Res. No. 295-05, autoriza a los jueces de paz a actuar como jueces

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DIOS, PATRIA Y LIBERTAD
REPÚBLICA DOMINICANA
La Suprema Corte de Justicia
En Nombre de La República
Resolución No. 295-2005
En Nombre de la República, la Suprema Corte de Justicia, regularmente constituida por
los Jueces Jorge A. Subero Isa, Presidente; Rafael Luciano Pichardo, Primer Sustituto de
Presidente; Eglys Margarita Esmurdoc, Segundo Sustituto de Presidente; Hugo Álvarez
Valencia, Juan Luperón Vásquez, Margarita A. Tavares, Julio Ibarra Ríos, Enilda Reyes
Pérez, Dulce Ma. Rodríguez de Goris, Julio Aníbal Suárez, Víctor José Castellanos
Estrella, Ana Rosa Bergés Dreyfous, Edgar Hernández Mejía, Darío O. Fernández
Espinal, Pedro Romero Confesor y José E. Hernández Machado, asistidos de la Secretaria
General, en Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, hoy 6 de abril de 2005, años
162° de la Independencia y 141° de la Restauración, dicta en Cámara de Consejo, la
siguiente resolución:
Visto, los artículos 3, 4, 8, 9, 10, 47, 67, 100 y 102 de la Constitución de la República;
Visto, el artículo 29 inciso 2 de la Ley 821 sobre Organización Judicial, del 1927;
Visto, la Ley No. 25-91, Orgánica de la Suprema Corte de Justicia, del 15 de octubre del
1991, modificada por la Ley No. 156-97, del 10 de julio del 1997;
Visto, la Ley No. 227-98 sobre Carrera Judicial, del 11 de agosto de 1998;
Visto, la Ley No. 76-02 que instituye el Código Procesal Penal del 19 de julio del año
2002;
Visto, la Ley No. 278-04 en su artículo 8, y los Arts. 75 y 41-8 del Código Procesal
Penal, los artículos 180 y 184 de la ley No. 241 sobre Tránsito de Vehículos.
Atendido, que el juzgado de paz está comprendido entre los órganos que integran la
jurisdicción penal en virtud del artículo 69 del Código Procesal Penal, conforme al cual,
son órganos jurisdiccionales en las condiciones y formas que determinan la Constitución
y las leyes, la Suprema Corte de Justicia, las Cortes de Apelación, los Jueces de Primera
Instancia, los Jueces de la Instrucción, los Jueces de Ejecución Penal y los Jueces de Paz;
Atendido, que el Código Procesal Penal se ha referido a la jurisdicción, entendida como
poder de intervenir en los conflictos penales y darles solución, estableciendo en su
artículo 56 que ésta "...es ejercida por todos los jueces y tribunales que establece este
Código", de donde resulta que fuera de los órganos jurisdiccionales mencionados en el
artículo 69, no hay en principio ningún otro órgano jurisdiccional autorizado a conocer y
decidir sobre conflictos de carácter penal;
Atendido, que el Código Procesal Penal consagra en su artículo 57 un principio de
Exclusividad y Universalidad de las jurisdicciones penales, para el conocimiento y fallo
de todas las acciones y omisiones punibles previstas en él y en la legislación penal
especial;
Atendido, que el Código Procesal Penal al establecer la universalidad de la jurisdicción
penal en su artículo 57, también ha dispuesto como regla universal de la legislación
procesal interna, la aplicación de las normas de procedimiento previstas en el mismo para
la investigación, conocimiento y fallo de cualquier hecho punible sin importar su
naturaleza ni la persona imputada; que en consecuencia, las normas del procedimiento
ordinario establecido en el Código Procesal Penal se aplican a todos los procedimientos
penales, a no ser que exista disposición especial que excluya su aplicación, como ocurre
con la instrucción preparatoria que es inexistente en los casos de contravenciones y en los
actos punibles de acción privada previstos en los artículos 354 al 356, y del 359 al 362,
respectivamente;
Atendido, que ni el Código Procesal Penal ni ningún otro texto legal ha previsto un
procedimiento particular para los delitos atribuidos especialmente a la competencia del
Juez de Paz, por lo que todas las acciones punibles de que trata el artículo 75, numerales
2, 3 y 6 del referido código, están sujetas al procedimiento ordinario que comprende una
fase preparatoria, una etapa intermedia, y un procedimiento de juicio conforme al artículo
57 del mismo instrumento normativo;
Atendido, que al atribuir competencia al Juzgado de Paz para conocer tanto de las
contravenciones, como de las infracciones relativas al tránsito de vehículos, a los asuntos
municipales y a los demás hechos punibles cuyo conocimiento y fallo le son atribuidos
por leyes especiales, el artículo 75 del Código Procesal Penal no ha hecho distinción
entre un juez de paz especial de tránsito, un juez para asuntos municipales y un juez de
paz ordinario; que en tal virtud, no existe otra denominación que la de juez de paz para
identificar al funcionario que tiene a su cargo todas estas funciones, por lo cual, todos son
tenidos como juez de paz para los fines de esta resolución, como se infiere del contenido
de los artículos 56, 69 y 75 del Código de referencia;
Atendido, que al establecer el Código Procesal Penal en su artículo 57, que las normas de
procedimiento establecidas en el mismo se aplican a la investigación, conocimiento y
fallo de cualquier hecho punible, sin importar su naturaleza ni la persona imputada, no
incluye las contravenciones, para las cuales ha previsto un procedimiento más expedito
en sus artículos 354 al 358;
Atendido, que el Código Procesal Penal en su artículo 73 reconoce competencia al Juez
de la Instrucción para resolver todas las cuestiones en las que la ley requiera la
