El proceso de planificación en las demarcaciones hidrográficas

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El proceso de planificación
en las demarcaciones hidrográficas
españolas. Una visión global
Teodoro Estrela Monreal
DESCRIPTORES
PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
RECURSOS HÍDRICOS
DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
OBJETIVOS AMBIENTALES
PARTICIPACIÓN PÚBLICA
LEGISLACIÓN AMBIENTAL
DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA
El nuevo Reglamento
de la Planificación Hidrológica
La aprobación por el Consejo y Parlamento Europeo de la Directiva Marco Europea del Agua 2000/60/CE supuso un importante reto para los Estados Miembros de la Unión Europea,
ya que por primera vez se fijaba un marco normativo obligatorio que establecía objetivos medioambientales para todas las
masas de agua: continentales, de transición y costeras.
La transposición de la Directiva Marco del Agua (DMA) a
la legislación española (artículo 129 de la Ley 62/2003, de
30 de diciembre de medidas fiscales administrativas y del orden social) produce entonces importantes modificaciones en
el texto refundido de la Ley de Aguas (TRLA). Se establece una
nueva definición de cuenca hidrográfica y se introduce el concepto de demarcación hidrográfica, siendo este concepto un
elemento clave para la aplicación de la directiva. Asimismo,
se definen órganos y procedimientos para promover y asegurar la participación pública y la cooperación en la aplicación de normas de protección de aguas: el Consejo del Agua
de la demarcación y el Comité de Autoridades Competentes.
Se modifican artículos que hacen referencia al objetivo, contenido, proceso de elaboración y de aprobación de los planes hidrológicos. Otras novedades introducidas incluyen los
nuevos objetivos medioambientales, el estado de las masas de
agua y los programas de medidas para la consecución de tales objetivos, el registro de zonas protegidas y la introducción
expresa del principio de recuperación de los costes de los servicios relacionados con la gestión de las aguas. Posteriormente, mediante la Ley 11/2005, se añade al TRLA la definición
de caudales ecológicos y las reservas naturales fluviales.
Todos estos cambios han permitido adaptar la Ley de Aguas
a los requisitos de la DMA. Sin embargo, algunos aspectos
contemplados en la directiva quedaron por definir, haciendo
necesaria la introducción de nuevos elementos en el ordenamiento jurídico español.
El Reglamento de la Planificación hidrológica, aprobado por
Real Decreto 907/2007 el pasado 6 de julio, completa el
marco jurídico de la planificación, cumple los mandatos de la
Ley de Aguas y de la DMA y establece el contenido de los planes hidrológicos y los procedimientos para su elaboración y
aprobación. El reglamento se refiere exclusivamente a los aspectos de planificación hidrológica definidos anteriormente y
no desarrolla los aspectos correspondientes a la Administración Pública del Agua, tal como hacía el Reglamento de la
Administración Pública del Agua y de la Planificación Hidrológica (RAPAPH, RD 927/1988), al que sustituye en los aspectos relacionados con la planificación.
El nuevo reglamento parte de la regulación existente para
guardar la mayor coherencia posible con todo el cuerpo normativo del derecho de aguas. Basándose en los pilares básicos de la DMA, el TRLA y el RAPAPH, incorpora la experiencia acumulada en la planificación hidrológica en España reu-
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Foto: F. BUENO
Novedades legislativas
introducidas por la DMA
Fig. 1. Río Luna. La DMA fija un marco normativo obligatorio
que establece objetivos medioambientales para todas las masas de agua:
continentales, de transición y costeras.
niendo, además, recomendaciones del informe que el Consejo Nacional del Agua emitió sobre los vigentes planes hidrológicos de cuenca en 1998.
De igual manera tiene en cuenta la jurisprudencia en relación con la planificación hidrológica, en particular la Sentencia del Tribunal Constitucional (STC 118/1998, de 4 junio)
sobre conflictos de competencia promovidos por las Comunidades Autónomas del País Vasco, de la Generalidad de Cataluña y de Cantabria en relación con el vigente RAPAPH.
