Bloque temático: Las primeras descripciones

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Bloque temático: Las primeras descripciones
Todos los pueblos, a través de la historia, han dedicado importantes esfuerzos
y recursos a la representación de su territorio en mapas. Importantes
colecciones de mapas históricos son testigos vivos, dando muestra del enorme
trabajo realizado, de cómo ha visto hombre su entorno geográfico próximo y
como lo ha dibujado apoyándose en los medios existentes en cada momento.
En este largo viaje de la cartografía, que es también el del conocimiento
geográfico, se mantiene siempre el objetivo de dar la mas precisa
representación del territorio acorde con los medios que ha proporcionado el
desarrollo científico y tecnológico existente en cada época.
Los sucesivos logros que jalonan este proceso son: las primeras descripciones
geográficas de Ptolomeo del siglo II, los grandes viajes de los descubrimientos
geográficos y el desarrollo de las técnicas de navegación marítima a partir del
siglo XIII, las expediciones científicas del siglo XVIII para determinar la forma y
dimensiones de la Tierra por medio de la medida de arcos de meridiano en
latitudes próximas al Ecuador y a las zonas polares, el impulso de la ciencia
geodésica, la aparición de la fotografía aérea y de las técnicas de restitución
fotogramétrica en los años centrales del siglo XX y ya en la actualidad la
utilización de imágenes de la Tierra obtenidas por técnicas de teledetección
desde satélites artificiales y la implantación de sistemas globales
posicionamiento y de navegación por satélite.
Veamos diferentes ejemplos de representaciones cartográficas a lo largo de la
historia para cada uno de los siguientes elementos, teniendo en cuenta el
ámbito que se quiere abarcar.
Tema 1.-El mundo, la ciudad y los territorios dibujados.
1.1.
La representación del mundo:
Mapas a pequeñas escalas.
Estas escalas se utilizan para representar continentes, países, o el mundo. El
rango de escalas baila desde 1:1.000.000 hasta el denominador que se desee.
Cuando la representación afecta a la totalidad de la Tierra nos encontramos
ante la necesidad de utilizar una proyección para poder representar la realidad.
Como ejemplo se muestran en la imagen las mas extendidas, que se
estudiarán en las lecciones siguientes.
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La cartografía ha ido evolucionando con la ciencia, y según se han ido
produciendo avances científicos, se ha ido perfeccionando el método de crear
mapas, ganando en fidelidad y en precisión. Veamos algunos ejemplos.
Una de los primeros pueblos interesados en la forma de la tierra fueron los
griegos. Fueron los primeros en identificar la tierra como un globo. Por ejemplo,
Eratóstenes determinó en el año 250 a.c. la longitud de la circunferencia del
globo terráqueo, es decir, la longitud de un meridiano.
Cuadricula de Eratóstenes.
El mundo según Ptolomeo (90-168 d.c.).
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El mapa del mundo babilónico, mapa circular como corresponde al panorama
natural del horizonte.
Mapa Babilónico
Este es un mapa renacentista, en el que ya se aprecia el uso de las
proyecciones para su confección.
Mapamundi de Batista (1543).
A lo largo de la historia se ha buscado el modelo más natural para la
representación de la tierra, desde el globo terráqueo, hasta la proyección UTM,
pasando por las aproximaciones a elipsoides de revolución.
Tenemos que tener en cuenta que toda proyección lleva consigo unas
deformaciones, y la cartografía trata de que sean mínimas. Por ejemplo, es
imposible matemáticamente construir una esfera a partir de un plano, o
viceversa, se producen deformaciones, que hay que evaluar y minimizar.
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1.2.
La representación de la ciudad. Planos a grandes escalas.
Estudiamos a continuación las representaciones topográficas de detalle, destinadas a fines especiales y realizadas en escalas superiores, a las empleadas
normalmente en los mapas topográficos nacionales, o mapamundis.
Como consecuencia de esta distinción, las escalas menores que ahora
comentaremos serán del orden de 1:10.000 (aunque prescindiremos de los mapas nacionales que algunos países hacen a esa escala); mientras las escalas
mayores serán las correspondientes a los planos de detalles aislados, a
escalas 1:100 0 1:50.
