINDICACIÓN DE LOS NEGROS EN COCORÍ DE JOAQUÍN GUTIÉRREZ WIELKA ASPEDILLA GUTIÉRREZ PEDIODISTA [email protected] Gutiérrez, Joaquín. Cocorí. Santiago, Chile: Nascimento, 1971. 60 páginas. 12 E REIVINDICACIÓN DE LOS NEGROS EN COCORÍ DE JOAQUÍN GUTIÉRREZ ncontrar literatura para niños y niñas con personajes infantiles afro-descendientes o africanos es una ardua tarea. Según las cifras de Cooperative Chidren’s Book Center (Universidad de Wisconsin-Madison), de un total de 3.500 libros infantiles publicados en 2014 en Estados Unidos, solo RESUMEN 98 títulos tienen una temática sobre africanos y afro- El siguiente comentario crítico tiene como objetivo analizar, descendientes. Si extendemos esa tendencia a nuestra desde el concepto de biopoder acuñado por Foucault, el pre- realidad colonialismo, colonialismo, capitalismo y la Negritud nacional, comparación presentes en la novela Cocorí del escritor costarricense con la proporción lo que ocurre es en inexistente otros en países latinoamericanos. Joaquín Gutiérrez, para demostrar que en ella, además de La ausencia de personajes afro-descendientes en la posicionar a un protagonista afro-descendiente, hay un literatura para infancia es consecuencia, en parte, de la acercamiento veraz a la historia de los negros. construcción de la historia occidental que ha denigrado sistemáticamente y situado en el escalón más bajo del orden neoliberal a los-as negros-as. La esclavitud gatilló PALABRAS CLAVES: BIOPODER, COLONIALISMO, NEGRITUD. relaciones de producción y, por tanto, de poder, basadas en la oposición racial: el negro-esclavo / el blanco-amo, generando un discurso discriminatorio en su contra y deshonrando así económica y psicológicamente al negro. Hoy, en la literatura chilena para niños y niñas, prácticamente no existen personajes afro-descendientes. Sin embargo, en la década de 1940, se editaron en nuestro país tres libros con protagonistas afros: el escritor Hernán del 13 Solar publicó en Rapa-Nui, la primera editorial para niños y humanos inferiores. Dicho discurso, y lo que se analizará en niñas de Chile, Las aventuras de Totora (1946); la autora el siguiente comentario, comienza con la descripción sutil Chela Reyes escribió Historia de una negrita blanca del pre-colonialismo, continúa con la violencia del (1950); y, en 1947, el escritor costarricense Joaquín colonialismo, para seguir con la anulación de la persona Gutiérrez presentó al concurso de editorial Rapa Nui la mediante el capitalismo. Un camino doloroso a recorrer novela Cocorí que le arrebató el primer lugar a Papelucho para los afro-descendientes, pero el único que permite la de Marcela Paz. reivindicación a través del movimiento denominado Negritud2. Con el correr de los años, Cocorí fue traducida al inglés, francés, alemán, portugués, ruso, ucraniano, Dichos procesos históricos se analizarán mediante el holandés, eslovaco, lituano y búlgaro debido a su calidad biopoder, concepto desarrollado por el filósofo francés estética y literaria. En Costa Rica, Cocorí se transformó en Michel Foucault, que se entiende como el poder político que un clásico de la literatura para infancia y se instaló como administra la vida y cuya función es invadirla en todos sus lectura obligatoria en los colegios, mientras que en Chile, aspectos para obtener el control de las poblaciones como ocurre con frecuencia, pasó al olvido. En abril de (Foucault 169). Además, se considerarán las definiciones de 2015, en Costa Rica, la novela se situó al centro de la colonialismo y Negritud propuestas por el político y poeta polémica cuando dos diputadas afro-descendientes, Epsy martiniqués Aimé Césaire y la temática del oprimido del Campbell y Maureen Clark, pidieron que el libro se retirara pedagogo brasileño Paulo Freire. de las escuelas públicas porque, según su parecer, el texto presenta contenido racista1. Pero en Cocorí se enaltece la identidad de los afros a través de un discurso histórico y político que difiere de 2 Concepto concebido originalmente en París en 1939 por un grupo de estudiantes antillanos y africanos. Entre ellos destaca Aimé Césaire, nacido en 1913 en una de las islas que Francia llama departamentos de ultramar. A los 18 años obtuvo una beca para estudiar en París, donde se encontró