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LOS YURBACO “LA GENTE MÁS FEROZ
DE TODA LA TIERRA FIRME”
Javier Enrique Alcalá*
Resumen:
Al llegar los españoles a la costa Caribe, a comienzos del siglo XVI, encontraron un
sinnúmeros de pueblos indígenas con culturas muy disimiles entre sí. Entre estos
estaba el pueblo Yurbaco que se ganó la fama de ser un pueblo muy belicoso, este
calificativo se lo dieron los españoles a Yurbaco al observar ciertos compartimientos
y prácticas. Pero si analizamos bien la documentación que se conservada, podemos
concluir que el calificativo de gente feroz hay que replantearlo.
Palabras clave:
Cultura, belicosidad, Caribe, conquista.
Abstract
When the Spaniards arrived to the Caribbean coast, in the early sixteenth century,
they found a countless of indigenous communities with different cultures. Between
these the Yurbaco people, highlighted by the qualification of bellicose that was gave
by the Spaniards when they observed certain behaviors and practices. Nevertheless,
the analysis of the documentation observed, allows concluding that the category of
ferocious people must be reframed.
Keywords:
Culture, Warlike, Caribbean, Conquest.
Sin dubda me paresce que el gobernador Pedro de Heredia es digno de loor, é su prudencia y esfuerco para no ser olvidado, pues que
donde se perdió el gobernador Alonso de Hojeda y le mataron á su teniente el capitán Johan de la Cosa con tantos chripstianos, supo
darse tan buen recaudo é maña para se sostener entre estos caribes, seyendo gente tan
feroz é belicosa, é teniendo menos gente que
otros capitanes que se han perdido en estas
partes.
Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés1
* Estudiante de VIII semestre, Programa de
Historia, Facultad de Ciencias Humanas,
Universidad de Cartagena. Contacto: [email protected]
De esta manera Gonzalo Fernández de
Oviedo mostraba su admiración por Pedro de Heredia en su obra más famosa:
Historia general y natural de las Indias,
islas y tierra firme del mar océano, por
haber logrado conquistar a los pueblos
indígenas que habitaron el norte del actual departamento de Bolívar y Atlántico.
Oviedo calificaba a estos indígenas de ca1 Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Historia General y Natural de las Indias de las
islas y tierra-firme del mar océano, parte II,
T I, Madrid, Imprenta de la Real Academia de
la Historia, 1852, p. 438.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
9
ribes (caníbales) muy feroces y belicosos.
Sin duda, antes que terminara la primera mitad del siglo XVI, época en la que
Oviedo escribió su historia de las indias,
la fama de gente aguerrida de los indígenas de esta zona ya se había extendido,
por ser esta región en la que murieron
muchos españoles cuando llegaban en
sus navíos a incursionar y conquistar estas tierras.
Esta fama de gente feroz se la ganó en especial el pueblo indígena Yurbaco2, murió
el famoso cartógrafo Juan de la Cosa3 en
el año de 1510, hecho que fue registrado
en diferentes crónicas y cartas en el tras2 El ancestral pueblo Yurbaco se encontraba ubicado en el actual territorio del municipio colombiano de Turbaco en el departamento de Bolívar. En la actualidad cuenta
con 86.410 habitantes. Está ubicado a 10 kilómetros de Cartagena de Indias y es la cuarta ciudad más importante del Departamento
después de Cartagena, Magangué y el Carmen de Bolívar. Alcaldía de Turbaco-Bolívar,
“Nuestro Municipio Información general”,
http://www.turbaco-bolivar.gov.co/informacion_general.shtml#identificacion , junio de
2014.
3 Juan de la Cosa, famoso cartógrafo y
navegante Vizcaíno, nació hacia 1460. Acompañó a Cristóbal Colón en sus dos primeros
viajes (1492-1493). En 1499 volvió al Nuevo
Mundo en la expedición que ese año realizó
Alonso de Ojeda. A finales de 1500 hizo parte de la que llevo a cabo Rodrigo de Bastidas.
Otro viaje suyo se cumplió en 1504. Arribó
entonces a Isla Margarita, regresó en compañía de Ojeda y Francisco Pizarro. El primero
de estos dirigió el ataque contra los indios
yurbacos, refriega en la cual murió de la Cosa
(1510). Había compuesto en 1500 un mapamundi en el cual figuraban por primera vez
las tierras descubiertas por con y sus sucesores. Eduardo Lemaitre, Historia General de
Cartagena, T. I, Bogotá, Banco de la República, 1983, p. 57.
10
curso del siglo XVI. Este pueblo demostró sobresaliente resistencia ante la conquista en los primeros encuentros con los
ibéricos y un gran carácter bélico; el rey
Carlos I de España, se refiere a esto en
una carta fechada en Valladolid el 26 de
junio de 1523. En este escrito el rey encarga a Gonzalo Fernández de Oviedo y
Valdez la misión de pacificar, conquistar
y fundar una ciudad en el lugar que hoy
conocemos como Cartagena de Indias
o cerca de la zona. Aquí el rey de España se refiere a los indígenas de Yurbaco
como “los indios Caribe flecheros (...)