El proceso de aprobación comenzó en mayo de 2006, con
la presentación pública del borrador de reglamento. Desde el
inicio del trámite legislativo, el borrador fue discutido por el grupo de trabajo interno del Ministerio de Medio Ambiente (MMA),
presentado al Consejo Nacional del Agua (CNA) en julio de
2006 y revisado por éste y por los Directores Generales del
Agua de las Comunidades Autónomas (CCAA). Una vez aprobado por el Pleno del CNA en octubre de 2006, fue remitido a
los distintos Ministerios para su consulta y revisión. Fue aprobado, con informe del Consejo de Estado, por el Consejo de Ministros por Real Decreto el 6 de julio de 2007.
Estructura y contenido del Reglamento
El Reglamento de la Planificación Hidrológica consta de cuatro
Títulos y un Título preliminar. El Título preliminar contiene las
disposiciones generales y establece los objetivos y criterios de
la planificación hidrológica, su ámbito territorial y las definiciones. El Título primero aborda los aspectos sustantivos de la
planificación hidrológica, sobre la base de los contenidos de
los planes hidrológicos. El Título segundo se dedica a los aspectos procedimentales de elaboración y aprobación de los
planes hidrológicos. El Título tercero trata de los procedimientos de seguimiento y revisión. Por último, el Título cuarto se dedica a los efectos de los planes.
Hay que destacar, como elementos más relevantes, la vocación del reglamento como instrumento para completar la
transposición de la DMA en aspectos tales como la caracterización de la demarcación, el estado de las masas de agua,
la definición de objetivos ambientales y los programas de medida. Integra los aspectos clásicos de la planificación hidrológica y los más novedosos relacionados con la protección de
las aguas, derivados de la transposición de la DMA. El texto
introduce, como elementos innovadores, la componente económica en el concepto de demanda de agua, la definición de
objetivos ambientales, los criterios para la determinación del
estado de las masas de agua, incluyendo los caudales ecológicos, los criterios para tener en cuenta los efectos del cambio
climático o la consideración de programas o planes más detallados, como los planes especiales de actuación en situación
de alerta o eventual sequía o los de protección frente a inundaciones. Regula además el desarrollo del análisis económico del uso del agua y establece los procedimientos para la
elaboración y aprobación de los planes, así como los mecanismos de participación pública.
Además del reglamento, y debido a que el proceso de
planificación y en concreto el de la elaboración de los planes
es de gran complejidad técnica, se encuentra en una fase muy
avanzada de desarrollo una Instrucción Técnica sobre Planificación Hidrológica. El objeto de esta instrucción es establecer los criterios técnicos para la homogeneización y sistematización de los trabajos de elaboración de los planes hidrológicos de cuenca, conforme a lo establecido en el Reglamento
de la Planificación Hidrológica.
Esta instrucción está siendo desarrollada por la Dirección
General del Agua del MMA con la asistencia técnica del Centro de Estudios Hidrográficos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX). Está previsto que tenga rango normativo de orden ministerial y que se aplique en
las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias situadas en territorio español y en la parte española de
las demarcaciones hidrográficas correspondientes a las cuencas hidrográficas compartidas con otros países, aunque la información y el desarrollo de los trabajos se compartirán con
las autoridades competentes de las CC AA.
Además de incorporar la experiencia técnica acumulada
en la planificación hidrológica en España y en Europa, la instrucción tiene en cuenta las recomendaciones efectuadas en
las guías elaboradas dentro del marco de la Estrategia Común de Implantación de la DMA. Así, la instrucción establece criterios para la caracterización de las masas de agua, para la realización del inventario de presiones, para la definición de objetivos ambientales y para la evaluación del estado de las masas de agua, así como procedimientos para la
integración y aplicación de los programas de medidas realizados por las distintas administraciones competentes. La instrucción debe ser por tanto un elemento clave para los técnicos involucrados en la elaboración de los nuevos planes hidrológicos de cuenca.
