seguridad y violencia extra-familiar

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8.
SEGURIDAD
Y VIOLENCIA
EXTRA-FAMILIAR
129
Capítulo 8
L
a violencia es definida como "una acción intencional del
uso de la fuerza o del poder que produce daño físico,
mental (psicológico), sexual o en su libertad de movimiento o la muerte a otra u otras personas" 1. Así mismo, la
conducta violenta es definida como "conductas de individuos
que intenten, amenacen o inflijan daño físico o de otro tipo"2.
Esta concepción de la violencia incluye el daño psicológico y
sexual, características muy frecuentes en la violencia doméstica, además de la violencia hacia objetos inanimados, propia del vandalismo.
El consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas
estimula la predisposición de conductas violentas. Datos
empíricos de algunos países latinoamericanos consignan
que la mayoría de los homicidios ocurren los días feriados
y fines de semana, los que estarían ligados a una mayor
ingesta de alcohol. La conducta violenta, como toda conducta humana se remite a los patrones culturales vigentes
en la sociedad y tiene que ver con las identificaciones e
imitaciones en edades tempranas. Estos comportamientos, por lo general se aprenden en el contexto familiar y de
grupos extrafamiliares así como de otras fuentes como la
televisión o el cine.
8.1.
CONCEPTUALIZACIÓN
DE LA VIOLENCIA
LEY N° 1600/2000 CONTRA LA VIOLENCIA DOMESTICA - Artículo 1º: ALCANCE Y BIENES PROTEGIDOS.
Esta ley establece las normas de protección
para toda persona que sufra lesiones, maltratos físicos, psíquicos o sexuales por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, que comprende el originado por el
parentesco, en el matrimonio o unión de hecho, aunque hubiese cesado la convivencia;
asimismo, en el supuesto de pareja no
convivientes y los hijos, sean o no comunes.
La capacidad de una sociedad de organizarse, de lograr cierto grado de cohesión social y solidaridad entre sus
miembros a fin de potenciar su bienestar y apuntalar su
desarrollo es identificada como el capital social de esa sociedad. Tratados recientes demuestran que la violencia erosiona
el capital social; en este sentido las acciones preventivas destinadas a poblaciones jóvenes, para evitar la violencia, ayudarían a fortalecer el capital social, lo que se traduciría finalmente en un fortalecimiento de su proceso de Bienestar y
Desarrollo Social.
En el presente capítulo se analizará la victimización de
la juventud, es decir, se tratará de caracterizar a la población
joven víctima de la violencia 3. La juventud, por sus mismas
características, constituye un grupo vulnerable a todo tipo
de violencia la cual muchas veces se retroalimenta en los
jóvenes traduciéndose en violencia juvenil. Así, los problemas familiares, la falta de diálogo, de una buena relación y
del vínculo hace que muchos jóvenes se sientan agredidos y
marginados, agrediendo posteriormente a la comunidad
1 Alberto Concha-Eastman. Centro de Control y Prevención de Enfermedades de la OPS (1999:10)
2 Reiss y Roth, 1993, pág. 2
3 La violencia juvenil constituye todo un apartado en el estudio de la violencia social pero no será tratada en esta sección.
131
Juventud en Cifras
que no lo acepta y generando violencia social. El presente
estudio, trata, a partir de los datos empíricos, asentar ideas
clarificadoras a los tomadores de decisión, esto es, encausar la problemática en su relacionamiento lógico, a fin de
orientar las políticas de mitigación o erradicación de la violencia, enfatizando los sectores de mayor vulnerabilidad.
8.2.
LOS JÓVENES
COMO VÍCTIMAS
DE LA VIOLENCIA
L
as mayores tasas de violencia las sufren las mujeres
jóvenes de los grupos de mayor edad que viven en
las ciudades.
De acuerdo a la EIH 2000-01, el 4,5% de los jóvenes
(70.415 personas aproximadamente) han sido víctima de
algún tipo de delito. Los jóvenes experimentan actos violentos contra sus personas en todo el país, pero es en las zonas urbanas y en los grupos de mayor edad donde las tasas
de violencia son mayores. Al realizar comparaciones de acuerdo al género se puede observar en el Cuadro 8.1 que son
las mujeres de áreas urbana -en especial las de mayor edadlas que experimentan mayores tasas de violencia. Casi 10 de
cada 100 mujeres de entre
25 a 29 años es víctima de
CUADRO 8.1:
algún tipo de delito en las
POBLACIÓN DE 15 A 29 AÑOS VICTIMA DE VIOLENCIA POR SEXO
zonas urbanas.