con otros estudiantes negros, como el senegalés Léopold Sédar Senghor. aquella idea que señala que los-as negros-as son seres 1 Revisar:http://www.crhoy.com/diputadas-presentan-recurso-deamparo-para-prohibir-lectura-de-cocori-en-centros-educativos/ 14 vive en chozas y en familia; el niño tiene deberes tales COLONIALISMO: EL ROBO DE LA LIBERTAD DE VIVIR como la recolección de leña y ordeñar a las cabras, pero La novela tiene una estructura cronológica cuyos hechos también derechos: su madre lo mima cantándole para coinciden con los procesos históricos experimentados por hacerlo dormir. Además, el protagonista no se siente los-as negros-as. La introducción concuerda con la época inferior ni avergonzado de ser un afro-descendiente, lo que del pre-colonialismo, en la que aun no se insertaba el se evidencia cuando sobre un charco de agua observa su control ni la auto-desvalorización de los pueblos vía reflejo: administración de la vida. El territorio del África negra no carecía de un orden social ni tampoco era una cultura Cocorí se agachó para beber en el hueco de las inferior, como ha querido plantearse para construir una manos y se detuvo asombrado al ver subir del ideología que apoye la dominación colonial. No se respetó fondo del agua un rostro obscuro como el la diferencia, no se reconoció una cultura distinta a la caimito, con el pelo en pequeñas motas apretadas. Occidental: se la anuló y transformó mediante los Los ojos de porcelana de Cocorí tenían enfrente parámetros del biopoder. otro par de ojos que lo miraban asustados. Cocorí es un niño de siete años que vive en una zona Pestañeó, también pestañearon. Hizo una costera habitada exclusivamente por afro-descendientes y en morisqueta y el negrito del agua le contestó con la que existe un orden cultural ya establecido: la transmisión otra idéntica. Dio una palmada en el agua y su de conocimientos, por ejemplo, está a cargo de los hombres retrato se quebró en multitud de fragmentos. mayores de la comunidad y se realiza en noches de luna al Estaba muy contento Cocorí y su risa descubrió aire libre: «Acuclillado en el ruedo de hombres escuchó una sus encías rosadas como papayas (8). vez más al Pescador Viejo […] contar de los hombres rubios que vivían al otro lado del mar, de la dentellada Posterior a esa breve introducción, el autor inserta el fugaz del tiburón, de las anguilas eléctricas y de la iguana nudo dramático de la novela con la llegada de un barco en el acorazada con su lengua de siete palmos» (Gutiérrez 10). Se que los tripulantes son todos blancos, símbolo del 15 colonialismo. Allí, Cocorí ve por primera vez a una Niña mono tití, con lo cual a la niña se le “iluminan los ojos”, Blanca, quien lo llama “monito”, haciendo desaparecer porque quiere poseer al animal, hacer de él su propiedad automáticamente en el protagonista la aceptación de sí privada, ya que el fin último del colonialismo es instalar el mismo y su felicidad. Luego, la niña reconoce a Cocorí capitalismo, para lo cual borró salvajemente «[…] cultura, como humano, pero le pasa un dedo por la piel y cree que filosofía, religiones, todo lo que podía retrasar o paralizar la está sucio, gesto que revela nuevamente su ignorancia. marcha hacia el enriquecimiento de un grupo de hombres y Entonces «[…] el Negrito estaba como clavado en su sitio, pueblos privilegiados» (Césaire 51). aunque tenía unos deseos frenéticos de desaparecer. Hubiera Cocorí realiza un arduo trabajo en la selva y captura querido lanzarse de zambullida al agua, pero no le al animal que se transforma en su amigo. Pero no puede obedecían las piernas. Su vergüenza creció cuando la mamá cumplir su promesa, pues, a su regreso, el barco de los se acercó a mirarlo, y de un salto alcanzó la cuerda y se blancos ha abandonado la costa, por lo que el protagonista deslizó hasta la lancha» (13). Así, Gutiérrez demuestra — se siente muy triste y se consuela al pensar que aun tiene la sin disimulos— las brutales consecuencias del colonialismo rosa. Sin embargo, lo que encuentra es «[…] una rama seca, que instaló, entre otras cosas, la discriminación por el color y en el suelo, alrededor, una lluvia de pétalos muertos» (25). de piel, generando a «[…] millones de hombres, a quienes La rosa simboliza la