Marco territorial: las demarcaciones
hidrográficas (RD 125/2007)
En España existe una estructura de cuencas hidrográficas
consolidada y con una gran tradición histórica. El concepto
de cuenca vertiente lleva aplicándose desde los años veinte
del siglo pasado, cuando se creó la Confederación Sindical
del Ebro en 1926, y posteriormente consolidándose con la
creación de otras confederaciones establecidas como organizaciones regionales para el aprovechamiento de los recursos.
El Real Decreto 125/2007, de 2 de febrero, fija el ámbito territorial de las demarcaciones con cuencas intercomunitarias, es decir, aquellas formadas por cuencas cuyas aguas
transcurren por más de una Comunidad Autónoma. Este real
decreto opta por mantener, en la medida de lo posible, la actual estructura de demarcaciones, añadiendo las aguas de
transición y las costeras, tal y como se indica en el artículo 16
bis del TRLA. El real decreto crea las demarcaciones hidrográficas de Ceuta y Melilla.
En el caso de Portugal, aunque en el futuro deberán definirse por los dos Estados demarcaciones internacionales, en
este real decreto se señala únicamente la correspondiente
parte española de esas demarcaciones internacionales compartidas con el país limítrofe y se establece como instrumento
de cooperación el convenio de Albufeira de 1998.
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Este real decreto adopta, además, decisiones en torno a pequeñas superficies que forman parte de cuencas compartidas
entre Francia y España. Son superficies poco significativas en
cuanto a extensión, por lo que el real decreto no estima necesario definir una demarcación internacional, dada la innecesaria complicación para la gestión que esto supondría. También
prevé la resolución del supuesto particular relativo a Andorra.
Como definición fundamental, la Ley de Aguas establece
como demarcación hidrográfica la zona terrestre y marina compuesta por una o varias cuencas hidrográficas vecinas y las
aguas de transición, subterráneas y costeras asociadas a dichas cuencas.
En lo que refiere a las aguas subterráneas, el real decreto considera incluidas en cada demarcación todas aquellas
situadas bajo los límites definidos por las divisorias de las
cuencas hidrográficas de la demarcación. En el caso de los
acuíferos compartidos entre demarcaciones se atribuye a cada una de ellas la parte de acuífero correspondiente a su respectivo ámbito territorial, debiendo garantizarse una gestión
coordinada entre demarcaciones. En aquellas zonas donde
no se hayan acordado con los Estados vecinos los límites del
mar territorial, el real decreto establece que las aguas costeras y de transición se delimitarán mediante la aplicación del
principio de equidistancia (Ley 10/1977, de 4 de enero, sobre el Mar territorial).
Las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias situadas en el territorio español son las del Guadalquivir, Segura y Júcar. La parte española de las demarcaciones hidrográficas correspondientes a las cuencas hidrográficas compartidas con otros países comprende el Norte, MiñoLimia, Duero, Tajo, Guadiana y Ebro. Además, se establece
la Demarcación Hidrográfica de Ceuta y la Demarcación Hidrográfica de Melilla, previamente adscritas a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. En la figura 2 se muestran los límites de estas demarcaciones.
Además de la necesidad de delimitar las demarcaciones,
y teniendo en cuenta el número de entidades involucradas en
la gestión de los recursos hídricos, surge la necesidad de es-
Fig. 2. Las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias.
(En la demarcación del Júcar están excluidas las cuencas internas
de Valencia, según Real Decreto 125/07, de 2 de febrero,
por el que se fija el ámbito territorial de las demarcaciones hidrográficas).
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tablecer un comité que reúna a representantes de las distintas
administraciones competentes fomentando su colaboración y
cooperación en la materia.
Marco organizativo: El Comité
de Autoridades Competentes (RD 126/2007)
El artículo 36 bis del TRLA dispone la existencia, en el caso de
las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias, de un órgano de cooperación de las Administraciones
competentes en materia de protección de las aguas, al que
denomina Comité de Autoridades Competentes (CAC).