SEGÚN ÁREA DE RESIDENCIA Y GRUPOS DE EDAD(%)
GRUPOS DE
EDAD
132
SEXO
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
TOTAL PAÍS
4,5
3,6
5,4
15-19
20-24
25-29
4,0
4,6
5,2
3,3
3,9
3,7
4,8
5,2
6,7
URBANA
6,4
5,0
7,7
15-19
20-24
25-29
6,2
5,8
7,5
5,9
3,9
4,9
6,5
7,5
9,8
RURAL
1,7
1,8
1,5
15-19
20-24
25-29
1,1
2,5
1,9
0,7
3,8
2,0
1,7
1,0
1,8
Fuente: EIH 2000-01.
El robo y las agresiones físicas son los principales delitos que registran los
jóvenes tanto en el campo
como en las ciudades.
De acuerdo al tipo de
delito del que han sido víctimas los jóvenes, el robo o
intento de robo es el más
mencionado por la población afectada. Prácticamente 8 de cada 10 jóvenes violentados han sido víctimas
de algún robo. Es en las
áreas urbanas donde este
Capítulo 8
delito predomina (92,4%) reduciéndose en el área rural
al 32,4%. Pero si el robo es
menos frecuente en el campo que en las ciudades, son
las agresiones físicas las que
tienen mayor impacto entre
los jóvenes rurales. Más de
la mitad de los jóvenes violentados de las áreas rurales ha manifestado haber experimentado este tipo de
agresión (Gráfico 8.1).
Las mujeres, en las
ciudades, sufren principalmente robos mientras en el ámbito rural lo frecuente son las agresiones físicas y sexuales.
En el corte por sexo y áreas de residencia, se advierte
en el Gráfico 8.2 que en las zonas urbanas el robo lidera con
fuerza entre los delitos registrados contra jóvenes afectando con especial fuerza a las mujeres de 15 a 29 años de
edad. En las zonas rurales, debido a motivos culturales y
sociales, las mujeres son víctimas tanto de agresiones físicas (58,5%) como sexuales (29,7%) fundamentalmente. Entre las víctimas masculinas tanto de las ciudades como del
campo, el robo y la agresión física son las formas de violencia predominantes. En el campo más de la mitad de los
jóvenes han sufrido algún tipo de agresión contra su persona mientras que en las
ciudades la proporción es
menor al 20%.
La violencia golpea de
manera distinta según cual
sea la condición socioeconómica de las víctimas y el
lugar que residen. Así, en las
áreas urbanas, el robo afectó en mayor proporción a la
población pobre. En el campo, en cambio, destacan las
agresiones físicas las cuales
fueron infligidas a más del
Fuente: EIH 2000-01
LEY N 1680/01 CÓDIGO DE LA NIÑEZ Y
LAADOLESCENCIA - Artículo 5: DE LA
OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR.
Toda persona que tenga conocimiento de
una violación a los derechos y garantías del
niño o adolescente debe comunicarla inmediatamente a la Conserjería Municipal por
los Derechos del Niño, Niña y Adolescente
(CODENI) o, en su defecto, al Ministerio
Público o al Defensor Público.
El deber de denunciar incumbe en especial a
las personas que en su calidad de trabajadores
133
Fuente: EIH 2000-01
Juventud en Cifras
90% de los jóvenes pobres
violentados. Entre los no
pobres del área rural se han
destacado en orden de importancia el robo, la agresión sexual y la agresión física (Gráfico 8.3).
Fuente: EIH 2000-01
de la salud, educadores, docentes o de profesionales de otra especialidad desempeñen tareas de guarda, educación o atención de niños o adolescentes.
Al recibir la información, la Conserjería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y
Adolescente (CODENI), el Ministerio Público y el Defensor Público adoptarán las medidas correspondientes, que les competen.
134
Fuente: EIH 2000-01
De acuerdo al Gráfico
8.4 más de la mitad de la población masculina violentada
y clasificada como de escasos
recursos ha experimentado
agresiones físicas. Entre las
mujeres, ya sean pobres o
no pobres, el delito más frecuente es el robo siendo del 69,7%
y 93% respectivamente.
