DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. REINALDO PARED

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DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
DR. REINALDO PARED PEREZ,
PRESIDENTE DEL SENADO, EN LA
REUNION CONJUNTA DE LAS
CAMARAS CONGRESIONALES,
CON MOTIVO DEL MENSAJE QUE DIRIGE EL
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA
REPUBLICA, DR. LEONEL FERNANDEZ REYNA,
ACOMPAÑADO DE LAS MEMORIAS
DE LOS MINISTROS
Santo Domingo, D. N.
27 de Febrero de 2011.-
Excelentísimo Señor
Presidente Constitucional de la República,
Dr. Leonel Fernández Reyna
Excelentísimo Señor
Vicepresidente Constitucional de la República,
Dr. Rafael Alburquerque De Castro
Distinguida Primera Dama de la República,
Dra. Margarita Cedeño de Fernández
Doña
Martha Montes de Oca de
Alburquerque
Honorable Señor Presidente
de la Suprema Corte de Justicia,
Dr. Jorge Subero Isa
Honorable Señor
Presidente de la Cámara de Diputados,
Lic. Abel Martínez
Honorables Señores Secretarios y
Secretaria de los Bufetes Directivos
del Senado y de la Cámara de Diputados
Su Eminencia Reverendísima,
Josef Wesolowski,
Nuncio Apostólico de Su Santidad
Benedicto XVI y Decano del
Cuerpo Diplomático
Señores Miembros del Cuerpo
Diplomático, Consular y de los
Organismos Internacionales
acreditados en el país
Honorables Legisladores y
Legisladoras
Honorable Señor Presidente
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de la Junta Central Electoral,
Dr. Roberto Rosario Márquez y
demás integrantes
Honorable Señora Presidente
de la Cámara de Cuentas de la
República Dominicana,
Dra. Licelot Marte de Barrios y
demás integrantes
Ministros, Directores y Administradores Generales y
demás autoridades Civiles y Militares
Invitados Especiales
Señoras y Señores
Pueblo Dominicano:
La nación toda celebra hoy, con júbilo y regocijo, otro aniversario del
episodio más hermoso y brillante que registra la historia dominicana, como
lo constituye la independencia nacional, precedida por una serie de
actuaciones años antes al 1844, de heroicos y valiosos hombres y mujeres,
que idearon y materializaron, el nacimiento de una nueva república en la
parte oriental de la isla de Santo Domingo.
Transcurridos 167 años de aquel memorable 27 de febrero de 1844,
seguimos venerando el ejemplo de aquellos hombres y mujeres que, en
correspondencia con el curso de la historia, acogieron para sí las ideas
dominantes de independencia y libertad, encabezados y dirigidos por ese
ser excepcional y el más de los preclaros ciudadanos que registra la historia
nacional, llamado Juan Pablo Duarte.
Por cierto Señor Presidente, colegas legisladores y legisladoras, invitados
presentes, al hacer referencia al nombre del padre de la patria, retomamos
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algo que dijimos en fecha 26 de enero del año 2010, en ocasión de un
aniversario más de su nacimiento y de la proclamación, por parte de la
Asamblea Nacional, de la actual Constitución de la República.
Esa vez señalamos, que para el 26 de enero del año 2013, se cumplirá el
segundo centenario de su nacimiento e hicimos un llamado en ese entonces,
para que todo el país se fuera preparando y organizando para la celebración
de grandes actividades, para ese noble y elevado propósito. Es decir, un año
y once meses restan para ese magno acontecimiento, por cuyo motivo
aprovecho de nuevo este solemne momento, para sugerirle, Señor
Presidente, el ir pensando en la integración de una comisión oficial, que
tenga a su cargo la organización y planificación desde ya, de los actos para
la conmemoración de los 200 años del nacimiento, del más grande de todos
los dominicanos, como lo es sin lugar a dudas JUAN PABLO DUARTE.
Ahora bien, Señor Presidente, a los fines de dar cumplimiento a lo que
disponen los artículos 114, 121 y 128, numeral 2, del acápite f), de nuestra
Carta Magna, contamos en el día de hoy con su honrosa presencia, toda vez
que el 27 de febrero de cada año, "Las cámaras se reunirán conjuntamente",
para "Recibir el mensaje y la rendición de cuentas de la o el Presidente de
la República y las memorias de los ministerios". Además y a los fines antes
indicados, esta es la primera vez que usted comparece desde que fue
instalado el actual Congreso Nacional el 16 de agosto del año 2010, por
cuya razón le damos la más cordial bienvenida a nombre de todos los
legisladores y legisladoras electos para el periodo 2010-2016.
En la pasada campaña electoral para las elecciones de medio término,
nosotros dijimos y sustentamos en diversos escenarios, por efecto de
nuestra candidatura a Senador por el Distrito Nacional, que la agenda
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legislativa para el Congreso que resultaría de esas elecciones, se la imponía
la señalada Constitución del 26 de enero del año 2010, ya que dicha Carta
Sustantiva ordena imperativamente, la elaboración de nuevas leyes, la
modificación de otras existentes y la derogación de otras tantas. Y ese
proceso ya ha sido iniciado y la aquilatación de semejante cambio
institucional, comienza a sentirse
con el surgimiento de las nuevas
instituciones que la misma trae consigo.
No obstante, en días pasados y refiriéndose a las actuaciones del presente
Congreso en lo que va del periodo, algunas instituciones organizadas de la
denominada sociedad civil, de una presencia muy activa en los medios de
comunicación, señalaron, entre otras cosas, que los actuales congresistas no
le estaban dando cumplimiento a los mandatos de la primera y más
importante ley de la nación.