En la mayor parte de los casos, a estas escalas se prescinde del uso de
proyecciones, es decir, no se hacen mapas, sino planos. Mas adelante
veremos las diferentes formas de proyectar la realidad.
Con la excepción de los planos de población, estos trabajos no suelen
imprimirse, pues su uso limitado no justifica una edición; de modo que lo normal
es encontrarlos en copias formadas a partir de un original dibujado en material
transparente (papel vegetal, plásticos indeformables, etc).
Plano de la población de Coello. (1905).
Planos de población.—Los destinados a información general suelen
realizarse a escalas próximas a 1:10.000; la extensión de la ciudad
representada obliga a veces a reducir más la escala, para que las dimensiones
del plano no resulten excesivas. Suelen publicarse también divididos en hojas
pequeñas, formando guías urbanas o callejeros.
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Fragmento del plano de Madrid de Texeira (1656)
Este tipo de planos sirve como base para muchas operaciones de planificación
municipal (accesos, proyectos de ampliación de barrios, de apertura de nuevas
vías, de líneas de transporte, organización de la circulación, etc.): para la
organización de la administración (división de la ciudad en distritos postales,
comisarías de policía, juzgados municipales, etc.). Sus aplicaciones no oficiales
no son menores.
Detalle a escala 1:10.000
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Planos parcelarios.—Su finalidad es la representación de las parcelas de una
zona; como se trata de una finalidad esencialmente planimétrica, muchos de
estos planos carecen de altimetría. Los más característicos son los planos
catastrales. cuyo objeto es el conocimiento de la propiedad territorial, como
dato previo para la distribución de los impuestos territoriales entre los
propietarios. A este fin resulta insuficiente el conocimiento de la superficie de
una propiedad, porque debe además conocerse su calidad, única forma de
establecer su valoración.
Otros planos parcelarios se utilizan para muchos fines relacionados con la propiedad rural (operaciones de compra-venta, división de fincas, concentración
parcelaria, colonización, ordenación, expropiación, etc.).
Mapa parcelario. Escala 1:5.000
Planos para proyectos de obras de ingeniería.—Corresponden a
levantamientos topográficos realizados con fines determinados, que son los
que condicional la precisión necesaria, la escala y la equidistancia de curvas.
Una obra de gran envergadura, como la construcción de un embalse, un aeropuerto, una autopista, precisa de gran cantidad de planos a distintas escalas.
Aparte de otros mapas de consulta previa, el proyecto de la obra en sí necesita
de planos mucho más detallados, a escalas grandes
En el caso de un embalse hará falta un plano detallado del vaso, que deberá
sobrepasar en altura la cota del dique, y que según las dimensiones del
embalse podrá hacerse entre 1:5.000 y 1:1.000. La zona del emplazamiento del
dique precisa escalas aún mayores y perfiles transversales muy detallados,
generalmente a 1:200 ó 1:100. La mayor parte de las aplicaciones prácticas
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(cálculo de volúmenes, proyecto de líneas de pendiente dada, etc.) se hacen
precisamente sobre planos de este tipo.
Planos y alzados topográficos de edificios.— Los planos de distribución
interna de edificios modernos son en la mayor parte de los casos de realización
e interpretación muy sencilla. Sus escalas más frecuentes varían entre 1:100 y
1:20. Cuando el edificio es complicado no basta con su planta y los planos
separados de cada piso, sino que es necesario además incluir los alzados de
las fachadas y una serie de secciones verticales trazadas por lugares
convenientes. Los planos arquitectónicos de edificios especiales (palacios, catedrales, etc.) son de una complejidad extraordinaria.
Mapa de la estatua de Abu Simbel
1.3.
La representación de los territorios:
Mapas a mediana escala
En los capítulos anteriores se han analizado los distintos problemas que
presenta el estudio de los mapas topográficos y de los planos.
Estos problemas son distintos en los mapas de escalas pequeñas,
considerando como tales a las de 1:1.000.000 o menores, hasta el 1:25.000, es
decir, en los mapas geográficos.
En estas escalas se comprenden además de las hojas aisladas dedicadas a
representación de países las colecciones de mapas llamadas atlas.
