Poema a la manera de la nieve

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Poema a la manera
de la nieve*
A Inés Higuero, Jan Garbarek y Vladimir Holán
N,
Lieva.
Nieva.
Nieva.
Hace horas que nieva.
Lenta, calma,
sencillamente nieva...
Como sin sufrir más. Como aceptando.
Como tendiendo un sudario sobre una pasión muerta,
una sábana blanca sobre pasos erróneos.
Como sin cómo ni porqué.
Como si nada, nieva...
Una taza de porcelana china del siglo no sé cuál
con una flor cogida esta noche en el sueño
y que el aliento de mi voz marchita.
La hierba es blanca y el silencio espeso.
Un pájaro y mi pluma,
otros pasos... y nadie.
Solo, como mis sábanas,
huelo a mí mismo, miro la ventana...
Nieva. Sigue nevando.
La muerte hace ya horas que ronda este castillo
pero no deja huellas en la nieve...
Lleva los hombros blancos, escarcha de los siglos,
Fragmento del libro La
palabra cuando, que recientemente ha obtenido el Premio José Hierro de poesía,
convocado por la Universidad Popular de San Sebastián de los Reyes (Madrid)
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y en su pelo la nieve se confunde contigo.
Sonríe confiada. Pone eí frío a mis pies.
Mueve los labios, blancos,
y sigue paseando...
No pasa nada. Nieva...
Y en la ventana hay un jardín nevado,
blanco como la frase «No pasa nada, nieva»,
Nieva almendras molidas sobre el pelo revuelto
de una muchacha que imagino triste,
tal vez abandonada.
Una muchacha joven de carne como luz
cuya bandera crece como una enredadera
más allá de este tronco que trepó y ha perdido...
... y lo que fuera abrazo
hoy es altura y no saber qué hacer
y cielo y puro vértigo
y cada copo arde sobre su pecho frágil
y lejano...
y las horas parecen pájaros imposibles
algo espeso, pasado,
último como nieve...
Nieva más.
Nunca he visto nevar de esta manera
y quisiera saber lo que piensan mis manos,
qué presiente mi voz, mi sien atenía,
de qué milagro estoy siendo testigo...
Al aire como un pájaro
me abro en este silencio a lo pasado,
en esta paz donde la muerte pasa
pero no deja huellas...
y un rumor a lo lejos
como de alud futuro
o aquella sangre ciega
de nuestros cuerpos juntos y asustados.
La muerte cuelga su túnica
en las ramas desnudas ád castaño
y dibuja el amor en la nieve,..
—¡Perdón!—
quiero pedir y no sé bien porqué.
Sigue nevando. Nieva.
Nieva copos de música china,
para que al menos todos los que mueren de frío
o empapan sus ventanas con el vaho del llanto...
Nieva lágrimas heladas.
Nieva nieve y cualquier otra cosa
donde quepa esta llama
que estar solo alimenta
y da luz al castillo de nadie
y brilla en las manzanas, los senos y las lápidas...
Nieva novias perdidas.
Nieva niñez despacio
sobre una vieja taza que alguien ha colocado
allí, sobre la hierba.
Nieva a manera de melancolía.
Nieva copos de lana de aquel viejo colchón
donde yo me meaba cada noche
y mi madre oreaba y mi abuela cardó con su vara de fresno,
antes de enamorarse de la muerte,
para abrigar el hueco donde escribo...
Nieva huellas mañanaNieva indolencia lenta
que venera el silencio y al decirlo lo niega.
Nieva palabras que no sé decir...
no sé si hablan de mí, de nosotros,
o de coger un barco cuanto antes...
Nieva la miel antigua y deseada
de la despensa donde me escondí:
buscaba aquella miel y encontré el miedo,
buscaba merendar y encontré sombra,
buscaba la lámpara del amor y me encontré solo,
buscaba la dulzura que ahora se derrama
sobre un papel que no es este poema...
SímoicoigS)
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Amé tanto que me quedé solo,
y el miedo me ha enseñado a protegerme
del amor asesino... tan lejos de la nieve
Es difícil nombrarlo...
Vuelvo a la nieve.
El cielo está tan blanco
que se diría que nieva también hacia arriba
y estos copos son polvo de los muertos,
escarchas nuestras, caspa antepasada,
diminutos retales de seda de sudarios,
suspiros de otros siglos..,
cada copo un cadáver...
o el alma de los niños que eran demasiado puros
para soportar el mundo,
o mentiras pequeñitas que un abuelo contaba a su nieto
en otra tarde de invierno...
No hay más fuego,
No hay más lumbre en el mundo que estar lejos de todo
y morderse los dedos para nombrar el fríoNieva como en secreto,
crímenes y secretos más dulces que la miel...
... una paz inquietanteuno piensa en la almohada
bajo la cual guardó sus primeros poemas,..
Nieva calma, perdón, pedacitos de luna,
como clemencia pura,
y cada copo es más, un poco más...
como estrellas menudas
o metáforas, donde el cosmos se calla
suspendido...
... flores del almendro, dónde, planetas de cristal...
Una niña mendiga llora bajo la nevada
con las manos abiertas y tendidas,
como pidiendo algo más que una limosna
o una explicación...
