Comentario de texto resuelto Conjuro a Plutón de Celestina, acto III

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Comentario de texto resuelto
Conjuro a Plutón de Celestina, acto III. (Modelo de examen)
1. Ideas esenciales del fragmento.
De forma sintética (sería necesario redactarlo de forma razonada y completa) el
contenido esencial de este episodio se centra en los siguientes hechos:
a)Celestina describe al demonio, bajo la denominación de Plutón (dios del
Hades en la mitología clásica), con todos sus atributos y poderes, ligados al infierno y
al mal, enemigo de Dios.
b)Celestina, en su condición de bruja, conjura a Plutón, es decir, pronuncia su
nombre y lo convoca para establecer un pacto con él; usa objetos a los que se les
atribuyen propiedades mágicas. (Recuérdese que en la obra algún personaje ha
advertido que Celestina ya ha sido “emplumada” por la Inquisición por sus prácticas
de brujería).
c)El objetivo del conjuro es dotar de propiedades mágicas el hilado que
ofrecerá a Melibea bajo su falsa condición de buhonera en la primera visita a la joven.
El hilado, metafórica y mágicamente, atará su voluntad y la predispondrá a la entrega
a Calisto. Así, vencerá la honestidad de la muchacha que ella ha intentado defender
rechazando a Calisto. Y ella, además, podrá beneficiarse obteniendo una recompensa a
cambio de su labor.
d)Celestina amenaza al diablo para que cumpla su acuerdo y con esa
confianza, la de tener como aliado al diablo, se dirige a casa de Melibea para cumplir
su misión como tercera o alcahueta.
2.
Antes de este episodio, Celestina ha visitado a Calisto, que, por consejo de
Sempronio, le ha pedido a la vieja alcahueta que medie en sus amores con Melibea. En
esta entrevista se hacen evidentes los motivos que harán ilícito el amor entre los
jóvenes: la desesperación y el egoísmo de Calisto por conseguir el amor y la entrega de
Melibea, una pasión que le hace olvidar sus deberes de clase y las normas morales y
sociales que debería respetar y también el afán de provecho que impulsa al criado
Sempronio y a la vieja Celestina, que actúan movidos por el propio interés, para
obtener algún beneficio de la debilidad de Calisto.
Después del conjuro, Celestina se dirige a casa de Melibea, donde entrará
burlando la vigilancia de Alisa, la madre de la joven, con la excusa de vender un hilado
(el que ha empleado en el conjuro mágico). Cuando quede a solas con la joven, a pesar
de las advertencias de la fiel Lucrecia, su habilidad y experiencia le harán plantear de
forma sutil los propósitos de su entrevista, de manera que cuando la muchacha sienta
amenazada su honra, la vieja Celestina pueda fingir que su visita es inocente.
3. (Voy a usar el contenido de 1 para responder a esta pregunta)
La tercera o alcahueta Celestina aparece caracterizada, a través de este episodio,
como una bruja, maga o hechicera, artífice del mal y aliada del diablo en su mediación
en los amores de Calisto y Melibea.
Esta vinculación con el mal, además de la impaciencia de Calisto y el amor ilícito
entre los jóvenes, que se dejan llevar por su “desordenado apetito” (la lujuria) y el
engaño interesado de los criados, favorecerá la condena de la conducta de Calisto y
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Melibea. Su amor, desde la intención moral y religiosa de Fernando de Rojas, es
valorado como un pecado, cuyo castigo se representará en la muerte de ambos
amantes, en el desenlace de la obra.
En las primeras líneas del texto, la vieja invoca al demonio, bajo la denominación
de Plutón y lo describe a través de la enumeración de sus principales atributos y
poderes. El diablo (o Plutón) y Celestina pertenecen al mundo del mal, el que niega a
Dios y sus leyes. El propio Calisto niega a Dios al poner por encima de su amor a Él el
de su amada Melibea y hacer las declaraciones blasfemas que le hacen llamar a su
amada su “Dios”, en la más pura tradición del amor cortés. Después de esta
presentación, Celestina pronuncia en conjuro empleando los elementos mágicos q1ue
dotarán de propiedades extraordinarias un hilado que pretender vender a Melibea.