El RD 126/2007, de 2 de febrero, regula la composición,
funcionamiento y atribuciones de los CAC de las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias. El proceso de aprobación de este real decreto ha sido largo y complejo, surgiendo los primeros borradores en el año 2005. El
proceso de consulta incluyó reuniones de los Directores Generales del Agua de las Comunidades Autónomas, del Consejo Asesor de Medio Ambiente-Agua y de la Conferencia
Sectorial de Medio Ambiente, entre otros.
Una vez presentado al Consejo Nacional del Agua en julio de 2006 y tras su aprobación el mes de octubre de ese
año, se remitió el texto a los distintos Ministerios y al Consejo de Estado para su informe. El real decreto fue finalmente
aprobado por el Gobierno en febrero de 2007.
El CAC se crea en las demarcaciones hidrográficas con
cuencas intercomunitarias y tiene por objetivo garantizar la
adecuada cooperación en la aplicación de las normas de protección de las aguas. Su creación no afecta a la titularidad de
las competencias en las materias relacionadas con la gestión
de las aguas que correspondan a las distintas Administraciones Públicas, ni a las que correspondan a la Administración
del Estado derivadas de los acuerdos internacionales, bilaterales o multilaterales.
En cuanto a la composición del CAC, el RD 126/2007
desarrolla lo establecido en el 36bis del TRLA. El Presidente
del CAC es el Presidente del Organismo de cuenca y los vocales son representantes de las distintas administraciones con
competencias sobre el aprovechamiento, protección y control
de las aguas. El número de representantes de la Administración General del Estado no supera el de las Comunidades Autónomas (CC AA), que tienen un representante por cada comunidad cuyo territorio forma parte, total o parcialmente, de
la demarcación hidrográfica. Existe un número de vocales,
variable de uno a tres según la demarcación, representante
de los entes locales.
Las funciones básicas del CAC son (art. 36bis TRLA):
a. Favorecer la cooperación en el ejercicio de las competencias relacionadas con la protección de las aguas que ostenten las distintas Administraciones Públicas.
b. Impulsar la adopción, por las Administraciones Públicas competentes, de las medidas que exija el cumplimiento de las
normas de protección del TRLA.
c. Proporcionar a la Unión Europea, a través de los órganos
competentes de la Administración General del Estado, la
información relativa a la demarcación hidrográfica.
En relación a la cooperación directa entre las autoridades en
el ejercicio de las competencias relacionadas con la protección
de las aguas, el CAC tiene también los siguientes cometidos:
a. Favorecer la cooperación en la elaboración de planes y
programas.
b. Impulsar la adopción de acuerdos y convenios entre las
Administraciones Públicas.
c. Supervisar la actualización del Registro de Zonas Protegidas.
Y finalmente, en relación al proceso de planificación hidrológica, el CAC tiene las siguientes competencias:
a. Facilitar y garantizar la aportación de información por parte de las autoridades competentes, requerida por el Consejo del Agua de la demarcación para la elaboración de
los planes hidrológicos.
b. Facilitar la cooperación entre autoridades competentes para la elaboración del esquema sobre los temas importantes de la planificación hidrológica.
c. Facilitar la cooperación entre las autoridades competentes
en la elaboración de los programas de medidas y su incorporación al plan hidrológico.
El proceso de planificación hidrológica
El proceso de aprobación de los Reales Decretos de Demarcaciones Hidrográficas, del Comité de Autoridades Competentes y del Reglamento de la Planificación Hidrológica ha sido largo, de algo más de un año de duración, y complejo. La
aprobación de estos reales decretos era un paso necesario
para poder desarrollar el nuevo ciclo de planificación hidrológica, que formalmente se inició en julio de 2007.
La publicación, en próximas fechas, de la instrucción técnica para el desarrollo de los planes facilitará la realización
de este proceso, que ya se ha iniciado con textos provisionales de la misma.