falsa promesa que realiza la sabiamente se les ha inculcado el miedo, el complejo de colonización y el capitalismo, aquella que asegura mejorar inferioridad, el temblor, el ponerse de rodillas, la las condiciones de vida de los hombres y mujeres invadidos, desesperación, el servilismo» (Césaire 20). lo que por su puesto jamás se cumple, pues el trabajo de los El rechazado protagonista quiere demostrarle a la oprimidos termina beneficiando solo a los privilegiados. Niña Blanca que él es un humano que siente y piensa, por lo El biopoder se manifiesta en la niña cuando que, ávido de su aprecio, vuelve para regalarle unas desprecia a Cocorí por ser “otro”. Debido a que cada ámbito “conchas nacaradas”. Como respuesta, la Niña Blanca — de la vida está gobernado, no queda espacio para que la que no tiene nombre propio— le obsequia una rosa que lo población se desligue de dicha administración, porque maravilla. Entonces Cocorí se compromete a regalarle un aunque se cuida de sus vidas se los necesita siempre dóciles. 16 En ese sentido, la niña ha recibido una formación occidental EL CAPITALISMO Y EL CONTROL DE LOS CUERPOS que le ha transmitido creencias que no cuestiona, lo que trae indica El biopoder fue también «[…] un elemento indispensable en Foucault, que garantizan relaciones de dominación y el desarrollo del capitalismo; [ya que se consolidó gracias a] hegemonía (171). Por ello, la Niña Blanca considera a la inserción de los cuerpos en el aparato de producción» Cocorí un animal y una máquina de producción cuya única (Foucault 170). En la novela, este control se hace presente misión es satisfacer los deseos de los privilegiados. Así, una vez que el autor profundiza en el nudo dramático, en el Joaquín Gutiérrez le otorga a la Niña Blanca la idea cual se comprende que el lugar que habita esta comunidad principal de las colonias: la invasión o “civilización” se de afros es un territorio ya colonizado, el que se descubre justifica porque hay territorios y pueblos que suplican ser con la búsqueda de una respuesta a la pregunta que se hace dominados. Entonces, el personaje de la niña impone la Cocorí3. consigo segregación y jerarquización, como única forma de vivir que conoce, sin considerar las que En primera instancia, el protagonista interroga a su tiene Cocorí, ni permitir, siquiera, una relación intercultural. madre, Drusila, quien, encolerizada con labores domésticas El poder del orden colonial es tal que es él quien decide destinadas a las mujeres (pelar papas, barrer), le responde: cómo nombrar a los habitantes de los territorios invadidos y «¡Deja de molestar! Anda a preguntarle al Viejo Pescador. el para qué de su existencia. Yo soy una Negra ignorante y no entiendo tus preguntas» colonización, (28). Este personaje encarna a aquella «[…] comunidad de entendida como el proceso mediante el cual se invade a opresión experimentada, una comunidad de exclusión través de la dominación social, política, económica y impuesta, una comunidad de profunda discriminación» cultural un territorio y su gente, y en el que no hay «[…] (Césaire ningún contacto humano, sólo relaciones de dominación y colonialismo ha hecho sentir inferiores e incapaces. Todo lo anterior simboliza la 86), una comunidad de de sumisión que transforman al hombre colonizador en vigilante, en suboficial, en cómitre, en fusta, y al hombre nativo en instrumento de producción» (Césaire 20). 3 17 «¿Por qué mi rosa tuvo una vida tan corta?» (28). mujeres que el Cocorí insiste en encontrar una respuesta y, en recibirlo con la cabeza llena de aserrín»; el Aguador, que segunda instancia, se acerca al Viejo Pescador, el que le venía «[…]con la lengua afuera, muerto de cansancio»; el contesta, perplejo: Leñador, que le dijo «[…] te contestaré cuando termine de aserrar todos estos troncos»; y el Campesino, que estaba ¡Ah, Cocorí, cuando somos tan viejos como yo, «[…] demasiado ocupado en vigilar el maizal». Ninguno de ya no nos hacemos esas preguntas! Cada pregunta ellos abandonó su trabajo para responderle, ante lo cual que me hice me dejó una arruga en la frente. Cada Cocorí pensó «[…] ¿Qué esperanzas le quedaban de misterio que quise comprender me dejó con un encontrar una respuesta si los más viejos no habían tenido diente menos. Ahora