la comitiva una multitud do pajes y escudo

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la comitiva una multitud do pajes y escudo- do la multitud quo habia reconocido á vuesros, tras los cuales iban los armados que de- tro bisabuelo Rodulfo.
bían guardar las puertas del palenque y conIvan tembló de ira, so dispuso & lidiar
servar el orden.
tomando otra lanza y otro caballo, pues de
Entro todos los caballeros, el quo mas todos sus competidores aquel era el mas tefjgniaba por so atlética estatura y por la r i - mible y el mas terrible
quuza de sus armas, pues llevaba una urinaGolocáronso los dos caballeros frente á
dura llena do caprichosos dibujos y perfi- fiento , e n c o n t r á r o n s e enmedio do la arena
les de oro con el peto y espaldas cuajado con el choque de dos montañas de hierro
de piedras preciosas, era el aventurero Ivan precipitadas una sobro otra, y cuando se d i do (jiooswock. P o r lo demás, no so veía en- sipó la nube de polvo que los habia envueltre los otros competidores quien pudiese ser to, pudieron ver los espectadores á Ivan tenel barón Rodulfo, vuestro bisabuelo.
dido en el suelo, y á Rodulfo que, habienLos que estaban enterados de sus amores do descabalgado luego de derribar á su concon Etelvina, encontraban estraño no hallarle trario, lo había puesto un pié en el pecho y
en el grupo do los (pie so disponían á ganar lo mandaba quo se confesara vencido.
con la punta de su lanza la mano de la her— N o rito hubieras vencido, dijo entonces
mosa istollana.
Ivan rugiendo de cólera, si no hubieses e m La heredera de Duclfos so sentó en el tro- pleado la magia. Soy victima do tus conjuros.
no do marfil que halló preparado bajo un
—Infame! so contentó con responder R o dosel, donde ondear se viau ai viento las dulfo.
Laudas que ostentaban sus colotes; tomó tam= D a m o , pues, una prueba de quo no has
bién asiento la comitiva y ei torneo e m p e z ó . empleado los sortilegios. Permíteme que maEra mantenedor Ivau el aventurero. Las ñana volvamos it empezar el combale. Y o uto
trompetas de desafio resonaron al pié de su pondré sobro el pecho un amuleto bendito, y
tienda y contestó otra trompeta desdo la entonces veremos quien puedo masbarrera do Oriente.
—Vuestro bisabuelo con la hidalguía do
E l primer caballero, quo ora un noblo corazón quo todos lo couocian, r e t i r ó entondo los alrodedorcs, se presentó cu la arena, ces su pié y le dijo:
poro al primer encuentro, no obslanto l i —Ponto lo quo quieras, mañana volverediar con armas corteses, Ivan le arrojo de mos á combatir; pero, puesto quo accedo á
un Lote do su silla, haciéndole morder la olio, no debu ser con armas corteses como
tierra del palenque.
hoy, sino con lanza, espada y hacha.
Varios so presentaron tras del vencido
— Q u é me place! uno do los dos m o r i r á .
caballero, pero todos Siguieron su suerte. Así como así y a es mañana el día de muertos.
Era Ivan un hombro de hierro y las lanzas
—Pues escojes buen día, lo contestó R o de sus contrarios daban en su arniadiiia sin dulfo sonriendo, para ir á reunirte con ellos.
menearlo siquiera, como sí hubiese sido una
Los dos enemigos se separaron.
columna de bronce, como si el caballo y
Aquella misma noche, hallúndoso vuestro
el hubiesen sido fundidos juntos y fuesen bisabuelo en el parque del castillo pensando
una misma pieza do iiierro.
en su amada, recibió en pleno corazón una
Muchos do los quo pensaban justar so saeta lanzada p o r u ñ a mano invisible, que Je
arredraion al ver aquella suerlo tan decidi- dejó muerto en el sitio sin poder proferir una
da, y renunciaron á la lidia. E l caballero se palabra.
encontró, pues, sin enemigos, y y a las tromE n seguida salieron de entre unas matas
petas habían retumbado por dos veces lanzan- el asesino, que era Ivan, y dos de los sudo it los aires su provocador alarido sin que yos, cogieron el cadáver, abrieron un h o y o
nadio hubiese contestado, cuando al tercer y al pié de una encina y allí lo enterraron.