Disque es la gente más feroz de toda la
tierra firme”4. Es más, “su fama belicosa
se extendió por todo lo descubierto, con
tal asombro de valentía, que si pasaban
por aquellas costas algunos bajeles, miraban la tierra como sepultura de soldados
españoles.”5 Teniendo en cuenta todas
estas referencias ¿Eran en realidad los
yurbacos “la gente más feroz de toda la
tierra firme”? esta es la pregunta que se
responderá en este artículo. Sin embargo, para una mejor comprensión primero
analizaremos el contexto geográfico de
este pueblo a comienzos del siglo XVI.
1. Los yurbacos y los indígenas del
partido de Cartagena.
Algunos historiadores, como Alberto
Zabaleta Lombana y Miguel Camacho
4 Juan Friede, Documentos Inéditos para
la Historia de Colombia (de ahora en adelante DIHC), T. I, Documento No.10, Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1955,
p.73.
5 Alfonso Zamora, Historia de la provincia de San Antonio del Nuevo reino de Granada, Madrid, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1980, p.174.
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Sánchez infieren que los Yurbaco eran la
misma etnia Calamary, quienes construyeron una gran aldea en el altiplano de
Plan Parejo hoy municipio de Turbaco.
Uno de los atractivos de este lugar para
que se construyera la aldea donde se encontraba el cacique principal de la zona,
era las bondades del clima, lo fértil de su
suelo y las abundantes fuentes de agua
que brotaban por todas partes en esa fértil colina6.
La versión de otro historiador que trata
este tema, aunque se enfoca más en la
historia de Cartagena de Indias, es Eduardo Lemaitre. En su Historia general de
Cartagena7 nos dice que los pobladores
encontrados por los españoles en esta comarca al momento de la conquista hacía
parte de la tribu o cultura de los Mokaná,
una de las cuatro, que junto con Chimilas, Malibúes y Zenúes poblaron la Costa
Caribe de la actual República de Colombia y todos pertenecían a una raza que se
ha dado en llamar Caribe8.
Bohaire, Caricox, Matarapa, Cenapote,
Calamar, Tocana, Guapato, Turipana y
Mahates; los Yurbacos habitaban desde
la punta de Galerazamba hacia el este,
hasta la región del actual municipio de
Turbaco; y los Zenúes que se ubicaban
al sur de la provincia de Cartagena desde
el actual municipio de San Jacinto hasta
gran parte de los actuales departamentos
de Sucre y Córdoba9.
Por otro lado, Juan José Nieto, sobresaliente caudillo costeño del siglo XIX, sostiene que los pueblos Calamary y Yurbaco
eran diferentes e independientes el uno
del otro. En su ensayo titulado Breve noticia histórica de los usos costumbres y
religión de los habitantes del pueblo de
Calamar10, sostiene que los calamaries
eran entre todas las parcialidades de indios de toda la parte norte de lo que hoy
es el departamento de Bolívar; la más numerosa, fuerte y civilizada. Los calamaries tenían alianzas con sus poblaciones
vecinas: Carex (tierra bomba), Matarapa,
Cocón, Cuspique y Bobaire (Isla Barú).
Con el único pueblo cerca que no tenía
alianzas era con el pueblo de los Yurbaco,
por ser estos inquietos valientes y de genio indomable11.
María del Carmen Borrego Plá afirma
que a la llegada de los españoles tres grupos indígenas poblaban la antigua Gobernación de Cartagena: los Caribes, los
Turbacos y los Cenues. Según esta historiadora los Caribes estaban centrados ¿A qué se debe que haya diferentes conen la Bahía de Cartagena, sus parciali- ceptos respecto e estos pueblos en cuanto
dades más importantes eran Calpixque, a su clasificación, organización, y alian6 Alberto Zabaleta Lombana, Turbaco en
la historia: homenaje al pueblo de Turbaco en el V centenario del descubrimiento de
América, Cartagena, Academia de Historia de
Cartagena, 1992, p. 7
7 Eduardo Lemaitre, Historia General de
Cartagena, T. I, Bogotá, Banco de la República, 1983, p. 216.
8 Ibíd., p. 3
9 María del Carmen Borrego Plá, Cartagena de Indias en el siglo XVI, Madrid, CSIC
- CSIC Press, 1983, p. 48.
10 Juan José Nieto, “Breve noticia histórica de los usos y religión de los habitantes de
pueblo de calamar”, en Huellas, V. 28, Barranquilla, Universidad del Norte, 1990, p. 53
-59
11 Ibíd., p. 53 -54.
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11
zas políticas? La respuesta puede estar
en estudios más recientes que se han
hecho sobre los indígenas del partido de
Cartagena. Armando Luis Arrieta Barbosa en su libro que estudia a los Mokaná
sostiene que los indígenas que habitaban la zona geográficamente demarcada
por el Canal del Dique, el Rio Magdalena
y el Mar Caribe que él llama partido de
Cartagena, a diferencia de otros grupos
indígenas del norte del Caribe colombiano como los Taironas, Zenúes y los Malibúes propiamente dichos, nunca constituyeron una etnia, ni lograron tampoco
avances significativos en el terreno de la
unificación política y religiosa. Más bien
se mantuvieron como un conglomerado
social racial y culturalmente heterogéneo, demográficamente disperso y desprovisto de verdaderos centros de poder12
(Véase Mapa No.1 y 2).