Estos objetos están vinculados a su oficio de bruja: letras escritas con sangre de
murciélago, “nombres y signos”, que corresponden a fórmulas mágicas escritas en un
papel, aceite hecho de veneno de serpiente... El hilado, con ese nuevo valor mágico,
“enredará” (con su significado literal y simbólico) la voluntad de Melibea, que es el
propósito del conjuro. Al comprarlo, Melibea caerá en sus redes y se debilitará su
honestidad, para que el amor de Calisto (su lujuria) pueda abrirse paso en ella. De este
modo, la joven (recuérdese que Melibea evoluciona en la obra del rechazo inicial a la
entrega amorosa= accederá a su petición y además agradecerá su labor como
mediadora con algún regalo (alimentando así la codicia de la vieja). Finalmente,
Celestina amenaza al propio diablo para que cumpla el pacto que como aliados han
establecido. Esta amenaza subraya el poder maléfico de Celestina y tiñe de tragedia
todo lo que toca la alcahueta.
Las importancia del personaje en el proceso de amores de los jóvenes enamorados
es tal que ha desplazado en su título al de los protagonistas. Trotaconventos, la tercera
del Libro de Buen Amor de Juan Ruiz y Celestina tienes notables semejanzas; ambas
desempeñan la misma función: ser terceras en amores, servir de alcahuetas o
mediadoras, incluso como consejeras, en las relaciones amorosas entre enamorados,
que, por su inexperiencia o por otros motivos, tienen dificultades para llevar adelante
su proceso de amores. Las dos, además, poseen semejantes cualidades para el
desempeño de su oficio: son viejas experimentadas, astutas, conocedoras de las
debilidades humanas y muy hábiles a la hora de dominar la voluntad de otros con sus
consejos y engaños. Una de sus principales cualidades es precisamente su condición de
“parlera”, es decir, la habilidades que tienen para convencer y engañar a través de la
palabra. Es también otro rasgo común el que ocultes su verdadera función de alcahueta
con oficios fingidos que, sin embargo, les permiten entrar con toda libertad en las casas
de las muchachas a las que quieren corromper, burlándose de la defensa de los que
deberían cuidar su honra y de la propia prudencia de las jóvenes: son buhoneras,
vendedoras de afeites, parteras, ...
Ambas son aliadas del hombre en el engaño contra la mujer, son colaboradoras en
su proceso de seducción como aliadas del galán. (Recuérdese que los parecidos entre
ambas proceden de la fuente común en la que se inspiran, el personaje de la alcahueta
estaba ya presente en la comedia latina).
La diferencia fundamental que las separa está relacionada con el juicio moral que
de ellas hace cada autor. Trotaconventos no traiciona al galán; le aconseja porque es
inexperto, pero no busca su daño, sino el éxito de la conquista; Celestina declara en
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muchas ocasiones que su labor como tercera está marcada por el interés (el afán de
provecho, obtener una recompensa o pago por su labor), también deja claro que no
tiene escrúpulos, porque está dispuesta a engañar a Melibea, pero también a Calisto,
presentándole sus gestiones de forma que el joven sienta el impulso de recompensarla.
En el Libro de Buen Amor, las acciones de Trotaconventos van dirigidas a la unión de
los enamorados, que suele tener un final feliz. Celestina, sin embargo, con sus acciones
propicia su propia muerte (a manos de Pármeno y Sempronio) y la de los enamorados,
porque sus relaciones están juzgadas como pecado y por lo tanto son merecedores del
castigo que representa la muerte.
Mientras que el Arcipreste de Hita ofrece su moraleja contra el “loco amor” en un
marco de cierta ambigüedad satírica y humorística, Fernando de Rojas no deja lugar a
dudas: condena moralmente a Celestina y también a los enamorados que, poniéndose
en sus manos, han hecho de su amor una pasión ilícita, pecaminosa.
4. Desde una perspectiva pagana, el conjuro a Plutón, es decir, el uso de la Magia con
propósitos prácticos, en la mentalidad medieval convivía con las creencias religiosas;
las supersticiones, las falsas creencias en propiedades mágicas de objetos o de palabras,
formaba parte de la visión del mundo. En la obra, sin embargo, el uso de la Magia por
parte de Celestina, como ya se ha explicado antes, adquiere una trascendencia
gravísima, no sólo porque sirve dentro de la obra para explicar la seducción de
Melibea (da verosimilitud a su cambio de conducta), pese a su honestidad inicial, sino
que representa un desafío contra la ley de Dios que debe ser condenado y castigado.