Formación de mapas a mediana escala.—Los mapas topográficos se hacen
partiendo de levantamientos topográficos o fotogramétricos; es decir,
empleando datos directos. En cambio, los mapas geográficos se forman por
síntesis de datos tomados de mapas topográficos.
Es claro que no es posible desarrollar un trabajo topográfico normal a escala
1:1.000.000; ni tampoco realizar el trabajo de un modo especial que pudiera
permitir su representación a esa escala. En el primer caso las distancias no
tendrían representación visible; en el segundo, deberían ser enormes.
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Mapa de temático de España
Representación del relieve.—Los atlas realizados en el siglo XIX emplearon
las normales, pero el resultado de este sistema depende básicamente de la
escala, y a escalas pequeñas pierde la expresividad, que es su mejor
característica en las escalas grandes, y pasa a convertirse en un esquema de
las cordilleras, que adquieren un típico aspecto de orugas.
Incluso a escalas mayores de 1:1.000.000, las normales demasiado generalizadas no dibujan ya las formas topográficas y dan una idea falsa de las grandes
unidades geomorfológicas. El relieve aparece interrumpido, los cauces de los
ríos destacan en exceso y el mapa parece una sucesión de terrazas
escalonadas. Las montañas aisladas para ser visibles han de exagerarse
demasiado; los terrenos ondulados no son representables.
Mapa monográfico de Italia
Hidrografía.—La simplificación impuesta por la escala a la red hidrográfica
afecta en primer lugar al número de cauces representados, que quedan
reducidos a solo los más importantes. Es muy interesante en la selección de
éstos cuidar sus cabeceras para que en el mapa aparezca representado
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precisamente aquel arroyo que es considerado como origen del río. No sirve
como norma considerar río principal al más largo de los que se unen en una
confluencia, porque en muchas ocasiones el afluente es más largo que el
principal.
Costas.—Las líneas de la costa, por las razones ya expuestas, deben
simplificarse también, pero cuidando mucho de que esta simplificación no
desfigure sus características, ya que de su dibujo pueden deducirse muchas
informaciones que desaparecerán si no se ejecuta correctamente
En muchas ocasiones será necesario exagerar las dimensiones de una isla
pequeña, que la escala no permite representar, pero que no puede omitirse por
alguna razón (punto de escala en navegación marítima o aérea, importancia
política, etc.).
Simplificación progresiva de la línea de costa.
Vegetación y cultivos.—Por ser muy grande la extensión de tierra
representada en estos mapas aparecen en ellos una gran variedad de zonas
climáticas y de tipos de suelo, y como consecuencia, diversidad de especies y
de cultivos. Sin embargo, es necesario formar con ellos un número reducido de
grupos para evitar que el mapa resulte confuso por exceso de detalle o poco
expresivo en el caso contrario. Esto obliga a que cada signo represente varios
cultivos o formas de cultivo, que deben ser afines en algún sentido. Se emplean
así expresiones tales como «cuitivos mediterráneos», que engloban especies
tan distintas como el trigo, la vid, el olivo. o «plantaciones tropicales»
(bananeras, cacao, café, etc.).
Poblaciones.—En estos mapas hay que limitar el número de poblaciones
eliminando aquellas cuya importancia sea menor. El criterio generalmente
seguido toma como base el número de habitantes y así hay mapas en que sólo
aparecen las oblaciones que superan una cierta cantidad, variable según la
densidad de población del país y la proximidad de los lugares.
Pueden aparecer poblaciones menores, que pese a su escaso número de hablantes presenten un interés especial.
En todo caso la colocación de las localidades queda supeditada a la legibilidad
del mapa, no olvidando que además del punto que marca su emplazamiento
cada una de ellas tiene que llevar su nombre.
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En ningún caso pueden elegirse las localidades representadas en el mapa penando sólo en evitar la aparición de zonas vacías o recargadas, pues por ese
procedimiento se crea artificialmente una homogeneidad de distribución
completamente falsa. Por el contrario, la existencia de estos casos extremos de
concentración y despoblación debe ser considerada previamente, en el
momento de determinar el límite a partir del cual serán representados los
pueblos en el mapa, en el cual, una vez formado, deberán ser claramente
perceptibles esas condiciones. Sin embargo, esta decisión resulta
extremadamente difícil si la zona a representar es muy extensa o muy
heterogénea.