Como aquella mujer que yo llamaba tú,
almendra, ardilla, amada,
y copito de nieve
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v era una flor de almendro
y era miel de mentiras
y me fui...
Me vine a este castillo donde manda la muerte
y su honor es invierno.
Yo obedezco de día
y cada noche vuelvo a aquella herida...
... Si me fui...
¿por qué regreso siempre y hace frío?
¿por qué escribo estas cosas desbordadas?
¿por qué, como una espina de hielo, cada noche
me duelen en las manos sus últimas palabras?
Apoyo en el papel la mano herida
y aguardo la clemencia del olvidoNieva más. Nunca más.
Nieve more—say the Raven (y con esta licencia
poética y estúpida resuelvo las tensiones
sentimentales previas).
No veo más que nieve.
Y una rama que no puede más
y la tarde se va oscureciendo...
Viene la noche colmada de nieve
y si cabe mi voz en un copo
desearía rezar...
Desearía rezar pero soy de mi siglo.
Sólo sé lamentarme y olvidar
y el cielo es un enigma abandonado
como un castillo en ruinas
o un mar que nadie sabe.,.
Yo quisiera rezar
o creer en mí al menos
o creer que algo crece en este instante
una brizna de hierba
en las grietas sin dios de este hospital...
Y seguirá nevando. Nieva noche
blanca como el insomnio que me espera,
blanca como una hostia que ya nadie levanta.,.
ímenáongS
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Todo blanco como un folio vacío,
blanco como los ojos de un ahogado,
blanco como los muros del sueño y la memoria,
como la geografía cansina de los cisnes,
como los cuellos de las mortajas y los embajadores,
blanca como el luto chino,
como esa vieja taza también abandonada
que un pétalo podría...
El mundo entero blanco
igual que la sonrisa de la muerte
asomada a esta página, su túnica colgada
que el viento agita como a un corazón
mientras en el cementerio
sentada sobre el mármol
de una tumba sin nombre
ella huele en sus manos el semen y la cera...
Un ciprés nacerá de sus lágrimas mías...
Y nieva aquellas sábanas manchadas.
Nieva misericordia
sobre mis manos frías,
las estrellas de un hada, aquellos labios,
los gemidos helados de una pared sin puertas
o los pétalos rotos de este remordimiento...
Nieva. Sigue nevando.
Nieva nada y yo escribo...
¿de qué sirve estar solo
si nunca voy a ver mis ojos viejos?
Si no puedo saberme y vuelvo una vez más a la ventana.
Si ya no queda nada a lo que encomendar la soledad.
Tan sólo la mirada...
Veo a un hombre cubierto de nieve
que se acerca a la muerte
y le cuenta que estuvo enamorado
y parece mi estatua de sal...
La pasión no soporta la memoria
y mañana mis huellas sobre la ceniza
blanda y blanca de la nieve
y mañana seguir hacia ninguna parte:
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nuevas humillaciones y nuevas maravillasMañana será otro día.
Mañana más —decía mi madre
para poder llevarme a la cama,
y yo sabía —por eso lloraba—
. que mañana es mentira,
que siempre es hoy y ayer y nunca más.
Nuevos pasos erróneos sobre la nueva nieve.
Los cuervos aguardando,
¿también tú?
y buscar el camino de mi aldea
como si fuese posible,
como si aún no estuviese definitivamente perdido...
Y seguir aprendiendo a vivir,
a ponerle a la muerte
la mano sobre el hombro, un nombre nuevo.
Y hablar con el silencio, a manera de nieve,
hablar, hablar, hablar,
sin haber encontrado la palabra
sino su huella...
aquella que la muerte...
Chateau de Chamousseau, febrero del 1986
Juan Vicente Piqueras
UNA ESCRITURA PLURAL
DEL TIEMPO
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S U P L E M E N T O S
REVISTA DE DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA DE LA CULTURA
SUPLEMENTOS
Investigar los agentes culturales más
destacados, creadores e investigadores. Reunir
y revivir fragmentos del Tiempo inscritos y
dispersos en obra y obras. Documentar
científicamente la cultura.
ANTHROPOS, Revista de
Documentación Científica de la Cultura; una
publicación que es ya referencia para la
indagación de la producción cultural hispana.
Antnropos es una
publicación periódica que sigue una secuencia
temática ligada a la revista ANTHROPOS
y a DOCUMENTOS A, aunque temporalmente
independiente.
Aporta valiosos materiales de trabajo
y presta así un mayor servicio documental.
Los SUPLEMENTOS constituyen
y configuran otro contexto, otro espacio
expresivo más flexible, dinámico y adaptable.
La organización temática se vertebra de una
cuádruple manera:
1.
2.
3.
4.
Miscelánea temática
Monografías temáticas
Antologías temáticas
Textos de Historia Social del
Pensamiento
ANTHROPO*
Formato: 20 x 27 cm
Periodicidad: mensual
(12 números al año + 1 extraord.)
Páginas: Números sencillos: 64 + XXXII (96)
Número doble: 128 + XLVIII (176)
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Formato: 20 x 27 cm
Periodicidad: 6 números al año
Páginas: Promedio 176 pp. (entre 112 y 224)
SUSCRIPCIONES 1990
ESPAÑA (sin IVA 6 % )
EXTRANJERO
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