La Fortuna, en el mundo clásico, que era la diosa que regulaba de forma caprichosa e
inexplicable el destino de los seres humanos, se identifica en este caso con la
Providencia Divina o con la voluntad de Dios. Como se ha dicho, la transgresión de
Celestina contra las normas religiosas (el conjuro a Plutón) y la transgresión de los
enamorados (las declaraciones blasfemas de Calisto y la lujuria que domina a los
enamorados), dan a la muerte de estos personajes la forma de castigo al pecado
cometido. La Muerte, por lo tanto, no es sólo un hecho argumental, fruto del azar o la
Fortuna, la casualidad o un accidente, sino el único final posible para los que han
pecado, un merecido castigo que subraya la intención moral ( y religiosa) de la obra.
5. Como se recordará, el primer encuentro de los dos jóvenes, en el acto I, presenta una
relación amorosa que cumple todos los requisitos del amor cortés y cuyos tópicos eran
frecuentes tanto en la lírica cortesana como en la novela sentimental del siglo XV. El
enamorado expresa un profundo sentimiento amoroso que le lleva a reconocer su
sometimiento a la dama (de cuya voluntad se siente “siervo” de amor); en esa
expresión amorosa un elemento esencial es la descripción de la belleza de la dama y la
declaración de que el enamorado está dispuesto a conquistarla a través de una
conducta ejemplar de enamorado: obediencia, fidelidad, constancia, discreción...
El tono de declaración de “amor cortés” de Calisto hacia Melibea se rompe cuando ella,
al contemplar el ímpetu, la impaciencia y el explícito deseo sexual de Calisto, le hacen
temer por su honestidad. Entonces ella lo rechaza. A partir de ese momento la relación
entre Calisto y Melibea es concebida como ”amor humano” y se identifica con pasión,
deseo de goce sexual, carnalidad... Ese impulso “egoísta” de los enamorados de gozar
de la pasión, sin trabas sociales o morales, se convierte en un amor ilícito, en pecado,
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un pecado que por ser blasfemo, niega el amor a Dios y que como se ha dicho acabará
en el castigo de la muerte contra los enamorados.
6.Los rasgos prerrenacentistas en este episodio evidentemente se centran ela
identificación entre la referencia al mundo clásico en la figura de Plutón y su
identificación, en el mundo cristiano, con el demonio. Las furias Tesífone, Megera y –
Aleto, son, evidentemente otra referencia al mundo clásico. El mundo del mal, de lo
infernal y subterráneo, se menciona a través de conceptos que pertenecen al mundo
grecolatino. Son nombres del mundo clásico también el reino de Estigio(la laguna
Estigia, el reino de los muertos) y Dite (el nombre de una ciudad que se menciona en la
Divina Comedia. Se consideraba que en ella estaban las puertas del Hades, es decir, del
Infierno, morada de Plutón o de Lucifer, en el mundo cristiano). También se habla de
las hidras y su poder maléfico y de “étnicos montes” (en alusión al volcán Etna, que en
la antigüedad se consideraba como un de los respiraderos del infierno, de cuyo interior
surgía el fuego). Todas estas referencias que representan en este episodio el interés y
el conocimiento del autor por el mundo clásico son un rasgo prerrenacentista.
Recuérdese que, a pesar del contenido moralizador de la obra en defensa de los valores
de la sociedad medieval, Fernando de Rojas, por su formación es un Humanista.
Por su ideología, la obra en su conjunto es prerrenacentista, porque plantea un
conflicto entre los valores de la sociedad estamental de la Edad Media (la fidelidad de
los criados a sus amos, la ejemplaridad de la conducta de los amos, que legitima su
poder y sus privilegios) y los nuevos valores que anuncian el Renacimiento (los
pecados de lujuria y codicia, el valor del dinero, la traición de los criados a sus amos, la
inmoralidad de los amos, el egoísmo en forma de antropocentrismo y el vitalismo, “el
vivir para sí” que domina a todos los personajes) . Es una obra de transición, en la que
conviven dos mundos diferentes en conflicto.
Por su estilo literario, la obra es prerrenacentista. Como se ha dicho, lo son las
referencias clásicas empleadas por el autor, pero también el uso del castellano como
lengua literaria, influida por el Humanismo y el conocimiento del mundo clásico.
Por su género literario, la obra también es fruto del Prerrenacimiento. Es una comedia
humanística, una obra dialogada, escrita para ser leída en voz alta y dramatizada, cuya
trama amorosa se inspira en una fuente clásica, la comedia elegiaca de Terencio.
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