Las poblaciones más importantes se representan con signos jerarquizados, es
decir, de tamaño y figura progresivamente crecientes. Se suelen emplear
puntos, círculos, cuadrados y figuras que imiten la forma de las grandes
ciudades.
Vías de comunicación.—Generalmente estas escalas no permiten representar
más que los ferrocarriles y carreteras. En el caso de países con redes de
comunicación muy desarrolladas éstas se simplifican dejando sólo las más
importantes, que son normalmente las que unen las ciudades mayores, los
centros industriales y comerciales más importantes.
Se destacan los nudos de comunicación donde convergen grandes vías.
Es frecuente que las carreteras se representen mediante trazo único rojo, de
anchura variable según su importancia; y los ferrocarriles, del mismo modo y en
negro; pero también se encuentran mapas en que el empleo de estos colores
es el contrario, por lo que siempre es necesario consultar la tabla de signos
convencionales. En los casos en que esta tabla no aparece en el mapa no
queda más solución que comprobar de qué forma ha sido representada alguna
línea conocida.
1.4.
La representación de la realidad. Las 2D y las 3D:
Representación del relieve
En toda clase da actividades humanas, el relieve juega un papel de gran
importancia. La información sobre el relieve se requiere para muchos
propósitos; toda clase de trabajos de construcción, como carreteras, muelles,
trabajos de regadíos, operaciones militares, navegación, fines científicos,
turísticos, y otras muchas aplicaciones.
Concierne al Cartógrafo ofrecer esta información del relieve, tridimensional en
la naturaleza, como una representación bidimensional en el mapa. Esta
reducción del número de dimensiones es el problema de más difícil solución en
cartografía.
Antes de abordar las diferentes formas de representación del relieve, se hará
hincapié en no entender el relieve como la altura de los puntos, o la diferencia
de cota entre ellos. El relieve hace referencia a la forma total de la tercera
dimensión de la superficie de la tierra, tanto cualitativamente como
cuantitativamente.
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Puntos acotados.
Son puntos con posición y altitud indicada, sobre o debajo de un nivel de
referencia determinado. No tienen porqué existir sobre el terreno, aunque hay
excepciones, como los vértices geodésicos, o las señales de nivelación.
Curvas de nivel.
El dibujo de las formas del terreno en la cartografía impresa se realiza por
medio de curvas de nivel y puntos acotados. Las curvas de nivel son líneas que
unen los puntos del terreno que tienen una misma altura en relación con un
plano de referencia, que en los mapas de la Península es el nivel medio del
mar en Alicante.
Curvas de nivel y perfil asociado.
La separación vertical entre dos curvas de nivel, denominada equidistancia,
depende de la escala del mapa, de las características del terreno y de la precisión
del mapa. En los mapas a escala 1:50.000 la equidistancia es de 20 metros y a
escala 1:25.000 de 10 metros. Las curvas se rotulan con la cifra indicativa de su
altitud. Para facilitar su interpretación cada cinco curvas se traza una con línea
más gruesa denominada maestra. En los puntos característicos o singulares del
terreno, cumbres o cruces de caminos, se rotula su altitud sobre el nivel de
referencia, que se denominan puntos acotados.
Sombreado.
Es un método de representación del relieve, que si bien no aporta
métricamente una visión
muy exacta del territorio, si que ayuda a
comprenderlo. Ofrece una imagen tridimensional que no es comparable por los
obtenidos por otros sistemas.
Es combinado con otras formas de
representación del relieve.
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Mapa de sombras.
Modelo Digital del Terreno
En los procesos de tratamiento y utilización de la cartografía en soporte digital
la representación de la altimetría se realiza mediante un Modelo Digital del
Terreno (MDT), constituido por una malla cuadrada, superpuesta sobre el
territorio, con un punto de altitud en cada uno de sus vértices. La fidelidad
obtenida en representación del terreno depende de la calidad de los datos de
partida y del ancho de malla. El modelo que cubre la totalidad de un país con
mayor detalle, en el caso de europeo, es el de ancho de malla de 25 metros,
cuyos datos proceden de vuelos aéreos, radar o de mapas topográficos.