intervención de un juez durante el procedimiento preparatorio, así como para dirigir la
audiencia preliminar, dictar las resoluciones pertinentes y dictar sentencia conforme al
procedimiento abreviado; que la habilitación de los jueces de paz para el desempeño de
estas funciones, no excluye la competencia excepcional que a éstos atribuye como
función propia el artículo 75 del mismo código;
Atendido, que las competencias reconocidas expresa y excepcionalmente al Juez de Paz
en el artículo 75 del Código Procesal Penal para actuar durante la instrucción
preparatoria, no comprenden todas las atribuciones que corresponden al Juez de la
Instrucción y no les está reconocida competencia para intervenir y decidir durante la
audiencia preliminar sobre los actos conclusivos, lo cual hace necesaria su habilitación a
estos fines;
Atendido, que ante la necesidad de aplicar a los actos punibles regulados por leyes
especiales el procedimiento preparatorio, incluyendo el juzgamiento de los actos punibles
competencia del Juez de Paz no sustraídos al procedimiento ordinario, se hace necesario
garantizar que el despacho de estos asuntos se realice con celeridad y eficiencia, lo cual
no sería posible si los jueces de la instrucción tuvieran a su cargo, en adición a sus
responsabilidades ordinarias, el despacho del procedimiento preparatorio en estos casos;
que al habilitar a los jueces de paz con este objeto, la Suprema Corte de Justicia toma en
consideración las potestades que confiere el Código Procesal Penal en su artículo 63 a las
Cámaras Penales de las Cortes de Apelación Penal, para dictar normas prácticas de
distribución;
Atendido, que el artículo 142 del Código Procesal Penal revela con claridad que en la
Suprema Corte de Justicia reside un poder genérico para dictar normas prácticas de
funcionamiento destinadas a hacer efectivas las disposiciones del referido código, a lo
cual se une la potestad de trasladar a los jueces de una jurisdicción a otra consagrada en
el artículo 67 numeral 6 de la Constitución y el artículo 8 de la Ley No. 278-04 sobre
Implementación del Código Procesal Penal; que en consecuencia, la Suprema Corte de
Justicia está facultada a fines de habilitar a los jueces de paz para el ejercicio de las
funciones jurisdiccionales del Juez de la Instrucción;
Atendido, que ante la disposición legal que ordena que todas las apelaciones de cualquier
jurisdicción son conocidas por la Corte de Apelación, resulta que los jueces de la
instrucción, los jueces y tribunales de juicio y los jueces de paz, comparten hoy la
condición de tribunales de primer grado;
Atendido, que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 403 del Código Procesal
Penal los jueces que han pronunciado o que hayan concurrido a dictar una decisión
recurrida en apelación, durante la instrucción preparatoria, no pueden intervenir en el
conocimiento del nuevo juicio que pudiera generar el recurso, de donde se deriva que el
juez del procedimiento preparatorio, no puede ser el juez de juicio en ocasión de un
mismo caso; que esta norma ha de ser tomada en cuenta para asegurar la libre e imparcial
intervención del Juez de Paz en cada una de las fases del proceso.
Por tanto, la Suprema Corte de Justicia en uso de las facultades que le confieren la
Constitución y las leyes,
RESUELVE:
PRIMERO: Habilita a todos los jueces de paz para actuar como jueces de la instrucción y
ejercer las funciones de éstos, en lo relativo a los actos de carácter delictuoso atribuidos a
la competencia de los juzgados de paz por el artículo 75, numerales 2, 3 y 6 del Código
Procesal Penal, a los cuales es aplicable el procedimiento penal ordinario.
SEGUNDO: Instruye a los presidentes de cortes de apelación en atribución penal, para
que en los municipios cabecera de provincia en donde haya más de un juez de paz,
procedan a la asignación de responsabilidades y distribución del trabajo entre los jueces
habilitados, conforme a las pautas establecidas en el artículo 63 del Código Procesal
Penal, y se les requiere informar a la Dirección General de Carrera Judicial, acerca de las
medidas prácticas de distribución que libraren en cumplimiento de sus disposiciones.
TERCERO: Dispone que en todos los casos en que un juez de paz esté impedido de
conocer y decidir en relación a un hecho por haber ordenado la apertura a juicio o
cualquier otra medida jurisdiccional durante el procedimiento preparatorio, con respecto
a uno o más coimputados, las actuaciones sean conocidas por otro juez del mismo
Distrito Judicial, o por el juez suplente habilitado a estos fines, quien seguirá el
procedimiento indicado en el Código Procesal Penal para la preparación y conocimiento
del juicio.
CUARTO: Ordena comunicar la presente resolución a la Dirección General de la Carrera
Judicial para su cumplimiento y ejecución.
Jorge A. Subero Isa
Rafael Luciano Pichardo
Eglys Margarita Esmurdoc
Hugo Álvarez Valencia
Juan Luperón Vásquez
Margarita A. Tavares
Julio Ibarra Ríos
Enilda Reyes Pérez
Dulce Ma. Rodríguez de Goris
Julio Aníbal Suárez
Víctor José Castellanos Estrella
Ana Rosa Bergés Dreyfous
Edgar Hernández Mejía
Darío O. Fernández Espinal
Pedro Romero Confesor
José E. Hernández Machado
La presente resolución ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran más
arriba, el mismo día seis (06), mes de abril del año dos mil cinco (2005) en ella
expresados, lo que yo, Secretaria General, certifico.-
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