tengo más arrugas que olas tiempo de hallarla?» (29). tiene el mar, y mira cómo me quedaron las encías Los personajes anteriores representan a los —le mostró las encías lisas y rosadas y terminó— descendientes de hombres esclavizados que, además de : Ahora espero que el océano y el bosque me haber sido denigrados, han sido sometidos a elementos cuenten lo que me quieran contar. Yo no les culturales que no son casuales, sino que son producto de pregunto nada (28). «[…] la consecuencia de una determinación política, el resultado de una política buscada por el colonizador, que se Este personaje simboliza a aquellos que han buscado puede resumir de la siguiente forma: en la importación y sin éxito su liberación, a una comunidad, como afirma exportación del capitalismo mismo, quiero decir de sus Césaire, de resistencia continua, de lucha obstinada por la fundamentos, sus virtudes y su potencia» (Césaire 55), lo libertad y de indomable esperanza (86), que insta a los más que los somete al biopoder, transformando sus cuerpos en jóvenes a buscar sus propias respuestas. El niño insiste y herramientas de producción, anulando sus propósitos y sus pregunta a otros adultos, cuyos trabajos no les permiten formas de vivir. responder, sino solo dedicar su tiempo a producir como lo Esto se condice con lo que señala el destacado plantea el biopoder. El capitalismo queda en evidencia con pedagogo brasileño Paulo Freire. Siguiendo su perspectiva, los siguientes personajes: el Carpintero, «[…] que salió a la no respuesta de los personajes es también un 18 convencimiento de que los oprimidos asumen la visión que comprensión resultante tiende a tornarse de ellos tienen los opresores: «De tanto oír de sí mismos crecientemente crítica, y por esto, cada vez más que son incapaces, que no saben nada, que no pueden saber, desalienada (Freire 87). que son enfermos, indolentes, que no producen virtud de todo esto, terminan por convencerse de su “incapacidad”» LA REIVINDICACIÓN ES LA NEGRITUD (Freire 60). Pero Cocorí persigue lo que anhela y, junto a la Para el desenlace de la novela, el autor utiliza una tortuga doña Modorra y al mono tití, se interna en la selva. subversión al biopoder, que consiste en la reivindicación de En el Caribe este lugar geográfico se transformó en un lo mismo que este domina: la vida, pero esta vez como el refugio que cumplimiento de sus necesidades y potencialidades. Según recuperaban su libertad transformándose en fugitivos o Foucault, esta subversión traspasa la opresión o alienación y cimarrones, instalando palenques o comunidades de negros consiste en el derecho a ser lo que se es y descubrir lo que libres, desde 1550 en adelante. En esta naturaleza, Cocorí se se puede llegar a ser (175). En Cocorí la subversión es la refugia y aprende, pero tampoco obtiene respuestas del Negritud, un fenómeno que consiste en la auto-aceptación caimán ni de la culebra, los animales más viejos de la selva. de los-as negros-as a través del reconocimiento de la Sin embargo, al interrogarse, el protagonista puede historia que brutalmente les impuso una identidad emanciparse, en la medida que, disminuida, que lamentablemente muchos creen cierta. Pero para hombres y mujeres esclavizados si se les ha situado en el escalón más bajo del orden […] cuanto más se problematizan [los neoliberal es por una decisión política de la cual deben oprimidos], como seres en el mundo y con el deshacerse. Los afro-descendientes ya no aceptan ser mundo, se sentirán mayormente desafiados. […] sometidos ni las miradas lastimeras, lo necesario es precisamente porque captan el desafío como un desmantelar la ideología de discriminación que se ha creado problema en sus conexiones con otros, en un en torno a ellos, y difundir esta forma de liberación. plano de totalidad y no como algo petrificado, la 19 Es decir, la Negritud es la toma de conciencia de la Este personaje simboliza la resistencia al biopoder, “autodesvaloración” generada por el biopoder; es un es decir, su cuerpo deja de ser o nunca es objeto de dominio movimiento político y poético en contra del capitalismo, la y es recuperado por el Negro Cantor, quien, en plenitud, opresión y el racismo, en el que se alzan voces de vive todas sus potencialidades. El