Ejemplo de MDT.
Los MDT pueden utilizarse con programas informáticos para la visualización del
terreno a través de perspectivas, y permiten cualquier calculo de pendientes o
volúmenes. Son especialmente interesantes las aplicaciones realizadas en países
con territorios de difícil acceso, para delimitar zonas fronterizas, a partir de la
utilización de modelos altimétricos obtenidos con sensores radar, con integración
de datos vectoriales del trazado de vías de comunicación o imágenes de satélite,
que proporcionan simulaciones en tres dimensiones, con la visualización que se
quiera hacer desde cualquier punto o bien de carácter dinámico con la simulación
de un vuelo aéreo.
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Perspectiva del relieve.
Tema 2.
2.1.
Planos y mapas. La lectura a través de los dibujos
Los objetos de representación
Un mapa es, ante todo, la expresión matemática del paisaje. Se entiende como
la representación de una región o zona geográfica sobre una superficie plana,
mediante unos parámetros que definen las características de la transformación
entre ambas superficies. Una definición ampliamente aceptada considera que
un mapa es una representación gráfica del territorio, en un modelo reducido y a
escala, que establece una correspondencia matemática, continua y biunívoca,
entre los distintos puntos de la superficie terrestre y los del plano. Los primeros
definidos por sus coordenadas geográficas, latitud, longitud y altitud y los
segundos por sus coordenadas planas de representación.
Se considera que corresponde al campo de la Cartografía el estudio de las
diversas materias que son precisas para el desarrollo de los procesos de
formación y producción de mapas. En este sentido, se define la Cartografía
como el conjunto de estudios y operaciones científicas y técnicas que
intervienen en la creación, edición y análisis de mapas, haciéndose extensiva a
sus diversas formas de expresión, como son la plasmación del territorio en
modelos en relieve o globos terráqueos, que dan representación a la Tierra en
su conjunto o bien a una parte de ella.
Puede entenderse, en un sentido general y no restrictivo, que un mapa es una
representación convencional gráfica de fenómenos concretos o abstractos,
localizados en la Tierra o en cualquier parte del Universo. Un mapa siempre
expresará y definirá, a través de su imagen, una representación visual,
reducida, generalizada y matemáticamente precisa de la superficie terrestre o
de una parte de ella sobre un plano.
En él se muestra la distribución y relaciones de elementos geométricos
descriptivos del terreno y de los diversos fenómenos naturales y sociales,
elegidos de acuerdo con la función del mapa. Puede representar también las
variaciones o dinámica de transformación de los distintos elementos
cartográficos en el transcurso del tiempo.
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Esta referencia a la geometría del mapa debe entenderse como una de sus
características propias y esenciales. Los trazados que figuran en el mapa para
representar cualquier detalle del territorio, como una carretera, curso de un río,
núcleo urbano, se hacen conservando alguna de sus relaciones espaciales,
manteniendo sus relaciones métricas. La representación geométrica de la
planimetría del mapa es el soporte sobre el que localizará la información
temática, la que nos comunica lo que sucede sobre el territorio.
Debe tenerse en cuenta que un mapa es siempre una abstracción de la
realidad que percibimos del propio paisaje, y por lo tanto una aproximación a la
realidad geográfica, representada por medio de códigos y de símbolos
convencionales de tipo puntual, lineal y superficial.
2.2.
Las escalas
La representación de objetos a su tamaño natural no es posible cuando éstos
son muy grandes o cuando son muy pequeños. En el primer caso, porque
requerirían formatos de dimensiones poco manejables y en el segundo, porque
faltaría
claridad
en
la
definición
de
los
mismos.
Esta problemática la resuelve la escala, aplicando la ampliación o reducción
necesarias en cada caso para que los objetos queden claramente
representados
en
el
plano
del
dibujo.