A fin de hacer frente a la violencia que victimiza a los
jóvenes se deben encauzar los recursos humanos y materiales para el desarrollo de amplias campañas de concientización
contra la violencia, de manera que la misma se haga cultural y socialmente inaceptable. En este sentido urge llevar a
cabo campañas similares dirigidas concretamente a quienes trabajan con víctimas de violencia y les dan tratamiento,
tales como educadores, médicos, psicólogos, empleados y
representantes del sistema jurídico. Así mismo, parte importante del proceso de lucha contra la violencia es la prevención. Por ello debe
orientarse parte importante del esfuerzo en educar a
las víctimas y potenciales víctimas de las distintas formas de abuso, acerca de
cómo evitarlo o protegerse
de él y sobre cómo y dónde
buscar ayuda si se producen
actos violentos.
Capítulo 8
L
os jóvenes son agredidos por lo general por desconocidos pero las mujeres del campo son victimizadas en
general por personas cercanas a ellas.
8.3.
¿QUIÉNES SON LOS
QUE AGREDEN
A LOS JÓVENES?
En el ámbito nacional, seis de cada diez jóvenes violentados afirman haber sido agredidos por personas desconocidas. Si bien en las áreas urbanas se replica dicha tendencia, en las áreas rurales son personas conocidas de la
víctima las que en mayor proporción cometen delitos contra
los jóvenes (76,5%). Las agresiones que experimentan los
jóvenes del sexo masculino contra su persona o sus bienes,
en las áreas urbanas, son provocados en la mitad de los
casos por personas desconocidas y en un 26% por pandillas o patotas. En las áreas urbanas las mujeres violentadas
de 15 a 29 años afirma, en más del 80% de los casos, haber
sido agredidas por personas
desconocidas (Cuadro 8.2).
CUADRO 8.2:
Esto contrasta notablemenPOBLACIÓN DE 15 A 29 AÑOS VÍCTIMA DE VIOLENCIA POR SEXO SEGÚN ÁREA
te con lo que sucede en el
DE RESIDENCIA Y TIPO DE AGRESORES(%)
campo donde la casi totaliSEXO
dad de las mujeres afirma
TIPO DE
AGRESORES
haber sufrido algún delito en
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
manos de personas que eran
TOTAL PAÍS
76.631
32.087
44.544
conocidas por la víctima.
El Cuadro 8.3 revela
que más del 60% de los jóvenes ha sido víctima de robo
por parte de alguna persona desconocida y el 15%
manifiesta haber sufrido el
mismo delito en manos de
una persona conocida. En el
mismo orden, las agresiones
físicas y sexuales a los jóvenes son ocasionadas casi exclusivamente por sujetos
conocidos por la víctima.
Pandillas
Personas conocidas
Personas desconocidas
No sabe
URBANA
Pandillas
Personas conocidas
Personas desconocidas
No sabe
RURAL
Pandillas
Personas conocidas
Personas desconocidas
No sabe
Fuente: EIH 2000-01.
8,6
27,7
63,4
0,3
19,8
30,2
49,2
0,7
0,6
25,8
73,6
64.271
24.527
39.744
10,3
18,3
71,1
0,4
26,0
19,3
53,8
1,0
0,6
17,6
81,7
12.360
7.560
4.800
76,5
23,5
65,5
34,5
93,7
6,3
135
Juventud en Cifras
CUADRO 8.3:
POBLACIÓN DE 15 A 29 AÑOS VÍCTIMA DE VIOLENCIA POR TIPO DE AGRESOR
SEGÚN TIPO DE DELITO DEL QUE FUE VÍCTIMA(%)
TIPO DE
DELITO
TIPO DE AGRESOR
PERSONAS
PANDILLAS
CONOCIDAS
ROBO O INTENTO DE ROBO
AGRESIÓN FÍSICA
AGRESIÓN SEXUAL
ACTOS DE PATOTERISMO
5,1
3,3
0,2
15,0
10,2
2,3
0,2
TOTAL
8,6
27,7
PERSONAS
DESCONOCIDAS
NO
SABE
62,3
1,1
0,3
82,7
14,5
2,3
0,4
63,4
0,3
100
TOTAL
Fuente: EIH 2000-01.
8.4.
DENUNCIA
DE DELITOS
U
n poco más del 25% de los jóvenes que han sido víctimas de algún delito lo ha denunciado y la mayor
parte de ellos lo ha hecho ante la policía. Aquellos
que no denunciaron el hecho afirman que no lo hicieron porque no creían que sirva de algo, no consideraban grave la agresión o estimaban que los trámites para
hacerlo son demasiado complicados.
De acuerdo a la EIH 2000-01 de los más de 70 mil jóvenes que han experimentado algún tipo de violencia contra
sus personas o sus bienes, apenas una cuarta parte denuncia
ante las autoridades pertinentes el daño que han sufrido, sin
que se note una importante
diferencia entre hombres y
mujeres (Gráfico 8.5).