Entre los factores que contribuyeron a
esta heterogeneidad cultural en el partido
de Cartagena se encuentran las distintas
migraciones de pueblos indígenas que en
tiempos prehispánicos venían del centro
y del sur de América a esta región, junto a las influencias de pueblos vecinos.
Frente a esto, los indígenas de la parte
de la ribera de Río Magdalena recibían
gran influencia cultural de los Malibúes,
Chimilas, Taironas. Los que se ubicaban
a orillas del Mar Caribe y la parte central
del partido de Cartagena como era el caso
del pueblo Yurbaco, recibían influencia
cultural de los tolúes Zenúes13. Ésta, por
12 Armando Luis Arrieta Barbosa, Los
Mokaná. Impacto de la conquista y de la colonización temprana sobre una cultura indígena de transición 1533-1610, Bogotá, Tercer
Milenio Editores, 2003, p. 40, p. 52-53.
13 12
Ibíd., p.52.
ser un área cultural donde se concentraban pueblos tan disimiles culturalmente,
para algunos historiadores fue difícil realizar una clasificación.
2. Los Yurbaco: “la gente más feroz
de toda la tierra firme”.
La interpretación de Pedro de Heredia
y de otros españoles que pasaron por el
partido de Cartagena, al ver la forma en
que estaban organizadas estas tribus,
consideró que eran pueblos muy territoriales que vivían en constantes guerras14.
Pero tratando el caso particular del pueblo Yurbaco, parece ser que este dominaba sobre los otros pueblos vecinos.
Una de las razones por la que podemos
afirmar que Yurbaco era el que tenía hegemonía sobre los pueblos aledaños, es
que cuando los ibéricos llegaron a las
costas de Calamary (Cartagena), en 1510
y 1533 algunos habitantes de este pueblo llevaron a los ibéricos hasta Yurbaco.
Esto lo hicieron quizás con la fe de que
los Yurbaco por ser el pueblo más fuerte, encierran a los europeos. Fray Pedro
Simón apunta en sus noticias historiales:
no había bien declarado catalina (la
interprete indígena natural de samba,
adoctrinada en la cultura occidental en
la isla La Española) estos intentos (de
ser amigos de los nativos) a Corinche (el
indígena guía que se tomó de las costas
de Calamary) cuando se determinó
cubriendo con obediente y amigable
respuesta su malicia, guiándoles por el
pueblo de Turbaco, indios como hemos
visto de los más valientes de estas
provincias donde tenía seguro el viejo
perecerían los nuestros ya que no todos,
14 DIHC, T. III, Doc. 467, p. 20-25.
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Luego de la sangrienta batalla que duró
casi todo un día, por fin Heredia y sus
hombres lograron entrar al centro de
Aquí la estrategia de los indígenas Cala- Yurbaco, aquí notan que :
mary tuvo mucho éxito en el encuentro
de 1510 porque este pueblo venció a OjeAvía en aquel pueblo de Taragoaco
çiertas casas suntuosas é mucho
da y sus hombres, fue uno de los más memayoenres que las otras, que deiçan ser
morables porque aquí murió el famoso
de indios señores caiçques prinçipales; é
cartógrafo Juan de la Cosa y además es
delante de cada una estaba una estacada
uno de los hechos que contribuyeron al
á manera de çeto, y en cada estaca una
mito de gente feroz atribuido a los indícabeça de un hombre, que deçian ser de
genas del partido de Cartagena. Pero 23
enemigos indios que avian muerto en
años después, la estrategia del viejo Cosus batallas. Y era muy grande el numero
rinche no tuvo mucho éxito, pues Heredestas cabeças, (…) assi entre aquellos
dia y su ejército lograron vencer al pueblo
indios ponen tales ysinias de cabeças
de Yurbaco.
de hombre por trofeos é adornamiento
gran parte de ellos como en la de Juan
de la cosa y Ojeda15.
Siempre que se hacía referencia sobre
este pueblo, lo describían como: “a tierra
adentro pueblo de muy grande que se
decía Turvaco (…) tenía dos o tres arcas
de árboles”16. Sobre este lugar es el único del que se dice que estaba protegido
con tres cercas de madera o arboles; de
otros pueblos de indígenas solo se menciona que tenían una cerca o dos, lo que
da a entender que aunque fuera grande y
el más poderoso de la región, sus vecinos
los atacaban con intensidad. Quizá para
quitarle su supremacía, en contraposición para los Yurbaco fue necesario colocar tres cercas de defensa, lo que a los
ojos de españoles hacía ver a este pueblo
inexpugnable.