Se define la ESCALA como la relación entre la dimensión dibujada respecto
de su dimensión real, esto es:
E = dibujo / realidad
Hay dos maneras de representar la escala, y nos la podemos encontrar de
estas dos maneras en cualquier mapa:
Escala gráfica: suele ser un segmento recto en el que se marcan las distancias,
expresadas la mayoría de las veces en kilómetros u otras unidades de longitud;
La escala gráfica se dibuja en los mapas o planos de acuerdo con la escala
numérica, para facilitar la medición de las distancias. Esta escala se compone
de una recta que está dividida en partes iguales, las cuales representan
distancias en el terreno, es decir, esta escala también indica a cuanto equivale
un centímetro en el mapa respecto a la realidad. Por ejemplo:
0
500 1.000
2.000
3.000
4.000
Metros
Escala numérica: con una expresión en palabras y cifras. por ejemplo: "1
centímetro representa 100 kilómetros", es decir, 1 cm. en el mapa representa
100 Km. en la superficie terrestre. O una escala numérica representada en
forma de proporción o fracción. Por ejemplo: 1:50.000 ó 1/50.000
Se clasifican los mapas según su escala en mapas de "pequeña escala" los
menores de 1:100.000, de "escala media" los comprendidos entre 1:100.000 y
1:10.000 y de "escala grande" a partir de 1:10.000. La consideración de planos
suele hacerse a partir de la escala 1:2.000.
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Es muy frecuente el error y uso indebido de los conceptos de pequeña escala y
gran escala. Debe tenerse en cuenta que la escala es pequeña, cuando el
denominador es grande, y por el contrario, la escala es grande, cuando el
denominador es pequeño. Quiere esto decir que un mapa a escala 1:100.000
es una escala menor que un mapa a escala 1:50.000.
Concepto de precisión de un mapa:
Está demostrado empíricamente, que el límite de percepción visual del ojo
humano es de 0.2 mm. Esto quiere decir que un elemento más pequeño no
será visto, y por lo tanto, no se tiene que representar.
Aplicando esto a un mapa, nos indica que cualquier objeto de la realidad, que
representado a escala en un mapa, no supera los 0.2 mm, no tiene sentido el
representarlo, ya que no seremos capaces de distinguirlo.
La precisión de un mapa se calcula 0.2 mm * Denominador de la escala.
Veamos un cuadro con las precisiones a diferentes escalas, y con diferentes
factores de percepción visual:
En este cuadro se indican, a varias escalas, los límites de la percepción visual
que corresponden a 0,2 milímetros en el mapa. Por lo tanto un objeto que en el
territorio tenga unas dimensiones inferiores a las que corresponden a ese límite
de percepción en el mapa, no puede tener representación a esa escala.
Podemos deducir de este cuadro que la representación de objetos que tengan
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dimensiones inferiores a un metro precisa la utilización de escalas superiores a
1:2.000.
Si consideramos la representación de una vía de comunicación de diez metros
de ancho, a la escala 1:50.000, quedaría reducida en el mapa a una línea de
0,2 mm, prácticamente la distancia crítica a la que antes se hacía mención. Por
esta razón es necesario recurrir a la denominada generalización de estos
objetos, que supone recurrir a la exageración de su tamaño en el mapa,
mediante la simbología adecuada, para que puedan visualizarse con claridad.
Esto es representar ambos márgenes de esa vía en el mapa con una
separación mayor a la que le corresponde por la reducción de escala.
Podemos usar la siguiente tabla ver la escala de un mapa, según el ámbito
geográfico que abarca y su temática:
2.3.
Las orientaciones
El problema de la orientación.—Para utilizar un mapa sobre el terreno la
primera operación necesaria es la localización del punto en que se encuentra el
observador; después hay que colocar el mapa de forma que coincidan sus
direcciones con las correspondientes del terreno. A esta segunda operación se
denomina orientación del mapa; es relativamente fácil realizarla de día y más
complicada de noche.
El caso más sencillo se presenta cuando se pueden identificar uno o varios
puntos del terreno con los correspondientes del mapa, además del punto de
observación. Entonces la recta o rectas que unen esos puntos con el de
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observación dan direcciones sobre las cuales se colocan las análogas del
mapa, y éste queda orientado.
En otro caso ha de buscarse la dirección Norte-Sur por métodos astronómicos,
magnéticos o por observación de indicios en el terreno. La palabra orientación
alude a la determinación del Este u Oriente del mapa, y es recuerdo de la
época en que los mapas llevaban este punto en su parte superior-,
paradójicamente, en la actualidad «orientarse» ha venido a significar «buscar el
Norte».