136
Fuente: EIH 2000-01
Conforme al Cuadro
8.4, aquella fracción de la
población joven violentada
que denunció el hecho ante
alguna institución formal asciende a un poco más de 21
mil personas. Tanto en áreas
urbanas como rurales la
mayor parte de ellos han recurrido a las fuerzas del orden público para denunciar
el delito del cual fueron víc-
Capítulo 8
timas. En las áreas rurales,
16% de las mujeres violentadas recurren al juez a fin
de formalizar sus denuncias.
Por otro lado, están
todos aquellos jóvenes que
no denunciaron la agresión
que experimentaron. Casi
cuatro de cada 10 jóvenes
que no han hecho la denuncia presenta rasgos de conformismo y ausencia de confianza en el sistema jurídico
al afirmar que no cree que
sirva de algo. Una quinta
parte de ellos consideran
que el delito no fue grave,
en tanto que alrededor de
un 14% de ellos considera
que los trámites para hacerlos son engorrosos o complicados (Gráfico 8.6).
CUADRO 8.4 :
POBLACIÓN DE 15 A 29 AÑOS VÍCTIMA DE VIOLENCIA Y QUE LA HAYA
DENUNCIADO POR ÁREA DE RESIDENCIA Y SEXO SEGÚN AUTORIDAD
ORGANISMO DONDE HAYA HECHO LA DENUNCIA(%)
LUGAR DONDE
DENUNCIO EL DELITO
SEXO
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
21.110
9.398
11.712
96,9
0,6
2,5
94,5
5,5
98,9
1,1
-
18.005
7.102
10.903
Policía
Juez
Otro
97,1
2,9
92,7
7,3
100,0
-
RURAL
3.105
2.296
809
Policía
Juez
Otro
95,7
4,3
-
100,0
-
83,7
16,3
-
TOTAL PAÍS
Policía
Juez
Otro
URBANO
Fuente: EIH 2000-01.
Mujeres y pobres no
hacen las denuncias porque consideran que los trámites son complicados y
porque piensan que no serviría de nada.
El corte por género,
revelaba en el Gráfico 8.7,
que dos quintas partes de
los hombres jóvenes violentados que no han hecho la denuncia ha afirmado que no cree que sirva
de algo y un poco más del
26% considera que la agresión no revistió de gravedad.
En cambio, entre las mujeres, además de considerar que
la denuncia no serviría de nada (38%), casi un 20% de
ellas justifica la ausencia de denuncia por lo complicado
de los trámites.
Fuente: EIH 2000-01
137
Juventud en Cifras
Fuente: EIH 2000-01
LEY N° 1600/2000 CONTRA LA VIOLENCIA DOMESTICA - Artículo 1º: ALCANCE Y BIENES PROTEGIDOS.
Todo afectado podrá denunciar estos hechos
ante el Juez de Paz del lugar, en forma oral
o escrita, a fin de obtener medidas de protección para su seguridad personal o la de
su familia. Las actuaciones serán gratuitas. En los casos en que la persona afectada
no estuviese en condiciones de realizar la
denuncia por sí misma, lo podrán hacer los
parientes o quienes tengan conocimiento del
hecho. En los casos en que la denuncia se
efectuara ante la Policía Nacional o en los
centros de salud, la misma será remitida al
Juez de Paz en forma inmediata.
Considerando condiciones de pobreza, los no
pobres argumentan, por orden de importancia, que no
creen que sirva de algo realizar la denuncia (43,3%) y
otra parte minimiza el acto
al considerarlo carente de
gravedad (23,1%). Características asociadas con su condición de pobres (bajo nivel
educativo, recursos escasos,
etc.) explicarían porqué casi
el 40% de los pobres consideran que los trámites a realizar para denunciar la agresión son complicados y más de una quinta parte de ellos
considere que no sirva de nada (Gráfico 8.8).
De acuerdo a lo descrito se hace necesario ofrecer a
las víctimas de la violencia un acceso fácil a asesoría calificada, especialmente a las mujeres y a los pobres. Esto ayudaría a las víctimas a salir de situaciones de abuso y a encontrar los recursos, agentes y agencias que podrían asistirles.
Si es necesario debe reformarse el sistema legal de manera
que las víctimas de la violencia sean adecuadamente protegidas. Muchas veces quienes sufren de abuso son
victimizadas una vez más por el sistema legal, del cual pretenden obtener protección y justicia.
138
Fuente: EIH 2000-01
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