Los primeros trabajos relacionados con el actual proceso
de planificación consistieron en la caracterización de las demarcaciones hidrográficas y en el desarrollo del Registro de
las Zonas Protegidas, de acuerdo con lo establecido en los artículos 5 y 6 de la DMA.
La caracterización de las demarcaciones hidrográficas incluía una descripción del medio acuático de la cuenca y de
las presiones antrópicas ejercidas sobre él, así como la evaluación del riesgo de no alcanzar los objetivos medioambientales de la DMA. Los trabajos finalizaron en diciembre de 2004
y los resultados de los mismos fueron notificados a la Comisión Europea en junio de 2005.
Una vez finalizados estos trabajos, las tareas de planificación deben continuar con el siguiente objetivo, que es el de
elaborar, para el año 2009, un plan hidrológico según lo requerido por el TRLA en su artículo 41 y en la forma en que se
desarrolla en el Reglamento de la Planificación Hidrológica.
Este plan es el eje principal de la aplicación de la DMA,
en la medida en que constituye la principal herramienta de
gestión prevista para alcanzar los objetivos medioambientales y el principal mecanismo de información y notificación de
la implantación de la Directiva Marco del Agua a la Comisión
Europea y al público en general.
La DMA requiere el establecimiento de objetivos medioambientales para todas las masas de agua y el cumplimiento de
las normas y de los objetivos establecidos para las zonas protegidas, así como la implantación de medidas para alcanzar
dichos objetivos. La decisión de recurrir a objetivos menos rigurosos o alternativos debe basarse en los criterios recogidos
en el artículo 4 de la DMA y en su transposición a nuestro ordenamiento jurídico, considerando la viabilidad técnica y los
costes y beneficios de las medidas necesarias para el cumplimiento de los objetivos establecidos.
La planificación hidrológica requerida en la DMA y en el
ordenamiento jurídico español es, por tanto, un proceso cíclico e iterativo. Es preciso, en primer lugar, identificar los objetivos, analizar posibles medidas para alcanzar dichos objetivos, considerar la viabilidad técnica, costes y beneficios de la
implantación de medidas y, en función de los resultados de
estos análisis, proceder a su implantación o reevaluar los objetivos y considerar la utilización de objetivos alternativos.
La Ley de Aguas establece una serie de plazos obligatorios para el proceso de planificación y, en concreto, para la
elaboración del plan hidrológico, la implantación de dichas
medidas y la revisión del plan. La figura 3 presenta el esquema del proceso de planificación en forma de un calendario
sintetizado que visualiza las principales etapas de cada eje
de actuación indicando su implantación en el tiempo y las relaciones entre ellas. En la figura se han incluido también las
Fig. 3. Diagrama general del proceso de planificación hidrológica.
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Fig. 4. Niveles de la participación pública.
principales etapas y procesos de consulta de la Evaluación
Ambiental Estratégica, a la cual deberá someterse el proceso
de planificación y el plan hidrológico propiamente dicho por
tener “efectos significativos en el medio ambiente”.
Para la puesta en marcha del proceso, se requiere la preparación de una serie de documentos iniciales (Fig. 4), que
son los siguientes:
a. Programa, calendario y fórmulas de consulta (artículo 41.5
y disposición adicional duodécima 1.a del TRLA. y artículo 77 del Reglamento de la Planificación Hidrológica).
b. Estudio general sobre la demarcación hidrográfica (artículo 41.5 del TRLA y artículo 78 del Reglamento de la Planificación Hidrológica).
A estos documentos iniciales, requeridos por ley, debe añadírseles un documento específico recogido en el Reglamento
de Planificación Hidrológica y titulado “Proyecto de participación pública”. La consulta pública de los documentos de
cada una de las nueve demarcaciones hidrográficas con
cuencas intercomunitarias se inició, mediante la publicación
de un anuncio en el BOE, el 25 de julio de 2007. Estos documentos se presentaron en la jornada pública que se celebró el 19 de septiembre de 2007, en el salón de actos del
Ministerio de Medio Ambiente.