último toque, el chillido agudo del clarín reA l día siguiente, á la hora del torneo,
toñó desdo la puerta. V.-.i el mismo instante.cuando todas las graderías estaban y a ocupaun caballero armado do todas armas su pre- das, el aventurero Ivan se p r e s e n t ó orgullosenta enmedio del palenque á los aplausos sametito en la liza. L o s jueces del campo ila.,
—4—
L a anciana y ol niño so pusieron de roman en vano al barón Rodulfo, nadie so presenta. Hechas, pues, las tres reiteraciones, dillas, y la montañesa iba diciendo y repitiendo el niño:
uno de los jilecos esclama:
«Cristianos, venid á ver blanquear los
—Puesto quo el barón Rodulfo no se
presenta, faltando como desleal caballero á huesos de vuestros padres en el cementarlo
solitario, venid á ver los huesos de aquesu palabra, se declara al nublo Ivan de
E n este momento el sonido de un clariu le llos (pie os han dado al mundo, lavados por
interrumpe, ábrese la barrera, y un caballero la lluvia y azotados por el viento do la noche. Es una gran lección, cristianos.
desconocido se presenta en el palenque.
« Es una gran lección cristianos! Mira tú,
Negra es su armadura, negro su casco,
negro su corcel; su coraza arroja un res- pobre jornalero: este es el cráneo do tu
plandor siniestro, y a través do su visera madre, de tu madre que te pascaba de puersus ojos brillan como dos ascuas encendi- ta en puerta en sus brazos, que peinaba tus
das. 41 aspecto do aquel aparecido, Ivan cabellos con un peino de marfil y quu te
tiembla, retrocede y hubiera querido renun- adornaba los domingos con una gorra guarciar al combato, pero ya el de la negra ar- necida de encajes do plata.
aJóven, esta era tu querida, tu despomadura ha dicho: ¡Yo soy el barón Rodulsada, aquella a quien habías dado tu sortija
fo! y no hay medio de retroceder.
Levanta, pues, Ivan su cabeza y marcha do alianza. Ahora, en lugar de tus dulces
hacia su enemigo. E l primer choque del caricias, oye solo el ruido del viento que
caballero negro lo hace rodar por la arena, gime por entro los cipreses del cemcntciio
se apresurau á darle socorro, se le quita y los gritos del buho solitario.
su coraza, y lo encuentran en el corazón
« O h cristianos! todos nosotros ¡remos
una herida.
allí, al desierto cementerio, y en polvo nos
— A y ! dice Ivan, por esc mismo sitio tornaremos todos uno a uno. C a l a año pele entró la saeta, en el mismo me ha llo- no una capa de polvo sobro la capa del
año anterior: hé ahí 11 vida del mundo y
rido su sombra.
Dice, y luego do haber confesado su c r i - el destino do los hombres.
«Pero un dia llegara en que todo esa
men espira.
E n el ínterin, el caballero misterioso ha- fango humano dejará de removerse y tomabia desaparecido y jamás se le volvió á ver. rá su forma de otro tiempo. ¡Untóme*, desEra vuestro bisabuelo Rodulfo á quien Dios gracia para los malos y felicidad para los
le había permitido abandonar su tumba ol justos! Porque Dios los pesará a todos en
su balanza.
dia de los muertos.
aSi, á todos en su balanza. Los buenos
Así concluyó su cuento la anciana noserán colocados en el platillo do oro, los
driza.
— O h ! dijo ol niíio, vuestra historia mo malos en el de hierro, y el primero subirá hacia ol cielo, mientras quu el segundo
ha dado miedo.
descenderá á los infiernos.
— ¿ P o r q u é , hijo mío?
• { V i v i d , pues, con el temor del juicio
— A h o r a ya no quiero acostarme, esclam ó el niño temblando, se me figuraría ver eterno, cristianos! Pensad en el cielo é imial barón HodtiJfo con su armadura negra tad á Cristo. Estendcd vuestros biazos soá los pies do mi cama. Hoy es c i dia de bre la Cruz sin murmurar, é iréis á reposaros en la gloria do Dios.»
muertos.
— Q u e r é i s , pues, quo para alejar vuesAsi concluyo la oración de la anciana, y
tros temores, os enseño la balada que can- el niño, disipados entonces sus temores, pudo
tan en este dia los montañeses de m i país! dormirse trauquilamento cu sus brazos.
Ella os tranquilizará y hará desaparecer vuesV. B.
tro miedo.
— S í , si, dímela.
— O i d , pues, y ropctídla palabra por palabra.
Teatro Principal.
Marfil falsificado.