Movimientos aparentes de los astros.—Para un observador terrestre las
estrellas aparecen como si estuvieran situadas sobre una esfera que rodease a
la Tierra. El movimiento de rotación de la Tierra se traduce en un movimiento
aparente de casi veinticuatro horas de duración, durante las cuales todos los
astros de la bóveda celeste realizan un giro completo alrededor de un punto
inmóvil al que llamamos Polo celeste, y que se encuentra en la intersección del
eje de la Tierra con la esfera celeste. Debemos de localizar este polo celeste
para orientar el mapa.
La operación fundamental de la orientación por las estrellas consiste en determinar el polo celeste; conocido éste, su proyección sobre el círculo del
horizonte corresponde al Norte geográfico, ya que la dirección Norte-Sur es la
proyección horizontal de la recta que une el Polo celeste con el observador
Para ello podemos usar:
Estrella Polar. Es la mas cercana al Polo Norte de las estrellas circumpolares
(que no desaparecen ras el horizonte en una rotación completa de la tierra). Es
visibles desde el Hemisferio Norte. Pertenece a la Osa Menor, y en el croquis
se ve como distinguirla.
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En el caso de encontrarnos en el Hemisferio Sur tendríamos que localizar La
Estrella del Sur. Vemos como en el siguiente croquis.
Movimiento aparente del Sol. Generalmente los mapas se usan de día y en
ese caso la dirección del Norte puede conocerse por la posición del Sol o por la
dirección de las sombras que produce. Para utilizar el Sol como medio de
orientación es necesario conocer algunas nociones de Astronomía. La rotación
terrestre, que causa el movimiento aparente de las estrellas, produce además
la sucesión de los días y las noches y el aparente giro del Sol en torno a la
Tierra, con sus ortos y ocasos.
Para la orientación usaremos la llamada hora solar y la hora local.
El Sol gira, aparentemente, en torno a la Tierra, dando una vuelta en veinticuatro horas; es decir, cada hora recorre 15°, por lo que pasará por dos meridianos
separados 15° de longitud con una hora de diferencia (antes por el más
oriental); cada minuto recorre un cuarto de grado, o sea, 15'. También un
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segundo de tiempo corresponde a 15" de arco. Por esta causa no deben
emplearse las notaciones ' y " para indicar minutos y segundos de tiempo, pues
podrían inducir a error.
La hora oficial está unificada en principio para todos los puntos comprendidos
dentro de un mismo huso de 15° de amplitud, y corresponde a la hora local del
meridiano central del huso. Para mayor sencillez, dentro de cada nación de
extensión pequeña se adopta una hora única, prescindiendo de la posición de
los meridianos que limitan el huso. Los países de gran extensión tienen varias
horas oficiales; tal ocurre en Australia.
En el caso de España, nuestra hora oficial es la correspondiente al meridiano
de Greenwich (incrementada en una hora para coincidir con la mayor parte de
Europa) . Este meridiano pasa por Castellón y deja la mayor parte de la
Península a su Oeste.
Las Islas Canarias tienen una hora atrasada respecto a la Península. Como
consecuencia, cuando los relojes indican las 13 horas en España el Sol se
encuentra sobre el meridiano de Castellón (con pequeñas variaciones durante
el año, como se explica más adelante), donde es en esos momentos el
mediodía solar. En cambio, en Mallorca, situada hacia los 3° al Este del
meridiano central, la hora local será ya próxima a las 12 horas 15 minutos;
mientras en Sevilla, que está a 6o Oeste serán las 11 horas 36 minutos, es
decir, faltarán 24 minutos para el mediodía solar.
O sea, que para conocer la hora oficial correspondiente al paso del Sol por un
lugar es necesario saber su diferencia de longitud con el meridiano de
Greenwich, y expresándola en horas (15° = 1 hora; 5° = 20 minutos; 3° = 12 minutos)
sumar esa diferencia de 13.00 si el punto está al Oeste o restarla si está al Este
del meridiano.