15 Pedro Simón (fray), Noticias historiales
de la conquista de la tierra firme en las indias occidentales, V. 8, Bogotá, Ediciones del
Banco Popular, 1981, p. 86.
16 DIHC. T. III, Doc. 1588, p.23-24; Lucas
Fernández de Piedraita, Historia general de
las conquistas del Nvevo Reyno de Granada,
Madrid, J.B. Verdussen, 1688, p. 82
de sus casas: é aquel tienen por más
honrado, que mas cabeças ha cortado é
tiene puestas, por mostrar su ferocidad
é señorío17.
Este hecho sin duda debió causar una
gran impresión en los españoles respecto al carácter de este pueblo, lo drástico
que era el trato que estos les daban a las
personas que ellos consideraban sus enemigos y, debió darles una idea de lo difícil
que sería diezmar su ferocidad.
Otra característica de estas comunidades
en especial Yurbaco era su destreza en la
batalla. Como muy bien lo atestiguan los
primeros ibéricos que tuvieron contacto
con ellos, se afirmaba que: “sus guerras
eran sin cesar unas provincias y pueblos
con otros porque el enemigo de la paz al
que servían no les dejaba descansar un
pueblo sin que estuvieran derramando
17 Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés,
Historia General y Natural de las Indias de
las islas y tierra-firme del mar océano, Parte
II, T. I, Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1852, p.434.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
13
moza de fasta dieciocho o veinte años
sangre humana (...), aún hasta las mujeque se afirmaba por todos que había
res como dejamos dicho, pues al lado de
muerto ocho hombres cristianos antes
sus padres y maridos salían a hacer maque fuera presa en la batalla en la que
yor riza que ellos en sus enemigos salían
perdieron20.
a las guasábaras.”18 Martin Fernández de
Enciso nos dice acerca del pueblo de YurAquí es de notar que tanto los hombres
baco:
como las mujeres peleaban con mucha
valentía, adornados con plumas y los
Son belicosos y usan arcos y flechas;
cuerpos pintados21. Fernández de Enciso,
tiran todas las flechas con hierva de la
destaca la destreza de una joven indígena
mala19 y pelean las mujeres tan bien
de la tribu Yurbaco de aproximadamente
como los hombres. Yo tuve presa a una
20 años. Fue una diestra y hábil guerrera,
claro está, el que las mujeres pelearan en
18 Juan José Nieto, “Breve noticia histórica de los usos y religión de los habitantes de las batallas no era un caso exclusivo de
pueblo de calamar”, en Huellas, V. 28, Ba- Yurbaco. Se dice que en el pueblo indígerranquilla, Universidad del Norte, 1990, p.69. na conocido como el pueblo de las Ollas,
Respecto a la vestimenta de estos indígenas ubicado entre Calamary y Canapote, tama la hora de la guerra Fernández de Oviedo
bién se menciona que una joven de diecinos dice: “ llevan caracoles grandes que suenan mucho, a manera de bocinas, y también siete o dieciocho años logró herir con sus
atambores y muchos penachos muy lindos y flechas a cuatro ibéricos antes que fuera
algunas armaduras de oro, en especial unas presa22.
piezas redondas, grandes, en los pechos y
brazales, y otras piezas en las cabezas(..) y de
ninguna manera tanto como en la guerra se
precian de parecer gentiles y hombres de ir
lo mas bien aderezados que ellos pueden de
joyas de oro y plumajes (…) de aquellos caracoles hacen unas cuentesicicas blancas y de
muchas maneras y otras coloradas y otras negras y otras moradas, y canutos de lo mismo,
y hacen brazaletes, mezclados con olivetas y
cuentas de oro, que se ponen en las muñecas
y encima de los tobillos y debajo de las rodillas(…) y llaman a estos sartales y cosas de
esta manera, chaquira. De más de esto traen
zarcillos de oro en las orejas y en las narices”.
Fernández de Oviedo, Sumario de la Natural
Historia de las Indias, México, Fondo de Cultura Económica, 1996, p. 141.
19 “la yerba de que aqustos indios usan la
hacen, según algunos indios (le habían) dicho, de unas manzanillas olorosas y de ciertas
hormigas grandes (…) y de víboras y alacranes y otras ponzoñas que aquellos mesclan, y
la hacen negra que parece cera-pez muy negra.” Gonzalo Fernández de Oviedo, Sumario… Op. Cit., p. 114.
14
Estos hechos que refieren Fernández Enciso y Fernández de Oviedo nos llevan a
20 Martin Fernández De Enciso, suma de
geografía, V. 55, Bogotá, Biblioteca Popular,
1974, p. 267.
21 Para pelear, estos indígenas se pintaban
el cuerpo de negro y rojo los cuales se obtenían de dos plantas: la jagua y el achote. En
el combate, además de los caciques, habían
otras personas denominadas tequina, lo cual
significaba destreza o experiencia en la guerra, por esto eran guías en las batalla. el titulo tequina no solo se designaba a un hábil
guerrero, pero si había un indígena diestro en
otro arte como la pesca, elaboración de red o
arcos, caza, etc. también se le denominaba tequina. Ibíd., p. 123-124.