Mr. Cliewcton ha invontado un procedimiento para obtener esta imitación, de que
Dioso principio el jueves en esto c o l i Unto y tan buon partido lian sabido sacar ios seo u las representaciones líricas con el Macchinos, y cuyo secreto no han querido reve- bet, una do las partituras do V e r d i que melarnos. Ahora se consiguo muy fácilmente ya nos han agradado siempre en Cádiz, y en
preparando el alabastro, el yeso y otras va- efecto una de las mas endebles y mas esciedades do sulfato de cal, del modo siguiente: trepitosas, y en las que el ruido del insLábranse ó se esculpen los objetos quo trumental suelo ahogar las mas privilegiadas
quieran en pedazos de alabastro ó yoso cru-
voces. A s i es quo, sin quo se pueda
do, y se moldean en otro quo esté cocido,
quo fuoso oida con disgusto, notóse alguna
decir
sometiéndolos en seguida por cuarenta y ocho
frialdad, la misma quo se habia advertido
horas á una temperatura que se eleva' paula- cuando la cantó en otro tiempo la señora
tinamente do 125 á 175 grados centígrados. Vitadíni, no obstante quo esta prima donna
Dicha operación espele ol agua, y vuelve los poseia grandes facultades para esta clase de
objetos opacos, blancos y quebradizos. Después so esponen al aire unas tres ó cuatro
música.
No es dable por consiguiente juzgar con
horas, sumergiéndolos en seguida en un ha-
acierto del mérito d o l o s cantantes quo toño do barniz-duro ordinario, en aceito co- maron parto en la referida ó p e r a . Es premún ó en cera derretida, hasta quo queden ciso oiilos mas veces y en distintas partituras,
bien saturados. Cu esto estado se sumergen
asi para conocer toda la esto usion do sus
un instante en agua al calor do 50 6 HO gra-
voces, como para saber cuál
dos, repitiéndose la operación de cuarto en
do canto de cada uno do ellos y demás cua-
cuarto de hora hasta completar la saturación.
lidades y dotes do los cantantes.
es e l m é t o d o
Por hoy
El tiempo requerido para esto dependo solo podemos limitarnos á decir quo ol sedel tamaño do los objetos; los quo lo tienen ñor Pratlico poseo una voz de barítono clapequeños, exijott solo unas dos horas, y díoz ra, llena, fresca y de agradable timbro; y
los mas voluminosos. Si so les quiero dar
quo sus puntos altos son do gran vigor,
color, no hay mas quo sumergirlos en baños
bastante- regularos los medios. N o recorda-
y
colocados, en voz do hacerlo cu agua pura.
mos después do los buenos tiempos de Speck,
Despuos do bochas todas las operaciones an- haber oido un barítono que posea una tan
tedichas, tiene este procedimiento la inmen- hermosa voz como la del señor Prattico. No
sa ventaja do poder ser pulidos ó torneados debió estrañar quo apenas fuese aplaudido;
los objetos que por él se hagan, con tal que primeramente porque la música no es m u y
lo permita su forma.
dol agrado general, y en segundo lugar porque el público
del teatro Principal no es
de los quo aplauden ni silvan á ciegas, y
hacerlo así seria no aguardar oirlo en otras
partituras para aprcolar en su justo valor el
m é r i t o do este cantante. L a señora Bianchi
el quo molesten ciertos imprudentes á los ar-
tiene una voz agradable, cantó al principio
tistas y obstruyan el escenario, con perjui-
algo turbada,
ferior á
lo
lo cual lo hacia parecer i n - cio tal vez del buen servicio, también lo es
que deba ser. Un poco íria quo la empresa impido á estos mismos can.
la encontramos,- pero puedo
la misma turbación
ser efecto de tantos, contraigan relaciones con una parla
no poco influyente del público, y que con-
propia del quo por pri-
mera vez so presenta ante un público ilustrado, y
por í o tanto imponente á
quier artista, siquiera sea do méiito
tribuyo no poco á alentar con sus aplausos
cual- á los artistas, favoreciendo al propio tiemsobre- po á las empresas. Pero con estas prohi-
saliente. Por esto repetimos, quo aguarda- biciones contrarias á las costumbres, todas
mos oiría otras veces para dar nuestra opi- cuantas personas tenían la de ir al vestuan i ó n , consultando además con las personas
rio durante los entreactos, y ponerse asi en
Recibió alguno que
relaciones do amistad con los artistas, dejan-
otro aplauso en el aria del primer acto. E l
do de conocerlos, é incómodos además coa
señor Baillon tiene en esta ópera poco Ira-
la empresa, no tienen un interés en favo-
tajo, y
reccr á aquellos, y si en perjudicar á esli,
entendidas en el arlo.
por lo tanto no tenia ocasión
de
t r i l l a r ; pero no por eso dejó de gustar en
negando sus aplausos
á los pobres artistas,
el papel do Banco que con acierto desem- victimas inocentes de estos enojos.