En una etapa intermedia, antes de la preparación del plan
hidrológico propiamente dicho debe realizarse un documento denominado “Esquema de temas importantes en materia
de gestión de aguas”. Este documento incluye el contenido necesario para elaborar el “Documento inicial del proceso de
Evaluación Ambiental Estratégica (artículo 18 de la Ley
9/2006)”. Está previsto que el esquema de temas importantes se termine y a continuación se inicie la consulta pública,
durante el primer trimestre de 2008.
Los contenidos del esquema de temas importantes en materia de gestión de aguas son los siguientes:
a. Principales presiones e impactos que deben ser tratados en
el plan hidrológico, incluyendo los sectores y actividades que
pueden suponer un riesgo para alcanzar los objetivos medioambientales.
b. Posibles alternativas de actuación para conseguir los objetivos medioambientales, de acuerdo con los programas de
medidas básicas y complementarias, incluyendo su caracterización económica y ambiental.
c. Sectores y grupos afectados por los programas de medidas.
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El esquema de temas importantes constituye un documento intermedio entre la caracterización de la demarcación y el
proyecto del plan hidrológico y tiene la finalidad de establecer cuáles serán los principales problemas y alternativas para solucionarlos que deben ser contemplados en el proyecto
de plan hidrológico. Debe resaltar los temas importantes y
ayudar también a que se involucren en el proceso todas las
partes interesadas en la planificación hidrológica. En consecuencia, el Organismo de cuenca debe incluir en la preparación del esquema a todos aquellos que son susceptibles de ser
partes interesadas en los planes hidrológicos.
Finalmente, el plan hidrológico contendrá obligatoriamente la información especificada en el artículo 42 del TRLA,
que es la siguiente:
a. La descripción general de la demarcación hidrográfica.
b. La descripción general de los usos, presiones e incidencias
antrópicas significativas sobre las aguas.
c. La identificación y mapas de las zonas protegidas.
d. Las redes de control establecidas para el seguimiento del
estado de las aguas superficiales, de las aguas subterráneas y de las zonas protegidas y los resultados de este
control.
e. La lista de objetivos medioambientales para las aguas superficiales, las aguas subterráneas y las zonas protegidas,
incluyendo los plazos previstos para su consecución, la
identificación de condiciones para exenciones y prórrogas, y sus informaciones complementarias.
f. Un resumen del análisis económico del uso del agua, incluyendo una descripción de las situaciones y motivos que
puedan permitir exenciones en la aplicación del principio
de recuperación de costes.
g. Un resumen de los programas de medidas adoptados para alcanzar los objetivos previstos.
h. Un registro de los programas y planes hidrológicos más
detallados relativos a subcuencas, sectores, cuestiones específicas o categorías de aguas, acompañado de un resumen de sus contenidos. De forma expresa, se incluirán las
determinaciones pertinentes para el plan hidrológico de
cuenca derivadas del plan hidrológico nacional.
i. Un resumen de las medidas de información pública y de
consulta tomadas, sus resultados y los cambios consiguientes efectuados en el plan.
j. Una lista de las autoridades competentes designadas.
k. Los puntos de contacto y procedimientos para obtener la
documentación de base y la información requerida por las
consultas públicas.
Los programas de medida
De acuerdo con lo establecido en el artículo 41.2 de la Ley de
Aguas, el plan hidrológico debe coordinar e integrar los programas de medidas básicas y complementarias elaborados
previamente por cada una de las administraciones competentes en la protección de las aguas, entre las que se encuentra
el Organismo de cuenca en el caso de las demarcaciones con
cuencas intercomunitarias. Asimismo, según el artículo 42g
de la Ley de Aguas, el plan hidrológico comprenderá obligatoriamente un resumen de los programas de medidas adoptados para alcanzar los objetivos previstos.
