FUNDAMENTACIÓN Nuestro interés por la temática agroecológica surge en el marco del taller de Asociativismo rural del curso de Cooperativismo, donde, aportando desde la óptica de distintas disciplinas sociales, procuramos comprender las formas en que se expresa la cuestión agroecológica en nuestro país; cómo es vivenciada por las organizaciones dedicadas a la temática y por los pequeños productores y consumidores que deciden volverse agroecológicos. En este contexto, la articulación de la agroecología en nuestro país se da en el marco de un conjunto de organizaciones, entre ellas: Red de Semillas Criollas y Nativas, REDES amigos de la tierra, Centro de Estudios Uruguayos de Tecnologías Apropiadas (CEUTA) y la Red de Agroecología, ésta última nuclea agricultores, procesadores y distribuidores de alimentos, así como a diversas organizaciones sociales, todos estos actores orientados por el positivo impacto social y ecológico de la agroecología. En este sentido la red adhiere a la Declaración del Agricultor Agroecológico, la que se orienta a la construcción de sistemas productivos económicamente viables, ambientalmente sustentables y socialmente justos. En acuerdo con lo que se venía planteando nos surge la interrogante ¿por qué interesa investigar la transición de un sistema convencional de agricultura a un sistema de agroecología? Ante la cual aparecen varias ideas. Una de ellas está vinculada con lo que plantea Gudynas (2012), sobre la fase del desarrollo productivo convencional que está inscripta en los paradigmas de las ciencias de la economía como una forma de apropiación de un bien, a través de la justificación de las normas legales, que son dadas por los Estados, quienes son los portavoces del sistema y del paradigma del “progreso-desarrollo”. En ese marco el productor se enfrenta con el desafío de pensar en la tierra, no ya como mercancía sino con valor en sí misma. Se propone un cambio en su lógica práctica que viene de la mano con una lógica ética sobre la Naturaleza. Lógica que intenta ser compartida por un colectivo y que implica por tanto un entramado de proyectos familiares y organizacionales, que por el momento se vienen desarrollando a nivel local, lógica que dista de las bases del capitalismo y de la globalización. Es así que la agroecología es una perspectiva alternativa que toma en cuenta la vida en sus formas más diversas, en compromiso con la biósfera. Para ello se nutre de las asociaciones y movimientos sociales que vienen cuestionando e interpelando a la ideología dominante, a través de sus prácticas sociales y de producción, como por ejemplo el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil, las cooperativas agrarias en Uruguay, la Red de Semillas, Red de Agroecología, etc. Esta investigación apunta a visualizar cómo se produce el cambio de una lógica a la otra en esa transición práctica, pero a su vez conceptual sobre los modos de agricultura. Nuestro objetivo es lograr una aproximación a la temática y a los actores involucrados, para generar así una construcción mutua de saberes, que nos enriquezca a unos y otros, en un proceso de conocimiento y práctica, donde en definitiva se logre una mayor comprensión de la cuestión agroecológica, y se generen, a partir de un diálogo recíproco entre nosotros y los actores, insumos teóricos que sean útiles a los productores y consumidores que asisten este proceso de transición hacia la agroecología. Es de gran preponderancia tomar en cuenta, que desde distintos sectores se lazan nuevas formas de pensar la realidad imperante, con una perspectiva holística, más inclusiva y sobre todo cuestionadora de la ideología dominante. APORTES CONCEPTUALES Para poder comprender el proceso de transición que implica la adopción por parte del productor de un sistema de producción agroecológico, nos resulta útil definir qué entendemos por agroecología y cómo esta se ha venido desarrollando en el contexto regional y en nuestro país. Al respecto son de utilidad las reflexiones de Sevilla Guzmán; para quien la agroecología se presenta en tanto enfoque alternativo para el desarrollo rural, mediada por una práctica que implica técnicas de investigación-acción, orientadas hacia una acción social y política. (Sevilla Guzmán y Montiel, 2009) Asimismo, Miguel Altieri (1994) advierte sobre el desarrollo conceptual de la agricultura sustentable en cuanto respuesta a la preocupación por los efectos nocivos del sistema agrícola capitalista sobre los recursos naturales. Para este autor, la agroecología implica un manejo integral de los ecosistemas, ahora bien, la sostenibilidad no es posible sin la preservación de la diversidad cultural (Altieri, 1994) Para Gudynas, (2012) el sistema capitalista invierte la jerarquía existente entre el subsistema social y el subsistema monetario, colocando en su centro de análisis lo económico- monetario; es así que esta perspectiva subyuga a los demás sistemas bajo su paradigma asignándoles nuevos roles y categorizaciones a beneficio de sostener el sistema económico monetario como justificación del progreso. En este contexto, las prácticas agroecológicas, rescatan el valor del subsistema social, implicando el manejo sostenible de los agro-ecosistemas, mediante formas de acción colectivas que involucren no solo a los actores técnicos sino también a las poblaciones vinculadas a esos ecosistemas. Son por tanto un enfoque teórico respecto del análisis de los agro-ecosistemas y una propuesta práctica, respecto del manejo de los recursos naturales (Sevilla Guzmán y Montiel, 2009) Así, la transición hacia la agroecología, adopta diversas formas, una de ellas se expresa en organizaciones y colectivos. Una organización según Baremblitt (2005) es la materialización de las instituciones, es un dispositivo concreto de éstas. El mismo autor dice: A su vez, una organización (que como ya insistí acostumbra a ser un complejo grande), está compuesta de unidades menores. Estas son de <naturalezas> muy diversas y es difícil enunciarlas todas. No obstante por lo menos hay algunas que son muy características, como por ejemplo los establecimientos. (Baremblitt, 2005, p.36) En este marco, en nuestro país la Red de Agroecología impulsa la producción de alimentos sanos, respetando la naturaleza y los procesos colectivos que sustentan la producción y distribución sobre bases más justas, para agricultores y consumidores. Esta red se compone de varias regionales: Oeste (1), Sur-Sur (2), Sauce-Santoral (3), Toronjil (4) y Minas (5). En cada Regional se integran todas las personas e instituciones miembros. BIBLIOGRAFÍA ALTIERI, M. (1994) “Bases agroecológicas para una producción agrícola sustentable.” Revista Agricultura técnica. 54 (4), pp. 371-386. Santiago de Chile. BAREMBLITT, G. (2005). “El movimiento instituyente, el autoanálisis y la autogestión.” y “Sociedades e Instituciones”. En Baremblitt, G. Comprendiendo el análisis institucional. Buenos Aires: Editorial Madres de Plaza de Mayo. GUDYNAS, E. (2012). “Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa”, en: Más allá del Desarrollo. Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas del Desarrollo. Fundación Rosa Luxemburgo. Buenos Aires: Ediciones América Libre. Pp21-53. GUZMÁN, E. S. y Montiel, M. S. (2009). “Del desarrollo rural a la agroecología. Hacia un cambio de paradigma.” Documentación Social, (155), pp. 23-39. España. Acceso en http://datateca.unad.edu.co/contenidos/102706/AVA_2014-2/Lecturas/c2-eduardosevilla-y-marta-soler.pdf. GUZMÁN S. E. y Woodgate, G. (2013). “Agroecología: fundamentos del pensamiento social agrario y teoría sociológica.” Revista Agroecología 8 (2) pp. 27-34. España. Acceso en https://www.socla.co/ Otra bibliografía consultada Red de Agroecología. Declaración constitutiva. http://redagroecologia.uy/ Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología https://www.socla.co/