p e ñ a b a . S i n ser un bajo de gran fuerza po-
' V e a pues la empresa como á ella y no
además al público es á quien mas importa y conmaneras cultas y una acción distinguida y viene dejar entrar en el vestuario á las perseo una voz dulce y melodiosa, y
noble. Deseamos oir á la señora Fodor, do sonas quo lo deseen, siempre quo no falla que tenemos muy buenas noticias, y al ten al orden quo aun entre bastidores deba
primor tenor, para hablar con la ostensión guardarse. S i no deroga su órdon, ol tiempo
debida do la compañía lírica en general.
dirá quien ha sido el perjudicado. Y cui-
Antes de concluir este pequeño articulo
dado que ropotimos quo en cuanto á nos-
vamos á dar un amistoso consejo á la em-
otros nos es completamente indiferenro csti
presa, adviniendo quo por nuestra parto es
disposición, dictada p o r otra parto por el
completemonte indiferente quo lo siga o do- deseo do atender al buen servicio público.
jo do seguirlo. Nos referimos á la orden Al espresaruos de esto modo no hacemos
dada nuevamente
para quo persona alguna
mas que constituirnos en intérpretes dali
entre en el vestuario. A l tomar esta dispo- mayor parto do las porsonas que acostumsición la empresa, no hay duda que está muy braban ir al vestuario ea los entreactos.
en su derecho, y quo uadio podrá de ella
quejarse, siempre que no haya
escepciones
en favor de algunas personas.
Hasta ahora
se ha cumplido la órdon con toda scvci i Jad
y justicia, y no dudamos que seguirá cumpliéndose.
Pero si bien es cierto que
esto impide
Mr*
I
íttisceláuea.
ALMANAQUE MÉDICO DE DICIEMBRE.—Esta
mes es, por decirlo asi, la noche del a ñ o ;
es el postrero
MODO D E S U S T R A E R S E A L A J U S T I C I A . — U n
vecino do Argol,
Jico el Atlas, tiono por
lápiz á los pies de su cama una piel do león
tan enorme,
tan bien preparada,
tan bien
peinada la melena, y los dientes blancos y
hermosos, que el aspecto del animal haria
retroceder al famoso Gerard,
aunque
esto
mismo e« el que mató aquel mismo animal.
M . X . , trató do especular sobre el terror pánico que causaba la piel del León en
los amigos que iban á visitarle: imaginó moler á su criado dentro
do la capa do Hér-
cules, á Gn do causar miodo á un
alguacil
que debía presentarse pira embargarle el trigo aun no trillado.
E l criado,
negro-cris-
pin do primera fuerza, no tardó en estar al
corriente del papel que debia
desempeñar.
Al dia siguiente llegó el alguacil, asistido de dos peritos; y después de los saín(loa de ceremonia, intimó ú M . X . , quo lo
indicase r l ttigo quo
le pertenecía
y
que
de
los meses,
y es en el
quo la naturaleza parece reconcentrarse, alejando el sol de la tierra, y derramando las
escarchas, los hielos
y las nieves, en una
palabra, tenemos
invierno! y si en l a
{el
primavera reinan las hemorragias
medades eruptivas,
y
enfer-
si en el estío las calen-
turas biliosas, si en otoño los flujos disentéricos y epidemias, en la estación
en que
vamos á entrar, en el invierno, se
obser-
van
frecuentemente
p e r í n e u p n o n i a s ó infla-
maciones internas, porque así como en el i n terior de la tierra está reconcentrada la v i da, asi so reconcentra también en la naturaleza humana.
Por dicha causa, los males crónicos so
exasperan, agrabándoso
sobro todo las afec-
ciones do pocho, y so manifiestan los electos dol frío h ú m e d o , algunas vecos seco, quo
reina esto mes cu la atmósfera.
Como en oposición á los efectos do esta,
hay en esto mes instituidas
fiestas
en que
estaba en la era. E l maligno propietario lo so cometen oscesos do comidas y bebidas
indicó una porción do fajos que so hallaban quo á su vez originan cólicos peligrosos, y
cerca do unos cuantos olivos salvajes y len- no suelen escasear los producidos por las pretiscos; y ol alguacil se dirigió doudo lo paraciones metálicas, consecuencia do las pinhabían indicado para modir la circunferencia.
turas quo llevan los productos do las confi-
Luego que llegó junto á los arbustos, el 'terias. También es la época de los sabañonesPara los afectados gravemente del pecho*
falso Icón principió á mugir, y sacando su
cabeza principió á hacer movimientos para
la mejor medicina es la traslación á paises
lanzarse sobro M . Jovial. En fin, por esa vez,
templados. Para las p n e u m o n í a s las evacua-
la ley tembló delante do la fuerza, y cuan- ciones sanguíneas, vigilancia en la venta de
do so presentó el alguacil dos dias después confituras y especial cuidado de no comer las
des- barnizadas do pintura. Contra ios sabañones
aparecido, y el león so hallaba en Argel guardarse del frió y echar mano de la receta siguiente de que tenemos hecho uso con
limpiando las botas á M . X .