22 Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés,
Historia General y Natural de las Indias de
las islas y tierra-firme del mar océano, Parte
II, T. I, Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1852, p.422.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
hombres avia de haçer obras de hombre,
inferir que, tanto hombres como mujeé conversando con mugeres avia de
res de los pueblos guerreros del partido
vivir como ellas; é porque su padre al
de Cartagena, entre estos Yurbaco, desde
tiempo que murió, le avia mandado
niños debían ser entrenados en el arte de
que guardasse castidad, é que por a
la guerra con el objetivo de defender su
vérselo mandado su padre ella era muy
territorio de los pueblos vecinos. De no
contenta de cumplirlo,é que nunca avia
ser así ¿cómo se puede explicar la destreconosgido varón ni violado su castidad:y
za de estas jóvenes en el combate? Este
era ya muger vieja, pero muy diestra en
entrenamiento que en principio era necesu arco é flechas, tanto que ningun indio
sario para contrarrestar pueblos enemimangebo le haria Ventaja24.
gos con los que tenían constantes enfrentamientos, se vio reflejado en las batallas Aquí podemos observar que no todas las
de conquista que estos aborígenes tuvie- mujeres de estos pueblos eran guerreras,
ron con los europeos.
porque todo parece indicar que Heredia
observaba que hubo mujeres que no anEn una carta que Heredia dirige al rey de daban con arcos y flechas, pero que alguEspaña, nos dice respecto a estas muje- nas si andaban armadas como si fueran
res guerreras de los pueblos de partido indígenas varones, por eso se le pregunde Cartagena que “había indios que ser- ta a una de estas indígenas que, “porque
vían de mujeres para todo y había muje- andaba assi é no como las otras mugeres que no conocían varón, que andaban res, é traia armas como los hombres…”
con sus arcos y flechas e iban a la guerra y lo que nos da a entender que había otras
tenían mujeres que les servían en casa”23. mujeres que no eran guerreras.
Oviedo nos da un dato interesante sobre
las mujeres guerreras de estas tribus, en Aunque la respuesta que da esta indígena
su crónica menciona cierta conversación es personal, dice que se debe a un voto de
que Pedro de Heredia tuvo con una de es- castidad que hizo a su padre antes de motas mujeres en el pueblo de Zamba ( Ga- rir. Lo cierto es que cuando los ibéricos las
lerazamba):
observaban, llegaban a la conclusión que
las mujeres de guerra de estos pueblos
En aquella tierra acostumbran las
tenían actitudes masculinas, en cuanto a
mugeres, que no quieren casarse, traer
vestimenta y comportamiento. Además,
arco é flechas como los indios, é van á
observaban que estas indígenas no conola guerra con ellos é guardan castidad, é
cían varón, al contrario, tenían mujeres
pueden matar sin pena á qualquier indio
en sus casas que les servían, pues parece
que les pida el cuerpo ó su virginidad.
ser que las indígenas guerreras, según los
Destas tales mugeres vino una á ver al
españoles, tenían tendencias lésbicas; de
gobernador é á los cristianos, la qual
igual manera, “había indios que servían
traia un arco é sus flechas en compañía
de mujeres para todo” que asumían roles
de los indios, é pregúntesele por la
lengua que porqué andaba assi é no
femeninos.
como las otras mugeres, é traia armas
como los hombres. Respondió que con
23 DIHC, T. III, Doc.1588, p. 213.
24 Ibíd., p.437.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
15
Con esto no podemos asegurar que toda
la práctica guerrera era exclusiva de mujeres que no conocían varón o que tenían
actitudes masculinas, pues como ya se
citó en las batallas con los españoles, se
dice que las mujeres “al lado de sus padres y maridos salían a hacer mayor riza
que ellos en sus enemigos”.
otas relaciones sociales. Aunque toda esta
descripción demuestra que la guerra era
algo fundamental en estos pueblos, no es
prueba de que estos indígenas fueran incapaces de actuar por vías pacíficas. Hay
que tener en cuenta que no siempre los
indígenas de esta zona fueron considerados feroces y guerreros.
Es posible que la participación en la guerra fuera exclusiva de hombres y de este
tipo de mujeres guerreras que no tenían
compañeros masculinos. Pero en casos
extremos como las batallas con pueblos
muy fuertes y las que se dieron con los
ibéricos, era necesario que no solo estos
guerreros participaran en la batalla, si no
todo el pueblo, lo que incluía a mujeres
que no eran guerreras, a que entraran
en la batalla para defender su comunidad. Otra posibilidad es que aunque en la
práctica guerrera entre las indígenas fuera más común, en las que asumían roles
masculinos, también hubo la posibilidad
de que mujeres con roles femeninos fueran entrenadas en la guerra, ya fuera por
iniciativa propia o, porque sus padres así
lo quisieran.
En esta parte es útil citar el estudio hecho
por Tzvetan Todorov titulado La conquista de América: el problema del otro25.