Cantor es un adulto reconocimiento y rebeldía. Entonces, Cocorí es subversivo aferrado a sus raíces que se convertirá en un mentor para por el solo hecho de cuestionarse la corta vida de la rosa — Cocorí, porque será el único que puede entregarle una que representa la falsa promesa de mejorar la calidad de respuesta. Con ello, el autor subvierte aquella ideología en vida de los pueblos—, puesto que «Ningún “orden” opresor la que se plantea «[…] que sólo Occidente sabe pensar; que soportaría el que los oprimidos empezasen a decir: “¿Por en los límites del mundo occidental comienza el tenebroso qué?”» (Freire 93). Cuando se cuestiona lo impuesto y se reino del pensamiento primitivo, el cual, dominado por la crean instancias de superación de sus condiciones, se noción de participación, incapaz de lógica, es el prototipo convierten automáticamente en enemigos del sistema mismo del falso pensamiento» (Césaire 37). Gutiérrez capitalista, pues su principal interés, la producción infinita, posiciona la Negritud cuando El Negro Cantor, con ternura corre el riesgo de desestabilizarse. Es por eso que el orden y preguntas, hace reflexionar a Cocorí sobre el significado colonial asume el control de la vida de la población. En la de la vida, que para él no es más que entregarse plenamente novela Cocorí, la resistencia a tal control se hace patente en a aquello que se es, sin asumir lo impuesto, sin dedicarse a el Negro Cantor, personaje muy querido por toda la ser una máquina de producción, sin transgredir su sentir ni comunidad ya que, acompañado de una flauta, tiene el su conocimiento. poder de sanar los males. Solo Drusila, la madre de Cocorí, impregnada de visión occidental lo juzga: «—¿Por qué no —¿No viste que tu Rosa tuvo una linda vida? — trabajas? —le increpaba burlona. —Estoy trabajando — le preguntó—. ¿No viste que cada minuto se daba respondía el Cantor, y se recostaba plácido sobre la arena, a entera hecha dulzura y perfume? […] contemplar las estrellas» (22). 20 —¿No ves que tu Rosa tuvo en su vida luz, Para el despertar político y social es necesaria una generosidad, amor, y estos otros nunca los han condición cultural previa, que es precisamente con lo que conocido? […] cuentan el Negro Cantor y Cocorí. Ambos viven: —Tu Rosa vivió en algunas horas más que los centenares de años de Talamanca y don Torcuato. […] la explosión de una identidad largo tiempo Porque cada minuto útil vale más que un año contrariada, a veces negada y finalmente liberada inútil. y que, al liberarse, se afirma para conseguir un Cocorí sentía que una luz lo iluminaba por dentro reconocimiento. Todo eso ha sido la negritud: (59-60). búsqueda de nuestra identidad, afirmación de nuestro derecho a la diferencia, requerimiento Además, la palabra útil en boca del Negro Cantor hecho a todos de un reconocimiento de ese pierde toda su acepción capitalista, ya que no es un derecho y del respeto de nuestra personalidad personaje oprimido que trabaja para aumentar las comunitaria (Césaire 89-90). “utilidades” de algún empresario. Él es un peligro para los intereses de un sistema colonial que existe para administrar, Tal respeto a la diferencia, se construye con el fin de para sus propios beneficios, su existencia. Al contrario, el recuperar la capacidad —que les fue arrebatada— de hacer Negro Cantor, con sus acciones, tiene la libertad y la su propia historia no como sujetos anclados del pasado sino sabiduría necesarias para transgredir aquella acepción y ser como hombres y mujeres que exigen en la actualidad la el único del pueblo que puede disponer de su cuerpo, de su construcción de su presente y de su futuro en todas las áreas vida, de su futuro. Es él quien puede responder a Cocorí que de su vida, como sujetos creadores de conocimiento y no la vida útil no es aquella que solo produce, sino aquella que solo como consumidores de conocimientos dominantes. se dedica a su verdadero propósito, tal como lo ha hecho él Dentro de ese contexto, la Negritud o la subversión mismo al ser fiel a su destino, a sus raíces, al canto y a la al biopoder no solo están en el personaje del Negro Cantor o poesía. en Cocorí, sino también en Drusila. Cuando Cocorí regresa 21 a casa, su madre, que antes se declaraba ignorante, plantó la