<
' hacer
el embargo,
el trigo había
el mejor éxito: en una jofaina llena de agua
bien caliento, se echa una onza de estrac-
—8-
to do saturno y so bañan las manos ó pies
durante veinte minutos,
esta operación
se
repite cuatro ó sois nochos, y los s á b a n o ,
nes desaparecen mejor quo con ninguna otra
de las muchas medicinas quo figuran en la
terapéutica.
en quo so encontraba, después do haberlo podido humildemeulo pordon por su ligereza.
Los prontos remedios que la fueron aplicado!
pudieron librarla de una muerto inminente,
hallan l o s e hoy ya completamente buena y
curada de su amor estrafalario, gracias á los
esfuerzos do ta medicina. E n una carta quo
escribió poco antes do cometer el ateulado, y
quo hemos tenido el gusto de loor, manifestaba las causis que la habían impulsado á llevar á cabo su proyecto, y las cuales, como
se dejan comprender, podriau servir pira formar el arruínenlo de un saiuete. La epístola
jen cuestión, sino fuese tan ridicula, sciiaua
modelo de sentimentalismo.
ESTADÍSTICA MARÍTIMA.—La aduana inglesa acaba do publicar un documento muy i n teresante en el punto do vista del desarrollo de la navegación á vapor en la Gran Bretaña; es la lista de los buques que pertenecen á varias sociedades y particulares, y
•que han sido correspondientemente puestos
en registro durante los años do 1 8 i 9 y 1850.
VATA UN CAPRICHO.—Dicen do ViDunueva
E l número de buques do vapor quo se ha y Gcltiú con fecha del 0:
construido en este periodo, independíenlo
Ayer mañana fué cazado un gilgucro qua
tle los que lian sido alistados por cuenta del llevaba prendido de una do sus piernas un
Estado, representan en masa $5,495 tone- papelko en el que se leía:
ladas: son 299 el número de buques, que
«Cazado el dia 25 do noviembre de 1851,
por consiguiente aforan en término medio en la montaña de san Pedro Mártir á u n í hora
28R toneladas cada uno.
distancia do Harcelona. Su caza motivó mi caE n este uúmero total de 299 hoques, cuén- samiento. Rogamos á la persona que lo caza
lanse 116 cuya construcción os de hierro, en lo sucesivo, le guarde las mayores conaforando 59,818 toneladas. E l número de los sideraciones, ó si quiero devolverlo, se la
Steamers el hélice quo se ba construido es darán ocho duros do gratificación en la casi
de 2 8 , de los cuales hay 25 que son de hier- número 8, piso primero do la callo de
•
ro. E l mayor do los Steamers quo se ha consHasta aquí so podía leer eu el papel.
truido es el Asia, de 2,227 toneladas, que
En el ruverso se leía:
pertenece á la compañía Cuntad. E l mas pe«Le daré libertad cuantas voces se uio deq u e ñ o es un barquichuelo do Londres, el vuelva síeupro con las mismas condiciones,
¿isowned,
de 4 toneladas. Los cuatro puer- Tributo do dos novios quo le están agratos en quo se han construido mas buques de decidos.»
vapor en 1849 y 1850 son, siguiendo el
Damos publicidad á este estriño aconorden de su importancia: Londres 74. Shields tecimiento por si llnga á oídos del que lo
5 2 . Liverpool 51 y Glasgow 5 1 .
soltó y quiero cumplir lo ofrecido.
LOCURAS DE AMOIU—En un periódico de la
coito so leu lo siguiente:
«Según DOS han dicho, no sabemos con
qué fundamento, una hermosa joven, enamorada con lodo el furor de un corazón rom.íntico do un pelafustán, ha atentado, por cuestión de celos, contra su sida, tomándose c i n cuenta cabecillas de fósforos, el lunes de la
presente semana. Por fortuna el arrepentimiento levanto su cabeza en el alma do la
Suicida, la cual confesó á su papá ul osudo
CADIZ:
IMPUNTA
1851.
DB D . F R A N C I S C O
PANTOJA,
callt dtl Laurel, n . ° 129.
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