El autor resalta la importancia de tener
cuidado de no caer en la ingenuidad de
creer los juicios que hacían los europeos
al observar ciertas prácticas culturales en
los nativos americanos. Como ejemplo el
autor nos muestra el concepto cambiante que tuvo Cristóbal Colon de los indígenas al observarlos y tratar con ellos en
sus diferentes viajes a las Antillas, lo cual
queda evidenciado en las cartas que este
dirigía a la metrópolis o en sus diarios de
viajes y que llega ser objeto estudio de
este investigador26. Colón en su primer
viaje daba el calificativo a los indígenas
de las Antillas de sin codicia de lo ajeno, “la mejor gente del mundo, y la más
mansa y de tan buenos corazones”; pero
al pasar cierto tiempo los califica como
“ladrones, salvajes llenos de crueldad y
enemigos nuestros”27. ¿A qué se debe que
el concepto de estos indígenas cambie de
una manera tan marcada y contradictoria
en tan corto tiempo?
3. ¿Eran en realidad tan feroces?
Todos estos rasgos culturales expuestos
anteriormente eran observados por los
españoles y a la conclusión que llegaban
es que todas estas comunidades eran feroces e incluso como se dijo del pueblo
Yurbaco “la gente más feroz de toda la
tierra firme”. Pero esto no nos debe llevar
a pensar que Yurbaco o todos los pueblos
25 Tzvetan Todorov, La conquista de Améindígenas del partido de Cartagena eran
rica: el problema del otro, México, Siglo
sociedades iracundas e irracionales que
Veintiuno Editores, 1987, p. 197.
se inclinaban a prácticas más instintivas, 26 Ibíd., p. 41-58.
dejando de lado el establecimiento de
27 16
Ibíd., p. 46.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
El primer calificativo lo hace en base a la
buena disposición de los indios al rescatar el oro por abalorios que los europeos
traían, donde los indios “daban todo por
nada” le parece que a veces rallaban en la
tontería. Olvida que los valores son convencionales, que el oro no es más valioso
que los abalorios en sí, no tiene en cuenta
la supremacía del oro sobre otros objetos
en el sistema de intercambio europeo,
pero no debía ser lo mismo en el mundo
indígena28.
El segundo calificativo es hecho con base
a observar que los indígenas muchas veces tomaban las pertenencias de los españoles cuando estos se quedaban en
sus aldeas, les daban el calificativos de
ladrones, sin tener en cuenta que era una
costumbre en la que los indígenas que
pertenecían en una misma aldea podían
utilizar los bienes de sus vecinos. De igual
manera, cuando los indígenas no adoraban o no mostraban respeto por las imágenes religiosas europeas entonces los indígenas pasaban a “ser salvajes llenos de
crueldad y enemigos de los europeos”29.
ladrones.
De forma parecida sucede con los indígenas del partido de Cartagena, en especial los indígenas de Yurbaco cuando
los europeos observan todos estos rasgos
descritos anteriormente y aún más, los
informes de españoles muertos de esta
región a comienzo del siglo XVI, los ibéricos “miraban (esta) tierra como sepultura de soldados españoles.”30 Así, llegaron
a la conclusión que estos eran sin duda
los indígenas más feroces de tierra firme.
Pero si nos ponemos a analizar detalladamente la información al respecto podemos sintetizar que este calificativo de
“gente feroz” hay que matizarlo, en esta
ocasión analizaremos al menos cuatro
acontecimientos.
El primer acontecimiento fue la llegada
de Cristóbal Guerra a las costas de Cartagena. Este es un caso que fue documentado por fray Bartolomé de las Casas31:
Al llegar Cristóbal Guerra a las playas de
Calamary quien sale a su encuentro es el
cacique de esta población con otros indígenas. Guerra por medio de señas le indica al cacique que le daría cosas de Castilla a cambio de oro, pero éste es prendido
por el ibérico y hecho prisionero en uno
de los navíos. Los españoles le comuni-
Este es un claro ejemplo para mostrar lo
miope que era la observación que hacían
los europeos al describir las prácticas culturales de los indígenas. Muchas veces,
(en este caso Colon), hacían juicios sobre
los indígenas al observar de una manera 30 Alfonso Zamora, Historia de la provincia de San Antonio del Nuevo reino de Grasuperficial sus prácticas y con una carnada, Madrid, Instituto Colombiano de Culga y punto de vista europeos llegaban a
tura Hispánica, 1980, p.174.
ciertas conclusiones. Por esta razón los
indígenas pasaban de ser la gente más 31 Fray Bartolomé de las Casas afirmó que
este caso se lo conto después de 30 años que
mansa a la más salvaje, o de ser la gente
sucediera una persona que fue testigo ocular
más buena e ingenua a los más crueles y
del hecho, éste viajo con Alonso Niño y Cris28 Ibíd., p. 46-47.
29 Ibíd., p. 48.
tóbal Guerra a las costas de Cartagena para
1502. Bartolomé de las Casas (Fray), Historia de las indias, T. II, Cap. CLXXII, Madrid,
Marqués de Urquijo Editores, 1839, p. 73.
