One Family in Mission Una Familia en Misión Mis queridos amigos en Cristo Jesús, Nuestro Santo Padre, Francisco, sigue insistiendo que la Iglesia sea cada vez más consciente de los pobres y que nos vayamos “a los extremos.” Confío en que su mensaje nos sirva tanto para inspirarnos como para desafiarnos a todos nosotros. Estoy muy consciente de que, aquí en la Diócesis de Santa Rosa, debemos seguir creciendo en nuestro amor y reconcomiendo las necesidades de los pobres en medio de nosotros. Tenemos un número significativo de oportunidades de hacer esto cada año. Tenemos una docena de Colectas Nacionales; nuestras parroquias participan en una campañas de misiones anualmente; tomamos colectas especiales para aquellos que han sufrido como consecuencia de los desastres naturales; hemos llevado a cabo una Campaña Diocesana Mayor para ayudar a expandir nuestros servicios ministeriales; apoyamos a las necesidades de nuestra parroquia local y la comunidad local; y ahora tenemos nuestra Campaña Anual Ministerial 2015. Las necesidades siempre son mayores que los recursos disponibles, pero esta no es una razón para desanimarse, sino más bien una invitación para incrementar nuestra fe. La asistencia económica que la Diócesis de Santa Rosa utiliza para cubrir sus los gastos día a día proviene en gran parte de sus feligreses. El Llamado al Ministerio Anual es nuestra petición directamente a usted para obtener su ayuda. Le elogio por todas las veces que ha “Escuchado el clamor de los pobres” y ha respondido tan generosamente. Recuerdo especialmente su respuesta a nuestra invitación para participar en el apoyo a nuestras parroquias hermanas en Napa tras el terremoto de agosto. Sospecho que pocos, si acaso nadie, de nosotros hemos experimentado un sentimiento de pérdida o empobrecimiento como consecuencia de nuestras contribuciones a causas benéficas dignas. Mientras que cada obsequio es beneficioso para quien lo recibe, un regalo verdaderamente sacrificial es beneficioso también para el donante. Al llegar a la decisión de dar un obsequio es relativamente fácil. La decisión de dar un obsequio que realmente nos cuesta algo e implica un verdadero sacrificio, es significativamente diferente. Nuestra donación caritativa tiene que ser visto como un “todo”. Lo que damos a cada colecta y campaña es importante, pero también tenemos que considerar lo que damos en su conjunto a lo largo de todo el año. No sé cómo esta Campaña Anual encaja en su plan anual de caridad, pero yo sinceramente le pido que considere la posibilidad de dar una donación a nuestra Campaña 2015. Ningún obsequio es demasiado pequeño, pero le pido, si es posible, que tomara una seria consideración de dar una caridad de $50 o $100. No sé si esta sugerencia es una petición razonable de hacer algo tremendamente sacrificial, sólo usted sabe eso, pero sí sé que cualquier obsequio es beneficioso. No sé sus circunstancias personales, pero confío en que todo lo que es capaz de dar vendrá de un corazón amoroso y generoso. Incluso si usted no puede cooperar para esta campaña, espero que haya establecido en su vida un espíritu de generosidad sacrificial hacia su parroquia u otras organizaciones benéficas que haya preferido. Ruego para que toda buena gracia y bendición de Dios caiga sobre usted. Sinceramente su Hermano en Cristo Jesús, Reverendísimo Roberto F. Vasa Obispo de Santa Rosa