Vemos que según la hora, podemos saber aproximadamente sobre que
meridiano se encuentra el sol, u calcular aproximadamente donde está el
Norte. A las 12 horas solares, el sol se encuentra exactamente sobre nuestro
meridiano, o sea, en el Norte.
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Magnetismo Terrestre. El magnetismo terrestre es un fenómeno estudiado por
la física en cuyos detalles no vamos a entrar para aplicarlo a la orientación.
Basta con considerar que la superficie terrestre es un campo de fuerzas cuyas
líneas de acción señalan en cada punto de la Tierra una dirección (meridiana
magnética); esta línea de fuerzas es la señalada también por la aguja de una
brújula o declinatoria.
Hay un pequeño desfase entre el Norte Magnético y el Geográfico, que se
llama declinación. Este valor está indicado en los mapas de escalas pequeñas.
Este valor varia según la latitud y el movimiento de rotación, ya que el balanceo
de la tierra sobre el eje imaginario, va modificando este valor. Veamos un
ejemplo.
Orientación por indicios naturales. En tiempo nublado o con niebla y en
bosques muy densos hay que acudir, para colocar el mapa en posición de
empleo a vestigios que se observan en la Naturaleza, o en las construcciones
humanas en ella integradas, y que dependen de la orientación de cada objeto.
La menor exposición a los rayos solares que en nuestras latitudes tienen los
objetos enfrentados al Norte hace que en ellos y en su pie exista aún verdor en
las épocas más secas del verano; y la menor evaporación de la humedad
permite que en las superficies que tienen esta orientación arraiguen musgos y
líquenes que faltan en las orientadas hacia cualquier otro punto cardinal. Así
ocurre sobre los troncos de los árboles, las peñas y las paredes de las
edificaciones.
La misma razón hace que en las montañas del hemisferio septentrional los
ventisqueros de la ladera Norte (la «umbría») subsistan cuando los de la ladera
Sur (la «solana») se han fundido completamente. Al comenzar la fusión de las
nieves, el descenso de temperaturas que se produce durante la noche hace
congelarse de nuevo el agua fundida, que forma carámbanos colgantes del
borde de la masa helada, y que sólo se mantienen en la parte Norte de los
neveros, pues en el resto son rápidamente fundidos por el Sol del nuevo día.
Este fenómeno es más acusado en los glaciares, sobre cuyas lenguas la fusión
del hielo produce además agujeros semicirculares, cuyo borde recto
corresponde al Sur, mientras la parte curvada queda al Norte.
2.4.
De la descripción a la propuesta. El análisis como proyecto.
Para tener una idea general del aspecto y forma de la Tierra, de un país, una
región o una ciudad, puede acudirse a una descripción escrita, como se hace
en geografía elemental; pero se logra una visión más amplia, rápida y fácil de
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Aplicaciones Informáticas al Proyecto Urbano
retener con una representación gráfica, que generalmente es un mapa, aunque
también puede ser una fotografía o una imagen mecánica equivalente, como se
verá más adelante.
El mapa aparece como un conjunto de dibujos, signos y palabras escritas, de
muy variado aspecto, a veces muy sencillo, como un croquis dibujado en un
papel o en una pizarra; otras muy complejo, impreso en numerosos colores.
Pero de cualquier modo, un mapa es siempre un esquema de la realidad, y su
formación obedece a numerosos acuerdos y convenciones, expresos o
implícitos, que deben conocerse para la interpretación correcta de estas
representaciones del terreno.
Hay además otros mapas especiales, que no pretenden describir la superficie
terrestre, sino indicar el lugar donde ocurren determinados fenómenos,
humanos o no (producciones agrícolas, meteorología, enseñanza primaria),
pues todo hecho localizable en el espacio puede representarse en un mapa. A
este tipo de mapas se les llama “temáticos”, en oposición a los topográficos,
que solo describen los accidentes naturales o artificiales del terreno.
Las primeras descripciones
Los dibujos y las letras
En este apartado veamos las diferentes formas de describir la realidad, con una serie de
ejemplos. Cada una de ellas tiene un fin, y se ha realizado con unos medios diferentes.
Hay que tener en cuenta, que a la hora de realizar un mapa, hay que ver cual va a ser su
finalidad, por esos los diferentes formatos cartográficos, son adecuados según que
situación
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