Sin embargo, al percatarnos de esas declaraciones y hacer un balance del
trabajo legislativo en casi 6 meses y medio de gestión, los resultados
contrastan con dichas afirmaciones y demuestran, palmariamente, todo lo
contrario. Veamos: El numeral 2do. del artículo 81 de la Constitución, al
hacer referencia a la elección de "Cinco diputadas o diputados" "a nivel
nacional", concluye expresando que "La ley determinará su distribución".
Esa ley ya fue aprobada; asimismo, el numeral 3ero, de ese mismo
artículo 81 preve que, para la escogencia de "Siete diputadas o diputados"
"en representación de la comunidad dominicana en el exterior", una "ley
determinará su forma de elección y distribución".
Esa ley ya fue
aprobada aunque fue observada por el Señor Presidente de la
República; el párrafo II del artículo 155 de la Constitución de la
República, al tratar lo relativo al Consejo del Poder Judicial, determina que
"La ley definirá el funcionamiento y organización de este consejo". Esa
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ley ya fue aprobada; el párrafo del artículo 174 de la Ley Sustantiva, al
contemplar lo inherente al Consejo Superior del Ministerio Público, exige
que "La ley definirá el funcionamiento y organización de este consejo".
Esa ley ya fue aprobada; el artículo 214 al trazar los lineamientos
generales del Tribunal Superior Electoral, señala que el mismo, de
conformidad con la ley, "Reglamentará" "los procedimientos de su
competencia y todo lo relativo a su organización y funcionamiento
administrativo y financiero". Esa ley ya fue aprobada; igualmente se
contempla la modificación y/o derogación de la actual ley orgánica del
Consejo Nacional de la Magistratura, previsto en el Título VII de la
Constitución. Esa ley ya fue aprobada aunque fue observada por el
Señor Presidente de la República; en fin, y si de conformidad con el
artículo 189 de la vigente Carta Magna, según el cual "La ley regulará los
procedimientos constitucionales y lo relativo a la organización y al
funcionamiento del Tribunal Constitucional", esa ley, conocida y aprobada
por el actual Senado de la República, si no existe, se debe al impasse que
se ha presentado en la Cámara de Diputados y que es de público
conocimiento. Asimismo se agregan, la aprobación de otras no menos
importantes iniciativas, entre la que se destaca, la nueva ley general de
sociedades comerciales, que es prácticamente y por así decirlo, un
novedoso Código de Comercio
De modo, pues, que esos hechos y actuaciones resultan más que evidentes
y manifiestos por parte del actual Congreso Nacional y ponen, más clarito
que el agua, a quien atribuirle la fuerza poderosa de la verdad, por cuya
razón saquen ustedes, los que en este momento me escuchan, las
conclusiones y sean además el jurado.
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Honorable Señor Presidente, apreciados colegas, amigos y amigas, pueblo
dominicano, en la actualidad en el mundo se están produciendo lamentables
acontecimientos que ya empiezan a impactar de manera considerable, en la
economía del planeta y por consiguiente, en la nuestra.
Los hechos políticos y sociales que se vienen sucediendo en el mundo
árabe, ya vienen incidiendo de manera negativa para nosotros y para la gran
mayoría de los países, por las consecuencias que resultan de los mismos,
para los precios internacionales de los derivados del petróleo.
Sin lugar a dudas. Hoy vivimos tiempos complejos que nos exigen a
quienes estamos al frente de las instituciones democráticas, comportarnos a
la altura de las circunstancias, colocando siempre el interés de la nación,
por encima de los intereses particulares e individuales. Ojalá que, como
consecuencia de ello, el liderazgo político nacional no sea afectado por el
año preelectoral que vive el país y adopte una actitud entera y
completamente responsable, a tono con esa realidad.
Los acontecimientos políticos que suceden por estos días al otro lado del
Atlántico, en los llamados pueblos árabes, repito, nos hacen testigos de
situaciones que hasta hace poco nadie imaginaba. Multitudes de ciudadanos
y de ciudadanas se lanzan a las calles; ocupan plazas, exigiendo
democracia y libertad. Para muchos entendidos, dichos acontecimientos
son frutos de la consecuencia de la revolución de la información, que ha
ido agujereando por doquier los sistemas políticos cerrados y autocráticos.
De nuestra parte, el compromiso sigue siendo con el fortalecimiento y la
consolidación de la institucionalidad democrática, manteniendo al unísono,
la estabilidad política con el proceso de crecimiento sostenido de la
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economía, que es, ha sido y será y nadie lo puede negar, el gran logro de las
actuales autoridades que han regido los destinos del país el último lustro y
en esa dirección debe continuar el rumbo de la República Dominicana.
Honorable Señor Presidente, apreciados y apreciadas colegas, estimados
invitados e invitadas, pueblo dominicano, nadie discute ni pone en dudas
que vivimos tiempos muy difíciles y fuertes, pero la experiencia,
capacidad, prudencia, sensatez y tenacidad demostrada por usted, nos
aseguran inequívocamente, que la República Dominicana saldrá airosa de
tan dura prueba. Qué Dios le bendiga y le ilumine.
¡VIVAN LOS TRINITARIOS INDEPENDENTISTAS!
¡VIVAN DUARTE, SANCHEZ Y MELLA!
¡VIVA LA REPUBLICA DOMINICANA!
Muchas Gracias.
Santo Domingo, D. N.
27 de febrero de 2011.-
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