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
17
can al pueblo que la única manera que
lo podían dejar libre era a cambio de un
cesto lleno de oro de los que se usaban en
Castilla para llenar uvas.
Los indígenas al ver que su cacique estaba
secuestrado, se movilizaron por todo el
pueblo de Calamary buscando oro pero lo
que hallaban era poco. Los españoles no
bajaban el precio de rescate, a menos que
el cesto estuviera lleno. Así que los indígenas angustiados y con lágrimas fueron
buscando en todo rincón de sus chozas e
incluso a los pueblos vecinos para conseguir el precio estipulado del rescate y
lograr que el cacique fuera liberado; tardaron más de un día para conseguir la demanda de los españoles. Una vez pagado
el rescate, aunque no completo, Guerra
deja libre al cacique en una canoa y le da
un hacha por satisfacción, pero el cacique
es dejado en libertad solo y se quedan con
los indígenas que llevaron la última cantidad de oro como precio del rescate32.
Este caso es interesante, pues los indígenas de Cartagena que después fueron
llamados los más feroces, en esta ocasión
no actuaron de forma bélica, al contrario,
los indígenas de Calamary como “no habían experimentado por allí las obras de
los nuestros –dice Fray Bartolomé de las
Casas - venianse a los navíos como gentes
simples y confiadas”33, también es de notar que en ningún momento se dice que
los indígenas de Calamary como tampoco
los de los pueblos aledaños hayan actuado con ferocidad en contra de los españoles.
18
32 Ibíd., p. 75-79.
33 Ibíd., p. 77.
Otro caso que muestra la buena relación
del pueblo Calamary con los otros pueblos, aunque se afirmara que “sus guerras
eran sin cesar unas provincias y pueblos
con otros porque el enemigo de la paz
al que servían no les dejaba descansar
un pueblo sin que estuvieran derramando sangre humana”34 se puede ver en las
alianzas. Esto se hace evidente cuando
los indígenas de Calamary acuden a los
pueblos vecinos para que estos los ayudaran a cumplir con el pago de rescate.
También podemos notar cierta relación
política donde la autoridad del cacique de
Calamar estaba sobre los caciques de los
otros pueblos y era bien vista o aceptada
de buena gana por estas comunidades,
porque el suceso en que el cacique de Calamary fue secuestrado por los españoles,
hubiera sido una excelente oportunidad
para librarse del dominio político que
este cacique tenía sobre ellos al no ayudar
al pueblo Calamary con el pago de rescate. Pero vemos que lo que sucedió fue que
todo lo contrario, los indígenas de todos
estos pueblos contribuyeron para lograr
la liberación de este.
Otra evidencia nos la da el mismo Oviedo
cuando afirma que logró tener tratos pacíficos con los indígenas de la Isla Carex
antes que se fundara la ciudad de Cartagena, pues nos afirma:
Carex fue un cacique de los que un
tiempo uvo en aquella isla, y el más
poderoso; porque quando yo trataba
con aquellos indios , en los rescates que
tengo dicho, aquel cacique Carex era
muy hombre , y el que más temido é más
señor era allí en aquel tiempo , y el más
rico , é sin él avia otros tres. Este tenía
34 Pedro Simón (frag), op. cit, p. 69.
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la costa toda de la isleta por la banda
de Sur enteramente, y de la otra parte ó
banda del Norte estaban tres caçiques,
que eran el caçique Quiripa, más al
Este; é masbaxo al Poniente estaba el
caçique Guacaliçes; é mas al Occidente
en la misma isleta era el quarto caçique
Cuspique35.
Aquí podemos apreciar que Oviedo logró
tener cierto trato con los indígenas de la
isla Codego pues conocía bien los pueblos
que la componían y reconocía que aunque Carex era el cacique mayor de la isla.;
pero esto no impidió que este lograra tratar y rescatar con aquellos indios.
Otro suceso es cuando Pedro de Heredia
llega a un pueblo indígena del partido de
Cartagena llamado Choguapo y logra tener un trato pacifico con estos; luego los
indios para mostrar su amistad con los
españoles le traen a Heredia algunas provisiones. Entre estas “truxeron muchas
gallinas de las de Castilla, no porque estas eran naturales de aquella tierra, pero
que ya tenían casta é muchas dellas des
pues que los chripstianos han praticado aquellas costas.” Si los indígenas de
esta región eran tan guerreros e iracundos como se afirmaba de estos en algunas crónicas y cartas, entonces ¿Por qué
se podían encontrar gallinas europeas en
estos pueblos? Pues como afirmó el mismo Oviedo, estas eran una evidencia que
los ibéricos, aunque no se mencione explícitamente la documentación existente,
lograron tener tratos pacíficos con estos
pueblos indígenas36.