El proceso de integración y coordinación de los programas
elaborados por las diferentes administraciones competentes será realizado por el Organismo de cuenca, como responsable
de la elaboración y propuesta de las revisiones de los planes
hidrológicos de cuenca, tal y como establece el artículo 41.1 de
la Ley de Aguas. Será cometido del CAC facilitar la ejecución
de este proceso, en particular en lo relativo a la aportación de
información por parte de las distintas autoridades y a la cooperación entre las mismas en la elaboración de los programas
de medidas y su incorporación al plan (art. 7.3 RD 126/2007).
El programa de medidas cuyo resumen debe figurar en el
plan hidrológico será el resultado de un proceso participativo
de análisis de las alternativas para alcanzar los objetivos previstos en la planificación, que deberá integrar, además, los resultados del proceso de evaluación ambiental estratégica. El
plan finalmente aprobado contendrá la solución a las posibles
alternativas planteadas para el programa de medidas e indicará la metodología utilizada para definirla.
El Organismo de cuenca debe recibir, a través del CAC,
los programas de medidas elaborados por cada administración competente y, a partir de ellos, proceder a su coordinación e integración en el ámbito territorial de la demarcación
hidrográfica.
Con la información recibida, el Organismo de cuenca deberá comprobar los efectos que el conjunto de todas las medidas produce sobre las masas de agua, con el fin de garantizar la compatibilidad entre ellas y encontrar la combinación
más adecuada. En la comprobación de dichos efectos deberá verificarse si las medidas previstas para alcanzar los objetivos en ciertas masas permiten, por sí mismas, alcanzar los
objetivos en otras masas situadas aguas abajo. Ello podría
suponer que las medidas específicas previstas sobre estas últimas dejaran de ser necesarias o procediera su modificación.
Si del análisis de los efectos de las medidas propuestas
por las administraciones competentes se desprendiera que no
se alcanzan los objetivos previstos, a través del Comité de Autoridades Competentes se efectuarán las propuestas de nuevas medidas para alcanzarlos.
La estimación de los efectos de las medidas sobre el estado de las masas de agua de la demarcación hidrográfica se
realizará utilizando modelos de acumulación de presiones y
simulación de impactos desarrollados mediante sistemas de
información geográfica. Dichos modelos requieren una caracterización previa de las medidas que incluya tanto su ubicación geográfica, identificando las presiones sobre las que
actúan, como su eficacia y sus costes.
Bibliografía
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contenida en los Informes del artículo 5, Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, Madrid, abril de 2006.
La participación pública
en el proceso de planificación hidrológica
La participación pública en el proceso de planificación de la
DMA deberá asegurarse en tres niveles crecientes de implicación del público: información pública, consulta pública y participación activa. Los tres niveles y su relación jerárquica se
ilustran en la figura 4. La DMA requiere que se aseguren los
dos primeros y que se fomente el tercero.
De acuerdo con el artículo 72 del Reglamento de la Planificación Hidrológica, el Organismo de cuenca debe formular
el proyecto de organización y procedimiento a seguir para
hacer efectiva la participación pública en el proceso de planificación. La consulta pública de este documento se inició en
las distintas demarcaciones, mediante la publicación de un
anuncio en el BOE, el 25 de julio de 2007.
Los proyectos de participación pública incluyen los siguientes contenidos:
a. Organización y cronogramas de los procedimientos de información pública, consulta pública y participación activa
del plan hidrológico según lo indicado en el Reglamento
de la Planificación Hidrológica.
b. Coordinación del proceso de evaluación ambiental estratégica del plan hidrológico y su relación con los procedimientos anteriores.
c. Descripción de los métodos y técnicas de participación a
emplear en las distintas fases del proceso.
El plan hidrológico contendrá un resumen de las medidas
de información pública y de consulta tomadas, sus resultados
y los cambios consiguientes efectuados en el plan (artículo
42,1.i del TRLA).
I
Teodoro Estrela Monreal
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Subdirector General de Planificación y Uso Sostenible del Agua
Ministerio de Medio Ambiente
I.T. N.º 80. 2007
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