auto-valorarse; para, en segundo lugar, transmitir ese rama de la rosa muerta y, regándola todos los días, hizo mensaje y abandonar la ideología de discriminación que se crecer un rosal en su jardín: «Sus grandes rosas rojas se les ha impuesto por siglos. En ese sentido, Cocorí abrían bajo el candente sol del trópico» (62). Podría contribuye ampliamente a la reivindicación de los-as indicarse que Drusila revive el colonialismo, pero la rosa africanos-as y afrodescendientes en la literatura para por sí sola estaba destinada a la muerte, ya que el infancia y en el mundo. colonizador le entrega, con “falsa generosidad”, algo moribundo a Cocorí, una promesa que no se cumple nunca. BIBLIOGRAFÍA Lo que hace Drusila es re-apropiarse de esa entrega y crear Césaire, Aimé. Discurso sobre el colonialismo. Trad. Mara un nuevo conocimiento para su propio bienestar: a partir de Viveros. Madrid, España: Akal, 2006. Impreso. la rama seca, genera un todo, un rosal, con lo que el Foucault, Michel. Historia de la sexualidad I: La voluntad protagonista recupera por fin su felicidad. Porque la Negritud no es de saber. Trad. Ulises Guiñazú. 25ta ed. Ciudad de otra cosa que México, México: Siglo Veintiuno Editores, 1998. transformación de las falsas ideas que se han entregado a lo Impreso. largo de la historia. Con esta re-apropiación hombres y Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Trad. Jorge mujeres se revalidan a sí mismos al analizar su historia, y en Mellado. 3ra ed. Buenos Aires, Argentina: Siglo ella reconocen a los opresores y las razones de por qué Veintiuno Editores, 2013. Impreso. ellos-as son los-as oprimidos-as. Se hace, entonces, Gutiérrez, Joaquín. Cocorí. 4ta ed. Santiago, Chile: necesario el conocimiento de la historia, no solo de los Nascimento, 1971. Impreso. africanos y afro-descendientes, sino también de los indígenas, de los pobres, de las mujeres o de cualquier “otro”, primero, por ellos mismos, para que puedan superar sus condiciones de oprimidos y construir su futuro, es decir, 22 PERFILES COLABORADORES-AS UMBRAL N° 5 – AÑO 2 – MAYO 2016 LUCÍA ACUÑA AVILÉS Periodista y Licenciada en Comunicación Social de la Universidad de Santiago. Educadora de Párvulos y Licenciada en Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Tiene dos diplomados: en Edición y Publicaciones, y en Arte, mención Dibujo, ambos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Se ha desempeñado como educadora en establecimientos educacionales, como reportera de prensa, libretista de programas de radio y editora de revistas. Colecciona libros álbum. Su artículo «Lo onírico como vía de liberación en El globo de Isol» fue seleccionado por CiEL Chile para formar parte de nuestro libro Literatura para infancia, adolescencia y juventud: reflexiones desde los estudios literarios, que se encuentra en proceso de publicación por editorial Universitaria. . WIELKA ASPEDILLA GUTIÉRREZ Diplomada en Literatura Infantil y Juvenil: Teoría, Creación y Edición del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago. Periodista y Licenciada en Comunicación Social de la misma casa de estudios. Colaboró en la investigación y escritura del libro Nascimento, el editor de los chilenos. Se ha desempeñado en proyectos educativos interculturales en el Consejo General de Caciques Williche de Chiloé y en establecimientos educacionales a cargo de proyectos de fomento lector en la región Metropolitana. Actualmente, escribe el libro Hernán del Solar y Rapa-Nui, la primera editorial para niños y niñas en Chile, proyecto seleccionado en la convocatoria 2016 del Fondo del Libro y la Lectura. 23 De publicación mensual, Umbral es una colección de propuestas críticas en torno a textos narrativos, poéticos u otros, chilenos, latinoamericanos y españoles, que han sido destinados para niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Asimismo, incorpora revisiones teórico-críticas actuales respecto de la literatura escrita y/o pensada para estos-as destinatarios-as desde una perspectiva abierta y dialógica. Nuestra finalidad con esta publicación es crear una instancia de reflexión y diálogo multidisciplinario que contribuya a la construcción de conocimiento, tanto para la comunidad académica como al público en general. 24