35 Ibíd., p. 429-430.
36 Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés,
Historia General y Natural de las Indias de
las islas y tierra-firme del mar océano, Parte
Por último, hay que tener en cuenta que
de los aproximadamente cincuenta pueblos del partido de Cartagena que visitó
Pedro de Heredia antes de fundar la ciudad de Cartagena tan solo cinco pueblos
actuaron de forma bélica contra las huestes de Heredia. Entre estos Yurbaco, Canapote, Tubará, Timiriguaco y Codego;
otros siete aunque se mostraron en actitud de guerra no se enfrentaron con los
españoles, pero los otros treinta y ocho
pueblos aproximadamente huyeron del
lugar o aceptaron tributar. De acuerdo
con esta información podemos concluir
que el calificativo de “la gente más feroz
de tierra firme” hay que replantearlo pues
del cien por ciento de los pueblos que según Oviedo visitó Heredia en su primera
expedición por el partido de Cartagena
solo el diez por ciento actuó de forma bélica ante la llegada de los españoles37.
Teniendo en cuenta todo lo analizado hasta ahora podemos concluir que referente
a sus prácticas guerreras y sus estrategias
para defenderse de otros pueblos, Yurbaco a la llegada de los españoles en el siglo
XVI fue un pueblo indígena grande que
estaba cercado por tres cercas de arboles
que predominaban sobre los demás pueblos de la región. En este pueblo, ubicado en el altozano de la colina de Turbaco, tanto mujeres como hombres estaban
bien entrenados en el arte de la guerra, lo
cual era necesario para defender su territorio y hegemonía ante los otros pueblos
II, T. I, Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1852, p. 438.
37 Armando Luis Arrieta Barbosa, Los
Mokaná. Impacto de la conquista y de la colonización temprana sobre una cultura indígena de transición 1533-1610, Bogotá, Tercer
Milenio Editores, 2003, p. 62-63.
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que lo rodeaban.
Ahora bien, aunque la guerra era algo primordial entre estos pueblos eso no quiere decir que eran personas iracundas no
dispuestas a ningún acuerdo y que todo
lo arreglaban con la guerra, pues como
ya vimos entre estos pueblos hubo ciertas
alianzas. En cuanto a su relación con los
españoles podemos concluir que en sus
primeros contactos con europeos no actuaban de forma bélica, al contrario muchos lograron tener tratos pacíficos con
estos pueblos, entre estos figuran Alonso
Niño, Cristóbal Guerra, Gonzalo Fernández de Oviedo, Pedro de Heredia entre
otros. Solo cuando los tratos pacíficos
empezaron ser remplazados por torturas,
secuestros y masacres fue necesario que
estos pueblos comenzaran a defenderse
lo que dio paso a los sucesos donde “fue
derrotado Alonso de Ojeda y murió Juan
de la Cosa y se perdieron tantos otros
capitanes en estas partes y mucha más
gente”38 lo que fue dando a los indígenas
del partido de Cartagena la fama la gente
más feroz de toda la tierra firme.
En vez de resaltar la belicosidad de estos
indígenas cuando tenían contacto con los
ibéricos causándole la muerte a muchos
de estos; más bien se debería resaltar que
actuaron con lógica. Esto fue lo que quizás quiso decir de las Casas en su Historia de las Indias al final del capítulo que
hace referencia a la llegada de los ibéricos
las costas de Cartagena en 1510 y posterior batalla con los Yurbaco. Aquí dejo
varias preguntas sueltas con el propósito
de hacer razonar sobre este asunto al lector de su obra:
38 20
DIHC. T. III, doc. 629, p. 147.
¿qué injurias hicieron los vecinos del
pueblo de Calamar a Hojeda y a Juan
de la Cosa y a los que consigo llevaron?
¿Qué haciendas les usurparon? ¿Qué
testimonios les levantaron o que culpas
otras contra ellos cometieron estando
en sus tierras o casas pacíficos? ¿Fue
alguna culpa suya, los del pueblo de
Turbaco matar a Juan de la Cosa y a los
de más yendo a hacer ellos lo que habían
hecho los españoles a los del pueblo de
Calamar? (…) ¿Hobiera gente o nación
alguna en el mundo razonable, que por
autoridad de la ley y razón natural, que
no hiciera otro tanto?39.
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informacion_general.shtml#identificacion , junio de 2014.
Alberto Lombana Zabaleta, Turbaco
Universidad de Cartagena - Facultad de Ciencias Humanas - Programa de Historia
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Mapa N°. 1.
Fuente: Elaborado por el autor a partir de Armando Luis Arrieta Barbosa, Los Mokaná. Impacto de la conquista y de la colonización temprana sobre una cultura indígena de transición 1533-1610, Bogotá, Tercer Milenio Editores, 2003, p. 40, p. 52-53.
Mapa N°. 2.
Fuente: Elaborado por el autor a partir de Armando Luis Arrieta Barbosa, Los Mokaná. Impacto de la conquista y de la colonización temprana sobre una cultura indígena de transición 1533-1610, Bogotá, Tercer Milenio Editores, 2003, p. 40, p. 52-53;
José Urueta (Comp.), Documentos Para la Historia de Cartagena, V. IV, Cartagena,
Tipografía de Antonio Araujo, 1888, p.74-76.
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